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TEMA 2: Historia natural de la enfermedad

Actividad C Modelo de niveles de prevención

Alumna: Alejandra Rodríguez Perales

Profesor: Dr. Marco Antonio Cubillo León

Materia: Introducción a la Neurorrehabilitación

Maestría en Neurorrehabilitación

Rio Bravo, Tamaulipas; a 22 de febrero de 2022


Resumen

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo complejo y de


presentación heterogénea, cuyas causas no son claras. Actualmente no existe
cura, pero es posible contar con diferentes tratamientos que permiten aliviar
algunos de sus síntomas y enlentecer su curso. Por lo mismo, es importante
realizar un diagnóstico preciso, así como un correcto manejo de fármacos que
garantice un estado óptimo en los pacientes que la sufren, lo que tendrá como
resultados una mejora en su calidad de vida.

Es importante el cambiar el método clásico que se tiene sobre el modelo de


prevención porque: el modelo clásico se ha utilizado desde hace mucho tiempo y
aunque ha funcionado, el tiempo pasa y con esto las investigaciones y las
actualizaciones en estudios también cambian, por lo tanto, el modelo clásico se
tiene que modificar para poder identificar cualquier otro tipo de enfermedad y
prevenir el desarrollo de esta.

El siguiente modelo que diseñe para la prevención de la enfermedad de Parkinson


creo que pude ser de gran ayuda al momento de prevenir dicha enfermedad
puesto que este nos ayudará a identificar los signos leves que pueden aparecer de
dicha enfermedad.

Introducción

La enfermedad de Parkinson (EP) es un proceso neurodegenerativo complejo de


aparición en la edad adulta y que constituye la segunda enfermedad
neurodegenerativa más frecuente por detrás de la demencia tipo Alzheimer. La
etiología de esta enfermedad es desconocida, la causa subyacente sería la
combinación de factores ambientales y genéticos. Su base antropológica se
caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas de la sustancia
negra pars compacta (SNpc) del mesencéfalo, así como la presencia de
inclusiones intracelulares llamadas cuerpos de Lewy.

La EP se caracteriza por la presencia de la tríada motora acinesia o lentitud de


movimientos, temblor de reposo y rigidez y por ello ha sido clásicamente
considerada y estudiada como un trastorno motor. En las últimas décadas ha
aumentado el reconocimiento de manifestaciones no motoras como la apatía, el
deterioro cognitivo o los síntomas disautonómicos entre otros.

A pesar de que no existe un tratamiento curativo, se dispone de un arsenal


terapéutico amplio que permite un buen control sintomático en cada una de las
fases de progresión de la enfermedad.

Historia de la enfermedad de Parkinson

Descrita por primera vez por el médico James Parkinson en 1817 a quien se le
debe el nombre. Al principio, el Dr. Parkinson la llamó Parálisis Agitans, lo cual
define los síntomas de la enfermedad, es decir, la asociación de lentitud con los
movimientos anormales.

En 1967 el Dr. Cotzias dio el siguiente paso importante en la historia de esta


enfermedad: se dio cuenta de que al dar l-dopa (un medicamento) a los pacientes,
éstos mejoraban significativamente, debido a la falta de dopamina en su cerebro.

Cinco años más tarde, este medicamento decepcionó a los científicos de todo el
mundo ya que la mejoría experimentada por los pacientes iba acompañada de
complicaciones: trastornos mentales, pérdida de eficacia del medicamento y
movimientos anormales incontrolables. Por esta razón, se da un vuelco hacia la
cirugía funcional del Parkinson.

En los últimos años los adelantos en el tratamiento de esta enfermedad han sido
en el aspecto quirúrgico y en la creación de nuevos fármacos que mejoran el
estado del paciente sin tantas complicaciones: agonistas de la dopamina, entre
otros.

La enfermedad de Parkinson puede iniciarse desde la segunda década de vida


hasta finales de esta, con un pico máximo de prevalencia entre la quinta y sexta
década de la vida. Dado que puede haber parkinsonismo juvenil e infantil, es un
mito que la enfermedad de Parkinson sea exclusiva de la vejez.
La enfermedad de Parkinson es difícil de diagnosticar por lo que no hay una
prueba específica para la condición.

Los síntomas de la enfermedad varían de persona a persona y una serie de otras


enfermedades presentan síntomas similares. Por estas razones algunas veces se
hacen diagnósticos incorrectos.

Los signos de la enfermedad de Parkinson incluyen los síntomas clásicos que


afectan al movimiento:

Temblor
Principales Rigidez muscular
Lentitud

Síntomas que comienzan en un lado del


cuerpo
Cambio de la expresión facial (mirada fija,
ausencia de parpadeo)
Falla en balancear un brazo cuando camnian
Posición encorvada (flexión)
Hombro congelado con dolor
También pueden Cojera o arrastre de una pierna
presentarse Adormecimiento
Hormigueo
Dolor o incomodidad en el cuello o las
extremidades
Sensación de temblor interno
Depresión o ansiedad
Modelo de prevención en Parkinson

La prevención y el mantenimiento es el principio por el que debe guiarse esta


enfermedad debido a que se trata de una enfermedad neurodegenerativa. La
educación para la salud del paciente como de los familiares y cuidadores es la
manera más eficaz para lograr un tratamiento exitoso.

Como se sabe, no hay manera de prevenir la enfermedad de Parkinson hasta


ahora, lo que se puede hacer es que una vez diagnosticada la enfermedad se
puede prevenir se desarrolle de manera rápida como se muestra a continuación.

Prevención primaria

Niveles de participación y actividad


Medida canadiense del desempeño ocupacional (COPM):
Autoinforme del desempeño y la satisfacción con las ocupaciones.
Cuestionario sobre calidad de vida por la enfermedad de Parkinson
versión de 39 ítems:
Autoinforme que incluye lo siguiente: Evaluación de los problemas
de salud y bienestar durante el último mes. Las ocho subescalas
incluyen movilidad, actividades de la vida diaria, bienestar
emocional, estigmas, soporte social, cognición, comunicación y
malestar corporal.
Escala de puntuación unificada de la enfermedad de Parkinson
(UPDRS):
Herramienta de puntuación que sigue la evolución longitudinal de
la enfermedad de Parkinson y ofrece conocimientos sobre la
progresión de la enfermedad. Las categorías incluye la evaluación
del pensamiento, la conducta y el estado de ánimo, la
autoevaluación de las actividades de la vida diaria y las pruebas
motoras puntuadas por el médico.
Medida de la independencia funcional (FIM):
Evalúa el desempeño personal en el cuidado personal, los
traslados, la locomoción, la comunicación y el conocimiento social.
Prevención secundaria

Enseñar a usar las técnicas y las herramientas adaptativas para


reducir el efecto de los temblores.
Facilitar el movimiento de las articulaciones, mantener el rango de
movimiento y prevenir las contracturas mediante estiramiento.
Mejorar la planificación motora y aumentar la velocidad a través de
pautas como música como ritmo.
La intervención grupal puede aumentar el funcionamiento y las
percepciones del cliente acerca de sus capacidades y su
autoestima.
Enseñar habilidades para el propio manejo, como conocer el modo
de responder a los cambios en el despliegue de los síntomas, el
momento oportuno para solicitar ayuda y las formas de mejorar la
autoeficacia.
Promover la participación en actividades productivas y recreativas
con desafíos adecuados.
Estimular el análisis de los roles dentro de la familia y la vivienda.
Enseñarle a la familia las dificultades que afectan la interacción
social, como la ausencia de gesticulación facial y la rigidez oral.
Sugerir modificaciones en el domicilio para aumentar la seguridad.
Estimular al cliente y a la familia a participar en grupos de soporte.
Ayudar al cliente y a su familia a explorar los recursos de la
comunidad

Prevención terciaria
Dotar de estrategias de movimientos compensatorios
conscientes (estímulos visuales, propioceptivos,
auditivos…)
Técnicas de conservación de energía
. Indicación y entrenamiento de productos de apoyo y
adaptación para las diferentes actividades de la vida
diaria. (adaptación de cubiertos, secuenciación de tareas,
adecuación de asientos, asideros, producto de apoyo para
la marcha, etc.)
Mantenimiento y estimulación de capacidades motrices
(movilidad, estiramientos, estimulación de la marcha…)
Entrenamiento a los cuidadores en asistencia
Educación para la familia (cambios posturales, prevención
de riesgos, infecciones, etc.)
Asesoramiento en productos de apoyo.
Conclusiones
El desarrollar este modelo de prevención me hizo darme cuenta de que así como
esta enfermedad e Parkinson hay más donde hasta la actualidad no hay una cura
que sea al 100%, así como tampoco se puede prevenir, claro que podemos
realizar estudios constantemente (aunque claro, es un costo extra que a veces no
todas las personas se lo pueden permitir), tratemos de llevar una vida saludable,
esto no nos garantiza que podamos librarnos de las enfermedades, sobre todo ,
enfermedades de este tipo, que tienen síntomas similares a otras enfermedades.

Después de investigar un poco más acerca del Parkinson puedo escribir que me
llevo de experiencia el como a veces no prestamos atención o suficiente atención
sobre síntomas que se pueden presentar alrededor y las confundimos con alguna
otra enfermedad.

También entiendo que a veces por más desarrollada que este la ciencia en la
actualidad puede ser difícil el diagnosticar alguna enfermedad, puesto que cada
ser humano es diferente no se puede decir de manera especifica si vamos o no a
desarrollar alguna enfermedad, pero creo que, aunque tengamos posibilidades de
desarrollar alguna, siempre podemos prevenir que las posibilidades sean altas
cuidándonos tanto en alimentación, ejercicio, entre otras.
Bibliografías
Dra. Itziar Gastón Zubimendi. (mar-abr 2011). Enfermedad de Parkinson:
prevención y tratamiento precoz. febrero 2021, de ZHn28 Sitio web:
https://zonahospitalaria.com/enfermedad-de-parkinson-prevencion-y-tratamiento-
precoz/
Hurtado, F., Cárdenas, M. A. N., Cárdenas, F. P., & León, L. A. (2016). La
Enfermedad de Parkinson: Etiología, Tratamientos y Factores Preventivos.
Universitas Psychologica, 15(5).
http://www.scielo.org.co/pdf/rups/v15nspe5/v15nspe5a12.pdf

DR. RAÚL MARTÍNEZ-FERNÁNDEZ. (1), DRA. CARMEN GASCA-SALAS C. (1),


DR. ÁLVARO SÁNCHEZ-FERRO (1), DR. JOSÉ ÁNGEL OBESO (1). (2016).
ACTUALIZACIÓN EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON. Revista Médica
Clínica Las Condes, 27(3), 363-379.

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