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Universidad de Guadalajara

Centro Universitario de Ciencias de la Salud

Licenciatura en medicina

Biología Molecular

Terapia celular de sobreexpresión de enzimas antioxidantes en células β


pancreáticas en pacientes con DMII con síndrome de glucolipotoxicidad severo.

Enrique Hernández Villaseñor

Martes, Jueves y Sábado 9-11 a.m.

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Índice.

Presentación --------------- 1
Índice ------------------------- 2
Introducción ---------------- 3
Marco teórico -------------- 4
Propuesta de terapia----- 9
Aplicación de terapia----- 10
Resultados esperados--- 11
Conclusiones -------------- 12
Bibliografía ----------------- 13

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INTRODUCCIÓN

La diabetes mellitus es un padecimiento de actualidad, ocupa los primeros lugares


de mortalidad y morbilidad, junto con otras enfermedades multifactoriales, en
muchos países. En este trabajo hablaremos de la diabetes mellitus tipo II que es
una enfermedad multifactorial relacionada en gran medida con el estilo de vida
sedentario y la dieta hipercalorica a la que la mayoría de la gente está adecuada,
sin excluir la influencia genética. Es un grave problema sanitario tanto por la
prevalencia dela enfermedad como por las graves complicaciones crónicas que
desarrollan los pacientes. Se tenía previsto que para el año 2000 hubiera 171
millones de pacientes y para el año 2030 366 millones de pacientes con DMII, una
cantidad enorme de enfermos. Deprimentemente un porcentaje considerable de
enfermos con DMII no sabes que lo están, lo que aumenta mucho el riesgo
desarrollar expresiones más fuertes de la enfermedad con patologías añadidas; y
por si fuera poco otro porcentaje de enfermos que están conscientes de su
condición no sigue las medidas adecuadas para tratar de “recobrar” su salud, lo
que lo expone a desarrollar gravedad en su salud. Es esas personas a las que
está dirigida esta terapia, es una manera de, habiendo “perdido la oportunidad de
recobrar la salud”, dar una segunda oportunidad de mejorar, siempre y cuando se
adquiera el compromiso. En las páginas siguientes se tocaran las bases
moleculares en las que está basado este trabajo y observaremos que no
intentaremos abordar la patología desde los enfoques clásicos que tienen que ver
con los receptores de insulina o los genes de la secreción de dicha hormona, este
trabajo más bien está encaminado a proponer un terapia dirigida a las células
productoras de la hormona dándoles más resistencia al fenómeno que produce su
reducción y final exterminio. Es una propuesta que también incluye más
profesiones aparte de un médico, es necesaria la participación de psicólogos,
nutriólogos y preparadores físicos para dar una recuperación integra, pues se
necesita el cambio de vida del paciente, se le otorga una tentativa segunda
oportunidad que tiene que aprovechar, y ciertamente muchas veces los humanos
no comprendemos el valor de las cosas, por ejemplo de la salud, hasta que las
perdemos, esto nos supone un impulso para el cambio y la integración a una vida
más plena.

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Marco teórico

La diabetes tipo 2 es una enfermedad multifactorial donde los factores genéticos y


ambientales están íntimamente relacionados. Podemos decir de manera
simplificada, que todo empieza con una hiperglucemia crónica y un síndrome de
resistencia a la insulina con una posterior hiperinsulinemia, aún no se ha decidido
bien si la resistencia a la insulina es una respuesta a la hiperinsulinemia
provocada por la hiperglucemia o si la hiperinsulinemia se produce por la
resistencia a la insulina por los procesos a nivel molecular que produce
desensibilización del receptor. El problema a fin de cuentas es el desequilibrio
hormonal y metabólico del organismo y éste tratara de mantener la normoglucemia
a toda costa provocando al principio la hiperplasia e hipertrofia de las células β del
islote de Langerhans en el páncreas lo que produce un incremente en la
secreción de insulina como mecanismo compensador. Pero como suele pasar
en la mayoría de los casos la ingesta de carbohidratos se mantiene en niveles
elevados lo que sigue exigiendo un esfuerzo adicional a las células β causando
una disfunción de dichas células, pues cuentan con mecanismos regulación para
estas situaciones, estos mecanismos no son eternos. Esta hiperglucemia e
hiperlipidemia, por lógica, causan gran daño en las células β pues hay que
recordad que la glucosa entra de una manera muy fácil en su interior al igual de
los lípidos y con niveles altos de estos dos habrá algunas complicaciones que con
el tiempo se volverán graves. El trabajo se aglutina en torno a una idea central
conocida como “hipótesis de la toxicidad a los nutrientes” de la que derivan la
“glucotoxicidad”, para el caso de la glucosa, y la “lipotoxicidad”, para los ácidos
grasos. Estos fenómenos suelen aparecer juntos y se le define como síndrome de
glucolipotoxicidad cuando los mecanismos de regulación ya han sido vencidos.
Este síndrome causa grandes estragos a mucho niveles por ejemplo a nivel
genético y metabólico.

En estos casos de glucolipotoxicidad, la historia se complica y la glucosa es capaz


de modificar directa e indirectamente diversos programas génicos que
desembocarían en la producción de profundos cambios fenotípicos.

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Así se ha observado en diversos modelos experimentales animales y de células
cultivadas, que la alta concentración de glucosa modifica los niveles de expresión
del gen codificador del transportador de glucosa GLUT2, activa la primera enzima
de la vía glucolítica, la glucoquinasa (GK), y causa una inducción coordinada de
genes que codifican enzimas de la glucólisis, anaplerosis y lipogénesis. Todos
estos efectos
vienen acompañados con una activación temprana de genes implicados en la
regulación del ciclo celular como c-myc, c-fos, c-jun, zif-268 o nur-77. En estos
casos se observa una desdiferenciación de la propia célula β, que comienza a
expresar proteínas típicas de estadíos primitivos en el desarrollo, como son la
hexokinasa I o la lactato deshidrogenasa-A, enzimas que raramente aparecen en
la célula β madura. Todos estos cambios vienen acompañados de otros cambios
metabólicos y funcionales, como es una curva de secreción de insulina alterada.
La disminución de la expresión del gen de la insulina después de una prolongada
exposición a elevados niveles de glucosa, se asoció a menor actividad de dos
factores de transcripción: PDX 1 (pancreatic-duodenal homeobox-1) y MafA como
a un incremento en la expresión de represores de la transcripción del gen de la
insulina C/EBPβ, y el protooncogén c-myc. También se produce disminución de la
expresión del factor de transcripción Nhx6.1 implicado en la diferenciación de la
célula beta y como consecuencia se produce una inhibición de la formación
celular, lo que se traduce a un reducción de la masa de células β. Y en las
alteraciones metabólicas de observa el deposición de glucógeno, flujo glucolítico
aumentado, al igual que los procesos anapleróticos y lipogénicos, con una
marcada producción de triglicéridos y lípidos complejos, y es aquí donde se
produce otros de los mayores problemas por glucolipotoxicidad, por el aumento de
las vías metabólicas de glucosa y lípidos pues se genera un exceso de estrés
oxidativo.

El estrés oxidativo se genera a través de la generación de sustancias reactivas del


oxígeno (ROS). Para que esto ocurra, la reducción del oxígeno debe generar
radicales libres en exceso, que superen los mecanismos antioxidantes de la
célula. El aumento de la concentración de glucosa intracelular, se acompaña de un
incremento en el consumo de oxígeno del 65-75%. La respiración mitocondrial
genera liberación de electrones, que al interaccionar con oxígeno forma anión
superóxido (O-), que puede hallarse en altas concentraciones al igual que otros
radicales libres, como peróxido de hidrógeno (H 2O2) e ion hidroxilo (HO-) el cual
puede reaccionar con óxido nítrico (ON) y formar peroxinitritos, posibilitando el
riesgo de peroxidación de lípidos con daño de la membrana celular y deterioro del
ADN. Por ello la mitocondria cuenta con sustancias antioxidantes como glutation,
superóxido dismutasa y catalasas que remueven los radicales libres, pero la
concentración de estas enzimas son extremadamente bajas (alrededor del 1% en
comparación a células hepáticas) no pudiendo responder ante aumentos
suprafisiológicos en la producción de ROS, como ocurre en estados de
glucolipotoxicidad.

Un organelo que se ve afectado por los ROS de una manera más sensible es el
retículo endoplasmatico rugoso (RER) pues estos ROS van a tender a unirse a los
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residuos de las proteínas y aún más a las que no están plegadas lo que se va a
traducir una disfunción de ellas, el RER en respuesta a la mala producción de
proteínas empezara a producir más moléculas chaperonas. Pero se crea otro
problema pues el NO se une a los canales de Ca en la membrana del RER y los
bloquea lo que impide la entrada de Ca, el calcio es muy importante en la
formación y trabajo de las chaperonas.

Esto este caos intracelular ocasionado por la glucotoxicidad y la lipotoxicidad con


su subsecuente estrés oxidativo va a ser monitoreado en la célula por la
mitocondria que está muy relacionada con los procesos de apoptosis. Pues bien
este desequilibrio tanto genético como metabólico y molecular va a llevar a la
célula β a su destino final, la apoptosis. La apoptosis se da por varios factores, en
situaciones de glucotoxicidad se puede activar la vía de apoptosis a través de la
mayor expresión de receptores Fas que unido a su ligando, desencadena una
cascada de reacciones que lleva a la activación de caspasas, presentes en forma
de zimógenos en citoplasma, núcleo, mitocondria y RE; para ello, se produce el
clivaje que activa a la caspasa 8 que a su vez activará la caspasa 3 que media la
fragmentación del ADN. La disfunción mitocondrial puede liberar citocromo C al
citoplasma donde se une al factor activador 1 de proteasa apoptótica (Apaf 1), y
activan a la caspasa 9 que desencadena señales que culminan con caspasa 3 y
caspasa 7 activas. Más parte la lipotoxicidad produce un aumento de 3 a 4 veces
la expresión de caspasa 3 y de genes proapoptóticos como Bax con disminución
de genes antiapoptosis como el Bcl-2, lo que propicia la salida de citocromo c de
la membrana mitocondrial, con la subsecuente apoptosis. Y a este punto hay un
reducción progresiva de la masa de células que se traduce en la disminución de
secreción de insulina hasta su cese.

El estrés oxidativo es un proceso normal a nivel celular, de hecho es como dicen


muchos, una de las causas del envejecimiento, pero las células cuentan con
mecanismos para contrarrestar este estrés oxidativo ya mencionamos algunas
enzimas tales como glutatión, superóxido dismutasa y la catalasa entre otras.
Vamos a hablar un poco de estas enzimas antioxidantes.

El sistema de defensa antioxidante está constituido por un grupo de sustancias


que al estar presente en concentraciones bajas con respecto al sustrato oxidable,
retrasan o previenen significativamente la oxidación de este. Como sustrato
oxidable se pueden considerar casi todas las moléculas orgánicas o inorgánicas
que se encuentran en las células vivas, como proteínas, lípidos, hidratos de
carbono y las moléculas de ADN. Los antioxidantes impiden que otras moléculas
se unan al oxígeno, al reaccionar o interactuar más rápido con los radicales libres
del oxígeno y las especies reactivas del oxígeno que con el resto de las moléculas
presentes, en un determinado microambiente (membrana plasmática, citoplasma,
núcleo o líquido extracelular). La acción del antioxidante es de sacrificio de su
propia integridad molecular para evitar alteraciones de moléculas (lípidos,
proteínas, ADN, etc.). Su acción la realizan tanto en medios hidrofílicos como
hidrofóbicos y los antioxidantes actúan como moléculas suicidas, ya que se oxidan
al neutralizar al radical libre, por lo que la reposición de ellos debe ser continua,
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mediante la ingestión de los nutrientes que los contienen o por su sintesis.
Algunas de las moléculas antioxidantes más importantes son las siguientes:
Catalasa (CAT). Tiene una amplia distribución en el organismo humano, alta
concentración en hígado y riñón, baja concentración en tejido conectivo y epitelios,
prácticamente nula en tejido nervioso y se localiza a nivel celular: mitocondrias,
peroxisomas, citosol (eritrocitos); presenta 2 funciones fundamentales: catalítica y
peroxidativa y forma parte del sistema antioxidante CAT/SOD que actúa en
presencia de altas concentraciones de peróxido de hidrógeno.
Glutatión peroxidasa (GPx). Es una enzima selenio-dependiente, cataliza la
reducción de peróxido de hidrógeno a lipoperóxido (L-OOH), usa como agente
reductor el glutatión reducido (GSH) y se localiza en: citosol (eritrocitos), lisosomas
(neutrófilos, macrófagos y otras células del sistema inmune). Existen 3 formas de
GPx: GPx-c o forma celular, tiene mayor afinidad por el peróxido de hidrógeno que
por el lipoperóxido; GPx –p o forma extracelular, presenta afinidad semejante para
ambos sutratos; GPx-PH, tiene afinidad específica para los lipoperóxidos. Las
formas GPx-c y GPx-p no son capaces de utilizar los lipoperóxidos.
Superóxido dismutasa. Su distribución es amplia en el organismo, está formada
por un grupo de enzimas metaloides: Cu-SOD y Zn-SOD que contienen cobre y
cinc en su sitio activo y se encuentran en el citosol y en el espacio inter-
membranoso mitocondrial; Mn-SOD que contiene manganeso y se localiza en la
matriz mitocondrial; Fe-SOD que contiene hierro y se localiza en el espacio
periplasmático de la E. Coli. Estas enzimas dismutan el oxígeno para formar
peróxido de hidrógeno y su principal función es la protección contra el anión
superóxido.

Por otra parte existen terapias que van dirigidas a tratar la carencia o poca
población de células β, una de esas terapias son los injertos o trasplantes de
islotes de Langerhans en los pacientes con diabetes como un tipo de terapia
celular. El trasplante de islotes ofrece ventajas comprobadas como son el bajo
riesgo del procedimiento, su realización en régimen casi ambulatorio y la facilidad
para llevar a cabo repetidos trasplantes. Como objetico de más largo alcance, el
trasplante de islotes pretende evitar la necesidad de tratamiento inmunosupresor,
y para ello se investigan estrategias basadas en el uso de métodos para separar
físicamente los islotes del sistema inmunológico (encapsulación) o en la
modificación de las características inmunogénicas de los islotes trasplantados.

La obtención de los islotes se lleva a cabo a partir de páncreas de donantes


multiorgánicos mediante el método de Ricordi. Los elementos fundamentales del
proceso son la digestión mediante colagenasa y la purificación posterior mediante
centrifugación. El páncreas es transportado en frio al laboratorio desde el
quirófano donde se distiende por la inyección intraductal de la solución que
contiene la colagenasa y se coloca en una cámara de Ricordi conectada a un
circuito cerrado con recirculación constante de la solución a temperatura
controlada, para ser digerido por la combinación de la acción enzimática de la
colagenasa y la agitación suave de la cámara. El proceso se mantiene hasta la
separación de los islotes del páncreas exocrino, lo que requiere una toma
secuencial de muestras que se monitorizan bajo el microscopio para identificar los
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islotes y detener la digestión en el momento adecuado, ya que una digestión
demasiado corta no permite la separación de los islotes y una digestión
prolongada conlleva su destrucción.
La preparación obtenida es a continuación purificada mediante un gradiente de
densidad continuo en un procesador de células sanguíneas (COBE 2991) Una vez
purificada, la preparación de islotes obtenida puede ser ya trasplantada o
mantenida en cultivo entre 1-3 días hasta su trasplante. El procedimiento lo realiza
un equipo de unas 4 personas que invierten en el proceso una jornada laboral.
Todo el proceso se lleva a cabo en un laboratorio con condiciones GMP (good
manufacturing practice) y control de partículas ambientales, presión positiva y
control de temperatura.

Esta es una nueva opción terapéutica que ofrece mucho y hay variedad de
orígenes de células productoras de insulina como se expone en la siguientimagen:

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Propuesta de terapia
La propuesta va encaminada a los casos de DMII en los que el síndrome de
glucolipotoxicidad ya ha afectado a la masa de células β, ya sea que hay ausencia
o disminución grave. Como el paciente con DMII que ha perdido sus células β
tiene niveles gravísimos de hiperglucemia y de hiperlipidemia no serviría de nada
hacerle un trasplante celular pues en muy poco tiempo desarrollaría
glucolipotoxicidad son su subsecuente apoptosis. Entonces la propuesta es
modificar mediante terapia génica las células que se vayan a trasplantar, es decir,
una doble terapia tanto génica como celular.
La modificación genética que quiero hacer es crear una sobre expresión de
moléculas antioxidantes; tales como catalasa, superóxido dismutasa, glutatión
entre otras, para poder proteger a la célula del estrés oxidativo y así reducir de
manera efectiva el riesgo por apoptosis debido a las atrofias moleculares que
generan los ROS que, como se vio anterior mente, es la principal o la de mayor
influencia en la generación de apoptosis de la célula con glucolipotoxicidad. Sería
una modificación temporal pues no queremos que exista esa sobreproducción
permanente pues puede no ser favorable al intervenir en los procesos de
respiración celular. Por eso el paciente que sea candidato a esta terapia, tendrá
que haber empezado un programa de cambio de hábitos cotidianos y alimenticios
para que el trasplante se haga y las células resistan a los ROS producidos por la
glucolipotoxicidad y ésta empiece a disminuir, así mismo los Ros y el riesgo de
sufrir apoptosis, y con las nuevas células β funcionales haya una secreción
necesaria de insulina y con la formación del nuevo estilo de vida el paciente se
pueda reincorporar de manera normal a su vida sin necesidad de
hipoglucemiantes o insulina o con un uso reducido en camino a su olvido.
Por eso en la introducción mencione la necesidad de incorporar en la terapia del
paciente un psicólogo que lo monitoree y le haga ver el valor de esta “segunda
oportunidad” aparte que le haga encontrar la voluntad y motivación interna para
hacer el cambio de hábitos cotidianos y alimenticios con el régimen que el
nutriólogo sugerido le dará, una buena dieta en la que se reduzca gradualmente la
ingesta de carbohidratos y grasas para que la salud del paciente no se vea
afectada por un desequilibrio alimenticio y a la vez pueda cubrir los requerimientos
energéticos que tendrá pues estará bajo un régimen de actividad física adecuado
para que empiece la reducción tanto de niveles de glucemia y lipidemia con la
subsecuente reducción de peso, y hay que recordar que el ejercicio ayudara a la
incorporación de glucosa a la célula por la sobreexpresión de GLUT y su
translocación a la membrana por dicha actividad física (dicho efecto se atribuye a
la acción mecánica que genera calor y movimiento de las vacuolas con GLUT a la
membrana plasmática).De esta manera, la modificación génica a las células para
que expresen más moléculas antioxidantes a los islotes de Langerhans que serán
trasplantados podrán darle resistencia frente al estrés oxidativo durante un tiempo
para que el paciente cambie su estilo de vida, y a la vez sirve psicológicamente
como una gran motivación y esperanza pues podrá volver a una vida “normal” en
la que no dependerá de hipoglucemiantes ni insulina.
Serán candidatos solo los pacientes que hayan sido monitoreados y haya
registrado cambios en los hábitos cotidianos y alimenticios.

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Aplicación de terapia

Primero, iniciaremos con la obtención de células del islote de Langerhans,


específicamente de células β, el principal método será el de obtener mediante una
biopsia tejido abundante de fibroblastos, purificar la muestra para aislar todos los
fibroblastos y cultivarlos para que proliferen y tener abundantes células, después
desdiferenciarlas mediante un coctel de plásmidos principalmente Oct4, Sox 2, c-
Myc y KIF-4 entre otros para que la célula alcance su inmadurez necesaria para el
proceso de diferenciación a célula β, una vez llegado a cierta inmadurez
necesitamos hacer que se diferencien, se usaran varios factores entre ellos
algunos importantes son el PDX 1 y el Nhx6.1 implicados en la diferenciación
hacia células β del islote de Langerhans en el páncreas, sin olvidar que existen
otras maneras de poder generar estas células.

Una vez que tenemos nuestro cultivo con células pancreáticas listas es momento
de aplicar la terapia génica sobre ellas, con la incorporación principalmente del
gen Nrf2 ( factor nuclear eritroide- 2). Nrf2 es una cremallera de leucina básica
(bZip ) factor de transcripción con un Cap "n" Cuello (CNC) de estructura. El factor
de transcripción Nrf2 regula la expresión inducible de numerosos genes de
enzimas destoxificantes y antioxidantes, mediante su unión a una secuencia
específica del ADN conocida como ARE (de sus siglas en inglés: "Antioxidant
Response Element") en sus promotores, que puede ser activada por diversos
compuestos oxidantes y/o electrófilos de naturaleza química muy diversa. La
actividad del factor Nrf2 se encuentra constitutivamente reprimida debido a su
unión con una proteína citoplásmica llamada Keap1 y al citoesqueleto. Dicha unión
fomenta la permanente degradación de Nrf2 por el proteosoma, por lo que el
control primario de su función radica principalmente en su distribución subcelular,
más que en la síntesis de novo. Entonces con la incorporación de este factor
tendríamos una sobre expresión de enzimas antioxidantes y así contrarrestar al
estrés oxidativo, pero cabe señalar que la producción debe de ser la suficiente
para alcanzar a activar los promotores con ARE antes de que Keap-1 lo lleve a los
proteasomas a degradarse, pero en esta condición tenemos una ventaja, pues hay
que recordar que por el estrés oxidativo se generan una gran cantidad de
proteínas mal plegadas que también estarán yendo al proteasoma y estaán de
sierta manera saturados o con mucho trabajo.
Esté se pondrá en un vector YAC al ser eucariote, y este vector entrara a la célula
en un adenovirus Ad02 al tener un relativo tropismo por estas células y se le
quitara las proteínas estructurales E1 y E2 para que no haya ningún problema con
el sistema inmunitario al momento del trasplante no se expresen en membrana por
el MHCI. Se aplicaran en las células por bombardeo con biobalistica regulado que
no sea muy fuerte para evitar daño a la célula.
Y de esta manera tenemos listo nuestras células para efectuar el trasplante, se
tiene acostumbrado hacer pequeños injertos en los brazos. Se puede acompañar
el trasplante con dosis adecuadas o un poco bajas de Bardoxona, un
medicamento que actica el factor de transcripción Nrf2 para hacerlo más eficaz.

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Resultados esperados

Con esta terapia esperamos una cura parcial o total de DMII pues la terapia es
multidisciplinaria encaminada no solo a la solución al problema que representa la
ausencia de secreción de insulina, sino que cambiamos el estilo de vida del
paciente, recordando que solo los que tengan señales de cambio serán candidatos
al trasplante, por así decirlos el trasplante es un “premio” a la decisión y
demostración de un cambio de vida encaminado a la regulación alimenticia. Hay
que recordar que otro principal factor que determina DMII es la resistencia a la
insulina por parte de los receptores, por esta parte solo podemos hablar de usar
fármacos para sensibilizar dichos receptores como la metformina o el simple
hecho de que el cambio en el metabolismo haga su efecto.

Y pues bueno, el paciente que no genere un rechazo al trasplante y que reduzca


sus niveles de glucemia y lipemia son lo que sugerimos se aliviaran. Los que
generen rechazo y/o no reduzcan los niveles de glucemia la terapia no habrá
llegado a su objetivo tanto a nivel molecular como a nivel personal. Está de más
decir que los cambios que se esperan son paulatinos en todos los niveles.

Y claro que esta terapia es para personas en las que se esperen tener dichos
resultados, deprimentemente a las personas de edad avanzada en las que se ve
difícil hacer un cambio en cuestión de su estado de hiperglucemia no se les
espera que sirva pues la finalidad es dar resistencia al estrés oxidativo
temporalmente e integrar así la secreción de insulina de manera segura y
permanente.

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Conclusiones

Podemos concluir que esta terapia un solo un modo de abordaje a la patología de


la cual hablábamos, diabetes mellitus tipo II, y más en específico en una etapa en
la que teóricamente no hay regresión y ya es crónico degenerativa, esto nos dice
que hay más maneras y en diferentes formas y tiempos.

Incluso el uso de los genes ya mencionados de diferente manera puede ser la


basa para idear algún otro trabajo o proyecto en la misma enfermedad o en alguna
diferente y similar, recordando que la biología molecular de la célula es tan
recóndita y variada, y a la vez específica y redundante que se pueden encontrar
mil y un caminos para correr algún proceso.

Al terminar de diseñar o mejor dicho imaginar esta terapia me quedo muy claro
que aún falta mucho por leer, saber, conocer y relacionar conocimientos para
poder llegar a tener una terapia integra y eficaz para tratar dichos padecimientos,
la que en este trabajo se plasma tiene, pienso yo, quizá cosas disparatas pero
basadas en conocimientos establecidos en lo que se pueden obtener mejores
resultados con un manejo más preciso del conocimiento y de la técnica en fin, de
la ciencia.

Esta terapia más que solucionar el daño por sí sola, sino que busca fomentar el
cambio de vida del paciente, al darle este empujo esta ayuda para motivarlo a salir
de su enfermedad por sus propias fuerzas y voluntad, fomentar esa actitud de
superación y bienestar, para dejar de tener a la media evolutiva. Por eso no solo
busca la salud física y metabólica interna, sino que trata de hacer una cambio de
pensamiento de y consciencia.

Deprimentemente un tratamiento de esta índole aún no está al alcance de la


población en general y veo lejano el día en lo los sistemas de salud actuales lo
incluyan dentro de los programas de atención de salud pública y social.

Esta terapia está al alcance de las personas que tienen gran cantidad o moderada
de recursos económicos, aunque claro que se cuentan con las tecnologías para
llevarlas a cabo es necesario que estén más disponibles, que haya un mayor
acceso a este tipo de terapias novedosas, que serán la medicina del mañana.

En cuestión de leyes, creo que no hay problemas, siempre y cuando las células
que se utilicen sean de una fuente legal, es decir, excluyendo células
embrionarias. Sería muy provechoso que se contara con un gran reservorio de
células madre para poder hacer uso de ellas de manera terapéutica, no solo con
esta terapia sino también con la gran cantidad de terapias celulares que existen y
que existirán.
Pero al final lo importante es encontrar la manera de ayudar al prójimo de manera
sincera sin egoísmo, ese es el mejor combustible en la formación de la ciencia y el
progreso.
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Bibliografías

.
 José Adrián Bernal, Análisis Molecular de la Disfunción de la Célula β
Pancreática en la Progresión de la Diabetes Tipo 2. Su Aplicación a Nuevos
Blancos Terapéuticos. XXXIV Curso de la Escuela para Graduados
Sociedad Argentina de Diabetes Año 2008
 Roche E, Diabetes tipo 2: gluco-lipo-toxicidad y disfunción de la célula β
pancreática. División de Nutrición, Departamento de Biología Aplicada.
Universidad Miguel Hernández. 2003
 Eduard Montanya Mias, Trasplante de islotes de páncreas y terapia células
den diabetes.
 Roche Enrique Collado, Glucolipotoxicidad en célula β y su relación con la
diabetes tipo 2.
 Mina Königsberg Fainstein, Nrf2: La historia de un nuevo factor de
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 Venero Gutiérrez Justo, Daño oxidativo, radicales libres y antioxidantes,
Revista Cubana de Medicina Militar, 2002.
 E. Esmatjes Mompó,M.ª J. Ricart Brulles, Diabetes y trasplante de
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 www.ncbi. Nlm.nih.gov/gene/4780 (Nfe2Le, Nrf-2)

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