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2co7!8!11 La Tristeza Según Dios Causa Arrepentimiento para Salvación
2co7!8!11 La Tristeza Según Dios Causa Arrepentimiento para Salvación
• Habiendo sido consolado Pablo de su falta de reposo, estando atribulado por todos lados, por
fuera conflictos, y por dentro temores, ahora, en estos versículos, él da la razón para la fuerte
tensión que hubo entre él y la iglesia de Corinto.
• El centro del conflicto fue el pecado sexual, de alguien en la iglesia de Corinto, que se juntó con la
mujer de su padre.
• Pablo exhortó en repetidas oportunidades a la iglesia de Corinto para que expulsara al pecador, y
finalmente, por la negligencia de la iglesia en disciplinar al pecador, entristeció profundamente a
la iglesia de Corinto, con una carta extremadamente fuerte.
βαρύς (barys) (47/6) adj. (cf. lat. gravis pesado) 1. que tiene peso, pesado; 4. figurado difícil de aguantar,
pesado, insoportable, inaguantable, penoso, doloroso, intolerable.
ἰσχυρός (ischyros) (160/29) adj. (ἰσχύς fuerza) 1. que tiene mucha fuerza, fuerte, robusto, vigoroso,
poderoso, potente.
• La carta fue tan fuerte, y la tristeza de los corintios tan grande, que Pablo, incluso lamentó haber
mandado la carta.
• Pero, ¿cómo puede un mensaje escrito entristecer tanto a alguien, inclusive a toda la iglesia?
• Una carta puede entristecer cuando:
1. Trae malas noticias del que escribe, o para el que las recibe.
2. Maltrata con sus palabras a los que leen la carta.
3. Acusa falsamente a los que leen la carta.
4. Amenaza a los que leen la carta.
5. Denuncia el pecado de los que leen la carta.
• Puede ser una opinión subjetiva, pero el último motivo listado, denunciar el pecado, parece ser el
que más tristeza puede producir, siempre y cuando el que lee la carta se humilla y reconoce su
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pecado.
• Cuando un pecado es denunciado, pero el que lo ha cometido no se humilla, entonces la reacción
no es tristeza, más bien una gran ira, insultos y violencia.
• En el caso de la iglesia de Corinto, la carta de Pablo, sí causó una gran tristeza, lo que significa que
la iglesia de Corinto se humilló y reconoció su pecado.
• Antes de continuar con la reacción de Corinto, es necesario reflexionar sobre las cartas y los
mensajes, que se envían hoy de un lado a otro, de forma instantánea.
• El estado de ánimo del que escribe, tiene una gran importancia sobre el tono y las palabras que se
escriben.
• Salvo algunas excepciones, la mayoría de los mensajes, siendo casi siempre instantáneos, no
permiten retractarse o borrar las palabras toscas o los agravios, escritos en un momento de cólera
o frustración.
שְך
ַׂ ָ( חḥā∙śǎḵ): v. 1. reprimir, retener, refrenar, detener, o sea, impedir que una acción ocurra.
• Quiero aconsejarle encarecidamente, que usted evite de manera general y completa, escribir
mensajes apresuradamente, y que tampoco mande acusaciones, chismes, insultos, ni que
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• Un mensaje necesario no enviado, es siempre mejor que un mal mensaje, que se ha enviado.
• Siempre podrá enviar el mensaje que no mandó, pero casi nunca podrá eliminar un mal mensaje
que ya ha enviado.
• Regresando a la carta que mandó Pablo, causando la tristeza de la iglesia de Corinto, es notorio
que es totalmente desconocida, no sólo no es parte del Nuevo Testamento, tampoco se menciona
en la tradición de la iglesia.
• Es posible, que algo de lo que escribió Pablo, no deba ser conocido, sino por la iglesia de Corinto.
• Le animo a que tenga mucho cuidado, todo mensaje que usted mande, siempre podrá hacerse
público, y ser conocido por todos.
• Recuerde, que no hay nada oculto que no llegue a ser manifestado, ni secreto que no salga a la
luz, y en este mundo la naturaleza humana es mala, chismosa, hipócrita, y que se alegra causando
el mal y trayendo división.
17 Porque no hay nada oculto que no llegue a ser manifestado, ni secreto que no haya de ser
plenamente conocido y salga a luz.
• Por eso, todo lo que escriba, escríbalo siempre con la certeza que alguna vez se hará público.
( צָ ָרהṣā∙rā(h)): s.fem. problema, pena, calamidad, angustia, o sea, un estado de circunstancias muy
desfavorables, dicho término se enfoca en el dolor emocional y angustia provocados por la situación.
• Por eso, siempre y en todos los casos, para ventilar problemas, es mejor no escribir, que escribir:
1. Cuide su testimonio.
2. No cierre puertas al evangelio.
3. Escriba con la luz de la Palabra.
4. Escriba para bendecir, o no escriba.
• Idealmente, encuéntrese con las personas y hable cara a cara, si eso no es posible, hable por
teléfono, y si aun eso no es posible, considere que es mejor no escribir si está ofendido, más bien,
ponga el desagravio en oración, y perdone al ofensor.
λυπέω (lypeomai) (64/26) v. (λύπη tristeza) 1. causar tristeza, entristecer, apenar, afligir.
χαίρω (chairō) (88/74) v. (*χαρ-y-ω, cf. χαρά alegría) 1. alegrarse, regocijarse, tener alegría, estar alegre,
contento.
μετάνοια (metanoia) (7/22) sust. (μετανοέω cambiar de opinión) 1. pensamiento que viene después,
pensamiento posterior, reflexión; 2. cambio de vida y de actitud fruto del cambio de sentimiento con
respecto al pecado y a la rectitud, arrepentimiento, remordimiento, cambio de vida, conversión.
λύπη (lypē) (49/16) sust. (etim. inc.) 1. pesar, tristeza, aflicción; 2. dolor físico, dolor, fatiga.
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• La causa principal para la aflicción de Pablo, es sin ninguna duda, la tristeza que le causó a la iglesia
de Corinto por medio de su carta, a pesar, de haber sido necesaria, y que fue de bendición.
• Como se pudo ver en el mensaje anterior, siempre y en todos los casos es necesario exhortar al
pecador, arriesgándose a causar tristeza, e incluso separación, en lugar de tolerar o pretender
ignorar el pecado.
• El que tolera el pecado de su prójimo, no sólo lo deja condenado, sino que hasta cierto punto se
condena a sí mismo.
• Pablo, como siervo fiel y temeroso de Dios, no ignoró el pecado de la iglesia de Corinto, ni lo toleró,
sino que los exhortó severamente, causándoles profunda tristeza.
• Note, que Pablo menciona la tristeza siete veces en 2 Corintios 7:8-11, lo que muestra el impacto
de la severidad de la exhortación de Pablo, quebrantando a la iglesia hasta el arrepentimiento.
• Opuesta a la actitud de Pablo, qué miseria más grande es la de la iglesia contemporánea, que
ignorando la Palabra de Dios, tolera de todo, incluso todo tipo de pecados, con tal de no ofender
al pecador, causando que se aleje, y que deje de dar dinero a la iglesia, que es lo que realmente
les importa.
ἀνέχομαι (anechomai) vb. 1. ser paciente con, soportar a alguien, sobrellevar, tolerar.
ἄφρων (aphrōn) (133/11) adj. (ἀ neg., φρήν parte del alma que produce los sentimientos y las pasiones,
sobre los que debe regir la razón) 1. que ha perdido la razón, o se comporta como si no la tuviese, loco,
necio, insensato, tonto; 2. en sentido religioso, pecador, que se rebela contra Dios, insensato.
ἀφίημι (aphiēmi) (137/143) v. (ἀπό, ἵημι ir) 5. dejar a alguien en paz, no molestarla, dejar algo en un sitio,
dejar, permitir, tolerar, autorizar.
• Justamente, los líderes y ancianos en la iglesia, han recibido la autoridad del Señor Jesús, para
edificar a la iglesia, y no para destruirla.
• Todo anciano que busca la santidad de la iglesia, la edifica, pero todo aquel que busca agradar a
la iglesia, sin buscar su santidad, la destruye.
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• Por eso el anciano, que exhorta el pecado en la iglesia, no tiene por qué avergonzarse.
• Cuando un creyente peca, y usted no lo confronta, usted ha decidido no ayudar a ese creyente, y
está dispuesto a ofender a Dios.
ἐλέγχω (elenchō) (65/17) v. (etim. inc.) 1. buscar o desvelar la verdadera naturaleza escondida u oculta,
normalmente mala, de alguien, mostrar una falta o un error, ponerlo de manifiesto; 2. de ahí, reprochar
a alguien su mal comportamiento, censurar, reprender, criticar; 3. censurar, corregir, castigar, lo malo
que alguien hace.
καταρτίζω (katartizō) (17/13) v. (κατά, ἄρτιος que ajusta bien) 1. poner en orden, de ahí arreglar,
perfeccionar, completar, hacer que algo sea un conjunto armonioso; 3. volver a poner en orden, reparar,
restaurar.
• Sin embargo, cuando usted confronta a un creyente por su pecado, usted ha decidido ayudar al
creyente, y está dispuesto a que ese creyente se ofenda con usted.
• Le hago una pregunta simple, ¿qué es mejor, ofender a Dios y no ayudar a un creyente, u ofender
a un creyente tratando de ayudarlo, pero no ofender a Dios?
• Pablo dio el ejemplo perfecto a todos los líderes en las iglesias, que en todos los casos, siempre es
necesario denunciar el pecado, y exhortar al pecador, llevándolo a la tristeza según Dios, para que
pueda alcanzar el arrepentimiento.
• Permítame repetirlo con el mayor de los énfasis, la razón por la que se exhorta al pecador, y se le
entristece, es para que se arrepienta de su pecado.
• Es importante que sepa, que sin un arrepentimiento sincero, nadie recibe el perdón de sus
pecados, ni puede tener esperanza de salvación, y de forma alguna puede decirse que se ha
reconciliado con Dios.
9 ahora me regocijo, no porque fuisteis contristados, sino porque fuisteis contristados para
arrepentimiento. Porque fuisteis contristados según Dios, para que en nada sufrierais pérdida por causa
de nosotros.
ζημιόω (zēmioō) (7/6) v. (ζημία pérdida) 1. causar un daño o una pérdida, en voz pasiva sufrir un daño o
una pérdida, perder.
• Como Pablo se lo dijo a la iglesia de Corinto, es necesaria la tristeza según Dios, para que en nada
se sufra pérdida, por causa de los líderes, que no se atreven a exhortar al pecador.
• Una vez más, si los líderes no exhortan al pecador, temiendo ofenderle, el pecador, que no será
movido a la tristeza según Dios, lamentablemente sufrirá pérdida, lo que señala a los líderes como
irresponsables.
• El arrepentimiento según Dios, que entristece al pecador, con la tristeza según Dios, es la señal
más clara de la obra del Espíritu Santo en el corazón del pecador.
• Cuando el Espíritu Santo se acerca al pecador, la santidad de Dios lleva a ese pecador a un
profundo sentimiento de culpa, esa culpa lo entristece, y la tristeza, cuando es según Dios, mueve
al pecador al arrepentimiento, reconociendo su pecado, confesándolo, y pidiendo perdón en el
Nombre Santo de Jesús.
• En este tiempo, el "evangelismo" que se practica en las iglesias, quiere lograr inútilmente el perdón
del pecador, sin pasar por la culpa, sin tener tristeza, y sin la necesidad de arrepentirse.
• Este falso "evangelismo de gloria", sin la cruz de Cristo, es mentira, es inútil, es infértil, es incapaz
de traer perdón, o salvación, o santificación, y tampoco lleva a la vida eterna.
• El “evangelismo de gloria”, o sea buscar conversiones sin arrepentimiento, no produce salvación,
ni santificación, solo engendra abortos espirituales, que son los pecadores engañados, suponiendo
equivocadamente de sí mismos, que son creyentes.
• Pablo, en Atenas, en el Areópago, anunció la resurrección de Jesús, antes de enseñar acerca de Su
muerte vicaria en la cruz, lo que resultó en burla, en lugar de arrepentimiento y nuevo nacimiento.
• De hecho, Pablo no estableció una iglesia en Atenas.
• Verá, el evangelio, o sea la buena noticia, es el anuncio de perdón al pecador, por el mérito de
Cristo.
• El evangelismo no es repartir premios, ni halagar personas, es buscar el perdón y la redención de
pecadores.
ἀποτόμως (apotomōs) (1/2) adv. (ἀπότομος severo) de un modo cortante, severamente, con severidad,
dureza, rigurosamente.
• Para recibir el perdón por una falta, por supuesto, es necesario primero, reconocer la falta, lo que
significa literalmente, la palabra arrepentimiento.
• Este reconocimiento de la falta, se expresa por medio de la tristeza según Dios, que lleva al pecador
a saber que ha pecado, moviéndolo y presionándolo a confesar su pecado, y a pedir perdón a Dios
en el Nombre de Jesús.
• Por eso, todo el que no se humilla, reconociendo su pecado delante de Dios y confesándolo, de
ninguna manera se ha arrepentido de su pecado.
• Arrepentirse es darse cuenta, tomar conciencia, o entender que se ha pecado:
1. La palabra griega μετάνοια (metanoia) es la combinación de la preposición μετά (meta) “con”
y νοέω (noeō) “entender, reflexionar, percatarse”.
2. La palabra νοέω (noeō) es la forma verbal de la palabra νοῦς (nous), que significa “mente,
entendimiento, pensamiento”.
3. Entonces, arrepentimiento, en griego μετάνοια (metanoia), significa "darse cuenta, entender,
percatándose de algo".
• El que se arrepiente, es el que se da cuenta de que ha pecado contra Dios, esto es, que ha faltado
al mandamiento de Dios, y que por lo tanto ha ofendido a Dios.
• El arrepentimiento sincero, entristece al pecador, y esta tristeza según Dios, es la mayor evidencia
de un arrepentimiento verdadero.
• El arrepentimiento sincero moverá al pecador a la conversión, o sea a un cambio de 180, del
pecado a la santidad:
1. La palabra griega ἐπιστρέφω (epistrephō) es la combinación de la preposición ἐπί (epi) “sobre,
hacia” y στρέφω (strephō) “volverse, ir a otro lado, cambiar, devolver”.
2. La palabra στρέφω (strephō) es la forma verbal de la palabra τροπή (tropē), que significa
“vuelta, cambio, variación”.
3. Entonces, conversión, en griego ἐπιστρέφω (epistrephō), significa "convertirse, cambiar de
dirección, cambiar de conducta".
μετανοέω (metanoeō) (24/34) v. (μετά, νοέω poner algo en la mente) 1. poner la mente en algo distinto,
cambiar de opinión, de parecer, pensar de un modo distinto, actuar de modo distinto, cambiar, cambiar
de actitud.
ἐπιστρέφω (epistrephō) (549/36) v. (ἐπί, στρέφω girar) 1. hacer que algo o alguien cambie de dirección y
vaya hacia, volver hacia; 2. hacer que algo o algn. vaya en dirección contraria, hacer que dé la espalda.
20 sino que anunciaba, primeramente a los que están en Damasco, y también en Jerusalén, y por toda la
región de Judea, y a los gentiles, que se arrepintieran y se volvieran a Dios, haciendo obras dignas del
arrepentimiento.
ἔργον (ergon) (591/169) sust. (ϝέργον cf. ἔρδω hacer) 1. actividad laboral, trabajo, acción, actividad; 2.
actividad de una u otra naturaleza, trabajo, acción, ocupación.
ἄξιος (axios) (40/41) adj. (*ἀκτιος, cf. ἄγω pesar) 1. que vale, que tiene valor, digno, apropiado, que
corresponde.
καρπός (karpos) (125/66) sust. (cf. lat. carpō coger) 1. fruto, lo que produce la tierra; 4. producto,
resultado, efecto.
• Siempre y en todos los casos, dejar de inmediato y completamente cualquier acción, pensamiento,
o palabra que es pecado.
• También, siempre y en todos los casos, reconocer el pecado, confesarlo a Dios, y necesariamente
confesarlo al prójimo que ha sido dañado por el pecado, sin excepción.
• Considere, que hay tres acciones precisas, evidentes, y necesarias para todo el que cree en Jesús
como su Señor y Salvador:
1. Arrepentirse de su pecado.
2. Volverse de su mal camino.
3. Hacer obras dignas del arrepentimiento.
• De todas maneras, el arrepentimiento es primero, que debe ser seguido por la conversión, que es
el cambio de conducta, siendo que, tercero, la sinceridad del arrepentimiento, se demuestra con
las obras o frutos dignos, o apropiados, del arrepentimiento.
• Nuevamente, una obra o fruto digno del arrepentimiento, es la acción necesaria para hacer
restitución del daño, o las consecuencias, que causó el pecado.
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• Por favor entienda, que una conversión, o cambio de conducta, sin arrepentimiento no tiene valor,
porque es humana y carnal, y un arrepentimiento sin una obra digna del mismo, no tiene valor,
porque la sinceridad del arrepentimiento, se reconoce en la reparación o restitución del pecado.
ἀποδίδωμι (apodidōmi) (220/48) v. (ἀπό, δίδωμι dar) 1. devolver, restituir algo a alguien a quien le
pertenece; 2. dar a alguien aquello a lo que tiene derecho, dar, entregar, pagar el salario.
• La restitución, o la reparación del daño causado por el pecado, es una de las enseñanzas más
olvidadas y descuidadas en la iglesia contemporánea.
• Todo el mal que el pecado causó, en la medida de lo posible, debe ser reparado o restituido.
• Una vez más, es parte del arrepentimiento y la conversión, como ya se ha afirmado, que todo el
mal que el pecado causó, en la medida de lo posible, debe ser reparado o restituido.
• Si el pecado ha traído algún beneficio material, sentimental (una relación adúltera), o algún tipo
de ventaja, la restitución es devolver lo material, terminar las relaciones sentimentales, y
renunciar a cualquier ventaja, posición o prestigio (por ejemplo conseguida por medio de una
influencia, trampa, nepotismo, o soborno), o sea todo lo que se obtuvo por medio del pecado.
• En palabras simples, no hacer restitución, sería seguir disfrutando del pecado, como si no hubiera
habido arrepentimiento, ni conversión.
• La restitución por el pecado es una doctrina bíblica, que no se debe descuidar.
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• Hay pecados, como el homicidio, donde el daño principal, o sea la muerte, que ha causado el
pecado, no puede ser restituido.
• Sin embargo, se puede ayudar de por vida a la viuda, a los huérfanos, o a las personas que fueron
afectadas por el homicidio.
• Es bueno destacar, que la primera y mayor restitución que se debe hacer cuando se ha pecado, es
confesar el pecado, reconocerlo públicamente, cuando sea necesario, y pedir perdón a Dios y al
prójimo que haya sido afectado.
• Justamente, lo maravilloso fue, que el arrepentimiento de la iglesia de Corinto, fue sincero, fue
verdadero, fue acompañado de una conversión genuina, y tuvo un fruto digno del
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arrepentimiento.
• La iglesia de Corinto fue entristecida profundamente por Dios, lo que es señal de la obra del
Espíritu Santo en un pecador, haciéndole notar su culpa, y la necesidad de un cambio de conducta.
• La tristeza de los creyentes en Corinto, era según Dios, y por lo tanto fueron llevados, por la
misericordia de Dios, a arrepentirse.
• Su arrepentimiento, su conversión, y su restitución fueron completas:
1. Prisa y prontitud en corregir el pecado.
2. Tristeza, según Dios, por su pecado.
3. Defensa de su vocación por la santidad.
4. Indignación de que hubiera habido la impresión de que su pecado no les preocupaba.
5. Temor de Dios.
6. Un deseo ardiente de hacer lo correcto.
7. Una pasión por la santidad.
8. Una vehemente disciplina al pecador.
9. Una confesión sincera, de haber sido negligentes con respecto al pecado.
• El fruto digno de su arrepentimiento, fue la disciplina del incestuoso, así como una apasionada
declaración de la voluntad de la iglesia de andar en el temor de Dios, de hacerlo correcto, de buscar
la santidad, y de hacerle conocer a Pablo que no habían sido conscientes de su pecado.
• Justamente, tomar conciencia o darse cuenta del pecado, es la esencia misma del arrepentimiento.
20 Como al despertar del sueño, Así Adonay, cuando Tú despiertes, Despreciarás sus apariencias.
21 Cuando mi corazón se exacerbaba, Y sentía traspasados mis riñones,
22 Era entonces torpe e ignorante, Como una bestia ante ti.
• La iglesia de Corinto le confesó a Pablo de manera sincera y evidente, su voluntad de hacer las
cosas en el temor de Dios, buscando el camino de santidad.
• Recuerde, que la clave del arrepentimiento es la tristeza según Dios (de manera deficiente y
lamentable, la Biblia de las Américas la traduce como "tristeza piadosa").
• Verá, hay dos tipos de tristeza, la tristeza según Dios, que lleva al arrepentimiento y a la salvación,
sin que quede remordimiento, y la tristeza del mundo, totalmente opuesta a la primera, y que de
ninguna manera se debe confundir con la primera, porque la tristeza del mundo, produce muerte.
• La Biblia describe en hermosos términos la tristeza según Dios, pero la tristeza del mundo, la
describe con expresiones terribles.
• Cuando una persona hace algo malo, normalmente siente su culpa, la que se expresa con una
diversidad de sentimientos, como remordimiento, vergüenza, ira, depresión, frustración, y
también como tristeza.
• Según la psicología hay seis categorías básicas de emociones:
1. El miedo, que es la anticipación de una amenaza o peligro, que produce ansiedad,
incertidumbre, e inseguridad.
2. La sorpresa, que es el sobresalto, asombro, o desconcierto.
3. La aversión, que es el disgusto, asco, o rechazo.
4. La ira, que es la rabia, enojo, resentimiento, furia, o irritabilidad.
5. La alegría, que es la diversión, euforia, gratificación, una sensación de bienestar y de seguridad.
6. La tristeza, que es la pena, soledad, o pesimismo.
• Es necesario corregir a la psicología, porque la Biblia enseña que hay por lo menos otras tres
emociones básicas, más relacionadas con Dios, lo que la psicología prefiere ignorar, que consigo
mismo o con el prójimo:
1. La culpa, que es la sensación negativa de la persona en su consciencia, por los valores morales
y éticos que tiene, que se confrontan con una acción propia, que contradice esos valores.
2. La esperanza, que es la confianza, donde se espera que ocurra lo que se cree, y la esperanza
firme, de que Dios hará lo que ha prometido.
3. El agradecimiento, que es el sentimiento de gratitud por algo recibido, o sea el reconocimiento
positivo, de un favor o beneficio, que se ha recibido.
• Es muy difícil, que el incrédulo sienta verdadera esperanza, o sincero agradecimiento, pero con la
culpa acontece exactamente lo contrario, porque la culpa es un sentimiento universal,
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experimentada por todos, sin excepción, y a la vez es la mayor fuente en el mundo, de tristeza, y
de depresión.
• La culpa es un sentimiento universal e inevitable, porque Dios le ha dado a todo ser humano una
conciencia, que le acusa o le defiende, según lo que haya hecho.
συνείδησις (syneidēsis) (2/30) sust. (σύνοιδα saber con otro) 1. conocimiento que se tiene acerca de algo,
conocimiento, conocimiento íntimo de los propios pensamientos o actos, conciencia; 2. conciencia moral,
que distingue el bien del mal, conciencia.
• Una experiencia diferente fue la de Pedro, que acordándose de las palabras de Jesús, de que Le
negaría tres veces, lloró amargamente.
• Pedro, entonces, experimentó la tristeza según Dios, que lo llevó al arrepentimiento, la conversión,
al fruto digno del arrepentimiento, y por lo tanto a la reconciliación con Dios.
• Más adelante, Jesús confrontó amorosamente a Pedro, por haberle negado tres veces, entonces,
Pedro mostró sincero arrepentimiento, y fue restaurado a la comunión con Dios.
• Entonces, la tristeza según Dios lleva al arrepentimiento, mientras que la tristeza del mundo
produce muerte.
• La señal de una tristeza según Dios, es que no queda ningún sentimiento de pesar, ningún
remordimiento, sino una perfecta paz en el corazón.
• Si usted dice que se ha arrepentido, pero continúa con remordimientos o falta de paz, entonces,
o no se ha arrepentido, o no ha habido conversión, que es el cambio de la mala conducta, o no ha
hecho debida restitución, y por lo tanto la tristeza que siente es del mundo, y acabará en muerte.
• En todos los casos, la tristeza según Dios trae la paz a la conciencia, y mientras usted no tenga esa
paz, definitivamente algo le falta.
• Cuando usted pecó, y sintió culpa, y se entristeció por su pecado, ¿la tristeza que sintió lo llevó a
arrepentirse, a cambiar de conducta, y a hacer frutos dignos de arrepentimiento?
• Si no fue así, entonces la tristeza que sintió fue del mundo, todavía está en su pecado, tiene
remordimientos y su conciencia le acusa, y como todo el que no se arrepiente ante Dios de su
pecado, usted podría terminar siendo condenado eternamente en el lago de fuego.
• Por favor, medite en ello, y repase la secuencia completa de un arrepentimiento, causada por la
tristeza según Dios:
1. Arrepiéntase, recordando dónde ha caído (Apo 2:5).
2. Conviértase, cambiando su conducta, sin encubrir su pecado (Prv 28:13).
3. Confiese su pecado a Dios (1Jn 1:9) y si ha pecado contra su prójimo, también confiese su
pecado a su prójimo (Stg 5:16).
4. Pida perdón por su pecado en el Nombre de Jesús (1Re 8:49-50) y si ha pecado contra su
prójimo, también pida perdón a su prójimo (Luc 15:21).
5. Crea y confíe en Jesús, Quien hizo todo lo necesario para que pueda ser perdonado, y alcance
la salvación (Tit 3:3-7).
6. Haga una plena restauración por su pecado, y obtenga la paz de su conciencia (Hec 26:20).
7. Recuerde, que Jesús no rechaza a nadie que viene a Él (Jua 6:37).
• Cuando la vergüenza todavía supera el gozo del perdón, y no tiene la paz del agradecido a Dios, y
todavía le acusa su conciencia, mientras que sigue escondiendo su pecado, entonces es muy
probable que el arrepentimiento no haya sido sincero.
• Note, que la iglesia de Corinto tuvo la expresa necesidad de vindicación, de manifestar su celo por
la santidad, y de demostrar que en todo lo que aconteció, la iglesia actuó en ignorancia y no en
contumacia.
• La contumacia es la rebeldía y la obstinación, del que se resiste en reconocer su pecado,
arrepentirse, convertirse, y a hacer restitución.
• Quiero animarle, exhortarle, y hasta suplicarle, que no sea contumaz, humíllese y reconozca su
pecado, arrepiéntase y abra su corazón a Dios, confiese su pecado y pida perdón en el Nombre de
Jesús, y pida también sabiduría para hacer una restitución digna de su pecado.
• Por favor, alivie su mala conciencia y su remordimiento constante, que es la tristeza del mundo,
que terminará produciendo muerte.
• Como el único remedio a la tristeza del mundo, le dejo las tres palabras centrales para la
reconciliación con Dios:
1. Arrepentimiento, reconocer, confesar y pedir perdón por su pecado.
2. Conversión, cambio de conducta, alejándose del pecado.
3. Restitución, dando fruto digno del arrepentimiento.
Miguel Guimet 18/18
μετανοέω (metanoeō) (24/34) v. (μετά, νοέω poner algo en la mente) 1. poner la mente en algo distinto,
cambiar de opinión, de parecer, pensar de un modo distinto, actuar de modo distinto, cambiar, cambiar
de actitud.
ἐπιστρέφω (epistrephō) (549/36) v. (ἐπί, στρέφω girar) 1. hacer que algo o alguien cambie de dirección y
vaya hacia, volver hacia; 2. hacer que algo o algn. vaya en dirección contraria, hacer que dé la espalda.
ἔργον (ergon) (591/169) sust. (ϝέργον cf. ἔρδω hacer) 1. actividad laboral, trabajo, acción, actividad; 2.
actividad de una u otra naturaleza, trabajo, acción, ocupación.
ἄξιος (axios) (40/41) adj. (*ἀκτιος, cf. ἄγω pesar) 1. que vale, que tiene valor, digno, apropiado, que
corresponde.
• Permítame decírselo una vez más, le aseguro que es muy importante, es necesario, que para cada
pecado en el que haya caído, usted responda a estas tres preguntas:
1. ¿Ha reconocido su pecado?
2. ¿Ha dejado su mala conducta?
3. ¿Ha reparado el daño por su culpa?
• Si ha respondido a las tres preguntas de forma afirmativa, reciba entonces el consuelo eterno del
perdón de sus pecados, por el mérito de Jesús en la cruz, según la gracia y la misericordia eterna
de Dios.
• La certeza de que usted sea un verdadero creyente depende de ello, y la certeza de la salvación,
depende de que usted tenga certeza de ser creyente.