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Respuestas al trabajo práctico de Prácticas Profesionales.

Profesora Dra. Mulone.

Alumno: Juan Pablo Ballhorst.

Respuestas

1 Si mi clienta fuera la víctima: buscaría las pruebas que apoyen los hechos de mi
cliente, por ejemplo: los registros médicos del accidente (en caso de no existir, que vaya de
forma urgente a uno), fotografías del lugar del hecho, solicitar el legajo que tramitara en
sede penal con las actuaciones de oficio realizadas por la policía.

Si mi cliente fuera el conductor: reuniría las pruebas que indicaran la culpabilidad de la


víctima, como por ejemplo los relatos de vecinos y amigos que indican su culpabilidad (por
ir caminando por una zona prohibida según la Ley de transito), además del legajo penal y
toda prueba o histórica clínica que demuestre los daños a la salud física y mental que
tuviera la victima previos al accidente.

Si mi cliente fuera la M. de Paraná: concentraría la atención en el estado regular de la


vereda para eximir a la misma de responsabilidad, para ello utilizaría el legajo penal en el
cual se relata el estado regular de la vereda, a su vez alegaría que la M. de Paraná no tiene
responsabilidad sobre el estado de la vereda según la ordenanza N° 5786.

Si mi cliente fuera la aseguradora: concentraría el escrito en la prueba del legajo penal


donde figura que el índice de alcohol en sangre de M era de 1,34 después de más de 3 horas
de producido el accidente, lo cual vuelve inaplicable el contrato con mi cliente.

2 Las fuentes a consultar sería: el Código Civil, el CCC, la Ley de Tránsito, Ley de
Seguros, el contrato individual de M con su aseguradora, las ordenanzas municipales sobre
veredas y calzadas y la jurisprudencia acorde de la CSJN y el STJER. Voces: código civil,
ley de transito, ley de seguro.

3 Legitimación activa: GL (victima). Legitimación pasiva: M (conductor demandado),


M. de Paraná (propietaria de las veredas), San Cristóbal Seguros (citada en garantía).

4 Las pretensiones de la parte actora son las siguientes:

a) disminución de aptitudes físicas y psíquicas e incapacidad laboral sobreviniente (se


reclamó la suma de $324.000, o lo que en más o en menos surja de la prueba y con más los
intereses derivados de la mora);
b)- gastos terapéuticos pasados y futuros (se reclamó la suma de $30.000 por gastos
pasados y $50.000 por gastos futuros); y

c)- daño moral (se reclamó la suma de $120.000, o lo que en más o en menos surja de la
prueba y con más los intereses derivados de la mora).

Los hechos en que se funda la parte actora según cada demandado son los siguientes:

Municipalidad de Paraná: se funda en el supuesto mal estado, intransitable, de la vereda del


lugar del hecho, que la obligó a transitar por la calle.

San Cristóbal Seguros: se funda en el hecho de estar el vehículo del accidente asegurado
por esta compañía.

M: se justifica al ser M el conductor y dueño del automóvil que la embistió y por manejar
en estado de ebriedad.

Normas jurídicas en las cuales la actora encuadra su demanda: respecto del demandado:
Código Civil (debido a la fecha del accidente). Respecto de la citada en garantía: Ley de
Seguros. En cuanto a la Municipalidad de Paraná, afirma que su responsabilidad le viene
dada por ser propietaria de las veredas y porque guarda para sí el poder de policía que le
impone el deber de asegurar que las veredas tengan una mínima y razonable conformación.

Estrategia procesal: No estoy de acuerdo, no iniciaría demanda contra los mimos sujetos,
por los siguientes motivos:

1) No demandaría a la M. de Paraná por falta de argumentos suficientes, debido a que


en el legajo penal se demostró el estado regular de la vereda en cuestión.

2) Tampoco citaría en garantía a SCS dado que es de público y notorio que las
compañías de seguro declinan su responsabilidad cuando el conductor circula en estado de
ebriedad.

5- La sentencia admite parcialmente la demanda de la víctima: condenando a M a


pagar la suma de $339.761,71 siendo este monto equivalente al 60% del monto
indemnizatorio y sumar los intereses de cada rubro. Admitir el pago de costas por M en un
60% y un 40% a cargo de la actora.

El reclamo de la actora fue el siguiente:

a)- disminución de aptitudes físicas y psíquicas e incapacidad laboral sobreviniente (se


reclamó la suma de $324.000, o lo que en más o en menos surja de la prueba y con más los
intereses derivados de la mora);
b)- gastos terapéuticos pasados y futuros (se reclamó la suma de $30.000 por gastos
pasados y $50.000 por gastos futuros); y

c)- daño moral (se reclamó la suma de $120.000, o lo que en más o en menos surja de la
prueba y con más los intereses derivados de la mora).

De dicha pretensión, la sentencia admite:

a) Admite la incapacidad sobreviniente, pero no admite la capacidad extra laborativa.

b) Admite $1000 pesos de gastos pasados y actualizados son 2657 pesos y admite
$20.000 pesos como daño patrimonial emergente futuro.

c) Respecto del daño moral admite el monto de $80.000 pesos.

La sentencia rechaza:

Rechaza la pretensión de incluir en el litigio a la aseguradora SCS, estableciendo las costas


en un 60% a cargo de M y un 40% a cargo de G. Rechaza la pretensión de G contra la M.
de Paraná, estando las costas a cargo de la parte actora.

6- Pretensión de M: M reconoce ser parte del accidente y reconoce su estado de


ebriedad, pero pretende que no se le impute la totalidad de la responsabilidad ateniendo a
que la victima caminaba por un lugar prohibido a altas horas de la noche, siendo que
hubiera podido evitar dicho actuar. Además pretende desligar la relación de causalidad
entre los daños y el accidente, alegando que los mismos eran preexistentes. Solicita el
rechazo de la demanda con las costas. Normativa: Art. 38 de la Ley Nacional de Tránsito.

Pretensión de la Municipalidad de Paraná: La Municipalidad de Paraná pretende eximirse


de responsabilidad, afirmando que no existe elemento alguno que compruebe los dichos de
la actora sobre la intransitabilidad de la vereda en cuestión. Pretende que la responsabilidad
del mismo se otorgue a M y G. A su vez hace referencia a la Ordenanza N° 5786 que
permite que las veredas sean de tierra y césped, y que a su vez el mantenimiento se
encuentra a cargo de los vecinos y no de la propia M. de Paraná. Normativa: Ordenanza N°
5786 art. 4 punto f), art. 7.

En cuanto a San Cristóbal Seguros, no es una parte demandada, sino que es parte del
proceso como citada en garantía.

Opinión: No estoy de acuerdo con la estrategia planteada por M, por cuanto plantearía otra
posibilidad de defensa, por otro lado sí estoy de acuerdo con la estrategia planteada por la
Municipalidad de Paraná.
7- En la media que no exista forma de impugnar las pruebas establecidas en el legajo
penal, no negaría lo que está probado en dicho legajo. Pero si tuviera la mínima posibilidad
de derribar los peritajes que le son perjudiciales a mi cliente, los negaría completamente.
Por ejemplo sí negaría que mi cliente M estuviera ebrio al momento del accidente, ya que el
test de alcoholemia fue realizado 3 horas después, por lo tanto podría alegar que bebió
alcohol luego del accidente motivado por el estrés de la situación.

El CPCCER establece la forma de referirse sobre los hechos planteados por la parte actora
en el art. 342:

Art. 342.: Contenido y Requisitos.- En la contestación opondrá el demandado todas las


excepciones o defensas de que intente valerse.

Deberá además:

1. Reconocer o negar categóricamente cada uno de los hechos expuestos en la


demanda, la autenticidad de los documentos acompañados que se le atribuyeren y la
recepción de las cartas y telegramas a él dirigidos cuyas copias se acompañen. Su silencio,
sus respuestas evasivas, o la negativa meramente general al contestar, o la no contestación a
la demanda se tendrán como reconocimiento de la verdad de los hechos pertinentes y lícitos
a que se refieran, y de la autenticidad y recepción de los documentos exhibidos, salvo la
prueba en contrario.

No estarán sujetos al cumplimiento de la carga mencionada en el párrafo precedente, el


defensor oficial y el demandado que interviniere en el proceso como sucesor a título
universal de quien participó en los hechos o suscribió los documentos o recibió las cartas o
telegramas, quienes podrán reservar su respuesta definitiva para después de producida la
prueba.

2. Especificar con claridad los hechos que alegare como fundamento de su defensa.

3. Observar, en lo aplicable, los requisitos prescriptos en el artículo 318.

8- Advertido.

9- En relación a la pretensión procesal del conductor la sentencia admite la


responsabilidad parcial de la víctima en un 40% y rechaza la pretensión eximiendo de
responsabilidad a la citada en garantía San Cristóbal Seguros.

10- La citada en garantía se funda en la Ley de Seguros y en el contrato de esta con el


dueño del vehículo. Se fundamenta en los siguientes hechos: si bien reconoce que al
momento del hecho el Sr. M tenía contratada con San Cristóbal SMSG la Póliza Nº…. del
ramo automotores, la que se encontraba vigente y cubría los riesgos de responsabilidad civil
por lesiones y/o muerte por la Pick Up Dominio, opone -no obstante- y como defensa de
fondo su falta de legitimación pasiva por exclusión de cobertura. Concretamente, declina la
citación en garantía en virtud de lo dispuesto en la cláusula 22º, inciso 18) de las
condiciones generales de la póliza contratada, en razón del estado de ebriedad con el que
conducía el asegurado, constatado -según afirma- en la causa penal.

La pretensión de la citada es que se la exima de responsabilidad invocando la ley de


seguros y el contrato con M.

11- La citada en garantía contesta pretendiendo principalmente que se la exima de


responsabilidad por el estado de ebriedad de M, lo cual es violatorio de la ley de Seguros y
del contrato entre M y SCS. Pero en el párrafo siguiente hace una contestación subsidiaria
declarando que en el hipotético caso que no se le exima de responsabilidad, la misma posee
un límite de cobertura en el Contrato con el asegurado y alega a su vez que la
responsabilidad del accidente recae en la victima por ir caminando por la calle. Estoy de
acuerdo con la estrategia procesal de la citada, prueba de su efectividad fue lo resuelto en
esta sentencia.

12- La sentencia admite la exclusión de cobertura planteada por SCS y rechaza la


pretensión deducida contra la misma, condenando a las costas a cargo del actor y
demandado en un 40% y un 60% respectivamente.

13 – Prueba producida:

• Legajo penal.

• Testimonios.

• Prueba de peritos médicos.

La jueza no está obligada a referir a todas las pruebas en la sentencia, sino que solamente a
las pruebas en las que basa su sentencia, ya que debe fallar según su sano criterio.

El CPCCER refiere a la cuestión en el artículo 160:

Art. 160.: Sentencia Definitiva de Primera Instancia.- La sentencia definitiva de primera


instancia deberá contener:

1. La mención del lugar y fecha.

2. El nombre y apellido de las partes.

3. La relación sucinta de las cuestiones que constituyen el objeto del juicio.

4. La consideración, por separado, de las cuestiones a que se refiere el inciso anterior.

5. Los fundamentos y la aplicación de la ley.


Las presunciones no establecidas por ley constituirán prueba cuando se funden en hechos
reales y probados y cuando por su número, precisión, gravedad y concordancia, produjeren
convicción según la naturaleza del juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica.
La conducta observada por las partes durante la sustanciación del proceso podrá constituir
un elemento de convicción corroborante de las pruebas, para juzgar la procedencia de las
respectivas pretensiones.

6. La decisión expresa, positiva y precisa, de conformidad con las pretensiones


deducidas en el juicio, calificadas según correspondiere por ley, declarando el derecho de
los litigantes y condenando o absolviendo de la demanda y reconvención, en su caso, en
todo o en parte. La sentencia podrá hacer mérito de los hechos constitutivos, modificativos
o extintivos, producidos durante la sustanciación del juicio y debidamente probados,
aunque no hubiesen sido invocados oportunamente como hechos nuevos.

7. El plazo que se otorgase para su cumplimiento si fuere susceptible de ejecución.

8. El pronunciamiento sobre costas y la regulación de honorarios y, en su caso, la


declaración de temeridad o malicia en los términos del artículo 31., inciso 6.

9. La firma del juez.-

El criterio de apreciación que rige en nuestro derecho es el de la sana crítica, establecido en


el artículo 160 del CPCCER.

14-Transcripcion:

De ello se sigue que quien pretende impugnar las conclusiones a las que arriba un perito
debe a su vez sustentar su posición sobre bases sólidas, demostrativas de la equivocación
del experto, requiriéndose que la objeció e recordar aquí que: si bien las conclusiones del
perito no vinculan al Juzgador, el apartamiento de ellas debe fundarse en que la opinión del
experto se halla reñida con los principios lógicos o máximas de la experiencia o de que
existen en el proceso elementos probatorios provistos de mayor eficacia para producir la
convicción acerca de la verdad de los hechos discutidos (cfr. Cám. II Apel. Pná, Sala II,
“Romero Rosa Inés c/Herederos de Gabino Perez”, 24/04/2000 y sus citas). Y ello -se ha
dicho también-, pues si bien es cierto que la ley no confiere a la prueba de peritos el
carácter de prueba legal (en nuestro sistema procesal, dicha prueba debe valorarse
conforme las reglas de la sana crítica, cfme. arts. 372 y 462, CPCC), no lo es menos que
ante la necesidad de una apreciación específica del campo del saber del experto designado,
técnicamente ajeno al hombre del derecho, para desvirtuarlo será imprescindible ponderar
otros elementos de juicio que permitan concluir de un modo fehaciente en el error o en el
inadecuado o insuficiente uso que el técnico hubiera hecho de los conocimientos científicos
de los que por su profesión o título habilitante ha de suponérselo dotado; o bien en la
existencia de otro u otros medios de prueba, de relevancia comparable o superior a la que
en el caso revista la prueba pericial, que persuadan al juez de que las conclusiones
periciales han de ser dejadas de lado (AMMIRATO, Aurelio L. “Sobre la fuerza probatoria
del dictamen pericial”, LL 1998-F, 274, con citas de: GUASP, “Derecho Procesal Civil”, p.
404 y DEVIS ECHANDÍA, “Teoría general de la prueba judicial”, v. 2, p. 339).

procedencia de dichas impugnaciones. Concretamente, la impugnación debe fundarse


indicando cuál fue el error o el inadecuado uso que el experto hubiere hecho de los
conocimientos que su profesión o título habilitante lo han dotado, en tanto ello comporta la
apreciación específica del saber científico dentro del campo del perito. Caso contrario,
cuando el peritaje aparece fundado y no existe otra prueba que lo desvirtúe, la sana crítica
aconseja aceptar el dictamen, pues el perito actúa como auxiliar de la justicia y contribuye
con su saber, ciencia y conciencia a esclarecer aquellos puntos que requieren conocimientos
especiales. n contenga fundamentos válidos para formar la convicción en el juzgador sobre
la Si bien ambas pericias han sido impugnadas por el demandado M. (la primera en
oportunidad de alegar -cfr. fs. 756- y la segunda mediante escrito de fs. 684/685), cab

En el presente caso, las impugnaciones de fs. 756 y fs. 684/685 no reúnen los requisitos de
atendibilidad exigidos, desde que las mismas aparecen desprovistas de fundamentos de
índole científico y, en rigor, se fundan en la apreciación personal y subjetiva del
impugnante en punto a las consecuencias que el accidente pudo tener en la accionante; en
suma, comportan disconformidades y/o discrepancias insusceptibles de poner en duda las
conclusiones vertidas en los dictámenes periciales, los que -según se indica en los mismos-
fueron realizados previa revisación y entrevista con la víctima y, en el caso de la pericia
médica, sobre la base también de las constancias asentadas en las historias clínicas y demás
antecedentes médicos agregados a la causa como prueba.

Requisito de la impugnación: la impugnación debe fundarse indicando cuál fue el error o el


inadecuado uso que el experto hubiere hecho de los conocimientos que su profesión o título
habilitante lo han dotado, en tanto ello comporta la apreciación específica del saber
científico dentro del campo del perito.

15- La jueza dio por probado con la prueba testimonial que la victima caminaba por la
calle en vez de hacerlo por la vereda y que a su vez no iban en “fila india”. También
desechó el testimonio del vecino que “casualmente” estaba fumando un cigarrillo a esas
horas de la noche. Si fuera abogado del demandante alegaría la imposibilidad de comprobar
los testimonios y respecto del testimonio de los jóvenes que acompañaban a la victima que
tenían un interés en el resultado. La jueza pudo apartarse del hecho.

16. La jueza concluye donde fue el lugar del impacto debido a un fragmento de la óptica
delantera del vehículo que se encontró a 1,5 metros del cordón cuneta. Ausencia de indicios
de valoración objetiva significa que no había mayores pruebas accidentológicas que
pudieran peritarse.

17- TESTIGO DE LA ACTORA:

1- Para que diga si sabe y cómo lo sabe, si usted observó un accidente de tránsito el día

2- Para que diga si sabe y como sabe qué participación tuvo la actora en ese siniestro.

TESTIGO DEMANDADO:

1- Para que diga si sabe y como lo sabe, si observo un accidente el día ….. a tal
hora….

2- Para que diga el testigo si observó a qué distancia del cordón cuneta caminaba la
víctima

18. La sentencia se funda en las siguientes fuentes:

• La ley: C.C., C.C.C. (no aplica, pero establece la correspondencia), Ley de Seguros,
Ley de Tránsito, CPCCER.

• Jurisprudencia: fallos del STJER y STJER.

• Doctrina.

19. El artículo que establece la forma de la sentencia es el n°160 del CPCCER:

Art. 160.: Sentencia Definitiva de Primera Instancia.- La sentencia definitiva de primera


instancia deberá contener:

1. La mención del lugar y fecha.

2. El nombre y apellido de las partes.

3. La relación sucinta de las cuestiones que constituyen el objeto del juicio.

4. La consideración, por separado, de las cuestiones a que se refiere el inciso anterior.

5. Los fundamentos y la aplicación de la ley.

Las presunciones no establecidas por ley constituirán prueba cuando se funden en hechos
reales y probados y cuando por su número, precisión, gravedad y concordancia, produjeren
convicción según la naturaleza del juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica.
La conducta observada por las partes durante la sustanciación del proceso podrá constituir
un elemento de convicción corroborante de las pruebas, para juzgar la procedencia de las
respectivas pretensiones.

6. La decisión expresa, positiva y precisa, de conformidad con las pretensiones


deducidas en el juicio, calificadas según correspondiere por ley, declarando el derecho de
los litigantes y condenando o absolviendo de la demanda y reconvención, en su caso, en
todo o en parte. La sentencia podrá hacer mérito de los hechos constitutivos, modificativos
o extintivos, producidos durante la sustanciación del juicio y debidamente probados,
aunque no hubiesen sido invocados oportunamente como hechos nuevos.

7. El plazo que se otorgase para su cumplimiento si fuere susceptible de ejecución.

8. El pronunciamiento sobre costas y la regulación de honorarios y, en su caso, la


declaración de temeridad o malicia en los términos del artículo 31., inciso 6.

9. La firma del juez.-

La sentencia cumple con los requisitos, pero encuentro una salvedad en el inc. 6 cuando se
refiere a la “decisión…precisa”, esto se debe a que en la sentencia , en mi opinión, no se
realiza de forma correcta el cálculo final sobre el monto a pagar por M.

La jueza condena al pago de la suma de $ 339.761,71 por considerar que la misma es el


60% del total de $ 566.269,51. Ahora bien, si realizamos la cuenta y consideramos que los
conceptos son: $ 448.602,86; $ 2.657.; $ 20.000. y $ 80.000. los que totalizan $ 551.259,86.

Si al importe anterior le aplicamos el 60 % nos da $ 330.755,91 es decir una diferencia en


menos de $ 9005,80 que equivalen a $ 15.010.- sobre el 100% supuestamente considerado.

20. En la sentencia se condena a M y los fundamentos se encuentran en el punto 8 de la


sentencia, cuando dicta “si bien el accidente no le es imputable a título de culpa, no puede
soslayarse que la misma existió y agravó el riesgo creado por la camioneta por él
conducida en estado de ebriedad”. A su vez al final del punto explica que la conducta de M
es “concausa” del daño sufrido por la víctima, y es por ello que se lo condena al pago del
60% del total de la indemnización.

21. Se exime a la Municipalidad de Paraná ya que no se pudo probar que exista una
falta en el estado de las veredas (ya que la ordenanza en cuestión permite que la vereda sea
de tierra y pasto) y en el legajo penal se establece la condición regular de la misma. Esta
condición se encuentra cubierta por la Ordenanza N° 5786.
22. Las razones que eximen de responsabilidad a la aseguradora se encuentran en el
estado de ebriedad que poseía M, lo cual es violatorio del contrato entre M y la
aseguradora. La Ley 17.418 y el contrato de seguro establece la facultad de la aseguradora
de apartarse de la cobertura del asegurado en las situaciones donde el asegurado se
encuentre en estado de ebriedad o se niegue a realizar el test de alcoholemia.

23. La sentencia es correcta en su apreciación del caso, a su vez me parece correcto


cómo se resuelve respecto de cada sujeto procesal, eximiendo a la citada en garantía (por el
estado de ebriedad de M) y a la Municipalidad de Paraná (por el estado regular de las
veredas y el fundamento en las ordenanzas municipales). Queda demostrado en el legajo la
responsabilidad co-causada por ambas partes, debido al estado de ebriedad de M y a la
imprudencia de G, por ende considero que el fallo es acertado cuando establece la
responsabilidad en un 60% y un 40%. La sentencia se funda en derecho correctamente
aludiendo al Código Civil, la Ley de Tránsito, la Ley de Seguros y las Ordenanzas
municipales.

24. La parte actora violó la normativa del artículo 38 de la Ley Nacional de Tránsito y
este hecho motivó que sea considerada en la sentencia como co-causante del hecho dañoso,
siendo el actuar de G un riesgo evitable, es por eso que se le atribuye un 40% de
responsabilidad en la sentencia.

25La declinación de cobertura se produce cuando la compañía aseguradora rechaza hacerse


cargo de los daños producidos por el asegurado. La formula la compañía de seguros
contratada. Si, se corre traslado de la misma a las partes que invocaron la cobertura (en
nuestra sentencia fue invocada por la parte actora y demandada). El plazo para contestar el
traslado según el artículo 147 del CPCCER es de 5 días salvo convención en contrario. Si
no se contesta un traslado se da por aceptada la presentación de la contraria.

26. El acto procesal que le sigue a cada uno es el siguiente:

• Demanda: se corre traslado de la misma y se produce la contestación o


reconvención.

• Declinación de cobertura: notificación al asegurado de la declinación.

• Contestación de demanda: audiencia preliminar.

• Producción de la prueba: se dicta el auto de prueba.

• Clausura de la prueba: autos para sentencia.


• Sentencia: Ejecución de la sentencia o apelación.

27.

En primer lugar la jueza examina la exclusión de cobertura y el motivo de tratarlo primero


es que la aseguradora además de plantear la exclusión de cobertura, plantea otras defensas.
Por lo tanto si prospera la declinación se vuelve inoficioso el trato de las demás defensas
subsidiarias. Luego de tratar ese primer punto, la jueza hace referencia al pedido de la
Municipalidad, declinando su responsabilidad y por último trata el reclamo de la parte
actora contra el demandado.

28. La aseguradora declina la garantía en razón de la clausula 22°, inciso 18) de las
condiciones generales de la póliza contratada.

18) Cuando el vehículo asegurado sea conducido por una persona bajo la influencia de
cualquier droga desinhibitoria, alucinógena o somnífera, o estado de ebriedad. Se entiende
que una persona se encuentra en estado de ebriedad si se niega a practicarse el examen de
alcoholemia (u otro que corresponda) o cuando habiéndose practicado éste, arroje un
resultado igual o superior a un gramo de alcohol por mil gramos de sangre al momento del
accidente. A los fines de su comprobación queda establecido que la cantidad de alcohol en
la sangre de una persona, desciende a razón de 0,11 gramos por mil cada hora.

A su vez los artículos refieren:

Art. 70. “El asegurador queda liberado sí el tomador o el beneficiario provoca el siniestro
dolosamente o por culpa grave. Quedan excluidos los actos realizados para precaver el
siniestro o atenuar sus consecuencias, o por un deber de humanidad generalmente
aceptado”.

Art. 114. “El asegurado no tiene derecho a ser indemnizado cuando provoque dolosamente
o por culpa grave el hecho del que nace su responsabilidad”

Existe una diferencia clara en la carga probatoria por culpa grave del conductor y por el
estado de ebriedad (culpa objetiva) del mismo. La jueza en el fallo refiere y explica dicha
distinción en el punto 2 de la sentencia cuando dice “si bien es cierto que los arts. 70 y 114
de la Ley de Seguros, prevén la exclusión de cobertura por _culpa grave del asegurado, lo
cierto es que la misma funciona en forma autónoma e independiente de la descripta supra,
siendo aquélla (la de alcoholemia o ebriedad), y no ésta (la de culpa grave), la
expresamente invocada en el caso por la compañía aseguradora, tal como claramente se
expresa a fs. 241/253 vto.
La distinción no es irrelevante ni bizantina, pues se ha dicho con acierto que, si bien el
mismo hecho puede desencadenar en la aplicación de ambas causales de exclusión de
cobertura, sostener que son situaciones semejantes constituye un error de concepto. Y es
que mientras la exclusión por culpa grave configura una causal subjetiva y de origen legal;
la de alcoholemia o ebriedad _en cambio- configura una causal de origen contractual que
funciona objetivamente, es decir, en abstracto, por el solo hecho de su configuración, no
requiriendo _a diferencia de lo que ocurre con la causal de culpa grave- la prueba adicional
de la representación del siniestro que debió haber tenido el asegurado o conductor, bastando
con que la aseguradora demuestre el extremo de que tal caso objetivo se dio en la realidad
(cfr. ABBAS, Ana, _Conducción en estado de ebriedad y cobertura, en RCyS 2013-VI,
197)”.

29. El estado de ebriedad comprobada o la negativa a realizar el test de alcoholemia es


considerado por la ley como causa objetiva de responsabilidad y causa consecuentemente la
exclusión de cobertura por parte de la aseguradora. Una vez probada la alcoholemia o la
negativa, no se necesitan demostrar los supuestos subjetivos que impulsaron al demandado
para comportarse de tal forma, ni importa si su actuar fue doloso o culposo, ya que la mera
comprobación del estado fáctico es razón suficiente para concretar la exclusión de
cobertura.

30. En el punto 3 de la sentencia la jueza determina la oponibilidad al asegurado como a la


víctima y hace referencia al fallo Buffoni de la CSJN. La oponibilidad de las clausulas del
contrato, explica la Corte, no se limitan al asegurado firmante, sino también a los terceros.
Esto se debe a que los mismos se relacionan con el contraro como terceros, ya que no
fueron parte del contrato, y por lo tanto deben atarse a las clausulas por él indicadas.

31. El párrafo hace referencia a uno de los principios básicos del derecho “la ley especial
prima sobre la ley general”, por lo cual, aún siendo la ley general posterior a la ley especial,
será la especial la que deba aplicarse por sobre la general. Ejemplo de este, y esa donde
lleva el fallo, es el caso que se da entre la Ley de Defensa al Consumidor que es posterior a
la Ley de Seguros.

32. Al producirse un caso de –no seguro- se considera que la póliza no rigió desde el
principio y es ese el motivo por el cual no se requiere la comunicación de la declinación de
cobertura al asegurado dentro del plazo establecido por la ley, ya que en el contrato se
manifestó explícitamente la postura de la aseguradora.
33. En el inicio de la cuestión la jueza aclara que se analizará a los ojos del C.C. y que
como es habitual en estos casos, no se han controvertido los hechos. Lo que sí es cuestión
de debate es la imputación fáctica y jurídica del accidente. Al ser un vehículo una cosa
riesgosa, se presume la responsabilidad de quien fuera dueño y guardián del mismo, en este
caso M. Tanto para M como para la Municipalidad se les imputa responsabilidad objetiva y
no subjetiva, al primero por su conducción ebrio y a la segunda por el mantenimiento de las
veredas. Al ser comprobado el estado regular de las veredas es lógico la eximision de
responsabilidad de la Municipalidad de Paraná, a su vez, M acepta parte de la
responsabilidad pero manifiesta que no le corresponde la totalidad de la misma debido al
accionar imprudente de la víctima. La jueza lo entiende de esa forma y es por eso que se le
atribuye un 60% de responsabilidad a M y un 40% a G.

34. La jueza parte de la premisa de responsabilidad de M por ser él quien introduce en la


vía pública un cosa riesgosa, ya que el demandado es dueño y guardián del vehículo. La
parte actora debe demostrar que es el demandado quien conducía el vehículo y que a su vez
es el dueño.

En cuanto a lo referido contra la Municipalidad de Paraná, se tiene en cuenta las ordenanzas


municipales sobre la conservación y estado de las veredas. La Municipalidad debió probar
que el estado de la vereda era regular y que no fue causal de intransitabilidad que obligara a
la victima a bajar a la calle. Ofrecería como prueba los informes de accidentología vial que
prueban el estado regular de la misma, a su vez agregaría fotografías de la vereda y podría
solicitar el reconocimiento del lugar por la autoridad judicial.

Cuando refiere a que la causa debe ser adecuada, explica que la misma debe ser evidente y
notoria a la luz de la razón para romper el nexo causal,

En la sentencia se afirma que la causa debe ser adecuada, quiere decir que la misma sea
notoria y evidente a la luz de la razón para romper total o parcialmente el nexo causal
establecido por la ley, y que la misma sea ajena o extraña a los demandados.

35. El fallo refiere en el punto 8) a la conducta de la victima diciendo “Dicho en otras


palabras, la propia conducta de la actora damnificada es "concausa" del daño por ella
sufrido y en tanto co-autora material del mismo, lo debe soportar en esa medida”.

El reproche que se le realiza a la parte actora se fundamenta en que realizó una conducta
(caminar por la calle de forma violatoria a la ley de tránsito) que fue descuidada y
negligente y que esa conducta contribuyó a causar el accidente. La parte actora demanda a
la Municipalidad de Paraná aludiendo al estado intransitable de la vereda, lo que motivó a
la víctima a caminar por la calle, pero en el legajo penal se demostró el estado regular de la
vereda, lo cual fundamenta la eximición de responsabilidad del Municipio.

36. En esa expresión la jueza analiza el estado de la vereda en búsqueda de la causa del
accidente, pero no la encuentra. La vereda según el legajo penal se encuentra en estado
regular, siendo de tierra y pasto (lo que permite la ordenanza local) y además los testigos
manifiestan que dos compañeros de la victima sí iban caminando por la vereda al momento
del accidente.

37. La sentencia realiza las siguientes aclaraciones previas:

“…no sin antes efectuar las siguientes aclaraciones previas:

a)- Incumbe a la parte actora la carga de demostrar la existencia de los daños que reclama y
su relación causal con el hecho acaecido; ello, sin perjuicio de la estimación judicial del
monto resarcible en caso de insuficiencia probatoria en orden a su cuantificación (art. 162,
CPCC). Tal carga probatoria es _por lo demás- la que actualmente consagra el art. 1744 del
CCyC.

b)- Si bien la legitimación -activa y pasiva-, así como los presupuestos configurativos de la
responsabilidad civil nacida de un hecho ilícito se juzgan de acuerdo a la ley vigente al
momento en que dicho hecho se consuma (cfme. lo dicho en consid. 5º, segundo párrafo),
no ocurre igual con la determinación del quantum indemnizable por las consecuencias de
los daños resarcibles, las que son alcanzadas por la regla de aplicación inmediata de la
nueva ley, conforme se desprende del art. 7º del CCyC. Esta conclusión conduce a su vez a
la determinación y/o cuantificación de la indemnización de ciertos rubros indemnizatorios a
valores vigentes a la fecha de la sentencia (o bien, a la fecha establecida para el cómputo
y/o cálculo del monto indemnizatorio), pues sobre el punto resulta de aplicación inmediata
también lo dispuesto por el art. 772 del CCyC. –

c) Finalmente, no debe confundirse la lesión como afectación de determinada esfera de la


persona con los concretos daños que dicha lesión puede acarrear, pues lo indemnizable no
es la lesión en si misma considerada sino las concretas consecuencias o efectos disvaliosos
que la misma acarrea en la víctima, ya sea en lo patrimonial, en lo espiritual, o en ambas
esferas a la vez. La indemnización comprende -en definitiva- el producto o el resultado
negativo (patrimonial y/o espiritual) de la violación del derecho, bien o interés de la
víctima. Tal criterio, sostenido por la doctrina mayoritaria durante la vigencia del Código
de Vélez, es recogido hoy en los arts. 1737 y 1738 del CCyC, e importa sostener que si bien
el concepto jurídico daño consiste en la lesión de un derecho o interés no reprobado por el
conjunto del ordenamiento jurídico, no existen terceras categorías de daños con autonomía
resarcible (daño biológico, estético, psicológico, a la vida de relación, etc.), ya que la
indemnización admite sólo dos especies: patrimonial o no patrimonial, o ambas (cfr.
GALDOS, Jorge M., en "Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado", Lorenzetti
(dir), Rubinzal Culzoni, t. VIII, p. 473 y ss). –

38. En la aclaración c) referida en la consigna anterior, la jueza manifiesta que lo


indemnizable no es la lesión en sí misma, sino la concreta consecuencia o efecto dañino
que la misma genera en la víctima, ya sea en lo material, espiritual o en ambas esferas a la
vez. El medio probatorio adecuado para la lesión es el de la pericia médica o psicológica/
psiquiátrica. El abogado de la demandada debe apelar fundadamente su oposición a dicha
pericia.

39. No se indemniza lo reclamado sobre el TEC debido a que, como se aclaró en la


consigna anterior, lo indemnizable no es la lesión en sí misma sino que se repara las
repercusiones de la misma sobre la víctima. En este caso el TEC no generó consecuencias
disvaliosas de relevancia sobre la víctima.

40. Para determinar el porcentaje de incapacidad la jueza utiliza como método de cálculo la
capacidad productiva residual (método Balthazar). La sentencia refiere al mismo:
“Aplicando tal método a las cifras parciales indicadas en la pericia de autos (100 - 14 = 86;
86 x 4 /100 = 3,44; 86 - 3,44 = 82,56; 100 - 82,56 = 17,44 %), se obtiene una incapacidad
total del 17,44%”. De no haber aplicado este método, la indemnización por incapacidad
sobreviniente hubiera sido del 18%.

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