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Estudiante: Ana Ronquillo

Estudio del comportamiento humano ante la enfermedad Covid-19


Mucho se sabe de la conducta del ser humano, desde el inicio de la psicología como
ciencia que estudia los procesos mentales y como estos procesos se reflejan en la
conducta del ser humano, se sabe que la condición humana ante los cambios
ambientales es de tal grado que se da un proceso evolutivo positivo o negativo de la
conducta humana, en reflejo de un sistema de adaptación a nuevas condiciones.
¿La emergencia sanitaria por el Covid-19 ha provocado un retroceso evolutivo de
la conducta humana?
A nivel global, la epidemia de COVID-19 ha llevado a los gobiernos a solicitar el
cumplimiento de protocolos y normas de conducta que eviten la propagación de la
enfermedad, No obstante, la intención de participar en conductas de protección puede
depender de percibirlas como efectivas y también de estimaciones acerca de que otras
personas también se involucran en esas conductas, (Cabanillas, 2020).
Se ha dicho que las crisis ilustran, que permiten apreciar lo que no parecía evidente, a
pesar de que estaba ante nuestros ojos, esta crisis sanitaria evidencia lo que no funciona,
no solo en nuestros sistemas de salud, sino en las sociedades en las que vivimos, en la
relación con la naturaleza y con los otros, (Bringe & Pleyers, 2020)
La epidemia está despertando un sentimiento de liberación de nuestra soberbia como
resultado de la impotencia que hemos mostrado para lidiar con ella, (Bringe & Pleyers,
2020). Esto sumado a los procesos de ansiedad y de depresión como entidades
patológicas y la ruptura de los procesos psicosociales en las familias que no tenían como
proceso estandarizados de convivencia, detonaron en violencia intrafamiliar, ya que el
mundo al que se ha estado acostumbrado lidiado por un sistema socioeconómico ha
condicionado al hombre a desarrollar destrezas fuera del hogar, dejando de un lado las
herramientas positivas para la convivencia dentro del hogar, (Cabanillas, 2020).
La crisis de salud también ha tenido un impacto en nuestra subjetividad y,
especialmente, en nuestra relación con el tiempo, el ritmo de nuestras vidas se ha
frenado considerablemente, esto debido a la percepción que se tiene sobre el sistema de
salud, lo cual ha generado incertidumbre en las personas, a la vez generando altos
índices de estrés, tanto para las personas que trabajan dentro del ámbito de la salud
como a la población en general, (Bringe & Pleyers, 2020).
En marco a la conducta de la general de la población ante la presencia de un agente
pandémico como es el covid-10, ha tomado una conducta que puede ser planificada o
impulsiva, con frecuencia no sabemos por qué hacemos lo que hacemos. La conducta
diaria es rutinaria y repetitiva, actuamos de manera poco meditada, y a menudo salimos
adelante. Pero ¿qué ocurre cuando nos cambian las normas en crisis como la de hoy? En
esta situación se producen reacciones al sentir que nos imponen un nuevo orden que nos
incomoda, que nos impide seguir con nuestra agradable vida. Nadie ha pedido nuestra
aceptación, simplemente debemos realizar lo que los expertos han dictaminado sobre
esta enfermedad poco conocida, (Pinos, 2020)

Referencias bibliográficas
Bringe, B., & Pleyers, G. (2020). Alerta global: Políticas, movimientos sociales y
futuros en disputa en tiempos de pandemia. Argentina: Clacso.
Cabanillas, W. (2020). CONDUCTA Y PROPAGACIÓN DEL COVID-19 EN EL
PERÚ: MARCO DE REFERENCIA PARA EL DISEÑO DE
INTERVENCIONES CONDUCTUALES DE SALUD PÚBLICA. Universidad
Católica Sedes Sapientiae.
Pinos, G. (2020). CONDUCTA HUMANA EN LA PANDEMIA. UCUENCA .
Estudiante: Ana Ronquillo

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