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18. ¿Cómo redactar un artículo científico?

Xisca Florit e Iris Suñer

Índice

1. Introducción

2. Destinatarios

3. Características comunes

4. Pautas de elaboración de artículos científicos

4.1. La redacción de artículos científicos

4.2. Formato y estructura

4.3. Aspectos estilísticos

5. Bibliografía

1. Introducción:
En el ámbito de la ciencia, existen una gran variedad de textos científicos: monografías,
tratados científicos, manuales, recensiones, reseñas, libros de texto, manuales divulgativos,
tesis, etc. Nosotras, en este capítulo, nos centraremos en el artículo científico y
proporcionaremos una serie de pautas para aprender a redactarlos, ya que el artículo
científico es uno de los textos más habituales y definidos/estructurados de la ciencia, sobre
todo en las ciencias empíricas y en las ciencias sociales.
Un artículo científico es un informe especializado escrito que describe los resultados de
investigaciones científicas de una forma sintética, clara y precisa. Normalmente parte de un
problema científico real que se pretende estudiar y sobre el que quiere llegar a unos resultados
a partir de métodos de recogida de datos científicos y que desemboca a un contenido
empírico. Por ese motivo, los resultados que se obtienen a partir de esta recogida de datos
científicamente tienen que ser válidos y verdaderos.
El objetivo de los textos científicos es explicar y dar a conocer los resultados de las
investigaciones que realizan uno o varios autores. Por esa razón, a la hora de redactarlos, se
deben tener en cuenta una serie de características tanto estructurales como estilísticas, que
faciliten la comprensión del mismo texto. Es importante destacar que no se trata de un texto
argumentativo, sino que es más bien descriptivo y expositivo, que tiene la intención de explicar
los resultados de la investigación a partir de los datos empíricos obtenidos. Además, en
algunos casos, nos encontramos delante resultados que están contrastados con otras
investigaciones, teorías o metodologías, lo cual potencia su lado más descriptivo y expositivo.

2. Destinatarios:
Aunque los artículos científicos pueden ser divulgativos y dirigirse al público general, la
información de este capítulo está dirigida a un público especializado, que ya dispone de
conocimientos previos sobre el ámbito del tema del artículo que leen. Los especialistas
pueden tener un dominio diferente del conocimiento dependiendo de la disciplina o de su
cargo. No obstante, tenemos que partir de la idea de que el destinatario domina o, al menos,
que tiene conocimientos previos sobre el tema. El perfil de personas expertas es grande ya
que se incluyen los expertos, estudiantes, investigadores, receptores expertos, evaluadores,
científicos, etc. Este tipo de destinatarios se caracteriza por tener conocimientos previos sobre
el tema y también están familiarizados con la tipología de textos, con la estructura y la
terminología utilizada.
Entonces, dependiendo de a quien se dirija el artículo, el autor tiene que predecir el bagaje de
conocimientos previos del lector potencial y los problemas que le puedan surgir mientras lo
está leyendo. Por este motivo, es importante tener en cuenta en todo momento el lector a
quien dirigimos el artículo científico, ya que la diversidad de destinatarios también determinará
los recursos estilísticos y terminológicos del autor.

3. Características:
Dependiendo de cada disciplina, los textos científicos presentan unas u otras características.
Sin embargo, por lo que concierna la estructura, la redacción y el lenguaje usados, los
artículos presentan unas características comunes y generalizables:

 En primer lugar, hay que tener en cuenta el público a quien se dirige el artículo
científico, ya que, como veremos en el siguiente apartado, no existe un único perfil de
destinatario para estos textos.

 En segundo lugar, esta tipología de textos tiene una estructura muy marcada y
normalmente tiene las mismas partes aunque hay matices que pueden variar de un
artículo a otro. Esas partes son el abstract, la introducción, la metodología, los
resultados, la discusión y la conclusión.

 En tercer lugar, los artículos científicos son expositivos y descriptivos. Su objetivo es


explicar los resultados de los experimentos realizados confirmando o refutando la
hipótesis o pregunta planteada al principio de la investigación.

 En cuarto y último lugar, es importante mantener la objetividad durante todo el texto y


procurar que los datos obtenidos en el experimento sean empíricos.

4. Pautas para la elaboración del texto científico


4.1 La redacción de los artículos científicos
Redactar un artículo científico es una tarea compleja, puesto que contiene mucha información
que debe elegirse y estructurarse bien para lograr un texto cohesionado y coherente. En el
momento de la elaboración y redacción del texto, dada la complejidad de esta tipología de
textos pueden surgir dudas. Por esta razón, en este capítulo os proporcionaremos las pautas
de redacción necesarias para elaborar un artículo científico con éxito.
Lo primero que debe hacer el autor cuando quiere redactar un artículo científico es pensar
qué pretende escribir, a quién y qué quiere decir. Así pues, en primer lugar tiene que analizar
el objetivo de su artículo y escribirlo. Una vez hecho, debe considerar la audiencia a quién se
dirige, puesto que las necesidades que el autor detecte sobre sus lectores le ayudarán a
organizar la información.
Una vez analizada la audiencia y el objetivo, es necesario que el autor organice la estructura
o las partes que tendrá su artículo científico y también incorpore las ideas principales de cada
parte en el apartado correspondiente. Mediante una lluvia de ideas, el autor podrá detectar la
información que puede colocar dentro de cada apartado y, una vez incorporadas, el autor
tiene que establecer conexiones entre las diferentes ideas a partir de un esquema. Para
realizar esos pasos, el autor puede pedir ayuda a otras personas que tenga en su círculo
próximo como, por ejemplo, el editor, la persona que lo ha contratado, otras personas
familiarizadas con el tema o la tipología textual, etc.
Una vez organizado el artículo, el autor puede empezar a redactar un primer borrador que
deberá dejar “descansar” durante unos días para volver a leerlo bajo una visión más objetiva.
Finalizados estos días, podrá leerlo de nuevo y detectar posibles errores, reestructurar
oraciones que no le convenzan, etc.
Una vez terminado el artículo, es necesario hacer una última revisión para comprobar los
aspectos estilísticos como la escritura, la gramática, el léxico y la terminología, las
repeticiones, la ortotipografía, la sintaxis, etc.

4.2 Formato y estructura


Resulta difícil fijar una estructura idéntica entre los artículos científicos y más aún cuando son
de diferentes disciplinas. Sin embargo, se suele usar lo que llamamos “pirámides de
contenidos”; una macroestructura que representa la ordenación de los datos. En el caso del
artículo de investigación, Swales (1990) propone la siguiente estructura;

En el artículo científico de investigación, la introducción es uno de los apartados más


importantes porque delimita el campo de estudio. Por ese motivo, el trapezoide que representa
la introducción empieza con una base amplia que va estrechándose hasta llegar al desarrollo
del tema concreto. En cambio, en los resultados la información se muestra de lo más particular
(los datos obtenidos) a lo más general (retomar la proyección inicial).
De todos modos, los textos científicos se caracterizan por tener una estructura muy delimitada
y aunque, en algunos casos, la estructura interna de un artículo pueda variar, siempre
acostumbra a contener los siguientes apartados:
 Título

Lo primero en lo que se fija un lector es en el título. Es un elemento clave en todo artículo


científico porque además de definir el tema del artículo, también tiene el objetivo de captar la
atención de los lectores. La fuente del título tiene que ser más grande que el resto de la
información y su extensión debe ser breve y concisa. La sintaxis tiene que ser simple con la
finalidad de describir el contenido que se presentará posteriormente. El título puede ir
acompañado de un subtítulo, pero es conveniente evitar las abreviaciones y las palabras que
no tienen contenido semántico. Para más información sobre como elaborar un título id al
capítulo 3 del “Sites”: 3. ¿Cómo ponemos un buen título, subtítulo e índice?
Ejemplo 1: Título corto

Como ya hemos explicado, los títulos que forman parte del artículo deben ser breves. Su
extensión no tiene que sobrepasar las 15 palabras y debe describir el contenido del artículo
de una forma clara y concisa. Como podemos ver en este ejemplo, el título breve, describe y
etiqueta el contenido de una forma clara y concisa proporcionando la información necesaria
para etiquetar el tema del que se hablará en el artículo.

 Abstract

A continuación del título, la mayoría de los artículos científicos incorporan un abstract, lo que
equivale a un resumen del artículo. En muchas ocasiones, el absract se escribe en inglés.
Pero también puede escribirse en catalán, castellano o en la lengua que se haya escrito el
artículo científico. Este apartado pretende informar sobre qué trata el artículo y despertar
interés y atraer la atención del lector para que lo lea. Los principales puntos que debe tener
son: los objetivos del artículo, la metodología realizada y los resultados obtenidos. Es
necesario que constituya un texto completo y que se entienda sin la necesidad de consultar
otras partes del artículo. Para más información sobre cómo redactar resúmenes y abstracts
consultad el capítulo 9 del “Sites”: ¿Cuándo debemos poner un resumen? ¿Cuántos tipos
hay? En muchos casos junto al abstract se presentan las palabras clave del artículo.
Ejemplo 2: abstract

 Introducción

Después del abstract se inicia la introducción que constituye la parte más importante y que
más se ha analizado del artículo de investigación. A continuación, no solo se describen los
objetivos que se tratarán en el artículo, sino también se explican otras contribuciones
científicas relacionadas con el área de estudio para ofrecer una visión de la situación del
pasado, el presente y el futuro. Estas referencias pueden ser de estudios anteriores ya
publicados por los mismos autores del texto o por otros investigadores. En los artículos, la
atención se focaliza en el estudio de un fenómeno en concreto dejando abiertos nuevos temas
y, por lo tanto, la posibilidad de hacer futuros estudios. De hecho, estos vacíos (o niches como
los llama Swales) acostumbran a ser la cuestión de partida de un nuevo estudio.

Por lo tanto existen un conjunto de elementos que deben aparecer en la introducción y que
tienen que aparecer siguiendo un orden estricto y establecido.
1. Estado de la cuestión y objetivo/s
Normalmente la primera frase del artículo se reserva para expresar el interés y la importancia
del artículo. Esta fase puede empezar de la siguiente manera:
En los últimos años, el estudio de X, ha hecho aumentar el interés de los investigadores en

La posibilidad de/la oportunidad de… ha generado interés en…

A continuación, se explica todo aquello que esté relacionado con la situación del tópico de la
investigación como el alcance que ha tenido el/los estudio/s que se han realizado
recientemente.
Hoy en día se ha demostrado la validez de la hipótesis...

2. Identificar el problema no estudiado (vacío de información)


En este punto se declaran los propósitos del artículo, aquello que pretende estudiarse. Este
subapartado podría empezar mediante conectores de adversidad, como por ejemplo: sin
embargo, pero, desgraciadamente, etc. Se utilizan para indicar el vacío de información:

Desgraciadamente, los estudios que se han hecho hasta la fecha sobre… tienen
limitaciones…

3. Describir el vacío de información y justificar la investigación


Finalmente, el último aspecto que tiene que formar parte de la introducción es el planteamiento
de la hipótesis o los objetivos de la investigación y el interés que suscitan (a). También es el
momento para citar otros estudios que se hayan publicado en el ámbito de la investigación y
especificar quién lo ha hecho (b).
(a) El objetivo de este artículo es…

(b) Chomsky y sus colaboradores han descubierto/demostrado recientemente…

La introducción debe finalizar con la explicación de la estructura y los apartados que se


tratarán en el artículo. Por ejemplo:
El artículo se organiza en los siguientes apartados/de la siguiente forma…

(ejemplos adaptados de Swales, 1990)

 Metodología

Una vez finalizada la introducción, el siguiente apartado que se presenta en los artículos
científicos es el método. La descripción del método incluye: la presentación de la metodología
y de los materiales empleados en el momento de elaborar la investigación o hacer el
experimento. A diferencia de la introducción o de la discusión/ resultados (que se explicarán
a continuación), el método no es un apartado que tenga una estructura estricta, sino más bien
al contrario, ya que es variable e indeterminada. De hecho, esta sección es diferente
dependiendo de cada disciplina y del método utilizado. No obstante, este apartado tiene el
propósito de dar a conocer a los lectores cómo se realizó el experimento proporcionando los
detalles de la metodología utilizada (paradigma, materiales, participantes, etc.). Aún así, cabe
decir que la extensión y los detalles del método empleado variarán en función del grado de
conocimiento que tenga la comunidad científica. Por lo tanto, si el método es nuevo, se tendrá
que explicar de una forma más detallada; en cambio, si el método ya se conoce a nivel
científico, tan solo se tiene que mencionar y proporcionar las citaciones bibliográficas
correspondientes. Un ejemplo de citación de metodología sería el siguiente (adaptado de
Swales, 1990):
… a partir del método de X (haciendo referencia a la persona que ya lo había utilizado
previamente en otra investigación).

… a partir de una modificación de X

… de acuerdo con el método de X

 Discusión, resultados y conclusiones

Posteriormente al método, se exponen la discusión, los resultados y las conclusiones. Es


importante destacar, pero, que no siempre aparecen las tres partes en un artículo científico.
A veces sí que se descomponen en esas tres partes, pero otras veces la discusión y los
resultados se fusionan formando un solo apartado que ya incluye las conclusiones. Cuando
eso pasa, el apartado de resultados contiene la descripción de los resultados y el apartado de
la discusión contiene una nueva descripción de los resultados a raíz de la primera enmienda.
A veces, la discusión y los resultados tienen apartados adicionales o sustitutivos y tienen
nombres diferentes (las conclusiones, las implicaciones y las aplicaciones). Eso sí, tenga las
secciones que tenga esta último trapezoide (como presentamos con el gráfico al inicio del
formato y la estructura), los datos se presentan de lo más particular (datos obtenidos) a lo más
general (reprendiendo la proyección inicial).

Además, los datos que se exponen en el apartado de resultados (dando por entendido que en
esta sección se incluyen la discusión, las conclusiones, las implicaciones y/o las aplicaciones
en función de la estructura que haya elegido el autor), son los descubrimientos que se han
hallado a lo largo del experimento. En este apartado, normalmente se lleva a cabo un resumen
de los resultados, se transmiten qué implicaciones tienen en el campo de estudio y se plantean
nuevas preguntas para posibles estudios futuros. Aún así, es importante que el autor haga
una evaluación y conexión de los nuevos resultados en todo momento con el de
investigaciones anteriores, es decir, que haga referencias. Si descomponemos los pasos en
el orden más frecuente encontramos:
1. Contextualización: Para aportar más fuerza a los resultados y recapitular los puntos más
importantes del artículo se hacen referencias a la teoría y a las técnicas para volver a situar
el lector.

2. Resumen de los resultados: El autor hace un sumario de los resultados principales

3. Resultados (in)esperados: El autor explica si los resultados que se han obtenido eran los
esperados o no.

4. Referencias a otros estudios: Se pueden hacer dos tipos de referencias: aquellas que sirven
para establecer comparaciones con estudios previos o aquellas para respaldar el estudio
actual.

5. Explicación de los resultados: El autor expone los resultados y las conclusiones. En el


resultado es frecuente la aparición de tablas, figuras, estadísticas, etc. y de todos los
elementos que faciliten la exposición y el entendimiento de los resultados. Eso sí, todos los
elementos que utilice el autor con este fin, deben citarse. Este apartado constituye una de las
partes más importantes pero a la vez es de las más breves, ya que el texto se limita a describir
los resultados.

Ejemplo 3:

En este ejemplo vemos como se incorpora el uso de tablas y figuras en el artículo científico.
Generalmente, acostumbran a usarse en el apartado de metodología, resultados y/o
conclusiones con el objetivo de mostrar a los lectores los datos empíricos obtenidos a partir
de los estudios realizados. Cabe destacar que, además de mostrar la tabla, en el artículo
científico se explica el contenido de la información que contiene con lo cual, la figura no deja
de ser un mero soporte aunque es importante que la explicación esté acompañada de un
escrito.
6. Ejemplos que respalden los resultados: Si hay necesidad, se usan ejemplos para dar apoyo
a las explicaciones.

7. Discusión: En este apartado se discuten los resultados que los investigadores han logrado
mediante los experimentos y las observaciones que han realizado. Es en este punto cuando
el autor se centra en comparar o contrastar los resultados obtenidos con otros estudios para
poder extraer similitudes, mejoras o diferencias.

8. Conclusión: Como hemos comentado previamente, a veces no se incluye un apartado de


conclusiones perse, puesto que se incluyen en el apartado de resultados o discusión. Sin
embargo, si no se incluyen en éstos, la creación del espacio destinado a conclusiones es
necesario ya que es donde se presentan las conclusiones que se han obtenido a partir de los
estudios realizados.
9. Recomendaciones: En el caso que el autor decida elaborar un apartado de
recomendaciones, lo que hace es proponer o sugerir futuras líneas de investigación. Este
apartado debe ser conciso porque la discusión de los temas de interés ya han aparecido en
el apartado de discusión (presentado anteriormente).

Finalmente, una vez seguidos estos pasos para la elaboración del artículo científico, es
necesario que el autor o los autores incorporen en él las referencias bibliográficas
correspondientes. Todo aquel material usado debe citarse para informar al lector de todas las
fuentes de información que se han usado. Para saber cómo citar correctamente un documento
en la bibliografía o dentro de un texto, consulten el capítulo 11. ¿ Cómo se cita y referencia?

4.3 Aspectos estilísticos


Como hemos comentado anteriormente, el objetivo principal de los artículos científicos es
informar a los lectores. No se trata de un texto argumentativo sino de una topología de texto
que debe permanecer expositivo y descriptivo. Para considerar que la calidad de redacción
de un artículo científico es buena, debe cumplir un conjunto de pautas: tiene que ser claro,
verdadero, universal y objetivo. La información debe presentarse de una forma clara, siempre
manteniendo la estructura que hemos explicado antes. Para conseguirlo, los textos tienen que
ser sencillos y ordenados. Es importante evitar la ambigüedad, el desorden, la contrariedad
lingüística y el abstractismo y podemos lograrlo manteniendo el texto y las ideas
cohesionadas. Además, para lograr que la escritura de un artículo científico sea efectiva debe
cumplir los siguientes aspectos: rigor lógico, la posibilidad de volver a aplicarse, claridad y
concisión, originalidad, precisión, amplitud, compatibilidad con la ética, significación y
pertinencia.

 Tiempos verbales y modo

No hay un único tiempo verbal que prevalezca por encima de los otros en la redacción de los
artículos científicos. Por lo contrario, se valora positivamente la mezcla entre diferentes
tiempos verbales dentro de un mismo texto.
Por lo que concierne al abstract, se acostumbra a escribir en pasado (pretérito imperfecto y
pretérito perfecto). La introducción tiene un funcionamiento distinto; ya que, en ella, el modo
verbal más utilizado acostumbra a ser el indicativo. Por un lado, el presente de indicativo
aporta un valor de generalización y de continuidad como indicador de la “no estaticidad” de la
investigación (dejando abierta la posibilidad de hacer nuevos estudios en un futuro). Por otro
lado, cuando se hacen referencias a otros estudios publicados, se puede redactar en pasado.
En el apartado de metodología , en función del objeto de estudio que se esté explicando, se
combinan varios tiempos verbales aunque el más habitual es el pasado. Pasa lo mismo en la
sección de resultados, ya que normalmente se escriben en pasado (tanto en pretérito
imperfecto como en pretérito perfecto). Finalmente, las discusiones y las conclusiones
acostumbran a escribirse en presente de indicativo.
La razón de utilizar un tiempo verbal u otro, depende generalmente de la extensión de las
partes. Es decir, las partes más largas, como los objetivos, la metodología, etc. deben
redactarse en pasado ya que es más natural presentar el estudio que realizó el autor en este
modo verbal. Aún así, las primeras secciones se redactan en presente para mantener la
continuidad. De todos modos, es conveniente evitar el uso en exceso de las expresiones en
infinitivo y en participio pasado.
En relación al uso de la impersonalidad, es importante comentar que hace unos años era más
habitual escribir en los artículos científicos en impersonal, pero des del siglo XIX, muchos
autores empezaron a escribir en primera persona del singular y también en primera persona
del plural. Entonces, las marcas personales son una característica habitual de los artículos
científicos que no hace falta evitar i es correcto, a pesar de que haya tendencias que defiendan
la impersonalidad. Además, en algunos casos es estrictamente necesario utilizar las marcas
personales, ya sea para desambiguar algunas oraciones o para hacer el texto más legible, ya
que los textos escritos en primera persona son más claros.
Donde suele haber más marcas personales es en la introducción y en las conclusiones. No
obstante, pocas veces podemos encontrar marcas en la metodología o en los resultados, ya
que son las partes más empíricas y de recogida de datos del artículo. Por esa razón, el autor
no puede manifestarse para dar su opinión o para explicar su estudio personal, sino que se
limita a explicar los datos o resultados obtenidos.
Ejemplo 4:

Como podemos observar, los autores de este artículo científico han optado por incorporar la
narración en primera persona del plural. Este acercamiento permite y facilita la lectura y la
comprensión a los lectores y evita ambigüedades sobre la autoría del artículo.

 La voz

Hace unas décadas, en los artículos científicos era normal encontrar frases largas y complejas
y en ellas predominaba la voz pasiva y una terminología difícil de entender. A pesar de eso,
actualmente un texto especializado de este tipo no se caracteriza ni por su complejidad ni por
la dificultad de su lectura, sino por otros aspectos comentados anteriormente (véase punto 3).
La pasiva es un recurso muy utilizado en lenguas como el inglés; no obstante, en catalán o
en castellano predomina la voz activa. Entonces, en los artículos científicos, también será más
lógico que se escriba en voz activa. Cabe decir que es posible escribir en pasiva, pero es
necesario ir con cuidado, porque existe el riesgo de cambiar el énfasis o el significado original
del texto.
La diferencia entre el uso de las dos voces depende de donde se ponga el énfasis de la
oración. Es decir, la voz pasiva enfatiza la acción o el tema de la frase, mientras que la activa
también puede dar énfasis al agente o el experimentador. La voz activa, para ser más
concretos, posibilita el hecho de aportar énfasis allá donde el autor lo quiera dar. Así pues,
además de facilitar la lectura del texto y su simplificación, el uso de las voces varía en función
de la intención del autor.
En cuanto a las partes del artículo científico, normalmente se utiliza la voz activa cuando se
anuncia el tema, es decir, a las primeras oraciones de la introducción. Al resto de la
introducción y a las conclusiones, se pueden alternar las dos voces. La aparición de la voz
pasiva a lo largo del cuerpo del texto es más bien puntual.

Ejemplo 5:
Aunque, por lo general, en el transcurso habitual del discurso se use la voz activa (sujeto +
verbo + complementos), en este ejemplo podemos ver como, en ocasiones puntuales, también
se usa la voz pasiva. Este uso no dificulta la lectura y permite al autor dar énfasis en el objeto
o acción.

 Léxico y terminología

El léxico y la terminología son dos aspectos clave para la redacción de artículos científicos. A
pesar de que se tiene que facilitar la lectura de los lectores, como los destinatarios a quién
nos dirigimos en este capítulo son personas con una cierta experiencia sobre el tema, la
familiarización con la terminología está asegurada. De todas formas, el grado de
especialización de la terminología utilizada variará dependiendo del público a quién se dirija
el artículo científico. Por este motivo, el hecho que se tenga que escribir en un lenguaje formal-
neutro no imposibilita la inserción de terminología específica de un ámbito en concreto, sino
todo lo contrario, ya que es necesario que un texto especializado contenga terminología
especializada.
Ejemplo 6:

La incorporación de terminología especializada del ámbito que se trata es un aspecto positivo


porque proporciona rigorosidad y formalidad al artículo. La incorporación de términos
especializados no dificultará la lectura a los destinatarios puesto que éstos son personas con
conocimientos previos sobre el tema y ya están familiarizados con él.

Así pues, es muy habitual que en textos de este ámbito se utilicen palabras argot de una
disciplina determinada en el artículo científico, ya que hay términos muy recurrentes en los
diversos ámbitos. Eso sí, es conveniente proporcionar una terminología detallada y precisa,
seguir un orden claro para expresar las ideas y evitar los términos ambiguos y la circularidad
de la explicación. No obstante, a pesar de que el artículo se dirija a un destinatario con
conocimientos sobre el tema, es necesario evitar las palabras que sean excesivamente
especializadas o bien que creen confusión en los lectores por no ser familiares y es preferible
escoger otras palabras más neutrales. Para adecuar la terminología al nivel y a la experiencia
de los destinatarios, es importante insistir en la concisión y evitar la ambigüedad. Por esta
razón, se tienen que evitar las palabras comodín como lo serían: cosa, importante, hecho,
aparato, etc.
Además, la lengua no es un fenómeno estable que se mantiene intacto a lo largo del tiempo,
sino que, en todas las lenguas, las palabras pasan por modas, se vuelven arcaicas, populares,
etc. Es importante evitar las palabras que pasan una moda y es mejor optar por equivalentes.
Las palabras también están connotadas, ya sea positivamente o negativamente, y también es
importante elegir aquellas que se mantienen al margen de connotaciones sociales. Para
obtener más información sobre cómo tratar o gestionar la terminología en un texto
especializada, véase el capítulo 10. ¿Cómo se gestiona la terminología?
 Concisión

A lo largo de los diferentes apartados hemos enfatizado la importancia de expresar las ideas
de una manera clara, concisa y precisa. La información debe exponerse directamente sin
rodeos ni redundancias puesto que pueden provocar la repetición de ideas viejas sin
proporcionar nueva información. Por este motivo, es conveniente evitarlas. También es
recomendable no hacer descripciones poco concisas, conclusiones poco argumentadas y
abstracciones. También es conveniente no anunciar de qué hablaremos a continuación; es
preferible explicarlo directamente de una forma clara y rigorosa sin ambigüedades.
Finalmente, los autores del texto deben ser explícitos, evitar palabras innecesarias y mantener
la brevedad con el objetivo de facilitar la lectura.

 Complejidad y longitud

La longitud y la complejidad de las oraciones están muy relacionadas con la concisión y la


precisión. Tal y como hemos ido repitiendo a lo largo de los apartados anteriores, el objetivo
es elaborar un texto que el lector pueda comprender con facilidad, sin distracciones y que
pueda leer ágilmente. Por esta razón, es importante no abusar de las palabras y las frases
largas y complejas. Las formas “cargadas” tienden a complicar el texto y a dificultar su
comprensión. Así pues, es preferible presentar sin rodeos la idea y usar una estructura simple.
Esto no significa que, puntualmente, no se puedan incorporar oraciones largas o complejas
pero si su uso ralentiza la lectura de la oración es preferible poner un punto y transformar la
oración en dos frases.
Por lo que concierne a la estructura, sabemos que las ideas se organizan en párrafos. Éstos
forman unidades de ideas que deben tener, aproximadamente, entre 5 y 15 frases. Es
decir, no deben ser ni muy largos ni muy cortos. Además, las ideas entre los párrafos tienen
que estar ligadas entre ellas, cosa que podemos lograr con el uso de conectores u otros
mecanismos que garanticen la continuidad del discurso.

 Registro y tono:

Como textos especializados, los artículos científicos deben elaborarse con un registro formal
y objetivo. Por este motivo, el registro y el tono tienen que ser formales y evitar el humor,
ciñéndose a la descripción y exposición de los hechos (en este caso, los estudios realizados
y los datos obtenidos).
Como hemos comentado anteriormente, existe la posibilidad de redactar un artículo usando
la impersonalidad o la primera persona del plural o incluso del singular. Sin embargo, debemos
recordar que el artículo científico no es argumentativo y que la opinión del autor no puede
aparecer, ya que la finalidad es expresar objetividad basándonos en métodos empíricos.

 Aspectos sintácticos:

En este apartado destacaremos diversos puntos que deben tenerse en cuenta. En primer
lugar, es importante que el discurso y las ideas expresadas estén cohesionadas. Por este
motivo deben usarse conectores u otros recursos estilísticos que permitan cohesionar el texto
(como, por ejemplo, los signos de puntuación).
En segundo lugar, como ya hemos comentado anteriormente, la voz pasiva y activa
van intercalándose en función del elemento oracional que el autor quiera enfatizar. Sin
embargo, es preferible usar la voz activa ya que las oraciones pasivas tienen una estructura
más compleja.
A continuación, a pesar de que el uso de las nominalizaciones es normativo, es importante no
abusar de esta construcción porque es una fuente de abstractismo. También debe evitarse el
uso repetido del prefijo pre- y de los adjetivos que expresen comparación. Además es
conveniente no acumular adjetivos o palabras usadas como adjetivos juntamente con los
nombres. Finalmente, es incorrecto el uso del gerundio indicando posterioridad; en su lugar
es preferible optar por la oración copulativa o adversativa.

 Aspectos ortotipográficos

No podemos olvidar la importancia de los aspectos ortotipográficos. Un artículo científico no


puede contener ni errores gramaticales ni faltas ortográficas. Por este motivo, a continuación
ofrecemos un par de pautas que se deben tener en cuenta: en primer lugar, tienen que evitarse
las mayúsculas para designar conceptos (sólo se usarán para designar personas físicas o
morales). En segundo lugar, es importante hacer un uso adecuado de la puntuación ya que
un uso incorrecto puede acarrear distracciones o confusión al lector. No es grave omitir alguna
coma pero es necesario que la puntuación aparezca de forma constante a lo largo del texto.

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