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La doctrina a clasificado al contrato de un modo general y desde diversos puntos

de vista, algunos de los cuales provienen de la época romana. Tales


clasificaciones son indispensables para desentrañar la diversa naturaleza del
contrato y sus variados alcances pero debe tenerse en cuenta que las
clasificaciones obedecen a caracteres técnicos jurídicos y no a las simples
denominaciones que en particular pueda presentar cada contrato.
I. SEGÚN SURJAN OBLIGACIONES PARA UNA O PARA AMBAS
PARTES DE UN CONTRATO.
Se dividen en contratos unilaterales y contratos bilaterales, sinalagmáticos o con
prestaciones correspectivas y una categoría intermedia cuya existencia es muy
discutida en la doctrina: los contratos sinalagmáticos imperfectos.
1. Contratos unilaterales
El contrato es unilateral cuándo surgen obligaciones para una sola de las partes
contratantes (Art. 1134 CC), se requiere el consentimiento de ambas partes; una
sola de las partes es deudor y la otra parte es acreedor.
Son ejemplos de contratos unilaterales típicos: el mutuo y la donación.
En el mutuo solo una de las partes (el mutuario) se obliga a devolver la cosa
recibida en calidad del mutuo; la otra parte; el mutuante, es solo acreedor de la
cosa que ha facilitado en mutuo (Art.1735).
En la donación una sola de las partes (el donante) transfiere gratuitamente viene
de su patrimonio a la otra parte, donatario (Art. 1431). El donante es la única parte
que se obliga deudor y el donatario es el acreedor de aquel.
El contrato unilateral es gratuito; pero puede ser oneroso: el préstamo con
intereses, en el cual cada parte obtiene una ventaja, aun cuando solo el mutuario
se obliga a restituir la cosa y apagar los intereses; el mutuante es acreedor de
ambas obligaciones.
2. Contratos bilaterales
El contrato es bilateral cuándo surgen obligaciones para ambas partes
contratantes. Presentan la particularidad de que cada una de las partes está
obligada frente a la otra; son recíprocamente deudores. El artículo 1134 lo define
así: “el contrato es bilateral, cuando las partes se obligan recíprocamente”. En el
contrato bilateral cada una de las partes es deudora y acreedora al mismo tiempo.
Son ejemplos de contratos bilaterales típicos: la venta, el arrendamiento.
En la venta, el vendedor se obliga a transmitir la propiedad de una cosa y el
comprador se obliga a pagar una suma de dinero denominada precio (Art.1474
CC). En el arrendamiento el arrendador se compromete a poner el arrendamiento
en el goce y disfrute de la cosa arrendada y el arrendatario se compromete a
pagar el canon o pensión de arrendamiento (Art.1579 CC).
3. Contratos sinalagmáticos imperfectos.
Los contratos sinalagmáticos imperfectos constituyen una categoría muy discutida
en la doctrina, aceptada por algunos autores y rechazada por otros.
En virtud del principio de autonomía de la voluntad de los contratos que por su
naturaleza son unilaterales pueden convertirse en contratos bilaterales por
ejemplo el depósito remunerado. tales contratos son para la mayoría de la doctrina
francesa y para la Italiana posterior al código de 1942 verdaderos contratos
bilaterales ya me desde el inicio del contrato no hacen obligaciones recíprocas
para ambas partes sin embargo está tesis no es unánimemente aceptada por la
doctrina francesa porque la remuneración no constituye un elemento de la esencia
del contrato.
En algunos contratos unilaterales con posterioridad al nacimiento del contrato
pueden hacer por hechos ocurridos durante su ejecución obligaciones a cargo de
la otra parte el mandante no tiene ninguna obligación inicial para con el
mandatario sin embargo debe reembolsar se los gastos en que haya incurrido (art.
1699 CC); el depositante nada debe al depositario salvo los daños causados al
depositario por la cosa depositada o en su conservación que deben ser
indemnizados por el depositante (art. 1733 CC). En general la doctrina francesa
contemporánea considera que tales contratos no son sinalagmáticos sino
verdaderos contratos unilaterales a los cuales no pueden aplicarse en las reglas
de los contratos bilaterales advirtiendo que algunos autores franceses consideran
que por lo menos la excepción de incumplimiento puede ser alegada por la parte
que ha cumplido su obligación otros autores consideran que en caso, no se aplica
la excepción de incumplimiento sino el derecho de retención.

II. SEGÚN EL FIN PERSEGUIDO POR LAS PARTES


1. Contactos onerosos
Son aquellos en los cuales cada una de las partes procura tener una ventaja
mediante un equivalente o contraprestación el artículo 1135 del Código Civil los
define el contrato es a título oneroso cuándo cada una de las partes trata de
procurarse una ventaja mediante un equivalente el signo característico de un
contrato a título oneroso es que las partes persiguen al cumplir su prestación una
contraprestación que le sirva de equivalente o de ventaja esa contraprestación
puede ser de la más variada índole y No necesariamente debe consistir en dinero
los contratos onerosos se clasifican a su vez en contratos conmutativos y
aleatorios.
2. Contratos gratuitos
Son aquellos contratos en los cuales uno de los contratantes le proporciona al otro
una ventaja sin equivalente alguno. El artículo 1135 del Código Civil los define así:
“El contrato… es a título gratuito o de beneficio cuando una de las partes trata de
procurar una ventaja a la otra sin equivalente”. En los contratos gratuitos la parte
efectúa su prestación sin perseguir una contraprestación o equivalente de la otra
parte.

TERMINACIÓN DE LAS PRESTACIONES DE ALGUNA DE LAS PARTES


DEPENDE DE UN HECHO CASUAL O NO.
Contratos conmutativos y contratos aleatorios. Es una subclasificación de los
contratos onerosos.
3. Contratos conmutativos
En los contratos conmutativos la determinación y extensión de las prestaciones es
fijada por las partes en el momento de la celebración del contrato, de allí que se
afirme en la doctrina que en los contratos conmutativos las partes conocen de
antemano la extensión de sus prestaciones.
La gran mayoría de los contratos onerosos son conmutativos. Como ejemplo de
ellos puede citarse la venta pura y simple, el arrendamiento, pues en ambos casos
las partes conocen de este la celebración del contrato la estimación o valor de la
ventaja que obtendrán al ejecutarlo.
4. Contratos aleatorios.
En los contratos aleatorios las prestaciones de una o alguna de las partes
dependen de un hecho casual, denominado también “alea” y por lo tanto varían
en su existencia o extensión si el hecho se produce o no. El artículo 1136 del
Código Civil los define: “El contrato es aleatorio, cuándo para ambos contratantes
o para uno de ellos, la ventaja depende de un hecho casual”. El alea es la causa
del contrato aleatorio. Obsérvese que en el contrato aleatorio, cuándo se celebra,
las partes no conocen la extensión de las prestaciones de un modo preciso, sino
que tal circunstancia dependerá de la realización o no del hecho casual previsto.
El caso típico es el contrato de seguro, pues las prestación de las partes varía
según ocurra o no el riesgo asegurado (y en algunos casos de la época en que
ocurre el riesgo); el contrato de renta vitalicia, en el cual el monto total de la
pensión dependerá del tiempo que vive el beneficiario; el contrato de compraventa
de cosa futura, compra venta de una herencia, la venta de un inmueble con
expresión de su cabida, a razón de tanto por medida, la venta sin saneamiento.
IV. SEGÚN SU MODO DE PERFECCIONAMIENTO:
Contratos consensuales, contratos reales y contratos solemnes.

a. Contratos consensuales.
Son aquellos que se perfeccionan solo consensu, por el solo consentimiento. En
el Derecho Moderno, caracterizado por la supremacía del principio consensualita,
los contratos consensuales constituyen la regla general, entre ellos todos los
contratos innominados. La excepción son los contratos reales y los contratos
solemnes.
b. Contratos reales.
Son aquellos que para perfeccionarse requieren, además del consentimiento, la
entrega de una cosa. De origen romano aún se conservan en el derecho moderno
los mismos en numerados en los textos romanos mutuo (Art. 1735 CC), comodato
(Art.1724 CC), depósito (Art. 1749 CC) y prenda (Art.1837 CC).
Algunos autores han pretendido desechar esta categoría considerándola como
una reminiscencia del derecho de romano la entrega de la cosa sería el
cumplimiento de la obligación de una de las partes en un contrato bilateral.
La jurisprudencia y la doctrina predominantes siguiendo la corriente tradicional y el
texto Código Civil aceptan esta categoría y estiman que el contrato solo se forma
con la entrega de la cosa y a falta de entregar el contrato es nulo.
c. Contratos solemnes
Son los contratos que requieren para su perfeccionamiento el cumplimiento de una
determinada formalidad distinta la entrega de la cosa. La ausencia de dicha
formalidad hace inexistente el contrato solemne de que se trate; por ello se
denomina a tales formalidades “formalidades ad substantiam” o “formalidades ad
solemnitatem”, con la que se quiere significar que el cumplimiento de la misma es
esencial para la existencia del contrato la solemnidad consiste en el otorgamiento
de un documento privado o público según lo determine la ley.

V. SEGÚN SU CARÁCTER:
Contratos preparatorios, contratos principales y contratos accesorios.

1. Contratos preparatorios
Son contratos preparatorios los que tienen por objeto crear un estado de derecho
que pueda servir de base o fundamento a la celebración de otros contratos
posteriores. Ejemplo la sociedad y el mandato.
2. Contratos principales
Son aquellos que cumplen por sí mismos un fin contractual propio sin tener
relación alguna con otros contratos la mayoría de los contratos nominados son
contratos principales. Ejemplo: la venta, el arrendamiento, el mutuo y el comodato.
3. Contratos accesorios.
Son aquellos que se realizan para garantizar un contrato distinto o una obligación
nacida de otra fuente (hecho ilícito, pago de lo indebido), no existen para cumplir
contractual propio.
La existencia de los contratos accesorios depende en principio de la existencia del
contrato u obligación principal. Ejemplos típicos de contratos accesorios: la fianza,
la prenda y la hipoteca. Si desaparece el contrato u obligación principal,
desaparece el contrato accesorio.
El contrato principal ejerce su influencia sobre el accesorio si el contrato principal
es nulo también lo es el accesorio en algunas situaciones que podríamos calificar
como excepcionales el contrato accesorio puede hacer sentir su influencia sobre el
principal así ocurre con la hipoteca cuando lo viene hipotecados padezcan
deterioros que lo hagan insuficientes para garantizar el crédito el acreedor tiene
derecho a su suplemento de hipoteca o en su defecto al pago de la creencia (art.
1894 CC). La nulidad de la prenda, o el perecimiento de la cosa dada en prenda
por culpa del deudor principal producen la caducidad del término y la exigibilidad
de la obligación principal (art.1215 CC).
También el deterioro de la cosa dada en prenda puede influir indirectamente sobre
la obligación principal (art. 1811 CC).

VI. SEGÚN LA DURACIÓN DE LA EJECUCIÓN DE LAS


PRESTACIONES
Contratos de tracto o cumplimiento instantáneo y contratos de tracto cumplimiento
sucesivo.
1. Contratos de tracto o cumplimiento instantáneo
El contrato de tracto o cumplimiento instantáneo, llamado también contrato de
ejecución única, se caracteriza porque las partes cumplen sus prestaciones en un
solo momento (o venta de contado), en una determinada unidad de tiempo, que
puede ser diferida (venta a crédito) a una oportunidad determinada, o inclusive a
varias oportunidades determinadas (venta por cuotas). Este diferimiento no es de
la esencia del contrato, no se requiere necesariamente al transcurso del tiempo
para cumplir la prestación: el comprador a crédito, o a plazos, puede renunciar al
término y pagar anticipadamente. La ejecución de las prestaciones no requiere el
transcurso del tiempo, más o menos largo sino que pueden ejecutarse
instantáneamente.
Ejemplos de contratos son de tracto instantáneo: la venta, la permuta, la
donación, la transacción.
2. Contrato de tracto sucesivo de cumplimiento sucesivo o de
ejecución continúa.
Los contratos de tracto sucesivo están caracterizado, por la prestación de una de
las partes, por lo menos, no se realiza en una unidad de tiempo, sino que requiere
necesariamente el transcurso del tiempo en periodos más o menos largos para su
cumplimiento; así ocurre, por ejemplo, en el arrendamiento, en el cual el
arrendador se compromete a proporcionar el goce y disfrute de la cosa arrendada
en forma continua durante determinado tiempo el contrato de trabajo respecto del
trabajador el contrato de obra respecto del contratista el contrato de sociedad el
contrato de mandato, a menos que se limite a un solo acto; el comodato, la
enfiteusis, la anticresis, el mutuo; el contrato de suministro de energía eléctrica, el
depósito, la renta vitalicia; en materia mercantil: la cuenta corriente, el contrato de
seguro.
El simple diferimiento del cumplimiento de alguna de las prestaciones así sea de la
naturaleza del contrato no es suficiente para darle el carácter de tracto sucesivo
por ejemplo el contrato de transporte.

VII. SEGÚN LAS NORMAS LREGALES QUE LO RIGULAN.


Contratos nominados o típicos y contratos innominados o atípicos.

1. Contratos nominados o típicos


Son aquellos contratos contemplados expresamente en la ley y reguladas
específicamente mediante normas especialmente dedicadas a ese efecto. Como
ejemplo puede citarse la venta, el mutuo, la sociedad, la hipoteca, la prenda y
todos los contemplados en el ordenamiento jurídico positivo con regulación y
denominación propia. Venta con reserva de dominio, venta de apartamentos en
propiedad horizontal, venta de parcelas, el depósito bancario, el arrendamiento
financiero.
2. Contratos innominados o atípicos
Contratos innominados o atípicos son aquellos que carecen de regulación legal
específica, aun cuando la doctrina y en la práctica tenga una denominación. Son
producto de la autonomía de la voluntad, se rigen por las reglas fijadas por las
partes contratantes, siempre que no violen normas imperativas, y supletoriamente
por normas y principios generales comunes a todos los contratos, a los contratos
en cuya categoría estén comprendidos (por ejemplo: contratos bilaterales), y a los
principios generales aplicables a los mismos. También pueden quedar regulados
por ciertas normas de contratos nominados de su misma naturaleza.

VIII. PRECONTRATOS, ANTECONTRATOS O PROMESAS DE


CONTRATAR.

En la doctrina y en la jurisprudencia se contempla una categoría contractual cuyo


objeto es la celebración de un contrato no se trata de una oferta acto unilateral
cuya aceptación por el destinatario hacen hacer un contrato sino de un verdadero
negocio y lateral que tiene como objeto la celebración de un contrato futuro.
En la doctrina se distinguen dos tipos de precontratos:
A. La promesa unilateral de contratar. En este caso se trata de un contrato en el
cual existiendo una manifestación bilateral de voluntad una sola de las partes se
obliga a celebrar un contrato sin que la otra quede brigada a ello.
Se puede tratar de una promesa gratuita u onerosa para celebrar un contrato
unilateral o bilateral. Lo importante es que una sola de las partes queda obligada a
celebrar el contrato definitivo; la otra no tiene tal obligación.
en la promesa unilateral de venta el promitente se obliga por ejemplo a vender una
cosa por un precio durante un tiempo determinado me obligó a venderte 10000
acciones de la electricidad de Caracas dentro de 90 días a bolívares 200.000
pagaderas de contado El otro contratante es acreedor de la obligación de celebrar
el contrato pero no está obligado a comprar eso solo el promitente que ese
abrigada vender esta promesa de contratar puede ser gratuita aun cuando él viene
generalmente es onerosa el acreedor del contrato de compraventa el que tiene
derecho a comprar generalmente paga una prima por ese derecho y por ello La
promesa unilateral de compra es en este caso un contrato bilateral es contrato
porque ambas partes han convenido en ello y es bilateral porque el prominente
promitente se obliga a vender y el otro contratante a pagar una suma que no es el
precio de la venta no es una simple oferta atún y lateral que está sometida a otras
reglas.
B. La promesa bilateral de contratar es aquel contrato mediante el cual ambas
partes se obligan a celebrar un contrato por ejemplo la promesa del bilateral de
compraventa de una cosa la doctrina francesa y en virtud de disposición existente
en el Código Civil francés artículo 1583 considera está promesa equivale a un
contrato de compraventa en el derecho venezolano existió la misma norma en el
código francés artículo 2514 CC y 1992 pero desapareció desde el código de 1942
por ello consideramos que la promesa bilateral de compraventa es perfectamente
válida en el derecho venezolano al promitente se obliga a vender y el otro
contratante se obliga a comprar una cosa determinada por un precio este contrato
es un común y a veces necesario en materia de compraventa de inmuebles por el
cual las partes se obligan a contratar a celebrar una futura compra venta ante la
oficina pública de registro competente esto tiene la ventaja de que las
prestaciones de ambas partes se pueden cumplir coetáneamente la tradición de la
cosa que en materia inmobiliaria se hace mediante la entrega del título
debidamente registrado y el pago del precio este contrato llena una necesidad de
comercio inmobiliario para comprar un inmueble se requiere el cumplimiento de
ciertas formalidades solvencia de impuestos municipales pago de anticipo de
impuesto sobre la renta o presentación de comprobante de vivienda principal
además generalmente el comprador requiere financiamiento de un tercero quién
exigirá hipoteca en garantía del préstamo que otorgue por consiguiente es muy
difícil que estando de acuerdo en el precio y en la cosa vendida las partes quieren
estar definitivamente obligadas y en caso de incumplimiento tengan que recurrir a
un juicio de cumplimiento o resolución de contrato es más como quiera que
tratándose de un cuerpo cierto la propiedad de se transfiere por él solo
consentimiento el comprador aún antes de haber pagado el precio se convertiría al
ser el contrato definitivo de venta en propietario de la costa y El vendedor ni
siquiera tendría hipoteca legal sobre el inmueble puesto que la hipoteca aún la
legal supone el registro el documento correspondiente

IX. CONTRATOS ENTRE PERSONAS LEJANAS Y ENTRE PRESENTES


1. Concepto
La doctrina distingue el contrato entre personas ausentes o personas lejanas en el
sentido más técnico y personas que están frente a frente.
El contrato entre personas lejanas presenta diversos problemas que serán objeto
de estudio más detenido al tratar sobre la formación de los contratos. En estos
contratos entre personas lejanas, bien sea celebrados por correspondencia, por
teléfono, telégrafo, por telex, por fax e inclusive nuevos medios tecnológicos
(cajero automático, internet) hay que determinar:
a. El momento del perfeccionamiento del contrato.
b. La capacidad de las partes para el momento de
celebrar el contrato.
c. La ley aplicable, cuando los contratantes están en
distintos países.
d. Tribunales competentes, especialmente cuando el
contratante internacional.
e. Medios de prueba de la existencia del contrato.
En el contrato celebrado por medios tecnológicos en general se presenta además
de la cuestión probatoria El problema del consentimiento con la voluntad de las
partes es manifestada a través de un aparato y unas claves determinadas que
pueden o no emanar del aparente manifestante de voluntad.

X. SEGÚN LA SITUACIÓN DE IGUALDAD O NO DE LAS PARTES


Contratos paritarios y contratos de adhesión.
1. Contratos paritarios
Son aquellos contratos producto de una libre negociación y discusión por las
partes tiene conjuntamente fijan sus diversas estipulaciones de acuerdo a su
voluntad teniendo como único límite las normas imperativas aplicables.
Generalmente ambas partes están en situación de igualdad, ninguna de ellas
puede en la práctica imponerle a la otra las estipulaciones del contrato.
2. Contratos de adhesión
El contrato de adhesión es aquel que ha sido redactado por una de las partes que
generalmente por su posición económica puede imponer a la otra parte todas las
activaciones del mismo, por ser está la parte de la relación contractual.

XI. SEGÚN QUÉ EL CONTRATO PRODUZCA EFECTOS


OBLIGATORIOS PARA LAS PARTES SON LA MENTE O BIEN
PRODUZCA DICHOS EFECTOS PARA TERCEROS QUE NO SEAN
PARTE DEL MISMO.
Contratos individuales y contratos colectivos
1. Contratos individuales
Son aquellos que regulan intereses de las propias partes contratantes de allí la
denominación de individuales no afectan en modo alguno los derechos y
obligaciones de terceros salvo las excepciones establecidas en la ley
(causahabientes a título universal, en ciertos casos causahabientes a título
particular, oponibilidad de contrato a terceros estipulación a favor de terceros).
2. Contratos colectivos
Se denomina así a los contratos celebrados por grupos de personas,
generalmente con personalidad jurídica (sindicatos), vinculadas con otras
personas por idénticos o similares fines, que regulan los intereses económicos de
tales entidades, creando normas aplicables a los contratos individuales, que
dependen del contrato colectivo. Por ejemplo: un contrato colectivo de trabajo
suscrito por un sindicato de trabajadores y un empresario o un grupo de
empresarios (art. 507 LOT).

XII. SEGÚN LA NATURALEZA PERSONAL DE LA PRESTACIÓN DE


UNA O ALGUNA DE LAS PARTES:
Contratos ordinarios y contratos intuitu personae.
1. Contratos ordinarios
En los contratos ordinarios las prestaciones de las partes no tienen carácter
personal; por lo tanto, en caso de incumplimiento, las obligaciones son
susceptibles de ejecución forzosa en especie por medios indirectos de ejecución.
2. Contratos intuitu personae
Son aquellos que se realizan en atención a las facultades o condiciones
personales de uno de los contratantes; por lo menos.
Presentan como características fundamentales las siguientes:
A. Además de los modos de terminación típicos de todo contrato, el contrato
intuitu personae se extingue por la muerte del contratante cuyas
condiciones de tipo personal califiquen de intuitu personae al contrato.
B. En caso de incumplimiento de contrato intuitu personae por la parte cuyas
condiciones lo califican como tal, no es posible la ejecución forzosa en
especie sino por equivalente.
C. El error en la identidad o cualidades de la persona pueden dar lugar a la
anulabilidad del contrato (art.1148 CC).

XIII. POR RAZÓN DE LA EXPRESIÓN DE LA CAUSA DEL CONTRATO:


Contratos causados y contratos abstractos.

1. Contratos causados
Son aquellos que contienen no solo la manifestación de la voluntad de las partes
de cumplir con las prestaciones, sino la causa de la promesa, o sea, la intención o
fin Jurídico perseguido con las prestaciones prometidas.
2. Contratos abstractos
Son aquellos que contienen la manifestación de voluntad de las partes de cumplir
con sus prestaciones haciendo abstracción de las causas de la promesa. Están
constituidos por una simple promesa (nuda promissio), sin expresar el fin jurídico
perseguido la causa se presume (art. 1158 CC).
En algunas legislaciones (Código Civil Alemán) se prevé el contrato abstracto en
forma absoluta; la promesa de pago no está ni tiene que estar vinculada a ninguna
otra relación entre las partes. En nuestro derecho, el llamado contrato abstracto
siempre está vinculada a una relación subyacente que le sirve de causa. En
general la doctrina considera que fuera del área contractual los únicos negocios
jurídicos abstractos son las letras de cambio y las obligaciones al portador.

XIV. SEGÚN LA LEGISLACIÓN APLICABLE:


Contratos internos y contratos internacionales.

1. Contratos internos
Son aquellos que se celebran entre personas que en el momento de la
contratación están dentro de la de la jurisdicción venezolana y serán ejecutados
dentro del territorio nacional. Sin lugar a dudas, a tales contratos solo se aplica la
ley venezolana, salvo que las partes hayan escogido una ley extranjera como
supletoria de la ley nacional, y siempre que ello no viole el orden público
internacional.
2. Contratos internacionales
Son aquellos celebrados entre personas que en el momento del perfeccionamiento
del contrato de encuentran en países distintos, sometidos a leyes distintas.
En estos contratos se plantea en primer término el problema del cuál es la ley
aplicable, a menos que las partes hubieran escogido convencionalmente una de
las leyes nacionales, o inclusive una ley extraña ambas. (Art. 30 de la Ley de
Derecho Internacional Privado del 6-8-98). A falta de indicación válida, las
obligaciones convencionales se rigen por el Derecho con el cual se encuentra más
directamente vinculados. El tribunal tomará en cuenta todos los elementos
objetivos y subjetivos que se desprendan del contrato para determinar ese
derecho. También tomara en cuenta los principios generales del derecho
comercial internacional aceptado por organismos internacionales (art. 31 de la
misma ley).

XV. SEGÚN EL DERECHO APLICABLE:


Contratos Privados, Contratos Públicos y Contratos Administrativos.

1. Contratos Privados
Son en general los contratos celebrados entre particulares, y entre los cuales es
necesario distinguir entre otros, los contratos civiles y los contratos celebrados
entre comerciantes, o sujetos a la ley mercantil. Las diferencias entre ambos
regímenes son pocos siendo los principales qué materia mercantil se presume la
solidaridad (Art. 107 C. Com.); que los intereses correspectivos se producen de
pleno derecho (Art. 109 C. Com.) y que los contratos gratuitos son ajenos al
derecho Nery, como la donación, que es gratuito en su esencia. Los demás
contratos gratuitos del derecho si se convierte en contratos onerosos cuando
están sometidos a la ley mercantil. Además, hay ciertas relaciones que están
regidas por todo un cuerpo de normas, como el contrato de trabajo, qué
difícilmente puede sostenerse sea un contrato de Derecho civil, pues está
sometido a toda la normativa contenida en la Ley Orgánica del Trabajo. Aun
cuando siguen siendo contrato de derecho privado, también están sometidos a
una ley especial los contratos agrarios.
2. El contrato público
Los contratos celebrados por el Estado, cualquiera de sus órganos y en general
por los entes públicos están sometidos a reglas particulares, aun cuando se traten
de contrato de derecho privado, en sentido estricto, en los cuales el ente público
no está ejerciendo el ius imperium.
Las empresas del Estado, especialmente cuando tienen forma de persona jurídica
de derecho privado, celebran contratos civiles o mercantiles, que están regidos por
las mismas normas que los particulares (Código Civil, Código de Comercio y
demás leyes aplicables); pero generalmente para poder celebrar tales contratos,
están sometidos al cumplimiento de una serie de requisitos y de autorizaciones
previas, que pueden influir en la validez del contrato de derecho privado celebrado
por el ente público.
3. El Contrato Administrativo
Es una figura creada por la doctrina y la jurisprudencia y es objeto de estudio por
el Derecho Administrativo.

ELEMENTOS DE EXISTENCIA Y VALIDEZ DEL CONTRATO.


El artículo 1141 del Código Civil dispone: “Las condiciones requeridas para la
existencia del contrato son: 1° Consentimiento de las partes, 2° Objeto que pueda
ser materia de contrato, 3° Causa lícita”. A su vez, el artículo 1142 de Código Civil
establece: “El contrato puede ser anulado: 1° Por incapacidad legal de las partes o
de una de ellas, y 2° Por vicios del consentimiento.

1. Concepto de consentimiento.
De una manera general puede definirse el consentimiento (del latín consensus)
como el acuerdo de voluntades para crear obligaciones, es una manifestación de
voluntad deliberada, consciente y libre, Qué expresa el acuerdo de una persona
respecto de un acto externo ajeno.
El artículo 1141 del Código Civil establece: “Las condiciones requeridas para la
existencia del contrato son: 1° Consentimiento de las partes…”.
El consentimiento es uno de los elementos esenciales para la existencia del
contrato, cualquiera que fuera su tipo o naturaleza, sea este real, solemne o
consensual. En todo contrato es necesaria la existencia del consentimiento; sí bien
en los reales y los solemnes se necesita, además, la entrega de la cosa o el
cumplimiento de las formalidades pautadas en la ley.
Los vicios del consentimiento
No basta qué en el contrato existen o se configuran los elementos esenciales a la
existencia del mismo consentimiento objeto y causa tampoco y suficiente que se
configure uno de los elementos esenciales de validez del contrato como en la
capacidad también es necesario que el consentimiento otorgado por las partes sea
válido.
Pimiento válido implica que la manifestaciones de la voluntad de las partes
contratantes estén exentas de irregularidades anormalidades oficio que invalidan
el consentimiento otorgado por ellas el estudio de las causas motivos
circunstancias capaces de anular el consentimiento otorgado por las partes
contratantes ha sido objeto de largo y profundo estudio por la doctrina que para
ello ha estructurado la teoría sobre los vicios al consentimiento.
La doctrina moderna las causas y circunstancias susceptibles de invalidar o anular
el consentimiento reciben el nombre de vicios terminología que ha sido adoptada
de modo casi unánime tanto por la legislación como por la jurisprudencia.
En general los vicios al consentimiento son: el error, el dolo y la violencia.
Nuestro Código Civil consagra la nulidad del contrato por vicios del consentimiento
de una manera expresa en el artículo 1142: “El contrato puede ser anulado…, 2°
Por vicio del consentimiento…”.
El artículo 1146 ejusdem complementa y desarrolla el contenido del artículo 1142
al señalar como causas expresas de nulidad del contrato efectuado por las partes
el error, el dolo y la violencia. Textualmente dispone el referido artículo: “Aquel
cuyo consentimiento haya sido dado a consecuencia de un error excusable, o
arrancado por violencia o sorprendido por dolo, puede pedir la nulidad del
contrato”.

EL OBJETO.
Concepto. Es uno de los elementos o requisitos necesarios para la existencia del
contrato contemplado en el ordinal 2° del artículo 1141 del Código Civil, que
dispone: “Las condiciones requeridas para la existencia del contrato son: …2°
Objeto que pueda ser materia de contrato”.
Nuestro Código Civil, al igual que la mayoría de los ordenamientos jurídicos
positivos coloca al objeto como elemento del contrato solución que no ha dejado
de ser criticada abiertamente con la doctrina. Para la mayoría de los autores el
objeto no es propiamente un elemento del contrato sino elemento de la obligación.
Los requisitos señalados por los artículos 1155 y 1156 del Código Civil son
plenamente aplicables al objeto de la obligación y no lo dejé todo el contrato se
refieren a la prestación Qué es el contenido de la obligación y en nada se refieren
al objeto del contrato que Cómo sabemos es una negociación jurídico que crea mi
obligaciones y cuyo objeto En todo caso estaría constituido por la obligaciones que
engendra.

LA TEORÍA DE LA CAUSA
1. Disposiciones legales.
En artículo 1141 del Código Civil dispone:”Las condiciones requeridas para la
existencia del contrato son… 3° Causa lícita”. El Capítulo IV se denomina “De la
causa de los contratos” y contiene dos artículos regulados a causa (Arts.1157 y
1158).
La causa sería un elemento de tipo subjetivo qué se diferencia totalmente los otros
elementos de existencia del contrato: el objeto, porque, como hemos visto, este es
elemento sobre el cual va a recaer la obligación; el consentimiento, porque si bien
este es un elemento subjetivo del contrato, es una manifestación de voluntad de
adherirse a otra manifestación de voluntad, aquella manifestación de voluntad está
condicionada por la causa.
La causa es un elemento del contrato indispensable de su existencia, manifestante
distinto del objeto y del consentimiento, siendo un elemento independiente y
autónomo de estos.

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