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SISTEMAS SOCIALES*
La formación socioeconómica como sistema social.
3 Eclecticismo. (De ecléctico), m. Modo de juzgar u obrar que adopta una postura
intermedia, en vez de seguir soluciones extremas o bien definidas. || 2. Escuela
filosófica que procura conciliar las doctrinas que parecen mejores o más
verosímiles, aunque procedan de diversos sistemas. Encarta® 2005.
4 Marxismo, m. Doctrina derivada de las teorías de los filósofos alemanes Friedrich
Engels y Karl Marx, consistente en interpretar el idealismo dialéctico de Hegel como
materialismo dialéctico, y que aspira a conseguir una sociedad sin clases. 2. Cada
uno de los movimientos políticos fundados en una interpretación más o menos
estricta de este sistema. Encarta® 2005.
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6 Toral. Adj. Principal o que tiene más fuerza y vigor en cualquier concepto.
Fundamento toral. || 2. Hond. Dicho de un problema: Muy importante. || 3. m. Ingen.
Molde donde se da forma a las barras de cobre. || 4. Ingen. Barra formada en este
molde. V. arco cera ~. Encarta® 2005.
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que necesita y tiene que producirlos él mismo. Son escasos los
bienes que consumen los seres humanos y que toman
directamente de la naturaleza. Por tanto, la producción es
siempre y en todas las condiciones la base de la existencia de la
humanidad, es una necesidad eterna y natural. Empero, la
importancia de la producción en la vida de la sociedad no se
reduce a facilitarle los medios de subsistencia. El descubrimiento
científico de Marx y Engels consiste en la siguiente demostración:
“al producir bienes materiales, la sociedad produce y reproduce
todo el régimen de su vida y que en el proceso de producción el
productor se forma como ser social”.
El modo de producción es <un determinado modo de la
actividad de los individuos, un determinado modo de manifestar
su vida, un determinado modo de vida de los mismos. Tal y como
los individuos manifiestan su vida así son>. Lo que son coincide,
por consiguiente, con su producción, tanto con lo que producen
como con el modo cómo producen. Lo que los individuos son,
depende por tanto, de las condiciones materiales de su
producción7. Esta es la razón de que la estructura de toda
formación socioeconómica venga determinada por el modo de
producción de la vida social que le es propio.
En el proceso de trabajo, el ser humano modifica la materia
natural y la transforma en objeto para satisfacer sus necesidades.
A diferencia de los animales, los seres humanos satisfacen sus
necesidades produciendo casi todo lo que necesitan para vivir.
Precisamente esta circunstancia cambia cardinalmente la
relación entre los humanos y el resto de la naturaleza y los
distingue de todos los demás seres vivos.
Para todas las formas orgánicas, la naturaleza no es
simplemente una condición necesaria, sino una condición
determinante de su vida. El organismo sólo puede existir si se
halla en la interacción biológica con el ambiente. La evolución
biológica se expresa en la mutación de la estructura de los
organismos vivos adaptados a las nuevas condiciones del medio
ambiente.
Muy otro es el carácter del desarrollo de la sociedad
humana; merced a la producción, ésta se sobresale del mundo
animal; valiéndose de los medios de trabajo, no se adapta
7 C. Marx y Engels. Obras, ed. en ruso, t. 3, pág. 19.
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para encauzar su actividad sobre este objeto>8. La composición
de los medios de trabajo es muy diversa. Son los equipos
energéticos, los locales de producción, los depósitos, los medios de
transporte y de comunicación, etc. Pero el lugar rector entre ellos
corresponde a los instrumentos de producción, instrumentos de
trabajo, es decir, las máquinas y los mecanismos, que son los
portadores directos de la influencia del hombre en el objeto de
trabajo.
Los objetos y medios de trabajo son los elementos
materiales del proceso de trabajo. A diferencia de los primeros -
los objetos sobre los que recae el trabajo-, los medios de trabajo
desempeñan un papel muy importante en la producción. Sin
embargo, por significativo que sea su papel, sólo pueden utilizarse
en contacto con el trabajo vivo, con la actividad de los hombres.
En la producción, el papel decisivo corresponde al hombre.
La diferencia entre los medios y los objetos de trabajo es
relativa. Unas mismas cosas pueden cumplir distintas funciones
en la producción. Por ejemplo, la tierra, por cuanto la trabajan
con ayuda de aperos y máquinas, viene a ser un objeto sobre el
que recae el trabajo. Pero, esa misma tierra, por cuanto <produce>
las plantas necesarias al hombre y es portadora de la influencia
del hombre sobre estas plantas, viene a ser ya un medio de
trabajo, figura como fuerza productiva de la sociedad. Lo mismo
cabe decir del carbón, del petróleo, de los diversos materiales
sintéticos, de los animales domésticos, etc., que pueden figurar en
el proceso de producción, tanto en calidad de objetos sobre los que
recae el trabajo como en calidad de medios de trabajo.
Hasta no hace mucho, al caracterizar las fuerzas
productivas algunos autores equivocadamente incluían en ellas
sólo los medios de trabajo y la fuerza de trabajo, con lo cual se
destacaba que su papel era el más activo en el proceso de
producción comparado con el de los objetos del trabajo que
desempeñaban para ellos un papel pasivo. Pero junto con el
progreso científico-técnico y a la par con el perfeccionamiento de
los medios de trabajo y el desarrollo de la fuerza de trabajo se
operan importantes cambios cualitativos también en los objetos
de trabajo. Entre ellos cada vez tienen menor preeminencia los
elementos dados directamente por la naturaleza y, por el otro
lado, se van introduciendo ampliamente materiales que influyen
8 C. Marx y F. Engels. Obras, ed. en ruso, t. 23. pág. 190.
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Una máquina que no se utiliza en la producción sólo es
fuerza productiva en potencia; no es más que un montón de metal.
Sólo en manos del hombre, del trabajador, se convierte en fuerza
productiva real y efectiva. Sin embargo, los medios de trabajo y
los hombres sólo son fuerzas productivas de cualquier sociedad
independientemente de su forma concreta cuando se unen los
primeros y los segundos. En esta unidad, los medios de trabajo,
fuerza materializada del saber y producto de la actividad racional
del hombre -autor de la técnica-, determinan, a su vez, la relación
que el hombre guarda con la naturaleza y son expresión del grado
de desarrollo del hombre y de toda la sociedad. El hombre se
adapta a los medios de trabajo de que dispone la sociedad y los
modifica. Al perfeccionar y utilizar los medios de trabajo
colocados entre él y la naturaleza, el hombre se modifica a sí
mismo.
La experiencia y los hábitos de las personas dependen,
ante todo, de los instrumentos que emplean en el trabajo. Con el
progreso de la técnica aumentan las exigencias ante los
conocimientos y la experiencia del hombre. Una cosa es labrar la
tierra con arado de madera y muy otra es conducir un tractor.
El progreso de la producción maquinizada, ligado a la
aplicación de las ciencias que estudian la naturaleza, requiere que
el productor directo posea, además de experiencia puramente
empírica, conocimientos en la esfera de las ciencias que estudian
la naturaleza y de la técnica. El incremento de la importancia del
factor espiritual, del papel de la ciencia en la producción, como
efecto directo de la complicación de la técnica, constituye la
principal peculiaridad del progreso tecnocientífico y conduce a
una mayor ampliación de la composición de las fuerzas
productivas. Se vuelve más productivo el trabajo no ya sólo de los
obreros manuales, sino de los peritos, los ingenieros e incluso de
los colaboradores científicos, a cargo de los cuales corre el
entretenimiento tecnocientífico del proceso de producción. El
contenido del concepto de fuerzas productivas seguirá
cambiando, sobre todo con motivo de la revolución tecnocientífica
moderna, que brinda perspectivas de automatizar la producción,
cuando el hombre, además de ser excluido del proceso directo de
producción, se ve hasta libre de las funciones de gobierno del
mismo, ya que corren a cargo de las máquinas; al hombre no le
quedan más que el control general, la supervisión, los trabajos de
reparación, etc. La unidad de los medios de trabajo y del hombre
se eleva aquí a un peldaño superior. En las condiciones creadas
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heterogéneos, dentro del marco de la cual el tipo socialista va
desplazando a los demás.
Las diferencias entre las fuerzas productivas y las
relaciones de producción son diferencias existentes entre dos
aspectos de una producción única, que jamás existen el uno
separado del otro. Sólo en los razonamientos abstractos se puede
hablar de las fuerzas productivas sin mencionar las relaciones de
producción o viceversa. En realidad, son dos elementos
inseparables. Las fuerza productivas son el contenido de la
producción social, y las relaciones de producción son la forma
material necesaria de ésta. Las fuerzas de producción determinan
las relaciones de producción. Y estas últimas, correspondiendo a
aquéllas, vienen a ser la forma de su funcionamiento y desarrollo.
¿Por qué, pues, es necesario que se correspondan? Las fuerzas
productivas caracterizan el tipo fundamental de actividad del
hombre, la actividad con fines de mantener su existencia. Es
natural que precisamente sobre la base de dicha actividad se
establezcan entre los hombres las relaciones que hacen posibles el
funcionamiento y el desarrollo de las fuerzas productivas. Los
hombres establecen determinadas relaciones para mantener su
existencia, y el modo de asegurar dicha existencia es
precisamente la producción, la modificación de la naturaleza con
ayuda de los medios de trabajo.
Por consiguiente, las relaciones de producción no dependen
de la voluntad de los hombres, sino del nivel de desarrollo y del
carácter de las fuerzas productivas y, en fin de cuentas, de los
medios de trabajo. <Los instrumentos de trabajo -escribe Marx-
no son solamente el barómetro indicador del desarrollo de la
fuerza de trabajo del hombre, sino también el exponente de las
condiciones sociales en que se trabajad1.
A su vez, también el funcionamiento de las fuerzas
productivas, es decir, el proceso de trabajo, se halla bajo la
influencia activa de las relaciones de producción. Precisamente
las relaciones de producción les imprimen a aquéllas determinada
cualidad social, cuando la producción es, por ejemplo, esclavista,
feudal, capitalista o socialista.
La característica social de las fuerzas productivas, ya se
trate de los instrumentos de trabajo, ya de los hombres que ponen
11 C. Marx y F. Engels. Obras, ed. en ruso, t. 23, pág. 191.
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Base y superestructura.
La significación de estas categorías consiste, ante todo, en
que permiten concretar la solución del problema de la influencia
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Únicamente el enfoque materialista marxista de este
problema nos ofrece los principios indispensables para el análisis
científico de la estructura social de la sociedad.
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