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PERSONA y Reflexión Antropológica, PERSONA y

Reflexión Antropológica, PERSONA y Reflexión

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“El hombre sobrepasa infinitamente


al hombre”. Breve reflexión sobre lo transhumano1
Fabrice Hadjadj2
Traducción de Carlos Díaz

1 Conferencia pronunciada en el “Atrio de los Gentiles”, Paris, UNESCO, 24 de marzo de 2011.


2 Filósofo y escritor francés.

1. ¿Por qué estamos reunidos aquí? ¿Por una cere- tros monos evolucionados, primates que han alcanzado
monia protocolaria, en que cada cual habrá cumplido su la cumbre de la sofisticación? La cosa es dudosa. Pues el
función pero sin que nadie haya venido con su corazón? colmo de la perfección del primate estaría en alcanzar
¿Para abrir una nueva “ventana dialógica”, como si aún la agilidad suprema al desplazarse de rama en rama, o
se tratase de acrecentar nuestros medios de comunica- en la soltura absoluta para alcanzar las bananas, pero no
ción mientras adoptamos la apariencia de gente abierta en quedarse atónito, esa facultad que nos deja con los
y tolerante? Quizá pueda yo romper con todas estas ojos desorbitados, estupefactos, desguarnecidos ante
conveniencias; sin embargo, mi intención no es la de el vértigo de estar vivo. Tampoco está en esa inclinación
provocar, sino la de plantear una cuestión sencilla. Mi a la contemplación que, por ejemplo, nos lleva a mara-
idea no es la de hacerme el excéntrico, sino la de ser un villarnos tanto de las rayas del tigre, hasta el punto de
hombre que se dirige a otros hombres por encima de las olvidarnos de protegernos contra sus garras.
etiquetas y el orden del día. Pues ser hombre no consiste
solamente en vivir, sino en interrogarse por las razones Algunos dicen que la emergencia del hombre en
de vivir. Y esta pregunta surge con tanta más crudeza el curso de la evolución se debería a su mayor capacidad
cuanto más crudamente se sitúa en de adaptación al mundo. Al mismo
su tensión desgarradora: cuando tiempo, el hombre da la impresión
desea la alegría en la verdad y en la “Cuando se pretende de gran inadaptado: en lugar de
amistad y sin embargo sabe que va fundar el humanismo vivir pacíficamente según su ins-
a morir. Sí, todos los aquí presentes, sobre el hombre mismo tinto, busca un sentido, descifra el
ministros u ordenanzas, aspiramos pasa lo que cuando se mundo como un bosque de símbo-
moralmente a la felicidad. Y, al pretende alzar un edi- los, desea un más allá, un más allá
mismo tiempo, todos los aquí pre- ficio sin ningún apoyo que no ha de ser forzosamente otro
sentes, embajadores o agentes de exterior: se derrumba. mundo, sino una manera de pene-
seguridad, estamos simplemente Para que el edificio se trar en el secreto de este mundo, de
abocados a la decrepitud. De mane- eleve necesita un suelo. abarcarlo en su misterio, de beberlo
ra que, bajo la luz de los focos, pese Para que el hombre se en su fuente.
a la potencia de los micrófonos, eleve necesita un Cielo.
muchas tinieblas, mucho silencio Lo que llamo ‘Cielo’ Así pues, todos los aquí
nos rodean... es una esperanza. Los presentes, ministros o agentes de
demás animales se en- seguridad, tenemos el sentimiento
2. Desde luego este cuestio- gendran por instinto. El de ser pasajeros o transeúntes. No
namiento es lo propio del hombre hombre necesita razones solamente porque somos mortales,
desde su origen. Él es el animal que para dar la vida”. sino también porque en nuestra
se asombra de existir. ¿Somos noso- misma vida deseamos un sobrepa-

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PERSONA y Reflexión Antropológica

samiento, no necesariamente un sobrepasamiento hacia Es en eso -muy simplemente- en lo que el hombre


otra parte, pues eso no sería otra cosa que turismo, y el sobrepasa infinitamente al hombre. Él busca sus razones
turismo -en materia de espiritualidad- es más frecuente de vivir más allá de sí mismo. Él aspira a una alegría que
de lo que se imagina. Nosotros deseamos sobre todo un todavía no posee verdaderamente y cuyo cumplimiento
sobrepasamiento en la intensidad de nuestra manera espera, por decirlo de algún modo, en algo ‘sobrenatural’.
de ser aquí y ahora, unos con otros, tratando en suma, Podemos retomar aquí una palabra inventada por Dante
los unos con los otros, sin hipocresía, una verdad y una y decir que el hombre está hecho para transhumanar.
amistad profunda (confesemos, sin embargo, que desde
el momento en que se raspa un poco el barniz del de- 4. Mas ¿cómo ‘transhumanar’? ¿Qué debemos en-
corado, estamos lejos de esta verdad y de esta amistad, tender por transhumanismo? Esta palabra debe resonar
porque ellas supondrían que todas las máscaras caerían especialmente entre estas paredes, pues el sustantivo
y que nos desnudásemos espiritualmente). ‘transhumanismo’ fue forjado en 1957 por el biólogo
Julián Huxley, primer director general de la Unesco. Lo
Nietzsche lo recordaba: “Lo grande en los hom- que resulta muy interesante es que este primer director
bres no es ser una meta, sino un puente: lo amable en el general de dicha institución no entendía el ‘transhuma-
hombre es ser una travesía y una caída”. Con una frase nismo’ como Dante. Su pensamiento va incluso radical-
como esa Nietzsche nos lleva a pensar en Rousseau, mente contra el de la Divina Comedia, pero tiene la ven-
según el cual el hombre no se distingue de los otros taja de manifestarnos la única alternativa que se plantea
animales por su perfección, sino por su ‘perfectibilidad’, hoy en el mundo moderno.
y sobre todo parece retomar una afirmación de Blaise
Pascal: “Daos cuenta de que el hombre sobrepasa infini- Hermano de Aldous Huxley, el autor de A Brave
tamente al hombre”. New World, hubiera podido pensarse que Julián Huxley
estaría vacunado contra toda tentación eugenista, y sin
3. Este cuestionamiento del hombre que busca embargo fue todo lo contrario. No es que Julián Huxley
un más allá adopta hoy en este lugar una significación fuese inconsecuente, no, antes al contrario fue de una
particular. Pues nosotros vivimos hoy la crisis radical del extrema coherencia. En 1941, en el momento mismo en
humanismo. Sin duda, se trata de la mayor crisis que no- que los nazis gaseaban a los enfermos mentales, Julián
sotros hemos de afrontar hoy: no tanto una crisis finan- Huxley escribía con cierta audacia: “Después de extraer
ciera o ecológica, sino una crisis antropológica y hasta plenamente las consecuencias que implica la biología
metafísica. Nos encontramos en un punto único en la evolutiva, la eugenesia se convertirá inevitablemente
historia, si bien las apelaciones a un nuevo humanismo, en una parte integrante de la religión del porvenir, o
lo mismo que a un retorno a la Ilustración, sólo pueden del complejo de sentimientos -sean cuales fueren- que
ser signos de ceguera. podrá ocupar en el porvenir el lugar de la religión or-
ganizada”. Tales presagios fueron escritos en 1941. Pero
Cuando se pretende fundar el humanismo sobre el hasta 1947, en que ya es director general de la UNESCO,
hombre mismo pasa lo que cuando se pretende alzar un no serán publicados en francés, sin que se hubiese cam-
edificio sin ningún apoyo exterior: se derrumba. Para que biado una sola línea durante esas fechas. Ciertamente
el edificio se eleve necesita un suelo. Para que el hombre Huxley era antinazi, socialdemócrata y sobre todo anti-
se eleve necesita un Cielo. Lo que llamo ‘Cielo’ es una rracista (lo que por otra parte no le impedía escribir en
esperanza. Los demás animales se engendran por instin- el texto ya citado: “Considero absolutamente probable
to. El hombre necesita razones para dar la vida. Sin estas que los negros auténticos tienen una inteligencia media
razones, sin una esperanza, no es que fuera a suicidarse, ligeramente inferior a la de los blancos o a la de los ama-
dada la inercia que hay en él y que le lleva a continuar su rillos”), pero Huxley pretendía reemplazar las religiones
curso como un sólido en un espacio vacío, pero al menos tradicionales por la religión de las biotecnologías.
ya no daría la vida, porque no ve para qué traer hijos al
mundo si es para que se pudran. La esperanza no es la Ciertamente, no se trata de iniciar aquí el proceso
guinda de un pastel, sino que por entero debe manifes- de Julián Huxley. Tan sólo quisiera poner de relieve una
tarse incluso en nuestra carne, incluso en nuestro sexo. ideología tan extendida que no supo ahorrarse esta
Bien lo saben los judíos: es en su sexo donde se encuentra afirmación y que tuvo incluso como representante a su
la señal de la Alianza con el Eterno, pero si yo no creyera ilustre primer director general. Si en 1957 este primer
en esta Alianza, ¿para qué continuar la aventura humana, director general de la UNESCO inventa el sustantivo
para qué obstinarse en alimentar la carne? He aquí lo que ‘transhumanismo’ es por no hablar de ‘eugenismo’, pa-
singulariza al hombre entre todos los animales: que debe labra difícil de manipular después del eugenismo nazi.
elevarse hacia el Cielo antes de poder acostarse tranquila- Sin embargo lo que está en juego continúa siendo lo
mente con su mujer. mismo: la redención del hombre por la técnica. Cito el

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PERSONA . Revista Iberoamericana de Personalismo Comunitario
Nº20, año VII, Agosto 2012 / ISSN: 1851 - 4693

texto de 1957 en que inventa el citado término plan- dad: no un desarrollo horizontal de nuestras potencias,
teando el siguiente ‘nuevo principio’: “La calidad de las sino una elevación vertical de nuestra palabra.
personas, y no solamente la cantidad, es lo que debe-
mos buscar; consiguientemente, es necesaria una polí- Tal es la oportunidad del Atrio de los Gentiles:
tica concertada para impedir la oleada creciente de po- levantar acta de esta situación nueva. No se trata sola-
blación que sumerge todas nuestras esperanzas de un mente del “diálogo entre creyentes y no creyentes”. Se
mundo mejor”. El Better World de Julián no se encuentra trata de plantear la cuestión del hombre y de reconocer
tan alejado del Brave New World de Aldous. Se trata, en que lo específicamente suyo no es ser un super-animal
efecto, de mejorar la ‘calidad’ de los individuos como se más potente que los demás animales, sino el ser recep-
mejora la ‘calidad’ de los productos y, por tanto, proba- táculo que recoge a toda criatura con amor para orien-
blemente, de eliminar o impedir el nacimiento de todo tarla con su palabra, con su oración, con su poesía, hacia
aquel que pareciese anormal o deficiente. su fuente misteriosa.

5. Tengan, pues, en cuenta, que es la definición


misma de hombre la que está en juego en este encuen-
tro nuestro. Y por lo tanto el porvenir mismo del hom-
bre. El hombre busca un más allá. Es por esencia trans-
humano. Pero ¿cómo se realiza el trans de lo transhuma-
no? ¿Por la cultura y la apertura a lo Trascendente? ¿O es
por la técnica y manipulación genética? ¿Es a través del
misterio de la palabra? ¿O es por la voluntad de poder?
Ciertamente, la UNESCO es una organización mundial
dedicada a la protección y el desarrollo de las culturas.
Pero también, como cualquier organización actual, está
devorada por la logística tecnocrática, es decir, por el
deseo de resolver los problemas en lugar de reconocer
el misterio. Prueba de ello es la ambigüedad de la que
da testimonio su primer director general.

Pues bien, he aquí mi sencilla cuestión: ¿debemos


tomar como director a Julián Huxley o bien debemos
tomar como tal a Dante? ¿Está la grandeza del hom-
bre en la facilidad técnica para vivir? ¿O bien está en
ese desgarro, en esa apertura como un grito hacia el
cielo, en esa llamada viva hacia lo que nos trasciende
realmente? Tengan en cuenta que un transhumanismo
cuyo productor fuese el hombre no sería un verdadero
transhumanismo: no gira hacia lo más allá de lo huma-
no, sino en torno al más acá, reduciendo al hombre a un
objeto técnico. Ahora bien, repitámoslo, la maravilla del
hombre no está en su perfección técnica, mera proeza
mecánica a la que hubiera que desechar cuando no con-
servase sus habilidades. Su maravilla está en el misterio
de su presencia asombrada. Su maravilla no está en su
eficiencia, sino en la epifanía de su rostro, sea éste cual
fuere, incluso cuando este rostro es deforme, incluso si
es el rostro de un crucificado.

6. Ha llegado, pues, nuestra modernidad a ese


punto extremo en que ahora tiene la posibilidad de
realizar concretamente el transhumanismo en términos
técnicos y de considerar a los hombres que somos como
bricolages arcaicos y obsoletos. Pero este último extre-
mo es también una gracia: ella nos permite, por oposi-
ción, acoger mejor lo que constituye nuestra humani-

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