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AUTORIDAD SOBRE LOS DEMONIOS

¿POR QUÉ HUBO TANTOS DEMONIOS EN LOS EVANGELIOS?

Por la presencia física de Jesus en esta tierra.


Primero, es importante establecer que la Biblia nunca nos dice que los
demonios van a parar de hacer lo que hacían en los evangelios.
Entonces, la cantidad de demonios y su capacidad no ha cambiado; es
una realidad actual.

Lo que un demonio podía hacer, en tiempos pasados, puede hacerlo hoy.


Esto debe empujarnos hacia la oración, en particular a pedir que Dios nos
guarde del maligno (Mateo 6:13).
Seguro, Satanás planeo junto sus huestes demoniacos para hacer todo lo
posible para arruinar los planes de Dios.

Entonces, parece razonable que haya una concentración única de


actividad demoníaca alrededor de Jesús (Vemos evidencia de esto, tanto
en la tentación de Jesús, Marcos 1:13, como la posesión satánica de
Judas, Lucas 22:3 Satanás entro en el corazón de Judas Iscariote con la
idea de traicionar a Jesus).

Jesús es luz, y las tinieblas huyen delante de Él. Es decir, si un demonio


que está cerca de Jesús, este se sintió obligado a venir a delatarse,
delante de Cristo (Marcos 1:23-24, 25).
Hoy en día, sin la presencia física de Jesús, los demonios pueden obrar
de manera más clandestina. De hecho, Pablo nos advierte que así será en
los últimos tiempos (1 Timoteo 4:1-3). (Mente cauterizada)

El pasaje nos dice que los demonios inventarán falsas religiones cerca
de la verdad para así condenar a más gente.
Algunos tal vez se condenan adorando directamente a un demonio, pero
muchos irán al infierno en pos de religiones como el Catolicismo.
¿TENEMOS LA AUTORIDAD DE ECHAR FUERA DEMONIOS?

La Biblia nunca nos instruye cómo identificar si alguien es endemoniado.


Antes bien, la posesión demoníaca en la Biblia siempre era obvia.

Por ejemplo, el tipo de epilepsia que sufrió el niño, en Marcos 9 no tenía


origen en algo físico, ya que el padre afirma que el demonio le echaba al
agua o al fuego con la intención de matarlo (Marcos 9:21-27).

Marcos 16:16, 17,18 no es que todos los creyentes expulsarán demonios,


ni que todos hablarán en lenguas.

Pablo afirma que no todo creyente habla en lenguas, 1 Corintios 12:30, ni


que todos beberán cosas mortíferas sin que les haga daño, sino que este
es el tipo de cosas que sucedería a los creyentes en general.
Además, no existe un don de expulsar demonios en la Biblia, sino que el
don de sanidades es lo que curaba tanto enfermedades físicas como
enfermedades espirituales (Lucas 7:21; Hechos 5:16).

El don de sanidades existía para autentificar a los que Dios usó para
poner el fundamento de la iglesia (Efesios 2:20,  por eso vemos milagros
tan extraordinarios en el primer siglo (Hechos 19:11, 12 Y hacia Dios
milagros extraordinarios por mano de Pablo).

Entonces, no debemos hablar con demonios.


Simplemente porque no tenemos dicha autoridad. Sin embargo, en la
Biblia vemos como la persona que expulsaba demonios no sólo se dirigía
a ellos, sino que, conversaba con ellos.

Por ejemplo, en el caso del hombre con la legión de demonios, primero


Jesús dice, “Sal de este hombre”, luego los demonios platican con Jesús
y le piden permiso para entrar en los cerdos, Marcos 5:8, 9; esto se debe
justamente a que Jesus tiene esta autoridad, y nos dice en Marcos 16:17-
18, (Y estas señales seguirán a los que creen en mi nombre, echaran fuera
demonios; hablaran nuevas lenguas).

JESÚS NOS DIO AUTORIDAD SOBRE EL DIABLO Y TODOS LOS


DEMONIOS.

(Lucas 10:9) Jesús dijo y ordenó:


Sanen a los enfermos y díganles: “El Reino de Dios ahora está cerca
de ustedes”. Este Reino viene conquistando al Reino de satanás y
viene en nosotros.

(Lucas 10:17)
Cuando los setenta y dos discípulos regresaron, le informaron llenos
de alegría: — ¡Señor, hasta LOS DEMONIOS NOS OBEDECEN cuando
usamos tu nombre!

(Lucas 10:19)
Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo
(Del Diablo) pueden caminar entre serpientes y escorpiones
(demonios)  y aplastarlos. Nada les hará daño. LOS CRISTIANOS
TENEMOS AUTORIDAD SOBRE EL DIABLO Y TODOS LOS DEMONIOS.
No debemos pedirla
¡YA LO TENEMOS LA AUTORIDAD MAXIMA DE JESUS, solamente es
créelo y aplicarlo en las diferentes situaciones que se presenten.

LA AUTORIDAD DE JESUS SOBRE LOS DEMONIOS


Lucas 4:31-37, “Jesús pasó a Capernaúm, un pueblo de Galilea, y el día
sábado enseñaba a la gente. Estaban asombrados de su enseñanza,
porque les hablaba con autoridad. 
Había en la sinagoga un hombre que estaba poseído por un espíritu
maligno, quien gritó con todas sus fuerzas:  — ¡Ah! ¿Por qué te
entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién
eres tú: ¡el Santo de Dios! — ¡Cállate! —Lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese
hombre! Entonces el demonio derribó al hombre en medio de la gente y
salió de él sin hacerle ningún daño. 
Todos se asustaron y se decían unos a otros: « ¿Qué clase de palabra es
ésta? ¡Con autoridad y poder les da órdenes a los espíritus malignos, y
salen!» Y se extendió su fama por todo aquel lugar.
Jesús echó fuera demonios. Y la Biblia nos enseña que no solo echó
fuera demonios, también derroto a Satanás. (Colosenses 2:15)

“Por tanto, no juzguéis antes de tiempo, sino esperad hasta que el Señor
venga, el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también
pondrá de manifiesto los designios de los corazones; y entonces cada
uno recibirá su alabanza de parte de Dios”.

ARREPIÉNTASE, PERDONE, RENUNCIE Y TRATE CON AQUELLO QUE


CAUSÓ LA OPRESIÓN, HERIDA, ESCLAVITUD O FORTALEZA

Esto cancela los derechos legales del enemigo y permite la liberación,


que resulta en sanidad del corazón. Invita a la persona a repetir (o decir)
una oración de liberación apropiada en el nombre de Jesús, perdonando y
renunciando a cada situación específica que ha sido revelada como una
de las causas.
• Tito 2:12

“Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos


mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente”.
• Hechos 19:18

“También muchos de los que habían creído continuaban viniendo,


confesando y declarando las cosas que practicaban”.
(Algunas traducciones dicen, “renunciando”)
Los demonios no son omniscientes; ellos no pueden leer nuestras
mentes. Por lo tanto cuando se renuncia y perdona debe hacerse con voz
audible para que los demonios puedan escuchar la decisión de la
persona.
Utiliza las “Oraciones de Liberación” como se vayan aplicando a cada
evento revelado por el Espíritu Santo.
Si otra persona fue la causa, ellos necesitan establecer la situación
específica y la ofensa que están perdonando. Después ellos deben de
bendecir a la persona que causó el problema.
Ellos deben de renunciar a emociones causadas por la ofensa y a las
cuales se sometieron.
Si es una mentira, maldición, o voto, que renuncien a lo que fue dicho o
creído. Ejemplo: “Yo renuncio a la mentira de que Dios es como mi
padre”; “Quiero morir”.
Que renuncie a cada acto, ritual, voto, dedicación específica que tuvo que
ver con el ocultismo, falsas religiones, etc.
Las ataduras del alma que fueron el resultado del contacto sexual
necesitan ser rotas y se requiere renunciar a toda autoridad que le fue
dada a esa persona.

EN EL NOMBRE DE JESÚS, ROMPE LOS YUGOS

Rompe todos los yugos. A medida que la persona vaya recordando,


perdonando y renunciando (ejemplos: rechazo, temor, esclavitud
espiritual), nosotros como ministros del Evangelio tenemos que romper
todos los yugos inmediatamente. Cuando han renunciado a ellos,
nosotros rompemos con los yugos de lo que fue renunciado.

• Isaías 58:6 “¿No es éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras
de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos,
y romper todo yugo?” En el Nombre de Jesús, Echa Fuera a los Espíritus
Malignos

EN EL NOMBRE DE JESÚS, ECHA FUERA A LOS ESPÍRITUS MALIGNOS

Cuando creas que nada queda en ellos, entonces echa fuera a los
espíritus malignos (demonios).
En el nombre de Jesús, echa fuera a los espíritus malignos que están ahí
debido a los derechos legales (los cuales están ahora cancelados).
Si echas fuera a los espíritus malignos y se empiezan a manifestar, sólo
se están resistiendo. Sin embargo, si después de varios intentos
continúan manifestándose, para, y ata al espíritu de nuevo, y continúa
investigando. Pídele que renuncie, luego rompe todos los yugos y echa
fuera a los espíritus malignos.
Si se manifiestan de nuevo, continúa orando e investigando. Esto es
liberación.

Los demonios tienen que irse en el nombre de Jesús. Si no se van, es


porque hemos omitido algo, y el demonio tiene todavía algún derecho
para estar ahí. Nunca será por el hecho de que a Jesús le falte poder
(Filipenses 2:9-11).

HAZ QUE LA PERSONA DE GRACIAS A DIOS, LUEGO CONFIRMA LA


LIBERACIÓN

Después de que hayas terminado orando y echado fuera a los demonios,


invita a la persona a que agradezca a Dios por su liberación. Guíalo a que
declare que toda la gloria, el honor, el poder pertenecen a Dios.
(Apocalipsis. 7:12).

Guía a la persona a que ore por la llenura del Espíritu Santo.


• No sólo oramos para que las personas sean ungidas. Los guiamos a que
ellos mismos oren. (Mat. 12:43-45). Ejemplo: “Señor, te doy gracias
porque me has libertado. Ahora pido y recibo tu amor, unción, presencia y
poder”.
• Invítalos a que alaben a Dios. Si es difícil para ellos glorificar a Dios
libremente, puede ser una señal de que no todos los espíritus malignos
se han ido todavía. Un demonio no puede soportar el hecho de que una
persona esté tratando de glorificar a Dios, y aún puede empezar a
manifestarse. Somete al espíritu maligno de nuevo
Finalmente, la persona que está a cargo debe de verificar la liberación
orando por ellos e imponiendo sus manos. Viéndoles a los ojos, ordene a
cualquier espíritu maligno que se vaya.

Si la persona tiene una manifestación, someta al espíritu. Si no hay


manifestación, continúe orando por la llenura del Espíritu Santo y
cualquier otra cosa que le sea dada para que ore sobre ellos. Esta sesión
de liberación está ahora completada.

LA COMUNICION CON DIOS ES MUY IMPORTANTE PARA TENER


AUTORIDAD

La Biblia narra un caso de unas personas que no estaban en Dios que


quisieron liberar a un endemoniado en el nombre de Jesús y de Pablo y
no fueron poseídos, pero mire lo que les pasó:

Hechos 19:11-16 “Dios hacía milagros extraordinarios por medio de


Pablo, a tal grado que a los enfermos les llevaban pañuelos y delantales
que habían tocado el cuerpo de Pablo, y quedaban sanos de sus
enfermedades, y los espíritus malignos salían de ellos.

Algunos judíos que andaban expulsando espíritus malignos intentaron


invocar sobre los endemoniados el nombre del Señor Jesús. Decían: «¡En
el nombre de Jesús, a quien Pablo predica, les ordeno que salgan!»

Esto lo hacían siete hijos de un tal Esceva, que era uno de los jefes de los
sacerdotes judíos. Un día el espíritu maligno les replicó: «Conozco a
Jesús, y sé quién es Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?» Y
abalanzándose sobre ellos, el hombre que tenía el espíritu maligno los
dominó a todos.

Los maltrató con tanta violencia que huyeron de la casa desnudos y


heridos”.
RECUERDE, Dios nos dio autoridad en el nombre de Jesús de echar fuera
demonios. El espíritu de Dios que está en nosotros no es débil, como
para aceptar una trasferencia de espíritus.

Si Dios es por nosotros, quién contra nosotros, si mayor es el que está en


nosotros que el que está en el mundo. (Romanos 8:31, 32)

Usted puede tocarlo que no pasa nada; Ahora, también qué pasa cuando
usted ora por un endemoniado y esta persona queda liberada, ¿qué
debemos hacer? La persona que queda liberada debe llenar su casa, su
cuerpo del Espíritu de Dios.

Mateo registra las palabras de Jesús que hablan acerca de esto. Mateo
12:43-45 “»Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por
lugares áridos, buscando descanso sin encontrarlo. Entonces dice:
“Volveré a la casa de donde salí.”

Cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. Luego va y


trae a otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así
que el estado postrero de aquella persona resulta peor que el primero.
Así le pasará también a esta generación malvada”.
CONCLUSION

LA LUCHA NO ES CONTRA CARNE Y SANGRE

Porque la primera regla del combate es conocer a tu enemigo.

Pablo nos lo dice claramente en Efesios 6:12: «Porque nuestra lucha no


es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las
Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los
Espíritus del Mal que están en las alturas.»

Solo Dios tiene la autoridad y poder sobre este mundo. Al someter a los
demonios, y después al viento y las olas, Jesús hace lo que solo Dios
puede hacer.
Una vez que estamos unidos a Cristo, el enemigo no tiene más autoridad
ni poder sobre nosotros. A menos claro, que nosotros le demos este
poder pecando.
Si nos aferramos al Señor y le escuchamos, no tenemos nada de qué
preocuparnos.

MATERIA: PSICOLOGIA MINISTERIAL

DOCENTE: LICENCIADO. MARCELINO RIOS ARAMAYO

ESTUDIANTE: WILSON ROBERTO RAMOS PEREIRA

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