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Aguajes de la selva de Perú

Los aguajes crecen en el árbol que se llama aguaje. Crecen en masetas grandes.

Los aguajes se consumen natural, pelando la cascara con las uñas, con los dientes o
con un cuchillo. También se consume en refresco o jugo con nombre de aguajina y en
chupetas y helados. Se utiliza cada vez mas en recetas culinarias.

En la selva del Perú es muy comun ver personas comiendo aguajes mientras caminan
en la calle o mientras vean un juego de futbol o voley.

Normalmente se cocina por unos 15 minutos en agua tibia. Cuando la fruta es muy
madura se puede comer si cocinar.

Anteriormente se cortaba el arbol para cosechar los aguajes, pero esto resultaba en
cada vez menos arboles. Ahora se procura cosecharlos subiendo con sogas igual que
el método que los trabajadores de las compañias du luz suben los postes de luz.

Arboles del aguaje.


Frutos de aguaje.

Los aguajes, siendo frutas exóticas y tropicales tienen muchas propiedades interesantes. Hay
mucha potencial para comercializar los aguajes - frutas poco conocidas en países donde no
crecen. Aun en el Perú, personas de la costa casi no conocen el aguaje.

Cuando no hay muchos aguajes el precio por quintal (50 kilos) puede subir hasta 50 soles.
Cuando hay sobre abundancia del fruto a veces se vende un saco de 50 kilos en S/.10 o
menos.

Tipicamente en la calle de Moyobamba se vende una bolsa de entre 6 y 10 aguajes


cocinados por un sol

Vendedora de aguaje (Moyobamba)


Pelando aguajes

Pulpa de agaje
Aguajina

Helados
Cápsulas

Planta de aguaje

Luego de comer durante toda mi vida y disfrutar sus delicias como uno de los frutos
más exquisitos, pude enterarme mediante lecturas, las curiosas y por eso no menos
prodigiosas características nutritivas y utilitarias del aguaje.
Esta es una de las frutas emblemáticas más importantes de la Amazonía peruana,
aunque su figura aparece en las poblaciones de los países de la Amazonía continental
pero no tiene en esos lugares la importancia que le damos en nuestra región. Sus
árboles, que son palmeras, ocupan una superficie de más de cinco millones de
hectáreas sobre terrenos mayormente inundables y como dije en anterior comentario,
el íntegro de esta especie es utilizado por el poblador de esta parte del mundo en todas
las maneras posibles, desde las hojas más altas hasta sus raíces, pasando por sus
deshechos que son nutritivamente aprovechados.
Ahora con el asunto de la lucha de la defensa del medio ambiente, en razón a los acuerdos
suscritos en Kyoto, Japón, hay que mirar al aguaje como un elemento fundamental en la
protección del planeta. De acuerdo a lo que explican los estudios que ha dado a conocer el
Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) “el aguajal (zona donde se
desarrolla silvestremente el aguaje) es un gran almacén de carbono, por lo que su papel en la
mitigación del cambio climático mundial es de gran importancia. Almacena más de 600
toneladas de dióxido de carbono por hectárea, entre tres y cinco veces más que cualquier
ecosistema tropical”.
Sin embargo esta riqueza es desaprovechada y sus árboles depredados conciente o
inconcientemente por los pobladores rurales que en abierto desconocimiento de la
sostenibilidad que debe darse a los recursos naturales continúan cortando (talando) la palmera
para cosechar sus frutos. Los reportes indican que solamente en los alrededores de Iquitos se
talan cada mes más de 17 mil palmeras femeninas de aguaje para satisfacer la demanda del
mercado de consumo de la capital de Loreto. Aunque recientemente, se han desplegado valiosos
esfuerzos por mejorar las condiciones de cosecha mediante una alternativa apoyada por algunas
ONG que capacitan al poblador para subir a la palmera y extraer solamente las macetas sin
cortar y matar el árbol.
Para el explorador Alexander Von Humboldt, el aguaje era “el árbol de la vida”, esa
denominación fue expresada hace más de dos siglos y a la fecha sigue vigente debido a que es
uno de los de mayor importancia ecológica, económica y social de la Amazonía del Perú. Aquí la
conocemos como aguaje, su nombre científico es Mauritia flexuosa, en Brasil la conocen como
buriti, mientras que en Venezuela y Colombia como moriché. Se recuerda su primera mención
en los apuntes de la historia y de la ciencia allá en 1781.
No hace mucho, un grupo de estudiantes de gastronomía de Trujillo me consultó sobre las
bondades de esta fruta, luego de haber leído uno de los comentarios que hice sobre este tema. El
aguaje siendo un producto de singular valor en la Amazonía del Perú, es un producto del que
pocos conocen en otras partes del país, aunque lo cierto es que se puede encontrar algunos de
estos frutos en las góndolas de los grandes supermercados limeños. En las ciudades peruanas se
consume de muchas maneras, el fruto de esta palmera también desempeña un papel importante
en la compleja cadena alimenticia del bosque tropical debido a que es alimento importante de
animales como el majáz, el sajino, la huangana, la sachavaca y otras especies de aves y peces.
Del árbol del aguaje todo sirve. Las hojas son importante material para los techos de las
viviendas en el bosque, el cogollo es utilizado para ayudar a endulzar bebidas entre los
chacareros, el tronco sirve como complemento de nidales de aves y para el cultivo natural de las
larvas a las que conocemos como suri, uno de los alimentos más populares en la Amazonía
peruana, tiene un sabor muy agradable y es una gran fuente de grasas y proteínas para la dieta
de muchas poblaciones rurales amazónicas. Los frutos son sensacionales, del que disfrutan
animales del bosque y las poblaciones urbanas y rurales.
Lo cierto es que el aguaje es una fruta de gran consumo en diversas formas en la urbe amazónica
pero hasta ahora no se han logrado altos niveles de su industrialización. El IIAP hizo conocer
que unas 5 mil familias están ligadas a la cadena de comercialización del aguaje. Las cifras
pueden ser menores cada día debido al crecimiento y la necesidad del mercado.

El aguaje es una fruta bendita, se come el mesocarpo y con la semilla (pepa) los artesanos
confeccionan vistosos llaveros y algunos la están utilizando para reemplazar el cascajo en la
construcción de pisos y veredas, mediante la mezcla con cemento y arena. La industria pecuaria
ensaya su uso, mediante la molienda para obtener de la harina el insumo que se mezcla con
otros productos para obtener alimentos balanceados.
En el consumo humano se obtiene una gran reserva de betacaroteno (vitamina A), cuyo
contenido comparado con la zanahoria o con la espinaca alcanza porcentajes 5 veces mayores.
Realmente sensacional descubrimiento que posibilita su uso en la dieta de niños y madres
gestantes debido a que ayuda en la formación y mantenimiento de dientes sanos, de tejidos
blandos y óseos.
El uso del aguaje es variado, los amazónicos nos servimos como fruto maduro, en pulpa (masa),
como refresco al que llamamos aguajina (los bolivianos lo han industrializado vendiéndolo
envasado en decidida competencia con las gaseosas), chupetes, helados, mermeladas y otros
derivan de este fruto. Su consumo tal como se reporta demanda unas 1,500 toneladas
mensuales, es decir un promedio de 50 toneladas por día, solamente en la ciudad de Iquitos.
Fuera de la graciosa suposición de que el aguaje contiene hormonas femeninas, haciendo más
sexys a las mujeres y afeminandos a los hombres, algo nada comprobado, es un fruto singular,
exquisito y poderoso de la Amazonía peruana.
Soporte de información técnica y científica:
AGUAJE, La maravillosa palmera de la Amazonía. Dénnis del Castillo Torres, Erasmo
Otárola Acevedo, Luis Freitas Alvarado. Instituto de Investigaciones de la Amazonía
Peruana, 2006

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