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INSTITUCIÓN EDUCATIVA

SAGRADO CORZÓN DE JESÚS


Dirigido por los Hermanos de las Escuelas Cristianas

CELEBRACION PRESIDIDA POR:


CAPELLÁN
MOTIVACIÓN INICIAL

Recibimiento de los Catequistas

Catequista 1: Buenos días soy ………… hago parte del grupo de jóvenes
catequistas que durante este año han preparado a sus hijos para el sacramento
de la Eucaristía. Todos estamos alegres, y no es para menos. Culmina el esfuerzo
de nuestros niños, de la institución y de esta comunidad para educarlos en la fe.
Junto a ellos, vamos a participar de la celebración eucarística, con nuestra
oración, los cantos, el silencio y el orden.
Catequista 2: Sabemos que esta celebración es un punto de partida: desde hoy
seguirán convocados a celebrar la Eucaristía, domingo a domingo, para seguir
creciendo como cristianos. Sabemos también, que para ello necesitan nuestro
ejemplo y estímulo, como hoy, que los acompañamos con alegría.
Catequista 1: Aquí estamos. Es un día de fiesta y alegría. Reafirmemos junto a
nuestros hijos, las ganas de ser, cada día, mejores

Nos ponemos de pie para recibir la su entrada al encuentro con el Señor

¡Muchas gracias y bienvenidos a la Casa del Padre!

Comienzo de la celebración

Hno Brayan: Hermanos, sean bienvenidos a esta celebración eucarística. Hoy


nos llena de mucho gozo poder compartir con estos niños y niñas de nuestra
comunidad, su primer encuentro personal con Jesús en la eucaristía. Pidamos
por ellos para que sean fieles al llamado que Dios les hace de vivir en
comunión con él.
CANTO DE ENTRADA

PADRE: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amen

PADRE: La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la


comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.

Todos: Y con tu espíritu

Acto penitencial

PADRE: Hermanos, para celebrar dignamente estos sagrados misterios,


reconozcamos nuestros pecados:

Yo pecador

PADRE: Dios todo poderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros


pecados y nos lleve a la vida eterna

Todos: Amen

CANTO DE PERDÓN

Gloria

ORACIÓN COLECTA

PADRE: Cumple, señor, en nosotros tu promesa, derrama tu espíritu santo,


para que nos haga ante el mundo testigos valientes del evangelio de
Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de lo siglos.
Amen.

LITURGIA DE LA PALABRA

En el marco de la fiesta de LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN


MARÍA encomendémonos a nuestra madre santa para que nos enseñe la
pureza de corazón por la cual la escogió Dios como Madre del Salvador. No
podemos tampoco olvidar que la celebración de comunión que nos congrega
hoy, se renueva cada día, siendo reflejo de la presencia de Cristo en nuestras
vidas, las vidas de estos niños y la vida cotidiana de nuestra comunidad más
próxima: nuestra familia.
Dispongámonos pues, a escuchar con atención la siguiente lectura, para que
nuestro corazón y nuestra razón puedan captar el mensaje que Dios nos quiere
comunicar a través de su palabra.

Primera lectura ()

Lectura del primer libro de los Reyes


(19, 4-8)

En aquellos tiempos, caminó Elías por el desierto un día entero y finalmente se


sentó bajo un árbol de retama, sintió deseos de morir y dijo: “Basta ya, Señor.
Quítame la vida, pues yo no valgo más que mis padres”. Después se recostó y
se quedó dormido.

Pero un ángel del Señor llegó a despertarlo y le dijo: Levántate y come”. Elías
abrió los ojos y vio a su cabecera un pan cocido en las brasas y un jarro de
agua. Después de comer y de beber, se volvió recostar y se durmió.

Por segunda vez, el ángel del Señor lo despertó y le dijo: “Levántate y come,
porque aún te queda un largo camino”. Se levantó Elías. Comió y bebió. Y con
la fuerza de aquél alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el
Orbe, el monte de Dios.

Lector: Palabra de Dios


Todos: Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Salmo Responsorial (115) (Daniel)

R: Hoy queremos recibirte en nuestro corazón

¿Cómo pagaré al Señor


por todos sus favores?
Alzaré el cáliz de salvación
invocando su nombre. R

Penoso es a los ojos del Señor


Que sus amigos mueran.
Porque siervo tuyo,
tu servidor e hijo de tu sierva,
por eso tú, Señor,
rompiste mis cadenas. R
Voy a hacer sacrificios de alabanza,
invocando tu nombre.
Cumpliré mis promesas al Señor,
ante todos los hombres. R

Hno Brayan
En esta lectura, San Pablo da testimonio de la tradición apostólica que recibió
para la celebración de la fracción del pan. Escuchemos atentamente.

Segunda Lectura:

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios (H. Julio)
(11, 23-26)

Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: que el Señor
Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y
pronunciado la acción de gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se
entrega por ustedes: Hagan esto en memoria mía”.

Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva
alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que
beban de él”.

Por esto, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz,
proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Lector: Palabra de Dios


Todos: Te alabamos, Señor.

ALGÚN CATEQUISTA:

Nuestro Señor Jesucristo, en vísperas de su pasión, se entregó a sí mismo


como alimento a sus discípulos. Pongámonos en pie y cantemos el aleluya:

R. Aleluya, aleluya.

ALGÚN CATEQUISTA:

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el


Señor.
(Jn 6, 56)

R. Aleluya, aleluya.

Presbítero:

Lectura del santo Evangelio según San Marcos


(14, 12-16. 22-26)

El primer día de la fiesta de los panes asimos, cuando se sacrificaba el cordero


pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos: “¿Dónde quieres que vayamos
a prepararte la cena de Pascua?” El le dijo a dos de ellos: “Vayan a la ciudad.
Encontraran a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al
dueño de la casa en donde entre: “El maestro manda a preguntar: ¿Dónde está
la habitación en la que voy a comer la Pascua con mis discípulos?”. El les
enseñará una sala en el segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí
la cena”. Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que
Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua.

Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo


dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen: esto es mi cuerpo”. Y tomando en sus
manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio, todos
bebieron y les dijo: “Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama
por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día
en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios”.
Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos.

Presbítero: Palabra del Señor


Todos: Gloria y honor a ti, Señor Jesús

PRESENTACION DE LOS NIÑOS QUE VAN A RECIBIR LA PRIMERA COMUNIÓN

Hno Brayan

Padre Ende, sacerdotes con celebrantes y comunidad presente. Estos niños


fueron bautizados con la promesa de que serían educados en la fe, y de que un
día recibirían por primera vez, el cuerpo y la sangre de cristo en el sacramento
de la comunión. Ese fue el compromiso de sus padres en el bautismo.
Como responsable de los programas de catequesis de la institución, tengo la
satisfacción y el orgullo de decir a la comunidad reunida, que estos niños, han
recibido la catequesis adecuada para su edad.

Padre : En el nombre del señor los aceptamos para recibir este sacramento
admirable que los acerca aun más a nuestro padre misericordioso.

La comunidad los recibe con un fuerte aplauso

Los niños toman asiento

HOMILIA

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES

En este momento se toma la luz del cirio pascual y se encienden los cirios de
los niños

Renovar las promesas bautismales como en la vigilia pascual


ORACION DE LOS FIELES

Padre: Oremos, hermanos, al Padre, y pidamos por estos niños que van a
participar hoy por primera vez de la mesa eucarística junto a la familia santa de
Dios. A cada petición responderemos:

Señor, escucha nuestra oración.

Lector 1: Por la Santa Iglesia de Dios, para que siempre acuda a la mesa del
altar a alimentarse del Pan de vida que da fortaleza y luz para continuar su
peregrinación por este mundo. Oremos

Todos: Señor, escucha nuestra oración.

Lector 2: Por lo niños catequizados, que participan por primera vez de la mesa
eucarística, para que crezcan en sabiduría y gracia, y se unan conscientemente
a la fe de nuestro Bautismo. Oremos

Todos: Señor, escucha nuestra oración.

Lector 3 : Por nuestros padres y maestros para que nos sirvan siempre de
ejemplo y estímulo, y aseguren así nuestra perseverancia en la fe. Oremos

Todos: Señor, escucha nuestra oración.

Lector 4: Por todos los que acompañamos a estos niños en su primer


encuentro con Jesús en la Eucaristía, para que nos preserve de todo mal y nos
haga fieles en la espera de su venida gloriosa. Oremos

Todos: Señor, escucha nuestra oración.

Lector 5: Padre todopoderoso, tu que eres la resurrección y la vida, escucha


las oraciones de tu iglesia, fortalece nuestra esperanza y danos un día parte de
tu reino.
Por Jesucristo nuestro señor.

Todos: Amén

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS

Hno Brayan:

Te ofrecemos señor el cuadernillo de formación, como evidencia del trabajo y


encuentro con la sagrada escritura, como revelación, de Dios en la historia del
hombre y como presencia de Jesús amigo que nos acompañó y nos acompaña
hoy, para recibirlo en este sacramento.

Un catequista (…..) lleva la sagrada escritura al altar:


Te ofrecemos señor el pan y el vino símbolos de nuestra vida que desea
ardientemente recibirte para ser transformados en otro Cristo transmisor de
amor.
Una pareja de Jóvenes (……………….) lleva el pan, el vino.

Hno Brayan : Hasta aquí hemos rezado y escuchado la Palabra de Dios.


Ahora preparamos la mesa de la Eucaristía. Pondremos el pan y el vino sobre
el altar para que conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesús, el alimento que
nos da vida por siempre.

Acompañamos el pan y el vino con una ofrenda para dar a los pobres. Jesús
nos enseña que debemos ayudarle porque no podemos amarlo a él si no
ayudamos a quienes lo necesitan.

Vamos a empezar el momento central de nuestra celebración. Pronto los


sacerdotes repetirán las palabras y los gestos de Jesús durante la Última Cena
para que el pan y vino sean para nosotros su Cuerpo y su Sangre.

Lo acompañamos dando gracias a Dios por todas las cosas bellas que ha
hecho en el mundo y por la alegría que ha dado a nuestros corazones.

CANTO DE OFERTORIO

LITURGIA EUCARÍSTICA

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Sacerdote: Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre todo poderoso.

Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de
su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia

Sacerdote:
Mira con bondad señor los sacrificios que te presentamos, para que la celebrar
la pasión de tu hijo en este sacramento, gocemos de sus frutos en nuestro
corazón. Por Jesucristo nuestro señor.

Todos: Amén.

PREFACIO
(Plegaria Eucarística la propia del rito ordinario)
SANTO

PLEGARIA EUCARÍSTICA

Padre

Bendito sea Jesús, tu enviado, el amigo de los niños y de los pobres. El vino
para enseñarnos cómo debemos amarte a ti y amarnos los unos a los otros. El
vino para arrancar de nuestros Corazones el mal que nos impide ser amigos y
el odio que no nos deja ser felices. El ha prometido que su Espíritu Santo
estará siempre con nosotros para que vivamos como verdaderos hijos tuyos.

Todos: Tú que nos amas, Señor Jesucristo, Gloria a Ti Señor!

A ti, Dios y Padre nuestro, te pedimos que nos envíes tu Espíritu, para que este
pan y este vino sean el Cuerpo y la Sangre de Jesús, nuestro Señor. El mismo
Jesús, poco antes de morir, nos dio la prueba de tu amor. Cuando estaba
sentado a la mesa con sus discípulos, tomó el pan, dijo una oración para
bendecirte y darte gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciéndoles:

Tomad y comed todos de él,


porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por ustedes.

Después, tomó un cáliz lleno de vino y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a


sus discípulos diciendo:

Tomad y bebed todos de él,


porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna,
que será derramada por ustedes y por muchos,
para el perdón de los pecados.
Y les dijo también:
Haced esto en conmemoración mía.

Padre
Aclamemos el Misterio de la redención.

Todos: Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz,
anunciamos tu muerte, Señor hasta que vuelvas.

Padre
Por eso, Padre bueno, recordamos ahora la muerte y resurrección de Jesús, el
Salvador del mundo. El se ha puesto en nuestras manos para que te lo
ofrezcamos como sacrificio nuestro y junto con él nos ofrezcamos a ti.

Todos: Tú que nos amas, Señor Jesucristo, Gloria a Ti Señor!


Escúchanos, Señor, Dios nuestro: danos tu Espíritu de amor a los que
participamos en esta comida para que vivamos cada día más unidos en la
Iglesia, con el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, con Nuestro Obispo Héctor
Cubillos, los presbíteros y diáconos y todos los que trabajan por tu pueblo.

Todos: Que todos seamos una sola familia, Gloria a Ti Señor.

No te olvides de las personas que amamos ni de aquellas a las que


debiéramos querer más. Acuérdate también de los que ya murieron y recíbelos
con amor en tu casa.

Todos: Que todos seamos una sola familia, Gloria a Ti Señor.

Y un día, reúnenos cerca de ti, con María la Virgen, Madre de Dios y Madre
nuestra, San José, los apóstoles, San Juan Bautista De La Salle y todo el
pueblo reunido por ti, para celebrar en tu reino la gran fiesta del cielo.
Entonces, todos los amigos de Jesús, nuestro Señor, podremos cantarte sin fin:

Todos: Que todos seamos una sola familia, Gloria a Ti Señor.

Padre
Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre Omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo honor y gloria por los siglos de los siglos.

Todos cantamos: Amén.

Padre: Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina


enseñanza, nos atrevemos a decir:

PADRE NUESTRO

Padre: Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros


días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de
pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa
venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Todos: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor

Padre: Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz os dejo, mi paz os
doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme
a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Todos: Amen.

Padre: La paz del Señor esté siempre con vosotros.

Todos: Y con tu espíritu


Padre: como expresión de nuestro vivir la paz que cristo nos trajo, y que hoy
nos comunica nuevamente, démonos fraternalmente un saludo de paz.

CANTO DE PAZ

Padre: Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, dichosos los
invitados a la cena del señor.

Todos: Señor no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya
bastara para sanarme

Padre: Bienaventurados quienes han sido invitados al banquete de las bodas


del cordero.

Maestro : Queridos niños: Llega el momento más esperado porque Jesús


viene a sus corazones, porque los ama y quiere estar siempre cerca. Con
alegría, vamos a recibirlo jubilosos.

CANTO DE COMUNIÓN

Acción de gracias: (Hno. Julio)

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN

Padre: Te pedimos, señor, que continúes favoreciendo a estos hijos tuyos a


quienes has alimentado con el sacramento de tu hijo.

Haz que superando las dificultades de la vida, alegren con su santidad a la


iglesia y por medio de sus obras y de su amor, la hagan crecer en el mundo.

Por Jesucristo nuestro señor.

Todos: Amén.

Padre: El señor este con ustedes

Todos: Y con tu espíritu

Padre: Dios padre todo poderoso, que os adopto como hijos, haciéndoos
renacer del agua y del espíritu santo, os bendiga y os haga siempre dignos de
su amor.

Todos: Amen.

Padre: El hijo unigénito de Dios, que prometió que el espíritu de verdad estaría
siempre en la iglesia, os bendiga y os fortalezca.
Todos: Amen.

Padre: El Espíritu Santo que encendió en el corazón de los discípulos el fuego


del amor, os bendiga y congregándoos en la unidad, os conduzca a los gozos
del reino eterno,

Todos: Amen

Padre: Y la bendición de Dios, padre todo poderoso, Padre, Hijo y Espíritu


Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.

Todos: Amen.

Padre: Podemos ir en paz

Todos: Demos gracias a Dios.

VIVA JESUS EN NUESTROS CORAZONES… ¡POR SIEMPRE!

CANTO DE SALIDA

FIN.

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