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El brote de la enfermedad por coronavirus se originó en Wuhan, finales de 2019 y se ha extendido

a más de 200 países con más de 53,7 millones de casos confirmados y más de 1,3 millones de
muertes confirmadas hasta 17 de noviembre de 2020. Una vacuna y un tratamiento eficaces son
las principales prioridades para controlar la pandemia. El enfoque para el desarrollo de terapias
contra el SARS-CoV-2 se centra en la producción transitoria de la proteína ACE2 humana en
plantas, estas logran producción de bajo costo, escalabilidad, velocidad y falta de patógenos
animales y humanos, además contienen un mecanismo de modificación postraduccional que las
hace adecuadas para la producción de proteínas complejas, como anticuerpos y proteínas de
fusión.

Introducción

El COVID-19 es causado por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2),


familia Coronaviridae. Se transmite inicialmente de animales a humanos y causan enfermedades
respiratorias graves. El SARS-CoV-2 tiene un genoma de ARN de aproximadamente 30 kb;
comprende cuatro proteínas estructurales:

a. Spike (S) responsable de la entrada viral en las células diana


b. nucleocápside (N)
c. envoltura (E)
d. proteínas de membrana (M)

La entrada depende de la unión del dominio de unión al receptor (RBD) de la proteína de la Spike a
su receptor celular, lo que facilita la unión del virus al receptor y la fusión con la membrana
celular; es decir; el RBD interactuar con la enzima convertidora de angiotensina humana 2
(ACE2). Por lo tanto, ACE2 tiene el potencial de usarse como terapéutico para la infección por
SARS-CoV-2.

Las proteínas de fusión basadas en el dominio Fc de inmunoglobulina muestran la capacidad de


facilitar la expresión de proteínas, permitir una fácil purificación de la proteína recombinante y
prolongar la vida media de las proteínas. ACE2 fusionando el extremo N de la región Fc de la
inmunoglobulina humana IgG1, se expresa transitoriamente su construcción en Nicotiana
benthamiana usando un vector. La proteína de fusión ACE2-Fc producida por la planta se usó
como agente terapéutico para prevenir la unión del virus a la célula huésped al interactuar con
SARS-CoV-2 RBD e inhibe la infección por SARS-CoV-2 in vitro.
Conclusión

La rápida propagación mundial del SARS-CoV-2 enfatiza la urgente necesidad de desarrollar


vacunas y terapias eficaces que sean asequibles y escalables. Aunque los estudios han demostrado
similitudes estructurales entre el RBD del SARS-CoV y el SARS-CoV-2, los anticuerpos monoclonales
neutralizantes conocidos contra el SARS-CoV podrían no neutralizar el SARS-CoV-2. Por lo tanto, es
necesario desarrollar vacunas específicas o estrategias de tratamiento para tratar la infección por
SARS-CoV-2. Aquí se muestra que un sistema de expresión vegetal puede producir rápida y
eficazmente una proteína de fusión ACE2-Fc funcional a gran escala. Además, la proteína de fusión
ACE2-Fc producida por la planta exhibe actividad anti-SARS-CoV-2 en el tratamiento posterior a la
entrada in vitro, sugiriendo que podría usarse como terapéutica posterior a la exposición para
tratar COVID-19.

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