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El hombre: Alma y Cuerpo

Sesión 7
Esquema:
I. El cuerpo humano
A. La persona y su cuerpo
B. El cuerpo y el cristianismo
1) El hombre imagen de Dios
2) El hombre caído
3) El hombre imagen de Cristo
C. Ascesis cristiana y compromiso temporal
II. ¿Qué es el alma?
III. El alma espiritual
A. El reduccionismo cientificista
B. Un falso dilema: contraponer la ciencia y la fe
C. C¿Por qué el hombre es un ser espiritual? 1) La estructura biológica humana exige la
dimensión espiritual del hombre. 2) El conocimiento intelectual muestra la dimensión
espiritual del hombre 3) La libertad humana requiere la dimensión espiritual del hombre
D. III. El alma en la Biblia
E. IV. El cristianismo y el concepto de alma A. Platón B. Santo Tomás de Aquino C.
Enfoque personalista: D. Conclusión
Profundiza tu fe:
1. ¿Cuál es la composición del hombre?

2. ¿Cuál es la consideración que el cristiano debe tener


hacia su cuerpo?

3. ¿Qué entendemos por alma espiritual?

4. ¿Cómo se explica la unidad sustancial del hombre?

5. ¿En qué nos asemejamos más a Dios? ¿Qué quiere


decir que somos imagen de Dios?
“Analizados los actos de la persona, vemos en esta parte
la estructura que los sustenta. Si hay actos materiales,
tiene que haber una causa material; si hay actos
espirituales, tendrá que haber también una estructura
causal espiritual. Los actos cambian; la estructura
permanece. Esta estructura constituye las dimensiones
fundamentales de la persona”

Ramón Lucas Lucas, “Explícame a la persona”


I. El cuerpo humano
La persona se compone
de cuerpo y alma, no
sólo de uno de los dos.
Yo no poseo mi cuerpo,
soy yo mismo. Mi
cuerpo es la condición
para relacionarme con el
mundo donde vivo.
A. La persona y su cuerpo
El hombre es persona no sólo
por su autoconciencia y
autodeterminación, sino
también por su propio cuerpo.
La actividad humana manifiesta la
persona y se presenta a sí
misma, en toda su materialidad,
como cuerpo humano.
La individualidad de la persona
se manifiesta en el cuerpo;
tanto el cuerpo como el espíritu
participan en todo acto humano.
El yo espiritual se expresa
a través del cuerpo; se
envían las señales de la
propia identidad. El
rostro es la identidad
visible de la persona;
cada uno se reconoce en
su rostro pues es la
parte más expresiva.
Tengo un cuerpo y soy
mi cuerpo; pero no
tengo un cuerpo como si
éste fuera un objeto
externo a mí; ni
tampoco soy un cuerpo
en una identidad tal que
no me permita la
posibilidad de
distinguirme de él.
De aquí se desprende la
dimensión moral. La vida
corporal humana es
depositaria de todas las
propiedades de la
persona humana como
ser espiritual. Por eso, la
vida corporal humana
participa de la dignidad de
la persona, de sus
decisiones, de sus luchas
y de su intangibilidad.
B. El cuerpo y el cristianismo
“El valor de la corporeidad atañe a la reflexión filosófica pero
también a la teología cristiana. La naturaleza encarnada del
espíritu humano adquiere un papel fundamental en relación
con Dios y la salvación de la persona. No hay duda de que la
visión que se posee de la corporeidad influye fuertemente
en la idea que tenemos de Dios. Como demuestra la historia,
una visión oscurantista del cuerpo lleva a la concepción de
un Dios terrible y vengativo. El desprecio del cuerpo
conduce frecuentemente a un Dios alejado del hombre, que
juzga y castiga. La religión y la moral se transforman en
relaciones de ≪temor y temblor≫, más que de confianza y
amor. El cristiano no puede desentenderse del cuerpo sin
dañar su misma espiritualidad”
La filosofía cristiana del
cuerpo se basa en la
convicción de que el
hombre es espíritu
encarnado, creado a
imagen y semejanza de
Dios y, por tanto, el
concepto cristiano del
cuerpo es equidistante de
los dos extremos opuestos:
del desprecio
espiritualista-dualista y de
la divinización
1) El hombre imagen de Dios
El hombre es imagen de Dios tanto en el nivel esencial
como en el nivel funcional.
a) A nivel funcional.
El texto del Génesis 1,26:,
privilegia el aspecto
funcional; aquí la
definición del hombre
como imagen de Dios se
aplica a la misión que
tiene en la creación.
b) A nivel esencial.
El texto de Génesis 1,27:,
intenta caracterizar al
hombre más en su ser que
en su actuar; entre el
hombre y Dios media una
relación de semejanza que
se realiza en el nivel del
ser.
2) El hombre caído
El pecado original tocó tanto la realidad espiritual
como la material y corpórea. Así el hombre, a través de
sus facultades espirituales, tiende al orgullo, al poder, a
la ambición, a la vanidad, al egoísmo; y a causa de sus
impulsos corporales tiende al placer, a la satisfacción de
las tendencias sin control ni medida, a la pereza y el
trabajo.
3) El hombre imagen de Cristo
La gracia es fruto de la
redención obrada por Cristo,
y es tal que para redimir al
hombre ≪el Verbo se hizo
carne≫ (Jn 1,14). Cristo
asumió en su realidad el
cuerpo humano naciendo
de una mujer con todas
sus consecuencias, física o
morales. (Gal 4,4; Jn 4,6-7;
Lc 22,44).
C. Ascesis cristiana y compromiso temporal
La ascesis no es un
desprecio hacia el
cuerpo, ya que no se
refiere sólo a la
corporeidad, engloba a
todo el hombre y, quizás
sobre todo al espíritu. En
una visión cristiana
unitaria del hombre, el
cuerpo no es la ≪parte
inferior≫ que se rebela
contra la ≪parte
superior≫ formada por el
II. ¿Qué es el alma?
«Hace falta ser un bárbaro intelectual para afirmar
que la realidad es únicamente lo que podemos ver
mediante métodos científicos».
(Berger)
El Hombre, espíritu encarnado, Compendio de
Antropología filosófica, (Ramón Lucas Lucas)
Ontológicamente, el
hombre está compuesto de
cuerpo y alma. Sin
embargo, el hombre no es el
único ser creado del mundo
material que cuenta con esta
ontología. Tenemos las
plantas y los animales que
también tienen cuerpo y
alma; las primeras, vegetal
y, los segundos, irracional.
El alma es la forma sustancial o principio vital del ser
vivo.
El concepto de alma es universal. Podemos encontrar
estas ideas preponderantes:
-Etimológicamente, la palabra alma, viene de del latín
“anima” que cuya traducción es alma y significa algo
que está animado, que tiene animación. Todo ser vivo
tiene un alma ya que está animado.
- Hablar de alma,
también es hablar de
trascendencia, aplicable
sólo al alma humana por
las características
espirituales o racionales
que ésta presenta; es lo
que permanece después
de la muerte.
- El concepto de alma
también se suele
relacionar con las
actividades
intelectuales propias
del hombre y de ahí
toma su carácter
espiritual que le
corresponde sólo a la
naturaleza humana.
III. El alma espiritual
El hombre es el ser
intermedio, entre la materia
pura y el espíritu puro. Es
un ser que participa de
tres dimensiones:
orgánica, psíquica y
espiritual. En él se da
siempre una parte oculta,
escondida y misteriosa. El
espíritu es invisible. ¿Cómo
lo conocemos? Invisible no
quiere decir irreal.
El ser humano es a la vez espíritu y cuerpo. La persona
no se puede reducir a una de sus partes: o sólo
espíritu o sólo cuerpo. ¿Cómo puede ser captado lo
viviente y lo concreto por el entendimiento? ¿Qué
relación tienen las categorías abstractas y la realidad
concreta? Mientras la inteligencia piensa con categorías
abstractas, la materialidad se da con seres concretos.
Lo espiritual es real, pero
de una realidad diversa
de la materia. Se conoce
mediante sus
manifestaciones, como el
amor lo reconocemos
mediante los actos
concretos... El espíritu
humano, invisible a los ojos
del cuerpo, es conocido por
sus manifestaciones
A. El reduccionismo cientificista
La ciencia es la búsqueda de
la verdad de lo real; el
cientificismo cree que sólo
lo material, lo medible y
verificable empíricamente
es real; las realidades
espirituales, éticas, religiosas,
al no ser materiales, no serían
reales. La ciencia es de gran
valor, y puede decirnos
mucho sobre el hombre, dada
su realidad material.
«Cuando los científicos desprecian la filosofía, corren el
riesgo de caer prisioneros de filosofías no científicas,
que pueden frenar o incluso hacer descarrilar el tren de
sus investigaciones»
(Bunge, filósofo de la ciencia)
El verdadero problema no
está en negar la existencia
de las realidades
espirituales y meta
empíricas, sino en querer
justificar su existencia y
en querer aferrarlas
como se aferran las
realidades materiales.
Para conocer al hombre
hay que ir más allá del
cientificismo. Einstein,
Galileo y Pasteur han
considerado que el
problema en realidad es un
falso problema. Se trata
más bien de contrastes. En
un dilema, los términos se
oponen el uno al otro y
obligan a elegir entre ellos.
B. Un falso dilema: contraponer la ciencia y
la fe
«los hombres sienten desprecio por la religión, le tienen
odio y temen que sea verdadera. Para curar esto es
necesario comenzar por mostrar que la religión no es
contraria a la razón»
(Pascal).
Galileo afirma que la
ciencia natural y la
Sagrada Escritura
expresan, con dos
lenguajes diferentes, la
misma verdad, con un
método propio y
autónomo que requiere
rigor. Una verdad de fe,
no puede contradecir ni
ser contradicha por una
verdad científica.
C. ¿Por qué el hombre es un ser espiritual?
1) La estructura biológica
humana exige la dimensión
espiritual del hombre.
Biológicamente, el hombre se
presenta como un ≪ser
insuficiente≫; es menor dotado
que el resto de los animales y
sin embargo prevalece y supera
a los demás. Su misma
estructura biológica limitada
exige una estructura ultra-
biológica. Esta instancia es lo
que llamamos la racionalidad o
dimensión espiritual.
2) El conocimiento
intelectual muestra la
dimensión espiritual del
hombre
Una facultad espiritual como
la inteligencia forma parte de
la esencia del hombre y es
también manifestación de
ella. Por eso, de la
espiritualidad del acto de
pensar se llega a la
espiritualidad de la facultad
que lo produce, y de esta a la
esencia que la hace posible.
3) La libertad humana
requiere la dimensión
espiritual del hombre
El hombre escapa a esta
determinación instintiva y
no solo controla las
propias tendencias, sino
que además puede actuar a
propósito contra ellas.
Esta capacidad
manifiesta una libertad
interior, que
independiente de la
materia, se presenta
III. El alma en la Biblia
En el Antiguo Testamento hay un silencio o se habla de una
cierta pervivencia personal en el sheol.
En la terminología que emplea hay que distinguir el ruah
(vitalidad) y el nefesh (hace referencia a la pervivencia personal);
ambas nociones no se corresponden exactamente. Muy
tardíamente pasan dos cosas (en los profetas Isaías y Ezequiel):
 Dios va a congregar a Israel, de ahí la idea de resurrección.
 - En los escritos griegos (Deuterocanónicos) aparece la idea de
un alma que vuelve a Dios. Cuando el hombre muere, sale el
alma (Gen 35, 18), es exhalada (Jer 15,9); si resucita, vuelve el
alma a él (1Re 17,21)
Cristo habla claramente de una
vida tras la muerte, (perspectiva
escatológica) esta vida es eterna.
Esta vida la da Jesucristo por el
Espíritu Santo.
La manifestación más importante
de esta vida es la Resurrección
de Jesucristo. Todos los
hombres que se unan a Cristo
van a resucitar.
Hay una doble muerte: La
corporal y la del pecado.
Hace referencia a la situación
tras la muerte de los que están
o no junto a Cristo, son
distintas.
“Quien quiera salvar su vida
la perderá, pero quien pierda
su alma por causa mía la
hallará” (Mt 16,25s; Mt
10,39; Lc 14,26; Jn 12, 25)
IV. El cristianismo y el concepto
de alma
A. Platón
El cristianismo concuerda con sus
ideas acerca de Dios, de lo espiritual,
del alma; no sin antes hacer unas
correcciones:
- No a la preexistencia de las almas.
 No a la reencarnación o
transmigración.
 - El cuerpo, contrario a lo que piensa
Platón, es parte esencial del ser
humano y necesario para su
perfección.
B. Santo Tomás de Aquino
La relación alma y cuerpo es hilemórfica. La unión entre cuerpo
y alma es sustancial, no accidental. El alma es la forma del
cuerpo. El alma humana es una sola, dotada de tres potencias:
vegetativa, sensitiva e intelectual. Los actos de la potencia
intelectual son sólo realizados por el alma y no puede producirlas
el cuerpo. Una vez muerto el cuerpo, el alma continúa viviendo
y produciendo actos espirituales. Las funciones sensitivas y
vegetativas son realizadas tanto por el alma como por el cuerpo y
cesan al momento de separarse el alma del cuerpo.
Muy distinta es el alma de los animales, que es el
principio vital y unificador de la vida animal. Siendo
que no puede realizar actos espirituales, este tipo de
alma se extingue en el mismo momento en que
muere el cuerpo.
C. Enfoque personalista:
“Dios no es Dios de muertos sino de vivos, Porque para
Él todos viven” (Lc 20,38). En 1979 la Sagrada
Congregación para la Doctrina de la Fe afirmó que en el
hombre hay un yo que pervive y por tanto hay
identidad entre la muerte y la resurrección; es el
mismo el que muere y el que resucita.
D. Conclusión:
Cuando uno muere, el tiempo físico se acabó.
Aristóteles dice que el tiempo es la medida del cambio.
El alma es un concepto esencial para para el
cristianismo. El hombre está compuesto por un cuerpo
material que es temporal y por un alma espiritual que
es inmortal. El hombre por su característica espiritual
está hecho para vivir en la eternidad con Dios.

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