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Enfermedades adquiridas
Aquellas que no se transmiten de padres a hijos, y que pueden presentarse a cualquier edad:
Enfermedades hereditarias
Aquellas que se transmiten de padres a hijos, aunque con patrones muy variados de herencia:
La debilidad muscular distal, la más alejada de la parte central del cuerpo, como antebrazos,
manos y piernas, es característica de las miopatías distales, también la miositis con cuerpos de
inclusión en su forma esporádica, las miopatías miofibrilares y la distrofia miotónica tipo 1 (DM1) o
enfermedad de Steinert, entre otras.
La debilidad muscular axial afecta a los músculos flexores del cuello (dropped head, o cabeza
caída) e incluso se puede manifestar por el tronco curvado (camptocormia).
También puede existir afectación de los músculos de la cara, presentando caída de los párpados,
dificultad para cerrar completamente los ojos o problemas para soplar. Otros músculos afectados
con cierta frecuencia son aquellos que intervienen en la mecánica ventilatoria, como el diafragma
y los músculos intercostales. La asociación de problemas para deglutir por afectación de los
músculos faríngeos se puede presentar en miopatías hereditarias y también adquiridas.
Dolor muscular (mialgia) y calambres musculares. Son un síntoma común, pero es raro que se
presente de forma aislada en el contexto de una enfermedad muscular. Los calambres musculares
pueden producirse en personas sanas tras un agotamiento muscular, pero en algunos casos puede
indicar una enfermedad neuromuscular, como trastornos de motoneurona, distrofia muscular de
Duchenne (DMD) y algunas enfermedades metabólicas musculares.
Estos síntomas no son excluyentes entre ellos, se pueden presentar desde el nacimiento, la
infancia o la vida adulta.
Un episodio aislado puede producirse por varias causas, como ejercicio extenuante, abuso de
alcohol o drogas, medicamentos, infecciones víricas, lesiones traumáticas y crisis epilépticas.
Cuando los episodios de rabdomiólisis son repetitivos o existe historia familiar, se deben excluir
causas o defectos genéticos. Las causas más comunes de rabdomiólisis iterativa son las
glucogenosis como la enfermedad de McArdle, trastornos del metabolismo de lípidos y las
enfermedades mitocondriales.
Exploración física. Está dirigida a buscar los principales signos musculares, pero también al resto
de los órganos, ya que alguno de ellos puede participar de forma significativa en la enfermedad.
Tras valorar los antecedentes del paciente y de su familia y realizar el examen físico, es probable
que se sospeche una miopatía, ya sea adquirida o hereditaria, por lo que se pueden realizar
algunas pruebas complementarias como:
Estudio de las enzimas musculares en sangre (CK, LDH y aldolasa). Son enzimas que se
encuentran principalmente en los músculos esqueléticos y el corazón, y en cantidades menores en
el cerebro. Es aconsejable que ante la presencia de valores elevados de las enzimas musculares se
descarten probables causas esporádicas de estas alteraciones; por ejemplo, si el paciente realiza
ejercicio físico intenso, presenta un traumatismo, le ha sido administrada una vacuna, etc. los días
previos. En cualquier caso, siempre es prudente repetir los análisis a las 2-3 semanas para
corroborar los resultados.
Electromiograma. Es una prueba que se usa para estudiar el funcionamiento de los nervios
(sistema nervioso periférico) y los músculos. La prueba consiste esencialmente en registrar
mediante electrodos especiales las corrientes eléctricas que se forman en los nervios y músculos.
También permite estudiar la unión neuromuscular. El electromiograma es una prueba segura, útil
y sencilla de realizar, aunque un poco molesta.
Resonancia magnética. Es una prueba de imagen útil para valorar todos los músculos del cuerpo
en el caso de hacer una resonancia corporal total, o de los músculos de hombros y de cadera
cuando se limita a esos grupos musculares. Permite valorar la presencia de inflamación y de atrofia
muscular. También permite guiar la biopsia muscular y valorar un patrón característico de
afectación en el contexto de algunas miopatías e incluso, en algunas situaciones, ayuda a valorar la
respuesta al tratamiento. La prueba no es dolorosa y no implica radiación, a diferencia del TAC,
pero tiene el inconveniente de su duración (a veces una hora o más), y la sensación de
claustrofobia que experimentan algunas personas.
Prueba de isquemia del antebrazo. Se trata de una prueba en la que se evalúa cómo el músculo es
capaz de obtener energía a partir de la glucosa. Se coloca una vía venosa en el antebrazo y se le
pide al paciente que realice ejercicio (apretar una pelotita con la mano) en situación de isquemia
(con un manguito de presión), para luego medir de forma seriada los niveles de lactato y amonio,
tras haber obtenido previamente una muestra en estado basal.
Estudios genéticos. En algunos casos estos estudios constituyen el primer eslabón diagnóstico, por
ejemplo, ante la sospecha clínica de una distrofia de Duchenne, distrofia de Steinert o distrofia
Facio escapulo humeral, entre otras. Por el contrario, en algunas otras miopatías, los estudios
genéticos son los últimos que se practican, tras haber descartado algunas enfermedades con la
resonancia muscular y/o la biopsia muscular.
Las MII son un grupo de enfermedades diferentes, pero se tratan de forma similar, salvo algunas
excepciones. La miositis con cuerpos de inclusión en su forma esporádica (MCI) no tienen un
tratamiento farmacológico especifico, ya que el tratamiento con fármacos inmunodepresores
queda reservado para el resto, y no se ha demostrado que funcione en la MCI.
Tratamiento no farmacológico
Tratamiento farmacológico
Nuevas terapias
Es muy probable que en un futuro próximo se desarrollen nuevos medicamentos (dentro del
grupo de los llamados agentes biológicos), que permitan tratamientos más efectivos y menos
tóxicos.
Durante mucho tiempo se ha pensado que los calambres musculares tenían su origen en la
deshidratación muscular o en desequilibrio de electrolitos… la teoría detrás de los calambres es
que el compartimiento que aloja el liquido extracelular se encuentra sobre estresado debido al
sudor llevando a una perdida de volumen insterticial rápidamente.
Adicionalmente la sudoración puede llevar a un déficit de sodio, calcio, magnesio, cloro y potasio…
todos estos efectos son razones para desencadenar una deformación mecánica de las
terminaciones nerviosas e incrementar la concentración de iones y neurotransmisores que
conducen a un estado de hiper excitabilidad a las terminaciones de las motoneuronas generando
una descarga expontanea.
El fitness popularizo la idea de que los calambres ocurren debido a una alteración mecánica del
reflejo motor en respuesta a la fatiga neuromuscular, especialmente en músculos sobrecargados y
fatigados engendrando un desequilibrio del impulso excitatorio hacia la motoneurona alfa, este
ultimo impulso es que produce un calambre localizado… esta hipótesis se da ya que la fatiga del
musculo esquelético ha demostrado reducir el impulso inhibitorio de la motoneurona alfa del
aparato tendinoso de Golgi en los tendones incrementando la señal excitatoria en los husos
musculares.
Tenemos también los trastornos hidroelectrolíticos como por ejemplo alteraciones de los iones
como la hipocalcemia, la hipomagnesemia, la hipopotasemia, la alcalosis metabolica que en este
caso en vez de una disminución es un aumento del PH, problemas de deshidratación, golpes de
calor entre otros.
Puede haber aceptaciones neurológicas como por ejemplo radiculopatías, polineuropatías que se
relación al tema del alcohol o una diabetes de larga evolución, pero también enfemedades de la
motoneurona como la esclerosis lateral amiotrofica
Otra causa también puede ser las miopatías como la enfermedad del Cardel o distrofias como la
enfermedad de Steiner