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DIVERSIDAD CULTURAL

DEFINICIÓN

Diversidad cultural es un principio que reconoce y legitima las diferencias culturales entre
diversos grupos humanos, así como la existencia, convivencia e interacción entre diferentes
culturas dentro de un mismo espacio geográfico.

A través de la diversidad cultural se pueden apreciar las diferentes expresiones culturales


propias de un pueblo, país o región que, a su vez, han sido modificadas o afectadas por las
expresiones culturales provenientes de otros territorios gracias a diversos factores.

Por ello, se puede afirmar que la diversidad cultural posee la cualidad de aceptar y compartir,
de manera recíproca, características propias de una u otra cultura en un espacio geográfico en
particular.

Por tanto, el concepto de diversidad cultural está íntimamente relacionado con los
significados de identidad cultural, interculturalidad y multiculturalidad, que implican el
contacto entre diversas lenguas, etnias, religiones, expresiones artísticas, valores,
gastronomías, cosmovisiones, entre otros.

Estos contactos e intercambios de conocimientos y expresiones enriquecen el capital cultural


de un país o región.

En este sentido, la diversidad cultural es considerada por la Unesco como un patrimonio


cultural de gran valor y que dio origen a la Declaración Universal de la Unesco sobre la
Diversidad Cultural, en el año 2001, la cual ha ampliado la posibilidad de crear diferentes
políticas culturales nacionales e internacionales.

Asimismo, tras dicha Declaración se estableció por la Unesco el día 21 de mayo como el Día
Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.

Por otra parte, cabe mencionar que la diversidad cultural es la consecuencia de diferentes
procesos de tipo histórico, político, social, económico y tecnológico, que han contribuido de
una u otra manera al encuentro de diferentes culturas e, incluso, a la desaparición de otras de
menor envergadura.

La diversidad cultural ha fomentado el reconocimiento de aquello que resulta ajeno, así como,
el intercambio de conocimientos y de valores como, el respeto, la tolerancia, la comprensión y
la convivencia entre los diferentes grupos de personas que viven en un mismo espacio.

Entre los temores que despierta la diversidad cultural pueden señalarse la posible
configuración de una cultura homogénea, en la que se pierdan las identidades culturales de
los grupos minoritarios sobre los dominantes.
IDENTIDAD CULTURAL EN EL PERÚ

Dextre (2012), plantea que la idea de Identidad Cultural, generalmente, está asociada al
proceso de homogeneizar las costumbres, la forma de pensar y ver la vida y la cultura de
todos los habitantes.

Es un hecho totalmente cierto que en el Perú de hoy y de siempre existen varias naciones en
una sola, las mismas que a su vez se tratan de representar en la idea de país como orden
administrativo y político, pero que – cierta y lamentablemente – no llega a configurar el
recinto que despierte sentimientos de pertenencia e identificación. Desde esa perspectiva,
tenemos que pasar por aceptar que no son sinónimos los conceptos de país y nación que a
veces equiparamos

Además, el Perú es un país que posee una diversidad cultural, sin embargo se sigue
difundiendo una falta de identidad nacional la cual no significa que es una sumatoria de
identidades múltiples, y es aquí donde radica el problema. Sumar identidades regionales
fuertes no resulta en una identidad fuerte, mucho menos en un país que se caracterice por
una composición étnica y muy heterogénea. Las diversas formas de cultura que se van
formando en nuestro país nacen bajo la hegemonía de una orientación extranjerizante.
También están la destrucción de todas las formas de culturas del Perú a través de malos
programas de televisión, la desaparición de la enseñanza del arte peruano en las
universidades, una cultura chatarra que es la que se difunde ampliamente en el país con la
indiferencia hacia el Estado. Todo esto hace que el peruano se olvide de sus raíces y empiece
a adoptar costumbres extranjeras. Así mismo, la ausencia de proyectos que inviertan en la
difusión de nuestra cultura hace que esta pueda llegar a desaparecer, produciéndose, así, un
asesinato cultural, un etnocidio.
MULTICULTURALIDAD

De acuerdo a la Sociología o la Antropología, se habla de multiculturalidad cuando un espacio


geográfico, físico o social reúne a distintas culturas que coexisten e intercambian a diario pero
sin que ninguna ejerza una influencia demasiado drástica sobre otras. Dentro de esta
multiculturalidad se aceptan y reconocen todas las diferencias culturales, tanto las de índole
racial o étnico como las religiosas o lingüísticas; e incluso se promueve el derecho a esta
diversidad. Cuando estas comunidades logran convivir en un marco de tolerancia y respeto es
que los expertos comienzan a hablar de multiculturalismo.

Dentro del paradigma pluralista, el multiculturalismo surgió como un modelo de política


pública y como una filosofía o pensamiento social de reacción frente a la uniformización
cultural en tiempos de globalización.

Se ha concebido como una oposición a la tendencia presente en las sociedades modernas


hacia la unificación y la universalización cultura, que celebra y pretende proteger la variedad
cultural, al tiempo que se centra sobre las frecuentes relaciones de desigualdad de las
minorías respecto a las culturas mayoritarias.

A grandes rasgos, podríamos decir que la multiculturalidad se caracteriza por:

 Trabajar por la eliminación de los prejuicios y estereotipos asociados a cada cultura.


 Promover la convivencia armoniosa entre culturas.
 Buscar la tolerancia de las diferencias.
 Fomentar los intercambios ente los distintos grupos culturales.

A lo largo de los años se ha generado una problemática en torno a este concepto, atendiendo
a los efectos que la globalización podría tener sobre el mismo: ¿se puede convivir de forma
pacífica con un colectivo que posee tradiciones y preconceptos distintos? ¿Puede obligarse a
determinado grupo a que acate leyes que no comparte? ¿Es necesario ser tolerante con
aquellos que no toleran nuestra forma de vida?

Entender, por lo tanto, al multiculturalismo como la simple coexistencia de diferentes grupos


culturales hace a un lado las diferentes problemáticas que este concepto abarca. Estudiarlas y
analizarlas es tarea de los estudiosos de la Sociología y la Antropología, que deberán dar
respuesta a las distintas interrogantes que rodean a esta definición.

IMPORTANCIA DE LA DIVERSIDAD CULTURAL

La diversidad cultural favorece el desarrollo del país, gracias a la amalgama de recursos


étnicos, tradiciones, sociales, flora, fauna, regiones y paisajísticos.

Por esto las diferencias incorporan un potencial positivo, ya que son el medio por el que se
complementan los unos a los otros para crear soluciones que nos permitan convivir en los
entornos naturales y sociales.
Es importante destacar que tres cuartas partes de los mayores conflictos tienen una
dimensión cultural, por ello superar la división entre las culturas es urgente y necesario para la
paz, la estabilidad y el desarrollo.

La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que respecta al
crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y
espiritual más enriquecedora. Además, es un componente indispensable para reducir la
pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible.

LA DIVERSIDAD CULTURAL EN EL PERÚ

El Perú es uno de los países culturalmente más diversos de América y el mundo. Esta variedad
se remonta a lejanas épocas prehispánicas, tiene que ver con la extensión y variedad
geográfica de nuestro territorio y también, con los bagajes de quienes han llegado en
diferentes momentos a compartir este suelo con las poblaciones originarias: españoles y
africanos en el siglo XVI, chinos y japoneses en el siglo XIX, y tantos contingentes europeos en
épocas más recientes. Esta convivencia no ha sido siempre armoniosa. Hemos vivido la
diferencia con dificultad, la mezcla con duda, las fronteras y las relaciones con los otros con
sospecha. Pero fue nuestro novelista José María Arguedas quien mejor delineó la imagen
alternativa de un país que tolera, respeta y celebra la utopía de la diversidad. Por ello escribió
sobre un Perú de todas las sangres, donde todos puedan vivir felices todas las patrias.

José María Arguedas planteó la posibilidad de repensar nuestra historia y nuestro futuro
compartido a partir de nuestras tradiciones, y respetando e incentivando la diversidad como
un elemento central de todo proyecto de desarrollo nacional. En este sentido, nosotros
también decimos: la diversidad cultural es una condición, un medio y un fin del desarrollo. Su
reconocimiento debe constituir un activo y no un pasivo en nuestro esfuerzo por
incorporarnos ventajosamente al mundo global. Y a esa meta contribuyen sin duda los
pueblos indígenas y la población afroperuana, cuyas organizaciones se multiplican y fortalecen
generando cada vez, más valor, más intercambio creativo y más visibilidad.

En décadas recientes, las relaciones y visiones sobre nuestra sociedad se han modificado. La
conjunción de procesos demográficos y migratorios, modernización y ampliación de
ciudadanía, movilizaciones sociales y políticas, han tenido impacto en el modo en que
convivimos hoy los peruanos. Actualmente nuestra sociedad diversa y compleja tiene que
afrontar nuevos desafíos y oportunidades: la intensificación de las migraciones más allá de
nuestras fronteras, la globalización cultural y mediática, el desarrollo de nuevas tecnologías, la
conformación e intersección de nuevas identidades locales, regionales y globales. Sin duda
hoy existe mayor conciencia de derechos y del valor positivo de la diversidad cultural. Sin
embargo, esta valoración aún convive con la persistencia de prácticas discriminatorias que
impiden el pleno desarrollo de nuestra vida cotidiana y convivencia ciudadana. Pero
queremos llamar la atención sobre algo valioso y evidente: hoy en el Perú se respira un nuevo
contexto. La diferencia, la pluralidad de experiencias, de memorias, de formas de vida, son
valoradas cada vez más. Las ciudades han crecido formando nuevas culturas donde se
combinan creativamente las tradiciones de los pueblos indígenas, de las localidades, de los
pueblos, de las comunidades campesinas y de los barrios urbanos y peri urbanos. Son culturas
que beben mutuamente entre sí y permanecen abiertas y en constante cambio, pero que
conservan fuentes de orgullo e identidad.

La música, la gastronomía, el turismo, las artes, las lenguas, las vestimentas, las tradiciones,
todo lleva una impronta donde la cultura acaba siendo clave. Hoy no se viaja solamente para
conocer un sitio arqueológico, sino para conocer culturas y aprender de ellas. Cada vez
aparece como incuestionable el uso de lenguas originarias, pocos se atreven a discutir la
relevancia de las memorias locales, pocos se atreverían a sostener posiciones racistas o
centralistas como antaño.

Es la sociedad la que ha cambiado de modo prodigioso, y le cabe al Estado estar a la altura de


estos movimientos, responder a estos retos, recoger y aprender de estos procesos y devolver
hacia la ciudadanía nuevas formas de vivir lo público, más democráticas, donde se respeten
las diferentes formas de vida y todos los peruanos sean capaces de acceder a servicios en las
mismas condiciones. Es un escenario de enorme potencial de cara a nuestro bicentenario
como república. Teniendo como horizonte una sociedad que se mira a sí misma con confianza
y un Estado que gestiona esta diversidad con respeto, promotor y principal garante de las
culturas y su vitalidad.

BIBLIOGRAFÍA

Degregori, C. (2016). “Perú: identidad, nación y diversidad cultural”. PUCP.Lima. Perú.

Sandoval, Muñoz, Agüero, Oré y Torrejón.(2014). “La diversidad cultural en el Perú”. Revista.
Ministerio de Cultura. Lima.

Correa, P. (2008). Identidad nacional e identidades múltiples. PUCP. Lima.

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