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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS.

PROGRAMA: MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN – EDUCACIÓN.


ESPACIO ACADÉMICO: SEMINARIO DE COMUNICACIÓN.
NOMBRE DEL ESTUDIANTE: FREDY EDUARDO NARVÁEZ.
CÓDIGO: 20221191018.
RESEÑA ANALÍTICA PARA SEMINARIO DE COMUNICACIÓN.
DIRIGIDO POR JUAN CARLOS AMADOR.

1. Referencia bibliográfica.

Deleuze, G. (2006), “Post-scriptum sobre las sociedades de control”, En Deleuze, G.,


Conversaciones. Valencia, Pre-textos.

2. Palabras claves del texto.

Sociedad de Soberanía. Sociedad de Disciplina. Sociedad de Control.

3. Estructura del texto: descripción breve de capítulos y/o títulos, subtítulos o apartados
que componen el texto (se pueden incluir citas textuales que ilustren aspectos de la
estructura).

El ensayo se divide en tres momentos: Historia, Lógica y Programa.

Historia

El autor inicia refriéndose sobre el trabajo de Foucault, quién sitúa las sociedades
disciplinarias entre los siglos XVII y XIX, especialmente se refiere a los “centros de
encierro”, tales como: la familia, el hospital, la cárcel, la escuela el cuartel o la fábrica.

“Foucault ha analizado a la perfección el proyecto ideal de los centros de encierro,


especialmente visible en las fábricas: concentrar, repartir en el espacio, ordenar en el
tiempo, componer en el espacio-tiempo una fuerza productiva cuyo efecto debe
superar la suma de las fuerzas componentes.” (Deleuze, 2006) (P. 1)

En este apartado, menciona, el anterior modelo de la sociedad disciplinaria, la sociedad de


soberanía la cual consistía en gravar la producción y administrar la muerte; el paso de este
modelo hacía el disciplinario nos dice Deleuze, fue “una transición progresiva”; hoy esta
esta transición la esta padeciendo la sociedad disciplinaria con el declive de las instituciones y
el afán reformista de Lo Político que concibe puede salvarlas reformándolas.
“Reformar la escuela, reformar la industria, reformar el hospital, el ejército, la
cárcel; pero todos saben que, a un plazo más o menos largo, estas instituciones están
acabadas. Solamente se pretende gestionar su agonía y mantener a la gente ocupada
mientras se instalan esas nuevas fuerzas que están llamando a nuestras puertas. Se
trata de las sociedades de control, que están sustituyendo a las disciplinarias.”
(Deleuze, 2006) (P.2)

De esta crisis de la sociedad disciplinaria, surge, por un lado, un supuesto desarrollo de las
libertades; se pasa del hospital a la visita en casa del médico, de atender la emergencia a
prevenirla; pero en su base, sigue estando vigente el anhelo de control.

Lógica.

Tanto la sociedad disciplinaria como la de control, responden a, podría denominarse: formas


propias de comportamiento e imposición de normas; mientras la primera impone una especie
de thelos interminable, la segunda es atemporal, variable, se acomoda y acopla en cada
momento y de acuerdo a la situación. La primera actúa bajo un lenguaje analógico y binario,
mientras que la segunda se mueve a través de una geometría variable. Aparece en la primera,
la fabrica y en la segunda la empresa; la fabrica es concreta; la empresa es etérea.

“Es cierto que ya la fábrica utilizaba el sistema de las primas y los incentivos, pero la
empresa se esfuerza con mayor profundidad en imponer una modulación de cada salario,
en estados siempre metaestables que admiten confrontaciones, concursos y premios
extremadamente cómicos. El éxito de los concursos televisivos más estúpidos se debe a
que expresan adecuadamente la situación de las empresas.” (Deleuze, 2006) (P.3)

Mientras la fábrica posibilitaba una especie de unión, en forma de sindicatos, de los


trabajadores, y el patrono podía vigilar la masa de trabajadores; en la empresa, expone
Deleuze, se instaura una guerra de todos contra todos, donde el argumento que se esgrime es
el del mérito, entendido como una sana competencia entre individuos, cuyos salarios
corresponderían por tanto a su nivel de mérito.

Deleuze utiliza la novela de Kafka, El Proceso para ejemplarizar mejor el modo de actuar de
cada modelo: el temor a ser encarcelado y la supuesta absolución del personaje, sería la
imagen de la sociedad disciplinaria; mientras que la interminable y farragosa búsqueda de la
justicia, sería la imagen de la sociedad de control.
Esto evidencia otro cambio en el modelo, por un lado, la sociedad disciplinaria convive bajo,
nos dice Deleuze: “dos polos: la marca que identifica al individuo y el número o la matrícula
que índica su posición en la masa.” Mientras que la sociedad de control privilegia la cifra, la
contraseña que permite el paso, el acceso a la información: “Los individuos han devenido
“dividuales” y las masas se han convertido en indicadores, datos, mercados o “bancos”

Deleuze termina este momento enunciando que ahora es el marketing, la nueva forma de
control y por medio de la sujeción a las deudas, al dinero etéreo, como se controla a la masa.

Programa

Formula Deleuze una visión sobre los refinados mecanismos de control que se van
desarrollando, es pues, que apunta a decir, que en la transición de sociedad disciplinaria a
sociedad de control pudieran retomarse practicas o herramientas de dominación y
sometimiento de la sociedad de soberanía; pero que los cambios más hondos y fundamentales
se verán en las “centros de encierro” que hablaba Foucault.

“Lo importante es que nos hallamos en el inicio de algo. En el régimen carcelario, la


búsqueda de “penas sustitutivas”, al menos para los delitos menores, y la utilización
de collares electrónicos que imponen al condenado la permanencia en su domicilio
durante ciertas horas. En el régimen escolar, las formas de control continuo y la
acción de la formación permanente sobre la escuela, el correspondiente abandono de
toda investigación en el seno de la Universidad, la introducción de la empresa en
todos los niveles de escolaridad. En el régimen hospitalario, la nueva medicina «sin
médicos ni enfermos» que localiza enfermos potenciales y grupos de riesgo, y que en
absoluto indica un progreso en la individuación como a menudo se dice, sino que
sustituye el cuerpo individual o numérico por una materia “dividual” cifrada que es
preciso controlar.” ( Deleuze, 2006) (P.5)

Nos presenta Deleuze nuevamente y ya como cierre, dos imágenes alegóricas como formas de
representación de cada sociedad, a la de control la asocia con la imagen del topo encerrado en
las cuevas que el mismo cava y la serpiente, con sus movimientos sinuosos, y sus anillos, que
advierte Deleuze, son aún más complejos de entender que las cuevas del topo.
4. Aportes del texto al problema en cuestión: reflexiones del estudiante en diálogo con
los propósitos y preguntas problematizadoras del seminario.

Metáforas de la sociedad contemporánea: órdenes sociales, matrices culturales y


subjetividades.

De Adso, K, Motoko Kusanagi.


Imágenes de una sociedad en entropía.

Adso de Melk, era el pupilo del monje detective de la novela creada por Eco: “El nombre
de la rosa”; pero no nos interesa tanto Adso, como el contexto en el que se desarrolla la
novela. Una Abadía o especie de Claustro-Cárcel donde estaba prohibido reír; he aquí
pues la forma más incipiente de lo que Deleuze, basándose en lo que Foucault llama:
“centros de encierro”.

Joseph K, es el personaje principal de la novela de Kafka, El Proceso, Deleuze nos la


recuerda para situar en ella los dos tipos de sociedad, la disciplinaria y la de control, esa
transición invisible de un modelo hacía otro, del cambio de las formas o aún más
complejo, de la convivencia a la par de ambos, donde es el sujeto quién padece ambas.

Motoko Kusanagi es el personaje principal de un anime llamado: Ghost in the Shell,


situado en una época donde el humano se ha fusionado con la máquina, el control se ha
refinado y ha adquirido nuevas formas, es en las actualizaciones de los programas donde
el humano se sumerge en el mundo de lo digital, en realidades modificables, realidades
otras creadas a partir de algoritmos fluctuantes.

A partir de estos ejemplos se pone de relieve que el disciplinamiento y el control como


modelos de sociedad se encuentran presentes en cada esfera de las actividades sociales, lo
puerta que abre Deleuze con su ensayo es pues fijar la mirada no solo en los grandes
“centros de encierro”, también en o lo más cercano y próximo.
5. Preguntas claves.
• “Incluso el arte ha abandonado los círculos cerrados para introducirse en los
circuitos abiertos de la banca.”

Los NFTS, Netflix y la masificación-privatización del arte.

Lo que inició con las vanguardias, la crisis de la institución arte, su desacralización y la


entrada de este a espacios no rituales, ni sacros. (Burger, 1974) se consolida en su
masificación y su ¿declive?; (Baudrillard, 2006) “Se trata de una parodia, y al mismo tiempo
es una palinodia del arte y de la historia del arte, una parodia de la cultura por sí misma en
forma de venganza, característica de una desilusión radical. Es como si el arte, a semejanza
de la historia, fabricara sus propios cestos de basura y quisiera redimirse en sus detritos.”

• “el control no tendrá que afrontar únicamente la cuestión de la difuminación


de las fronteras, sino también la de !os disturbios en los suburbios y guetos.”

En las ansias de las reformas para reparar o actualizar las instituciones surge a su vez, nuevas
formas de represión e imposición, (Wacquant, 2009)

“Figuras y mecanismos de la pornografía penal

En primer lugar, dicho gesto se ha pensado y ejecutado no tanto por él en sí mismo,


sino con el objetivo expreso de ser exhibido y visto, escrutado, devorado con los ojos:
la prioridad absoluta es montar un espectáculo, en el sentido estricto del término. Por
eso las palabras y los actos antidelito deben ser metódicamente puestos en escena,
exagerados, dramatizados e incluso ritualizados. Esto explica por qué, al igual que los
enredos carnales que abundan en las películas pornográficas, son
extraordinariamente repetitivos, mecánicos, uniformes y, por ende, eminentemente
predecibles.”

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