Está en la página 1de 5

Ciclo de Profesorado Universitario para Profesionales

Cátedra: Problemática Filosófica

Ensayo

Profesor: Jorge Cornejo

Alumno: Alicia Andrea Dávalos

Año: 2021

Caruso – Dussel: “Yo, tú, él, ¿quién es el sujeto?” – Editorial Kapelusz, 2001.
Introducción

El presente ensayo se realiza con el objeto de cumplimentar las


consignas de la actividad N°2 de la cátedra Problemática Filosófica,
perteneciente al Ciclo de Profesorado Universitario para Profesionales, de la
Universidad Gastón Dachary, de Posadas, Misiones.
En el desarrollo se intentará abordar la temática sobre las sociedades de
control y alguno de sus efectos, vinculados a la Educación en general.
La Educación como Institución social juega un papel fundamental en la
construcción de las futuras generaciones de ciudadanos, y éstos a su vez,
participan de un proceso que muchas veces les es impuesto y que desconocen
al inicio.
La bibliografía consultada para el sustento teórico del tema es la
siguiente:
 Marcelo Caruso e Inés Dussel . "Yo, tú, él:¿quién es el sujeto?"
 Gilles Deleuze- "Post-scriptum sobre las sociedades de control"
 Ensayo de Byung-Chul Han donde expone una de sus tesis
principales: la sociedad occidental está sufriendo un silencioso
cambio de paradigma, un exceso de positividad que está
conduciendo a una sociedad del cansancio
 Clase de Laura Pitman donde aplica las categorias de Foucault-
Deleuze para explicar el cambio en los dispositivos de formación
docente
 Artículo de la Dra Esther Diaz acerca de los desafíos para la
formación docente en el contexto de las nuevas sociedades
disciplinaria.

Caruso – Dussel: “Yo, tú, él, ¿quién es el sujeto?” – Editorial Kapelusz, 2001.
Desarrollo

Deleuze toma las consideraciones donde sostiene que Foucault estuvo


acertado en el análisis de los centros de encierro como la fábrica, la prisión, la
escuela, los hospitales. El problema es que la sociedad actual está dejando de
ser aquella analizada por Foucault. Por ello, anuncia:

Todos los centros de encierro atraviesan una crisis generalizada: cárcel,


hospital, fábrica, escuela, familia [ ]. Los ministros competentes anuncian
constantemente las supuestamente necesarias reformas. Reformar la escuela,
reformar la industria, reformar el hospital, el ejército, la cárcel; pero todos saben
que, a un plazo más o menos largo, estas instituciones están acabadas.
Solamente se pretende gestionar su agonía y mantener a la gente ocupada
mientras se instalan esas nuevas fuerzas que ya están llamando a nuestras
puertas. Se trata de las sociedades de control, que están sustituyendo a las
disciplinarias.1

Para Deleuze, los tiempos de la sociedad disciplinaria, están terminando.


Pero eso no significa que el panorama sea muy alentador: "Es posible que los
más duros encierros lleguen a parecernos parte de un pasado feliz frente a las
formas de control en medios abiertos que se ven actualmente.

En las actuales sociedades de control, se fomenta la formación on-line ,


el trabajo en casa. Sin horarios, sin nadie que esté vigilando. De lo que se trata
ahora no es de impedir la salida, sino de obstaculizar la entrada. No es sencillo
acceder a, a posgrados de nivel internacional, o a la nueva modalidad de
dictado de clases. Para poder hacerlo, hay que superar diversos obstáculos,
entre los cuales el principal es el económico: "El hombre ya no está encerrado,
sino endeudado". No sólo resulta difícil ingresar; también es muy difícil
permanecer. Pero los privilegios de "pertenecer" hacen que se extremen los
esfuerzos por cruzar la barrera.
Caruso – Dussel: “Yo, tú, él, ¿quién es el sujeto?” – Editorial Kapelusz, 2001.
En la actualidad, la supuesta libertad del tiempo abierto resulta un
elemento de control mucho más fuerte que el encierro. Ya no se necesita tener
a un empleado confinado bajo llave ni vigilado para que trabaje. De modo
semejante, quien se capacita on-line no lo hace en su "tiempo libre" sino
quitándose horas de sueño, porque sabe que si no "se actualiza"
permanentemente dejará de pertenecer a un grupo "de privilegio". "Estamos
entrando en sociedades de control que ya no funcionan mediante el encierro,
sino mediante un control continuo y una comunicación instantánea."

Pero ésta realidad expone que no siempre el educador se encuentra en


el 100% de sus capacidades emocionales para emprender esta tarea. ¿Cómo
podría entonces garantizarse igualdad de oportunidades a todos los
educandos?

El sistema educativo se plantea en estas bases, y esto termina muchas


veces, alimentado por estas debilidades que le son propias. ¿Puede el sistema
educativo garantizar todo lo que se le exige que garantice?

No se puede dejar de considerar la expresión de Caruso - Dussel en relación


con la temprana “juvenilización” en la que se ve acorralada la infancia. Y esto
pasa a configurar, junto con las demás variables, un combo terrible, ya que
muchas veces se cree que los niños saben o creen saber más que antes, pero
siguen manejando los mismos miedos e inseguridades que otras generaciones.

Es evidente que este proceso muchas veces termina menoscabando las


posibilidades de elección que creemos tener a lo largo de nuestra vida, pero
también es cierto que configura un eje esencial en la organización del tejido
social, haciendo referencia al alcance de las libertades y derechos individuales
en comparación con las libertades y derechos del mismo grupo social.

Al mismo tiempo, la posibilidad de aprendizaje, única en el ser humano,


le brinda la posibilidad de encaminar esta “libertad cercenada” hacia caminos
alternativos de elección, lo que hace que se puedan superar varias de las
instancias propias de proceso que puede ser visto como autoritario.

Ahora bien, ¿existe una figura responsable del modelo o sistema


educativo actual, y de los objetivos y normas establecidos en el mismo?, quien
espera que todos estos interrogantes se respondan con un modelo adaptado a
los tiempos que corren?

Han sido y son tiempos extraños. Inicialmente se produjo una especie de


interrupción abrupta de lo cotidiano, que prometía ser corta. Comenzó un
tiempo de espera: de las noticias, de la recuperación del espacio público, de las
vacunas, de los avances en la búsqueda de una cura. El tiempo de la
pandemia parece de a ratos detenido, lento, pero también acelerado.

Caruso – Dussel: “Yo, tú, él, ¿quién es el sujeto?” – Editorial Kapelusz, 2001.
En nuestro espacio de actuación inmediato, la educación, aparecen
interrogantes específicos. ¿Qué aprendizajes, qué legados arroja la experiencia
en modo remoto a la que se han visto obligadas escuelas y familias para darle
continuidad a la tarea de educar? ¿Cómo pensar la educación, las nuevas
relaciones y vínculos con lo social en este contexto de emergencia?

Si bien como docentes en formación veníamos haciéndonos estas


preguntas desde el inicio de la emergencia sanitaria, con sus múltiples efectos.

Partimos de preguntas simples. ¿Qué efectos produce la actual situación


de pandemia en los sistemas educativos, las instituciones escolares y la vida
de los docentes y alumnos? ¿Qué vínculos tienen con las viejas y nuevas
desigualdades? ¿Cómo reconsiderar el papel de las tecnologías en estos
cambios?

En mi experiencia actual durante la pandemia, me encontré con un


montón de obstáculos, dada la incertidumbre del deber de enseñar que los
contenidos sean interpretados y/o entendidos por los alumnos, donde el
margen de tiempo y respuestas, no es lo mismo.

Los obstáculos venidos por el manejo de la tecnología, por la falta de


dispositivos, por las constantes interrupciones de los servicios de internet,
porque no estábamos preparados para cambiar abruptamente, de un momento
para otro, donde hubo que adaptar contenido a la nueva realidad, donde el
índice de respuestas fueron muy bajos, donde el interés de aprender
relacionado con el tiempo de enseñar no iban de la mano.

Me encontré con alumnos que pedían volver a las aulas, que pedían
cumplir sus horarios de clases normales y hoy con una presencialidad parcial
en las aulas, he oído de mis alumnos pedir por una asistencia total y
presencial, porque con lo parcial no alcanza.

Caruso – Dussel: “Yo, tú, él, ¿quién es el sujeto?” – Editorial Kapelusz, 2001.

También podría gustarte