El Perú ha tenido una convivencia tensa con su diversidad.

La ha negado por largo tiempo,

generando así situaciones de exclusión que nos cuesta superar. Sin embargo, en los últimos años
un conjunto de medidas importantes busca superar estas debilidades combatiendo
el racismo y promoviendo el enfoque intercultural en la gestión y revalorando las lenguas,
protegiendo los derechos colectivos y visibilizando lo que antes fue poco valorado, por tal motivo
nos planteamos la siguiente interrogante ¿Se considera al Perú un país que valora y aprecia la
multiculturalidad que existe en su territorio? 
 
En el mundo globalizado, la diversidad cultural se encuentra en una situación ventajosa. Ya que
organismos internacionales, académicos, intelectuales, activistas, formuladores de políticas e
ideólogos del desarrollo hablan constantemente de pluralismo cultural y multiculturalidad, de
culturas híbridas y sincretismos culturales, del derecho a la diferencia y de las políticas culturales,
ya que es común que la diversidad cultural se vea afectada por los diferentes pensamientos de los
ciudadanos la cual la lleva por un camino si futuro. 
 
Al decir Adam Kuper, la diversidad cultural se refiere al conjunto de estrategias, normas y valores
que los distintos seres humanos han sido capaces de desarrollar para vivir en grupo y para
adaptarse a lo largo del tiempo a diferentes entornos y diferentes espacios. Estos valores, normas
y estrategias se han convertido en costumbres y son compartidas dentro del grupo haciéndolas
perdurar de generación en generación en procesos dinámicos de construcción y reconstrucción. 
 
Por otro lado, Freire piensa que la multiculturalidad no puede existir como un fenómeno
espontáneo, sino tan sólo si es creado, producido políticamente, trabajado, a duras penas, en la
historia (Freire, 1992: 157). Estamos frente a un hecho social: la diversidad cultural o la pluralidad
de culturas (pluriculturalidad). 
 
Al respecto la UNESCO menciona que la multiculturalidad es una fuerza motriz del desarrollo, no
sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual,
afectiva, moral y espiritual más enriquecedora. Esta diversidad es un componente indispensable
para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sustentable, gracias, entre otros, al
dispositivo normativo, hoy día ya completo, elaborado en el ámbito cultural (UNESCO, 2014). 
 
En conclusión se debe promover la diferencia cultural, no debe marcar la diferencia, ya que La
diversidad cultural ayuda a ser una nación altamente reconocida y envidiable para todos los que
permanecen en la nación, y también a poder vivir en paz y armonía con todos, por lo que debemos
promover la diversidad cultural para que sea visible en todos  sus aspectos y no ser parte
del montón que se dejan influir por los demás y no convencerse erróneamente de que queremos
provocar cambios y erradicar la diversidad cultural. Así que conservemos el idioma, las
costumbres, el folclore, la comida, las tradiciones y todo lo que distingue al Perú. Deseo que
nuestra historia, nuestras raíces y la esencia de nuestra civilización se pueda expresar en cada
individuo de nuestro país, por eso ponemos de nuestra parte y hacemos realidad todas estas
cosas