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Plantas medicinales en

el embarazo
Embarazo y plantas medicinales no tienen por qué estar reñidos, pero debes
conocer qué plantas, hierbas, aceites y especias debes evitar durante la
gestación o la lactancia, y cuáles puedes usar con cautela.

Escrito por Jordi Cebrián, Periodista especializado en plantas medicinales

¿Son peligrosas las plantas medicinales


en el embarazo?

La embarazada es especialmente vulnerable a posibles reacciones adversas por ingesta de


alimentos, entre ellos las plantas medicinales.
 ¿Son peligrosas las plantas medicinales en el embarazo?
 Plantas medicinales que debes evitar en el embarazo
 Hierbas aromáticas, aceites esenciales y especias durante el embarazo
 Plantas medicinales que se pueden consumir estando embarazada
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Los principios activos de las plantas pueden interferir en
determinadas funciones del organismo de
la embarazada e incluso podrían llegar a generar daños
más o menos importantes, tanto en ella como en el feto.
Muchos facultativos, sean médicos de cabecera o
pediatras, suelen desaconsejar el consumo de plantas
medicinales durante el embarazo, al menos durante
el primer trimestre de gestación, porque en muchos casos
no se puede contar con la seguridad de que no se van a
producir interacciones indeseadas. Lo cierto es que son
pocos los estudios realizados que evalúen el efecto de las
plantas medicinales sobre el organismo de la mujer y el
feto en desarrollo.
La mujer embarazada es especialmente sensible y
vulnerable a posibles reacciones adversas por ingesta de
alimentos, entre ellos las plantas medicinales. Es por ello
que toda precaución es poca ante la posibilidad de
desarrollar cualquier problema que pudiera suponer el
más mínimo riesgo para la salud de la madre y de su
criatura. En este artículo te ayudamos a distinguir entre
aquellas plantas de consumo frecuente que es
imprescindible evitar durante el embarazo, de las que se
pueden consumir con tranquilidad si no se sobrepasan las
dosis recomendadas.
No hay razón alguna para que la madre renuncie al placer
de una tisana o siga utilizando determinadas plantas para
aliviarse trastornos de la digestión o de la respiración
como venía haciendo hasta ahora, por poner un ejemplo,
siempre que el consumo sea equilibrado y se elijan
aquellas plantas exentas de todo peligro.
Compuestos de las plantas medicinales no apropiados para embarazadas
Determinados componentes bioquímicos de las
plantas pueden generar efectos contraproducentes en la
mujer en gestación a diferentes niveles. Es cierto que en
muchos casos se requiere consumir grandes cantidades
para que ese riesgo sea significativo, pero conviene estar
bien informados para evitar cualquier problema. Por ello,
no te olvides nunca de preguntar sobre sus principios
activos cuando adquieras una planta medicinal en el
herbolario.
A grandes rasgos, si estás embarazada, y sin entrar en
especificaciones, cabe estar alerta ante la presencia de
principios activos que pueden presentar una
cierta toxicidad o provocar irritación gástrica y
posibles reacciones alérgicas, como:
 Alcaloides, por su efecto hepatotóxico y neurotóxico.
 Taninos, por su efecto irritante y potencialmente
oxitócico.
 Principios amargos, por su efecto irritante, y en
algunos casos oxitócico.
 Algunos compuestos flavónicos.
 Compuestos antraquinónicos, por su potencial
laxante y purgante.
 Fitosteroles y otros estrógenos naturales, por su
potencial abortivo.
 Aceites esenciales, por su potencial tóxico a
diferentes niveles
ultar peligrosas para el bebé.

Las plantas ricas en taninos pueden provocar irritación


gástrica y, en dosis altas, presentar también un efecto
oxitócico. Es el caso de la gayuba, la cola de caballo, la
acedera o el hipérico, entre otras.
Las plantas ricas en principios amargos pueden dañar el
desarrollo normal del feto y provocar también
contracciones uterinas, con riesgo de aborto. Es el caso
de la centaura menor, la genciana, el agracejo, la
angélica, el boldo, el harpagofito y otras.
Las plantas especialmente ricas en fitosteroles y otros
estrógenos naturales, que pudieran suponer un riesgo al
desarrollo del feto y a la salud de la madre. Contienen
estos componentes plantas diversas como la alfalfa, el
lúpulo, o el trébol rojo.
Plantas ricas en ácido salicílico, como el sauce blanco y la
ulmaria, no se recomiendan tampoco durante el
embarazo.
Las plantas ricas en aceite esencial, dentro de las cuales
se incluyen buena parte de las hierbas aromáticas, por su
potencial tóxico e irritante a diferentes niveles, a los que
suma también un efecto oxitócico. Generalmente se habla
de la ingesta del aceite esencial puro o en extracto, pero
como medida de prudencia durante el embarazo y
la lactancia se aconseja no consumir plantas ricas en
estos componentes, ni siquiera en infusión o como
condimento, sobre todo durante el primer trimestre de
embarazo. Es el caso de la mostaza, el orégano, la
ajedrea, el boldo, el enebro y de buena parte de las
especias.
Y, por supuesto, se debe evitar todo contacto con
aquellas plantas que son tóxicas a todos los niveles y
para cualquier perfil de consumidor, y que difícilmente se
podrían adquirir en un herbolario, como es el caso del
ricino, el acónito, el cólquico, la belladona, la dulcámara o
el estramonio.

Que contienen alcaloides activos

ntes y purgantes
Plantas ricas en taninos

Plantas estrogénicas

Plantas ricas en ácido salicílico

Plantas estimulantes y sedantes


Especias

Plantas aromáticas (aceites esenciales)


Alimentos con hierbas no recomendados
 El café, al menos en el primer trimestre no tomar más
de una taza al día, mejor descafeinado.
 El té negro, es excitante y puede interferir en la
absorción de hierro y calcio durante el embarazo.
 Las salsas con hierbas aromáticas, como el pesto
(albahaca), la salsa bearnesa, o la provenzal.
 Los tés con especias, que lleven canela, cúrcuma o
cardamomo.
 Ensaladas que incluyan plantas muy amargas
como berro o canónigos.
 Guisos especiados con romero, ajedrea, cilantro,
estragón o tomillo.
 Caldos o patés vegetales que incorporen perejil o
cilantro. 
 Magdalenas y otros dulces con especias.
 Jugos de frutas con edulcorantes
sintéticos (aspartamo y afines)
 Ratafías y licores de hierbas.

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