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UNIDAD 5: Órganos de Representación de las Personas Internacionales

5.1 Consideraciones Generales.

Los Estados    u Organizaciones Internacionales, puede relacionarse entre sí mediante


los órganos de las relaciones internacionales, es decir, mediante las personas o
conjuntos de personas que obran en nombre del sujeto al que representan, cumpliendo
o violando las obligaciones internacionales que corresponde a dicho sujeto y
ejercitando los derechos de este. Estos órganos pueden clasificarse siguiendo varios
criterios:

 Atendiendo a la naturaleza del sujeto al que representan: estatal, no estatal;


(nosotros estudiamos el estatal)

 Por su composición: individuales y colegiados.

 Por el número de sujetos al que representen: órganos que representan a un


solo sujeto, y órganos comunes a varios sujetos

Nosotros vamos a tener en cuenta la clasificación entre:

 órganos de la administración central del Estado: son aquellos órganos creados


por el ordenamiento interno para el ejercicio de competencias en el ámbito interno del
Estado pero que también tienen atribuidas competencias en el ámbito de las relaciones
internacionales. Sería el caso del Jefe del Estado, el Jefe de Gobierno o el Ministro de
Asuntos Exteriores (también llamado de relaciones exteriores).

 Órganos de la administración exterior: son aquellos órganos del Estado creados


directamente para el ejercicio de competencias en el ámbito de las relaciones
internacionales. Hay que distinguir a su vez entre órganos externos permanentes
constituyen la diplomacia clásica formada por las misiones diplomáticas, las
representaciones ante organizaciones internacionales y las Oficinas consulares. Los
órganos externos temporales, llamados también ad hoc.

Las funciones de estos agentes, pueden ser múltiples, relacionadas con las relaciones
diplomáticas- normalmente de paz, o también relaciones regidas por el derecho de
guerra. En el régimen jurídico tanto de los órganos centrales como de los órganos
externos incide, el Derecho Interno del Estado que los crea, configura y delimita sus
competencias, por otro lado, el Derecho Internacional que regula el régimen jurídico
internacional de los mismos, sus funciones, inmunidades, privilegios, etc., y,
finalmente, el derecho del Estado que los recibe que debe prever el reconocimiento de
dichas inmunidades y privilegios, así como su especial protección por las funciones que
desempeñan.

Órganos de Representación del Estado

Aunque los estados son libres de señalar en su Derecho Interno cuales son los órganos
competentes para gestionar sus relaciones internacionales, de hecho, y por influencias
incluso históricas, los órganos que cumplen funciones internacionales suelen coincidir
en la mayoría de los Estados. De ellos, los principales son el Jefe de Estado, el Jefe de
Gobierno y el Ministro de Asuntos exteriores (o relaciones) y los agentes diplomáticos y
consulares.

Tales órganos del sujeto internacional tienen origen y carácter interno, pero no solo
ejercen funciones internas, sino también internacionales, por lo que se ha podido
hablar de la existencia de un desdoblamiento funcional. La cuestión es, hasta qué
punto tales funciones están reglamentadas por el Derecho Interno o el internacional.
En principio corresponde al derecho interno determinar cuáles son los órganos y las
personas que, mediante una relación orgánica, tienen la facultad de actuar en su
nombre y cuáles son sus competencias respectivas, pero, por su parte, también el
derecho Internacional reconoce cuales son los individuos o los grupos de ellos que
tienen la condición    de órganos de los sujetos internacionales y la facultad de hacer
manifestaciones de voluntad    que le sean imputables y regula su condición
internacional.

a) Jefes de Estado y de Gobierno

El jefe de estado es el órgano de superior categoría política y administrativa del


Estado.

a) Corresponde al Derecho interno establecer su procedimiento de designación y sus


competencias, incluso respecto de las relaciones internacionales. Sera el Derecho
interno de cada Estado el que establezca las facultades concretas del Jefe de
Estado o del Jefe de Gobierno en sus relaciones con otros Estados (parlamentario o
presidencialismo). Generalmente las competencias del Jefe de Estado consisten en
la alta dirección de la política exterior, la ratificación o la adhesión a los Tratados,
el poder de declarar la guerra y de concluir la paz, la facultad de enviar y recibir
agentes diplomáticos y nombrar los consulares, así como el de conceder el
exequatur a los cónsules extranjeros. Corresponde al Jefe del Estado la
competencia de declarar la voluntad del Estado respecto de los otros Estados,
aunque la competencia para formar la referida voluntad le es atribuida
generalmente por los ordenamientos internos en colaboración con otros órganos
del Estado, como el Gobierno y las Cortes, Cámaras o Senado. En los regímenes
dualistas, la dirección y coordinación de la acción política del país son competencia
del Jefe de Gobierno, que en consecuencia es el superior jerárquico del Ministerio
de Asuntos exteriores.

b) Pero el derecho internacional tiene también en cuenta al Jefe del Estado y el Jefe
de Gobierno. En el artículo 7.2 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados de 1969 incluye al Jefe de Estado entre los órganos que, en virtud de sus
funciones, se consideran que vinculan a su Estado en materia de tratados sin tener
que presentar plenos poderes.

El artículo 13 del Reglamento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,


aunque exige que cada miembro del Consejo de Seguridad ha de estar
representado en las reuniones del mismo por un representante acreditado, añade
que el Jefe de Gobierno o el Ministro de Relaciones Exteriores de cada miembro del
Consejo de Seguridad puede ocupar ese lugar sin presentar credenciales.

Cuando el jefe de estado o el jefe de gobierno visita un Estado extranjero, goza


internacionalmente de un status privilegiado en virtud de la necesidad de otorgarle
unos medios para ejercer de forma independiente sus funciones. Los privilegios e
inmunidades del Jefe de Estado o de Gobierno cuando visita un estado extranjero,
son, en síntesis:

 Inviolabilidad: está exento de cualquier medida coercitiva, que se extiende a su


familia y sequito y a su residencia, propiedades, equipaje y correspondencia.
Protección material, y normalmente en los diferentes derechos internos se le otorga
protección especial contra cualquier ataque.

 Inmunidad de jurisdicción penal: se concreta en que no cabe arrestarlo ni


citarlo siquiera a un Tribunal. La inmunidad abarca incluso a la jurisdicción de simple
policía, y no puede ser objeto de multas.

 Inmunidad de jurisdicción civil: es la más discutida; hay que distinguir los actos
iuri imperii, realizados en el ejercicio de sus funciones, que quedan exentos, y los actos
privados, sobre los que se suele negar la inmunidad. No obstante, el TIJ establece que
el jefe de Estado, el jefe de Gobierno o el Ministro de Relaciones exteriores, gozan en
los otros Estados de inmunidades de jurisdicción, tanto civiles como penales. Por lo
que se concluye que las funciones que deben cumplir estas personas, durante toda la
duración de su mandato, se beneficia de una inmunidad de jurisdicción penal y de una
inviolabilidad total en el extranjero. Esta inmunidad y esta inviolabilidad protegen al
interesado contra todo acto de autoridad de parte de otro Estado que suponga
obstáculo al ejercicio de sus funciones.

 Otros privilegios: Al Jefe de Estado se le otorga la exoneración de impuestos


personales, de consumo y similares, como los aduaneros, ya que le está permitido
importar todos los objetos que necesite para su estancia, recepciones, regalos, etc.,
sin pago de tasas. Entre sus privilegios encontramos también la posibilidad de ejercer
en el extranjero las funciones propias de su cargo y tomar decisiones que tengan
repercusión fuera del territorio del Estado visitado.

La amplia inmunidad que se le reconoce durante su mandato al Jefe de Estado, al Jefe


de Gobierno y al Ministro de asuntos exteriores, plantea el problema de su impunidad
ante la realización de graves crímenes contra la humanidad. Para evitar dicha
impunidad, fueron varios los Estados que iniciaron una práctica, que empezó a
consolidarse a finales del siglo XX, conforme con la cual los privilegios e inmunidades a
los que hemos hecho referencia:

 Duran exclusivamente mientras permanece en el cargo, en la medida en que los


tribunales internos de un Estado sean competentes, un antiguo Jefe de Estado o de
Gobierno puede ser juzgado, no solo por los hechos que hubiera realizado antes o
después de ocupar dicho cargo, sino también por los hechos realizados durante su
mandato siempre que fueran crímenes contra la humanidad. (Pinochet).

 En algunos casos, se llega a considerar que, incluso ocupando el cargo de Jefe


de Estado o de Gobierno, existe determinados crímenes contra la humanidad ante los
que no puede alegarse la inmunidad absoluta. (Khadafi)
Para evitar la completa impunidad de las personas que ocupan estos cargos, el T.I.J
establecerá 4 supuestos en los que la responsabilidad penal individual de estas
personas podrá ser exigida por realización de graves crímenes; los supuestos:

 No se benefician, de ningún tipo de inmunidad de jurisdicción penal en su


propio país, ante cuyos tribunales podrán ser acusados conforme a normas del
Derecho interno.

 No tiene ningún tipo de inmunidad si el Estado al que representa o han


representado renuncia la inmunidad.

 Cuando dejan de ocupar el cargo, dichas personas no se benefician ya de la


totalidad de las inmunidades de jurisdicción.

 Tanto este ocupando su cargo como haya dejado ya de hacerlo, estas personas
podrán ser objeto de persecución penal ante determinadas jurisdicciones penales
internacionales en la medida en que estas sean competentes.

De esta forma el T.I.J quiere frenar la tendencia de los tribunales internos e inclinarse
por que la persecución penal de estos Órganos sea en el marco de los Tribunales
Internacionales. Es así que la competencia de este tipo de tribunales para conocer de
crímenes realizados por Jefes de Estado o de Gobierno en ejercicio, que carecen de
cualquier tipo de inmunidad ante los mismos, ha sido claramente consagrada en el art.
27.1 del Estatuto de Roma o el 7.1 del Estatuto del Tribunal Penal para la antigua
Yugoslavia (no es posible alegar el cargo para no ser penado). Pero dicha competencia
depende de la previa aceptación por parte de cada uno de los Estados.

b) Ministro de relaciones Exteriores. Privilegios e inmunidades

El aumento de los acuerdos en forma simplificada en la práctica de los Estados y en los


que la firma del Ministro de Asuntos Exteriores es habitual y la existencia dentro de las
Organizaciones Internacionales de órganos formados por los Ministros de A. Exteriores,
como el Consejo de Europa o la OEA, el rol de este órgano es de creciente importancia.
Al igual que el Jefe de Estado y de Gobierno, sus funciones y status están regulados
tanto por normas de Derecho interno como por normas de Derecho Internacional.

a) Dirige el Ministerio de A. Exteriores y la rama administrativa que lleva a cabo la


política exterior y se encuentra al frente de la diplomacia de su país.
Corresponden al derecho interno la reglamentación de sus funciones y la
organización del Ministerio del que es el jefe. Es normal que el Derecho interno
le conceda competencia para hacer declaraciones de voluntad en nombre del
Estado en el campo de las relaciones exteriores.

El art 1 del Real decreto establece: (ES DE ESPAÑA)

Al ministerio de Asuntos Exteriores compete, de conformidad con las directrices del


Gobierno y en aplicación del principio de acción en el exterior, las funciones de:

 Planificar, dirigir, ejecutar y evaluar la política exterior del Estado

 Concertar y potenciar sus relaciones con otros Estados    y Organizaciones


Internacionales

 Defender los intereses y llevar a cabo de una adecuada y eficaz política de


protección de los ciudadanos españoles en el exterior

 Dirigir la política de cooperación internacional para el desarrollo y coordinar a


los órganos de la Administración General del Estado que, en el ámbito de sus
competencias, realicen actuaciones en esta materia

 Fomentar las relaciones económicas, culturales y científicas de España

 Participar, en la esfera de actuación que le es propia, en la propuesta y


aplicación de la política extranjera

b) El derecho internacional ha reflejado la atribución realizada por los Derechos


Internos al Ministro de Asuntos Exteriores de competencia para hacer
declaraciones de voluntad en nombre del Estado en el campo de las relaciones
exteriores. Este es el que asegura la dirección de la acción diplomática de su
gobierno y normalmente lo representa en las negociaciones internacionales y
las reuniones intergubernamentales. Los embajadores y otros agentes
diplomáticos ejercen sus funciones bajo su autoridad. Sus actos son
susceptibles de obligar al Estado que representa y un ministro de asuntos
exteriores es considerado, en virtud de las funciones que ejerce, como dotado
de plenos poderes para actuar en nombre del Estado. Es responsable de
conducir las relaciones de su Estado con los demás Estados. Él no tiene que
presentar cartas credenciales: muy al contrario, él es generalmente quien
decide los poderes a conferir a los agentes diplomáticos y quien rubrica sus
cartas credenciales.

Cuando viaja al exterior debe gozar de la inviolabilidad, ante cualquier medida


coercitiva por parte de las autoridades locales y es indudable que el Ministro
goza de la inmunidad penal y de policía. Existen unos privilegios e
inmunidades reconocidos por el Derecho Internacional y de que los mismos son
necesarios para el cumplimiento de sus misiones, han sido confirmadas por el
TIJ en el Asunto relativo a la orden de arresto. De esta forma se le reconoce al
Ministro de A Exteriores un status jurídico prácticamente equivalente a un Jefe
de Gobierno, cuyas únicas diferencias, por tanto, estarán en el ámbito de la
cortesía.

c) Agentes diplomáticos: consideraciones generales de la Convención de


Viena de 1961 y de Nueva York de 1969. Relaciones con la convención de
Nueva York de 1973 y de Viena de 1975;

Los órganos externos permanentes encarnan las formas clásicas o tradicionales.

A) La representación o Misión Diplomática ante otros Estados: también


denominada Embajada, Legación, Nunciatura (Ante la santa sede) o Alto
Comisionado (Commonwealth), es el órgano que representa permanentemente
al Estado acreditante frente al Estado acreditante frente al Estado (o estados)
ante el que está acreditado, compuesto por un conjunto de personas dirigido
por un Jefe de Misión acreditado y que está encargado de funciones
diplomáticas.

Las normas reguladoras de la función diplomática y de los privilegios y garantías de los


miembros adscritos al servicio diplomático, o que ejercen funciones de este carácter,
son en su mayor parte de origen consuetudinario. No obstante, La convención de Viena
de 1961 sobre relaciones diplomáticas establece:

Las funciones (art 3), que se dividen en:

- Normales: pueden dividirse en dos clases: las que constituyen objetivos:

a) proteger en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus
nacionales dentro de los límites permitidos por el DI

b) fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales


y científicas entre el Estado acreditante y el Estado receptor

c) ejercer ciertas funciones consulares.

- las que constituyen Medios: para alcanzar los objetivos citados son:

a) representar al estado acreditante ante el Estado receptor

b) negociar con el gobierno del Estado receptor

c) informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los
acontecimientos en el Estado receptor

d) informar al gobierno del estado acreditante sobre el estado receptor.

- Excepcionales: son las ejercidas cuando un estado acepta la protección o


representación de intereses de Estados terceros- bien pequeños Estados, Estados
recientemente independientes o Estados que han roto relaciones con el Estado
receptor.

CLASIFICACION DE LOS AGENTES DIPLOMATICOS: Los agentes diplomáticos pueden


ser clasificados conforme a diversos criterios. La Convención de Viena de 1961 se
ocupó en su art. 14 de los Jefes de Misión, que divide en 3 clases:

a) Embajadores o Nuncios: acreditando ante los Jefes de Estado y otros Jefes de


misión de rango equivalente.

b) los Enviados, Ministros e internuncios acreditados ante los Jefes de Estado.

c) Los Encargados de Negocios acreditados ante los Ministros de Relaciones Exteriores.

En cuanto al inicio y fin de la Misión diplomática; el art 2 de la Convención de Viena, el


inicio de las relaciones diplomáticas entre Estados y el envío de misiones diplomáticas
permanentes se efectúa por consentimiento mutuo. De esta forma, aunque el Estado
tiene reconocido el derecho de legación activa y pasiva, este derecho no puede
ejercerlo sin el consentimiento del Estado ante el que desea acreditarse. Si bien ningún
Estado tiene la obligación de mantener relaciones diplomáticas, (…) con otro estado,
no puede dejar de reconocer las obligaciones imperativas que las mismas comportan y
que están actualmente codificadas en la Convención de Viana de 1961.

El fin de la misión, se puede producir por diversos motivos: el más grave de la ruptura
de relaciones diplomáticas.    Es un acto discrecional del Estado que se produce a través
de una decisión unilateral de cerrar la misión diplomática imponiendo, de esta forma,
la misma decisión al otro Estado, en virtud del principio de reciprocidad. La gravedad
de este acto lleva a que, en situaciones de crisis en las relaciones diplomáticas, se
busquen soluciones intermedias que no llevan aparejada el cierre definitivo de la
misión diplomática: llamada a consultas del Embajador, reducción del personal de la
misión, etc. Además, pueden existir otros motivos por los que se ponga término a una
misión diplomática de modo definitivo o temporal como, por ejemplo, el bajo nivel de
relaciones con el Estado receptor. Una situación especial se produce cuando el cierre
de la misión diplomática se produce colectivamente como consecuencia de una
decisión del Consejo de seguridad de la ONU.

En caso de terminación, cualquiera que sea el motivo, deben tener en cuenta:

 el Estado receptor estará obligado a respetar y a proteger, aun en caso de


conflicto armado, los locales de la misión, así como sus bienes y archivos.

 El Estado acreditante podrá confiar la custodia de los locales de la misión, así


como de sus bienes y archivos y la protección de sus intereses y de los intereses de
sus nacionales a un tercer Estado aceptable para el Estado receptor.

INICIO Y FIN DE LAS FUNCIONES DE LOS MIEMBROS DE LA MISIÓN DIPLOMÁTICA.

Debe distinguirse entre el inicio y fin de la Misión Diplomática y el inicio y fin de las
funciones de cada uno de los miembros de la Misión. La Misión diplomática se compone
de un Jefe y, de funcionarios diplomáticos de diverso rango y otros funcionarios
subalternos más o menos numerosos que desempeñan cometidos diversos. De todos
los componentes de la Misión o legación deberá enviarse una lista al Ministerio de
Asuntos Exteriores y comunicar asimismo las altas y bajas del dicho personal. Aunque
el nombramiento de un Jefe de misión diplomática corresponde al Jefe del Estado
acreditante, este deberá asegurarse de que la persona que se proponga acreditar ha
obtenido el asentimiento del Estado receptor. Esto es lo que se conoce por el plácet,
que el Estado receptor dará o negará libremente, pues no está obligado a manifestar
los motivos de la negativa. El nombramiento se acredita ante el Estado receptor por
medio de las Cartas Credenciales en el caso de Embajadores y Ministros, o de cartas
de Gabinete cuando se trate de Encargados de Negocios. Las primeras las dirige el Jefe
de Estado acreditante al Jefe de Estado receptor, las segundas van dirigidas al Ministro
de Asuntos Exteriores. El inicio de las funciones va marcado por la presentación de las
Cartas credenciales, o bien en el momento en que haya comunicado su llegada y
presentado copia de estilo de sus cartas credenciales al Ministro de Relaciones
Exteriores o al Ministro que se haya convenido. El procedimiento para la recepción en
cada Estado de los jefes de misión dentro de su clase o categoría debe ser uniforme,
según se prescribe en el art 18 de la convención de Viena sobre relaciones
diplomáticas.

Las funciones de un miembro de Misión pueden terminar por:

 por ser llamado el Agente por el Estado acreditante por distintos motivos-
jubilación, cambio de destino, destitución, para manifestar su descontento ante el
Estado receptor

 por ser declarado el Agente persona non grata.

En cuanto a los privilegios e inmunidades diplomáticas, se pueden ejercer con la


libertad necesaria requiere una serie de garantías, conocidas por privilegios e
inmunidades, que suponen para el Agente una condición jurídica especial respecto a
los extranjeros que residen en el territorio del Estado receptor. La finalidad es asegurar
el cumplimiento eficaz de las funciones de las misiones diplomáticas en tanto que
representantes del Estado; son un derecho del Estado acreditante y, por tanto, los
Agentes no pueden renunciar a los mismos. El Estado acreditante si puede renunciar a
la inmunidad de sus agentes diplomáticos. Estos privilegios e inmunidades son:

 utilizar la bandera y el escudo del Estado acreditante en los locales de la Misión,


en la residencia del Jefe de Misión y en los medios de transporte de este.

 El que se le preste ayuda por el Estado receptor para obtener, conforme a sus
propias leyes, los locales necesarios para la Misión y, en caso necesario, para los
miembros de la misma

 La exención de impuestos para el Estado acreditante y el Jefe de Misión sobre


los locales de la misma de los que sean propietarios o inquilinos,

 La libertad de circulación y tránsito por el territorio del Estado receptor a todos


los miembros de la Misión, salvo lo prescrito en las leyes y reglamentos respecto a las
zonas de acceso prohibido y de seguridad

 El permitir y proteger la libre comunicación de la Misión a todos los fines con su


Gobierno y demás misiones y consulados del Estado acreditante por todos los medios
de comunicación adecuados, salvo el de instalar y utilizar emisoras de radio si no están
expresamente autorizadas por el Estado receptor.

 La exención fiscal sobre los derechos y aranceles que percibe la Misión por
actos oficiales.

 La exención para todos los agentes diplomáticos de todos los impuestos y


gravámenes personales o reales, a excepción de los impuestos indirectos incluidos
normalmente en el precio de las mercancías, los impuestos sobre sucesiones y sobre el
capital invertido de empresas comerciales del Estado receptor, y los impuestos y
gravámenes por servicios particulares prestados, bienes inmuebles privados o ingresos
que tengan su origen en el Estado receptor

 La exención del derecho de aduanas sobre objetos para uso oficial de la Misión
y los de uso personal del Agente diplomático y su familia, incluidos los de instalación.
Como inmunidades    el Convenio de Viena establece:

 La inviolabilidad    de los locales de la Mision. Es destacar que el Estado


territorial no solo tiene la obligación de no atentar contra dicha inviolabilidad de los
locales, sino también, como ha reiterado en varias ocasiones el TIJ, de impedir que
cualquier otra persona atente contra la misma

 La inviolabilidad de los archivos y documentos donde quiera que se hallen

 La inviolabilidad de la correspondencia oficial de la Misión. La valija diplomática


no podrá ser abierta ni retenida y, además,    gozara de inviolabilidad personal quien
ejerza las funciones de correo diplomático, que no podrá ser objeto de ninguna
detención o arresto

 La persona del agente diplomático gozara de inviolabilidad y no podrá ser


objeto de detención ni arresto. El Estado receptor adoptara todas las medidas
adecuadas para impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad y dignidad.
Si bien ello no impide que un agente diplomático sorprendido en flagrante delito de
agresión u otra infracción, no pueda, en determinadas circunstancias, ser brevemente
detenido por la policía del estado receptor con fines preventivos.

 El agente diplomático gozara de la inmunidad de jurisdicción penal del Estado


receptor y de la civil y administrativa. Si bien la inmunidad penal es absoluta, en lo
relativo a la jurisdicción civil y administrativa se admiten excepciones en caso de
acciones reales sobre bienes inmuebles, sucesiones y las relativas a actividades
comerciales o profesionales privadas.

 Finalmente, el Agente diplomático está exento en el Estado receptor de


cualquier prestación personal, de todo servicio público y de las cargas militares de toda
índole.

Para gozar de los referidos privilegios e inmunidades se requiere no ser nacional del
Estado receptor ni tener su residencia permanente en el. La propia convención,
extiende ciertos privilegios    e inmunidades a los miembros de la familia del
diplomático que formen parte de su casa y no sean nacionales del Estado receptor, y, a
los miembros del personal de servicio de la Misión que tampoco sean nacionales    del
Estado receptor ni tengan su residencia permanente en su territorio.    A los criados
particulares de los miembros de la Misión que estén en las mismas circunstancias
anteriores se les concede la exención de impuestos y gravámenes sobre los salarios
que perciban por sus servicios.

Las inmunidades de las que gozan los miembros de la misión y los locales, se
mantienen, durante un tiempo razonable, caso de ruptura de relaciones diplomáticas e
incluso de conflicto armado entre el Estado acreditante y el Estado de sede. En
ocasiones, el reconocimiento de estos privilegios e inmunidades ha sido motivo de
abusos tanto por el Estado acreditante, como de los propios agentes. Partiendo de la
base sentada en el art 41 del Convenio de Viena según el cual todas las personas que
gocen de los privilegios e inmunidades deben respetar las leyes y reglamentos del
Estado receptor, este último encuentra en el propio derecho diplomático y consular
respuesta a aquellos abusos. Sin embargo, el particular lesionado por una acción del
agente diplomático, puede ver su pretensión de reparación obstaculizada por la
inmunidad que goza dicho agente.

d) Agentes consulares. Nociones generales. Importancia de la Convención de


Viena de 1963. Diferencias entre Cónsul de carrera y Cónsul honorario.

Son los agentes oficiales que un Estado establece en ciertas ciudades de otro Estado,
con el fin de proteger sus intereses y los de sus nacionales. Los cónsules son órganos
del Estado que actúan en el extranjero y realizan actos para cumplir su misión, con
exclusión generalmente de los de naturaleza política. En el Convenio de Viena sobre
relaciones consulares de 1963, entiende por funcionario consular a “toda persona,
incluido el jefe de la Oficina Consular, encargada con ese carácter del ejercicio de
funciones consulares”. Los cónsules NO SON AGENTES DIPLOMATICOS.

En cuanto a las funciones, son muy variadas; protección de los nacionales e


información al Estado, funciones de carácter administrativo notarial, de colaboración
con los tribunales de justicia y otras relativas al estado civil de las personas y las
sucesiones. El cónsul ejerce además otras funciones relacionadas con la navegación
marítima, el comercio y el ejercicio de las profesiones. Las funciones son: (Art. 5 de
la Convención)

a) proteger en el Estado receptor los intereses del Estado que envía y de sus
nacionales, sean personas naturales o jurídicas, dentro de los límites permitidos por el
derecho internacional;

b) fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales, económicas, culturales y


científicas entre el Estado que envía y el Estado receptor, y promover además las
relaciones amistosas entre los mismos, de conformidad con las disposiciones de la
presente Convención;

c) informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de la


vida comercial, económica, cultural y científica del Estado receptor, informar al
respecto al gobierno del Estado que envía y proporcionar datos a las personas
interesadas;

d) extender pasaportes y documentos de viaje a los nacionales del Estado que envía, y
visados o documentos adecuados a las personas que deseen viajar a dicho Estado;

e) prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado que envía, sean personas
naturales o jurídicas;

f) actuar en calidad de notario, en la de funcionario de registro civil, y en funciones


similares y ejercitar otras de carácter administrativo, siempre que no se opongan las
leyes y reglamentos del Estado receptor;

g) velar, de acuerdo con las leyes y reglamentos del Estado receptor, por los intereses
de los nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o jurídicas, en los
casos de sucesión por causa de muerte que se produzcan en el territorio del Estado
receptor;

h) velar, dentro de los límites que impongan las leyes y reglamentos del Estado
receptor, por los intereses de los menores y de otras personas que carezcan de
capacidad plena y que sean nacionales del Estado que envía, en particular cuando se
requiera instituir para ellos una tutela o una curatela;

i) representar a los nacionales del Estado que envía o tomar las medidas convenientes
para su representación ante los tribunales y otras autoridades del Estado receptor, de
conformidad con la práctica y los procedimientos en vigor en este último, a fin de
lograr que, de acuerdo con las leyes y reglamentos del mismo, se adopten las medidas
provisionales de preservación de los derechos e intereses de esos nacionales, cuando,
por estar ausentes o por cualquier otra causa, no puedan defenderlos oportunamente;

j) comunicar decisiones judiciales y extrajudiciales y diligenciar comisiones rogatorias


de conformidad con los acuerdos internacionales en vigor y, a falta de los mismos, de
manera que sea compatible con las leyes y reglamentos del Estado receptor;

k) ejercer, de conformidad con las leyes y reglamentos del Estado que envía, los
derechos de control o inspección de los buques que tengan la nacionalidad de dicho
Estado, y de las aeronaves matriculadas en el mismo y, también, de sus tripulaciones;

l) prestar ayuda a los buques y aeronaves a que se refiere el apartado k) de este


artículo y, también, a sus tripulaciones; recibir declaración sobre el viaje de esos
buques, encaminar y refrendar los documentos de a bordo y, sin perjuicio de las
facultades de las autoridades del Estado receptor, efectuar encuestas sobre los
incidentes ocurridos en la travesía y resolver los litigios de todo orden que se planteen
entre el capitán, los oficiales, los marineros, siempre que lo autoricen las leyes y
reglamentos del Estado que envía;

m) ejercer las demás funciones confiadas por el Estado que envía a la oficina consular
que no estén prohibidas por las leyes y reglamentos del Estado receptor o a las que
éste no se oponga, o las que le sean atribuidas por los acuerdos internacionales en
vigor entre el Estado que envía y el receptor.

En cuanto a las clases, hay que distinguir entre:

 Cónsules de carrera o enviados: son funcionarios públicos del Estado que los
nombra y poseen la nacionalidad de este. Son pagados por el Estado que los envía y
no ejercen, en general, otras funciones que las profesionales.

 Cónsules honorarios: pueden ser súbditos del Estado que los designa o
extranjeros, y ejercer el comercio u otras profesiones. Su servicio es gratuito, aunque
pueden recibir una subvención para gastos de locales y de representación. La
convención de Viena sobre relaciones consulares distingue muy claramente los
privilegios e inmunidades de unos y otros y hace de los mismos un tratamiento
completamente separado.

Además, los cónsules se dividen a titulo personal, en cónsules generales, cónsules,


vicecónsules y agentes consulares. A su vez, y dentro de las carreras consulares de
cada uno de los Estados, puede subdividirse en varias categorías.

En cuanto a al inicio de las relaciones consulares están sometidos al régimen de las


relaciones diplomáticas, al consentimiento mutuo de los Estados. Es importante
distinguir las relaciones diplomáticas de las consulares: dado el carácter esencialmente
administrativo de las relaciones consulares, su establecimiento es totalmente
independiente del de las relaciones diplomáticas. La ruptura de relaciones diplomáticas
no implica el fin de las relaciones consulares, sino que el cierra de una Oficina consular
es un acto discrecional del Estado acreditante.

Con relación al inicio y fin de las funciones de los miembros de la oficina consular,
hay que decir que los Jefes de Oficina consular, en los que van incluidas las cuatro
categorías antes mencionadas, serán nombrados por el Estado que envié y admitidos
al ejercicio de sus funciones por el Estado receptor. Los procedimientos concretos de
nombramiento y admisión serán determinados por las leyes y reglamentos internos de
los Estados interesados. Al Jefe de Oficina consular se le acredita su nombramiento por
medio de una Carta Patente o instrumento similar; para ser admitido al ejercicio de
sus funciones se requiere el exequatur del Estado receptor, que podrá negarlo sin
especificar los motivos.

Las funciones de un miembro de la Oficina consular se darán por terminadas


mediante notificación del Estado que envíe al receptor- los motivos pueden ser muy
variados, como vimos en el caso de los diplomáticos- por renovación del exequatur y
por notificación del Estado receptor al Estado que envía de que ha cesado de
considerar a la persona de que se trate como miembro del personal consular.

En cuanto a las facilidades, privilegios e inmunidades de la OFICINA CONSULAR


(INSTITUCION) “La oficina consular se entienda como un conjunto formado por
locales, archivos y personal a su servicio.”. Las facilidades las otorga el Estado
Receptor y son las necesarias para el ejercicio de sus funciones, prestar ayuda para la
adquisición de los locales necesarios, y encontrar alojamiento adecuado para los
miembros, facilitar la libre comunicación y visita de los nacionales del Estado que envía
y/e informar a la oficina los casos de detención, arresto o prisión de los nacionales del
Estado que envía. También hay obligaciones frente a los nacionales del Estado
receptor; de los privilegios: 1. Exención fiscal para los locales consulares y la
residencia del Jefe de la Oficina consular de carrera de los que sea propietario o
inquilino el Estado que envía o cualquier persona que actué en representación suya.
2. Libertad de tránsito y circulación de los miembros de la oficina consular, por el
territorio del Estado. 3. Libertad de comunicación de la oficina consular, en los mismos
términos que veíamos para las misiones diplomáticas permanentes y las misiones
especiales. 4. Exención fiscal sobre las cantidades percibidas en concepto de derechos
y aranceles consulares. e inmunidades 1. Inviolabilidad de los locales consulares
(siempre que se utilicen exclusivamente para el trabajo de la oficina consular) en los
que las autoridades no podrían penetrar sin autorización del Jefe de la oficina, los
archivos y documentos consulares son inviolables donde quiera que se encuentren.
Obligaciones: (están sometidos a un régimen particular por la convención de viene
del 63).

Facilidades de los FUNCIONARIOS Y EMPLEADOS CONSULARES DE CARRERA:


Al ser tratados con la debida deferencia y el que se tomen las medidas adecuadas para
evitar cualquier atentado contra su persona, su libertad o dignidad.2. Comunicar sin
demora el jefe de la oficina sobre cualquier arresto o detención de un miembro del
personal consular. 3. El que al ser llamado como testigo se le evite cualquier
perturbación en el ejercicio de sus funciones. Para facilitar su deposición como testigo
se podrá recibir su testimonio en su domicilio, en la oficina consular o aceptar su
declaración por escrito. Privilegios: 1. La exención de inscripción en el registro de
extranjeros y del permiso de residencia para los funcionarios y empleados consulares y
sus familiares, a excepción de aquellas personas que no sean funcionarios
permanentes o ejerzan una actividad privada lucrativa; 2. el eximirles de la obligación
de prestar testimonio por hechos relacionados con el ejercicio de sus funciones y el de
exhibir correspondencia y documentos oficiales relativos a ellos. 3. La exención de las
obligaciones relativas a los permisos de trabajo que las leyes impongan para el empleo
de trabajadores extranjeros. 4. La exención de las disposiciones sobre seguridad
social. 5. La exención fiscal de impuestos o gravámenes personales o reales. 6. La
concesión de franquicia aduanera para los objetos de uso oficial de la oficina consular y
de uno personal de los funcionarios y sus familias. 7. Permiso de exportación de bienes
muebles y exención del pago de impuestos de transmisión por los mismos en los casos
de fallecimiento de un miembro de la Oficina consular. 8. Exención de prestaciones
personales. Inmunidades: 1. Inviolabilidad personal en el sentido de no poder ser
detenidos, salvo los casos de delito grave. En los demás casos solo podrá limitarse su
libertad por sentencia firme. 2. Inmunidad de jurisdicción por los actos ejecutados en
el ejercicio de sus funciones. Obligaciones: 1. Respetar las leyes y reglamentos del
Estado receptor. 2. No inmiscuirse en los asuntos internos del Estado Receptor. 3. No
utilizar los locales de manera incompatible con el ejercicio de las funciones consulares.
4. Cumplir las obligaciones que las leyes y reglamentos del Estado receptor impongan
en cuanto a seguros de responsabilidad civil por daños a terceros por la utilización de
vehículos, buques y aeronaves. 5. No ejercer los funcionarios consulares de carrera
ninguna actividad profesional o comercial en provecho propio. Los referidos privilegios
e inmunidades no se concederán si ejercen actividades privadas lucrativas a los
empleados consulares, personal de servicio y a los familiares de los funcionarios.
FUNCIONARIOS HONORARIOS Y OFICINAS DIRIGIDAS POR ELLOS: Son los mismos
privilegios, facilidades e inmunidades que los Funcionarios de Carrera, con las
siguientes excepciones:    Art.59,60,61,62,63,64,66 y 67 Convencion de Viena de 1963.

Excluidos de la exención de inscripción en el registro de extranjeros, deberá proveerse


del permiso de residencia y del permiso de trabajo, no está exento del régimen de
seguridad social y se le excluye de los beneficios relativos al impuesto de sucesiones
en caso de fallecimiento. Las oficinas consulares, podrán establecer Agencias
consulares dirigidas por agentes que no hayan sido designados como Jefes de Oficina
consular por el Estado que envía. Las condiciones de ejercicio de las funciones y los
privilegios e inmunidades de los cónsules se determinarán de común acuerdo por el
Estado que envía y el Estado receptor.

5.2 representación de los organismos Internacionales. Aspectos esenciales.


Convención de Viena de 1975.

Las delegaciones enviadas por los Estados miembros de las Organizaciones


internacionales a cada una de las reuniones especificas mantenidas por los órganos de
estas no suelen estar compuestas en su totalidad por los miembros de la
representación ante    la Organización de que se trate, sino que están a menudo
integradas en todo o en parte por personal enviado ad hoc por los gobiernos
participantes. Es necesario plantearse cual pueda ser el régimen jurídico aplicable a
tales delegaciones. Aunque la convención de 1975 sobre la representación de los
Estados en sus relaciones con las organizaciones de carácter universal asimila en gran
medida el tratamiento de tales delegados al que reciben los miembros    de las misiones
especiales según la convención de 1969 del mismo nombre y, dado que la convención
de 1975 no ha sido ratificada por todos los Estados sede, el régimen jurídico aplicable
a tales delegaciones ha de buscarse en los acuerdos respectivos de sede o de
privilegios e inmunidades de la Organización internacional de que se trate.

Existen otras formas de diplomacia ad hoc; entre ellas:

- Las oficinas temporales o permanentes en el extranjero: Pueden los Estados crearlas


con finalidades muy diversas, las mas generalizadas son las oficinas comerciales
creadas en su momento por los países de comercio de Estado o de economía
planificada, y sobre todo por la antigua Unión Soviética, para canalizar y gestionar sus
transacciones comerciales con países extranjeros. Dichas oficinas comerciales son
distintas de las dirigidas dentro de las Embajadas permanentes por los Agregados
comerciales.

- Funcionarios técnicos para asuntos concretos:    diplomacia realizada a través de


funcionarios de la administración del Estado, distintos a los diplomáticos, que se
desplazan a otros países para iniciar contactos, discutir con sus colegas asuntos de
interés común o incluso para prestar asesoramiento en materias determinadas sin
constituir una misión especial. Salvo que el Estado que envía les haya otorgado rango
diplomático, y se benefician del estatuto privilegiado, lo normal es que no se les
conceda trato especial. En el ámbito de asistencia técnica,    cada vez es más frecuente
que el Tratado en el que se articula dicha asistencia prevea un estatuto especial para
estos funcionarios en misión, hasta el punto que el Consejo de Estado español ha
insinuado que dado el gran número de Tratados sobre esta materia celebrados por
España    con Estados de América Latina pretendiera crearse una costumbre local
internacional extensiva de tal régimen estatutario privilegiado, ósea, crearse una
norma internacional futura.

- Misiones Especiales: es una misión temporal, que tenga carácter representativo del
Estado, enviada por un Estado ante todo con el consentimiento de este último para
tratar con él asuntos determinados o realizar ante él un cometido determinado.

5.3 Derechos y deberes de las personas internacionales. Consideraciones


generales.

En cuanto nos referimos a los derechos son;

 Derecho a celebrar tratados internacionales: es una de las formas más


importantes de relacionarse y cooperar los sujetos internacionales, constituye también
un test fundamental para apreciar la subjetividad internacional de un determinado
ente.
 Derecho a establecer relaciones internacionales: gozan de derecho de legación
pasiva y activa, es decir, la facultad de recibir o enviar representantes diplomáticos.

 Derecho a participar en los procedimientos de solución de las diferencias


internacionales: pueden entrar en desacuerdo    con estos suscitándose una
controversia internacional.

 Derecho a participar en las relaciones de responsabilidad internacional: facultad


de hacer valer internacionalmente los derechos derivados de su participación en las
relaciones internacionales y de responder también internacionalmente en caso de
violación de las obligaciones surgidas de dicha participación.

5.4 Derechos y Deberes fundamentales de los Estados.

a) Existencia: Soberanía e independencia. Revisión. Remisión;

El vocablo soberanía también ha jugado un importante papel en la teoría política y en


la doctrina del derecho internacional. En ocasiones el contenido de esta palabra ha sido
oscurecido y deformado, por lo que puede entenderse de varios modos o admitir
distintas interpretaciones y ser, por tanto, motivo de dudas, incertidumbre y confusión.
El principal problema estriba en que, habiendo tantas definiciones del término como
hay autores, no hay acuerdo sobre cuál es el objeto buscado por este concepto en el
derecho internacional. Según la ya clásica definición de Jean Bodin: «Soberanía es el
poder absoluto y perpetuo de una república», quien, a su vez, determina claramente
cuál es el objeto de su definición. Primero establece lo que es república: «República es
el recto gobierno de varias familias y de lo que les es común con poder soberano»;
para seguidamente decir: «una vez establecido el fin, hay que establecer los medios
para conseguirlo». Cuyo corolario sería que la soberanía es el medio para conseguir el
recto gobierno, y no cualquier gobierno.

Por otro lado, Carré de Malberg, en su Teoría General del Estado, tras analizar y
descomponer el concepto de soberanía «en independencia en el exterior y superioridad
en el interior del Estado», manifiesta que el concepto parece doble, pero que, en
definitiva, «soberanía interna y soberanía externa no son sino los dos lados de una sola
y misma soberanía».

b) Restricciones a los derechos de los Estados;

c) Intervención y No intervención. Concepto. Doctrinas Monroe, Drago y


Porter.

El no intervencionismo es la doctrina en política exterior que indica la obligación de


los Estados de abstenerse o intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos
internos de otro Estado con la intención de afectar su voluntad y obtener su
subordinación. Se deriva de un principio del Derecho Internacional Público, el principio
de no intervención que establece la independencia de las naciones y el derecho de
autodeterminación de los pueblos. Este principio de no intervención prácticamente
equivale al de no injerencia en los asuntos internos de otro país.

Doctrina Monroe: Establecía que cualquier intervención de los estados europeos en América sería
visto como un acto de agresión que requeriría la intervención de Estados Unidos. Interpretar el
principio de la no intervención de los Estados europeos en los asuntos americanos de una manera
absoluta conduciría a que un Estado americano pudiera conculcar los principios de la justicia en
sus relaciones con los individuos extranjeros, violar la ley moral, negarse a tomar en consideración
las justas reclamaciones de los extranjeros perjudicados, crear de este modo un estado de cosas
anormal e ilícito según los principios de Derecho común y de la Moral internacional, y rechazar
después cualquier forma de injerencia para hacer cesar tales manifiestas violaciones de los
principios de la justicia, atrincherándose en el principio de su independencia y en la doctrina de
Monroe escribe Fiore.3 Cuando el presidente de Estados Unidos James Monroe, en 1823, formuló
esa primera doctrina global de su país, «América para los americanos», Diego Portales, un
ciudadano chileno que comerciaba en los puertos del Pacífico y años después sería ministro de
estado en su país, escribió a un amigo: "Si, pero hay que tener mucho cuidado: para los americanos
del norte, los únicos americanos son ellos mismos". Diego Portales : En el siglo XIX el enemigo
principal era la Marina Real Británica y los intereses estadounidenses eran sólo secundarios. 4 Por
otro lado, la Doctrina Monroe no recibió mucha atención en Europa al momento de formularse en
tanto la Santa Alianza estaba informada que la potencia naval estadounidense era bastante inferior
a la británica, y que los proyectos de restablecer el absolutismo en la América española eran
inviables debido a la oposición de Gran Bretaña a secundarlos, y no por desafíos que Estados
Unidos difícilmente podía sostener en esos años.

Doctrina Drago: La Doctrina Drago fue anunciada en 1902 por el ministro de Relaciones Exteriores


argentino, Luis María Drago, en respuesta a la renuncia de los Estados Unidos a ejecutar la
Doctrina Monroe durante el bloqueo naval contra Venezuela. Establece esta doctrina jurídica que
ningún Estado extranjero puede utilizar la fuerza contra una nación americana con la finalidad de
cobrar una deuda financiera. Tal doctrina provino de las ideas de Carlos Calvo, en Derecho
internacional teórico y práctico de Europa y América. La doctrina Calvo proponía prohibir la
intervención diplomática cuando hubiera pleitos entre partes de distintos países, hasta que no
estuvieran agotados los recursos locales. La doctrina Drago resultó ser una respuesta a las acciones
del Reino Unido, Alemania e Italia, quienes impusieron un Bloqueo Naval a Venezuela a finales
de 1902, en respuesta a la gran deuda externa de Venezuela que el recién llegado
presidente Cipriano Castro se negaba a pagar. Frente a este ataque combinado, Estados
Unidos replicó que, como país, no apoyaría a un estado americano que sufriese ataques bélicos
como respuesta a la negativa de pagar sus deudas, pretendiendo que la Doctrina Monroe sólo se
aplicaría cuando dicho país sufriese ataques de potencias europeas motivadas por la intención de
recuperar territorios americanos y colonizarlos. Así surge esta doctrina Drago, como una protesta
por parte de Luis María Drago frente a la actuación de Estados Unidos. Una versión modificada
por Horace Porter fue adoptada en la Haya en 1907. Esta añadió que el arbitraje y litigio deberá
usarse siempre como método de solución de conflictos internacionales antes que recurrir a la
fuerza militar.

 Doctrina Porter: NO ENCONTRE NINGUNA PERO CRITICA A DRAGO, LE GUSTA LA


FARANDULA, ME DEPRIMI NO ENCONTRANDO NADA.    BESOS LAS AMO

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