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En el otro extremo están las personas con un estilo agresivo, que convierten
sus peticiones en exigencias porque piensan que los demás están obligados
a satisfacer todos sus deseos. Puede que sus peticiones sean atendidas por
miedo, pero lo que sí es seguro es que sus relaciones se van a deteriorar, ya
que provocan sentimientos desagradables en las personas a las que dirigen
sus exigencias.
La persona con un estilo asertivo es capaz de expresar claramente su necesidad y de hacer una
petición sin que la otra persona se sienta presionada para satisfacerla.
Los resultados fueron que un 60% de los sujetos le dejaban fotocopiar cuando no les daba
ninguna razón. Pero dando un motivo, la cifra subía hasta el 90%. Lo curioso es que, la mayoría
de las veces, la razón que daba era simplemente “¿Me dejas pasar delante de ti? Es que tengo
que hacer copias”. Y el 90% accedía.
Las conclusiones del estudio finalmente determinaron que es mucho más probable que nos
hagan un favor cuando proponemos una razón, y que a menudo no escuchamos a nuestros
interlocutores en su totalidad. Quizá el motivo de esta diferencia es que el interlocutor percibe
el esfuerzo que hacemos por justificar nuestra petición y, en realidad, le da igual el contenido.
Seguro que alguna vez te has comprometido a hacer algo que en realidad no deseabas hacer, pero
no pudiste negarte. Detrás de esta actitud suele haber una idea irracional del tipo “Si no hago lo que
me pide se enojará y me dejará de hablar” (catastrofismo), “Bueno, no pasa nada” (minimización de
los propios deseos), “Hay que procurar no tener conflictos con nadie y estar bien con todo el mundo”
(perfeccionismo y exigencias), “No va a entender mi postura, aunque se lo explique” (expectativas
negativas).
La persona no asertiva tenderá a hacer todo lo que le piden, aunque no lo desee, o a poner excusas
falsas. Pero las excusas servirán de poco si estás ante personas manipuladoras o muy insistentes,
que ignoran excusas o explicaciones, y solo se centran en el objetivo que desean conseguir,
escondiendo sus verdaderas intenciones (pueden hacerte ver que lo que estás haciendo es mejor
para ti y no para ellos).
Por ejemplo, si un amigo te llama para invitarte a salir, y tu prefieres quedarte en casa y
dejarlo para otro día, le podrías responder: “Gracias por contar conmigo, pero hoy prefiero
quedarme en casa, si quieres podemos quedar para otro día”.
o Si la otra persona insiste, puedes utilizar la técnica del DISCO RAYADO que consiste en repetir
persistentemente el mismo argumento, sin tener en cuenta el contenido de lo que te dice,
sin perder la calma y sin tratar irrespetuosamente a la otra persona.
Por ejemplo, si un vendedor quiere convencerte de comprar una enciclopedia y tu no deseas
hacerlo puedes repetir continuamente “Gracias, no me interesa” a todos sus intentos por
convencerte.
Vendedor: “¿Tiene usted hijos?”
Responde: “Gracias, no me interesa”.
Vendedor: “¿No le importa el futuro de sus hijos?”
Responde: “Gracias, no me interesa”.
Vendedor: “Respóndame solo a una pregunta ¿qué edades tienen sus hijos?”
Responde: “Gracias, no me interesa”.
Vendedor: “Solo respóndame cuántos hijos tiene”
Responde: “Gracias, no tengo interés”.
Mantente firme en la respuesta guardando siempre el debido respeto. Aunque el vendedor
resulte molesto y excesivamente insistente, conviene comprender que la persona sólo está
haciendo su trabajo.
Esta técnica se puede combinar con la empatía, sobre todo cuando la otra persona incluye
en la conversación una información personal con el fin de despertar lástima. Un ejemplo
sería: “Lo siento de verdad. Entiendo que te vendría muy bien que lo comprara, pero no tengo
ningún interés. Gracias de todos modos”.
TRABAJO PERSONAL
A. Durante esta semana realiza al menos dos peticiones a personas de tu entorno (familiar, amigo,
compañero, etc.) siguiendo las claves para hacerlo de forma asertiva.
C. Formula oraciones de petición o rechazo para las siguientes situaciones. Utiliza la técnica del
sándwich cuando sea oportuno.
Situación 1: Hace meses que no sales porque tienes que cuidar de tu hijo. Te han invitado al cine
y quieres pedirle a una amiga que cuide de tu hijo para poder ir. Escribe tu petición.
Tu amiga te dice que no. Escribe su respuesta negativa.
Responde también ante su negativa de forma asertiva.
Situación 2: Tu amigo te pidió L 500 y te prometió devolvértelos en un mes, pero ya han pasado
3 meses y no te los ha devuelto. Pídele que te los devuelva
Situación 3: En tu oficina hay mucho trabajo y no puedes tomar vacaciones, pero necesitas
permanecer en casa para cuidar de un familiar cercano que no puede quedarse solo ni encuentras
quien le cuide. Plantea a tu jefe la petición de trabajar desde casa por esos días.
Situación 4: Tu jefe quiere que trabajes ese fin de semana porque un compañero se ha puesto
enfermo y hay que sustituirle. La semana pasada trabajaste en fin de semana y necesitas descansar.
Escribe tu respuesta de rechazo a esta petición.
Situación 5: Tu hermano te pide el carro un fin de semana para irse a la playa, pero tú no quieres
prestárselo porque en dos ocasiones anteriores lo devolvió después del día acordado y tuviste que
ir a trabajar en taxi.