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Comisión de Liturgia

JUEVES SANTO – ORACIÓN DEL PESAJ


Monitor 1: Queridos jóvenes; el momento de oración y compartir comunitario que tendremos a
continuación, es una adaptación cristiana de algunas partes importantes de la Cena de Pascua que tenía
el pueblo de Israel. Todos estos signos nos prepararán para entender parte de la Verdadera Cena del
Señor: la Eucaristía, y poder vivirla con mayor intensidad.

Monitor 2: La gratitud es música a los oídos de Dios y hoy, le agradecemos por darnos la vida, la
familia, los amigos y todo lo que procede de Él. Es por eso que iniciaremos nuestra oración entonando
el salmo 136, que canta todas las proezas que realizó el Señor al crear, liberar y proveer de su eterna
misericordia a todo su Pueblo. En Israel, siempre lo cantaban en la Cena de Pascua, a este sentimiento
nos unimos nosotros, que ya disfrutamos del sacrificio pleno de Cristo.

Sacerdote: Queridos jóvenes, comenzamos este momento de oración con la señal de la Cruz, que nos
recuerda el gran amor que Dios nos tiene. En el nombre del Padre…

ORACIÓN CON EL SALMO


NOTA:

1. Cada uno tiene esta parte de la oración en una hoja y la siguen de acuerdo al coro y al
salmista.
Salmista: ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor perdura para siempre!

Todos: Dios y Padre nuestro, Tú has querido que nos reunamos delante de Ti para celebrar una
fiesta contigo, para alabarte y para decirte lo mucho que te amamos.

Salmista: Al único que ha hecho maravillas, porque su amor perdura para siempre.

Todos: Te alabamos por todas las cosas hermosas que has hecho en el mundo y por la alegría
que has dado a nuestros corazones con ellas. Te agradecemos, porque en tu promesa de
salvación, incluyes el renovar todas las cosas.

Salmista: Al que con sabiduría hizo los cielos, porque su amor perdura para siempre.

Todos: Te alabamos por todas las cosas bellas que has hecho en el mundo y por la alegría que
has dado a nuestros corazones. Te alabamos por la luz del sol y por tu Palabra que ilumina
nuestras vidas.

Salmista: Se acordó de nosotros en nuestro abatimiento, porque su amor perdura para siempre.

Todos: Te damos gracias Señor por Jesús, tu enviado, el amigo de los jóvenes y de los pobres,
porque Él vino para para arrancar de nuestros corazones el mal que nos impide ser amigos y el
odio que no nos deja ser felices.
Comisión de Liturgia

Salmista: Y nos libró de nuestros opresores, porque su amor perdura para siempre. Él da su pan a
todo hombre y mujer, porque su amor perdura para siempre. Den gracias al que es Dios de los
cielos, porque su amor perdura para siempre.

Todos: Te doy las gracias por dar tu vida en la Cruz, para perdón de nuestros pecados, para
darnos salvación y para recibir a través de Ti, vida eterna.

REFLEXIÓN EN TORNO AL EVANGELIO

Monitor: Ahora, como parte de este momento de reflexión, meditaremos el Evangelio. En la


Última Cena, Cristo nos da su Cuerpo y Sangre como Pan y Bebida de salvación. Escuchemos
atentamente…
Sacerdote:
Lectura del Evangelio de Lucas
Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con ansia he deseado
comer esta Pascua con ustedes antes de padecer; porque les digo que ya no la comeré más
hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dadas las gracias,
dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes; porque les digo que, a partir de este momento,
no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.» Tomó luego pan, y, dadas las
gracias, lo partió y se los dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes; hagan
esto en recuerdo mío.» De igual modo, después de cenar, tomó la copa, diciendo: Este cáliz es
la Nueva Alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes.

Palabra de Dios.

Monitor: Queridos jóvenes, ha llegado un momento especial para todos. Ahora, en nuestra
comunidad, reflexionaremos y compartiremos entorno a la lectura que se ha escuchado.
NOTA: El animador de cada comunidad guía la reflexión.

Preguntas para reflexionar en torno a la Lectura

1. Después de haber escuchado la lectura ¿Qué es lo que más me llama la atención? ¿Qué
gesto de Jesús me impresiona?

2. ¿Con que acciones concretas demuestro mi amor y adhesión por Jesucristo? ¿Estos
detalles son hechos con toda sinceridad o son por puro cumplimiento?

3. ¿Qué podría ofrecer a Jesucristo al celebrar la Eucaristía de hoy, mi silencio, mi


disposición, mi buen ánimo, el respeto por la celebración, mi oración personal?

REFLEXIÓN EN TORNO AL EVANGELIO

Nota:
Comisión de Liturgia

1. Se escucha para música de fondo (Instrumental taizé u otro).


2. Para este momento cada grupo tendrá un pan ácimo, un paño pequeño (Pan árabe o
pan pita).
Animador: De manera simbólica vamos a compartir este pan ácimo, como Jesús lo hizo con
sus amigos en la Última Cena siguiendo parte de la tradición judía y dándole un sentido
cristiano.

Animador (tomando el pan en la mano): Bendito eres tú, Dios nuestro, Rey del Universo, que
nos santificas con tus mandamientos, y nos invitas a comer de este pan, fruto de la tierra y del
trabajo del hombre, que en este momento nos recuerda el verdadero sacrificio de tu Hijo, presente
en la Eucaristía.
Nota: Cada animador, luego de leer la bendición, coge un pedazo de pan y lo pasa al de la
derecha, el cual hace lo mismo. El animador, explica que al quebrar el pan y coger el propio
pedazo, se comparte en voz alta el ofrecimiento, y da el ejemplo. Después de unos 10
minutos de compartir se vuelve formar un solo grupo en torno al sacerdote.

Animador: Con la alegría de saber que nos hemos arrepentido de todas las ofensas que hemos
hecho contra Dios, nuestros hermanos y su Creación, nos dirigiremos a Él con la oración que
Jesús nos enseñó: Padre Nuestro…

Monitor: Amigos y amigas ahora terminamos este momento acompañando al canto y la


bendición final del Sacerdote.

(Se le entrega a cada uno una hoja con la letra de la canción “Ya no eres pan y vino”, el
audio estará en el usb de la comisión de liturgia. Luego del canto, el sacerdote termina con
la oración)

Sacerdote:

Gracias Dios por tus promesas,


Porque Tú eres fiel a ellas,
Gracias por tu Palabra bendita
por ser la lámpara que quita nuestra oscuridad.

Gracias Dios por tu gran amor,


al dar a tu Hijo querido para salvación.
Te agradezco por la compañía del Espíritu Santo,
Gracias Dios, por amarme tanto.

Bendición final

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