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CELEBRACIÓN
De
PRIMERAS COMUNIONES
17 de junio de 2017
CELEBRACIÓN DE PRIMERAS COMUNIONES.
1. MONICIÓN DE ENTRADA.
Buenos días. Nos reunimos en esta Celebración para acompañar a estos niños que
por primera vez recibirán a Jesús en la Eucaristía. Agradezcamos a Dios el don de la
fe concedida a estos niños y junto con ellos renovemos nuestro amor a Dios,
participando con alegría. Nos ponemos de pie y cantamos.
2. SALUDO
3. INTERROGATORIO.
Sacerdote: Queridos niños que vienen con vestidos de fiesta y caras de alegría
díganme ¿Qué piden a la Iglesia de Dios?
Niños: El Pan de la Eucaristía.
Sacerdote: ¿Papás y padrinos, se comprometen a ayudarlos, con sus palabras y su
testimonio de vida cristiana, a que sigan fieles a Jesucristo?
Papás y padrinos: Sí, nos comprometemos.
Sacerdote: La comunidad cristiana los recibe con gran alegría y yo, en su nombre, les
concederé lo que piden, y en adelante podrán recibir a Jesús en la Comunión.
TODOS: Demos gracias a Dios.
4. Rito penitencial
5. Oración colecta.
Señor, Tú que recibiste con cariño a cuantos niños llegaban a Ti, recibe con bondad la
sencillez de estos niños. Defiéndelos de todos los peligros del cuerpo y del alma, y
guárdalos siempre en tu mor. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
6. Entrega de la Biblia.
MONITOR: Enseguida los padrinos entregarán a sus ahijados la Palabra de Dios,
pidiéndoles que este libro sea su fiel compañero, toda la vida.
“Gracias, Jesús por el alimento de tu Palabra. Enciende mi corazón con el fuego de tu
amor y ayúdame a conocer y cumplir tu voluntad”.
MONICIÓN: Nos podemos sentar.
Escuchemos la Palabra de Dios que ilumina nuestras vidas, pongamos atención.
7. Primera lectura.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 42-47
En los primeros días de la Iglesia, todos los hermanos acudían asiduamente a
escuchar las enseñanzas de los apóstoles, vivían en comunión fraterna y se
congregaban para orar en común y celebrar la fracción del pan. Toda la gente estaba
llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que los apóstoles hacían
en Jerusalén.
Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común. Los que eran dueños de
bienes o propiedades los vendían, y el producto era distribuido entre todos, según las
necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el templo, y en las casas partían
el pan y comían juntos, con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y toda la
gente los estimaba. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que habían de
salvarse. Palabra de Dios.
8. Salmo.
Del salmo 62
R. Sed de ti, Señor, tiene mi alma.
R. Aleluya, aleluya.
El que come mi cuerpo y bebe mi sangre tiene vida en mí y yo en él, y yo lo resucitaré
el último día.
R. Aleluya.
10. Evangelio.
Lectura del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-59.
En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el
que coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo les voy a dar es mi carne,
para que el mundo viva”.
Entonces, los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a
comer su carne?”
Jesús les dijo: “En verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del Hombre y no
beben su sangre, no tendrán vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne
y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre me envió y yo vivo por
el Padre, así el que me coma, vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo; no
como el maná que comieron sus padres, que lo comieron y murieron. El que come de
este pan, vivirá para siempre”. Esto lo dijo Jesús, enseñando en la sinagoga de
Cafarnaúm. Palabra del Señor.
12. Homilía.
13. Profesión de fe.
MONICIÓN: En este momento los niños renovarán sus promesas bautismales
acompañados de sus padrinos, por lo que encenderán sus velas de la luz del Cirio
Pascual.
Sacerdote: El Cirio pascual representa a Jesucristo, luz del mundo, cuando ustedes
niños reciban su vela, reciben la luz de Cristo, Luz que iluminará sus pasos hacia la
vida eterna y al mismo tiempo, adquieren el compromiso de ser luz del mundo.
Sacerdote: Ahora conviene que renueven personalmente la profesión de fe, que sus
papás y sus padrinos hicieron, en unión con toda la Iglesia, el día de su Bautismo, y
renuncien a todo lo que aparta del Reino de Dios, prometiendo seguir a Jesucristo con
la fidelidad de los Apóstoles y los mártires.
Sacerdote: ¿Creen en Dios, Padre todo poderoso, ¿creador del cielo y de la tierra?
Niño: Sí, creo.
Sacerdote: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa
María Virgen, padeció y fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a
la derecha del Padre?
Niño: Sí, creo.
A cada petición diremos: Cristo, pan bajado del cielo, danos la vida eterna.
Para que los niños y niñas que hoy hacen su primera comunión, se adhieran cada
vez con mayor conciencia a la fe y a las promesas del bautismo que hoy han
renovado. Oremos.
Para que Dios les conceda la fuerza necesaria para renunciar al pecado y al mal a
lo largo de su vida, como hoy han prometido. Oremos.
Para que sus padres y padrinos les sirvan siempre de ejemplo y de estímulo, y
aseguren con ello su perseverancia en la fe. Oremos.
Para que todos nosotros sepamos acoger en nuestras celebraciones a estos niños
y niñas que hoy por primera vez participan plenamente en nuestra asamblea
eucarística. Oremos.
Para que los familiares y amigos de estos niños y niñas que por enfermedad u otra
causa no están ahora con nosotros, participen también de los bienes celestiales.
Oremos.
Para que toda la Iglesia, alimentada con el Pan de Vida, camine con la fortaleza de
este alimento hacia los bienes prometidos. Oremos.
LITURGIA EUCARISTICA.
15. Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas de acción de gracias, que te presentan estas niñas y
niños, sus papás y padrinos. Concédeles a ellos y a todos sus familiares y amigos, la
gracia de estar muy cerca de Ti y recibirte siempre con sinceridad de corazón. Por
nuestro Señor Jesucristo…
16. Comunión.
(Oración del niño en silencio).
Niño: Jesús, yo creo firmemente que estás presente en mi alma y en mi corazón. En
este día que te recibo por primera vez, te doy gracias por tan grande regalo. Te pido
que me des tu gracia, para seguir siempre junto a Ti, en este camino que hoy empiezo
como cristiano consciente. Permíteme, con mi comportamiento, reflejar tu amor a
todos. Amén.
17. Oración después de la comunión.
Te damos gracias Señor, porque has querido en tu bondad ser la comida y bebida de
los hombres. Te pedimos humildemente por estos hijos tuyos que por primera vez te
han recibido para que sean en el mundo testigos de tu amor. Por nuestro Señor
Jesucristo…
Oh, Señora, oh, Madre mía, yo me ofrezco todo a ti, y en prueba de mi filial afecto, te
consagro, en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo
mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡Oh Madre de bondad! Guárdame y defiéndeme como
hijo(a) tuyo(a). Amén.
19. Bendición.