Está en la página 1de 20

TRIBUNAL DE GESTION ASOCIADA-CUARTO

PODER JUDICIAL MENDOZA

foja: 360

CUIJ: 13-03751496-3((012020-251384))

MARTINEZ JULIA JAQUELINE MARTINEZ C/ MUNICIPALIDAD DE


GUAMALLEN Y OT. P/ DAÑOS Y PERJUICIOS

*103783920*

Mendoza, 21 de Abril de 2022.

VISTOS:

  Estos autos llamados a resolver, en los que

CONSTATO QUE:

I.- A fs. 6/15 se presenta la Dra. Virginia Nardelli, en nombre y representación de la


Sra. Julia Jaqueline Martinez Cabel, con el patrocinio letrado de la Dra. María Laura
Romboli e interpone demanda de daños y perjuicios en contra de la Municipalidad de
Guaymellén, Partido Demócrata y Partido Pro.

Reclama así la suma de pesos ciento veintitres mil quinientos setenta y cinco
($123.575).

Relata que el 31 de octubre del 2013, alrededor de las 15:50 circulaba a bordo de su
motocicleta por calle Cobos de Guaymellén, con dirección de marcha al norte cuando,
al llegar a la intersección con calle Pedro Vargas, se enreda con un cable que se
encontraba colgando de un pasacalles. Refiere que el referido cable se el engancha en la
rueda delantera de la moto y también en su muñeca razón por la cuál pierde el equilibrio
y cae al piso.

Cuenta también que el pasacalle del que colgaba el cable que provocó el accidente era
de publicidad política tanto del partido demócrata como del Pro pues publicitaban a los
candidatos de dichos partidos para las elecciones legislativas del 27/10/2013.

Expresa luego que a causa del accidente sufrió lesiones de consideración que le han
dejado secuelas incapacitas del orden del 16%.

En cuanto a la responsabilidad del Municipio considera que la misma corresponde en


tanto resulta ser la dueña de la calle donde se produjo el accidente y por cuanto pesa
sobre ella del deber de mantenerlas de modo tal que no ocasione daños a quienes
circulan por ella. Estima que así como tiene la facultad de colocar multas a quien
obstaculiza la vía pública, también lo tiene para controlar y exigir que quien coloca
publicidad lo haga cumpliendo los debidos recaudos para no ocasionar daños a quienes
circulan por la vía pública.

Endilga también responsabilidad a los partidos políticos co-demandados por cuanto


entiende que son los dueños del pasacalle que ocasiono los daños y pubilicitaba a
candidatos a Diputado Nacional de sus partidos.

Considera que en el caso el daño se produjo a causa de una cosa que aunque inerte,
debido a su ubicación se convirtió en generadora del daño.

Reclama por los rubros incapacidad, por el que peticiona la suma de pesos noventa mil
($90.000), gastos médicos y de farmacia por la suma de pesos dos mil ($2.000), daño
moral por la suma de pesos veinte mil ($20.000), daños al rodado por cuatro mil
quinientos setenta y cinco ($4.575), privación de uso por pesos dos mil ($2.000) y
desvalorización del vehículo por cinco mil pesos ($5.000).

Deja constancia que al ser el accidente que sufrió in itínere, reclamó también por el
mismo en sede laboral brindando los datos de las actuaciones allí tramitadas.

Finalmente ofrece prueba y funda en derecho.

II.- Corrido el correspondiente traslado, a fs. 24/28 se presenta el Dr. Caludio Boullaude
por la Municipalidad de Guaymallén y contesta demanda solicitando su rechazo.

Luego de efectuar la negativa general y particular de los planteos formulados por la


parte actora desconoce la ocurrencia del accidente y para el caso de que la ocurrencia
del hecho se demuestre, entiende que el accidente debió haber ocurrido debido al exceso
de velocidad al que circulaba la actora. Sostiene así que, de haber ocurrido el accidente
el mismo se debió a la conducción desaprensiva de la accionante pues ni el cartel ni el
cable al que se refiere existió.

En subsidio impugna los rubros y montos por ellos reclamados. Funda en derecho y
ofrece prueba.

III.- A fs. 50/52 se presenta el Dr. Luciano Peltier por el Partido Demócrata de Mendoza
y contesta demanda solicitando su rechazo.

Luego de formular una negativa general y particular de los hechos alegados por la parte
actora desconoce toda la documentación por ella acompañada.

Refiere además que, para el caso en que la ocurrencia del hecho quedase demostrada,
tampoco podrá admitirse el reclamo ya que el accidente debió ocurrir por la culpa de la
propia actora al no conducir con el debido cuidado y precaución.

Sostiene luego que el cartel al que se refiere la accionante no es de propiedad del


Partido Demócrata ni tampoco éste se encargó de colocarlo en la via pública.
Luego cuestiona los montos reclamados por la actora.

IV.-A fs. 54/56 se presenta el Dr. Gustavo Cairo por el Partido Pro-Propuesta
Republicana y contesta la demanda entablada en su contra solicitando su rechazo.

Efectúa la negativa particular y general de rigor y desconoce la documentación


acompañada por la parte actora.

Entiende que en el caso el accidente se produjo por la culpa exclusiva de la victima pues
habiendo plena visibilidad, de haber circulado con el pleno dominio del motovehículo
hubiese evitado cualquier tipo de accidente.

Refiere además que su representado no era el propietario del cartel ni tampoco fue
colocado allí por personas por las que deba responder.

Finalmente cuestiona los rubros y montos reclamados.

V.- A fs. 77 se dispone la apertura de la causa a prueba. Así, a fs. 78/79 ofrece prueba la
actora mientras que a fs. 82 hace lo propio el Partido Demócrata .

A fs. 87 se dicta el auto de sustanciación y así, además de la prueba documental ofrecida


por las partes al interponer y contestar demanda, quedaron incorporados al proceso los
siguientes elementos probatorios:

a) Absolución de posiciones de la parte actora (fs. 133);

b) Testimoniales rendidas por: i) Liliana Elsa Di Marco (fs. 135); ii) Laura Graciela
Lorenzo (fs. 137); iii) Alexis Borisov (138); iv) Maria Claudina Valcarcel (fs. 171); v)
Fernando Luis Garcia (fs. 172)

c)Informativa rendida por: i) Ministerio de Seguridad (fs. 154 y fs. 174/183); ii)
Registro del Automotor (fs. 203/206); iii) Secretaria Electoral del Poder Judicial de la
Nación (fs. 215/216); iv) Cuerpo Médico Forence (fs. 195)

d) AEV, venido de la Cámara Laboral con constancia de recepción a fs. 180)

e) Periciales rendidas por: i) Perito ingeniero en informática (fs. 218/223) observada por
la Municipalidad a fs. 232 y contestadas las observaciones por el perito a fs. 243; ii)
Perito ingeniero mecánico (fs. 252/254); iii) Perito médico (fs. 273/279); iv) Perito
martillera (fs. 333/334) observada por la Municipalidad y contestadas las observaciones
a fs. 340.

Desistida la actora de su prueba pendiente de producción y declarada caduca la ofrecida


por las co-demandadas y no producida se ponen los autos en la oficina para alegar.

Presentados así los alegatos de la parte actora, Municipalidad de Guaymallén y Fiscalía


de Estado y corrida la vista al Ministerio Fiscal por los planteos de inconstitucionalidad
de las leyes 4087 y 7198 se llaman autos para dictar sentencia.

 CONSIDERANDO:
I.- Aclaración preliminar.

Atento a la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación, en primer


lugar, haré mención a la normativa que estimo corresponde aplicar a fin de resolver la
presente controversia.

En esta tarea tengo en cuenta el criterio doctrinario del Dr. Julio César Rivera que
comparto y sostiene que: “ … Las nuevas leyes, y ello incluye al Código Civil y
Comercial, no deben ser de aplicación para resolver los casos judiciales pendientes;
salvo acuerdo de partes; o en hipótesis excepcionales y siempre que se respete la
garantía del debido proceso, lo que comprende el derecho de alegar y probar sobre los
efectos de la nueva ley y que el pronunciamiento final satisfaga el principio de
congruencia”( Rivera, Julio César, “Aplicación del Código Civil y Comercial a las
relaciones preexistentes y a los procesos judiciales en trámite”, La Ley 17/06/2015; cita
Online AR/DOC/1977/2015).

Así pues, entiendo que el principio de aplicación inmediata del nuevo ordenamiento,
contemplado en el art. 7 del CCCN, no es absoluto y debe admitir excepciones – tal
como el propio artículo citado lo hace con los contratos celebrados con anterioridad a la
entrada en vigencia del código- y siempre en pos de proteger otros derechos puesto que,
la aplicación inmediata del derecho “nuevo” debe suponer que se hace sin afectar
garantías constitucionales como la defensa en juicio.

En el caso de autos, el hecho ocurrió bajo la vigencia del Código Velezano y por ello
considero que todas aquellas cuestiones que tengan que ver con los presupuestos de la
responsabilidad deberán ser analizadas bajo dicha normativa en razón de que
corresponde aplicar la ley vigente al momento del hecho. Ello sin perjuicio de que, al
tiempo de cuantificar los rubros, en caso de corresponder deba tener en cuenta los
criterios contemplados en el Código Civil y Comercial.

II.- Cuestiones controvertidas:

Teniendo en cuenta que en el caso los co-demandados como primer defensa desconocen
la ocurrencia hecho, deberé por ello analizar la prueba rendida a fin de esclarecer si con
ella la ocurrencia del mismo se encuentra -o no- acreditada.

En subsidio los co-demandados alegan la culpa de la victima y por lo tanto sostienen


que el accidente de haber ocurrido lo habría sido por su exclusiva culpa y por ende no
correspondería imputarle a ellos responsabilidad alguna. Desconocen además tanto el
Pro como el partido Demócrata ser los dueños del supuesto cartel que habría causado
los daños mientras que el Municipio entiende que no dejo de cumplir ninguna de las
obligaciones que estaban a su cargo por lo que tampoco corresponde hacer lugar a la
demanda en su contra.

Finalmente, tampoco existe acuerdo entre las partes con respecto a los daños que habría
sufrido la actora a causa del accidente ni con respecto a los montos que la misma
pretende por cada uno de ellos.

Asimismo, corresponderá analice, más allá de lo referido en el considerando precedente,


cuál es el marco legal dentro del cuál debo subsumir el caso.
III.- Prueba rendida en autos y acreditación de hecho invocado por la actora.

Adelanto opinión en cuanto considero que con la prueba rendida en autos ha quedado
probado sobradamente la ocurrencia del hecho y explicaré por que:

Tal como se desprende de fs. 174/183, el Ministerio de Seguridad por intermedio del
Principal Sergio Gonzales, acompañó las actuaciones sumariales N° 1303/13 que se le
fueran requeridas mediante oficio.

De las actuaciones referidas -que fueron acompañadas en fotocopia certificada-, en


especial del acta obrante a fs. 1 de las mismas se desprende que efectivamente el 31 de
octubre del 2013 siendo aproximadamente las 16:10 el móvil 2305 -que se encontraba
patrullando, a cargo de los Auxiliares Fabian Tosolini y José Alvarez- fue desplazado
por el CEO a calles Cobos y Pedro Vargas donde se había producido un accidente. Se
desprende también del acta referida que al llegar al lugar el Oficial entrevista a la
ciudadana Martinez Cabel Julia Jaqueline quien les refirió que minutos antes se
encontraba circulando en la moto domino 980-GGX por calle Cobos de Sur a Norte y
que aproximadamente a la altura de la numeración 606 de dicha arteria, se encuentra de
frente con un alambre que colgada de un cartel tipo pancarta de la campaña política del
partido demócrata. Que el alambre se le introduce en la rueda delantera de la moto y le
hace perder el domino de la misma por lo que cae al piso golpeándose. Se desprende
también de dicho instrumento que en la ocasión se llamó al Servicio Coordinado quien
acudió al lugar y diagnosticó escoriaciones y traumatismos leves en la Srta. Martinez.
Se dejo constancia también en las actuaciones sumariales que la Sra. Dimarco Aguera
Liliana había presenciado el accidente.

Asimismo, en dicha oportunidad el oficial que labró el acta, al realizar la inspección


ocular también dejó constancia de la existencia, a la altura de la numeración 606, de un
cartel tipo pancarta que cruza de lado a lado la calle y que sobre el extremo del cartel
cuelga un alambre que llega hasta el piso. Constató también que el cartel publicita la
lista 503 del Partido Demócrata con la leyenda “Rinaldi diputado Nacional y Rosales
Diputado Nacional”. También informa el acta que a la altura de la numeración 570 se
encontraba detenida la moto.

Advierto también que en las actuaciones policiales, además del acta obra agregado un
croquis (fs. 177 de autos) que muestra la existencia del pasacalle con publicidad del
partido demócrata lista 503.

Debo decir que esta prueba resulta a mi juicio fundamental para acreditar los dicho de la
accionante pues no sólo en su elaboración intervino un oficial público sino que además
se ha llevado a cabo la constatación a escasos minutos de ocurrido el hecho.

Pondero además que no es este el único elemento de prueba que corrobora la versión
dada por la parte actora sino que por el contrario, ésta fue confirmada por una gran
cantidad de testigos que depusieron en autos en forma coincidente.

Así tengo en cuenta en primer lugar la declaración de la Sra. Liliana Dimarco pues,
como surge del acta labrada por la policía el día del hecho en el lugar, la misma resultó
ser una testigo presencial de lo ocurrido.
Refiere la declarante tal como surge de fs. (135) cuando se le pregunta todo lo que sabe
del accidente producido en calles Cobos y Pedro Vargas de Guaymallén, que: “fue en
calle Cobos, entre Gualberto Godoy y Pedro Vargas que hay una callecita. Nosotras nos
bajamos con mi hija del micro 95 que veníamos a trabajar yo la venia a acompañar. Nos
bajamos en Gualberto Godoy y Cobos, y caminamos hacia Pedro Vargas que mi hija
trabaja en frente y nos pusimos en el puente para poder cruzar la calle y en eso, venia
una moto y mi hija me dice: Espera mami que pase la moto, estábamos en la orilla del
puente para cruzar y vimos que la moto no venía rápido, empezó a irse para el medio,
nos pasó a nosotras y calló la moto, con esta chica. Vimos que había un cartel que
estaba hacia mucho ahí, se ve que engancho del cable o alambre la rueda y ahí es donde
se vino hacia el centro de la calle y cayó. … Nos quedamos a ayudarla, después vino la
policía y vino la ambulancia…”.

Entiendo que esta declaración es determinante no sólo porque los dichos de la testigo
coinciden con el resto de las declaraciones brindadas en autos sino especialmente
porque la presencia de la misma en el lugar del hecho surge acreditada con las
actuaciones policiales donde se dejó asentada su presencia en el lugar.

No obstante lo expuesto, aduna la versión dada por la actora la declaración testimonial


obrante a fs. 138 donde el Sr. Borisov Alexis, cuando se le pregunta todo lo que sabe
del accidente producido en calles Cobos y Pedro Vargas de Guaymallén, responde: “ Yo
vivo justo en la esquina de Cobos y Pedro Vargas que es donde tengo la panadería, un
día a la siesta ,si no me equivoco, soplaba viento zonda, justo en el portón de la cochera
de mi casa, estaba puesto el cartel del Partido Demócrata, que ya llevaba bastante
tiempo después de las elecciones y por causa del viento se habían cortado los dos
alambres que tenia de tirantes, el del lado de mi casa lo enrosque al poste porque me
estaba rayando el auto, pero no vi el de enfrente, y yo trabajando escuche un golpe
fuerte y salí a mirar y estaba la chica en el piso y el manubrio de la moto enredada en el
alambre. Ella venia pasando y me imagino que no vio el alambre y se le enrosco el
alambre en el manubrio de la moto y ahí cayó y así, eso es todo lo que alcance a ver yo.
Entre varios vecinos la ayudamos a la chica”.

Tengo en cuenta también que se acompañaron fotografías de las que se puede advertir la
presencia del cartel al que hace referencia la actora. Por lo demás, la Sra. Valcarcel
quien compareció al Tribunal a declarar tal como surge de fs. 171 manifiesta que ella
tomó fotografías del cartel. Sostuvo así que: “Al tener yo celular con cámara fotográfica
tome fotos de los daños de la moto y del cartel en cuestión”. En razón de su respuesta,
se le mostraron las fotografiás acompañadas por la actora e incorporadas a la causa y se
le consultó sobre si eran las que ella tomó en el momento del accidente y a las que había
aludido en su respuesta anterior y contestó que sí.

También el testigo García (fs. 172) se refirió a las fotos cuando dijo que: “ “Recuerdo
que tomamos unas fotos, del lugar, del cartel donde había sido el accidente y mientras
esperábamos que llegara la policía y la ambulancia estuvimos todo el tiempo con ella” .

En base a lo manifestado por los testigos, en teniendo en cuenta la sana critica racional,
puedo tener por cierto que las fotografías acompañadas fueron tomadas en el lugar y día
de ocurrencia del hecho y por lo tanto por probada también la existencia del cartel.
Con la prueba hasta aquí analizada tal como lo adelanté, considero acreditada la
ocurrencia del hecho tal como lo relata la actora al interponer la demanda. Valoro para
ello como dije no sólo que existen actuaciones policiales que constatan la versión sino
también gran cantidad de declaraciones testimoniales que son coincidentes en cuanto al
lugar, hora y circunstancias en las que habría ocurrido el accidente.

Así las cosas tengo por cierto que el 31 de octubre del 2013 la actora mientras circulaba
a bordo del motovehículo domino 980-GGX por calle Cobos de Guaymallen, con
dirección Sur Norte, a la altura aproximada de la numeración 606 de la referida arteria,
se enredó con un cable que colgaba del pasacalle de publicidad de los partidos
Demócrata y Pro, lista 503. También que a causa de ese enganche con el cable, la actora
perdió el dominio del motovehículo y cayó al suelo.

| Demostrada entonces la existencia de la caída de la Sra. Martinez a causa del cable que
colgaba del pasacalle de publicidad política que se encontraba en la vía pública sobre la
calle Cobos de Guaymallén, corresponde determinar se debe atribuírsele alguna
responsabilidad por ello a los co-demandados a la luz de la normativa legal y en orden a
las eximentes invocadas.

IV.- Marco legal, prueba rendida en autos y atribución de responsabilidad:

a.- Responsabilidad del Municipio:

Resulta claro a mi juicio que el Municipio debe responder por el buen estado de
circulación en la vía pública contando para ello con el poder de policía suficiente. Por lo
tanto, deberá hacerse cargo de los daños que se produzcan en razón de haber omitido
ejercer ese poder de policía. Por ello, para que nazca el deber de reparar por parte del
Municipio, será necesario que se acredite un irregular cumplimiento de su deber, la
existencia del hecho generador del daño, el daño y la relación causal entre ellos (art.
1074 C.Civil.

Será por ello necesario indagar la causa que originó el daño, es decir determinar si las
consecuencias dañosas de la omisión derivan necesariamente de ésta o si por el
contrario obedecen a otra causa o es el resultado de varias causas (Cassagne, Juan
Carlos “Responsabilidad del Estado y Agentes Públicos”, pág. 287 y sg.).

Comparto por lo demás, plenamente el criterio jurisprudencial de uno de nuestros


Tribunales de Alzada que en uno de sus fallos sostuvo que: “La responsabilidad del
Municipio tiene como fundamento el ejercicio del poder de policía local y su calidad de
guardián de las aceras y calzadas. Sabido es que las vías públicas de circulación son
bienes del dominio público del Estado, (art. 2340 inciso 7° CC); que los particulares
pueden gozar de ellos (art. 2341CC) y que debe cuidarlos el Municipio donde se
encuentren (art. 2344CC). Asímismo, de la Constitución provincial (ART.197, 199 y
200) y de la ley 1079 (art. 79) surge el carácter de guardiana de los bienes del dominio
público.” (CC 2 Autos N° 53255, caratulados “Azaguate Marina Soledad c/
Municipalidad de Las Heras p/ Ds. Y Ps.”, Fecha: 09/10/2018).

Por lo demás, tengo presente que tal como surge del Código Fiscal del Municipio, por lo
general el Municipio cobra una tasa retributiva por la publicidad que se efectúa dentro
de su territorio. Por ende, mal podría luego pretender deslindarse de responsabilidad
cuando alguna de esa cartelería publicitaria -por la que cobra un canon- ocasiona un
daño.

Se desprende del Título VII del Código Fiscal del Municipio, que regula los derechos de
Publicidad y Propaganda, en especial del art. 164 que: “Por la publicidad y propaganda
comercial, cualquiera fuere su característica, realizada en al vía pública, visible o
audible desde ella, sitio con acceso al público, en el espacio aéreo o en el interior de
cinematógrafos, campos de deportes y vehículos de transporte urbano de pasajeros, se
pagarán los importes fijos que establezca la Ordenanza Tarifaria Anual.”.

Se deduce además de otro de los artículos de dicho código que el Municipio debe
autorizar en forma previa la publicidad a colocarse más allá de que ante la falta de ella
nazca de todos modos la obligación tributaria. Dispone así el art. 165º que: “La
publicidad y propaganda efectuada sin permiso o autorización municipal previos, no
obstará al nacimiento de la obligación tributaria y al pago, que no será repetible, del
derecho legislado en este Título, sin perjuicio de las sanciones que correspondieren. El
pago del derecho aludido, no exime el cumplimiento de las normas municipales sobre
publicidad y propaganda.” Mientras que el art. 166 del mismo cuerpo legal establece
que: “La publicidad y propaganda por medio de afiches, deberá ser autorizada en todos
los casos por el organismo competente, previo pago de los derechos respectivos y para
ser pegados exclusivamente en los lugares permitidos.”.

Asimismo, esta claro en la norma que el Municipio posee facultades para ordenar el
retiro de la publicidad en aquellos casos donde se vea afectada la seguridad pública.
Dispone así el artículo 167º que “En todos los casos que por razones de seguridad
pública y estética, que a juicio del Departamento Fiscal hagan necesario el retiro de un
anuncio o cartelera, el mismo se llevará a cabo devolviendo a los interesados, siempre
que éstos lo soliciten, el importe abonado correspondiente al tiempo que faltará de
exhibición, sin derecho a otra clase de reclamos o indemnizaciones. La orden de retiro
de tales anuncios, será notificada con tres (3) días de anticipación, vencidos los cuales
serán retirados los elementos por la Comuna, siendo los gastos a cargo del anunciante”

Tengo en cuenta además que tal como surge de las declaraciones testimoniales rendidas
en autos por los vecinos, ya se había reclamado al Municipio por el cartel.. Así, la Sra.
Lorenzo Laura Graciela (fs. 137) refirió que: “ …. También había en el lugar una señora
que si vio el accidente. Y una persona que dijo que era vecina de ahí también y que ella
había dicho que sacaran ese cartel”.

También el vecino que vive justo frente al poste donde estaba colocado el cartel,
manifestó que aún cuando ya hacía tiempo que habían pasado las elecciones, el cartel
seguía ahí colocado sin que el Municipio reclamara por su retiro. Contestó así el
deponente que: “..... justo en el portón de la cochera de mi casa, estaba puesto el cartel
del Partido Demócrata, que ya llevaba bastante tiempo después de las elecciones y por
causa del viento se habían cortado los dos alambres que tenia de tirantes, el del lado de
mi casa lo enrosque al poste porque me estaba rayando el auto, pero no vi el del
enfrente,...”.

Así las cosas, estando acreditado que el accidente se produjo en una arteria situada en la
Municipalidad de Guaymallén, que el mismo se debió a que a la actora se le enredó un
cable de un cartel o pasacalle de publicidad de un partido político que colgaba sobre la
calle, considero que la responsabilidad del Municipio por los daños que pueda haber
sufrido la actora está acreditada.

Ello así por cuanto quedó demostrado a mi entender que la falta de cumplimiento del
deber de policía del Municipio -quien no exigió el retiro del cartel pasadas las
elecciones ni controló que el mismo estuviese en buen estado de conservación para no
generar daños a quienes circulaban por dicha arteria- aún cuando tenía todas las
facultades para cumplir con ese deber, fue la causa generadora del hecho que ocasionó
el daño. La Municipalidad debe responder no sólo por ser titular de las calles, sino por
no haber mantenido estos bienes públicos de uso particular en condiciones tales que no
impliquen un riesgo o peligro para los transeúntes. (art. 1074, 2340, 2341, 2344 y cc del
Código Civil).

b.- Responsabilidad de los partidos políticos co-demandados:

Adelanto aquí también opinión en cuanto considero que también corresponderá atribuir
responsabilidad a los partidos políticos co-demandados en tanto entiendo eran los
dueños del cartel que -debido a su estado y ubicación- se convirtió en una cosa riesgosa
y ocasionó el daño. (art. 1.113 del C.Civil)

En este sentido la jurisprudencia que comparto ha expresado que: “ En el caso y cuando


los supuestos daños provienen del riesgo de una cosa inerte no rige para la misma la
presunción de causalidad que si lo hace respecto de la cosas en movimiento, ello debido
al rol mecánicamente pasivo que asumen, por lo que el solo hecho del contacto material,
no deriva la responsabilidad del dueño o del guardián. Por lo tanto corresponde a la
parte actora probar no solo el contacto material con la cosa inerte, sino también
justificar el riesgo o vicio de dicha cosa y la relación de causalidad entre estos y el
perjuicio. La  Corte Nacional tiene dicho que “cuando la víctima ha sufrido daños que
imputa al riesgo o vicio de la cosa, a ella incumbe demostrar cuando se trata de cosas
inertes, la posición o el comportamiento anormal de la cosa o su vicio (CSN 19//11/91,
fallos 314-1507). Los Tribunales inferiores  afirman que: “debe acreditar el papel causal
que jugó la cosa inerte en la dinámica del daño a través de la demostración de una
posición o comportamiento anormal”(C.C.  de San Martín, Bs. As., sala II, 16/5/2002,
“Terrazo c/ Edenor S.A. s/d. y p.).  También se ha resuelto que: “En el supuesto de
cosas inertes, la probabilidad de intervención causal de la cosa es menor que si se tratase
de cosas en movimiento. Las cosas inertes no son causa, si no presentan alguna
anomalía y dicha calidad de inercia tiene relevancia en el plano de la carga de la prueba.
La víctima no tiene que probar la configuración del riesgo de la cosa, bastándole la
demostración del daño causado y en contacto con la cosa riesgosa; pero cuando se trata
de cosas inerte, recaerá sobre la víctima la carga de la prueba del comportamiento o
posición anormales de la cosa” (C.N.Civil, Sala D, 14/8/2000, LL 2000-F-702 y Rev.
Responsabilidad civil y seguros, año III, n° 1, 2001, pg. 131);  de manera que si esta
cosa mantuvo su rol pasivo o ha tenido un comportamiento normal, no pue-de
considerarse que exista incidencia causal que determine la responsabilidad objetiva ya
del dueño o del guardián.” (CC3 Autos Nº 219.302/51.245, caratulados “Pico Claudio
Nicolás C/ Obras Sanitarias Mendoza S.A. Y Ot.  P/ D. Y P.”, feha 30/5/2016).

Entiendo que en el caso con la prueba ya analizada precedentemente la actora logró


demostrar que el cable que colgaba del pasacalles -cosa inherte- en el caso se convirtió
en una cosa riesgosa pues, al enredarse ya sea con la rueda o con el manubrio de la moto
en la que circulaba la actora, le hizo perder el equilibrio y ocasionó el accidente.

Considero además que en el caso los accionados no lograron acreditar la eximente de


culpa de la víctima -quien según refieren habría circulado a velocidad excesiva- que
invocaron.

No desconozco que el perito ingeniero mecánico sostiene que la motocicleta circulaba a


una velocidad del orden de los 57 kilómetros por hora, sin embargo, permito apartarme
de lo informado por el perito por cuanto como es sabido, a fin de poder aplicar las
fórmulas para conocer las velocidades a las que circulaban los vehículos es
indispensable contar con elementos tales como huellas de frenada cuestión que no se dio
en el caso y por ello me llama la atención que el perito haya aplicado las fórmulas y
arrojado una velocidad de circulación aproximada sin contar con ese dato determinante.
Lo expuesto considero me permite apartar de tal apreciación.

Pondero además que los testigos, en especial la testigo presencial a quien se le consultó
sobre la velocidad a la que circulaba la moto refirió que ésta no iba rápido.

Por lo demás, tengo en cuenta también que aún cuando entendiera que efectivamente la
moto circulaba a 57 kilómetros, ello no tuvo a mi juicio relación causal directa con el
accidente ya que el mismo se produjo debido a que el cable que colgaba del pasacalle se
enredó en la rueda o el manubrio de la moto en la que circulaba la actora y fue esto lo
que hizo que ella peridiera el equilibrio o dominio de la moto y cayera al suelo
independientemente de la velocidad a la que circulaba.

Asismismo y más allá de la negativa que los partidos políticos formulan con relación a
la propiedad del cartel, entiendo que el sólo hecho de que con el él se llevó a cabo la
publicidad de la campaña política de sus candidatos, es razón suficiente para hacerlos
responsables por los daños que dicho cartel o pasacalles pueda haber ocasionado (art.
1.113 y cc. del C.Civil.).

Tengo en cuenta, además de las fotos del cartel obrantes en autos -donde claramente se
puede ver la propaganda política- como también las constancias de las actuaciones
penales y las testimoniales que son coincidentes con ello, lo informado por la Junta
Electoral (fs. 215) que confirma que las elecciones tanto nacionales como provinciales
se llevaron a cabo en forma conjunta el 27 de octubre del 2013. También se despende de
dicho informe que en esa oportunidad la lista 503 (que es la que figura en el cartel)
estaba compuesta por la alianza entre los partidos Union PD (Partído Demócrata 151) y
Pro (Propuesta Republicana 64). Esta prueba a mi juicio resulta determinante para
confirmar que el cartel con cuyo cable se enredó la actora, pertenecía a ambos partidos
quienes para dichas elecciones se presentaron en forma conjunta por medio de una
alianza y con la lista N°503.

Por lo expuesto y tal como lo adelanté, entiendo que también los Partidos Políticos
Co.demandados resultan ser responsables de los daños sufridos por la actora.

V.-Daños reclamados:
Corresponde ahora avocarme a los daños reclamados por la Sra. Martinez, a fin de
determinar si proceden y en el caso por que monto debe ser admitido su reclamo.

 a) Incapacidad sobreviviente:

La actora reclama por este rubro al interponer la demanda la suma de pesos noventa mil
($90.000) pues refiere que a causa del accidente sufrió lesiones que le dejaron secuelas
incapacitantes del orden del 16% que no sólo limitan su desempeño laboral sino
también sus actividades recreativas. Al tiempo de alegar solicita se actualice dicha suma
en razón del proceso inflacionario que ha vivido nuestro pais, el tiempo transcurrido
desde la interposición de la demanda y además teniendo en cuenta que tal como ha
quedado demostrado en autos, las secuelas incapacitantes de la actora a causa del
accidente son del 17,55%. Así es que solicita se haga aplicación de las fórmulas
matemáticas y peticiona por el rubro la suma de pesos dos millones trescientos ochenta
y tres mil cuarenta ($2.383.040) cuantificados a la fecha de presentación de los
Alegatos. Finalmente refiere que a dicha suma se le deberán descontar la suma de pesos
cincuenta mil seiscientos veinte ($50.620) que es la que recibió en sede laboral de parte
de la ART.

A fin de analizar el presente rubro, en primer lugar, tengo en cuenta las constancias de
las actuaciones policiales de las que se desprende que la actora fue atendida en el lugar
por los profesionales que acudieron en la ambulancia del Servicio Coordinado y le
diagnosticaron escoriaciones y traumatismos leves sin derivarla a ningún nosocomio.
Asismismo, informa una de las testigos que luego de hacer la denuncia en la comisaría
la actora acudió a sanidad policial tal como allí se le indico.

También se desprende de la prueba rendida en autos, en especial de las constancias de


las actuaciones que se labraron en sede laboral y que en copia tengo a la vista, que la
actora fue atendida en varias oportunidades por personal de Osecac que era su obra
social para dicha fecha. No sólo eso sino que en sede laboral se admitió el reclamo de la
actora por las dolencias padecidas a causa del accidente que fue in itínere. Todo ello
demuestra a mi juicio claramente que la actora sufrió lesiones en el accidente. Esto
además quedó corroborado con las declaraciones testimoniales rendidas en autos.

Por lo demás, tal como informa el perito médico, la Sra. Martinez a causa del accidente
sufrió, lesiones que le dejaron secuelas incapacitantes. Refiere así el perito que la actora
padece a causa del accidente cervicobraquialgia post traumática con alteraciones
clinicas, electromiográficas con limitación funcional =15%, b) cicatrices por
quemaduras por abrasión en dorso de la mano y antebrazo izquierdos = 3% por
capacidad restante = 2,55%. total ippd: 17,55%.

También expresó el perito que estas secuelas si bien no impedirán la actividad laboral ni
recreativa de la accionante, si las limitará ya que solo podrá hacer esfuerzos limitados.

Con la prueba hasta aquí ponderada desde la sana crítica racional llego a la firme
convicción de que efectivamente la actora sufrió lesiones a causa del accidente y que
estas le dejaron secuelas incapacitantes de orden del 17,55%.

Ahora bien, a la hora de cuantificar el daño es de recordar que conforme lo ha


interpretado la doctrina “La incapacidad sobreviniente constituye un daño patrimonial,
tanto actual como futuro, porque se reduce la aptitud del hombre para producir recursos
y su potencialidad económica como medio para procurar la subsistencia y el bienestar,
ensombreciéndose la situación actual de la víctima y sus perspectivas de futuro. Para
graduar la cuantía de la indemnización por incapacidad sobreviniente, no sólo se debe
valorar lo que la incapacidad impide presuntivamente percibir durante el lapso de vida
útil, sino también la disminución de las posibilidades, edad de la víctima, cultura y
profesión, estado físico, sexo…”(Lopez Mesa Marcelo J. ob.cit. p. 650).

El juzgador debe sopesar en concreto, jurídicamente, como se proyecta o gravita esa


incapacidad en la situación específica del afectado. Como señala la Dra. Matilde Zavala
De González, lo que ocurre es que los médicos califican la incapacidad de manera
genérica y abstracta y los jueces el modo o intensidad con que aquella trasciende en la
esfera productiva…En tal sentido -agrega- puede haber una incapacidad médicamente
parcial, y no obstante existir una incidencia aminorante completa desde el punto de vista
jurídico y a la inversa…”;)"; (Cámara 3ª de Apelaciones, Civil, Comercial, Minas, Paz y
Tributario, "Lumaca Pedro Juan c/Víctor Hugo Diaz y ot.p/ D.y P., 27/09/95, L.S. 73-
145). 

Ahora bien, más allá de los porcentajes indicados en el informe pericial, corresponde
analizar cómo ha afectado la incapacidad no sólo en su actividad productiva sino en
todos los órdenes de su vida, dado que, "El concepto utilitarista de cuantificación de
este tipo de daños a través de la capacidad productiva de la víctima, se ha visto
modificado, por complementación, por una visión globalizadora del ser humano, que
arranca de la protección de la integridad física, el derecho a la salud, de raigambre
constitucional y reconocimiento internacional.... De modo que el bien jurídico protegido
es la salud como integridad psicofísica…Ello ha significado un desplazamiento desde la
valuación estática del daño -lo que el hombre se ve privado de producir-, hacia una
dinámica de la cuestión consistente en la consideración de...las manifestaciones
cotidianas extra laborativas del sujeto, no sólo como productor de utilidad sino como
receptor de utilidad" (Cámara 2da. Civil, Comercial y Minas, "Gómez, Marcelo c.
Martínez, César A." Fecha 11/3/2005. LLGran Cuyo 2005 (agosto), 847 en igual
sentido GALDOS, Jorge Mario, "Daño a la vida de relación". LA LEY 29/6/2006,1).

Es así que la valuación de la incapacidad sobreviviente comprende todos los aspectos,


tanto la incapacidad genérica, es decir el deterioro físico propiamente dicho, como
también la incapacidad específica o sea, su incidencia en la vida laboral, motivo por el
cual procederé a la cuantificación de este rubro teniendo en cuenta estos conceptos más
genéricos.

Ahora bien entiendo que en el caso resulta posible aplicar como pauta volorativa para
cuantificar el rubro las fórmulas matemáticas que ha receptado el Código Civil y
Comercial.

En este sentido tendré en cuenta que la actora tenia 36 años al momento del accidente,
que a la fecha -momento al que cuantificaré el rubro- el salario mínimo vital y móvil
asciende a la suma de pesos $33.000 y que el porcentaje de incapacidad que informó el
perito fue de 17,55% y que no sólo afectará su desempeño laboral sino también
deportivo y recreativo.
Teniendo en cuenta estos parámetros la fórmula Vuotto arroja la suma de pesos un
millón veintitrés mil doscientos treinta y ocho ($1.023.238) mientras que la fórmula
Méndez con los mismos criterios la suma de pesos dos millones cuatrocientos cincuenta
y siete mil quinientos diez ($2.457.510).

Tengo presente además que cualquiera de las fórmulas referidas sólo contempla la
incapacidad laborativa pero no la incidencia que esta genera en el resto del
desenvolvimiento de la persona y es por ello que corresponde adicionarles un porcentaje
que cubra estos otros aspectos.

En consecuencia, teniendo presente todo lo expuesto, considero justo y equitativo fijar


la indemnización por el presente rubro, a la fecha, en la suma de PESOS UN MILLON
CUATROCIENTOS MIL ($1.400.000) con mas los intereses que correspondan desde el
momento del hecho y hasta el efectivo pago.

Resta referir finalmente que a la suma otorgada deberá descontársele la que obtuvo la
actora en sede laboral, monto al que también deberán aplicársele los intereses desde la
fecha de su percepción.

b).- Gastos Médicos Farmacéuticos y de transporte:

Por este rubro la actora peticionó la suma de pesos dos mil ($2.000) al tiempo de
interponer la acción y que aumenta a la de pesos diez mil ($10.000) al tiempo de alegar.

Refiere que estos gastos no requieren de prueba fehaciente para ser admitidos sino que
con acreditar los extremos que habilitan la necesidad de haber tenido que afrontarlos
resulta suficiente. Expresa que no obstante ello se acompañó documentación que
acredita parte de los gastos que debió afrontar la actora y además que por el tipo de
lesión que sufrió la Sra. Martinez, en especial raspones y quemaduras en su piel entre
otras, es claramente deducible que debió afrontar gastos de farmacia.

Ahora bien, entiendo que dada la naturaleza de las lesiones ocasionadas por el accidente
y teniendo en cuenta el ordinario devenir de las cosas, puedo concluir que debió
necesitar de tratamiento y compra de medicamentos.

Por lo demás, comparto el criterio de nuestro Superior Tribunal que tiene decidido que
“Los gastos médicos, de farmacia y de atención de una enfermedad no requieren prueba
documental, razón por la cual pueden ser admitidos siempre que resulten verosímiles en
relación a las lesiones provocadas por el evento dañoso” (“Bloise De Tucch,i Cristina
En J: Bloise De Tucchi c/ Supermercados Makro S.A. s/ Daños y Perjuicios;
Inconstitucionalidad; 26/07/02; L.S. 310-058).

Sin embargo, aclaro que entiendo que las mismas tampoco fueron de una gravedad tal
que hayan implicado la necesidad de intervenciones quirúrgicas o internaciones. Pués,
mas allá de lo referido por el testigo en cuanto a una intervención quirúrgica para
reparación de tabique nasal de la actora o la referencia que la accionante hizo con
respecto a su alternación en el Hospital Central, éstas son cuestiones que no han
quedado acreditadas en autos.
Por lo expuesto y teniendo presente que quedó acreditado en autos que la actora sufrió
lesiones no sólo de traumatismos que debieron requerir estudios y atención médica sino
también quemaduras y raspones que lógicamente debieron necesitar de tratamiento
médico y de la compra de desinfectantes y cremas con antibióticos, estimo justo y
equitativo admitir el rubro por la suma de PESOS DIEZ MIL ($10.000) cuantificada a
la fecha del dictado de la presente resolución con más los intereses que correspondan.

c.- Daño Moral:

Reclamo la actora por este rubro, al interponer la acción la suma de pesos veinte mil
($20.000), suma que elevó a la de pesos doscientos ochenta y nueve mil ochocientos
noventa y nueve (289.899) al tiempo de alegar. Expresa así que teniendo en cuenta lo
dispuesto por el código Civil y Comercial, la suma que por este rubro se otorgue debe
permitirle a la accionante la obtención de bienes o servicios que de algún modo le
brinden satisfacciones sustitutivas, refiriendo que en el caso la suma que reclama le
permitiría adquirir un celular.

Sobre el daño moral la jurisprudencia ha interpretado que "Por daño moral debe
entenderse toda modificación disvaliosa del equilibrio espiritual del sujeto a raíz del
hecho lesivo, operado ya sea por manifestación positiva (daño moral efectivo) o
negativa (beneficio espiritual cesante).Los hechos dañosos deben tener virtualidad
suficiente para producir esa lesión a las afecciones legítimas, ya que el derecho no
puede atender reclamos que denoten una susceptibilidad eminente individual, pues uno
de los requisitos es que sea jurídicamente significativo".(Cámara 2ª de Apelaciones en
lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario."Ortiz, Osvaldo c/ Farina, Oscar
p/D.yP.".Fecha 28/04/1992.La Revista del Foro de Cuyo To.7 1992, pág.893).

Comparto además el criterio jurisprudencial que sostiene que: "El resarcimiento del
daño moral tiende a compensar los padecimientos físicos, morales y espirituales del
damnificado y no requiere prueba de su existencia," (Cámara 4ª de Apelaciones en lo
Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario; "Molina c/ Salgado". Fecha
24/10/1985.LS 107 388).

En el caso de autos, se ha probado la existencia del hecho con sus particulares


características, donde la actora inesperadamente se vio enredada en un cable que
colgaba de un cartel que le implicó la pérdida del equilibrio y su caída al piso como así
también que a partir de ello se vio afectada su integridad física.

Puedo valorar también lo traumático que puede haber sido el hecho en sí para la
tranquilidad de espíritu de la actora como así también todos los inconvenientes que el
mismo debió generar en su vida diaria. Pondero también que surge de las declaraciones
testimoniales que la actora luego del accidente dejó de practicar su hobby a causa de las
secuelas dejadas por las lesiones que sufrió en el accidente.

Todo lo expuesto me lleva a sostener que el rubro en trato debe ser admitido. Ahora
bien, y a fin de cuantificarlo, considero ajustada a derecho la suma reclamada por el
rubro por la actora al tiempo de alegar y con la que según refiere pretendería adquirir un
celular. Pondero asimismo que la suma peticionada equivale a un poco más de 6 JUS lo
que a mi entender resulta razonable teniendo en cuenta los padecimientos que sufrió la
actor a causa del accidente.
Por todo lo expuesto el rubro en trato debe ser admitido por la suma de PESOS
DOSCIENTOS OCHENTA Y NUEVE MIL OCHOCIENTOS NOVENTA y NUEVE
($ 289.899) suma que cuantifico a la fecha del dictado de la presente resolución y a la
que se le deberá adicionar los intereses correspondientes (art.90 inc.7 del C.P.C.).

d.-Reparación del rodado:

Por este rubro la actora peticionó al tiempo de interponer la acción la suma de pesos
cuatro mil quinientos setenta y cinco ($4.575) la que solicita se amplíe a veinticinco mil
($25.000) al tiempo de alegar.

En primer lugar, cabe recordar a todo evento la doctrina que sostiene que “Los
Tribunales han sentado presunciones de causalidad que permiten, a partir de la prueba
del daño, concluir en que es fruto del accidente, si éste aparece como idóneo para
haberlo causado y salvo prueba en contrario. De igual modo, se introducen presunciones
de adecuación entre los importes consignados en presupuestos o facturas y los valores
en plaza, inferencia que debe ser enervada por la demostración adversa a cargo del
demandado." ( Zavala de González, Matilde, Resarcimiento de Daños[1]Daños a los
automotores, Bs. As., Hammurabi, 1992, pág.37 y sgtes. Y jurisprudencia allí citada).

En el caso de autos considero que con la prueba rendida se logró demostrar que la moto
en la que circulaba la actora sufrió daños a causa del accidente. Esto no sólo se
desprende de las constancias de las actuaciones labradas en sede policial sino también
de las fotografías acompañas, declaraciones testimoniales, presupuestos adjuntados y la
pericia mecánica.

No desconozco que tal como lo remarca el representante del Municipio está probado en
autos que la moto no era de propiedad de la actora (fs. 205) sin embargo, estando
acreditado que era quien la estaba utilizando al momento del accidente, entiendo se
encuentra legitimada para reclamar el rubro.

Comparto en este sentido el criterio jurisprudencial que sostiene que:”El primer


legitimado sustancialmente para reclamar la reparación de daños y perjuicios de una
cosa dañada, es el propietario de la misma, aunque también pueden hacerlo el poseedor,
sus herederos, el usufructuario y el usuario de la cosa, aún cuando el gasto no se hubiere
realizado y siendo irrelevante a nombre de quién se hubieran realizado los
presupuestos” (CC 4 autos N° 50949, caratulado “Jofre Aldo Hermes y Ots. C/ Souli
Maria Dominga y Ots. P/ Ds. Y Ps.”, Fecha: 14/09/2015).

En razón de lo hasta aquí expuesto considero que el rubro en trato debe prosperar pues
como adelanté, tanto con el informe del perito ingeniero mecánico como con las
declaraciones testimoniales y prueba documental está acreditado que la moto sufrió
daños a causa del accidente.

Ahora bien, al tiempo de cuantificar el rubro, tendré en cuenta la pericial rendida por la
perito martillera quien refiere que la fecha de presentación de su informe, el costo de
reparación de los daños sufridos por el moto vehículo ascenderían a la suma de PESOS
VEINTICINCO MIL ($25.000) suma que cuantifico a la fecha de presentación del
informe pericial referido y a la que se lde deberán adicionar los intereses que
correspondan.
e.- Privación de Uso:

La accionante reclama por este rubro al tiempo de interponer la acción la suma de pesos
dos mil ($2.000), suma que al tiempo de alegar amplia a la de pesos veintiún mil
($21.000) considerando que tal como se desprende de lo informado por el perito, la
reparación de los daños de la moto demandaría entre dos y tres semanas.

Tiene dicho nuestra jurisprudencia que ¨La privación del uso del vehículo importa un
daño emergente presumido (las erogaciones para el transporte que debe hacer el
damnificado ante la imposibilidad de utilizar su propio medio” (Cfme. CC4° Expte. N°
34264 “Giuliano, Mirta Mabel C/ O¨Lery, Jorge Omar y Ots. P/ D. y P. (Accidente de
tránsito) de fecha 13/09/2010).

Este argumento, se encuentra sustentado en el criterio de nuestros tribunales que ha


resuelto que “La mera privación del vehículo configura un daño que merece ser
indemnizado, con prescindencia de otros rubros afines que pudo pretender
específicamente el accionante y que posibilitaría también distintos reclamos, tales como
el posible lucro cesante o especiales gastos de movilidad en atención a la afectación
dada al mismo como elemento de trabajo” (CC2° Expte. N° 30886 “Herrera, Silvestre
H. c/ Guillermo A. Clacera Hanfett y ot. p/ Daños y Perjuicios” de fecha 14-03-1986,
LS.074 Fs. 370).

Entiendo así, ante la falta de prueba concreta con respecto al tema, que la actora debería
destinar, al dia de hoy, la suma de pesos setecientos ($700) diarios aproximadamente
para hacer frente a los traslados que cubría con su moto vehículo. Asimismo, la pericia
rendida en autos informa que en razón de los daños que sufrió la moto, el tiempo de
reparación sería de aproximadamente entre dos y tres semanas.

Así teniendo en cuenta todo lo hasta aquí referido considero que el rubro en trato debe
admitirse por la suma de PESOS CATORSE MIL SETECIENTOS ($14.700)
cuantificados a la fecha del dictado de la presente con más los intereses que
correspondan.

f.- Desvalorización venal:

La actora reclama por este rubro al interponer la demanda la suma de pesos cinco mil
$5.00) pues refiere que a causa de los daños que la moto tenía debió venderla en lugar
de los $10.000 que costaba una moto de esas características en aquella época, en la
suma de pesos cinco mil. Es decir refiere que reclama los cinco mil pesos que dejo de
percibir cuando la vendió, a causa de los daños que presentó la moto.

Al tiempo de alegar peticiona que esta suma sea aumentada a la de pesos veinticinco
mil.

Entiendo que el rubro en trato no puede prosperar. Aún cuando sostuviera que la actora
-quien no era la propietaria de la moto al tiempo del accidente- esta legitimada para
reclamar el rubro -cuestión que no es pacífica ni en doctrina ni en jurisprudencia- el
reclamo no podría prosperar. Ello en razón de no haber prueba en autos que permita
suponer que, efectuadas las reparaciones en el moto vehículo, igualmente la misma
sufriría una desvalorización.
Tal como lo entiende la jurisprudencia que comparto, “ Para exista desvalorización
venal del automotor es necesario que haya resultado dañada una parte vital del vehículo
que no pueda ser integralmente reparada o sin dejar vestigios” (CC4 Autos N° 52956,
caratulado “ Quiroga Norma Felisa c/ Ernesto Agüero y Oscar Sotana p/ Ds. Y Ps.” ,
Fecha: 30/11/2018).

En el caso de autos, no se le preguntó al perito ingeniero si, en razón de los daños


sufridos por el moto vehículo, reparados los mismos de todos modos ocasionarían una
desvalorización de la moto y por lo tanto ante la falta de esa prueba fundamental el
rubro no puede ser admitido.

Considero que no es posible tener en cuenta lo informado por la perito martillera pues
su respuesta se refiere al menor valor que se podría obtener en el mercado por una moto
con los daños como los que sufrió la moto de la actora pero no se expidió -en tanto
tampoco es una cuestión que quede dentro de su saber técnico- sobre la desvalorización
que ésta podría -o no- tener aún luego de las reparaciones.

Entiendo que los daños que sufrió la moto ya están retribuidos en el rubro daños al moto
vehículo y por ende no es posible, contemplarlos nuevamente en el rubro en trato pues
con ello se ocasionaría un enriquecimiento sin causa. Por ello, como lo adelanté
considero debe ser rechazado con costas.        

VI.- Intereses:

En cuanto a los intereses que corresponde aplicar a los diversos rubros admitidos en
autos debo decir que todos fueron cuantificados a la fecha del dictado de la presente
resolución y por ello corresponde aplicarles desde la fecha del hecho y hasta la fecha de
la presente resolución una tasa de interés pura del 5% anual sin componente
inflacionario. A partir del dictado de la presente y hasta el efectivo pago, deberán
computarse los intereses previstos en el art. 1, primer párrafo de la de la Ley n° 9041, es
decir, los equivalentes a la evolución de la serie de la Unidad de Valor Adquisitivo
(UVA.) que publica el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Este es el criterio que sostenía nuestro Superior Tribunal, en vigencia de la ley 4087, al
entender que: “Cuando los montos se fijan actualizados al momento de la sentencia, el
cálculo de intereses ley 4087, corresponde realizarlo desde el momento del hecho y
hasta la sentencia de primera instancia”. (“Mutual Rivadavia de Seg. del Transp.
Público de Pasajeros. en j° 77.853/7.123 Montiveros Carlos Alberto c/ Lucero Carlos
Alberto y ots.”, 03/05/2005, Suprema Corte de Justicia, Expte. n° 80.239, L.S. 350-
101).

En el mismo sentido, “Esta Sala al referir que la fijación del monto de los daños y
perjuicios debe ser efectuada a valores vigentes al momento de la sentencia, en manera
alguna viola los postulados de la ley de convertibilidad pues no se trata de ajustar sumas
dinerarias sino de establecer valores vigentes al momento de la condena. En la
conformación de la tasa normal de interés que autoriza la ley 3939, intervienen también
otros componentes que exceden el denominado interés puro. Su aplicación sobre montos
actualizados provoca una doble recomposición que va más allá del resarcimiento del
daño moratorio, con resultado injusto. Consecuentemente el sano criterio de estimar los
daños al día de la sentencia, determina que la tasa de interés aplicable a ese capital
desde la fecha del hecho hasta ese día de la sentencia, lo sea la prevista por la ley 4087 y
desde allí en adelante hasta la fecha del pago los de la ley 3939” (“Dirección Provincial
de Vialidad En J: 114.602/27.279 Lázaro, Lidia Noemí c/ Paiva, Santos Argentino y
Otros”, 21/05/2004, Suprema Corte de Justicia, Expte. N° 77.485, L.S. 336-209).

Los precedentes reseñados ponen de manifiesto el criterio de nuestro máximo Tribunal


Provincial conforme el cual, cuando la sentencia estima el monto de los daños a la fecha
de su dictado, es decir, determina valores actuales los intereses que correspondía aplicar
serán los de la Ley 4087 desde la fecha del hecho dañoso y hasta la fecha de la
sentencia. Ahora bien, con la sanción de la Ley n° 9041 que derogó la Ley n° 4087 a
partir del 2 de enero del 2018, se produjo un vacío legal. Frente a tal situación, entiendo
corresponde adoptar el criterio de algunos de nuestros Tribunales de Alzada que han
dispuesto aplicar para casos como el de autos, en forma analógica, una tasa del 5%
anual desde el momento del hecho y hasta el dictado de la sentencia. (CC1, autos N°
4.293/53.954, caratulado “Bellene María Rosa c/ Nueva Generación p/ D. Y P.”; CC2°
Autos N° 250.248/53.037, caratulado “Astorri Ángela Susana c/ Empresa Maipú S.R.L.
Transporte de pasajeros y otro p/ D. y P.”). 

VII.- Costas:

Atento a como quedó resuelta la cuestión las costas deberán ser soportadas por las co-
demandadas por los rubros cualitativamente admitidos y a la actora por el rubro
cualitativamente rechazado (desvalorización venal) (art. 35 y 36 inc. I C.P.C.).

VIII.- Honorarios:

Finalmente tengo presente que corresponde omitir regulación de honorarios a los


profesionales que representaron al Municipio y a Fiscalía de Estado en virtud de lo
dispuesto por el Art. 1 Ley Provincial N ° 5394.

Por todo lo expuesto, 

RESUELVO:

I.- Hacer lugar a la demanda interpuesta por la Sra. JULIA JAQUELINE MARTINEZ y
en consecuencia, condenar a la MUNICIPALIDAD DE GUAYMALLEN, PARTIDO
DEMÓCRATA DE MENDOZA y PARTIDO PRO-PROPUESTA REPUBLICANA a
pagar a la actora en el término de diez días de ejecutoriada la presente la suma de
PESOS UN MILLÓN SETECIENTOS TREINTA y NUEVE MIL QUINIENTOS
NOVENTA y NUEVE ($1.739.599) con más los intereses establecidos en los
considerandos precedentes.

II.-Costas por los rubros cualitativamente admitidos a los co-demandados y por el rubro
cualitativamente rechazado (desvalorizaación venal $25.000) a la parte actora. (Arts.35
y 36 del CPC).

III.-Regular los honorarios a cargo de los co-demandados de los Dres. Virginia Nardelli
(mat. 7391) en la suma de PESOS DOSCIENTOS OCHO MIL SETECIENTOS
CINCUENTA y UNO ($208.751), María Lura Romboli (mat. 7381) en la suma de
PESOS DOSCIENTOS OCHO MIL SETECIENTOS CINCUENTA y UNO
($208.751); Luciano Peltier (mat. 1726) en la suma de PESOS SESENTA y CUATRO
MIL NOVECIENTOS CUARENTA y CINCO ($64.945); Gustvo Croce (mat. 6231) en
la suma de PESOS SESENTA y CUATRO MIL NOVECIENTOS CUARENTA y
CINCO ($64.945) y Gustavo Cairo en la suma de PESOS SESENTA y CUATRO MIL
NOVECIENTOS CUARENTA y CINCO ($64.945) teniendo en cuenta su efectiva
participación en autos y sin perjuicio de los complementarios y porcentaje
correspondiente a IVA que le pudieran corresponder (arts. 2; 3; 4 inc.d);13; 31 y c.c. de
la ley aranceles).

IV.-Regular los honorarios a cargo de la parte actora los Dres. Virginia Nardelli (mat.
7391) en la suma de PESOS DOS MIL CIEN ($2.100), María Lura Romboli (mat.
7381) en la suma de PESOS DOS MIL CIEN ($2.100); Luciano Peltier (mat. 1726) en
la suma de PESOS UN MIL TRESCIENTOS TREINTA y TRES ($1.333); Gustvo
Croce (mat. 6231) en la suma de PESOS UN MIL TRESCIENTOS TREINTA y TRES
($1.333) y Gustavo Cairo en la suma de PESOS UN MIL TRESCIENTOS TREINTA y
TRES ($1.333) teniendo en cuenta su efectiva participación en autos y sin perjuicio de
los complementarios y porcentaje correspondiente a IVA que le pudieran corresponder
(arts. 2; 3; 4 inc.d);13; 31 y c.c. de la ley aranceles).

IV.-Regular los honorarios a cargo de los co-demandados de los peritos Ingeniero en


iformática Leonardo Rios, Ingeniero Mecánico Eduardo Cunietti, Médico David
Eduardo Luquez y Martillera Griselda Alejandra Gimenez en la suma de PESOS
TREINTA y NUEVE MIL CIENTO CUARENAT y UNO ($39.141) a cada uno de
ellos, fijados a la fecha de la presente y sin perjuicio de los honorarios complementarios
y porcentaje correspondiente a Iva que les pueda corresponder.

V.- Regular los honorarios a cargo de la parte actora de los peritos Ingeniero en
iformática Leonardo Rios, Ingeniero Mecánico Eduardo Cunietti, Médico David
Eduardo Luquez y Martillera Griselda Alejandra Gimenez en la suma de PESOS
QUINIENTOS SESENT y DOS CON 50/1'00 ($562,50) a cada uno de ellos, fijados a
la fecha de la presente y sin perjuicio de los honorarios complementarios y porcentaje
correspondiente a Iva que les pueda corresponder.

VI.- Omitir regulación de honorarios a los profesionales que representaron a Fiscalía de


Estado y Municipalidad de Guaymallen (Art. 1 Ley Provincial N ° 5394).-

COPIESE – NOTIFÍQUESE

                                     

                                                           Firmado:

 
 

DRA. MARIA LUZ COUSSIRAT

Juez

CONSIDERANDO:

RESUELVO:

I.

II.

III.

Notifíquese.

CML

También podría gustarte