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Universidad El Bosque

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas


Teorías Biopolíticas y del Poder

Relatoría Seminario

Fecha: 06 octubre

Lectura asignada: Deleuze, G (1996). Conversaciones, (pp. 265-286) Pre-textos. 

Expositores: Paola Ávila y Zamir Khan

DE LA DISCIPLINA AL CONTROL

El texto a tratar en esta sesión es Conversaciones de Gilles Deleuze, un filósofo


nacido en París en 1925, quien desde 1984 hasta su jubilación, se dedicó a la
educación. En los últimos años de su vida, colaboró con la cadena de televisión
ARTE, a pesar de su crítica a los intelectuales mediático, en la cual, presentaba su
visión del mundo, en 1995 el autor decide quitarse la vida (Marti,1995). En el texto
anteriormente mencionado, el autor se centra en el control de la sociedad, dando
un especial énfasis al control disciplinario, el cual, plantea está siendo remplazado
por la sociedad del control que encuentra su base en el Marketing.

MINORIAS Y MAYORÍAS

En el texto se exponen las mayorías como un modelo con el que, hay que
conformarse. Mientras que, las minorías son entendidas como procesos (Deleuz,
1996, p. 271) En este sentido, las minorías solo crearán modelos si buscan
sobrevivir, pero esta procede de aquello que ha creado el modelo sin depender de
él. Estas minorías resultan vitales para la sociedad, puesto que, de ellas surgen las
resistencias. Ahora bien, en este punto surge un interrogante: ¿Puede una minoría
ser considerada por un controlador como mayoría y de esta manera este poder
ejercer el control sobre esta o ello simplemente representaría una mala
comprensión del concepto?

LA SOCIEDAD DISCIPLINARIA:

El hombre en la antigüedad vivía en una sociedad disciplinaria, donde se empleaba


el encierro como técnica principal. En ello, se encuentra un factor bastante
importante y es que el autor menciona instituciones que hacen parte tanto de lo
privado como de lo público, es decir, la familia es un círculo cerrado, pero también
lugares como la escuela llegan a serlo. De igual manera, el autor afirma que estas
son instituciones independientes, en las cuales, cuando se sale de una se inicia
desde cero otra (Deleuze, 1996, p.279). No obstante, se difiere un poco de esta
perspectiva y se establecería en su lugar que ello depende netamente del
individuo, porque estas pueden llegar a ser complemento la una de la otra. Por
ejemplo, la familia enseña elementos que resultan relevantes, para que
determinadas enseñanzas en la escuela sean posibles, la escuela otorga
herramientas para que, posteriormente, se pueda ejerza un trabajo en la fábrica.
Más bien sería una suerte de cambiar de controlador, pero no del inicio de cero.

Ahora bien, se concuerda con él cuando menciona que estos ciclos cerrados están
en liquidación y un ejemplo perfecto para ello, que puede resultar paradójico es la
pandemia, porque si bien nos encerró a todos en nuestros hogares, ello hizo que
las actividades cotidianas ahora se ejerzan dentro del hogar, donde ya no hay un
control por parte del docente en el estudiante, donde los manuales de convivencia
resultan obsoletos para el control del comportamiento de quienes son educados,
donde el jefe ya no puede vigilar a qué hora llega su empleado o si toma un
tiempo de descanso mayor al que debería tomar, porque al final todo puede
suceder detrás de una cámara apagada y sí bien no se desconoce que se debe
cumplir con una serie de entrega o deberes asignados, no se tiene control en el
comportamiento del individuo.
SOCIEDAD DE CONTROL

Como se ha mencionado anteriormente el poder disciplinario está entrando en una


crisis que augura su pronta extinción, la cual, está siendo apaciguada por una serie
reformas que buscan dar espera mientras la sociedad del control logra instaurarse
(Deleuze, 1996, p.278) Esta sociedad, aparenta tener una base capitalista donde el
marketing es la técnica que se emplea para tener un aprovechamiento de la
psicología del individuo y este pueda ser controlado. Para este punto, el autor cita
a Felix Guatarri quien plantea un ejemplo donde imagina que el individuo sale de
su casa gracias a su tarjeta de crédito, pero había días u horas donde la tarjeta era
rechazada (Deleuze, 1996, p.184). Lo cual, les recordó a los relatores esa especie
de jugos de rol que terminaban por convencer a los niños de comprar
determinadas membresías mensuales para poder adquirir determinados beneficios
en los juegos. Pero, entonces el ordenador que de la posición sigue siendo el
mismo, el dinero que se tenga o no para adquirir la membresía o para emplear la
tarjeta. Entonces, vivimos en un mundo donde la venta de productos en el sistema
capitalista ha hecho que el hombre valga por la capacidad adquisitiva que se tiene.

RESISTENCIA

Ante el poder disciplinario, el hombre encontró formas de resistir, hizo


revoluciones, uso el arte como forma de expresión, recuperó la palabra para ser
libre. Aunque, el autor se presentó al inicio como un tanto pesimista frente a la
manera en la que las minorías iban a enfrentar la nueva sociedad de control,
termino dando una esperanza al final de capítulo sobre la liberación de este, y es
que resalta que si el hombre es capaz de creer en el mundo y de suscitar
acontecimientos que escapen del control logrará tener una capacidad de
resistencia (Deleuze, 1996, p.276). Ello es fundamental, si el hombre no es capaz
de creer en el mundo no va a lograr hacer una revolución, porque, aunque las
revoluciones de la historia han terminado en sistemas de control de ciclos
cerrados, ellas nunca hubieran logrado ejecutarse sin el actuar de muchos
hombres. Es interesante escuchar la frase de: “el cambio inicia por ti”, pero si ese
cambio solo lo hago yo y no invito a otros a que lo hagan, ello no va a funcionar,
se necesita de una minoría convencida para lograr efectuarlo.

Para concluir, se considera que este texto ha logrado resolver diferentes


cuestionamientos, para los que se creía que otros autores tratados anteriormente
habían proporcionado respuestas vagas como la manera en la que se puede lograr
salir de la sociedad del control y logra darle esperanza al lector de que esto sí es
posible. Asimismo, se resaltan elementos como el declive del poder disciplinario y
como la pandemia actual aporta elementos que demuestran este punto a pesar de
lo paradójico que podría resultar el ejemplo, pero se han creado una serie de
reformas que permiten desembocar en un nuevo modelo y ser controlados por
herramientas de márquetin que terminan empleando la psicología humana para su
conveniencia.

Referencia bibliográfica:

Deleuze, G (1996). Conversaciones, (pp. 265-286) Pre-textos. 

Marti, O. (1995). Se suicida Gilles Deleuze, el gran filósofo heterodoxo. El País.

Retrieved from:

https://elpais.com/diario/1995/11/06/cultura/815612401_850215.html

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