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ANÁLISIS DE LAS ESCUELAS FILOSÓFICAS: LOS EPICURISTAS

LOS ESTOICISTAS, LOS CÍNICOS

Primeramente, debemos decir que en la etapa posterior a Aristóteles, que recordemos este
fue un filósofo que intentaba conceptualizar toda la realidad explicándola por medio de
palabras y tocaba absolutamente todos los temas posibles, hubo ciertos filósofos a los
cuales no les interesaba tanto esta explicación sobre todos los temas de la realidad sino que
se concentraron primordialmente en la ética, en la pregunta por la vida, ¿Cómo vivir una
buena vida?, entonces respondieron así a grandes rasgos que para vivir una buena vida hay
que vivir de acuerdo a la naturaleza. De esta manera, entonces más o menos entre el siglo
III a.C y el I o II d.C, hubo ciertos grupos de filósofos que respondieron: vivir de acuerdo a
la naturaleza. Entre esos grupos de escuelas filosóficas estaban las principales escuelas
helenísticas las cuales fueron: los Cínicos, los Estoicos y los Epicúreos. A continuación,
abordaremos que pensaba cada una de estas escuelas filosóficas.

La escuela perteneciente al Epicureísmo, es la escuela fundada por Epicuro de Samos en el


año 306 a.C. Esta buscaba la ataraxia, la cual se define como la disposición del ánimo por
la que una persona alcanza el equilibrio emocional. En esta escuela se renuncia a los
placeres del cuerpo por los del alma, no placeres como la fama. La muerte no debe temerse:
mientras vivimos no está presente y cuando está presente nosotros no estamos ya.

Continuando la temática, debemos decir que comúnmente se conoce al epicureísmo solo


por su teoría ética de la búsqueda de placer, no obstante, su filosofía era mucho más
holística y abarcaba una infinidad de cuestiones. Es cierto que la preocupación fundamental
del epicureísmo era ética (¿cómo alcanzar la felicidad?), pero sus respuestas están
fundamentadas por todo un sistema filosófico más complejo de lo que conocemos
popularmente.

Por otra parte, hablando como tal en referencia a su concepción sobre la realidad, su
metafísica, debemos mencionar que Epicuro se encuentra en la tradición atomista. Para él,
la realidad se compone de átomos, en tanto elementos últimos de la realidad, y de vacío,
que permite el movimiento entre átomos. Los átomos se mueven por leyes mecanicistas, es
decir, la naturaleza tiene en su núcleo una composición fundamentalmente determinista.

Por otro lado, en referencia a la teoría del conocimiento, una de las máximas
preocupaciones del epicureísmo era averiguar cómo conocer la verdad, esto es, cuáles son
las fuentes del conocimiento verdadero. En este campo, Epicuro reconocía a los sentidos
como una fuente infalible de conocimiento, es decir, para el epicureísmo, las sensaciones
(aistheseis) e impresiones de los sentidos siempre son verdaderas.

La ética hedonista de Epicuro, es una ética que coloca la felicidad en la búsqueda de placer
y en la ausencia de dolor. De estos placeres y dolores, los más importantes para perseguir o
evitar son los del alma. El cuerpo, a diferencia del alma, sufre o goza únicamente en
presente. En cambio, el alma sufre o goza por el presente, pero también por el pasado y el
futuro.

Continuamos ahora con El Estoicismo, el cual es una escuela filosófica fundada por Zenón
de Citio a principios del siglo lll a.C. Debemos decir que el ideal de los estoicos es vivir de
acuerdo con la naturaleza. Esta escuela dice que debemos aceptar nuestro destino, que
sucede lo que debe suceder, según el destino. Todo es racional y justo, que debemos
dominar las pasiones y quien logra dominarlas alcanza la tranquilidad y la virtud. Cabe
resaltar que, A diferencia del epicureísmo, el estoicismo pervivió con fuerza durante varios
siglos y fue una doctrina viva, con innumerables aportaciones de sus discípulos y menos
atada a las enseñanzas del maestro.

Importante destacar que, en esta escuela, al igual que ocurría en el epicureísmo, todas las
disciplinas se encuentran relacionadas. La lógica, la cual es comprendida como estudio de
las reglas del pensamiento, la física comprendida como estudio del mundo sensible y la
ética comprendida como estudio de las acciones humanas, se incorporan en un mismo
sistema. En todas estas disciplinas, los estoicos postularon la existencia de una ley cósmica
universal y racional, que abarca tanto a los objetos físicos como a las acciones humanas.

Cabe decir también que, al igual que los epicúreos, los estoicos creen que el conocimiento
comienza con las impresiones de los sentidos en el alma. Sin embargo, a diferencia del
epicureísmo, su teoría del conocimiento es mucho más racionalista. La sensación no es
verdadera por sí misma, sino que las impresiones deben ser confirmadas, necesitan generar
una representación (phantasía) que genere aprehensión (katálepsis). Además, los estoicos
admiten de igual manera otras fuentes de conocimiento para desvelar el lógos como los
conceptos generales (énnoiai).

Hay que destacar algo de gran valor y es que, el Estoicismo perduró durante siglos y
permeó con éxito la naciente sociedad romana. Esta nueva época del estoicismo fue, a
diferencia de la época helenística, mucho más ética, mucho más centrada en las normas de
conducta y en la filosofía práctica. Las especulaciones acerca del cosmos, aunque no
desaparecieron, sí pasaron a un segundo plano.

Al igual que en el Epicureísmo, la teoría del conocimiento tiene fuerte implicaciones éticas.
Que la estructura general del universo se base en una ley racional lleva a los estoicos a una
ética basada en la aceptación de esta ley universal. El estoico es libre no porque pueda
hacer lo que le plazca, sino justamente porque comprende esta legalidad universal y se
adapta a ella. Es como el ingeniero que solo puede construir la estructura que desea una vez
conoce las leyes físicas y se adapta a ellas.

Por último y finalizando el análisis sobre estas escuelas encontramos a la escuela Cínica, la
cual fue fundada en Grecia durante la segunda mitad del siglo IV a.C. por Antístenes. Esta
escuela dice que el hombre con menos necesidades es más libre y el más feliz, dice que no
debemos ser esclavos de los placeres y de los bienes materiales. Los cínicos tuvieron una
influencia notable en el pensamiento moral de Atenas cuando murió Sócrates, pero su
influencia fue menguando con el paso de los años. Fueron las anécdotas sobre la vida de los
cínicos las que, de una forma u otra, ayudaron a conservar históricamente el interés por esta
escuela.

Diógenes es la figura central de los cínicos, pero que, sin embargo, no puede ser
considerados una escuela como tal por su actitud anti teorética. De él se dice que vivía en
un barril de vino y que tenía un comportamiento canino, que se manifestaba, por ejemplo,
en que ladraba cuando lo molestaban y hacía sus necesidades en público. De kunikos, que
significa parecido a un perro, deriva el nombre de cínico.
Las preocupaciones de Diógenes, a diferencia del epicureísmo y el estoicismo, eran
fundamentalmente morales y en ningún caso metafísicas o epistemológicas. Su forma de
enseñar fue principalmente práctica al igual que Sócrates y no dejó grandes tratados ni un
legado teórico consistente, lo que ha obligado a la tradición a deducir su pensamiento a
través de las acciones de su vida.

La oposición fundamental para los cínicos, la que recorre la médula de su pensamiento, es


la oposición entre naturaleza y sociedad. De forma más radical aún que los estoicos —cuya
ética se basaba en aceptar la ley universal de la naturaleza—, Diógenes vivió una vida
conforme a la naturaleza de forma casi literal. ¿Se limitaba, como los estoicos, a seguir el
destino y a comprender las leyes del universo? No, iba mucho más allá: dormía y comía
donde le convenía e incluso, cuentan los historiadores griegos, se masturbaba en el
mercado. De hecho, de él afirman que cuando vio a un niño beber agua de su mano, arrojó
su copa al instante.

Al igual que los estoicos, en el centro de la vida cínica encontramos el cosmopolitismo. Se


cuenta que, cuando le preguntaron a Diógenes su procedencia, él dijo: Soy un ciudadano
del mundo. La naturaleza es igual para todos y, por eso, la mayor convención que existen
son las fronteras y nacionalidades.

En conclusión, luego después de haber abordado las principales escuelas filosóficas


helenísticas correspondientes al Epicureísmo, Estoicismo y el Cinismo y así mismo
profundizado un poco acerca de lo que cada una comprende, solo nos queda por decir que,
estas son tres escuelas que aún así más allá de los 2000 años de distancia transcurridos son
realmente verdaderos espacios de diálogos para el mundo actual. Por un lado, el
Epicureísmo como lo pudimos apreciar nos muestra los limites del placer corporal, el
Estoicismo por otro lado, es útil y nos previene de un concepto de libertad demasiado
poderoso y, por último, el Cinismo nos ayuda desnaturalizar actos y gestos que,
evidentemente, son convenciones sociales.

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