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del estudio de las propiedades mecánicas de los líquidos. Generalmente se emplea el agua
como modo de transmisión de energía, pero también aceites especiales
Solo aplica para fluidos incompresibles, ya que el peso específico de un gas cambia conforme
la presión también cambia
Toma en cuenta toda la energía dentro del sistema (enunciado de la ley de conservación de
energía)
Pérdidas primarias
Para las pérdidas primarias, las fórmulas más conocidas y empleadas son:
Darcy-Weisbach
Manning
Hazen-Williams
Scimeni
Scobey
En todas estas fórmulas, se supone que la tubería es de sección circular. Sin embargo, pueden
ser utilizados para tuberías de secciones no circulares, mediante el empleo del llamado
diámetro hidráulico. Utilizando éste término se puede estudiar el comportamiento del flujo de la
misma forma como si fuera una tubería de sección circular.
El diámetro hidráulico, Dh,
Donde:
A área de la sección transversal del conducto
P perímetro mojado por el fluido
Darcy-Weisbach
Sin duda, la fórmula más exacta para cálculos hidráulicos es la de Darcy-Weisbach y es la más
adecuada para instalaciones de fluido térmico.
Colebrook-White
Blasius
Prandtl y Von-Karman
Nikuradse
Moody
Churchill
Swamee-Jain
En la Tabla 2 se muestran algunos valores de rugosidad absoluta para distintos materiales.
El cálculo del coeficiente de rugosidad “n” es complejo, ya que no existe un método exacto.
Para el caso de tuberías se pueden consultar los valores de “n” en tablas – ver Tabla 3 -.
Algunos de esos valores se resumen en la siguiente tabla:
Hagen-Poiseuille
Es una fórmula válida para el cálculo de pérdidas de carga de fluidos a velocidades muy bajas
– flujo laminar -, en conductos cilíndricos. Ello es debido a que el perfil de velocidades en una
tubería tiene una forma parecida a una parábola, en donde la velocidad máxima se halla en el
eje del tubo y la velocidad es cero en la pared del tubo, pudiéndose despreciar las pérdidas por
rozamiento con la pared, minimizando la rugosidad del conducto y por tanto las características
del material del mismo.
De esta forma, la pérdida de energía – pérdida de carga – es proporcional a la velocidad media,
y por tanto al número de Reynolds – fórmula (15).
Recordamos que se considera flujo laminar cuando el número de Reynolds – fórmula (14) es
inferior a 2040 -. Para números de Reynolds superiores, se considera el flujo turbulento . Sin
embargo, el número de Reynolds crítico que delimita flujo turbulento y laminar depende de la
geometría del sistema.
Ver en el diagrama de Moody – Fig 1 -, zonas de flujo según el número de Reynolds y la
rugosidad.
La expresión de Hagen- Poiseuille es: