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MAQUINARIA PESADA
DDEAUTOMOTRIZ
SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL / AMBIENTE REF: HCTA 1/1
La válvula, esta formada por dos partes fundamentales: la cabeza o plato (6), que
aplicándose en su asiento en la cámara de combustión cierra el conducto de
entrada o salida, y el vástago o cola (7), que sirve para guiar el movimiento y
transmitir a la cabeza la carga del muelle de retención (3), al que se fija con las
medias chavetas (1), que disponen unos resaltes internos, que encajan en la
escotadura dispuesta en el vástago de la válvula, quedando en posición por medio
del platillo (2). Estas escotaduras suelen ser diferentes para las válvulas de
admisión y para las de escape.
En la mayor parte de los motores, las válvulas de admisión presentan una cabeza
de mayor tamaño que las de escape, para facilitar el mejor llenado del cilindro. Las
de escape, por el contrario, resultan de mayor resistencia a las altas temperaturas
debido al menor tamaño de la cabeza. En otras ocasiones se disponen cuatro
válvulas por cilindro con el mismo fin. En otros casos se emplean dos válvulas de
admisión y una de escape por cilindro para mejorar el llenado del mismo. Dadas
sus peculiares condiciones de funcionamiento, las válvulas deben resistir los
repetidos golpes contra sus asientos que se producen en el cierre y las altas
temperaturas a que están sometidas, sin que se produzcan defomaciones ni
agrietamientos del material que, por estas causas, debe ser de una calidad
excelente. Las válvulas son refrigeradas tanto mejor cuanto menor es el tamaño
de su cabeza y mayor es el diámetro y longitud del vástago. Como las válvulas de
escape quedan sometidas a la acción de los gases que salen todavía ardiendo en
la fase de escape, en su construcción se emplean aceros especiales, con
aleaciones al cromo-silicio o cromo-níquel, que les confieren una gran dureza,
capaz de soportar los grandes esfuerzos a que estarán sometidas y las
corrosiones debidas a las elevadas temperaturas de funcionamiento. En algunos
casos, el vástago y parte de la cabeza son huecos y están rellenos de sodio, que
con el calor pasa a su estado líquido, mejorando la transmisión de calor de la
cabeza al vástago y la evacuación del mismo a través de éste y su guía. Las
válvulas de admisión se construyen generalmente con aleaciones de acero al
níquel, de inferior calidad, dado que su trabajo es sensiblemente menor que el de
las de escape.
Se deforman por igual en todas sus espiras cuando son cargados de una manera
lenta y progresiva, pero si se le somete a un brusco aumento o disminución de la
carga como ocurre durante el funcionamiento del motor, la inercia de sus espiras
interviene modificando el comportamiento. Si se le somete bruscamente a una
compresión, las espiras más cercanas al extremo donde se aplica la carga,
experimentan un mayor acercamiento entre sí, se comprimen mas, que
posteriormente se transmite a las espiras centrales y las del extremo opuesto. La
deformación de las espiras del muelle sigue un movimiento de acordeón,
comenzando por el extremo donde se aplica la carga. Cuando se distiende el
muelle, el movimiento de acordeón es de sentido contrario. La conclusión de este
hecho es que las espiras centrales del muelle se acercan y alejan alternativamente
de ambos extremos.
Este fenómeno puede provocar la rotura del muelle cuando el periodo de las
oscilaciones alcanza un determinado valor, que depende del tipo de muelle y
también del régimen de giro del motor. Cuando esto ocurre, se dice que el muelle
ha entrado en resonancia.
En el desmontaje, se irán soltando del conjunto todos los órganos auxiliares como:
distribuidor de encendido, alternador, carburador, etc., y posteriormente se
retirarán la culata, cárter inferior, piñones de distribución, cigüeñal y pistones. El
desmontaje de estos componentes se efectuará siguiendo un orden lógico, en
función de la accesibilidad de cada uno de ellos, comenzando generalmente por
los más voluminosos, corno el alternador, los colectores, la bomba de inyección,
etc. El despiece de los componentes internos se inicia generalmente con la tapa
de distribución, piñones, cadena y tensor de la misma, todo ello emplazado en la
cara delantera del motor. Seguidamente se desmontan la tapa de balancines,
árbol de levas, balancines, culata, volante motor y cárter, finalizando la operación
con el desmontaje del cigüeñal, pistones y bielas.
Como norma general, se marcará la posición de cada una de las piezas que se
van desmontando, con el fin de asegurar el posterior montaje correcto de las
mismas.
Una vez limpia la culata, deberá efectuarse un perfecto lavado de la misma con
petróleo y posteriormente con agua, secándola a continuación con aire a presión.
A la limpieza seguirá una inspección, tratando de localizar deformaciones, grietas,
o cualquier otro defecto. Especial atención merecen las cámaras de combustión y
los conductos de acceso a ella, así como la superficie plana de unión al bloque de
cilindros. Las grietas pueden ser detectadas con mayor facilidad vertiendo un poco
de petróleo sobre la superficie sospechosa. Después de seco queda resaltada la
grieta, si existe.
de grano sumamente fino, que se realiza con ayuda de una ventosa con mango
fijada en la cabeza de la válvula. Para comprobar que las superficies quedan con
un acabado suficientemente afinado, sólo hay que marcar unos trazos con un lápiz
sobre el asiento y frotar contra él la válvula en seco; si los trazos desaparecen, la
operación ha sido realizada correctamente.
Cámara de bañera (A): se utiliza por su fácil construcción, porque las válvulas
quedan paralelas entre sí facilitando la localización de su sistema de mando
propiciando alzadas de válvulas importantes, con las que se consigue un buen
llenado. La colocación de la bujía puede ser bien centrada, aunque tiene el
inconveniente de que la distancia a recorrer por el frente de llama es excesiva.
Este tipo de motores se utiliza en su mayoría en motores de cilindrada pequeña.
Cámara de cuña (B): Desde el punto de vista de la detonación es una de las más
eficientes. Dado a su forma especial, resultan favorecidas del modo más simple y
racional las condiciones que dificultan la aparición del fenómeno de la detonación,
ya que se concentra la mayor parte de la mezcla en las proximidades de la bujía.
Son utilizados en motores con alta relación de compresión debido a su buena
relación superficie-volumen, que es ligeramente mejor al de las hemisféricas y
además con una construcción más económica y sencilla.
Para realizar esta verificación deben estar montadas en la culata tanto las válvulas
como la bujía.