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FISIOPATOLOGÍA.
La columna vertebral puede normalmente soportar fuerzas de hasta 1 360 julios de
energía (1 000 libras-pie). Los viajes a gran velocidad y los deportes de contacto
pueden ejercer sistemáticamente fuerzas bastante mayores sobre la columna.
Incluso en una colisión de vehículos a una velocidad baja a moderada, el cuerpo de
una persona sin restricción (68 kg) puede fácilmente ejercer de 4 080 a 5 440 julios
de fuerza (3 000 a 4 000 libras-pie) contra la columna vertebral si la cabeza se
detiene súbitamente por el choque contra el parabrisas o el techo. Puede ocurrir
una fuerza similar cuando un motociclista es proyectado sobre el frente del vehículo.
Lesiones esqueléticas: Pueden ocurrir varios tipos de lesiones en la columna
vertebral, incluidas las siguientes:
• Fracturas por compresión, que producen acuñamiento o aplanamiento total
del cuerpo vertebral.
• Fracturas por estallamiento, que pueden rebasar la pared vertebral posterior
y emitir fragmentos pequeños de hueso, que quizás se proyecten en el
conducto raquídeo cerca de la médula espinal.
• Subluxación, que es una dislocación parcial de una vértebra respecto de su
alineación normal en la columna vertebral.
• Lesión discoligamentaria, que es resultado de la sobre distensión o el
desgarro de los ligamentos y músculos que producen estabilidad entre las
vértebras, con o sin lesión ósea.
LOS DERMATOMAS.
Un dermatoma es una zona sensorial de la superficie cutánea del cuerpo inervada
por una sola raíz dorsal. Colectivamente, los dermatomas permiten trazar un mapa
de las regiones corporales de cada nivel raquídeo. Los dermatomas ayudan a
determinar el nivel de una LMV (lesión medular vertebral). Tres puntos de referencia
a tomar en cuenta son, las clavículas, que corresponden al dermatoma C4-C5; el
pezón, que se encuentra a nivel del dermatoma T4, y el ombligo, que corresponde
al dermatoma T10. El recordar estos tres niveles puede ayudar a localizar
rápidamente una LM.
MÉTODO GENERAL.
Cuando se toma la decisión de inmovilizar a un paciente traumatizado siga los
siguientes principios:
• Movilizar la cabeza del paciente en una posición neutral apropiada y alineada
(a menos que este contraindicada; ver la siguiente sección).
• Control manual continuo y estabilización alineada sin interrupción.
Valoración del paciente mediante la evaluación primaria y administración
inmediata de la intervención requerida.
• Verificar la capacidad motora del paciente, la respuesta sensitiva y la
circulación en las cuatro extremidades, si su estado lo permite.
• Examinar el cuello del paciente, medir y colocar un collar cervical eficaz y de
ajuste adecuado.
• Dependiendo de la situación y de que tan críticas sean las lesiones del
paciente, colóquesele una tabla corta o un dispositivo de tipo chaleco o
úsese una maniobra de extracción rápida si se encuentra dentro de un
vehículo.
• Coloque al paciente sobre una férula espinal larga u otro dispositivo de
inmovilización apropiado si yace sobre el piso.
Contraindicaciones: El movimiento de la cabeza del paciente a una posición
alineada neutral está contraindicado en unos cuantos casos.
• Resistencia al movimiento.
• Espasmo de los músculos del cuello.
• Aumento del dolor.
• Inicio o aumento de un déficit neurológico, como entumecimiento,
parestesias o pérdida de la capacidad motora.
• Compromiso de la vía aérea o la ventilación.
DESTREZAS DE INMOVILIZACIÓN.
• Iniciar la estabilización alineada en forma manual de inmediato y mantenerla
hasta que se sustituya mecánicamente.
• Verificar la función neurológica distal.
• Aplicar un collar de tamaño apropiado y eficaz.
• Asegurar el tronco antes que la cabeza.
• Prevenir el movimiento del tronco hacia arriba o debajo del dispositivo.
• Prevenir el movimiento de la parte superior e inferior del tronco, izquierda o
derecha, en el dispositivo de inmovilización.
• Hay que asegurar que las cintas que cruzan el tórax no inhiban su excursión
o den como resultado un compromiso ventilatorio. 8. Inmovilizar de manera
eficaz la cabeza, de modo que no se pueda mover en dirección alguna.
• Proveer acojinamiento detrás de la cabeza, si es necesario.
• Mantener la cabeza en posición neutral alineada.
• Hay que asegurar que nada inhiba o evite abrir la boca, y que haya suficiente
acceso a la vía aérea para permitir al proveedor de atención prehospitalaria
mantener y proteger su integridad de manera eficaz.
• Inmovilizar las extremidades inferiores de modo que no se puedan mover
hacia adelante, rotar o desplazar de un lado al otro, incluso si la tabla y el
paciente se hacen girar hacia un costado.
• Mantener la pelvis y las extremidades inferiores en una posición neutral
alineada.
• Corroborar que las extremidades superiores se fijen apropiadamente al
dispositivo o el tronco.
• Corroborar que cualquier correa o cinta no comprometa la circulación distal
en extremidad alguna.
• Revalorar al paciente golpeado, zarandeado o desplazado de manera
alguna, que pudiese comprometer una columna vertebral inestable mientras
se aplica el dispositivo.
• Completar el procedimiento dentro de un periodo temporal apropiado.
• Repetir la verificación de la función neurológica distal.
EMBARAZADAS.
En ocasiones una embarazada requerirá inmovilización vertebral. Dependiendo de
la edad gestacional, el colocarla en una posición supina completa puede causarle
compresión de la vena cava inferior por el útero grávido, que lleva a una disminución
del retorno sanguíneo venoso al corazón y, por lo tanto, de la presión arterial
materna. En estas circunstancias la paciente deberá asegurarse en la férula espinal
larga con uso de las técnicas estándar, y después inclinarla en un ángulo para
ubicarla en una posición relativa de decúbito lateral izquierdo (con el costado
izquierdo descendido mediante la colocación de una manta o cojinete bajo el lado
derecho, suficiente para mantener su posición). Esta posición desplazará al útero
lejos de la vena cava y restablecerá la presión arterial.