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Secreciones mamarias
C. Mathelin, N. Weingertner, M. Lodi, S. Molière
Resumen: Conocer bien las secreciones mamarias resulta capital, ya que se trata de
una alteración frecuente que puede ser el primer signo de una neoplasia subyacente.
El objetivo de este artículo es recordar la semiología clínica elemental de las secrecio-
nes mamarias, la indicación de las pruebas de imagen mamarias para su estudio, las
diferentes patologías asociadas, su tratamiento y su posible control posterior. La explo-
ración física permite diferenciar tres tipos de secreciones mamarias: fisiológicas (serosas,
bilaterales, multiorificiales y poco abundantes), patológicas (sanguinolentas o serosas,
unilaterales y uniorificiales) o también benignas (verdosas, espesas, pauciorificiales). Las
secreciones fisiológicas están ligadas a la naturaleza secretora de la glándula mamaria,
las secreciones benignas con frecuencia se deben a la ectasia ductal y, por último, las
secreciones patológicas pueden ser secundarias a papilomas, lesiones intraepiteliales atí-
picas o también carcinomas in situ o invasivos. Las secreciones fisiológicas y benignas no
requieren ningún tratamiento determinado. Por el contrario, en caso de secreción patoló-
gica, se debe realizar un estudio mediante pruebas de imagen que incluye una ecografía,
con o sin mamografía asociada, y en caso necesario una resonancia magnética (RM)
mamaria o una galactografía y una citología del líquido secretado. La observación de
una lesión sospechosa en la prueba de imagen requiere la toma de una muestra para
estudio histológico. La actitud terapéutica de las secreciones es variable, desde la abs-
tención en caso de secreción fisiológica o benigna hasta un tratamiento quirúrgico en
una lesión epitelial intraductal o invasiva. En caso de secreción patológica, si no se ha
podido establecer ningún diagnóstico, es necesario realizar una piramidectomía selec-
tiva del conducto secretor con el fin de no pasar por alto una posible patología tumoral
subyacente.
© 2020 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.
EMC - Ginecología-Obstetricia 1
Volume 56 > n◦ 1 > marzo 2020
http://dx.doi.org/10.1016/S1283-081X(20)43355-7
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imagen mamarias, es indispensable realizar correcta- entonces de secreción «patológica» (Fig. 1D). Las secre-
mente la exploración física. ciones bilaterales, multiorificiales, espesas, verdosas o con
Son múltiples las anomalías mamarias que pueden aspecto de comedón tampoco son fisiológicas y general-
observarse en la exploración física, y pueden presentarse mente están asociadas a patologías mamarias benignas. Se
aisladas o asociadas. Se puede tratar de una masa, un habla entonces de secreciones «benignas» (Fig. 1C).
cambio de la piel o de los contornos de la mama, una Por último, algunas secreciones mamarias no se tra-
anomalía del pezón o de la aréola, o también de una secre- tan en este capítulo, ya que son de origen extramamario.
ción mamaria. Conocer bien las secreciones mamarias es Se pueden observar galactorreas (Fig. 1A) en caso de
fundamental, ya que pueden ser el primer signo de un cán- trastornos endocrinológicos (adenoma hipofisario, hipo-
cer, tanto in situ como infiltrante, traducir la presencia de tiroidismo primario, etc.) [5–7] o también tras la toma de
un papiloma o de una lesión ductal atípica que conviene algunos medicamentos (psicótropos, tratamientos antihi-
intervenir o también la existencia de una ectasia ductal pertensivos, antiulcerosos, etc.) [5, 6, 8] .
que no requiera cirugía ni vigilancia.
El objetivo de este artículo es recordar la semiología clí-
nica elemental de las secreciones mamarias (exceptuando
las galactorreas), la indicación de las pruebas de imagen Estudio de imagen
mamarias para su estudio, las diferentes patologías res- que hay que realizar ante
ponsables de secreciones mamarias, su actitud terapéutica
y su posible vigilancia posterior. la observación
de una secreción mamaria
Diferentes aspectos clínicos Así como la secreción mamaria fisiológica no requiere
ningún tipo de exploración, el estudio diagnóstico de una
de las secreciones mamarias secreción mamaria no fisiológica debe permitir atribuir
este síntoma a uno de los tres grupos patológicos siguien-
La secreción mamaria constituye un motivo frecuente
tes:
de consulta, tras las mastodinias y las masas mama-
• los carcinomas invasivos (que constituyen una priori-
rias [2] . Se define por la salida de una sustancia líquida
dad diagnóstica, pero donde la secreción es con escasa
o sólida por uno o varios orificios del pezón, exceptuando
frecuencia la manifestación clínica aislada);
la lactancia o el período del posparto. Las secreciones
• las lesiones epiteliales intraductales (benignas, malig-
mamarias pueden ser caracterizadas como uniorificiales,
nas o limítrofes);
pauciorificiales, multiorificiales, unilaterales o bilaterales,
• las patologías ductales inflamatorias, banales y frecuen-
espontáneas o provocadas por la propia mujer o el médico
tes (ectasia ductal, galactoforitis).
al exprimir el pezón.
A partir de la edad de 30 años, el estudio de imagen de
En caso de secreción mamaria, mediante la anamne-
entrada incluye una mamografía diagnóstica y una eco-
sis se deben conocer las circunstancias de aparición de
grafía. Antes de esta edad, sólo se recomienda la ecografía
esta secreción (tras un traumatismo, la toma de un medi-
de entrada.
camento, un embarazo, etc.), su lateralidad, su carácter
En caso de normalidad de este primer estudio, la prueba
uni o multiorificial, el color del líquido y la existencia de
de segunda línea ha sido siempre la galactografía. Sin
algún signo asociado (fiebre, eritema mamario, masa). Es
embargo, teniendo en cuenta su carácter invasivo, su uso
importante precisar la fecha de aparición de la secreción,
ha quedado bastante desechado y ha sido sustituida por
sus cambios desde el inicio, su evolución durante el ciclo
la resonancia magnética (RM) mamaria.
menstrual, para valorar el tiempo de evolución y la causa
de un posible retraso para acudir a consulta.
La detección de una secreción mamaria se realiza
mediante presión de la mama y posteriormente expre-
Mamografía
sión del pezón. La búsqueda topográfica del galactóforo La mamografía sigue siendo la prueba de entrada ante
implicado requiere la presión suave con un dedo desde la un síntoma mamario, en particular una secreción mama-
periferia de la glándula mamaria hasta el pezón en forma ria no fisiológica en una paciente mayor de 30 años. La
de «radio de rueda», en toda la mama. Se debe conocer mamografía no permite visualizar la red ductal no dila-
el carácter uni o bilateral, uni, pauci o multiorificial de la tada, motivo por el cual las lesiones endoductales sólo se
secreción así como la localización del poro o poros secreto- visualizan cuando están calcificadas o cuando su tamaño
res precisando su color: lechoso (Fig. 1A), seroso (Fig. 1B), es suficientemente grande para ofrecer una imagen en
como agua de roca, verdoso (Fig. 1C), blanquecino con forma de una masa mamográfica. Los carcinomas inva-
aspecto de comedón, serosanguinolento o sanguinolento sivos se manifiestan casi siempre en forma de masa de
(Fig. 1D). La mejor forma de valorar el color es deposi- densidad focal aumentada o en forma de distorsión de su
tando la primera gota de la secreción sobre una gasa. estructura.
Esta amplia semiología permite clasificar las secreciones La observación de una masa o de microcalcificacio-
mamarias en dos grupos: fisiológicas y no fisiológicas. nes en la mamografía depende mucho de la densidad
Al ser la glándula mamaria una glándula secretora, mamaria, que depende a su vez de la edad y del estado
es frecuente observar en las dos mamas una secreción menopáusico [9] . La sensibilidad de esta prueba disminuye
serosa, bilateral, multiorificial y escasa tras la expresión mucho en caso de mama densa heterogénea o muy densa
manual de los pezones. Se habla entonces de secreción (clasificación Breast Imaging-Reporting And Data System
mamaria fisiológica (Fig. 1B), que no requiere pruebas [BI-RADS] C o D) y en las mujeres menores de 30 años.
complementarias diagnósticas ni tratamiento alguno [3, 4] .
Se debe tranquilizar a la paciente y disuadirla de seguir
exprimiendo los pezones, ya que la secreción puede peren- Ecografía
nizarse e incluso aumentar [5] .
Las secreciones mamarias no fisiológicas son de dos Se recomienda la realización de la ecografía de entrada
tipos. Pueden ser unilaterales, uni o pauciorificiales, en las mujeres menores de 30 años. A partir de esta edad,
espontáneas o provocadas, de color como agua de roca, sirve de ayuda a la mamografía en el estudio de una secre-
amarillentas o serosas, rosadas, serosanguinolentas o san- ción mamaria no fisiológica. La ecografía con sonda de
guinolentas. Obligan a descartar una patología mamaria alta frecuencia es la técnica de elección para el estudio
subyacente que puede ser benigna o maligna. Se habla de la región retroareolar. Permite la visualización directa
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A B
C D
Figura 1. Diferentes tipos de secreción mamaria.
A. Galactorrea.
B. Secreción fisiológica serosa multiorificial.
C. Secreción benigna uniorificial verdosa que indica una ectasia ductal.
D. Secreción sanguinolenta uniorificial patológica.
del sistema galactóforo supramilimétrico y de su conte- En caso de neoplasia ductal in situ, la ecografía es gene-
nido [10] . ralmente menos rentable. Aparte del aspecto sugerente de
Las dilataciones ductales pueden ser anecogénicas distorsión estructural o de una zona hipoecogénica aso-
(Fig. 2A, 2B) o presentar un contenido líquido espeso eco- ciada a microcalcificaciones (Fig. 5), un foco de neoplasia
génico (Fig. 3B), que conviene diferenciar de una lesión in situ puede observarse como una simple dilatación duc-
epitelial intraductal (Fig. 4A) más nodular y en ocasiones tal inespecífica o, simplemente, puede no ser visible en la
vascularizada en modo Doppler. ecografía [11] .
De forma general, la identificación de un papiloma en
la ecografía depende de su tamaño, de su localización en
la mama (más fácil de observar si el nódulo es central), del Galactografía
volumen de la mama (más difícil en mamas voluminosas)
y de la ecoestructura de la mama (una adenosis impor- Durante mucho tiempo, la galactografía ha sido la
tante o un estado fibroquístico disminuyen la rentabilidad prueba de elección para el diagnóstico de las secrecio-
de la ecografía). nes no fisiológicas [12–14] . Consiste en opacificar de forma
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retrógrada uno o varios conductos galactóforos. Tras des- tido o cuando la secreción es intermitente o está ausente
infección y localización visual del orificio secretor del en el momento de la prueba).
pezón, se introduce un catéter de extremo esponjoso y La galactografía (Fig. 2C, 4B, 4C, 6B) permite detec-
se realiza una leve opacificación mediante la inyección de tar y describir algunas lesiones intraductales, visualizando
0,2-0,4 ml de producto de contraste yodado, hasta que las anomalías morfológicas de los conductos galactóforos:
la paciente refiera una molestia o el médico note resis- obstrucción completa de un conducto que puede indicar
tencia a la inyección. Se realizan fotos mamográficas, con la presencia de un papiloma o de una lesión neoplásica,
agrandamientos localizados. defectos endoluminales múltiples (sugerentes de neopla-
La prueba casi siempre es indolora, pero requiere expe- sia, sobre todo cuando son irregulares y llegan hasta los
riencia técnica, es relativamente larga y en ocasiones conductos periféricos no dilatados) o simples irregulari-
imposible de realizar (por ejemplo, en caso de pezón inver- dades ductales [15, 16] .
*
*
A B
C D
Figura 2. Ectasia ductal: aspectos clínicos, de pruebas de imagen (ecografía, galactografía) e histológicos. La paciente presenta una
secreción verdosa en la mama derecha en un contexto de secreción bilateral. La ecografía (A, B) muestra dilataciones ductales de contenido
anecogénico (asteriscos). La galactografía (C) muestra únicamente dilataciones ductales que predominan en la región retroareolar, sin
imagen endoluminal patológica. El análisis microscópico con coloración de hematoxilina-eosina (D) muestra conductos dilatados (estrellas)
con un material de secreción en su interior, rodeados de una pared fibrosa con inflamación crónica (flechas).
A B
Figura 3. Ectasia ductal: aspectos clínicos, de pruebas de imagen (ecografía, resonancia magnética [RM]) y macroscópicos. La paciente
presenta una secreción blanca, espesa, bilateral (A). El aspecto clínico es característico de una secreción benigna y no requiere la toma de
muestra diagnóstica. La ecografía (B) muestra dilataciones ductales de contenido espeso, ecogénico (puntas de flecha). La RM potenciada
en T1 antes de la inyección del contraste (C) muestra dilataciones ductales (puntas de flecha) de contenido espontáneo en hiperseñal T1.
El estudio macroscópico (D) muestra una zona fibrosa (asterisco) que engloba pequeñas cavidades (flechas) que contienen un material
beis-amarillento (punta de flecha).
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C D
Figura 3. (continuación) Ectasia ductal: aspectos clínicos, de pruebas de imagen (ecografía, resonancia magnética [RM]) y macros-
cópicos. La paciente presenta una secreción blanca, espesa, bilateral (A). El aspecto clínico es característico de una secreción benigna y
no requiere la toma de muestra diagnóstica. La ecografía (B) muestra dilataciones ductales de contenido espeso, ecogénico (puntas de
flecha). La RM potenciada en T1 antes de la inyección del contraste (C) muestra dilataciones ductales (puntas de flecha) de contenido
espontáneo en hiperseñal T1. El estudio macroscópico (D) muestra una zona fibrosa (asterisco) que engloba pequeñas cavidades (flechas)
que contienen un material beis-amarillento (punta de flecha).
A B
C D
Figura 4. Papiloma: aspectos en las pruebas de imagen (ecografía, galactografía) y macroscópicos. La paciente presenta una secreción
marrón intermitente. La ecografía (A) muestra una pequeña imagen nodular endoductal (puntas de flecha). La galactografía (B, C) confirma
la presencia de una imagen ovalada endoductal (puntas de flecha). El estudio macroscópico (D) muestra un conducto dilatado (flecha)
en cuyo interior existe una lesión carnosa papilar (asterisco).
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Pocos estudios han evaluado la rentabilidad de la Para el estudio de una secreción mamaria no fisioló-
galactografía. Casi siempre, se trataba de estudios retros- gica, se realiza generalmente la RM de igual forma que
pectivos realizados con pocas pacientes, con un bajo nivel para las demás indicaciones, incluyendo en particular
de evidencia y resultados discordantes debido a una meto- secuencias potenciadas en T1 tras inyección intravenosa
dología heterogénea. Los resultados han demostrado una de gadolinio. Algunos autores han recomendado añadir
sensibilidad que varía del 56 al 100% y una especificidad secuencias llamadas de «ducto-RM indirecta», utilizando
del 41-98% [17–21] . Así como la galactografía facilita locali- secuencias de alta resolución muy potenciadas en T2, para
zar la lesión, no permite un estudio histológico y por lo obtener una cartografía ductal con objetivo preoperato-
tanto establecer un diagnóstico etiológico. Debido a estas rio [31] . La ducto-RM directa, que consiste en la inyección
causas, no se recomienda de rutina su realización, pero de un producto de contraste a base de gadolinio en el
sigue siendo una prueba de segunda línea útil para la loca- meato secretor durante la RM [32] , se realiza con menor
lización de las lesiones, en particular como paso previo a frecuencia debido a su naturaleza invasiva. Presenta
una intervención quirúrgica [6] . los mismos problemas y limitaciones que la galactogra-
fía.
Las anomalías de la RM asociadas a una secreción
mamaria son el realce no masa, en ocasiones de localiza-
Resonancia magnética mamaria ción ductal o segmentaria en caso de CDIS (Fig. 7B, 7C, 8),
Con base en su excelente rentabilidad para la detección y el realce masa (en este caso una pequeña lesión nodular
de las lesiones intraductales benignas [22, 23] o malig- bien delimitada hipervascularizada puede corresponder a
nas [24, 25] , se recomienda la RM como una alternativa no un papiloma [23] o a un pequeño carcinoma). En ausencia
invasiva a la galactografía [26–28] . de estas lesiones, las únicas anomalías en la RM pueden ser
En caso de secreción, su sensibilidad varía del 88 al la presencia de conductos retroareolares dilatados, cuya
95% [28, 29] . Pueden existir falsos negativos en caso de carci- hiperseñal T1 espontánea se relaciona con un contenido
nomas ductales in situ (CDIS) de bajo grado o carcinomas espeso proteico o hemático (Fig. 3C) que sugiere la exis-
infiltrantes de tamaño milimétrico [30] . tencia de una ectasia ductal.
* A B
Figura 5. Aspecto ecográfico y mamográfico de un carcinoma ductal in situ descubierto por una secreción mamaria. La paciente presenta
una secreción serosanguinolenta uniorificial de la mama izquierda. La ecografía (A) muestra un foco hipoecogénico mal delimitado (aste-
risco) e imágenes hiperecogénicas puntiformes que corresponden a microcalcificaciones (puntas de flecha). La mamografía (B) confirma
la presencia de microcalcificaciones irregulares, ramificadas, de topografía segmentaria (puntas de flecha). La histología ha confirmado el
diagnóstico de carcinoma ductal in situ de alto grado (DIN3), con necrosis axial calcificada.
A B
Figura 6. Papiloma central (solitario): aspectos clínicos, de las pruebas de imagen (galactografía) e histológicos. La paciente presenta una
secreción uniorificial sanguinolenta (A). La galactografía (B) muestra una detención endoductal proximal en cúpula (puntas de flecha). La
histología (coloración hematoxilina-eosina) (C) muestra una lesión voluminosa intraductal (asterisco), situada en un galactóforo retroareolar
(flecha), que confirma el diagnóstico de papiloma central. La punta de flecha indica la epidermis. El aspecto microscópico a mayor aumento
(D) muestra los ejes fibrovasculares (estrellas) rodeados de células epiteliales y mioepiteliales. El inmunomarcaje con queratina 5/6 (E)
permite demostrar las células mioepiteliales (coloreadas de marrón) que rodean a los ejes fibrovasculares.
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C D
Estudio citohistológico última gota, más rica en células que la primera, que con-
tiene sobre todo restos celulares necrosados (la primera
que hay que realizar ante gota, depositada en una gasa, permite valorar el color de
la secreción). El líquido de la última gota debe extenderse
la observación de una en una lámina de citología y fijarse o secarse, en función
secreción mamaria de las recomendaciones del laboratorio de patología al que
son enviadas las muestras.
A diferencia de las pacientes con una secreción típi- Los estudios que han valorado los rendimientos de la
camente benigna (Fig. 3A), en las pacientes con una citología de la secreción son a menudo retrospectivos,
secreción mamaria patológica (Fig. 6A, 7A) se debe esta- con un bajo nivel de evidencia y resultados discordantes
blecer un diagnóstico patológico. El estudio citológico de debido a una metodología heterogénea. Su sensibilidad
la secreción mamaria mediante extensión del líquido del varía según los estudios del 15 al 88,9% [34, 35] , su especi-
pezón es una técnica sencilla, no invasiva y barata, pero ficidad del 57,1 al 100% [2, 35] , su valor predictivo positivo
globalmente de escasa eficiencia. Existe un riesgo de falso del 33 al 100% [36, 37] y su valor predictivo negativo del
positivo, con presencia de atipias citonucleares distróficas 47,5 al 96,2% [38, 39] .
(de origen reactivo, ligadas a un estancamiento de células En la práctica, si las pruebas de imagen muestran
epiteliales en la luz de los conductos) que pueden simular un foco radiológico, se deben realizar tomas de teji-
una malignidad. Un diagnóstico de malignidad basado en dos (microbiopsias o macrobiopsias). Ante una secreción
una citología de una secreción mamaria debe por lo tanto mamaria patológica, si las pruebas de imagen no muestran
confirmarse siempre histológicamente [33] . Existen además un foco radiológico, se recomienda una intervención qui-
riesgos de falsos negativos, si la secreción mamaria no con- rúrgica con piramidectomía, con objetivo diagnóstico y
tiene células tumorales o contiene pocas. En este tipo de terapéutico.
muestra, un diagnóstico de benignidad no permite por lo El estudio histológico de estas muestras de la piramidec-
tanto descartar la malignidad. tomía se basa en varios principios: la ausencia de estudio
Para realizar una citología de una secreción mamaria, extemporáneo, la fijación en formol y la inclusión en
se debe exprimir el líquido del conducto y recoger sólo la parafina y, por último, el estudio completo de la muestra,
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A B
A B
Figura 8. Imágenes en la resonancia magnética (RM) de un carcinoma ductal in situ descubierto por una secreción mamaria. La
paciente presenta una secreción serosa uniorificial de la mama izquierda, con estudio convencional normal (mamografía y ecografía). La
RM potenciada en T1 tras inyección de gadolinio (A) y tras sustracción (B) muestra un realce no masa de los cuadrantes superiores (puntas
de flecha). La histología muestra un carcinoma ductal in situ de grado intermedio.
en función de múltiples niveles de corte, ya que las lesio- ayuda para establecer el diagnóstico de hiperplasia epite-
nes papilares en particular pueden ser muy pequeñas, no lial atípica) [40] .
visibles en los primeros niveles de corte. Para valorar las Por el contrario, ante una secreción mamaria benigna
lesiones papilares pueden ser necesarios inmunomarca- (Fig. 1C, 3A), no es necesario realizar ningún estudio cito-
dores como la p63 y la queratina 5/6 (que identifican lógico ni histológico cuando las pruebas de imagen son
las células mioepiteliales; la queratina 5/6 ofrece también típicas de una ectasia ductal o de una galactoforitis.
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A B
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Secreción mamaria
No se establece Carcinoma,
un diagnóstico papiloma
Masa, foco de
Ectasia ductal
microcalcificaciones
Piramidectomía
o cirugía
específica Ningún tratamiento,
Toma de tranquilizar
muestra tisular
Figura 11. Árbol de decisiones. Actitud diagnóstica y terapéutica de una secreción mamaria (SM).
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un diagnóstico de papiloma central o periférico, la ciru- nóstico de certeza y controlar la secreción. Sin embargo,
gía consiste casi siempre en la exéresis de la lesión de el éxito de la cirugía depende de la meticulosidad del ciru-
forma estética con reconstrucción glandular. La buena jano al identificar topográficamente el conducto secretor.
localización por parte del cirujano del poro secretor es
fundamental para definir de forma precisa el conducto,
que debe extraerse. Este tipo de cirugía se realiza casi
siempre bajo anestesia general con hospitalización ambu-
latoria. Se debe manejar perfectamente la pieza quirúrgica
“ Puntos esenciales
y radiografiarla, y su estudio patológico debe estar basado
en procedimientos rigurosos. Tras la cirugía, estas pacien- • Las secreciones mamarias constituyen un
tes no requieren una vigilancia determinada si el estudio motivo frecuente de consulta.
morfológico completo de la pieza quirúrgica no demues- • Saber realizar la exploración física es indispen-
tra la presencia de focos atípicos o carcinomatosos. Las sable para la actitud diagnóstica y terapéutica de
pacientes sometidas a una detección precoz programada las secreciones mamarias.
no deben cambiar el ritmo de sus revisiones. • Una secreción mamaria serosa bilateral, escasa
Cuando las muestras percutáneas permiten establecer y multiorificial es fisiológica y no requiere ninguna
el diagnóstico de DIN1a o DIN1b, se debe realizar una
prueba complementaria, ningún tratamiento ni
exéresis quirúrgica que permita un estudio morfológico
completo de la pieza quirúrgica con el fin de descartar una vigilancia específica.
posible asociación de áreas de carcinoma in situ o infil- • Una secreción verdosa o espesa blanquecina,
trante. Los tratamientos de los CDIS o de los carcinomas uni o pauciorificial es benigna. Corresponde a una
invasivos, no detallados en este artículo, deben respetar patología inflamatoria benigna (ectasia ductal).
las consignas clásicas de referencia terapéuticas. No requiere ningún tratamiento específico.
En todas estas neoplasias, tras la cirugía, es indispensa- • Una secreción patológica es serosa o sanguino-
ble la vigilancia clínica y radiológica, la exploración física lenta, unilateral y uniorificial. Puede corresponder
debe ser generalmente bianual y la realización de las prue- a una lesión epitelial intraductal o invasiva. Está
bas de imagen anual (durante 10 años para las DIN1a y indicada la realización de un estudio de ima-
1b), sin límite de duración para los CDIS y los carcinomas
gen y una citología del líquido secretado. Está
invasivos.
indicado un tratamiento quirúrgico mediante pira-
midectomía, incluso en ausencia de diagnóstico
Exéresis percutánea establecido.
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Mathelin C, Weingertner N, Lodi M, Molière S. Secreciones
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