Está en la página 1de 30

A

Manual Ninja
Autodefensa emocional
Cheve

Título: Manual Ninja. Autodefensa Emocional


Autora: Cheve
Para aclaraciones, preguntas y ruegos escribir a lashipokritas@gmail.com
Prólogo: Deyanira
Ilustraciones: Mos
Corrección y maquetación. Imperdibles

Primera edición:
Editorial Imperdible, diciembre 2019
editorialimperdible@gmail.com
edíroríalimperdible.corn

ISBN: 978-84-09-17156-9
Depósito legal: M-39989-20I9
Impreso en: Kadmos

El contenido de esta obra puede ser


distribuido, copiado y comunicado
libremente, siempre y cuando su uso
no sea comercial. Se prohibe la obra
derivada. Para cualquier uso o
finalidad, se requerirá expresa
autorización de la editorial.

Gracias a lxs roedorxs


por la ayuda inestimable.
A las distris, librerías, publicaciones,
blogs ... por apoyar este proyecto.
Gracias al "correo punk",
y gracias a ti por leerlo.
"La guerra contra las mujeres no debe entenderse
como una metáfora, sino como la descripción
minuciosa de un escenario de auténtica brutalidad,
donde las víctimas son siempre las mismas: las mujeres.
y lo son por un único motivo: por ser mujeres"

Rote Zora


Prólogo

La mayor parte del tiempo vivimos condicionadas a


aceptar el sexismo. No es que lo queramos, en absoluto,
p ro solemos complacer, atender y preocuparnos por el
otro varón; luego ya habrá tiempo de desangrarnos y
s entirnos culpables por no haber dado una respuesta
brillante con tono desafiante y actitud empoderada. Es
e mo un reflejo, una reacción puramente instintiva y
automática que nos hace satisfacer y agradar en cualquier
adversidad sexista. Cuanto más micro es el machismo,
'Llanto mayor pasa desapercibido, más complacientes
s mos y más taradas nos sentimos. ¡¡¡¡Pero cómo es
posible que me pase a mí, si SOY FEMINISTA!!! Debería
haberle dicho lo que pensaba a ese tío, al desconocido, al
a migo, al compañero del curro, al camarero, al compañero
de militancia ¡jj¿Por qué no me defendí diciendo lo que
pensaba? o ¡jj¿Por qué simplemente no me di la vuelta,
sin más, sin preocupación, sin dilación?!!! Por contra
estamos sumamente condicionadas a preguntar ¿Estás
bien? Si un hombre hace un comentario sexista o una
acción sexista o incluso mantiene una actitud sexista,
nuestra primera reacción es protegerlo, cuidarlo, hacerle
entir bien.

Por supuesto que no es lo mismo el micromachismo

9
d un desconocido que el de tu compañero del curro,
I J' .ar e. implernenra- estrategias que nos ayuden a
tu colega o tu mejor amigo, tu hermano o incluso tu
I ()m~atIr el ~exlsmo con aquellos que son nuestros más
novio, tu pareja o amante. Sin embargo, la angustia de
.1(' 'J'nmos aliados, nuestros amigos, nuestros hermanos
no haber reaccionado como una auténtica feminista
nu tros compañeros de lucha ... los pibes. '
suele ser muy parecida. Y en el terreno emocional las
estrategias no están del todo claras.

Para la gran mayoría de nosotras un hombre que


ha renunciado a su privilegio masculino y que ha
adoptado la política feminista se convierte en aliado,
en un compañero de lucha, ahora bien, los privilegios,
los micromachismos no son una mochila que te quitas
y desaparecen para siempre, muy por el contrario se
mantienen, unos más otros menos, pero siempre queda
un resquicio. Es en ese resquicio donde caminar como
feminista convencida resulta no ser tan fácil. Son
muchísimas las mujeres que mantienen tan vínculo con
los hombres. Somos muchas las que creemos en alianzas,
porque es prácticamente imposible relacionarse sólo con
mujeres y disidentes, y de poder hacerlo, las relaciones
de poder y el sexismo pueden darse de igual manera.
Hay quienes las experimentan de distinta forma, hay
quienes por igual, pero el sexismo es estructural.

Lamentablemente a estas alturas ya sabemos que


los espacios seguros no existen, solo nosotras podemos
crearnos esa seguridad, a base de entreno, de conciencia,
de perseverancia. De ahí la enorme utilidad de este
"Manual Ninja". Porque lo primero y más alentador
es saber que cuando nos encontramos solas frente al
sexismo no lo estamos, hay otra hermana Ninja por ahí
enfrentándose también. Porque nos sirve para conocer,

10 •
11
Hola.

Lo que tienes entre manos pretende ser una


I ornpañía.

Se trata de una experiencia reflexionada,


Incditada y compartida que, al ser escrita, se
ronvierte en un manual, en un texto con el que
si .mpre podrás contar, al que siempre podrás volver.

Quién escribe esto lo hace desde el amor por


SlIS hermanas. Desde la lucha. Con el puño en
nlto y el corazón en la mano.

Esto es el MANUAL NINJA.

Bienvenida a la Autodefensa Emocional.


13
Tomemos como ejemplo el documental "Autonomía
t )brera"l que versa sobre la regulación del "derecho a
huelga" en los primeros años de la democracia. En un
I'S .enario de huelgas salvajes y parones sin precedentes

1'11 las cadenas de producción de la fábrica de coches


'-\EAT o en la de baños ROCA, los trabajadores están
11 ¡grando ganar muchas batallas, doblegar a los patrones.
l)c repente el gobierno anuncia que se ha regulado
1·1 "derecho a huelga", protegiendo así los derechos
1 Iv los trabajadores a parar bajo previa información
ti ,1 paro y negociación de las condiciones de éste. En
-ste momento del documental aparece un obrero que
pone de manifiesto su opinión sobre la legalización:
"La huelga normalmente era ilegaL ¿Qué coño pedir
que se legalizara? Cuando salió la ley de legalización de
1:1 huelga, no entendíamos qué coño significaba una
huelga legaL Nosotros convocábamos huelgas cuando
110 daba la gana y empezábamos a las cuatro de la
mrde y [ ... ] no habíamos avisado a nadie". Hoy sabemos
que ese fue un gran golpe institucional en materia de
r 'presión y desarticulación de la lucha autónoma".

l. https://www.youtube.com/watch?v=VUY4Yu9p-Aw
'. El concepto de LUCHA AUTÓNOMA hace referencia a aquella
lucha protagonizada por la clase obrera en la que se pretende poner en

17
20
Para poder libramos de la opresión que el privilegio
masculino supone en nuestro día a día, en nuestro
lit 19ar, en nuestro trabajo o en nuestra cama, hemos de
vmpezar por olvidar, o por lo menos, por guardar en un
I ¡ n 6n muy profundo de nuestro cerebro todo aquello
que hemos aprendido desde que nacimos.
Desde niñas las mujeres somos enseñadas en
1:1 responsabilidad de todo cuánto pasa a nuestro
.d r dedor. Nuestras abuelas, madres, tías, amigas,
«ompañeras, en definitiva, nuestra referencia en la
-ociedad, nos muestra desde muy pequeñitas, que
I l 'mas de responder no sólo por todo aquello que
11 'cimas o hacemos, sino también por lo que es dicho o
h .cho en la situación que habitamos en cada
11\ mento.

Silvia Federici nos explica en "El Calibán y la


Bruja"4 cómo las mujeres conocieron y practicaron
1I na existencia libre, siendo dueñas de sí mismas sin
t .ner que rendir cuentas de nada ni de nadie. En este
maravilloso texto, la autora también nos explica cómo
se le robó, y se sigue robando, esa autonomía a la mujer,

1.· Federici, Silvia (2014), Catibán y la Bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación


uriginaria, Madrid, Traficantes de Sueños.

23
rebajando su existencia a la mera condición de madre y
sposa, de reproducción y cuidado.
Hemos sido educadas para ser serviciales, para
anteponer, en todo momento, el bienestar ajeno al
nuestro propio. Nuestra forma de estar en el mundo
debe ser atenta, sabiendo en todo momento qué es lo
que pasa a nuestro alrededor, qué preocupa o enfada o
alegra a quiénes nos rodean. Intentando siempre, y sin
descanso, que todas aquellas personas, principalmente
si se trata de hombres, estén a gusto.
Nadie nos ha enseñado a preguntamos cuál es
nuestra implicación en una determinada situación antes
de desplegar nuestras habilidades cuidadoras, antes de
asumir la responsabilidad por lo que está pasando.
~
Vivimos en constante alerta, siempre dispuestas a
calmar los ánimos, a posicionarnos, a defender o atacar,
a cuidar o enfrentar, a tender la mano o dar la espalda,
en definitiva, a asumir la responsabilidad de aquello
que pasa a nuestro alrededor.
Tenemos, debemos, desaprender a existir así.
Vivimos en una constante lucha por estar, por llegar a
tiempo, por ser, en una sociedad que, lejos de admirar
lo que hacemos, nos oprime y veja constantemente.
Vivimos el castigo continuo, la opresión perpetua: ser
las responsables de la existencia masculina para que
ellos puedan vivir sin hacerse cargo de nada, sin asumir
ninguna responsabilidad.

24
El privilegio del opresor se anula cuando la oprimida
IHl lo acepta, no lo asume. Lo recoge con la punta de
los dedos y, elegantemente, lo devuelve al opresor con
1:1 misma actitud de desentendimiento con la que éste
oprime.
Hemos avanzado mucho en "materia ejecutiva". Por
"materia ejecutiva" me refiero a los quehaceres diarios.
;\. pesar de haber crecido viendo a nuestras abuelas y
madres cocinar, lavar, planchar, comprar y ordenar
para "sus" hombres, muchas de nosotras tenemos claro
[ue cada uno se limpia su mierda. Ya no cocinamos
ni planchamos para ellos, sin embargo, seguimos
haciéndonos cargo de su incapacidad emocional.
Por mucho que hayamos avanzado, que no es
poco, siguen teniendo la capacidad de destrozamos, de
hacemos sentir el ser más insignificante del planeta con
una mirada, una frase, un movimiento o un silencio, sí,
e silencio que todas conocemos muy bien.
Los hombres siguen manteniendo intacta su
apacidad de doblegamos sin ningún esfuerzo, muchas
veces sin ni siquiera proponérselo. Simplemente no
conocen otra cosa, no saben lo qué es el reconocimiento

27
11, \IIH\ misrn l, la auto crítica, el control emocional, la
1111\,11 1'11 'in af ctiva.

I .s .ubrir todo esto les conllevaría un esfuerzo, el


mismo que nosotras realizamos constantemente para
mover nos por el mundo sin que nos aplasten o sin
ruori r - n el intento.

Ellos no tienen por qué hacer ese esfuerzo, para eso


ya ' tamos nosotras.

Grabérnoslo a fuego en nuestra mente: NO


E NUESTRA RESPONSABILIDAD. Nosotras
hemos de asumir nuestra parte, hacernos cargo de lo
nuestro,' de lo que decimos y hacemos, pero de nada
más. La distancia restante que nos separa del varón es
una distancia que hemos de andar entre los dos, en
medidas exactamente equidistantes. Cada uno andará
u parte. Cargando con lo suyo, responsabilizándose
de cómo anda y para qué. No daremos un paso más
para acortarles el camino. Nos responsabilizaremos de
nuestra parte del camino, a saber: nosotras mismas
y nuestro aporte o influencia en una determinada
relación o situación.
El resto, lo que venga después, no es más que ese
privilegio. Esa maraña de actitudes, sentimientos,
miradas y palabras que no tenemos por qué gestionar.
No habrá gritos, ni lágrimas, ni conflictos. Sólo
existirá el más tremendo vacío. El vacío de no entrar en
el juego.

28
Voy a presentar tres situaciones reales con las
que me he encontrado infinitas veces a lo largo de
mi vida. Intentaré explicar cómo reacciono ante ellas,
qué estrategias utilizo para desactivar la opresión del
privilegio.

Las estrategias aquí presentadas no son las únicas


válidas ni las válidas para todas. Cada mujer ha de
encontrar su manera de hacer, y sobre todo y más
importante, ninguna mujer deberá jamás juzgar la
manera de hacer de otra, porque esto es una guerra en
la que somos compañeras, no enemigas.

SITUACIÓN 1

La primera situación es un clásico en el que


cualquier mujer en una relación sexoafectiva
heterosexual monógama se ha visto implicada en más
de una ocasión: el silencio.
Llegas a casa después de un día más de curro. No
estás ni triste ni contenta, es un día más, como otro
cualquiera. Cuando saliste de casa por la mañana tu

31
ompa se despidió de ti como siempre, con un beso y respuesta es el silencio o, con suerte, un mono ílab l,

"que tengas buen día". No parecía que nada estuviera cada vez más corto y más tajante.
111.al ni que tuviera ningún problema. Han pasado Inyectamos un chute de buen rollo a nue. tr
9 horas y abres la puerta de casa mientras saludas. actitud, así compensamos la actitud de mierda que tien
No obtienes respuesta, qué raro, normalmente llega él y durante las próximas horas actuamos y hablamo
mucho antes que yo. Descubres a tu pareja sentado como si fuéramos unas pelotudas de catálogo que no
en el sofá, enfrascado en su móvil. Repites el saludo tienen ni idea de qué es lo que hacen, pero TODO
y te acercas a dar un beso. Por respuesta obtienes un
ESTÁ BIEN.
saludo frío y ni un atisbo de interés por devolver te el
beso. Sospechas que algo raro ha pasado, y preguntas Algunas veces aguantamos lo suficiente hasta que
que qué pasa. La respuesta la sabemos todas: el varón en cuestión vuelve a la realidad y ya está, aquí
NADA. no ha pasado nada. Otras perdemos los nervios antes
de que él deje de ser el hombre más desgraciado del
Es en este preciso instante en el que ese tio, al que planeta y entonces llega la discusión y lo exageradas que
quieres, con el que compartes tu vida, tu casa y tu cama, somos y lo paranoicas que estamos. Otras aguantas la
está haciendo uso de su privilegio: no responsabilizarse situación con la cabeza gacha, el orgullo bajo tierra y
de su actitud de mierda, de su silencio. la esperanza de que antes o después todo esto termine.
Nosotras, yo la primera, comenzamos a sentir que Sea como sea, hemos tenido que lidiar con algo
u 1 bajo nuestros pies es arena movediza. que no tiene nada que ver con nosotras, que no hemos
La ali nte, las manos sudorosas, la provocado y de lo que no debemos responsabilizar~os.
ulpa a n 1 p ch . Hemos de actuar. No Es más en la gran mayoría de los casos hemos asumido
nt nd m nada, per n importa, lo importante como nuestra una situación que no lo era y hemos dejado
es qu par zc qu t d tá bi n, la situación tiene que que la culpa nos haga vemos como las responsables de
estar bien. N p 11 m mano a la obra comenzando lo que ha pasado.
por asumir la re pon abilidad de esa situación, la En mi experiencia he aprendido que lo más
culpa de lo que está pasando. No sabemos qué es ni importante es saber en qué momento exacto aparec~
por qué pasa, pero si no hacemos nada al respecto será el privilegio. En qué momento exacto el hombre esta
nuestra culpa, y de nadie más. Con estas empezamos poniendo en práctica su poder. En este caso es tan
a hacer un montón de preguntas estúpidas cuya única

33
32
pr nto llegas a casa, con ese saludo y semi beso en el Soy muy consciente de lo mucho que cu ta ha' -r
fá. Es en ese momento en que hemos de hacernos esto, hacer como si la cosa no fuera con n s tras,
fuertes, de ver las cosas como realmente son y no pero es que ¡no va con nosotras! Será nuestra par ja,
cómo la sociedad patriarcal quiere que las veamos y pero eso no le impide hacerse cargo de sí mismo ni
enfrentemos. nosotras nos obliga a hacemos cargo de él si no hay una
explicación o una petición expresa.
Tú no te mereces ese vacío, no has hecho nada
¡acabas de llegar! Bueno vale, puede que exista la Otra reacción posible a esta situación sería
posibilidad de haber hecho algo inapropiado a lo largo enfrentarle. En ese momento del sofá y del "no pasa
del día, pero he preguntado qué pasa y me has dicho nada" sentarte delante de él, con actitud tranquila,
que nada. A partir de aquí, se acaba mi obligación no por su bienestar, si no por el tuyo, no mereces un
de responsabilizarme de esto. Sigo con mi vida. Una disgusto tan gratuitamente. Y explicarle que su actitud
persona que no me mira ni me habla es obvio que está siendo un ataque directo y que no mereces ese trato.
no merece mi atención. Mi espacio seguro está siendo Que o explica lo que pasa o cambia de actitud o pide,
perturbado gratuitamente y yo lo voy a defender. Esta educadamente, un tiempo de soledad y tranquilidad
es mi casa, mi refugio, y es eso lo que importa, lo que (todos podemos necesitar eso) pero en definitiva, le
me incumbe, el resto, es cosa de él. exigimos, sin gritar, sin alentarnos, cuidándonos mucho
para no herirnos a nosotras mismas, que se haga cargo
Así que me levanto del sofá y me dedico a. hacer de su mierda.
todo aquello que tenía planeado: ducha, cenita, serie ...
Sin reparar en sus necesidades ni en su actitud. Eso NO Para activar esta segunda estrategia hay que estar
ES MI RESPONSABILIDAD. muy segura de una misma. En mi experiencia, el 90%
de los casos vas a recibir un "estás exagerando" "no
Actuar a í es úper difícil, la primera vez, y la te pongas así, yo no te he hecho nada" o "eres una
segunda también, La tercera cuesta, pero no tanto y la paranoica". Obviamente, en estos casos, y sin perder La
cuarta tienes claro que no hay otra opción. Su privilegio calma, afirmaremos que nosotras estamos muy bien y
o tu bienestar. No ceder frente al silencio aterrador y que es él, con su actitud de poder injustificado e injusto
seguir con tu rutina es bloquear su poder sobre tí. Es no quien nos hace sentir así, mejor que se haga cargo.
permitirle cambiar tu ritmo vital en base a una actitud
injustificada e irracional. Obviamente esta situación no es exclusiva de la
pareja heterosexual.

34 35
está preparado: se trata de sí mismo. Es mejor vol .ur 1:1
SITUACIÓN II ira y el enfado en el animal "más débil" de la mal '1 la:
La siguiente situación se encuadra en un ambiente tú.
menos íntimo, como puede ser en el curro o en tu Dependiendo de la situación y de la personalidad
grupo de colegas.
de cada una se me ocurre que o te haces pequeña,
Vamos a imaginar que estamos haciendo algo vuelves a poner la brocha en su sitio y te vas con la
entre varias personas, por ejemplo, pintar una casa. cabeza gacha; o le dices al tío que qué te está contando
El ambiente parece estar tranquilo y todo el mundo y te enfrentas a él centrando la atención en la brocha y
relajado. De repente dos hombres del grupo se hablan en sí se puede coger el material o no. Sea como sea, en
de manera tensa y tajante (los hombres no discuten de ambos casos te estás haciendo cargo de su mierda. En
verdad entre ellos, no pierden la camaradería de género el primer caso te tocará seguir trabajando incómoda,
por nada en el mundo). Cuando parece que todo está en ya no sólo por la brocha de mierda que tienes sino
calma, decides ir a cambiar la brocha porque la tuya está también porque te acaban de aplastar sin haber hecho
demasiado seca y te acercas al cubo que está al lado de absolutamente nada. En el segundo caso te enfrentarás
uno de los hombres que acaba de tener esa conversación a él y a sus amiguitos discutiendo en torno a algo que
tensa. Tan pronto agarras la brocha, éste se gira y te dice no es discutible: el material es de todos. Obviamente
que no puedes coger esa brocha, que no es para pintar esa discusión no tendrá un final feliz para ti. Él, que
la pared que estás trabajando. Obviamente tú flipas, te ha dicho que no cojas la brocha se hará fuerte con
todo el material es de todos y para todo. gritos o insultos y el resto, en el mejor de los casos, se
mantendrán al margen. Ellos no se meten en nada.
Él insiste en que dejes lo que has cogido en su lugar.
Mira alred dor y sólo hay varones, incluido con el que En esta situación yo propongo hacer lo siguiente:
acaba de tener el momento tenso, todos hacen como coger la brocha y largar te a la otra habitación a seguir
que no oyen nada. con tu curro, pero con una brocha decente. Es probable
que el tío se quede en la otra habitación profiriendo
El privilegio golpea fuerte en tu cara, el del tío que te chorradas varias salpicadas de algún insulto o amenaza,
dice que no cojas la brocha y los de todos sus amiguitos. pero por lo general se suele quedar ahí. No va a eguirte
Es obvio que ese tío está resentido con el otro con el que y quitar te la brocha de las manos, sabe, exactamente
acaba de discutir, pero hacer frente al otro y al conflicto igual de bien que tú, que se está comportando como
supondría asumir una responsabilidad para la que no un auténtico gilipollas. La diferencia es que ahora tú

36 37
ya no estás ahí para recoger su gilipollez y que así no SITUACIÓN III
quede flotando en el aire. Esto es posible que le enfade
y suponga que durante unos días te odie como si fueras La última situación es la más difícil, desconccrtani .
una bruja loca capaz de comer niños vivos. Tranquila, y dura de vivir: los hombres de tu familia. Se trata el '
es simplemente que su ego no pudo desplegar su poder. personas a las que quieres, que forman parte de ti y tú
Se le pasará, no les da el cerebro para mucho más. La formas parte de ellas. A las que negar se siente com
cuestión es que, dure lo que dure, tú sigas actuando con negar te a ti, a lo que eres y de donde vienes.
toda naturalidad, que no normalidad. Es decir, coger
Aquí vamos con un clásico: cena de navidad
la brocha fue lo correcto y lo que venga después es su
problema, no el tuyo.
o derivados. La conversación lleva un rato siendo
insoportable: qué fea es esa, qué tetas tienen la otra, etc,
También puedes enfrentarte a él y explicarle, etc. En un momento una de las mujeres de la familia,
delante te todos sus amigos, que está enfadado por pongamos que es tu madre, aparece con algo de comida
la situación tensa que se acaba de dar, en la que tú en la mesa.
no has tenido nada que ver y que no cargue contra ti
Huelga decir que tu mamá lleva 5 días en la cocina,
lo que no te corresponde. ¡Alerta! Esto es nivel topo
ha puesto la mesa y hecho la compra mientras el resto
Enfrentarte a un tío, teniendo razón, delante de sus
de la familia visitabais un belén que han puesto en el
colegas es enfrentarte al patriarcado en uno de sus
ayuntamiento.
estados más puros. Probablemente hayas de hacer
frente a amenazas, insultos y vejaciones varias. Mi En cuanto tu padre ve la fuente con la comida
propuesta sería no ceder ni un ápice, no perder la profiere un "Joder (nombre correspondiente) esto está
compostura nunca, ser ninja. Decir, tranquilamente, frío, te he dicho cincuenta veces que si no está bien
que tú no mereces eso y, sin esperar a la réplica, darte caliente no hay quien se lo coma".
media vuelta y marcharte. Dejarle a él con sus amigos
y su mierda. Tú sólo querías una brocha mejor. ¡Boom! Te paralizas. No se trata de ti, sino de uno
de los seres que más quieres en el mundo, que ya e tá
volviendo de la cocina dispuesta a volver a meter en el
microondas la bandeja para que quede bien calentito.
Tú miras a tu padre a los ojos y le dices, delante de
toda la familia, que, si lo quiere más caliente, que se
lo caliente él, mejor aún, que se lo cocine él. Acabose.
38 39
Toda la familia, incluidos nmos y mujeres, te miran
como si fueras una alienígena recién bajada de la nave a
la que le moquean las orejas. [Cómo te atreves! A partir
de aquí, pase lo que pase, sigas con el enfrentamiento
intentando explicar por qué ese comentario de tu
padre es pura misoginia o te calles la boca y comas
sin rechistar, tendrás que soportar todo el poder de
tu progenitor cual losa de cien kilos sobre tu espalda
durante la semana que te queda en casa.
La única respuesta válida que yo he podido dar a
esta situación es la poesía, la escritura. Dejar que mi
mente, encerrada en mi habitación, viaje a mundos
nuevos, en los que aplasto el patriarcado y la misoginia.
Dejo que mi imaginación haga lo que mi cuerpo no
puede o no sabe o no se atreve. Encuentro, diseño y
escribo mi propio escape, mi propio mundo feliz. Sin
juicios ni prejuicios, soy yo y mi mundo, nadie más.
Todas estas situaciones pueden darse en múltiples
grados y formas. El silencio no es monopolio de la pareja,
el reproche de los compañeros o el poder supremo de
un familiar. Esto son ejemplos que pretenden exponer
cómo podemos encontrar otras vías de reacción,
de supervivencia. Cada ataque se puede dar en una
situación diferente y cada respuesta puede valer para
cualquier ataque.

40
Comparto algunos poemas que han sur i 1) Iv 1:1
necesidad de crear mundos de escape.
El primero surgió cuando me di cuenta d qu
siempre hay que estar alerta. Nuestras hermanas n
están siempre ahí y hay que aprender a llevar nuestr
espacio seguro con nosotras.

POEMA XI

Mi espacio seguro
es mío.
Yo lo construyo
yo, Lo destruyo.
No tú
Ni él
Ni ella
Ni nosotrans
Ni elles
En mi seguridad
yo, soy la autoridad
yo, trabajo con voluntad
yo, dictamino la verdad
yo, asumo la responsabilidad.
En mi espacio seguro
mando yo
porque yo
soy mi seguridad.
43
El segundo poema es uno de esos mundos Te [o grité
imaginarios que te llevan lejos de dónde estás físicamente Lástima que ahora
y te ayudan a salir de ahí. no puedas escuchar[o.

POEMA XII

Te dije que no
es no
te repetí hasta [a saciedad que basta
significa que ya valió
te grité que me dejaras en paz
porque si no habría guerra
te aparté
porque no te quiero cerca
me negué
porque puedo y quiero
no te busqué
para no encontrarte
no te hablé
porque no tengo nada que decirte
no cedí a tus chantajes
porque no me gusta que me maltraten
no te [o dí
porque no te [o debo
no fuí quien debería ser
porque soy quién quiero ser
Te [o dije
Te [o repetí

44 45
y otro mundo imaginario que me ayude <1 SUI '1 :11
una situación en la que no veía solución.

No DESFALLECER

Jadeos constantes, interrumpidos por un silencio frío y


vacío, en medio de la nada, rodeada de una niebla cegado-
ra entre la que adivino construcciones esqueléticas, mientras
mi mirada se aferra a caminos sin destino. Veo sin observar
entre la oscuridad tenue, al límite de mis fuerzas, cerca de la
extenuación. ArrodilLada en el suelo, siento cómo mis rodillas
se clavan en el cemento mientras miro mi vómito, mi bilis, res-
tos de mi dignidad ultrajada. Siento escalofríos y temblores en
un cuerpo gopeado sin Piedad por la hipocresía desbordada de
una autoridad que sólo la misoginia más recalcitrante puede
legitimar.
Minutos de transición, estado pasajero, momentaneo.
Mis músculos comienzan a recobrar su forma, la sangre vuelve
a fluir por mis venas. Sé que me encuentro en la escena que
precede al levantamiento. Consigo sostenerme sobre mis Pier-
nas, mantenerme de Pie y mirar al frente, por infinita vez,
con la cabeza alta y la cadera ligera. Una vez más dispuesta
a plantarte cara, a grabar a fuego en tus ojos que estoy aquí,
viva y fuerte, dispuesta a obligarte a engullir hasta el último
átomo de responsabilidad sobre tus actos.
Una década de cuidados, atenciones y servicios, de ern-
patía gratuita y sigo tambaleándome.

46 47

Vuelvo a[ suelo, siento el do[or en mis rodHas. Parezco
perder el control mientras me des acostumbro a quererte y me
acostumbro a odiarte, sabiendo que jamás podrá mi cuerpo
a[bergar tanto odio como mereces.
En medio del desconcierto escucho una voz [ejana, pero
cáUda, conocida, que me susurra a[ oido [a premisa: no des-
faHecer. Mantenerme siempre a[erta, preparada para coger
[as armas en cua[quier momento, para escuchar [a Hamada
de tizas, y -convertirme así en [a guerriUa que debes enfren-
tar sin conocer victoria a[guna, sólo el ostracismo más cruel
jamás imaginado.
Mis pies ya no tocan el suelo mientras me [anzo a lo des-
conocido. Así [o elijo, prefiero morir [uchando y sabiéndome
manada, que rendirme ante el miedo que, en momentos de
sincera intimidad, siento cómo toma mi cuerpo y mi a[ma
aba[ado por tu hipocresía, tu vio[encia, tu misoginia, tu su-
perioridad vacía, tu altibidad estúpida. Es entonces cuando
[o veo daro, no hay alternativa, acabaré con el ser de mierda
. que eres.

Sois bienvenidas a coger estos mundos y hacerlos


vuestros.

5.· Liza Magun (Vilna, Lituania), par tisana judía. Su principal misión fue avisar de
un ataque alemán en Oshmyany. La FPO (Organización de Partisanos Unidos) elí-
gió como código del inicio del operativo militar, para el comienzo del levantarnien-
to, el santo y seña "Liza llama". Strobl, lngrid (1996), Partisanas. La mujer en la resís-
tencia armada contra el fascismo y la ocupación alemana (1936.1945), Barcelona, Virus.

48
Te derrumbas. Todo tu mundo, tal cual lo conoces,
empieza a hacerse pedacitos a tu alrededor.

Te paralizas. Sientes que pierdes conexión con todo


aquello que te gusta, con lo que tienes, con lo que eres.

En ese momento la única salida posible que eres


capaz de imaginar es volver atrás. Desandar tus pasos
y volver hacia el hombre y abrazarle y sentirle y decirle
que todo está bien, que no ha pasado nada y que nunca
volverás a hacerlo. Volver a estar a salvo. Por unas
horas, por unos días, por unas semanas, hasta que
vuelva el privilegio, hasta que el poder del varón vuelva
a abofetearte la cara.
Cuando te das la vuelta, te derrumbas. Y aguantas.
Dejas que el vértigo se apodere de ti, pero no retrocedes.
Sacas fuerzas de dónde no las hay, esas mismas que usas
para convivir con el privilegio como si no pasara nada,
y esta vez las usas para hacerte fuerte, para mantener te
de espaldas, para protegerte.
Cortar con una situación de privilegio masculino
nos genera tanta inseguridad que no podemos creer que
pueda ser real, por eso nos tambaleamos, porque nuestra
mente, machacada desde la infancia con la idea de que

51
no hay salida, de que esa es nuestra responsabilidad,
no imagina otra forma de ser, de estar, de actuar. Pero
hay otra forma, otra manera de enfrentarte a esas
situaciones que no mereces, que no son tuyas y que no
has provocado, se trata de verlas con tus propios ojos, y
no con los ojos del patriarcado, con los ojos del miedo
y la culpa.

En no mucho tiempo, comenzarás a darte cuenta de


lo resistente que eres. Una vida aguantando la opresión
de género te ha hecho mucho más resistente y fuerte de
lo que jamás hubieras podido imaginar.

La primera vez que te des la vuelta, te tambalearás,


mucho. La segunda un poquito menos y así
sucesivamente hasta que un buen día, no conozcas otra
forma que no sea darte la vuelta y tomar el control de la
situación, de tu existencia.

52 •
En definitiva, todo se resume en una única actitud:
ser ninja.
Estamos en guerra. Nadie va a regalarnos nada.
Nos enfrentamos a un enemigo muy grande y difuso,
pero muy confiado también.
En mi experiencia, cuando he puesto en práctica las
estrategias anteriormente expuestas me he dado cuenta
de que al principio te tambaleas, mucho, pero siempre
sales ganando. Los hombres no imaginan la posibilidad
de no poder ejercer su poder, de no dar rienda suelta a
su privilegio.
La mayoría de las veces se sumen en un profundo
desconcierto al que suelen responder con violencia
y agresividad, es la única salida que conocen. Somos
ninjas, nos movemos rápido y sigilosamente. Sus golpes
de animales heridos no nos tocan, no nos duelen.
Estamos haciendo lo que debemos hacer, justicia.
Tendrás que aprender a vivir con la sensación de
ser una zorra. Un bicho inmundo maltratador que ellos
no merecen. Tranquila, cuanto más insulten, cuanto
más se les retuerza la cara, cuanto más griten y se
desesperen, mejor lo estás haciendo.

55
En esta guerra hemos de ser fuertes. Te van a No juguemos a su juego de competencia y d most r:l 1( )11
cuestionar constantemente, intentarán hacer te creer que constante. Somos ninjas, nosotras tenemos l c )1111111
estás loca, que nadie te cree, que estás sola. Es mentira, de cuando queremos y podemos, sin presiones, sil'
somos un ejército librando una guerra de guerrillas. competencias.
Nos ven solas, PERO NO LO ESTAMOS.
Sólo cuando queramos. No hemos de demo trar
Tienes que aprender a ser paciente contigo misma. nada a nadie sino a nosotras mismas.
La sociedad nos juzga constantemente.
Por último, pero no por ello menos important ,
Aprende, sin prisa, pero sin pausa, a tener tus nunca juzgaremos a ninguna compañera.
tiempos, a querer te sin necesidad de que lo hagan ellos.
Estamos en el mismo bando. No dejemos que sigan
Descubre cómo anteponer te a ti sin resquemores, sin
dividiéndonos. Somos ninjas, cada una con lo suyo y
culpas. Tienes que llegar a conocerte bien. Lo más
todas con el mismo objetivo: destruir con el privilegio
importante eres tú. No siempre estaremos dispuestas
del hombre. Buena suerte chicas.
a la lucha, también sabremos mordemos la lengua,
respirar hondo y damos tiempo y espacio, sin juicios ni
reproches. Eso también es ninja.

Aprende a apreciar tu soledad. Vas a sentirte muy


sola. Vas a afrontar el desapego a lo que siempre has
conocidó y vas a hacer tuya una nueva forma de estar.
No tengas miedo, todas sentimos ese vértigo.

No les daremos el placer de vemos alteradas,


tocadas por su poder. Y si lo ven, sabremos escucharnos,
entendernos y querernos. Estamos aprendiendo,
estamos creciendo. Vas a fallar una y mil veces.
Tranquila, fallar en un sistema patriarcal es que lo estás
haciendo bien.

En esta guerra nosotras marcamos los tiempos y los


grados de enfrentamiento. No nos lancemos al vacío.

56 57
Tras escribir este manual y antes de que fu ra
publicado, pasó por varias manos. Algo muy present
en las devoluciones eran regresiones a experiencia
personales no precisamente basadas en una cuestión
de género, si no que viajaban a la infancia o a la raza.
Es por ello que, una vez escrito el texto, me
aventuro a pensar y afirmar que la manera en la que un
privilegio se articula no lo hace exclusivo de un único
tipo de opresión, si no que las actitudes opresoras
se pueden articular exactamente igual en diferentes
ámbitos de opresión.
Yo soy cis-mujer, blanca y europea. Frente a un
hombre, soy yo la oprimida. Sin embargo, frente a una
migrante hay muchas posibilidades de ser opresora.
Por ello, no sólo hemos de aprender estrategias
de lucha contra las opresiones que sufrimos. También
hemos de aprender a reconocernos como potenciales
opresoras y a aceptar que se nos puede bloquear.
Tenemos que saber parar, mirarnos y reconocer
nuestro privilegio. Y hacerlo de forma honesta,
descartando la agresividad, el reproche o la crítica fácil
como respuesta.
58 59
Los principios del anarquismo
Acción Travesti
Lucy Parsons
Callejera Revolucionaria
Supervivencia, revueltCl
Stonewall
y lucha trans antagonisttl
El origen de una revuelta
Svlvia Rivera. Marsha P. Jhonson
Martin Duberrnan
Que la lucha no muera
Ante la adversidad: rebeldía y amistad Obras Completas
Xosé Tardo González Tomo 1. Estatismo y anarquía
Introducción de Pastora González Vieites Mijail Bakunin.
Coordinadas por Frank Mintz.
La hoja áKRAta Introducción de Miguel Amorós
RecoPilacción de números
Introducción por Contra historia Invertidos y rompepatrias
Marxismo, anarquismo
La anarquía. Errico Malatesta y desobediencia sexual y de género
en el estado español (1868·1982)
Discusión con Bakunin Piro Subrat
Gregori Maximov
Una vida sobria para la revolución
Anarquismo, Hardcore Punk, Straight Edge
lo que realmente significa y Políticas Radicales
Emma Goldman Gabriel Kuhn

Fuego queer Kabaret Ploma 2


Historia de la "Brigada George }ackson" Socialicemos las lentejuelas
y del colectivo gay anticarcelario Rampova
"Hombres contra el Sexismo" (1975·1978)
Ed Mead. Ríta "Bo" Brown Abajo los muros de las prisiones
Pastora González Vietes
Huye, hombre, huye lntroduccion de Xosé Tarrío
Diario de un preso EI.E.S.
Xosé Tarrio Teatro Hipókrita
Una apuesta militante
Guerra al patriarcado. Cheve & Deyanira
Guerra a la tecnología asesina
Dedaraciones, ensayos y comunicados de Obras Completas
«Acción Directa, y de la Tomo 2. La alianza, discursos y cartas
«Brigada de las Mujeres Incendiarias. Mijail Bakunin
/- ", Coordinadas por Frank Mintz.
Acción Directa. Voltairine " " , Introducción de Clara E. Lida
de Cleyre / ,
I \
Entre Olas y Oleajes una
Estrategias de resistencia ,I \
\ Historia no Contada-
I \
y ataque I I FEMINISMOS
\ I
Pequeña historia de la , I Deyanira Schurjin
resistencia feminista/ queer \ I

radical desde los años 60 \ El Punk sigue vivo. I


De un plumazo
\, El combate sigue abierto. "
hasta hoy '\ '\ La revuelta es imparable. " Reco Pilacción de números
Alex B. La Radical Gai
" •.•.... _--_ ...••.... "
Jo; to e un mI l1ll/1 I
de s u p e r-v Lv n c 111, di
tencia, d en ~.r 1111111 I

fracasos y cx.í ~o , di
tegia.

Un manual de
aguante, de e
das, de truco ,
de hermandad,
aliento.

Es t o e s un mariu 1 ti ( t 11 I
nidad, de famili
de examigxs, de
enemigxs.

Es t o es un manual <J v dI'.

También podría gustarte