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VISTOS:
RESULTA:
I.- A fs. 56/64 se presenta el Dr. Dardo Calderon por los Sres. MARIA ANGELICA
ESQUIBEL y PEDRO CEFERINO ESQUIVEL ambos por su hija menor MARÍA
CECILIA TATIANA ESQUIVEL e inicia demanda por daños y perjuicios contra la
OBRA SOCIAL DE EMPLEADOS PÚBLICOS, el SANATORIO FLEMING , la Dra.
BEATRIZ THEBAULT y el Dr. MARIO PEDRO MARSANO, por los daños y
perjuicios sufridos por la niña Maria Cecilia Esquivel a causa de los trastornos de salud
que la misma padece desde el día posterior a su nacimiento cuando tuvo que ser
sometida a una práctica de hemodinamia para intentar extraer un trozo de catéter
alojado en la vena pulmonar que le fuera colocado luego de su nacimiento en el
Sanatorio Fleming de la Provincia de Mendoza.-
Reclaman los actores, el pago de la suma de pesos dos millones seiscientos veinte mil ($
2.620.000) o lo que en más o en menos resulte de la prueba a rendirse en autos, con más
los intereses legales y costas.-
Agrega que, con el cuerpo extraño alojado en su arteria, próximo a órganos como el
pulmón y el corazón, la niña fue dada de alta y retornó a su hogar. Pocos meses después,
en enero del 2008, los trastornos respiratorios de la niña hicieron necesaria una nueva
operación la cual se llevó a cabo en el Hospital materno infantil Dr. Humberto Notti. En
esa oportunidad se produjeron una serie de comunicaciones epistolares y telefónicas
entre los médicos del Hospital Fleming y los del Hospital Notti, pues existieron rumores
de que los profesionales de este último nosocomio no querian realizar la operación por
miedo a que las salud de la niña no resistiera una nueva intervención después de aquella
práctica de hemodinamia. Lo cierto es que la operación se realizó y nuevamente la niña
retornó a su hogar junto con sus padres. -
En los primeros meses, dice, todo parecía transcurrir normalmente, pero ya avanzando
en el tiempo los padres de la menor comenzaron a advertir ciertos trastornos o
deficiencias en el desarrollo de su hija: con 16 meses de vida la niña tenía una baja
tonicidad muscular, no podía permanecer sentada por si sola, los músculos de su cuello
no tenían la fuerza suficiente para sostener el peso de su cabeza y ni que hablar de
gatear o empezar a pararse por si sola, cosa que le resultaba absolutamente imposibles.
La angustia de los padres llegó a su punto cúlmine cuando una tarde estando la niña en
la vivienda tuvo una serie de episodios de fuertes convulsiones , por lo que hoy se
encuentra medicada.-
Esto llevó a los padres a consultar, a más del pediatra al que ya asistian periódicamente,
a un neurólogo que atendiera a la niña. Dicho profesional, luego de practicar los análisis
de rigor, indicó a los padres que todos esos trastornos que ocasionaban las convulsiones
y el defectuoso desarrollo fisico motriz de la niña, seguramente tenían su origen en los
paros respiratorios que sufrió la niña cuando se le practicara la hemodinamia para la
extracción del catéter alojado en la arteria pulmonar. Por esas razones, el daño, si bien
era tratable también era prácticamente irreversible, sin ser posible dar un pronóstico
cierto sobre las posibilidades de recuperación y desarrollo de la niña, subsistiendo
siempre la incertidumbre de los que ocurrirá cuando sus órganos comiencen a crecer.-
II.- A fs. 461/469 comparece el Dr.Edgardo Matias Mur por la OBRA SOCIAL DE
EMPLEADOS PUBLICOS (OSEP), contesta demanda, solicitando el rechazo de la
misma.-
Señala que OSEP brindo una adecuada y correcta cobertura asistencial a través del
Sanatorio Fleming, negando que existieran deficiencias en la prestación del servicio.-
III.- A fs. 482/485 comparece nuevamente el Dr.Edgardo Matias Mur por la OBRA
SOCIAL DE EMPLEADOS PUBLICOS (OSEP), y plantea falta de legitimación pasiva
respecto del Hospital Fleming señalando que el mismo no es sujeto de derecho, lo que
impide que sea demandado.-
IV.- A fs. 510 comparece el Dr. Mario Marsano y cita en garantia a Triunfo Cooperativa
de Seguros Limitada.-
V.- Notificada la citación, a fs. 568/572 comparece el Dr. Ezequiel Ibáñez por Triunfo
Cooperativa de Seguros Limitada, acepta la citación formulada dentro de los limites de
la póliza correspondiente y contesta demanda , solicitando su rechazo, con costas.-
Niega responsabilidad de su asegurado, por las razones que esgrime y a las que me
remito en honor a la brevedad.-
VI.- A fs. 587/592 comparece el Dr. Manuel Linares, por el Dr. Mario Marsano y tras
adherir a la contestación de la aseguradora, contesta también demanda solicitando el
rechazo de la misma por los fundamentos que desarrolla.-
VII.- A fs. 618 comparece la Dra. Beatriz Thebault y cita en garantia también a Triunfo
Cooperativa de Seguros Limitada.-
V.- Notificada la citación, a fs. 629/633 comparece la Dra. María del Pilar Varas por
Triunfo Cooperativa de Seguros Limitada, acepta la citación formulada dentro de los
limites de la póliza correspondiente y contesta demanda , solicitando su rechazo, con
costas.-
Tras las negativas de rigor, brinda su versión de los hechos y destaca que la actuación
de la Dra. Thebault se limitó a la recepción de la menor luego de su nacimiento,
realizando el examen físico inmediatamente y no tuvo más contacto con la paciente.-
VI.- A fs. 639 se abre la causa a prueba ofreciendo prueba el Dr. Mario Marsano a fs.
641y la actora a fs. 644/645.-
VIII.- A fs. 707/709 toma debida intervención Fiscalía de Estado, convalidando las
actuaciones realizadas si su intervención.-
IX.- A fs.760 presentan escrito conjunto las partes, manifestando que la actora desiste
del proceso y la acción contra el Dr. Mario Marsano y solicitan de común acuerdo se
impongan las costas en el orden causado, lo que es proveído de conformidad.-
X.- A fs. 895, a pedido de parte, se fíja nueva fecha de audiencia final para el
día VEINTIOCHO (28) DE JUNIO DE 2021 y se prorroga la fecha de caducidad de
prueba al solo fin de presentarse las periciales pendientes, para ese dia.-
XI.- El día y hora fijados se celebra audiencia final , a la que solo comparece la parte
demandada. Y abierto el acto, ante la incomparencia de los testigos ofrecidos y atento a
la fecha de caducidad fijada, se dispone cerrar la etapa probatoria y poner los autos para
alegar por escrito.-
XII.- Notificadas las partes, la actora solicita que en ejercicio de las facultades del art.
46 del CPC, se deje sin efecto los resolutivos I y II de la resolución de fs. 917, por las
razones que expresa. En subsidio, plantea recurso de reposición (art. 131 del CPC) en
contra de la resolución de fs. 917 punto I y II, basado en las consideraciones que
esgrime .-
Agregados los alegatos, y previo dictamen del Ministerio Pupilar y sus aclaraciones
correspodnientes, queda la causa en estado de dictar sentencia.-
CONSIDERANDO:
Sin embargo, los hechos que se reputan como dañosos tuvieron lugar en fecha 21 de
noviembre de 2007, es decir, cuando aún se encontraba vigente la normativa anterior.-
En base a ello, corresponde en primer lugar, expedirme respecto de cuál considero que
es la ley aplicable al caso.-
En esa tarea, recuerdo que el Art. 7° del nuevo Código Civil y Comercial mencionado,
dispone expresamente que “A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las
consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes…”.-
En consecuencia, la cuestión debatida en autos debe ser resuelta a la luz del Código
Civil derogado, por ser aquél el marco normativo vigente al momento de configurarse
los daños cuyo resarcimiento se reclamó en estos autos, con excepción de las normas de
carácter procesal y de los intereses a aplicar a los montos de condena, por ser los
mismos una “consecuencia” de la situación jurídica existente (conf. Art 7 CCyC. Ver:
Dra. Aida Kemelmajer de Carlucci, “La aplicación del Código Civil y Comercial a las
relaciones y situaciones jurídicas existentes”, Edit. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2015,
págs. 28/36, 100/104 y 158/159 y doctrina allí citada).-
Con respecto al Dr. Mario Marsano, la actora desistió de la acción y el proceso, por lo
que no cabe emitir pronunciamiento alguno a su respecto.-
A raiz de ello, hago presente que la responsabilidad de la obra social tiene diversas
fuentes.-
Por un lado, es garante del desempeño de los médicos que de ella dependen, obligación
ésta que es accesoria a la de los galenos (Art. 1113 del CC). Se ha dicho que la misma
es indirecta o refleja, aun cuando el médico goce de cierta independencia técnica y
científica, actuando en calidad de sustituto, auxiliar o copartícipe del deber asumido en
forma directa por el nosocomio. Si el servicio que éste presta a la comunidad está ligado
al acto médico prestado por sus facultativos, la obligación será de medios, y en tal
virtud, el principal responderá por la culpa en que incurran sus médicos (Quirós Pablo,
“Algunas precisiones en torno a la responsabilidad civil del ente Asistencial”, L.L. Gran
Cuyo 2009 diciembre 1046).-
Por lo tanto, para que surja la responsabilidad de la Obra Social demandada como
titular del Hospital primero es necesario acreditar que los profesionales del mismo
(tanto médicos como auxiliares), que atendieron y tenían a cargo la salud de la
reclamante han obrado con culpa, lo que significa que su responsabilidad está
necesariamente subordinada al incumplimiento previo de los deberes que estaban en
cabeza de los médicos que tuvieron a su cargo la atención de la misma, conforme lo
determina la doctrina y jurisprudencia predominantes (ver Bustamante Alsina, Jorge,
“Teoría General de la Responsabilidad Civil”, p. 539, N° 1431 quater, novena edición,
ed. Abeledo Perrot, y del mismo autor, “Responsabilidad de las Clínicas por mala
práxis de su cuerpo médico”, ED, 150-115).-
Pero también hay una obligación principal de garantía o seguridad por los
servicios que el médico no está en condiciones de garantizar, como ser la asepsia del
lugar, la existencia de instrumental adecuado y de todos los requisitos que el ente debe
cumplir cuando es habilitado. Además de la obligación de los médicos de prestar el
servicio profesional en las condiciones profesionales mejores, también coexiste la
obligación directa de la entidad hospitalaria y de sus propietarios de prestar asistencia
médica.-
Sumado a lo anterior, cabe señalar, ante todo, que la Sra. Esquibel y su hija son afiliadas
a la obra social demandada, por lo que se configuran los extremos previstos por los arts.
1 y 2 de la ley 24.240, razón por la cual resulta indudable que existía entre las partes una
relación de consumo.-
En consecuencia, y aun cuando no haya sido invocada tal normativa, la cuestión debe
ser analizada a la luz de los arts. 42 de la Constitución Nacional y 5 y concs. de la ley
24.240, que consagran el derecho a la seguridad de los consumidores y usuarios.-
En ese entendimiento, recuerdo que las normas citadas ponen en cabeza del proveedor -
en la especie, la obra social titular del nosocomio-, una obligación de seguridad de
resultado, como consecuencia de lo cual cualquier daño sufrido por el consumidor en el
ámbito de la relación de consumo compromete la responsabilidad objetiva de ese
nosocomio (conf. Mosset Iturraspe, Jorge - Lorenzetti, Ricardo L., Defensa del
consumidor, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003, p. 311; Hernández, Carlos - Frustagli,
Mónica, comentario al art. 5 de la ley 24.240 en Picasso, Sebastián - Vázquez Ferreyra,
Roberto A. (dirs.), Ley de defensa del consumidor comentada y anotada, La Ley,
Buenos Aires, 2009, t. I, p. 96).-
En definitiva, en el marco de la ley 24.240, las obligaciones del proveedor, entre las que
se encuentra, naturalmente, la obligación de seguridad del art. 5 de esa ley, tienen -por
expresa previsión del artículo ya citado- el carácter de un deber de resultado ( Ver:
Lorenzetti, Ricardo L., Consumidores, Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2003, p. 285).-
Respecto de los galenos demandados personalmente, no hay duda que el fundamento de
la responsabilidad es siempre de carácter subjetivo: por culpa o dolo en su accionar.-
La culpa médica se rige por los parámetros establecidos por los arts. 512 y 912
del Código Civil y abarca la impericia, negligencia o imprudencia en el ejercicio de la
profesión. En general, la obligación que asume el profesional de la salud es de medios
apropiados para lograr la curación, poniendo toda su ciencia y prudencia en el trata-
miento del enfermo (Borda "Tratado de Derecho Civil Argentino-Contratos-n° 1046;
Bueres, “Responsabilidad Civil de los Médicos” p.130; Bustamante Alsina, “Prueba de
la culpa médica” L.L 1992-D,579).-
No debe perderse de vista que el médico debe actuar sobre un hecho inicial que
trae el paciente y que es su propia enfermedad, llamada por algunos autores “causalidad
natural” y que, ordinariamente, la consecuencia de su evolución es irreversiblemente el
daño, en cualquiera de sus formulaciones, dolor, lesiones y hasta el fallecimiento y, por
ello, cobra especial relevancia el análisis de ese extremo de la relación de causalidad y
la conducta del médico, pues lo importante es investigar cuál es su grado de
interferencia en aquella causalidad natural. El médico comienza a actuar –interferencia
científica- sobre esa primera causa, para tratar de romper o revertir esa relación de
causalidad y evitar que el daño se produzca, mediante la inserción o desarrollo de una
conducta, del que normal u ordinariamente se esperan ciertos resultados inversos es
decir la curación del paciente o la mitigación de su dolor (Weingarten, Cecilia,
“Responsabilidad Médica”, coordinador Carlos Alberto Ghersi, Bs.As. 1998, pág. 84
vta.).-
Justamente por razones de ese tipo funciona en estos litigios la denominada “teoría de
las pruebas leviores”, que constituye “una suerte de excepción, pacíficamente admitida
en el plano jurisprudencial, al principio probatorio según el cual sólo puede reputarse
acreditado un hecho cuando la prueba colectada genere una absoluta certeza moral en el
espíritu del juez (SCJMza., in re “ Triunfo Coop. de Seguros Ltda. en j. 39.782/108.247
Ojeda José E. y otro c/ Mañanet, San-tiago y otros s/ d. y p. s/ inc…cit..). -
En base a ello, se ha señalado que: “La situación de superioridad procesal que poseen
los profesionales en razón de sus conocimientos técnicos y de las circunstancias que
rodean el tratamiento o la intervención quirúrgica, confiere alto relieve a las
presunciones judiciales, tal vez en dimensión mayor que en otras materias. De tal suerte,
evidenciados por el paciente ciertos datos empíricos, el Juez ha de deducir la culpa
galénica no probada de modo directo; o, dicho con otras palabras: el sentenciante tendrá
por probada la culpa cuando el daño, en su ocurrencia, según la experiencia común, no
podría explicarse de otra manera que no fuese por comisión de tal culpa (a menos que el
médico demandado diere una contraprueba eficaz: no culpa o el casus)” (CNacCiv.,
Sala D, 9/8/89 "FRM c/Hospital Ramos Mejía" en JA 18/4/90. Véase también: Bueres,
Al-berto, Responsabilidad Civil de los Médicos, Hammurabi, Bs. As., 1.992, T. 1, págs.
316 y ss.).
Debe contener todo acto médico realizado o indicado, sea que se trate de prescripción y
suministro de medicamentos, realización de tratamientos, prácticas, estudios principales
y complementarios afines con el diagnóstico presuntivo y en su caso de certeza,
constancias de intervención de especialistas, diagnóstico, pronóstico, procedimiento,
evolución y toda otra actividad inherente, en especial ingresos y altas médicas. También
los consentimientos informados, las hojas de indi-caciones médicas, las planillas de
enfermería, los protocolos quirúrgicos, las prescripciones dietarias, los estudios y
prácticas realizadas, rechazadas o abandonadas, con constancia de fecha, firma y sello
del profesional actuante.-
Concluyó, por ello, que “La niña María Cecilia presenta Retraso Mental Grave
según DSM-IV (F72.9). Por los síntomas que presenta, este retraso podría ser el
resultado de una Parálisis cerebral. La Parálisis cerebral se produce por una serie de
anormalidades que ocurren dentro del cerebro y que interrumpen la capacidad de
controlar movimientos y postura. En algunos casos de parálisis cerebral, la corteza
motora cerebral no se ha desarrollado normalmente durante el crecimiento fetal. En
otros, el daño es el resultado de una lesión cerebral antes, durante o después del
nacimiento. En cualquiera de los casos, el daño no es reparable y las incapacidades
resultantes son permanentes”.-
Ante ello, señaló la perito que “No se puede saber con certeza si el daño
producido fue antes, durante o después del nacimiento. Pero por el grave estado de
deterioro que presenta la niña y por los graves hechos sucedidos después del
nacimiento, me inclino a sostener que el daño se ha producido posteriormente al
nacimiento. Ya que de haber sucedido durante el embarazo o durante el parto, hay
formas de detectarlo”.-
Sumado a ello, pondero el informe pericial del Medico Legista, Dr. Rodolfo
Arnaldo Videla, quien examinó a la niña y constató “paciente con antecedente de ECNE
( encefalopatía crónica no evolutiva), epilepsia refractaria, fractura de cóndilo humeral
derecho el 25/06/19 por caída de su propia altura con requerimiento de osteosíntesis, el
2017 fue operada de la vista por estrabismo, sin otro antecedentes clínicos, quirúrgicos,
traumáticos o heredofamiliares de relevancia para el caso. Antecedente farmacológico:
zarontin (etosuximida), valcote (ac valproico) y karidium (clobazan). Que se observa en
buen a regular estado general, trastorno de la marcha ayudada por familiar, presenta
trastorno del habla con dificultad del lenguaje (el entendimiento es acompañado por la
interpretación de la madre), refiere trastorno de la deglución y se la observa dispersa en
la cognición, cuadriparesia de tipo flácida, compensada cardio, respiratoriamente,
colabora con examen. Marcha disbasica. Peso 34kg talla 1,50. En codo derecho cicatriz
de 6cm largo por 1 cm de ancho, compatible con osteosíntesis, tórax con configuración
de pectum escavatun, a nivel inguinal izquierda se observa cicatriz puntiforme.
Medición de miembros inferiores con diferencia de 1cm de la izquierda con respecto a
la contralateral. Escala de Barthel 55 puntos que significa un grado de dependencia
moderado. Subluxación y laxitud de articulación de codo izquierdo doloroso. Resto de
examen sin particularidad”.-
El informe fue observado por las partes, contestando el perito sus observaciones.
Allí sostuvo que “ la ruptura de la vía de silastic o catéter: Es excepcional. Tanto así que
es el único caso del que yo dispongo conocimiento en los 11 años de práctica
profesional”.-
Detalló que “La encefalopatía crónica no evolutiva, abreviada por sus iniciales
como ECNE, se trata de un grupo variado y no claramente delimitado de trastornos
neurológicos residuales, producidos por lesiones no progresivas en el encéfalo,
resultado de la acción de distintas noxas –ya sean dadas antes, durante o después del
nacimiento- que en esencia se manifiestan por perturbaciones o deficiencias a nivel
psíquico, sensorial, de lenguaje, o funciones vegetativas”.-
Explicó que “es común llamar a la ECNE como parálisis cerebral. Con este
término general se abarcan ciertos trastornos específicos, caracterizados por una lesión
ocurrida en los centros motores del encéfalo y manifestada con la pérdida del control
motor”.-
En cuanto a la causa, señaló que en el caso “las causas no son prenatales por
cuanto el bebé nace con Apgar 8/9”.-
Analizados todos los informes referidos, tengo para mi que los mismos resultan
suficientemente fundados y se complementan entre sí, habiendo cada uno de los
profesionales nombrados contestado las observaciones planteadas y realizado sus
dictámenes conforme sus conocimientos específicos en cada materia. No encuentro, por
tanto, razón alguna para apartarme de las conclusiones alli vertidas.-
Analizadas las probanzas rendidas, tengo por cierto que la pequeña Cecilia
Esquibel nacio mediante cesárea, a término, tras un embarazo normal (pese a que se
trató de una mujer de 40 años y diabetica) y con un Apgar de 8/9.-
Tras 12 horas de nacida , se constató dificultad respiratoria y en la succión, por
lo que fue derivada a Cuidados Intensivos. Alli se realizó interconsulta a servicio de
cardiología y se diagnostica diagnosticó FOP (foramen oval permeable), ductus
arteriovenoso persistente (DAP). Se constató una dominancia derecha, con dilatación de
las cavidades derecha, hipertensión pulmonar moderada por lo que se inició
inmediatamente tratamiento.-
Ahora bien, al momento de canalizar por vía percutánea, por razones que no se
han podido determinar, se rompe el silastic unos 8 -9 cm dentro de la vena y, pese a
realizar maniobras para recuperarlo, no se logra, por lo que se decide trasladarla al
Hospital Español para realizar intento de extracción de cuerpo extraño resto de catéter,
también sin éxito.-
Se entiende por ello que, como titular del establecimiento hospitalario asume una
obligación tácita de seguridad de carácter objetivo con respecto a una prestación técnica
irreprochable para que el enfermo no sufra como consecuencia de la atención clínica,
acreditándose una responsabilidad objetiva en caso de que no se proporcionen los
elementos adecuados que permitan ad eventum la recuperación del paciente.-
Atento los terminos expuesto, entiendo que, ante la ruptura del cateter, la carga
de probar alguna causa que hubiera roto el nexo causal recaía en cabeza de la Obra
Social demandada como titular del Nosocomio, pues era quien estaba en mejores
condiciones de probar tal circunstancia.-
Distinta solucion cabe dar, sin embargo a la pretension ejercida contra los
galenos demandados.-
Como ya dije, con respecto al Dr. Mario Marsano, la actora desistió de la acción
y el proceso, por lo que no cabe emitir pronunciamiento alguno en relación al mismo.-
Por su parte, el Dr. Salguero señaló que “La Dra. Thebault figura como médica
neonatólogo responsable de la atención de la niña Esquivel en sala de partos fechada
21/11/07 con hora 20:52hs y diagnostica un RNT/PAEG (siglas que corresponden
a Recién Nacido de Termino / Peso Adecuado a Edad Gestacional) que corresponde
con la descripción de un niño sano y decide su pase a internación conjunta con su
madre. Y luego figura como la médica neonatólogo responsable del “Examen Neonatal
Detallado” entiendo que es la hoja de ingreso a neonatología que está fechado el día
22/11/07 y no tiene hora pero describe que la paciente ya tenía doce horas de vida.
Concluye como diagnósticos: RNT/PAEG+ Hijo de madre diabética+ trastorno de
succión+ SDR (Síndrome de Dificultad Respiratoria).-
Sin embargo, comparto también el criterio que sostiene que el daño para ser
indemnizable no debe ser meramente conjetural o hipotético. No han de resarcirse
meras posibilidades.-
Así las cosas, es al actor a quien incumbe probar que los daños cuyo resarcimiento
reclama responden causalmente al hecho que denuncia (Art. 175 del CPCyT y art. 1.737
del C.C. yC.N.).-
O, en otros términos, “el resarcimiento del daño supone que se tenga certeza de que
existe, pero que igualmente se sepa cómo existe." (Conf. TRIGO REPRESAS, Félix A.,
La prueba del daño emergente y del lucro cesante, en Rev. de derecho de daños T. 4,
pág. 44).-
En este punto, y como han manifestado los Tribunales de Alzada local, reviste
fundamental importancia el examen de expertos, es que es este “el medio probatorio
más idóneo para acreditar los daños físicos y la incapacidad…, dado que tratándose de
una materia técnica, torna relevante la opinión de expertos” (CC4; autos N° 33645
caratulado “Salinas Javier Armando c/ Municipalidad de Guaymallén P/ D. Y P.”,
Fecha: 19/11/2012).-
Ahora bien, ha sostenido la jurisprudencia local , con criterio que comparto, que la
reparación de la incapacidad de un menor debe tener en cuenta que el daño en sí mismo
no empezará a producirse en forma efectiva sino en la época en que tenga capacidad
para producir su vida material, a salvo en aquello en lo que pueda realizar una
capacitación laboral para ello. Pero la pérdida patrimonial debe referirse a una edad en
la que el menor alcance la edad legal para trabajar (aun cuando en el caso ella resultará
imposible). Tampoco es posible conocer en qué lugar productivo se ubicará – o podria
haberse ubicado- el menor y qué ingresos tendrá o podría haber tenido, así como que
fac-tores de su vida de relación podrian influir en las pérdidas patrimoniales. En
consecuencia, las fórmulas de matemática financiera no se ajustan plenamente a estas
circunstancias y debe buscarse una solución alternativa (Conf. CC3°, autos N°
118807/51562 “Bracamonte Alexis Nahuel c/ D.G.E. por daños y perjuicios” ,
24/10/2016).-
Siguiendo ese temperamento, juzgo procedente en el caso realizar los cálculos cargando
como datos la edad de 18 años y el salario mínimo vital y móvil a la fecha de esta
resolucion ( que según el Consejo del SMVM asciende hoy a $ 105.500, conforme
resolucion 10/2023 en https://www.argentina.gob.ar/trabajo/consejodelsalario) .-
En ese entendimiento, los datos relevantes para el caso son: ingreso mensual $ 105.500,
porcentaje de incapacidad (80%) y edad ( 18 años).-
Sobre estos pilares, tomo como pauta la formula Las Heras-Requena que tiene la
ventaja de su simpleza y que toma en cuenta la mayoría de los datos relevantes.-
Siendo ello así, y atento las repercusiones que el siniestro tuvo en la vida de la niña
resulta a mi juicio prudente en este caso admitir el rubro por la suma de pesos dieciseis
millones ($ 16.000.000) a la fecha de esta sentencia, con los intereses a los que me
referiré más adelante.-
V.b) Daño extrapatrimonial:
El daño moral puede definirse, siguiendo a Orgaz, como “toda consecuencia perjudicial
de una acción u omisión ilícitas que, en relación causal adecuada con ésta, hace sufrir a
una persona en sus valores no patrimoniales, actuales o posteriormente previsibles”
(Orgaz, Alfredo, El daño resarcible, Marcos Lerner- Editora Córdoba, Bs. As., 1980,
pág. 210/12). –
Como es sabido el daño moral tiende a resarcir o reparar la lesión a los sentimientos o
afecciones legítimas de una persona cuando se perturbe su vida, su tranquilidad, su
libertad, su honor, su salud u otros valores extrapatrimoniales.-
Desde esta perspectiva, se entiende al daño moral más allá de la órbita sensitiva, como
un desmejoramiento espiritual o de la personalidad y aunque no haya dolor. Las formas
más frecuentes de daño moral residen en el dolor, la angustia, la tristeza, etc. Por ello, la
noción de daño moral ha sido muy subjetivada y emparentada con los sufrimientos
síquicos. Dicho perjuicio sería la contrapartida de la felicidad, como estado de bienestar
espiritual que gozaba la víctima antes del hecho. Pero es evidente que la dimensión
espiritual de la persona no se reduce a su sensibilidad, sino que comprende la existencia
intelectual y volitiva, tanto en la soledad como en las relaciones con los demás.
(ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, “Resarcimiento de daños. Presupuestos y
funciones del Derecho de Daños”, Buenos Aires, Hammurabi, Tomo 4, 1.999, pág. 178
y sgtes.).-
En definitiva, como razonablemente se ha sostenido, "la prueba del daño moral es ‘in re
ipsa’, por lo que su existencia no necesita de acreditación alguna. Empero, dicha
existencia debe inferirse naturalmente de las circunstancias del caso" (Cámara de
Apelaciones Civil, Comercial, Laboral y de Paz Letrada de Curuzú Cuatiá, 1998/06/18,
"Omaechevarría, Rubén H. c. Avalos, Edgar N. y/u otros", LLLitoral, 1998-2 385).-
Se estima entonces, que para acreditar el daño moral no es necesaria la prueba objetiva
de un determinado padecimiento; basta con que se acrediten las circunstancias en las
cuales, según las reglas de la vida constatables por la experiencia común, el contenido
de aquél es una consecuencia normal del evento dañoso. –
En el caso, resulta innegable que las lesiones sufridas, con las graves consecuencias que
de ellas se derivaron repercutieron negativamente en el espíritu de la niña, lo que
justifica el reclamo efectuado en este punto.-
Indudablemente todos lo padecimientos que sufrió , sufre y sufrirá durante toda su vida ,
sin la posibilidad de una curacion para su estado de salud, indudablemente causan un
perjuicio extrapatrimonial que debe ser resarcido.-
Pondero en este aspecto la pericia psicologica rendida por la perito psicologa Lic.
Viviana Carrizo, a la cual me remito .-
Sentado ello, recuerdo que el art. 1741 del Código Civil y Comercial propone que: "El
monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y
compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas.", siguiendo la teoría de los
placeres compensatorios. Este método tiene en cuenta la función satisfactiva del dinero
para que la víctima acuda a otros bienes o actividades que le puedan traer, de alguna
manera, consuelo.
Iribarne señala que: “Por eso entiendo que centrar el debate en el consuelo, y
consecuentemente, en el precio de los bienes que permiten procurarlo es el mejor
camino -sino el único- para establecer mecanismos de fijación de las indemnizaciones
que permitan cuantificar con la racionalidad posible. E insisto en que al hablar de
racionalidad posible aludo a la razonabilidad de las indemnizaciones, pues nos
encontramos discurriendo ante materia insusceptible de certeza.”(Iribarne, Héctor
Pedro, “La cuantificación del daño moral”, Revista de Derecho de Daños, T. 1999 - 6.
Daño moral; RC D 1041/2012.). El autor señala dos aspectos, a tener en cuenta al
cuantificar: “Por un lado, al acudir a las "operaciones" afectadas por el hecho dañoso
podremos ver qué bienes pueden mitigar su mengua. Por el otro, avizorados los modos
habituales de acceder a la "delectación" podremos cuantificarlos”. -
Por todo ello, juzgo razonable admitir el reclamo efectuado en este rubro, por la suma
de pesos diez millones ($ 10.000.000), a la fecha, más los intereses correspondientes.-
VI.- Intereses:
VII.- Costas:
Atento el monto de la condena, corresponde aplicar la tercera escala del art. 2 de la ley
arancelaria, es decir 12% para el patrocinante.-
Sentado ello, aclaro que no corresponde regular honorarios a los profesionales
intervinientes por Osep y por Fiscalia de Estado por lo que prospera la demanda en
virtud de lo dispuesto por la ley Art. 1 de la Ley Provincial N ° 5394. -
V.- Regular los honorarios profesionales correspondientes a los Dres. Dardo Luis
Calderón y Anahi Patricia Dalmau en la suma respectivas de $ 1.560.000 y $ 3.120.000
a cargo de la demandada y a los Dres. Maria del Pilar Varas y Ezequiel Ibañez en las
sumas respectivas de $ 157.200 y $ 314.400, a cargo de la actora. En todos los casos los
honorarios se regulan a la fecha, conforme su efectiva participacion en autos y sin
perjuicio del IVA y complementos que corresponda .-
VI.- Regular los honorarios profesionales correspondientes a los peritos Lic. Viviana
Carrizo, Dr. Rodolfo Arnaldo Videla, Dr. Ruben Cornejo y Dr. Guido Salguero, en la
suma de $ 585.000 a cada uno, conforme los valores en juego en esta causa, a la fecha y
con más el IVA, en caso de corresponder.-
REGÍSTRESE. NOTIFÍQUESE. -
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