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2.

2 Bases Teóricas

Resiliencia

Existen diferentes teóricos que han definido el constructo de resiliencia; entre ellas, se

destaca las más relevantes:

Aguirre (2004) afirma que “la resiliencia es la capacidad para resurgir en las adversidades,

adaptándose y recuperándose para vivir de manera significativa y productiva”. (p.9)

Asimismo, Matta (2010) señala que la resiliencia es una capacidad que se emplea en

momentos difíciles o adversos, que, permite crecer, madurar y desarrollar habilidades para la

resolución de conflictos. (p.1)

Richardson (2013) define la resiliencia como "el proceso de afrontamiento con eventos

vitales desgarradores, estresantes o desafiantes de un modo que proporciona al individuo

protección adicional y habilidades de afrontamiento que las que tenía previa a la ruptura que

resulto desde el evento".

Edith Grotberg (1983, como se citó en García y Dominguez, 2013) definió a la resiliencia

como la capacidad que tiene el ser humano para afrontar problemas cotidianos, superarlas o

incluso salir transformados.

Luthar y Cushing, (1999) definen la resiliencia:

Como un proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva del ser humano

frente a contextos de gran adversidad; asimismo señala que existen tres componentes

presentes en la resiliencia, el primer componente se trata de la noción que tiene la persona

acerca del significado de la adversidad, es decir lo que la perjudica en su desarrollo


personal, el segundo componente se refiere a como el ser humano se adapta positivamente

circunstancias adversas, y por último el trabajo dinámico entre mecanismos emocionales,

cognitivos y socioculturales. (Citado en García y Domínguez, 2013, p.68)

La American Psychological Association (2011) define que “resiliencia es un conjunto de

conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier

persona en su proceso de adaptación a la adversidad y que le permite salir con éxito de las

experiencias difíciles o traumáticas”. (p.22)

Para el presente estudio, se toma la definición de Wagnild & Young (1993) quienes

postulan que la resiliencia es una “característica de la personalidad que modera el efecto negativo

del estrés y fomenta la adaptación. Ello connota vigor o fibra emocional y se ha utilizado para

describir a personas que muestran valentía y adaptabilidad ante los infortunios de la vida”. (p.3)

Enfoques de la Resiliencia

Desde la biología, Grotberg (1995) considera que la resiliencia surge meramente como una

capacidad humana que ayuda a enfrentar o superar adversidades; pues considera que este

concepto es parte del desarrollo y proceso evolutivo de los seres humanos y que, por lo tanto,

debe ser promovido desde la infancia. (pp.30-31)

Desde la Antropología, Vanistendael (1994), afirma que la resiliencia proviene de la

capacidad que una persona o un sistema social tiene para afrontar problemáticas de manera

adecuada, protegiendo la integridad de las mismas personas, trascendiendo a través del tiempo

por un proceso interactivo entre el niño y su contexto social, familiar y cultural. (p.55-57)

Desde la Psicología, según Miranda y Soriano (2017), existen diferentes perspectivas, los

enfocados hacia la patología, el trastorno y la clínica, que es el enfoque psicoanalítico, el


enfocado al estudio de la personalidad y conducta del individuo, que es el psicológico, y el

enfoque que estudia el aspecto positivo del ser humano, las fortalezas y virtudes conocidas como

la psicología positiva. (p.38)

Componentes de la resiliencia

Grotberg (1995), organiza en tres categorías los componentes de la resiliencia.

a) "Yo tengo". Se refiere al apoyo que la sociedad en general (padres, hermanos, amigos,

vecinos, etc.) le proporciona al individuo y que está ligado a un vínculo afectivo.

b) "Yo soy" y "Yo estoy". Se refieren al desarrollo de fortaleza intrapsíquica, la

autoestima, ideología personal y voluntad de sentido.

c) "Yo puedo". Se refiere a la adquisición de habilidades interpersonales y de resolución de

conflictos, la creatividad y humor que tiene el individuo para enfrentar situaciones de riesgo.

Dimensiones de resiliencia

Según Prado y Del Águila (2000) asume siete dimensiones que se relatan a continuación:

Insight. Cuando hablamos de Insight, nos referimos a la capacidad de darse cuenta de lo


que pasa consigo mismo y con el entorno, de preguntarse a sí mismo y darse una auto respuesta
honesta.

Independencia. Es el establecer límites entre uno mismo y el ambiente, es la capacidad de


mantener distancia emocional y física sin llegar a aislarse.

Interacción. Es la habilidad para establecer vínculos afectivos agradables con otras


personas.

Iniciativa. Se refiere a ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes. Es la


capacidad de hacerse cargo de los problemas y de ejercer control sobre ellos.
Moralidad. Es el deseo de una vida personal satisfactoria, amplia y con riqueza interior es
la conciencia moral y capacidad de comprometerse con valores y de discriminar entre lo bueno y
lo malo.

Creatividad. Capacidad de crear orden en belleza y finalidad a partir del caos y el


desorden. Puede ser expresa en la creación de lo novedoso y actividades fuera de lo común que
llevan a revertir la soledad, miedo, la rabia y la desesperanza.

Humor. Alude a la capacidad de encontrar lo cómico en la tragedia, se mezcla el absurdo y


el horror en lo risible de esta combinación. (pp. 21-22)

Modelos Teóricos

Modelo del Desarrollo Psicosocial de Grotberg

Grotberg, (1995) define la resiliencia como una capacidad importante en cada individuo

permitiéndole enfrentar, superar y mejorar las respuestas ante situaciones estresantes; asimismo

señala que con esta capacidad se puede superar el trauma, enfrentando la crisis. En su

investigación acerca de la resiliencia, describe 3 factores que interactúan en la resiliencia para

confrontar y superar los contratiempos. (Citado en Sánchez y Pérez Acosta, 1998).

El primer factor está relacionado al entorno social, refiriéndose a las personas en las que

confiamos, guardándonos cariño y cuidados, además de ponernos limites, nos inculcan

aprendizaje para la realización personal. El segundo factor está asociado a las condiciones

personales, refiriéndose al hecho de que los demás, sientan aprecio por nosotros, a sentirse

felices cuando se hace alguna acción favorable e incondicional por otros, cuando se asume

responsabilidades propias y se tiene la seguridad de que todo saldrá bien. Y el tercer factor está

relacionado a los miedos e inquietudes; resolver problemas evitando los peligros y buscando

ayuda cuando se necesite. (Villalba, 2003, p. 127).


Modelo de "La Casita de la Resiliencia" de Stephan Vanistendael

Vanistendael menciona que la resiliencia de una persona se edifica igual que una casa,

considerando que ambas no tienen estructuras rígidas, teniendo su propia historia de vida,

necesitando cuidados y mantenimientos, señala que todos estos elementos promueven la

resiliencia. (Citado en Rodríguez, 2009)

Figura 1.
La casita de resiliencia de Vanistendael.

Nota: Tomado de Rodríguez, A., 2009

La casita, simboliza la resiliencia, en los cimientos sobre el cual está construida la casa, se

encuentran las necesidades básicas como la alimentación y cuidados básicos para la salubridad

humana. En el subsuelo se encuentra las relaciones con las personas de la familia, amistades,

escuela o trabajo; y en la parte central la aceptación profunda del hombre. En el piso uno está la

habilidad fundamental, hallar un sentido de vida; en el mismo lugar también se encuentra el


jardín, considerada como el contacto con la naturaleza. En el segundo piso encontraremos tres

habitaciones que simbolizan la autoestima, competencias, destrezas, el humor y otras tácticas de

adaptación. Por último, el entretecho simboliza el comienzo a nuevas vivencias, aquellas que

contribuyen a la resiliencia. Consideran que no es imperativo seguir en el orden descrito sino la

importancia de la casita es funcionar como un instrumento de relectura de la vida, sensibilización

y de intercambio.

Modelo Teórico de Wagnild y Young

El presente estudio se desarrolló con el modelo teórico de los autores como argumento para

la fundamentación del estudio, donde:

La resiliencia es una característica positiva de la personalidad, que modera el efecto

negativo del estrés y fomenta la adaptación. Asimismo, puede entenderse como la capacidad de

una persona, que a pesar de las condiciones de vida adversas y a las frustraciones que atraviesa,

puede superarlas y salir de ellas fortalecido e incluso transformado (Wagnild y Young, 1993, p.

165)

La escala presenta dos factores: Competencia personal; que indica autoconfianza,

independencia, decisión, invencibilidad, poderío, ingenio y perseverancia. Aceptación de uno

mismo y de la vida; que se refiere a la aceptación de uno mismo y de la vida, el cual refleja la

adaptabilidad, balance, flexibilidad y una perspectiva de vida estable que coincide con la

aceptación por la vida, como de un sentimiento de paz a pesar de la adversidad. Los cuales

muestran las siguientes características de resiliencia:

Confianza en sí mismo. Se refiere a la seguridad que tenemos respecto a nuestras


capacidades para poder realizar lo que nos propongamos.
Ecuanimidad. Se refiere a un estado, caracterizado por mantener el equilibrio y la
consistencia emocional ante situaciones difíciles para el ser humano.

Perseverancia. Se refiere a la constancia y determinación que implica el deseo de obtener


algo.

Satisfacción personal. Es un estado que se caracteriza por la armonía entre todos los
aspectos que tiene una persona, permitiéndole vivir feliz.

Sentirse bien solo. Capacidad de sentir libre, único e importante.

Violencia Familiar

Si bien es cierto, muchas de las situaciones que afrontan las personas en los diversos

ámbitos de los que formamos parte, suelen generar tensiones emocionales y definitivamente el

ámbito familiar no es la excepción; puesto que en este sistema es muy común la existencia de

conflictos entre los diferentes miembros. (López y Lozano, 2017) Estos conflictos pueden ser

causados por la colisión de los diversos puntos de vista, desacuerdos que pueden ir desde temas

muy superficiales como la elección de una actividad de ocio, la distribución de las finanzas hasta

los beneficiarios de una herencia. Sin embargo, cuando estos puntos de vista, ideas u opiniones

se originan como producto de una pugna de poderes entre los mismos miembros, donde uno de

ellos gobierna o pretende gobernar sobre el otro miembro y que para tales fines emplea la fuerza,

el chantaje y/o la manipulación; entonces, ya se sale de la definición de conflicto familiar para

dar lugar a la violencia en cualquiera de sus dimensiones (Ministerio Público del Perú, 2016).

Según la Organización Mundial de la Salud la define como “el uso intencional de la fuerza

o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o

comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños

psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” (OMS, 2002, p. 59).


Jaramillo, et al. (2013) definieron a la violencia familiar, como todas las modalidades

(acción u omisión) donde se genera un maltrato que se dan dentro del ámbito familiar, fruto de

las interacciones y las relaciones que se establecen entre los miembros, donde se aprecia

claramente un abuso de poder. Los abusos, por lo general, están constituidos por agresiones

físicas, imposiciones o malos tratos, y pueden ocasionar daños físicos, como hematomas o

fracturas óseas, o psíquicos, como depresión, ansiedad, baja autoestima o aislamiento social.

(pp.30-39)

Teoría del Ciclo de la Violencia Familiar

Esta teoría ha sido descrita por Walker (1989), quien afirma que la violencia es cíclica y

creciente y se agudiza. El ciclo de la violencia tiene 4 fases que describen el proceso de la

violencia y explica por qué resulta tan difícil para algunas víctimas defenderse cuando la sufren y

alejarse del que provoca esa violencia una vez pasada la fase de agresión. (p.2)

Fase de la Acumulación de la Tensión o Tensión Creciente

Esta fase se va construyendo a partir de pequeños incidentes o conflictos. Esto es resultado

de las frustraciones que presenta el agresor, el cual se comporta de forma tiránica.

Esto da lugar a episodios violentos leves, caracterizados por insultos, menosprecios,

sarcasmos, indiferencia. Además, el agresor achaca a la víctima la tensión existente, con lo que

ella recibe el mensaje de que su percepción de la realidad es incorrecta y comienza a

culpabilizarse por lo que sucede.


Fase de Explosión de la Violencia o Agresión Física

Se da la pérdida total del control y el comienzo de las agresiones no solo verbales y

psicológicas, sino también físicas y sexuales.

Fase de Remisión, de Calma, ‘Luna De Miel’ o ‘Interludio Amoroso’

En esta fase el agresor intenta recuperar el cariño de la víctima para mantenerla junto a él.

Para ello, el agresor se muestra arrepentido, pide perdón, llora y promete que no se volverá a

repetir la agresión y que va a cambiar. Todo consiste en compensar a la víctima de modo que

ésta no tome decisiones como denunciarle o abandonarle, reforzando así la dependencia

emocional de la víctima.

Inicio de un Nuevo Ciclo

A la falsa ilusión que constituye la ‘luna de miel’ le sucede un nuevo ciclo de tensiones.

Surge de nuevo la irritabilidad, se inicia un nuevo ciclo en el que el agresor intenta de nuevo

crear miedo y obediencia más que respeto e igualdad. Cada pareja tiene su propio ritmo y las

fases duran un cierto tiempo dependiendo de cada pareja, pero las fases tienden a ser cada vez

más cortas y la violencia cada vez más intensa. La frecuencia con que se repite el ciclo y la

peligrosidad que va alcanzando aumenta a medida que se avanza en la escalada de la violencia.

Generalmente cuando una mujer que vive violencia hace una petición de ayuda, ya ha dado

varias vueltas al ciclo de la violencia. Además, cada vez que cierra un ciclo, la mujer pierde

confianza en sí misma, con lo cual, es importante que en el momento en que solicite ayuda, se le

preste de manera inmediata y sin cuestionar sus decisiones pasadas.


Figura 2.

Ciclo de la violencia familiar.

Nota: Tomado de Violencia familiar y resiliencia en estudiantes del 5° año de la


Institución Educativa Secundaria Agropecuario, Apurímac, 2018. (p.20)

Tipos de Violencia

La violencia intrafamiliar, según Fernández (2004), “es una situación social que afecta de

forma preocupante al sistema familiar por lo cual es necesario definir algunos tipos de violencia

que se pueden presentar como violencia psicológica, violencia de género, violencia física,

violencia sexual” (p.12).

Violencia Física

La violencia física es aquella donde un individuo se impone a otro por el uso de la fuerza,

infringiéndole daños corporales leves, que no requieren atención médica, u otros más graves,

como fracturas óseas, hematomas, hemorragias, quemaduras, etc. Es un tipo de violencia muy
grave, ya que atenta contra la integridad física de la persona y en casos extremos puede conducir

a la muerte.

Violencia Psicológica

La violencia psicológica implica una serie de conductas que pueden incluir el maltrato

verbal, el abandono, el rechazo, la intimidación, el chantaje, la manipulación o el aislamiento.

Por lo general, la víctima es sometida a fuertes regímenes de humillación, insultos o

descalificación, afectando su autoestima y su autoconfianza, y generando comportamientos

depresivos.

Violencia Económica

La violencia económica se produce al excluir a la pareja del control de los recursos

económicos, implica una destrucción o privación del sustento y/o de la propiedad.

Violencia Sexual

La violencia sexual ocurre cuando una persona es forzada a tener, contra su voluntad,

cualquier tipo de contacto o relación sexual. Se manifiesta a través del acoso, el abuso, la

violación o el incesto. Este tipo de agresión es muy grave, pues perjudica fuertemente la

estabilidad emocional de quien la padece.

Teorías Explicativas sobre Violencia Intrafamiliar

Según Sepúlveda (2005) menciona las siguientes teorías sobre la violencia intrafamiliar:

Teoría sociológica

Consideran que la violencia entre la pareja está provocada por factores sociales. El

principal factor aplicativo de este fenómeno, sería la estructura social patriarcal autoritaria, la
aceptación general de la violencia como un método de resolución de conflicto dentro de la

familia y de la comunidad, unido a la desigualdad estructural dentro de la familia y de la

comunidad, serían las causas fundamentales de la violencia doméstica en donde la aprobación es

una forma de justificar el conflicto para la estabilidad familiar.

Teoría Sistémica

Se centraliza en los procesos causales que inician dicha violencia y en cómo se sostiene en

la familia, entiende a la violencia intrafamiliar como los abusos que se dan con uno o varios

integrantes de la familia.

Teoría del Aprendizaje Social

Según Bandura y Walters 1959, (citado en Aroca, 2012) fueron los autores que dieron

origen a esta teoría, formularon una teoría sobre el aprendizaje social de las conductas

antisociales y delictivas. En concreto, estos autores explicaban en qué medida los individuos

aprendían a comportarse de modo violento o como delincuentes, a través del aprendizaje por

observación por lo que no es un comportamiento genético que se transmite en el ADN o

hereditario, sino que es una conducta que se aprende en el entorno familiar y social que se da al

relacionarse.

Modelo Ecológico

Es un conjunto de sistemas donde el ser humano se desarrolla a lo largo de su vida, cada

uno de los cuales se incluyen uno dentro de otro. La visión del problema desde esta perspectiva,

permite tener una visión y conocimiento global de la totalidad del contexto del individuo (p. 65).
Referencias

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