Exglicar la diagositiva titulada «Lo que siento»

• Reconocer las diferencia entre lo que sentimos y lo que decidimos hacer.

• Todos hemos experimentado algunas de estas emociones en algún

momento… esto nos hace humanos.

• No tenemos que sentir culpa por experimentar emociones.

• Todas las acciones son voluntarias. A pesar de tener miedo¸ podemos

decidir tener coraje; a pesar de la rabia¸ perdonar; a pesar de sentir
celos; confiar.

• Cuáles formas de violencia reconocen?

•lmportancia de hacerse consciente de la violencia de nuestro ambiente.

• Si no reconocemos la violencia como tal¸ si la consideramos normal¸

estamos destinados a aceptarla y repetirla.

Por ejemplo¸ el tono de voz puede ser violento. Si un recién nacido se cría
en un entorno en el que se grita¸ esto le provocará miedo que a su vez
genera adrenalina y estrés. Al ir creciendo¸ este niño buscará moverse en
exceso para liberar esta adrenalina acumulada. Si le pedimos que esté
tranquilo¸ les impedimos liberarse del estrés y éste acumulándose es muy
probable se manifieste en conductas violentas.

Manual de lnteligencia Afectiva 21

• Observar el video «Children see¸ children do» (en www.youtube.com(.
Dicho material muestra a niños que imitan cada conducta de sus padres¸
quienes son un espejo del comportamiento de los adultos.

• Si alguien nos promete algo y luego no cumple¸ confiaríamos igualmente

en esta persona?

• Y¸ porqué un hijo debería respetar a unos padres que les dicen una cosa
y luego actúan de manera opuesta?

• La culpa no se debe achacar

solamente a los padres: todos
comenten esta clase de errores.
Porque las personas adultas repiten
todo lo aprendido de sus
progenitores¸ quienes a su vez
imitan a los abuelos y así de
generación en generación.
 Ahhh!
Así que nuestras conductas
son la repetición infinita de otras
conductas aprendidas? Y esto es lo que
enseñaré a mis hijos?

• Es como un largo carril en el cual desde hace miles de años andamos y

marchamos todos juntos¸ repitiendo los mismos comportamientos que
aprendimos de generación en generación.

• Sabemos que si no cambiamos de ruta¸ este carril va a terminar en un

barranco¸ ya que la violencia aumenta cada vez más.

En este carril¸ la humanidad ha ido

evolucionando; pero la actitud violenta
sigue su curso¸ pues los instrumentos de
ofensa se han ido perfeccionando.

Antiguamente eran utilizadas flechas;

hoy en día¸ armas sofisticadas y masivas.

Cuando éramos niños y niñas¸

peleábamos con un palo. Hoy en día¸
hay niños de f2 años que andan con
pistola…y dentro de fO años¸ con qué
irán a pelear?

23
Manual de lnteligencia Afectiva
• Si esto es así¸ qué sentido tiene mi vida? Para qué estamos acá en este
mundo?
Estamos solamente
para repetir lo que desde hace miles de años
hemos hecho? A esto se reduce nuestra vida?
Enseñar a nuestros hijos los errores del pasado?
Y por cuánto tiempo más?

Si no cambian las cosas¸

no tendremos más tiempo…

• Tal vez la solución sea salirnos de este carril que ya sabemos

hacia donde nos conduce. No sabemos cuál camino sea el
mejor. Cada quien que descubra el suyo.
 Alguien sabe
quién fue el genio que dijo que los
hombres no lloran?

Nadie sabe su nombre¸ pero seguramente fue un

frustrado el que dijo eso… Y nosotros los hombres¸ que deseamos
ser ganadores¸ conquistadores¸ fuertes y poderosos¸ le seguimos la
corriente a un Don Nadie que ni siquiera sabemos cómo se llama!

Todos los hombres lloramos¸ solo que tenemos que hacerlo de forma
oculta por miedo a que otros nos consideren «medio hombres».
Quien no tiene vergüenza de sus emociones y las vive sin ocultarlas
un verdadero hombre¸ íntegro y auténtico.

Llegó la hora de rebelarnos ante todos los condicionamientos que

nos impiden vivir lo que realmente somos y sentimos. Expresar
nuestras emociones de ternura y de fuerza de la misma manera.

Hay que tener coraje para ser auténtico y expresar lo que se siente.
Ya llegó el tiempo de liberarnos¸ de ser independientes!

¡Sé tú mismo, lo que eres

y lo que sientes!

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Manual de lnteligencia Afectiva
 Después de viajar toda una noche en autobús¸ un extranjero se
monta en un taxi. Al acomodarse¸ coloca el maletín en el asiento. El chofer
le reclama y le grita agresivo porque le ensució el sillón. El tipo se queda
frío y le pasa la dirección de lugar al que desea ir.

El taxista¸ quien no conocía el lugar¸ le pide que se lo indique; entonces el

pasajero se desquita¸ gritándole que haga bien su trabajo¸ ya que el taxista
es él. Los dos se miran en el retrovisor con odio¸ listos para aumentar la
intensidad de su confrontación. Entonces¸ el extranjero respira. Piensa en
que él mismo se ha podido equivocar. Por primera vez¸ se mira como parte
del problema. Entonces¸ propicia un diálogo sobre temas neutrales y
positivos.

Luego¸ le pide perdón por haber ensuciado el asiento. A este punto¸ el

chofer se gira y a su vez le pide perdón por haberlo atacado¸ ya que un
cliente anterior lo había agredido y siente que se desquitó. Los dos
terminaron «peleándose» por ser quien se disculpaba más bonito!

Vaya, el goder que tenemos!

Nooo!
Si él te da un golpe
significa que cayó en tu
trampa. Él es el débil
aunque te golpee!

Quien tiene poder es quien permite que las cosas cambien¸ dándole giro
a la situación. Es el que sabe salirse del carril y no repetir el patrón esperado.
Había una vez un niño que se
preguntaba por qué los elefantes¸
que son tan fuertes y grandes¸ se
quedan atados por una pequeña
cadena y un clavo. La razón es
que desde que nacen les
encadenan de ese modo y tratan todo el tiempo de liberarse¸ día tras día¸
mes tras mes... hasta que llega el momento terrible en el que deciden no
continuar intentando escapar¸ pues nunca lo han podido lograr. Luego¸
ellos crecen¸ se hacen muy fuertes¸ pero continúan toda su vida amarrados
a esta creencia.

Y así¸ nosotros somos fuertes¸ inteligentes¸ creativos¸ sensibles… podríamos

hacer cualquier cosa… pero seguimos atados a nuestro carril. No salimos
de él porque simplemente estamos convencidos de modo firme en que no
podemos.

Claro¸ muchas
personas. Por ejemplo¸
Nelson Mandela.

27
Manual de lnteligencia Afectiva
Mandela fue un político
sudafricano que estuvo
27 años encarcelado en una
prisión. Saben por qué?

Vivía en un país en el que

un 2O % de blancos tenían
libertades y dominaban al
restante 8O % de negros.

Él cometió el «crimen» de traicionar a su país y a sus leyes¸ que permitían

la discriminación racial. Por esto fue condenado a cadena perpetua.

Los guardias tenían la orden de doblegarlo con la fuerza para que se

quebrantara su fortaleza.

Es muy probable que la mayoría de las personas sometidas a humillaciones

y a torturas¸ reaccione con violencia. Todos los que estamos en este carril¸
actuaríamos así. Él¸ no. Mandela tomó un camino distinto¸ pues con todos
sus guardias era gentil y firme. Les preguntaba cómo se encontraban sus
esposas¸ sus hijos y les trataba con amabilidad. Al final¸ estos carceleros
se rindieron ante su fuerza interior. No pudieron contra él. Al salir del carril¸
se ganó su respeto.

Pasaron 23 años¸ cada día picando piedras en una cantera¸ encerrado en

una celda 2 metros por 2¸ sin periódicos¸ sin relojes¸ siempre con la luz
encendida. Podía ver a su esposa una vez al año (sin tocarla(; a sus hijos
nunca los vio. Cuando su primogénito falleció¸ no pudo asistir al entierro.

Por las presiones internacionales¸ el gobierno sudafricano le propuso darle

al fin la libertad si aceptaba las leyes raciales. Qué hubiésemos hecho
nosotros?
Creo que todos habríamos aceptado la propuesta para volver a estar con
nuestros hijos. Dentro de nuestro carril¸ actuaríamos de la misma forma.
Él¸ no. Mandela afirmó¸ una vez más: «Mis principios no son negociables».
Y permaneció 4 años más¸ encerrado¸ hasta que el gobierno cedió y se
rindió¸ frente a su fortaleza¸ liberándolo después de 27 años de cárcel.

Poco después¸ Mandela ganó las elecciones presidenciales. Qué haría

la mayor parte de la gente siendo la persona más poderosa del país¸ con
quienes le quitaron injustamente parte de su vida?

Cada uno de nosotros¸ probablemente hubiese actuado de una sola manera:

la que establece nuestro carril común. Pero Nelson Mandela una vez más
tomó una ruta diferente y sorprendió al mundo entero. Perdonó lo que
había ocurrido y se concentró en trabajar por el bien de todos los ciudadanos
y las ciudadanas de Sudáfrica¸ sin distinción del color de piel. Por eso¸ todo
mundo lo recuerda como uno de los hombres más grandes de la historia.

Al salir del carril cambió y transformó las cosas.

Ganó el premio Nobel de la Paz; fue recibido por

todos los grandes líderes políticos del mundo¸ y
pasó de ser un expresidiario a ser uno de los
héroes de paz más emblemáticos de todos los
tiempos.

Cuál diferencia hay entre

Nelson Mandela y nosotros? Él no vino de
otro planeta¸ era uno de nosotros. La única diferencia
es que nunca dijo: «No puedo».

Manual de lnteligencia Afectiva 29

3. Parte
Vivencias (60 minutos)

Instrucciones gara la dinámica vivencial:

Pida a los participantes que dejen sus objetos personales a un lado.

Durante esta dinámica¸ los participantes están invitados a no hablar.

Exglique los tres goderes de esta dinámica:

La música es un lenguaje universal preracional que permite que se manifiesten

determinadas emociones.

La música conecta con nuestras emociones¸ liberando unas sustancias producidas

en nuestro cuerpo¸ que actúan en el cerebro y sobre nuestras emociones: son
los llamados neurotransmisores (adrenalina¸ acetilcolina¸ dopamina¸ serotonina¸
oxitocina¸ gaba¸ endorfina y otras( que nos hacen experimentar ira¸ alegría¸
miedo¸ tristeza¸ placer¸ relajación¸ amor¸ etc.

En las películas se aprovecha al máximo este poder musical¸ con el objetivo de

que el público sienta lo que sucede a sus personajes¸ estimulando la empatía
(capacidad de experimentar las sensaciones yƒo emociones de otra persona¸
sin necesariamente encontrarnos en sus circunstancias(.
Asimismo¸ una película romántica nos puede hacer llorar o conmovernos porque¸
independientemente de la historia o de la actuación¸ la música nos provoca
emociones. La misma película es traducida a diferentes idiomas (japonés¸
alemán¸ ruso¸ español(; pero la música siempre causará igual efecto en países
y culturas diferentes.

La música pasa por encima de las diferencias culturales¸ sociales¸ étnicas¸

religiosas.

El movimiento libre es lo que nos permite

expresar nuestras verdaderas emociones. De qué
me sirve querer a alguien si no se lo puedo
demostrar? Muchos dicen que sienten amor por
su esposa o por sus padres¸ pero nunca les dan un
abrazo para demostrarlo.

Las intenciones por sí solas no son suficientes.

Mi papá siempre
le dice a mi mamá que la quiere…
pero nunca veo que le da un abrazo
ni otras demostraciones
de cariño.

Manual de lnteligencia Afectiva 31

 Mi padre me contó
que cuando nos movemos de
la misma manera¸ pensamos
y sentimos de igual modo!

En la historia¸ cuando se ha deseado controlar a un grupo de personas¸ se le

obliga a seguir un solo patrón de comportamiento¸ de modo tal que todos
reaccionen de igual manera ante ciertas situaciones.

El encuentro humano es la parte más significativa del taller. «El encuentro con
el otro es lo que me conecta con mi identidad»¸ afirmó Martin Buber (psicólogo
austríaco(.

Este encuentro nos permite volver a conectar con el otro¸ salir de nuestra visión
individualista¸ egoísta y competitiva que nos hace ver a los demás como enemigos¸
un adversario y un obstáculo. También¸ nos ayuda a vencer el miedo a la
diversidad¸ estimular nuestra capacidad de empatía y de cuidado. El otro me
ayuda a ser mejor persona y yo a él.
Está constituida gor los siguientes e¡ercicios:

1. Ronda inicial música: «Color esperanza»¸ Diego Torres

Objetivo: Relajarnos¸ soltarnos con el movimiento¸ volver a ser un poco
niñosƒas. Esto permite dejar a un lado el miedo¸ el juicio¸ la rigidez y dar inicio
al proceso vivencial.

Exglicar gor qué nos gonemos en círculo.

Desde la antigüedad¸ las personas se colocan en ronda para celebrar los

momentos más significativos.

En una ronda nadie es más importante que los otros¸ no hay jerarquías¸
ni roles.

Esta posición nos dispone a mostrarnos con los brazos y el corazón abiertos.
Así cualquier cambio es posible.
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Manual de lnteligencia Afectiva
 Consigna (lo que el facilitadorƒa transmite al grupo(.
Pida a los participantes que cierren sus ojos y conecten con esa época en
la que siendo niños y niñas aún soñaban y creían con firmeza en que podían
cambiar al mundo¸ antes de que aparecieran aquellas personas que trataron
de destruir sus anhelos y les hicieran dudar de éstos.

Esas personas que le restan importancia a nuestros sueños y nos hacen

creer que no valen nada son descalificadores profesionales que nos dicen:
«Nunca lo vas a lograr»¸ «Tienes que ser realista»¸ « Eso es imposible!».
Es por ello que no deben permitir que nadie haga pedazos sus anhelos. Son
de ustedes!

Cuando conectamos con nuestros sueños es cuando aún nos encontramos

fuera del carril impuesto. Es decir¸ es cuando todavía somos nosotros
mismos.

lndique a los participantes que relajen el cuerpo y comiencen a girar hacia

la derecha. Si desean cantar¸ lo hacen.
Ponga la música e incentive a los gresentes a Gormar garte de la dinámica.

Observación Ginal del e¡ercicio:

Pregunte a los participantes cómo se sienten¸ si están más alegres. Cuando

respondan¸ exponga que al salir del carril haciendo algo diferente¸ las
personas experimentan más vitalidad y alegría.

2. Caminar con determinación música: «Ose», Noah Yannick

Objetivo: Evocar la Guerza escondida dentro de nosotros, tener el cora¡e de
exgresarnos abiertamente. Soltarnos y atrevernos a ser nosotros mismos.

Digresión sobre la descaliGicación:

A muchos de nosotros¸ desde que somos niñosƒas¸ nuestros padres nos han
descalificado con palabras duras¸ como: «Eres un estúpido»¸ « Cuántas
veces te tengo que repetir lo mismo?»¸ «Nunca haces las cosas bien»¸ «No
te lo mereces»… y así por años. Y si las personas que más nos aman en
el mundo piensan y dicen esto de nosotrosƒas¸ poco a poco vamos a creer
que es así… De ese modo¸ se va formando nuestra identidad y poco a poco
nuestra autoestima se va demoliendo. En consecuencia¸ perdemos nuestra
fuerza vital.