La presente tesis doctoral es el resultado de un estudio sobre la familia y la persona,
apoyado por la reflexión filosófica, y siguiendo la línea personalista. El contenido está
estructurado a partir de cinco capítulos: en los cuatro primeros, de estilo más descriptivo, se presentan las consideraciones generales sobre la familia y la persona (nociones, origen, historia, etc.), y en el quinto, más orientado desde la reflexión filosófica, se considera el nexo esencial entre persona y familia, desde una perspectiva antropológica, ética, política, educativa y metafísica. Podemos destacar que a lo largo del trabajo se destacan aspectos tales como: el papel de la familia en la configuración de la persona, de su personalización y socialización a partir de sus actos y hábitos, dentro y fuera de la esfera doméstica. De igual manera se resalta su acción determinante en la educación de las personas -por ser la primera escuela de pensamiento-, así como su papel fundamental en la consolidación del entorno social. El estudio y la reflexión concluyen afirmando que el vínculo esencial entre la familia y la persona puede postularse a partir de una metafísica del amor; no obstante, no se trata únicamente de realizar un esfuerzo especulativo, sino que se pretende postular, tal como se intenta hacer en las conclusiones, un proyecto de familia que oriente a las personas que deciden consolidar su vida a partir del amor y el compromiso, de una manera estable y duradera, abierta a la vida desde la concepción hasta la muerte. La familia es la realidad más inherente a la persona; por eso, para descubrir el nexo esencial que existe entre familia y persona, se requiere una reflexión concienzuda sobre el sentido de su mutua correspondencia. La persona necesita acudir a la familia para indagar por sus orígenes, pues sólo desde ella se puede acceder al propio proyecto de vida; sólo se comprende a la persona desde su vinculación original a una familia, y sólo a partir de ella puede proyectarse a la sociedad. El análisis de la familia como ámbito integrador de la vida personal, requiere un estudio de sus principios, categorías y de la manera como ha sido concebida a través de la historia; a su vez, es importante determinar cuáles son los presupuestos que definen a la persona, y, desde esta perspectiva, integrarla a un proyecto de vida que configure el sentido y significado de su existencia. La presente investigación recoge estas inquietudes e intenta indagar por el papel de la familia en la consolidación de la persona, con la intención de 15 descubrir el nexo que les une tan profundamente. El propósito de este trabajo tiene mucho más de ontológico que de sociológico, ya que, analizando la naturaleza de la familia y de la persona, se intenta descubrir su sentido más profundo. Las personas se engendran en la familia, allí desarrollan su personalidad mediante las relaciones que se afianzan en lo cotidiano, y configuran su gestación social: “La familia constituye una agencia que, sin calificaciones académicas ni organización tecnológica, produce en sus miembros valores, satisfacciones, motivaciones de altruismo y cohesión social”22. Esta situación requiere que a la familia se le concedan una serie de responsabilidades o funciones, pero que a la vez se defienda y promueva la condición fundamental que representa en la configuración del tejido social: https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/1754/OAG_TESIS.pdf? sequence=1&isAllowed=y
Desarrollo Familiar como agente de cambio social6Restrepo, Dalia, artículo citado, p. 45.Funlam, Programa Desarrollo Familiar, artículo citado, p. 429.8Ibíd., p. 430.75