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PARROQUIA DIVINO REDENTOR


CAPILLA SANTA MAGDALENA
CELEBRACIÓN DE LA
PRIMERA COMUNIÓN

JESUCRISTO ES EL CENTRO DE

MI VIDA

“FE ES CREER EN LO QUE NO SE VE; Y LA RECOMPENSA ES VER LO QUE


NO SE CREE”
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RITOS INICIALES

Canto para la procesión: los niñ@s inician la entrada. Los niñ@s entran
hasta la mitad del templo y siguen adelante las que llevan el mantel, el cirio y
el misal.

Monición de entrada:

Niñ@: Queridos padres, hermanos, familiares y amigos: Sean bienvenidos a


nuestra celebración con Jesús el Señor. Él quiere estar con nosotros y
acompañarnos siempre; por eso, nos invita a escuchar su Palabra y a comulgar
con su Cuerpo.

Todos nosotros, de modo especial niñas y catequistas, hemos preparado con


alegría y esfuerzo este encuentro con Jesús.

Dialogo para preparar la mesa

Catequista: ¿ustedes saben que es lo que se necesita para celebrar la pascua del
modo en que Jesús la celebró?

Todos: ! No!

Catequista: lo primordial es la mesa, es la que hoy conocemos como altar, y es el


centro de nuestra celebración ya que ella representa a Jesús como alimento para
los hombres ; ella va adornada con un gran mantel, dos cirios y el misal para darle
el respeto que se merece.

Niñ@: ¿pero qué clase de comida utilizó Jesús?

Catequista: en este instante Jesús comparte con los discípulos pan, es el mismo
pan que hoy adorna nuestra mesa, para que recordemos que él se queda con
nosotros cuando lo comemos.

Niña : ¿ y con qué acompañan los alimentos?

Catequista: la bebida preferida era el vino, y ya que lo vemos entrar en este


momento de preparar la mesa, nos recuerda que Jesús se convierte en bebida
que calma nuestra sed espiritual; además es símbolo de alegría y fiesta, como la
de hoy.

Niñ@: ¿y para qué esas flores?

Catequista: ellas acompañan porque son signo de vida para nosotros. Mira sus
colores, su tamaño… son la representación del amor de Dios hacia los hombres.
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Niñ@: ¿y quiénes están en esta celebración?

Catequista: Todos los Bautizados y presentes, ustedes, niños y niñas, todos los
que estamos reunidos pues somos representación del amor de Dios hacia los
hombres.

Niñ@: ¿y quién va estar al frente de esta celebración?

Catequista: el sacerdote, quien en representación de Jesús dice lo que él dijo al


darse como alimento a sus discípulos; él permite que podamos tener a Jesús
mediante la Eucaristía.

Canto:

SALUDO DEL CELEBRANTE.

ACTO PENITENCIAL (Sacerdote)

Canto: Gloria a Dios

LITURGIA DE LA PALABRA

MONICIÓN A LAS LECTURAS:

Junto con la participación en la mesa del altar, comulgamos también en la mesa


de la Palabra de Dios que es para el creyente alimento y manjar. Especialmente
hoy saboreamos esta Palabra, porque hay algunos miembros de nuestra
comunidad que se van a unir en la mesa eucarística.
Escuchemos con atención:

Niñ@: Primera lectura-

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios: (11, 23-26)
Hermanos, yo recibí del Señor lo que a mi vez les he transmitido: que el Señor en la noche en que
iba a ser entregado, tomó pan y, después de pronunciar la acción de gracias, lo partió y dijo: “Este
es mi cuerpo, que se da por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Lo mismo hizo con el cáliz
después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre cada vez que
lo beban, háganlo en memoria mía”. Por eso, cada vez que coman de este pan y beban de este
cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Palabra de Dios.
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Catequista: Salmo

Salmo 116 (114-115), 12-18


R. El cáliz que consagramos es comunión con la sangre de Cristo.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Alzaré el cáliz de la salvación, invocando su nombre. R.
Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo, sirvo tuyo, hijo de tu esclava. R.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos, en presencia de todo el pueblo. R.

R= Aleluya, aleluya.
Dios nos amó a nosotros y nos envió a su Hijo como víctima de expiación por nuestros pecados.
R= Aleluya, aleluya.

EVANGELIO:

Del Santo Evangelio según san Juan: (6, 41-51)


En aquel tiempo, murmuraban los judíos contra Jesús porque había dicho: “Yo soy el pan que ha
bajado del cielo”, y decían: -¿No es este Jesús el hijo de José? ¿Acaso no conocemos a su padre y a
su madre? ¿Cómo nos dice ahora que ha bajado del cielo?
Jesús les respondió: -No murmuren. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha
enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos enseñados por
Dios”, todo aquél que escucha al Padre y aprende de Él, viene a mí. No digo que alguno haya visto
al Padre, fuera de aquél que procede de Dios. Ese sí ha visto al Padre.
En Verdad les digo, el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Sus padres comieron el
maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo para que quien coma de él, no
muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan, vivirá para siempre. Y
el pan que yo daré es mi carne, y la daré por la vida del mundo.
Palabra del Señor.

Homilía.

SE ENCIENDEN LAS VELAS DESDE EL CIRIO PASCUAL

RENOVACION DE LAS PROMESAS BAUTISMALES


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NIÑ@: En la noche del viernes compartimos el pan con el hermano, y allí
recordamos la importancia de nuestro Bautismo, nuestros papas encendieron las
velas del amor y por nosotros renovaron sus promesas bautismales.

Ahora, antes de recibir al Señor, somos nosotros los que vamos a renovar nuestra
intención de rechazar el pecado y vivir como Dios quiere profesando la fe que
hemos heredado.

Sacerdote: ¿Renuncian a Satanás? ¿Renuncias al pecado para vivir en la libertad


de los hijos de Dios?

Todos: Sí, renuncio.

Sacerdote: ¿Y a todas sus obras? ¿Renuncias a todas las seducciones del mal,
para que no domine en ustedes el pecado?

Todos: Sí, renuncio.

Sacerdote: ¿Y a todas sus seducciones? ¿Renuncian a Satanás, padre y príncipe


del pecado?

Todos: Sí, renuncio.

Sacerdote: ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?

Todos: Sí, creo.

Sacerdote: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de


santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está
sentado a la derecha del Padre?

Todos: Sí, creo.

Sacerdote: ¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la


comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la
carne y en la vida eterna?

Todos: Sí, creo.

Sacerdote: Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos
liberó del pecado y nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo, nos
conserve con su gracia, unidos a Jesucristo, nuestro Señor, para la vida eterna.

Todos: Amén.

PETICIONES (dos niñ@s)


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 Presentamos nuestras súplicas y necesidades, por boca de
estos niños, a los que Dios escucha especialmente; a cada
petición respondemos: Jesús, tu que eres el Pan de la Vida,
Escúchanos.

Niño 1: Que todos los niños que recibimos a Jesús por primera vez
seamos fieles a la promesa que le hemos hecho. Roguemos al
Señor.

Niña 2: Que nuestros padres y madres sean buenos, tengan salud,


y nos enseñen con su ejemplo. Roguemos al Señor.

Niño 1: Que nuestras catequistas continúen con la hermosa labor de educarnos


en la fe. Roguemos al Señor.

Niña 2: Que los sacerdotes de nuestras parroquias nos evangelicen con


prudencia y sabiduría. Roguemos al Señor.

Niño 1: Que las autoridades de nuestro pueblo trabajen por la prosperidad y el


bienestar de todos. Roguemos al Señor.

Niña 2 : Que las niños seamos como Jesús quiere. Roguemos al Señor.

Niño 1: Que los jóvenes sean alegres y encuentren sentido a su vida.


Roguemos al Señor.

Niña 2 : Que los ancianos de nuestro pueblo encuentren gratitud y afecto en su


familia. Roguemos al Señor.

Niño 1 : Que los enfermos y los que sufren recobren la salud y la esperanza,
siguiendo la voluntad de Dios. Roguemos al Señor.

catequista: Que los pobres encuentren en nosotros ayuda y compañía.


Roguemos al Señor.

Sacerdote: Escucha, Señor Jesús, nuestras peticiones y concédenos tu Espíritu


de fraternidad para que vivamos como nos enseñas en el evangelio. P.J.N.S.

LITURGIA DE LA EUCARISTIA

MONICIÓN A LAS OFRENDAS.- familias: (padre de familia)


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( UNAS FAMILIAS VAN PASANDO A PRESENTAR LOS DONES)

Las ofrendas son los dones que nosotros presentamos a Dios, para darle gracias y
para que El los bendiga y los convierta en alimento de salvación.

Así, el pan y el vino, fruto de nuestro trabajo, ilusionado y sacrificado, se


convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, para alimentar nuestro corazón y
nuestra fe.

Y junto a ellos, hoy, le ofrecemos el Catecismo que les ha servido para conocer
mejor la vida y el mensaje de Jesús y les servirá en próximos años para
intensificar su formación cristiana.

Y, por supuesto, te presentamos los compromisos de todos estos niños que


ahora van a recibir el Cuerpo de Cristo, para que su primera comunión sea el inicio
de una nueva relación con Dios y con la Iglesia, expresada en su participación en
la misa de todos los domingos.

También presentamos ante ti Señor estos alimentos fruto del trabajo diario, hoy
desde lo que tenemos te los presentamos para ser compartidos con los más
necesitados.

Canto
CONSAGRACION
RITO DE PAZ
COMUNION
BENDICIÓN FINAL
NOS ENCOMENDAMOS A NUESTRA MADRE MARIA

Niñ@: Primera lectura-


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Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios: (11,
23-26)
Hermanos, yo recibí del Señor lo que a mi vez les he transmitido: que
el Señor en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, después
de pronunciar la acción de gracias, lo partió y dijo: “Este es mi cuerpo,
que se da por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Lo mismo hizo
con el cáliz después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza
que se sella con mi sangre cada vez que lo beban, háganlo en
memoria mía”. Por eso, cada vez que coman de este pan y beban de
este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Palabra de Dios.
Catequista: Salmo

Salmo 116 (114-115), 12-18


R. El cáliz que consagramos es comunión con la sangre de
Cristo.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Alzaré el cáliz de la salvación, invocando su nombre. R.
Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo, sirvo tuyo, hijo de tu esclava. R.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos, en presencia de todo el pueblo. R.

R= Aleluya, aleluya.
Dios nos amó a nosotros y nos envió a su Hijo como víctima de
expiación por nuestros pecados.
R= Aleluya, aleluya.

EVANGELIO:
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Del Santo Evangelio según san Juan: (6, 41-51)

En aquel tiempo, murmuraban los judíos contra Jesús porque había


dicho: “Yo soy el pan que ha bajado del cielo”, y decían: -¿No es este
Jesús el hijo de José? ¿Acaso no conocemos a su padre y a su
madre? ¿Cómo nos dice ahora que ha bajado del cielo?
Jesús les respondió: -No murmuren. Nadie puede venir a mí, si no lo
atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día.
Está escrito en los profetas: “Serán todos enseñados por Dios”, todo
aquél que escucha al Padre y aprende de Él, viene a mí. No digo que
alguno haya visto al Padre, fuera de aquél que procede de Dios. Ese
sí ha visto al Padre.
En Verdad les digo, el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de
vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es
el pan que baja del cielo para que quien coma de él, no muera. Yo soy
el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan, vivirá
para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, y la daré por la vida
del mundo.
Palabra del Señor.

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