HABILIDADES SOCIALES Y ASERTIVIDAD

Promoción de la Salud Emocional

SESION 4. INICIAR, MANTENER Y CERRAR CONVERSACIONES

Todos queremos tener un buen grupo de relaciones (pareja,
familiares, amigos íntimos, conocidos, etc.) y deseamos que
sean relaciones sanas, sin conflictos. Pero a veces nos cuesta
asumir que eso requiere esfuerzo.

Iniciar nuevas amistades, por ejemplo, requiere:

• Que te deshagas de creencias falsas como las siguientes:

“Las amistades se forman al azar, no requieren esfuerzo”.

“La mayoría de las personas con las que me encuentro están
dispuestas a ser mis amigas”.
“Las relaciones se desarrollan rápidamente”.
“No puedo aprender a hacer amigos”.
“Todo es cuestión de sentimientos”.
“Poco o nada puedo hacer para que mis relaciones sean más profundas”.

• Que provoques situaciones favorables para conocer gente. Si te encierras en casa difícilmente
podrás establecer relaciones de amistad con otras personas fuera de tu grupo familiar.

• Que elijas bien los espacios para conocer gente. Si lo que quieres es hacer amigos, ir a una
discoteca donde la música está muy alta e impide hablar no sería la mejor opción. En cambio,
participar en actividades grupales como un curso, un deporte de equipo, o colaborar como
voluntario en una asociación, sí favorece el conocer gente.

• Que estés dispuesto a cambiar y mejorar tus habilidades sociales.

La principal herramienta para comunicarnos con los demás es la conversación. A través de ella
podemos establecer relaciones con otras personas, transmitir información, compartir sentimientos,
puntos de vista y experiencias.

Hay personas que tienen dificultades para comunicarse de forma eficaz, a las que les cuesta
encontrar temas de conversación. Estas dificultades son mayores a la hora de comunicarse con
desconocidos. Otras personas, en cambio, pueden situarse en el otro extremo, siendo
excesivamente expansivas o desinhibidas, lo que tampoco resulta adecuado y también dificulta
establecer relaciones satisfactorias con las personas de su entorno.

A continuación, compartimos las claves para iniciar una conversación, para presentarse ante un
desconocido, para mantener una conversación y para cerrarla.

Este material es propiedad de la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza.

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Cómo iniciar una conversación:

1. Hacer un comentario impersonal estándar como: “qué día tan agradable”, “qué lugar tan
bonito”, “qué calor hace hoy”.

2. Decir algo agradable a la otra persona: “has acertado trayendo el paraguas”, “me ha gustado
mucho cuando has dicho eso tras la conferencia”.

3. Decir algo agradable, añadiendo una pregunta abierta: “¡Qué pañuelo tan bonito! ¿Dónde lo has
comprado?”

4. Cuidar tu lenguaje no verbal: habla de forma pausada, usa un tono amable, sonríe, mira a tu
interlocutor.

Cómo presentarse:

1. Utiliza una fórmula que incluya: saludo + presentación + fórmula de cortesía

Ejemplos: “Hola, me llamo…, encantado de conocerle” (formal)
“Hola, soy… ¿Qué tal?” (informal)

2. Adapta la fórmula a la situación en la que te encuentres: no uses una fórmula excesivamente

protocolaria o formal en una situación desenfadada.

Cómo mantener conversaciones:

1. Recuerda que el objetivo es que la conversación sea agradable, entretenida e interesante.

2. Una estrategia eficaz es la autorrevelación. Se trata de dar un poco más de la información

solicitada sobre tus intereses, aficiones, proyectos, estilos de vida, etc. Dar información personal
suele favorecer la comunicación. Ayuda a que la otra persona tenga la oportunidad de hablar
también sobre sí misma y sus intereses, facilitando un nivel de comunicación más profundo y
satisfactorio.

Por ejemplo: Una persona que acabas de conocer te pregunta si saldrás de la ciudad de fin de
semana. En lugar de responder simplemente sí o no, puedes añadir: “No, este fin de semana no
puedo porque tengo turno en la cafetería donde trabajo, pero el próximo, si no pasa nada, iré a
visitar a mis padres a La Ceiba”. De esta forma, estas dando a tu interlocutor la oportunidad de
saber algo más acerca de tu persona (que trabajas en una cafetería, que tus padres viven en …),
lo que supone abrirle una ventanita a tu vida, a quien eres. Es una invitación a conocerte un
poco más. Es importante adecuar la autorrevelación al nivel de relación con tu interlocutor: Si
con personas poco conocidas revelas información muy íntima, puede producir un efecto
negativo, haciendo que la otra persona se sienta incómoda y haga lo posible por alejarse.

Hablar de uno mismo es necesario para establecer relaciones de amistad estables. Si nunca
hablas de tu persona, das la impresión de que tienes algo que ocultar, que no tienes nada que
decir, que te pasa algo, o que no tienes interés en la relación. Pero tampoco puedes ir al extremo
de hablar sin parar de tí mismo. Como siempre, en el equilibrio está la clave del éxito.

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3. Cuida tu lenguaje no verbal: mantén el contacto visual con tu interlocutor, dirige tu postura
hacia la persona, asiente mientras escuchas, muéstrale interés y atención, habla con calma en
lugar de atropelladamente.

4. Haz un comentario seguido de una pregunta abierta y directa. Las preguntas abiertas admiten
respuestas más amplias que un simple si o no. Ejemplo: “He leído el artículo y me ha parecido
muy bueno ¿qué te ha parecido a ti?

5. Haz preguntas abiertas y directas. Ejemplo: ¿Qué parte te resultó más emocionante? ¡Cuidado
con bombardear con preguntas pues incomodarás a la otra persona!

6. Si te hacen preguntas, brinda respuestas amplias.

7. Aprovecha la conversación para seguir ampliando información, buscando conectar algún

aspecto común. Ejemplo: “Yo también he estado en esa ciudad, ¿conoces el barrio …?”

8. Respeta los turnos de palabra, no interrumpas.

9. Procura hablar menos que tu interlocutor, pero sin quedarte muy callado dejando en sus manos
toda la conversación. Haz comentarios, revela algo de ti y de tus intereses, busca puntos en
común.

10. No te expreses acaloradamente. Evita los temas conflictivos o que te hagan perder los nervios.

Cómo cerrar conversaciones

Muchas personas tienen dificultad para finalizar una conversación, ya sea por no querer parecer
maleducados o por temer herir los sentimientos de los demás. Podemos cerrar una conversación
teniendo en cuenta los derechos y sentimientos de la otra persona, pero también los propios.

La cosa se complica cuando estamos ante alguien que no respeta nuestro deseo de finalizar porque
deseamos irnos y hace todo lo posible para retenernos utilizando comentarios con el fin de hacernos
sentir molestos y ganar un poco más de tiempo. Por ejemplo, “¿Ya te vas? ¡Pero si es muy pronto!
Mañana no tienes que madrugar. ¿Dónde vas con tanta prisa? Espérate un poco. Yo me iré
enseguida. Pues si te hubieras levantado a la hora que yo…. Ya dormirás mañana, etc.”

Para terminar una conversación de forma efectiva y positiva, podemos seguir las siguientes
recomendaciones:

• Anunciar abiertamente que deseamos irnos. Ejemplo: “Lo siento Ana, ya me quiero ir”.

• Expresar algo positivo antes de comunicar nuestra decisión. Ejemplo: “Lo siento Ana, me encanta
hablar contigo, pero quiero que irme ya”, o “Ana perdona que te interrumpa, estoy muy a gusto
de verdad, pero deseo irme”.

• No perder el tiempo dando explicaciones. No te justifiques. Estas personas suelen ser expertas
en desmontar excusas.

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• Evita anteponer sus sentimientos a los tuyos, no permitas que vulnere tus derechos ni tu deseo
de marcharte.

• Cuando hayas decidido que quieres irte: ¡Hazlo! Se trata de darte una orden a ti mismo y
cumplirla, por ejemplo: “en tres minutos quiero haber acabado con esto…”

• El lenguaje no verbal te puede ayudar a acabar con su comportamiento de retenerte con su

conversación: mirar hacia otro sitio, mirar el reloj, mirar el móvil, no prestarle ninguna atención,
etc. Esto solo conviene usarlo para personas muy insistentes, para reforzar las otras conductas
anteriores, porque puede ser tomado como una falta de educación.

• Recuerda que la asertividad implica ser honesto y educado, pero firme.

• Distingue las personas manipuladoras y egoístas, que solo piensan en sí mismas, de las que
simplemente te aprecian, se sienten muy bien conversando contigo y desean realmente disfrutar
un poco más de tu compañía.

Aunque tu derecho a finalizar la conversación es el mismo en ambos casos, procura que tu nivel
de firmeza sea paralelo a las intenciones de tu interlocutor. Si una persona es bienintencionada,
busca cerrar la conversación con más delicadeza.

El aprendizaje de cualquier habilidad requiere práctica. No se aprende a montar en bicicleta o a

conducir memorizando conceptos, es necesario poner en práctica los conocimientos en numerosos
intentos hasta que tu cuerpo y mente interiorizan los nuevos movimientos. Lo mismo ocurre con las
habilidades sociales. De nada sirve que estudies cómo hacerlo si no lo pones en práctica.

EJERCICIO
Durante esta semana lleva a cabo los siguientes ejercicios:

• Inicia una conversación con un desconocido, siguiendo las pautas que se indican en el documento.
No se trata de llegar a una conversación profunda, ni de hacer nuevos amigos, sino simplemente
iniciar un contacto, establecer una breve conversación superficial, ser amable. Puede ser con
alguien con quien coincides en una fila, o con alguien con quien te encuentras en el ascensor, etc.
También puedes buscar la forma de hacerlo de forma virtual.

• Pon en práctica la técnica de la autorrevelación en alguna conversación que mantengas en estos

días con alguien de tu entorno.

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