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PUEBLA, PUEBLA.

PRÓLOGO

El presente compendio reúne los conocimientos sobre la asignatura de Ética del Mando
Militar, que se imparten en la Escuela de Mando del Ejército y Fuerza Aérea
Mexicanos, dentro de la Especialidad en mando con el propósito de: Proporcionar al
personal discente las bases éticas y profesionales que coadyuven a su actuación militar
apegada a los valores y normas que los rigen, impactando en la toma de decisiones, la
resolución de conflictos, el liderazgo y el fortalecimiento de sus relaciones cívico-
militares con la finalidad de mejorar la organización y el desarrollo de las Fuerzas
Armadas Mexicanas en beneficio de la Nación.

El panorama que incluye la unidad de aprendizaje es un enfoque práctico y


motivacional con el cual sensibilizar al alumno y sentar las bases para la iniciación en el
estudio del comportamiento humano y el desarrollo de competencias éticas para que como
militar que ostenta mando y decisión valore la importancia y trascendencia que tiene el
factor humano, en todas sus esferas, en el cumplimiento de las misiones asignadas.

Así mismo en la parte final de este compendio se da a conocer la bibliografía base


para la obtención de la información del presente compendio, para hacer aún más eficiente y
eficaz la comprensión de los temas que se imparten en este establecimiento de educación
militar, por lo cual no debe considerarse como una violación de derechos de autor, ya que
simplemente es un apoyo didáctico, sin fines de lucro.
TEMARIO

I. Él origen y fin de la ética


A. La Ética como ciencia filosófica teórica y práctica.

B. Definición etimológica y conceptual de ética.


C. Funciones de la Ética.
D. Principios fundamentales de la Ética (moral valores y virtudes)

II. El ser humano y su condición ética


A. Diferencias entre Ética, Moral y Normas Sociales.
B. La ética personal y la ética social.
C. Problemas éticos y morales actuales.
D. Resolución de casos.

III. Importancia de la formación ética profesional en la actualidad


A. Deontología
B. Concepto de Ética Profesional
C. Ética y competitividad profesional.
D. Dimensiones, deberes e implicaciones de la ética profesional
E. Código de ética de las instituciones y organizaciones
F. Relación entre la Ética y la Profesión Militar
I. Él origen y fin
de la ética

A. La Ética como ciencia filosófica teórica


y práctica.
B. Definición etimológica y conceptual de
ética.
C. Funciones de la Ética.
D. Principios fundamentales de la Ética
(moral valores y virtudes).

A. La Ética como ciencia filosófica


teórica y práctica.
¿De dónde proviene la ética? En esta interrogación se unen dos cuestiones muy diferentes,
una sobre un hecho histórico y la otra sobre la autoridad. La inquietud que han suscitado
ambas cuestiones ha influido en la configuración de muchos mitos tradicionales acerca del
origen del universo. Estos mitos describen no sólo cómo comenzó la vida humana, sino
también por qué es tan dura, tan penosa, tan confusa y cargada de conflictos. Los
enfrentamientos y catástrofes primitivas que éstos narran tienen por objeto —quizás por
objeto principal— explicar por qué los seres humanos han de someterse a normas que
pueden frustrar sus deseos. Ambas cuestiones siguen siendo apremiantes, y en los últimos
siglos numerosos teóricos se han esforzado por responderlas de forma más literal y
sistemática.

Preguntar de dónde proviene la ética no es como preguntar lo mismo acerca de los


meteoritos. Es preguntar por qué actualmente hemos de obedecer sus normas. Para
responder a esta cuestión es preciso imaginarse cómo habría sido la vida sin normas, e
inevitablemente esto suscita interrogantes acerca del origen. La gente tiende a mirar hacia
atrás, preguntándose si existió en alguna ocasión un estado «inocente» y libre de conflictos
en el que se impusieron las normas, un estado en el que no se necesitaban normas, quizás
porque nadie quiso nunca hacer nada malo. Y entonces se preguntan «¿cómo llegamos a
perder esta condición pre-ética?; ¿podemos volver a ella?»

La idea o la noción de que los seres humanos son seres éticos por naturaleza no es
en absoluto novedosa. Aristóteles, los estoicos, Tomás de Aquino, etc., defendían la idea de
que la capacidad ética, o la ética sin más, está enraizada en la naturaleza humana.
(Precisamente el criterio básico de una ética natural o, lo que viene a ser lo mismo, del
naturalismo ético, sería obrar conforme a la naturaleza humana.

¿Cuándo apareció la capacidad ética en los seres humanos? ¿Se da esta capacidad
ética solamente en los seres humanos? ¿No se da tal capacidad en otros animales muy
evolucionados como los simios? Según F. J. Ayala, el carácter universal de la capacidad
ética en todos los seres humanos sugiere que su fundamento está en la naturaleza humana,
es decir, está enraizada en la constitución biológica de la especie humana; sin embargo,
según el mismo autor, su "carácter específico, es decir, el que se trate de un atributo
exclusivo de la humanidad, ausente en las demás especies animales, sugiere que la
capacidad ética ha aparecido muy recientemente en la evolución, con posterioridad en
cualquier caso a la separación de los linajes evolutivos que llevan, uno al hombre, y, los
otros a los monos antropoides.

Concretamente según F. J. Ayala, una serie de factores o condiciones que han


aparecido en los seres humanos por evolución biológica -en concreto: la capacidad de
prever las consecuencias de las propias acciones, la capacidad de formular juicios de valor
sobre las acciones o las cosas, y la capacidad de elegir entre modos alternativos de acción
determinan necesariamente la aparición de la capacidad ética o del comportamiento ético en
los seres humanos.

1.- Capacidad de prever las consecuencias de las propias acciones.

Según F. J. Ayala, esta capacidad es la más importante de las tres condiciones


mencionadas. Tal capacidad está estrechamente vinculada con la posibilidad de establecer
conexiones entre medios y fines, es decir, de ver un medio como tal, a saber, como algo que
sirve para alcanzar un fin determinado. Esta capacidad requiere a su vez la posibilidad de
imaginar el futuro y de crear imágenes mentales de realidades o cosas no existentes en un
momento dada.

2.- Capacidad de hacer juicios de valor.

La segunda condición necesaria para que se dé el comportamiento ético está también


fundamentada en la enorme capacidad intelectual de los seres humanos. En efecto, la
capacidad de formular juicios de valor, por ejemplo, robar es malo, ayudar a los amigos es
bueno-depende de la capacidad de abstracción, de percibir objetos o acciones como
miembros de clases más generales, lo cual hace posible la comparación entre objetos y
acciones diversas y percibir algunos de ellos como preferibles a otros.

3.- Capacidad de elegir entre modos alternativos de acción.

Esta facultad está basada a su vez en una inteligencia desarrollada que hace posible la
exploración de diversas alternativas de acción y la elección de determinadas opciones en
función de las consecuencias esperadas de antemano. Lo que viene a mostrar que la especie
humana no está determinada genéticamente a responder ante posibles desafíos de una única
forma predeterminada y necesaria.

La capacidad ética es el resultado de un proceso evolutivo gradual, pero se trata en este


caso de un atributo que solo existe cuando las características subyacentes (las capacidades
intelectuales) han alcanzado un cierto grado avanzado de desarrollo.

 Cultura y sociedad
La capacidad ética es el resultado de un proceso evolutivo gradual, pero se trata en este
caso de un atributo que solo existe cuando las características subyacentes (las capacidades
intelectuales) han alcanzado un cierto grado avanzado de desarrollo.

Los códigos éticos se originan y se fundamentan radicalmente en la realidad biológica, pero


la emergencia y permanencia de los mismos están ligadas a algo absolutamente distinto,
que es precisamente la cultura humana.

CULTURA

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura


(UNESCO) define CULTURA como:

Conjunto de rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos


que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las
artes y las letras, los modos de vida, la manera de vivir juntos, los sistemas de
valores, las tradiciones y las creencias (UNESCO, 2012, p.4).

Por lo tanto, la CULTURA:

• Se aprende

• Es compartida

• Es dinámica
• Busca la adaptabilidad del individuo al medio

CREENCIAS

Las creencias son un sistema ordenado de ideas y


concepciones del mundo físico y social, compartido y
desarrollado por un colectivo o sociedad. Lo que le permite al
individuo la conformación del entendimiento de sí mismo y de
su ambiente, en base a la experiencia e interacción con ese medio físico y social.

ACTITUDES

Predisposición aprendida a responder de un modo consistente a un objeto social. La actitud


no es conducta, sino que predispone a la persona para actuar, es una evaluación sobre algo
(Allport, 1935).

Son posiciones mentales que se asumen o se aprenden por ciertas circunstancias (Mando
Militar, 2018, p.97)

Las actitudes tienen 3 componentes (Zanna y Rempel, 1988):

1. cognoscitivo: creencia acerca del objeto.


2. afectivo: grado de gusto o disgusto hacia el objeto.
3. conductual: grado de intención de actuar hacia el objeto de la
forma dictada por la actitud.

B. Definición
etimológica y conceptual de
ética.

Las palabras “ética” y “moral” tienen un significado etimológico semejante en sus raíces
griega y latina. En el uso común se emplean casi siempre indistintamente y, a veces,
conjuntamente, aunque quienes las usan así probablemente no serían capaces de decirnos
con precisión si significan lo mismo o se refieren a algo diferente.
En el lenguaje filosófico contemporáneo se han estipulado, sin embargo, dos
distinciones y dos clases de definiciones diferentes de estos términos. En un primer
sentido se comprende a lo moral como una dimensión que pertenece al mundo vital, y
que está compuesta de valoraciones, actitudes, normas y costumbres que orientan o
regulan el obrar humano. Se entiende a la ética, en cambio, como la ciencia o disciplina
filosófica que lleva a cabo el análisis del lenguaje moral y que ha elaborado diferentes
teorías y maneras de justificar o de fundamentar y de revisar críticamente las
pretensiones de validez de los enunciados morales.

Una vez que se conoce que la ética es parte de la axiología (teoría de los valores) y
ésta, parte de la filosofía, es necesario expresar lo que es la ética.

Etimológicamente: Del griego ethikós que viene de ethos para significar costumbre,
hábito. Ciencia que estudia los valores morales y los principios ideales de la conducta
humana. Se ocupa de las virtudes morales que no son innatas, ni las transmite simplemente
el maestro al discípulo, se adquieren mediante la práctica y se pierden por falta de ésta.

Es así que la ética se ha considerado como principios generales, teoría, ciencia y


parte de la filosofía; sin embargo, independientemente de cuál sea el enfoque con que se
estudia la ética se podría entender que es: Un cuerpo de conocimientos que aborda la
naturaleza de las acciones humanas en la vida social, desde la óptica de los conceptos
morales (bondad, verdad,…) y los preceptos morales (reciprocidad).

De acuerdo con el Manual de Mando Militar (2018): Ha sido confuso su significado y la


utilización del término (p.71):

a. Generalmente y en la mayoría de los casos se utiliza como sinónimo de moral y


moralidades.

b. También se describe como la ciencia que trata de la conducta, considerándola


buena o mala y correcta e incorrecta.
(…) De esta manera la ética tiene por objeto investigar el fenómeno de la moralidad, su
esencia y raíces; su conexión con los bienes que la vida ofrece; es decir sus posibilidades de
realización (p.72).

En lo militar, la ética se manifiesta como rectora de las relaciones y conducta de sus


miembros, estableciendo principios de dirección para lograr un fin; dando a hombres y
unidades la cohesión básica (Mando Militar, 2018, p.75).

La ética no es neutral, se compromete con ciertos valores que la obligan a denunciar a


algunos códigos morales como incorrectos o inhumanos, al tiempo que otros puedan ser
reafirmados por ella en la medida en que los encuentre razonables o recomendables.

Conforme al Manual de Ética, Valores Y Virtudes Militares (2018), la ÉTICA:

Es una ciencia normativa, ya que contiene reglas que rigen la conducta humana (a nivel de
principios), por eso se dice que estudia lo “normal de derecho” y no lo “normal de hecho”.
Explicando lo anterior tenemos que (p.1):

a. Normal de derecho.

• Es lo que debería suceder.

• Lo que está regido por la ley.

b. Normal de hecho.

• Es lo que suele suceder.

• Lo que estamos acostumbrados a contestar.

• Lo estadísticamente normal.
C. FUNCIONES DE LA ÉTICA
El objetivo de la ética como disciplina filosófica es reflexionar sobre los principios según
los cuales el hombre debe orientar su vida y de donde sacar las normas para su acción
moral.

Su objeto no es, pues, describir o analizar comportamientos específicos sino en


orden al último fin, la plena realización de la persona y su armónica, pacífica productiva
convivencia en sociedad. Enseña no lo que hace el hombre si no lo que debe hacer y por
ello se dice que es ciencia del deber y se le llama también “deontología”, porque es el
tratado de lo que se debe hacer, del deber. Bajo el ámbito de la ética solo caben las
actividades específicas humanas, es decir, las racionales y libres. Lo que está fuera del
dominio de la libertad, está también por lo menos directamente fuera del dominio de la
ética.
Redescubrir al ser humano es su valor moral, es decir, en su capacidad de escoger lo
bueno, lo justo, lo conveniente y así capacitarse para juzgar las costumbres, las leyes y las
actitudes y construir una personalidad autónoma apta para la cooperación.
Esto se lograría básicamente, afirma el citado psicólogo Jean Piaget, si cada uno de
nosotros nos respondiéramos con honestidad y sinceridad y vivenciáramos las siguientes
preguntas:

 ¿Quién soy yo? Un hombre con lo que implica esta identidad antropológica. No soy
un animal de solos impulsos, pero tampoco soy un trozo de palo.

 ¿Quién soy yo realmente? Autoaceptación personal de mis propias y tal vez


exclusivas circunstancias, mi sexo, mi edad, mi cultura, mi situación socio
económica, mi profesión, mi religión, etc.

 ¿Cómo debo comportarme de acuerdo con este, mi ser humano y mi ser personal
tanto individual como social y profesional? Debo ser coherente con mis propios
principios filosóficos, políticos, etc.

 ¿Cómo me va? Con autenticidad y franqueza debo aceptar mis propias experiencias
de logros y fracasos buscando las causas y obrando nuevamente en consecuencia,
evitando los errores y perseverando en el bien.

En esto consiste la ética: en proporcionarnos los elementos necesarios para poder resolver
nuestros conflictos, (intersubjetivos y intrasubjetivos), de manera que podamos lograr el
equilibrio psíquico, potenciando nuestras posibilidades de “goce” y tratando de conseguir
unas relaciones armónicas y justas con las demás personas.

De esta manera, la ética tiene sentido porque nos permite ser conscientes de que
tanto personas como instituciones tenemos la capacidad de cambiar; desde nuestra libertad
podemos escoger entre diferentes cursos de acción. Forjarse un buen carácter es uno de los
fines mismos de la vida, cultivar hábitos que sean positivos. Porque la ética nos transforma
internamente mediante el obrar bien, por eso la cosmética que intenta maquillar los vicios,
acaba mostrándose antes o después, desvelando los verdaderos motivos de nuestro actuar.
Así, la ética sirve para forjarse un buen carácter, que cultive las virtudes y aleje los vicios,
permitiéndonos ser felices y justos.

D. PRINCIPIOS
FUNDAMENTALES DE LA
ÉTICA (MORAL, VALORES
Y VIRTUDES)

Al revisar las definiciones de ética, presentadas en el inicio de este compendio se podría


deducir que: Ética es el concepto (pensamiento filosófico y/o ciencia) que tiene un objeto
de estudio y éste es la moral. Por su etimología pudiera parecer que ética y moral son lo
mismo; sin embargo, por su aplicación y referencia significan cosas distintas.

El concepto moral se deriva de la voz latina mor-moris que se traduce como costumbre,
derecho usual, género de vida, uso, conducta. En este sentido, la moral sería la norma de
vida de los individuos que se basa en la práctica de las buenas costumbres. aborda el
estudio de la normatividad (leyes, reglas, preceptos, deberes,…) desde su aparición,
permanencia, decadencia y reforma hasta su desaparición o reemplazo. El solo hecho de
referirse a normas implica actos restrictivos que, sin embargo, aceptan las personas de
manera libre y consciente, puesto que con su observancia esperan una mejor convivencia
que se traducirá en un bien común.

En el lenguaje filosófico contemporáneo se han estipulado, sin embargo, dos


distinciones y dos clases de definiciones diferentes de estos términos. En un primer
sentido se comprende a lo moral como una dimensión que pertenece al mundo vital y
que está compuesta de valoraciones, actitudes, normas y costumbres que orientan o
regulan el obrar humano. Se entiende a la ética, en cambio, como la ciencia o disciplina
filosófica que lleva a cabo el análisis del lenguaje moral y que ha elaborado diferentes
teorías y maneras de justificar o de fundamentar y de revisar críticamente las
pretensiones de validez de los enunciados morales. Conforme a este uso del lenguaje, la
ética puede considerarse entonces como una ciencia que pertenece al campo de la filosofía,
como la metafísica o la epistemología, mientras que “lo moral” es, en general, el objeto
de esta ciencia, es decir, lo que ella estudia.

 Definición y características del valor moral


“Por valor moral se entienden las cosas que el individuo estime como buenas, justas,
verdaderas e importantes”. También podría definirse: todo aquello que contribuya a la
perfecta realización humana por medio de una actividad conforme a su propia naturaleza
racional y libre, individual y social. Es lo que hace a un hombre “bueno”, una “buena
persona”.

 Las Virtudes
En su búsqueda del bien y de la felicidad el hombre va adquiriendo ciertos
comportamientos que se vuelven “hábitos operativos del bien” y es a esto a lo que se llama
virtud o valor moral concreto. “Las virtudes, afirma Aristóteles no nacen en nosotros, ni por
naturaleza, ni contrariamente a la naturaleza, sino que siendo nosotros naturalmente
capaces de recibirlas, las perfeccionamos en nosotros por la costumbre

La virtud es aquel hábito por el cual el hombre se hace bueno y gracias al cual realizará
bien la obra que le es propia, es un hábito colectivo consistente en una posición intermedia
entre dos extremos viciosos, el uno por exceso y el otro por defecto, pero no toda acción ni
toda pasión admiten una posición intermedia: hay pasiones que son de por sí malas como la
envidia y acciones que nunca son buenas como el homicidio o el adulterio, ser virtuoso es
toda una obra. Airarse es cosa fácil y al alcance de todos, pero guardar el justo medio, obra
de sabios.

Las Virtudes Militares:

Son cualidades permanentes en el soldado, resultado de la aplicación de los valores


fundamentales, que permiten la realización de las actividades castrenses en busca de
la perfección, promoviendo la superación y su desarrollo integral. (MEVVM, p.41)

De esta manera, la virtud es la actitud permanente, para hacer el bien, en perfecta adhesión,
convicción y voluntad, de cada individuo para acatar las normas establecidas, y con gran
disposición para cumplir deberes, obligaciones y responsabilidades, de manera habitual y
gran iniciativa, para su aplicación
II. El ser humano y
su condición
ética

A. Diferencias entre Ética, Moral y Normas


Sociales.
B. La ética personal y la ética social.
C. Problemas éticos y morales actuales.
D. Resolución de casos.
A. Diferencias entre Ética, Moral
y Normas Sociales
CONTENIDOS O ÁREAS DE ATENCIÓN DE LA ÉTICA Y LA MORAL
ÉTICA MORAL
 Objeto de estudio del pensamiento
 Pensamiento filosófico. filosófico (deontología o teoría de los
 Ciencia. deberes).
 Es teórica, contemplativa, abstracta.  Objeto de estudio de la ciencia ética.
 Busca la universalidad.
 Conjunto de normas, principios y valores
con los que se regula la conducta
humana.
 Es teórica  Es práctica.
 Proporciona descripciones y  Se ejecuta.
explicaciones generales sobre los  Se ejerce.
problemas morales.
 Reflexión teórica.  Conjunto de deberes, normas y valores.
 Modifica la propia vida.  Es eminentemente práctica.
 Conjunto de reflexiones teóricas acerca  Carácter práctico y normativo
de las obligaciones normativas basadas
en la observación de los actos reales de
la conducta (no es especulativa).
 Su carácter práctico o normativo se  Es objetiva.
deriva de su objeto de estudio, que es la
moral.
 No juzga la naturaleza buena o mala de
los actos humanos, ni impone un
determinado sistema moral.
 Sólo aspira a un bajo nivel de
objetividad en los juicios (de valor), pero
su nivel de objetividad científica es
riguroso, severo y crítico.

 Definición de normas y tipos de normas


Una vez que el hombre primitivo pierde el miedo y su sentido de flaqueza, da lugar a
igualdades que se desequilibran, a guerras y a presiones, para lo cual, se hacen necesarias
las normas o leyes que son de observancia libre, consciente y voluntaria.

Así como la moral es a la ética, las normas son a la moral. ¿Pero qué son las normas? El
vocablo norma proviene de la voz latina norma-ae, que en su acepción más general
significa regla que se debe de seguir, una exigencia sentida de la conciencia.

Por tanto, se podría decir que:

Norma es una regla, una guía, un precepto, una ley, un modelo, un principio, un código o
un reglamento; esto es, todo lo que orienta, que direcciona o que da sentido.

El concepto norma dispone de gran diversidad de sinónimos, que como se ha mencionado


tienen como característica común el direccionar, orientar o guiar. Ahora bien, al tratar el
término norma en acepciones más específicas se tendrían las siguientes categorías, que son
las más comúnmente utilizadas

 Normas morales:
Son reglas de conducta que conllevan un deber ser, cuya finalidad es encontrar la
convivencia pacífica entre los individuos. – Su base es el respeto. – Se pueden expresar en
forma de preceptos positivos como amar a Dios, amar al prójimo, honrar al padre y a la
madre o santificar las fiestas; o bien, en forma de prohibiciones como no matarás, no
fornicarás, no hurtarás o no codiciarás. – Tienen la virtud de que los individuos las aceptan
libre, voluntaria y conscientemente.

 Normas sociales:
Son reglas para el trato social, para la convivencia del hombre en grupo o comunidad, en
muchas ocasiones se cumplen externamente, pero sin convencimiento interno. – Su
finalidad es regular, formal y externamente, la convivencia del individuo. – El
incumplimiento de estas normas la propia sociedad sanciona con acciones tales como
exclusión, rechazo, descortesía, menosprecio, o incluso, burlas, altanerías o agresiones. –
Las demostraciones concretas de trato social cambian de pueblo a pueblo, de país a país y
de región a región; así como tampoco las normas sociales permanecen con el tiempo. – Es
así que si una persona desea ser aceptada en un grupo o sociedad debe avenirse a sus
normas sociales, de ahí la aplicación de refranes tales como “cuando vayas a Roma haz lo
que hacen los romanos”; cuando vayas a una región desconocida tararea la canción de ese
lugar, o bien, “a donde fueres haz lo que vieres”.

B. La ética personal y la ética social.


Todos nosotros desde muy pequeños anhelamos buscar y encontrar la felicidad de manera
consciente o inconsciente, sentimos que un propósito debe guiar nuestras vidas, vivimos
inmersos inevitablemente en la sociedad la cual moldea nuestra personalidad con las reglas
establecidas para coexistir en armonía, en consecuencia, por nuestra naturaleza humana
tenemos la necesidad de la ética, distinguir lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia
nos hace libres, manifestamos juicios éticos constantemente de acuerdo a nuestras
creencias, costumbres y forma de pensar

PERSONALIDAD

La palabra personalidad deriva del latín persona, que hacía referencia a la máscara teatral
que llevaban los actores romanos en sus representaciones de las tragedias griegas (Feist et
al., 2014, p. 3).
Aunque no existe ninguna definición aceptada por todos los teóricos de la personalidad,
podemos decir que:

La personalidad es un patrón de rasgos relativamente permanentes y de


características singulares que confieren coherencia e individualidad al
comportamiento de una persona (Roberts y Mroczek, 2008, citado en Feist et al.,
2014, p. 4).

COMPONENTES PRINCIPALES DE LA PERSONALIDAD

La influencia simultánea de lo hereditario y lo ambiental a través del tiempo y del


espacio, van dando origen y determinando la personalidad. El individuo no nace con
una personalidad determinada, sino con cierta dotación que condicionará, en parte,
el desarrollo posterior (Salvaggio y Sicardi, 2014, p. 2)

TEMPERAMENTO CARÁCTER

✔ Del griego y significa "marca" o "sello" que


distingue inconfundiblemente a una persona.
✔ Herencia genética. El temperamento se
hereda.
✔ El temperamento está determinado por los ✔ Se refiere a todo lo aprendido, todo lo
procesos fisiológicos y factores genéticos adquirido después del nacimiento

El temperamento tiene, por tanto, un ✔ Por lo tanto el carácter es: la manera educada
porcentaje genético, es innato y congénito. y condicionada de reaccionar de una persona
ante los estímulos internos y externos, y el
modo de ser peculiar de la persona.
✔ Es la constitución particular con la que
nace el individuo.
✔ El carácter controla al temperamento.

✔ Tendencia a comportarse en formas


✔ El carácter es un rasgo de la personalidad con
particulares desde etapas tempranas de la
significado ético y moral (como honrado y
vida.
sincero).

✔ El carácter controla, modifica, corrige y


autorregula la actividad de los individuos, a
fin de poder dar respuestas satisfactorias a
las exigencias del medio.

Fuente: Adaptado de Salvaggio y Sicardi (2014)

De acuerdo con el Manual de Mando Militar (2018), el estudiar el comportamiento


humano, ayudará a los comandantes a adquirir el conocimiento que se requiere para (p.87):

A. Comprenderse a sí mismo y a sus subordinados.


B. El por qué reaccionan y se comportan en determinada forma.
C. Identificar diferentes tipos de comportamiento.
D. Saber la forma más adecuada de influir en ese comportamiento para cumplir con las
metas de la unidad.
E. Al comandante le permitirá saber cuál de los principios del don de mando debe
aplicar en forma adecuada y oportuna para orientar y corregir el comportamiento de
sus subordinados.

 La Ética personal
Considerando que somos individuos íntegros y únicos, trabajamos en diferentes
actividades, con distintas personas, en diversos momentos; desempeñar cada papel en
particular en cada escenario no captura nuestra esencia en su totalidad, nos adaptamos para
cumplir una función, en tal sentido somos actores fácilmente reemplazables, mas no como
seres únicos e insustituibles (Bauman, 2005); cuando alguien nos solicita realizar cosas
desagradables o contrarias a nuestros valores y principios, al no aceptar porque así lo dicta
nuestra voz interior, somos conscientes también que otra persona lo puede ejecutar.
El individuo necesita rectitud en su voluntad para la vida práctica que respalde a su
intelecto para evaluar las diversas situaciones, la responsabilidad que conlleva vivir nuestra
libertad se fundamenta en la fuerza interior que orienta nuestros pensamientos.

Somos únicos en esencia, nos adaptamos al entorno social por los requerimientos
inherentes, pero cuando nuestra ética individual se manifiesta en la vida práctica nos hace
hombres libres y consecuentes con lo que realmente somos en lo más profundo de nuestro
ser.

Venimos formados con nuestra ética personal a contribuir en las organizaciones donde


laboramos, el liderazgo ético genuino que debiéramos ejercer parte del individualismo, las
normas éticas generales son la referencia para enmarcar nuestros valores y hábitos
auténticos

Para mayor claridad, la ética personal comprende los valores y las normas que determinan
cómo actuamos, pero no se trata simplemente de nuestras inclinaciones o preferencias, aún
si creemos firmemente que esas preferencias son las correctas. Para que constituya una
posición ética, la ética personal debe fundamentarse en principios y no meramente en una
opinión personal.

Nuestra ética personal puede tener muchas fuentes. Algunas de ellas están relacionadas
con lo que podríamos considerar como nuestras experiencias personales, como nuestra
educación familiar, nuestra religión, cultura, las normas sociales y nuestros semejantes. Sin
embargo, es probable que nuestra ética personal también incluya aspectos de ética teórica.
La ética teórica es el conjunto de doctrinas desarrolladas por los filósofos para orientar en
pensar y el hacer ético, como el utilitarismo, la deontología y la ética de la virtud.

El utilitarismo es la teoría ética que establece que las decisiones éticas deben basarse en
una evaluación de las posibles consecuencias de una acción, y que se deben procurar las
acciones que creen el bien mayor. La deontología es la teoría ética que basa las decisiones
en los principios y los deberes, por lo tanto, bajo este enfoque se deben asumir ciertas
posiciones porque son las correctas, aunque tengan consecuencias negativas.
 La Ética social
Virando hacia la concepción universal de la ética podemos manifestar que el hombre desde
los tiempos primeros necesitó vivir en comunidades con sus semejantes, desarrolló el
lenguaje para comunicarse y mejorar su interrelación; así con el devenir del tiempo las
relaciones humanas se volvieron complejas, apareciendo el diálogo como una alternativa
común para la coexistencia, con tolerancia y convivencia armoniosa en sintonía con la
libertad de los individuos.

Las relaciones humanas se sustentan con el diálogo, los individuos deben esforzarse


por el entendimiento de los otros para desarrollar sus propias posiciones individuales y las
posiciones comunes en beneficio del progreso de la sociedad, podemos buscar normas
éticas universales basadas en la tolerancia y el consenso para obtener una sociedad sin
conflictos (Ortiz, 2017); la vida de los individuos afecta necesariamente el desempeño y
vida de los demás (Vega-Centeno, 2009)

En conclusión, la ética personal se arraiga y forma parte del carácter del ser humano
estableciéndose durante las etapas tempranas de formación mediante la vivencia de valores
y principios en el seno familiar, el centro educativo y la sociedad alrededor; es la voz
interior o conciencia que nos mueve a actuar según los preceptos más íntimos; es muy
importante y condiciona el comportamiento del hombre en su vida adulta.

La ética social por su parte es el intento de establecer un marco normativo de


principios aceptados universalmente por la conciencia colectiva para el bienestar y
desarrollo de las sociedades; puesto que las éticas individuales son muy diversas y hasta
conflictivas entre individuos, necesitan estar limitadas dentro de un marco de referencia
socialmente aceptable; es importante porque amplía nuestra propia visión del mundo.

En esencia, para el hombre, la ética es individual porque forma parte integral de su


ser, su comportamiento puede ser condicionado externamente por la ética social la que trata
de enseñar lo que es considerado lo bueno por las sociedades para las sociedades, pero
influye más que todo solo en su comportamiento, bajo circunstancias de absoluta libertad
evocará su ética esencial o personal. Por último, es importante resaltar que somos seres
racionales y, por lo tanto, constantemente estamos discerniendo nuestro actuar en base a
nuestra voz interior y en base a las reglas de la sociedad, balanceando ambas perspectivas
con la finalidad de obrar bien.

C. Problemas éticos y morales


actuales
Desde Platón hasta nuestros días se han propuesto diversas teorías éticas que se ocupan de
distintos aspectos de la moral. Usualmente se distinguen tres dimensiones de la ética:

a) Lo que se suele llamar “ética descriptiva”, que consiste básicamente en describir los
valores, normas y costumbres de una comunidad dada.

b) La metaética, que estudia los significados de los términos morales como “bueno”,
“deber”, etc, y las particularidades del razonamiento moral

c) La ética normativa, que pretende fundamentar los juicios normativos que se realizan
en una comunidad. Así pues, según sea el área de la ética que consideremos, una
teoría ética puede ayudarnos a describir los fenómenos morales, o elucidar el
significado del vocabulario moral, o proveer de una fundamentación de las normas
morales

Las teorías éticas que describimos a continuación, se encuadran básicamente dentro de la


ética normativa.

1.- Ética de la virtud

d) Aristóteles infiere que no llamamos a alguien virtuoso por el solo hecho de hacer lo
correcto, sino por hacerlo de la manera correcta y con la disposición correcta. He
aquí la especificación de los requisitos:
 el agente debe saber lo que hace;
 debe elegir las acciones virtuosas por ellas mismas;
 debe hacerlas con firmeza, con cierto estado de ánimo.
La primera condición exige conocimiento de lo que se está realizando. No diríamos que
alguien es valiente si, en el momento de realizar sus acciones, no supiera lo que está
haciendo.

Este requisito impide llamar a alguien virtuoso por haber hecho azarosamente acciones
virtuosas. El segundo requisito expresa el carácter genuino de los valores perseguidos por el
agente. Si alguien realiza acciones correctas, no porque las considere correctas, sino porque
busca algún tipo de recompensa (sea la que fuere), entonces la motivación para hacer lo que
hace no sería la adecuada.

La condición número tres señala la necesidad de cierto temple al realizar una acción
virtuosa. Es de suponer que un individuo que tuviera una fuerte aversión a hacer lo
correcto, aunque lo llevara a cabo, no podría ser llamado “virtuoso”.

El hombre virtuoso es aquel que, habiendo contemplado diversas posibilidades de acción,


razonando correctamente elige la acción virtuosa por sí misma y por las razones correctas.
Este planteamiento aristotélico no puede ser equiparado en modo alguno a la idea de que el
fin justifica los medios, pues la manera de llegar a los fines es tan importante para
Aristóteles como el alcanzar los fines. Se trata de hacer lo debido, frente a quien es debido,
del modo debido y cuando es debido.

2.- Ética deontológica

El concepto de deber contiene la idea de una voluntad buena, si bien bajo ciertas
restricciones u obstáculos subjetivos. El indicio más claro de la existencia de deberes en la
conciencia de los hombres es el fenómeno de la constricción: observamos en nosotros
mismos, pero también en los demás, que con frecuencia nuestros más fuertes impulsos
entran en conflicto con lo que consideramos que es nuestro deber.

Caso 1: una persona se está ahogando en el río. Nadie salvo yo está en condiciones de
observar el hecho. Al observar a la persona, descubro que se trata de un acérrimo enemigo
mío.
Razonando que me conviene deshacerme de esa persona, no hago absolutamente nada al
respecto y dejo que se ahogue. Este tipo de acción es claramente una acción contraria al
deber.

Caso 2: una persona se está ahogando en el río. Nadie salvo yo está en condiciones de
observar el hecho. Al observar a la persona, descubro que se trata de alguien que me debe
mucho dinero. Razonando que, de ahogarse, jamás cobraré ese dinero, me tiro al agua y la
rescato.
Obsérvese que aquí efectivamente he realizado la acción correcta, pues al menos
“externamente” he hecho lo que tenía que hacer. Con todo, sin embargo, las razones por las
que he obrado no son las correctas. La causa de mi acción ha sido el autointerés, esto es,
una inclinación (mi deseo de
recuperar el dinero), y no el deber. A este tipo de acciones que externamente son correctas,
pero erróneas “internamente” (porque se deben a los motivos equivocados), Kant las llama
“acciones conformes al deber por inclinación mediata”. Se trata de acciones que se
conforman a lo debido, pero que no son efectuadas por las razones debidas. Este tipo de
acciones carecen, pues, de valor moral.

Caso 4: una persona se está ahogando en el río. Nadie salvo yo está en condiciones de
observar el hecho. Al observar a la persona, descubro que se trata de un enemigo mío,
sumamente odiado por mí. Todos mis deseos van en dirección de cierto curso de acción: no
hacer nada y dejarlo en su situación. Sin embargo, me digo a mí mismo que, después de
todo, se trata de una persona, y que el deber manda salvarlo, como a cualquier otra persona.
Tenemos aquí el fenómeno de la constricción: todas mis inclinaciones están en conflicto
con lo que ordena la razón práctica y son doblegadas por el deber emanado de mi
conciencia moral. Finalmente, me zambullo y rescato a la víctima. A este tipo de acciones,
Kant las denomina “acciones realizadas por deber”. Estas, y sólo estas, poseen valor moral.
3.- Ética utilitarista
Para el utilitarismo –una corriente de la filosofía moral que tiene a Bentham y Mill como
sus más importantes exponentes modernos-, son precisamente las consecuencias de
nuestras acciones las que deben tomarse en consideración a la hora de evaluar el valor
moral de una acción.
El utilitarismo sostiene que la utilidad es el criterio de lo que es justo e injusto. Aquí, la
noción de lo que es justo es elucidada en término de utilidad. Que una acción sea útil
significa que produce un determinado rango de placer o ausencia de dolor. El principio de
la utilidad sostiene que “las acciones son justas en la proporción con que tienden a
promover la felicidad; e injustas en cuanto tienden a producir lo contrario de la felicidad.
Así, una acción que produce, como consecuencia suya, mayor utilidad que otra
acción rival, es preferible por la sencilla razón de que produce mayores placeres (o una
mayor disminución del dolor). Las acciones son justas únicamente si promueven la
felicidad general (o del mayor número posible de personas). Para Mill, el placer y la
exención del dolor son las únicas cosas deseables como fines.
El utilitarismo valora las acciones humanas según las consecuencias que producen, es decir,
según la cantidad de felicidad que aportan al mayor número de personas.

4.- Ética del discurso

El objetivo de este procedimiento está en la obtención de un argumento capaz de


contemplar los intereses de todos los afectados y partícipes del procedimiento discursivo, y
por tanto, su aprobación, por el hecho de representar el mejor argumento.

1.- Autonomía: de cada uno de los participantes para expresar libremente


aquellos argumentos que representan sus intereses, teniendo como horizonte último la
representación simultánea de los intereses potenciales del resto de sujetos afectados.
2.- Simetría de los participantes en cuanto al valor de sus argumentaciones, donde sólo la
coacción no violenta del mejor argumento se impondrá definitivamente. Se trata del
argumento que mejor representa los intereses de todo el colectivo.

3.- Falibilidad del consenso adquirido, en la medida en que nuevas y futuras


argumentaciones pueden criticar y mejorar el argumento considerado como el más válido
de todos.

Lo fundamental aquí está en que esa universalidad proceda de la validación universal de


todos los afectados por el mandato, condición que garantiza la imparcialidad del juicio
moral.
III. Importancia de la
Formación Ética
Profesional en la
Actualidad
A. Deontología

B. Concepto de Ética Profesional

C. Ética y competitividad profesional.

D. Dimensiones, deberes e implicaciones de la


ética profesional

E.Código de ética de las instituciones y


organizaciones

F. Relación entre la Ética y la Profesión Militar

A. Deontología
La ética y la deontología se revelan hoy esenciales para cualquier profesión y más para
aquellas que prestan sus servicios y tratan con personas desfavorecidas. Tanto a los futuros
profesionales como los que se encuentran estudiando cualquier profesión les hace falta una
formación ética y deontológica intencionada puesto que, al igual que el resto, viven en un
mundo que se rige por valores contrarios a los que exige su profesión. Esa formación
debería incluir objetivos de conocimientos sobre la ética, la moral y la deontología, pero
sobre todo de capacitación para la reflexión personal y en equipo, sobre las buenas
prácticas y los dilemas éticos que se encuentran con frecuencia en su práctica cotidiana.

En los tiempos que corren, en una época en que casi todo está en crisis, incluidos los
deberes y las responsabilidades personales (Lipovetsky, 1998), y en un mundo lleno de
ideologías con primacía de las económicas, en donde impera el relativismo, la globalización
y el postmodernismo, se vuelve necesario recuperar el poder de la conciencia que dé lugar a
la reflexión personal y grupal que permita volver a descubrir las preguntas fundamentales
en torno al sentido genuino de la vida humana, el quehacer de la persona en su relación con
los demás y la capacidad de autocontrol frente a la apetencia del placer subjetivo.
En las labores profesionales la búsqueda del sentido de por qué se dedican a dicha
labor, cuál es el bien que buscan, y el refrescamiento de sus deberes personales y
profesionales consiguientes deberían ser una constante en su vida cotidiana.

Deontología Profesional
La deontología señala el camino obligado a seguir en la actividad profesional, en la
conciencia de que si se sigue la senda del deber marcado se está dentro del obrar correcto.
Si la persona actuase siempre en busca del bien, no haría falta hablar de deontología y
bastaría sólo con la ética, pero no es así debido a las propias limitaciones de la naturaleza
humana y a su egoísmo innato; el hombre busca su bien e interés y actúa conforme a sus
propias circunstancias.

Con cierta frecuencia se hacen sinónimas las categorías ética profesional y


deontología profesional cuando no lo son; mientras que la primera es de carácter subjetivo
y hace referencia a la conciencia individual (Pantoja, 2002), la segunda es más bien de
carácter colectivo y representa un modelo de acción que se concreta en un conjunto de
deberes, normas y obligaciones que los profesionales van descubriendo y exigiendo en el
ejercicio de la profesión conforme se avanza en el proceso denominado
‘profesionalización’

La ética profesional, en cualquier caso, señala una serie de principios mientras que la
deontología profesional insiste en los deberes o normas de carácter obligatorio que suelen
concretarse en los códigos deontológicos.

El profesional es ya el hombre puesto al servicio de los demás, dentro del engranaje


social, actuando con carácter público y comprometiéndose en cuanto es responsable de sus
actos no solo ante su conciencia sino también ante la sociedad y ante aquellos a quienes
sirve y de quienes se beneficia por la ley de reciprocidad.

B. Concepto de Ética Profesional


Son tres los valores más importantes en la ética profesional: autonomía, responsabilidad y
competencia profesional.

AUTONOMÍA
Se basa en el valor de la libertad (Etxeberria, 2002). Remite a la capacidad de
construirse a sí mismo, de darse una determinación, a partir de las propias elecciones con la
máxima libertad. Se refiere a la capacidad personal de tomar decisiones en el ejercicio de la
profesión. La autonomía está del lado del profesionista para poder ejercer su trabajo con la
mayor libertad posible y del lado del beneficiario de su actividad, para proteger sus
derechos y la posibilidad de intervenir en la toma de decisiones que le atañen.
RESPONSABILIDAD
Implica hacerse cargo, así como la capacidad de responder por las propias acciones
ante los otros y ante uno mismo. Una obligación, pero no impuesta desde instancias
externas, sino reconocida por los propios profesionales. La ética de la responsabilidad es el
deber comprometido para actuar hasta donde alcanza nuestro poder de hacerlo.

COMPETENCIA PROFESIONAL
Exige que la persona tenga los conocimientos, destrezas y actitudes para prestar un
servicio. Se refiere a la habilidad o capacidad para resolver los problemas propios del
trabajo. En ella radica la autoridad del profesional y su valor social. Expresa la síntesis del
saber y hacer, de doctrina y capacidad, y de conocimiento y acción eficiente.
Cuando requerimos los servicios de un profesional, esperamos de él no sólo
competencia (dominio de los conocimientos teóricos y prácticos de su profesión), sino
también una utilización adecuada de esa competencia, una conducta profesional ética.

Es común asociar la ética a normas, deberes y obligaciones morales que se imponen para
regir el comportamiento. De acuerdo con esta visión, el comportamiento ético se limita al
apego de los dictados establecidos por la moral. Desde el punto de vista de Ildefonso
Camacho (1995), esta forma de comprender y ejercer la ética encierra las siguientes
limitaciones:

 Como conjunto de deberes y obligaciones, “la ética queda reducida al automatismo


normativo donde no cabe espacio alguno para el ejercicio de la libertad y de la
responsabilidad” (Camacho, 1995, p. 40).
 La ética como conjunto de prohibiciones deviene en una ética negativa, en tanto que
se presenta como una coerción, lo cual encubre su verdadera esencia que consiste en
ser una ética de valores, esto es, una ética afirmativa que enriquece a la condición
humana (Camacho, 1995, p. 41).

En este marco, el quehacer profesional ético va más allá del acatamiento de reglas de
obligación o prohibición, más bien se define como una actuación en función de valores. Los
valores son un filtro que posibilita que la ética profesional no se imponga como una
coerción externa del colectivo profesional, puesto que involucran el reconocimiento y la
identificación del profesionista con esos valores que dotan de significado el ejercicio
profesional.

¿Qué añade la ética profesional a la ética personal?

En realidad, la ética profesional continúa refiriéndose al mundo de la subjetividad, de los


valores interiorizados que se convierten en normas que rigen el comportamiento individual,
pero que en el caso de los profesionales ensanchan el campo de aplicación a los servicios
que prestan a la sociedad para lo cual se les exige haber adquirido saberes y destrezas
prácticas. Se trata de la misma ética personal que normaliza lo que es correcto o incorrecto,
obligatorio o permitido en una relación social ordinaria, pero añade las dimensiones
particulares que plantea la profesión cual segunda naturaleza adquirida.

Al referirse a este tipo de ética, Silva (2002,10) afirma que “la ética profesional se
llama precisamente así porque es el fundamento ético de lo que profesionalmente hago y de
lo que soy, en el desarrollo de una determinada forma de vida” en relación con los demás.
Esta ética incluye, además de los valores individuales, un fuerte componente vocacional y
un elevado compromiso de profesar lo que se es, es decir, un médico, un educador social,
etc.

La ética profesional no sólo incluye deberes (como en la deontología) sino también


recomendaciones, metas, ideales y virtudes, apela a la conciencia del profesional y se
espera de forma voluntaria una adecuada actuación; se ocupa de que los profesionales sean
responsables en el trabajo; también está referida a reflexionar cuáles son las destrezas y
competencias en la actuación profesional. Se centra en analizar sobre qué es bueno hacer, al
servicio de cuáles bienes está su profesión, y qué finalidad busca.
El cumplimiento de la ética profesional protege tanto al profesional individual como al
honor de la profesión

E. Código de ética de las instituciones y organizaciones

La posesión de un código suele considerarse como un indicador de calidad en el mundo de


las profesiones y otorga a los profesionales prestancia, de ahí que se considere una
obligación el conocimiento del mismo para el ejercicio.
Un análisis rápido de las ofertas formativas de los centros universitarios que ofrecen
estudios revela que la formación ética no es contemplada de forma explícita en los
currículos formativos ni existen, por parte de estos centros, ofertas planificadas de
formación para los profesionales que ya ejercen la profesión, de manera que, en general,
estos desconocen los contenidos del código aun siendo conscientes de su existencia. Todo
ello convierte a ese importante documento en letra muerta o, a lo sumo, en un adorno
decorativo de la profesión.

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