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Nombre: Nicole Trinidad González Zaragoza

Maestro: Eliot Alejandro Benítez Camarena

Tema: Resumen de Heidegger: Guía para jóvenes

Materia: Persona y Humanismo

Fecha: Tijuana B.C., 28 de enero del 2022


Heidegger: “Guía para jóvenes”

Este apartado del libro empieza hablándonos del cuidado, inicia con una frase que dice “Me
cuido, por tanto, soy”. Aunque Heidegger nunca pronuncio tal frase, expresa muy
apropiadamente el nivel de importancia que adscribe al aspecto constitutivo fundamental del
Dasein. Porque el cuidado (sorge) es el que hace que la existencia humana tenga sentido y
que la vida humana importe realmente. Heidegger señala que, como el estado fundamental
del Dasein es el cuidado, todos los demás aspectos constitutivos están enraizados y
unificados por una condición primordial. Heidegger explica que nuestra forma de cuidar
varia, dependiendo de la situación a la que estemos enfrentados. Nuestro modo básico de
cuidar se caracteriza por una actitud de preocupación o angustia que surge de nuestro temor
relacionado con nuestro propio ser. Heidegger da una gran importancia al hecho de que el
“cuidado” del Dasein abarca su pasado, presente y futuro, porque muestra que el ser de
Dasein ocupa simultáneamente las tres fases.

En una segunda parte nos habla del “ser para la muerte”. La muerte fue el tema central del
pensamiento de Heidegger a lo largo de toda su vida como filosofo. En una conferencia
impartida en 1961, se preguntaba retóricamente a donde debemos ir para conocer el misterio
de nuestro origen. Su respuesta fue a la “tumba”. Para Heidegger, es el encuentro con la
muerte lo que hace resaltar más profundamente la pregunta por el ser. Aunque Heidegger
consideraba la “cuestión de la muerte” como parte esencial de cualquier examen filosófico
de la vida, no trata el estado final de la misma muerte, ni comenta sobre lo que piensa, o lo
que debería pensar, en los últimos momentos previos a la muerte. Compartía la misma
actitud sobre este tema que el filosofo Epicuro: “Si la muerte esta allí, tu no lo estas; si tu
estas allí, la muerte no está”. Lo que es importante para Heidegger es que la muerte es un
viaje de ida, del que no hay escapatoria posible. Aunque no niega la posibilidad de una nueva
“vida después de la muerte”, Heidegger indica que “mientras no haya definido la muerte en
lo que es, no puedo preguntar con justicia que hay después del Dasein en relación con su
muerte”. Lo que quiere decir es que como no aclara que es la muerte, cualquier debate acerca
de una “vida después de la muerte” tiene que ser irrelevante. Todas las elecciones que hago
están arraigadas en quien ya soy. Sea lo que sea lo que elija en la vida excluyo al mismo
tiempo muchas otras posibilidades. Es cierto que voy a morir. Puedo morir en cualquier
momento. Mientras viva, estoy habitado por lo que Heidegger llama una “constante falta de
totalidad”, un continuo conglomerado de asuntos inacabados pertenecientes a las
posibilidades que todavía existen en mí. Heidegger concibe la muerte como una de las
formas posibles del ser. Esta concepción puede resultar extraña, ya que es contraria a la
lógica que asume que “la vida y la muerte no pueden existir simultáneamente”. La
conciencia autentica se centra en la muerte como una posibilidad constante de nuestro propio
ser, en lugar de centrarse en el acontecimiento real de la misma muerte.

Heidegger no se centra en los tradicionales puntos de vista morales, éticos o religiosos de la


conciencia o la culpa, sino que ofrece una interpretación fundamental y existencial que arroja
aun mas luz sobre nuestra forma de ser. La culpa de la que nos habla Heidegger no tiene
nada que ver con lo que entendemos normalmente por este término. Afirma que cada Dasein
es siempre esencialmente culpable, pero el Dasein cuando se encuentra en modo “uno
mismo” vive en la negativa de su culpa.

Heidegger describe dos formas diferentes según las cuales los seres humanos no pueden
comprender y vivir sus vidas; la forma autentica y la inauténtica.

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