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VISTOS: Toda vez que el suscribiente Abogado DAVID ALEJANDRO MEJÍA MACÍAS, en su calidad

de Juzgador ha emitido la decisión de manera oral en la audiencia única celebrada el día martes
07 de julio de 2020, a las 12h30, procede a motivarla de forma escrita conforme lo exige el Art.
76 numeral 7 letra l) de la Constitución de la República del Ecuador, en armonía con lo
determinado en los Arts. 89, 93, y 95 del Código Orgánico General de Procesos (en adelante
COGEP), y para hacerlo se considera lo siguiente:

IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES

La demanda fue presentada por la señorita abogada KAREN SOFIA CABRERA PITA, en su calidad
de Procuradora Judicial del señor Economista WALTER OSWALDO ANDRADE CASTRO, quien a su
vez posee la calidad de Gerente General y Representante Legal del BANCO COMERCIAL DE
MANABÍ S.A.; calidades que la han justificado de autos con los documentos que se observan a
10, 11, 15, 15vlta; y 18 a 28, inclusive; quienes demandan a CONTERON BANDA NARCIZA DE
JESÚS y GAVILANES CONTERON DAVID VINICIO, tal como se lo determina de l libelo inicial de
demanda que se observa dentro del proceso desde fojas 29 a 31.

II

JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA DEL JUZGADOR

En mi calidad de Juez Encargado de la Unidad Judicial Civil del Cantón Portoviejo, mediante
Acción de Personal N° 09655-DP13-2019-KP; y en mis facultades para actuar como Juez de
primera instancia, en la presente causa EJECUTIVA, mediante PROCEDIMIENTO EJECUTIVO,
previsto en los Art. 347, 348 y siguientes del COGEP, signada en este despacho con el N° 13334-
2020-00023, son las que me confieren los Art. 239 y 240 del Código Orgánico de la Función
Judicial. Se previno en el conocimiento de esta causa en mérito del sorteo de ley efectuado con
fecha 2 de enero de 2020, a las 16h23, el mismo que reposa a fojas 32 del cuaderno procesal.
Por todo lo expuesto, y por los términos dispuestos en los artículos 167 y 226 de la Constitución
de la República del Ecuador, soy competente para conocer y resolver la presente causa.

III

PROCEDIMIENTO QUE SE LE HA DADO A ESTA CAUSA Y VALIDEZ PROCESAL

Una vez que fue puesta en conocimiento la demanda EJECUTIVA se le dio el PROCEDIMIENTO
EJECUTIVO, y tomando en consideración que a las partes procesales se les ha permitido el
ejercicio pleno de su legítimo derecho constitucional a la defensa en todas las etapas de este
proceso; en la fase de saneamiento de la audiencia Única del Código Orgánico General de
Procesos, la parte accionante dedujo dos de las diez excepciones previas que contempla el
artículo 153 del Código Orgánico General de Procesos, las mismas que fueron resueltas de
manera oral en audiencia mediante el correspondiente auto interlocutorio que no fuera
recurrido, del que su motivación se indicará más adelante. Así mismo, se observa que no existe
omisión de solemnidad sustancial alguna, que afecte la validez del proceso, por lo que, lo
actuado es válido y así se lo declara.

IV

ENUNCIACIÓN BREVE DE LOS HECHOS Y CIRCUNSTANCIAS OBJETO DE LA DEMANDA Y


DEFENSA DE LA DEMANDADA.

Que es el caso, que los demandadas señores: CONTERON BANDA NARCIZA DE JESUS, por sus
propios y personales derechos en calidad de deudora principal y GAVILANES CONTERON DAVID
VINICIO, por sus propios y personales derechos en calidad de Garante Solidario, con fecha
Portoviejo a los seis días del mes de julio del 2018, suscri bieron a favor del BANCO COMERCIAL
DE MANABI S.A., un Contrato de Mutuo o Préstamo N. 2018-40553 CF el cual se encuentra
reconocido y legalizado por el Notario Noveno Suplente del cantón Portoviejo, Luis Ernesto
García Vargas, por lo que constituye título ejecutivo. Que el BANCO COMERCIAL DE MANABI S.A
dio en préstamo la cantidad de CINCUENTA MIL CON 00/100 DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS
DE AMERICA (USD$50000), en dinero en efectivo, mediante acreditación por instrucciones de la
deudora a la cuenta de ahorro N. 301402202, cantidad que los demandados declaran haberlo
recibido y se obligan solidariamente a pagarlos con los respectivos intereses dentro del plazo de
UN MIL SETENTA Y OCHO días vista contado desde la fecha de suscripción del Contrato de Mutuo
o Préstamo. Que la tasa de interés nominal inicial es de 9.72% por ciento anual, (que
corresponde a la tasa efectiva inicial del 10.16% anual), la misma que será reajustada de acuerdo
a lo establecido en la cláusula segunda del Contrato de Mutuo o Préstamo. Que el capital y los
intereses se pagaran mediante dividendos mensuales, de acuerdo a la tabla de amortización que
se acompaña y forma parte .integrante del contrato. El valor de los dividendos puede variar para
cada periodo en que se reajuste los intereses, el valor de cada dividendo comprende, una cuota
de capital, una de intereses y una cuota de seguro de desgravamen. Que los deudores realizaron
un abono a la deuda, correspondiente a los dividendo 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, así mismo el
valor de $22.15 que cubrió una parte del dividendo once, que sin embargo ha incurrido en mora
desde el once (ll) dividendo de fecha 06 de Junio del 2019, esta operación fue concedida a treinta
y seis dividendos mensuales (36), de acuerdo a lo establecido en la cláusula cuarta del contrato
Mutuo o Prestamos N. 201840553 CF, SE DECLARÓ DE PLAZO VENCIDO LA OBLIGACION y
reclamo judicialmente el cobro de los valores adeudado a los demandados, razón por la cual se
encuentra un saldo insoluto de capital que asciende a la cantidad de $ 37,588-41 (TREINTA Y
SIETE MIL QUINIENTOS OCHENTA Y OCHO CON 41/ 100 DÓLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMÉRICA). Que pese a las diferentes gestiones de cobro que se les ha realizado a los
demandados, estos no han solucionado el pago ni la obligación contraída. FUNDAMENTOS DE
DERECHO.- Que a la fecha la obligación contenida en el Contrato de Mutuo o Préstamo No. 2018-
40553 CF, a favor del BANCO COMERCIAL DE MANABI S.A., se encuentra impaga en exceso,
documento que al tenor de lo dispuesto en los artículos 347, 348 y 349 del Código Orgánico
General de Procesos, constituye una obligación de naturaleza ejecutiva por ser clara, pura,
determinada, líquida y plazo vencido. Que de igual modo, fundamenta la presente acción en
dispuesto en los artículos 2099 del Código Civil y 662 del Código de Comercio, en concordancia
con el inciso segundo, del artículo 225 del Código Orgánico Monetario y Financiero. PRETENSIÓN
FIRME.- Que en mérito de los argumentos esgrimidos, las disposiciones legales invocadas y las
pruebas aportadas al proceso, en la calidad que ha comparecido en representación del BANCO
COMERCIAL DE MANABI S.A, se demanda el cumplimiento de la obligación contenida en el
Contrato de Mutuo o Préstamo No. 2018-40553 CF que sustenta la acción, de tal manera que,
se dispondrá que los demandados CONTERON BANDA NARCIZA DE JESUS, por sus propios y
personales derechos en calidad de deudora principal y GAVILANES CONTERON DAVID VINICIO,
por sus propios y personales derechos en calidad de Garante Solidario, en sentenci a sean
condenados al pago a favor de su representada, de los siguientes rubros: a. - El saldo de capital
vencido que hace un valor de capital insoluto que asciende a la cantidad de $ 37,588.41
(TREINTA Y SIETE MIL QUINIENTOS OCHENTA Y OCHO CON 41/100 DÓLARES DE LOS ESTADOS
UNIDOS DE AMÉRICA) valor que consta en la liquidación de cartera de la obligación NO 40553,
cortada a fecha 16 de Diciembre del 2019; b.- Al pago de los intereses vencidos por la cantidad
de $2,007.08 (DOS MIL SIETE CON 08/100 DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA)
valor que consta en la liquidación de cartera de la obligación NO 40553, cortada a fecha 16 de
Diciembre del 2019; c.- Al pago de los intereses de mora por la cantidad de $716.09
(SETECIENTOS DIECISEIS CON 09/100 DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA) valor
que consta en la liquidación de cartera de la obligación NO 40553, cortada a fecha 16 de
Diciembre del 2019, hasta la cancelación total de la obligación, a la tasa máxima del interés
establecido por el Banco Central del Ecuador; d.- Al pago de los valores extrajudicial por la
cantidad de $400.72 (CUATROCIENTOS CON 72/100 DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMERICA) valor que consta en la liquidación de cartera de la obligación N° 40553, cortada a
fecha 16 de Diciembre del 2019; e.- Al pago de las Costas procesales en las que se deberá incluir
los honorarios profesionales de sus patrocinadores, de conformidad con lo que dispone los Arts.
42 y 43 de la Ley de Federación de Abogados.

De su parte, la demandada señora NARCIZA DE JESUS CONTERON BANDA, con su escrito de fojas
48 y 48vlta; fue la única que compareció a juicio dando contestación a la demanda y deduciendo
excepciones de las que se haya creído asistida, quien en pleno ejercicio de su derecho a la
defensa indicó: Que la demanda incumple los requisitos del art. 142 del Código Orgánico General
De Proceso (COGEP); denota ineficacia e imprecisiones en su relato inobserva las reglas básicas
del debido proceso y la seguridad jurídica prevista en los arts. 76 y 82 de la Constitución de la
Republica. Que la pretensión judicial objeto del proceso, está relacionada con el pago de una
obligación presuntamente licita en su origen; en el tema que nos ocupa, no consta de autos la
declaratoria del plazo vencido conforme a la ley, por ende la condición de título ejecutivo,
incumple los presupuestos de los arts. 347 y 348 del Código Orgánico General De Proceso
(COGEP), por desnaturalizar el procedimiento. Que respecto a la autenticidad y veracidad de la
prueba documental; esto es, el contrato de mutuo o préstamo y otro que se adjunta, nada tiene
que cuestionar por tratarse de documentos privados que cumple con las solemnidades de ley,
inobservancia de los arts. 194 y 199 del Código Orgánico General De Proceso (COGEP): no así
derecho para exigir su pago en función de los antecedentes facticos; esto es, ausencia de causa
real ilícita, como falta de los requisitos que exige la calidad de título ejecutivo como impone la
ley, para acreditar su negativa a la pretensión objeto de la causa.

4.3.- De esta forma se estableció como objeto de la controversia el siguiente: “…Determinar si


el documento base de este expediente constituye título ejecutivo, y posterior aquello
determinar si los demandados tienen la obligación de cumplir con el pago de todos y cada uno
de los rubros expuesto y solicitados por la parte accionante en el numeral 6 de su libelo inicial
de demanda”.

LA DECISIÓN SOBRE LAS EXCEPCIONES PRESENTADAS


El artículo 153 del Código Orgánico General de Procesos, enumera un total de 10 ex cepciones
previas que son las únicas, que bajo esta figura, pueden ser deducidas en el proceso,
enumerando al respecto las siguientes: “…1. Incompetencia de la o del juzgador.2. Incapacidad
de la parte actora o de su representante. 3. Falta de legitimación en la causa de la parte actora
o la parte demandada, cuando surja manifiestamente de los propios términos de la demanda.
4. Error en la forma de proponer la demanda, inadecuación del procedimiento o indebida
acumulación de pretensiones. 5. Litispendencia. 6. Prescripción. 7. Caducidad. 8. Cosa juzgada.
9. Transacción. 10. Existencia de convenio, compromiso arbitral o convenio de mediación…”.
Ante aquello, observado que fue el escrito de comparecencia y contestación a la demanda
presentado por la señora NARCIZA DEL JESÚS CONTERÓN BANDA, y contrastado el mismo con
la norma legal señalada, se determina que sobre los que había que resolver en audiencia de
manera oral y fundamentar de manera escrita en la presente resolución únicamente eran las de
falta de personería de la parte accionante para exigir la obligación, y falta de conformación de
litis consorcio necesario, sobre las demás no existe nada que resolver como excepciones previas,
ya que, son excepciones sobre el fondo del asunto. La Corte Nacional de Justicia, a efectos de
aclarar dudas que en su momento existieron sobre la forma resolver las excepciones previas
mediante su resolución N° 12-2017, indicó: Que cuando se deduce o se refiere a la falta de
personería, o incompleta conformación del litisconsorcio se refiere a la excepción previa prevista
en el numeral 3 del artículo 153 del COGEP: falta de legitimación en la causa de la parte actora
o la parte demandada, cuando surja manifiestamente de los propios términos de la demanda,
refiriendo además que si el juzgador encuentra procedentes tales excepciones previas, deberá
resolverlas mediante auto interlocutorio, dando lugar al procedimiento correspondiente para
subsanación. En consecuencia de aquello y considerando el rechazo a la excepción previa
determinada en el numeral 3 del artículo 153 del COGEP, en sus dos escenarios, se indica que
con los documentos que se observan del proceso a fojas 10, 11, 15 y 15vlta; 18 y 28, se determina
la no procedencia del escenario considerado como falta de personería de l a parte accionante,
ya que, queda absolutamente establecido que la parte accionante es una entidad financiera que
se encuentra debidamente representada por el economista Walter Oswaldo Andrade Castro,
quien en su calidad de Gerente General y Representante Legal de dicha entidad, confirió
Procuración Judicial a favor de la señorita abogada Karen Sofía Cabrera Pita, a fin de que
presente la demanda correspondiente; así mismo, con el documento base de la demanda que
obra de autos a fojas 1, 1vlta; 2 y 2vlta; quedó desechado el escenario inherente a la incompleta
conformación de liste consorcio necesario, ya que, la parte accionante es a quien le asiste el
derecho para presentar la demanda, y los demandados aludidos en el libelo inicial de demanda
con aquella calidad, es quienes son los llamados por la ley para así hacerlo, motivo por el cual
aquel escenario de manera razonada fue también rechazado.

VI

DETALLE DE LAS PRUEBAS APORTADAS POR LAS PARTES Y RELACIÓN DE LOS HECHOS
PROBADOS, RELEVANTES PARA LA RESOLUCIÓN.

El Art. 161 del COGEP, establece con claridad meridiana lo siguiente: “La conducencia de la
prueba consiste en la aptitud del contenido intrínseco y particular para demostrar los hechos
que se alegan en cada caso. La prueba deberá referirse directa o indirectamente a los hechos o
circunstancias controvertidos”, norma concordante con lo que establece el Art. 162 Ibídem, en
cuyo texto se lee: “Deben probarse todos los hechos alegados por las partes, salvo los que no lo
requieran”. Delimitado el objeto de la controversia, y con base a los principios de inmediación,
legalidad, y contradicción, durante la audiencia única se desarrollaron las pruebas que fueron
debidamente admitidas y practicadas en la fase pertinente de la precitada audiencia, aquello
bajo los presupuestos establecidos en el Art. 160 del COGEP, siendo las de la parte accionante
las siguientes: a.- Copia notariada del Poder Especial y Procuración Judicial otorgada a favor de
la Abogada Karen Sofia Cabrera Pita y Carlota Mariana Pita Navarrete, con la que se legitima su
intervención y personería en este juicio; b.- Copia notariada del nombramiento del Economista
Walter Oswaldo Andrade Castro, en su calidad de Gerente General y Representante Legal del
BANCO COMERCIAL DE MANABI S.A; c.- Copia notariada del RUC del BANCO COMERCIAL DE
MANABI S.A., como Institución Financiera acreedora, que consta incorporada en la escritura de
procuración judicial; d.- Original del Contrato de Mutuo o Préstamo No. 2018-40553 CF, por la
cantidad de CINCUENTA MIL CON 00/100 DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA
(USD$50000); e.- Original de la Tabla de Amortización, en la que consta el plan de pagos,
detallándose las cuotas a pagar por capital e intereses y las fechas de vencimiento; f.-
Liquidación de Cartera de la obligación No. 2018-40553, donde se detalla la deuda actual de los
demandados, debidamente certificada por el BANCO COMERCIAL DE MANABI S.A; g.- Detalle de
Abonos de la Operación No. 40553 del cliente CONTERON BANDA NARCIZA DE JESUS, donde
constan los valores pagados y las fechas de los abonos realizados; h.- Original de formulario de
identificación del cliente, debidamente firmada por la demandada; i. - Certificación de
declaratoria de plazo vencido de la Operación No. 40553 del cliente CONTERON BANDA NARCIZA
DE JESUS; j.- Declaración de Parte de CONTERON BANDA NARCIZA DE JESUS; k.- Declaración de
parte de GAVILANES CONTERON DAVID VINICIO; l.- Que los demandados exhiban el documento
original que demuestre el pago total o parcial de la obligación demandada dentro de la presente
causa. De su parte la demandada que compareció a juicio, como prueba para actuar a su favor
indicó las siguientes: 1.- Declaración de parte de la demandante; 2.- Las misma copias
autorizadas y documento que adjunta el demandante como sustento de la demanda entre estas
el contrato de mutuo o prestado y otros adjuntos. Es preciso establecer que una vez emitido el
correspondiente auto interlocutorio respecto a la admisibilidad de la prueba, las partes en el
momento procesal oportuno, no hicieron uso del recurso contemplado en el inciso quinto del
artículo 160 del Código Orgánico General de Procesos. Todas estas pruebas han sido valoradas,
por el suscribiente Juzgador en su conjunto de acuerdo a las reglas de la sana crítica, tal como
lo establece el Art. 164 del COGEP, entendida la sana crítica como: “…Operación intelectual que
el juez realiza con todo el acervo de su experiencia humana, que es variable y contingente, pues
depende de circunstancias locales y temporales, pero que deberá hacerlo dentro de la
racionalidad y aplicando las reglas de la lógica, que son estables y permanentes. Es por eso que
la sana crítica no le permitirá hacer una valoración absurda, o que contraríe las reglas de la
experiencia humana, pues si tal situación se detectara en una sentencia, el tribunal de casación
si tendría atribución para corregirla…”. Gaceta Judicial. Año CIV. Serie XVII. No. 13. Página 4110.
(Quito, 2 de mayo de 2003).

VII

MOTIVACIÓN
PRIMERO.- El artículo 172 de la Constitución de la República, prevé: “Las juezas y jueces
administrarán justicia con sujeción a la Constitución, a los instrumentos internacionales de
derechos humanos y a la ley. Las servidoras y servidores judiciales, que incluyen a juezas y
jueces, y los otros operadores de justicia, aplicarán el principio de la debida diligencia en los
procesos de administración de justicia”; así mismo el texto constitucional del artículo 82 de
nuestra carta fundamental indica: “El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el
respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y
aplicadas por las autoridades competentes”; texto concordante con lo previsto en el artículo 25
del Código Orgánico de la Función Judicial, que determina, que las juezas y juece s tienen la
obligación de velar por la constante, uniforme y fiel aplicación de la Constitución, los
instrumentos internacionales de derechos humanos, los instrumentos internacionales
ratificados por el Estado y las leyes y demás normas jurídicas. SEGUNDO.- De conformidad con
lo dispuesto en el artículo 88 del Código Orgánico General de Procesos, las o los juzgadores se
pronuncian y deciden a través de sentencias y autos; el inciso segundo de la misma norma legal
respecto a la sentencia indica: “…La sentencia es la decisión de la o del juzgador acerca del
asunto o asuntos sustanciales del proceso…”. Por otro lado la prueba de las obligaciones
contemplada en el Título XXI del Código Civil, en el artículo 1715, dispone, que incumbe probar
las obligaciones o su extinción al que alega aquellas o ésta. Por su parte el contenido del Art.
116 del Código Orgánico General de Procesos, determina: “…Es obligación de la parte actora
probar los hechos que ha propuesto afirmativamente en la demanda y que ha negado la parte
demandada en su contestación. La parte demandada no está obligada a producir pruebas si su
contestación ha sido simple o absolutamente negativa; pero sí deberá hacerlo si su contestación
contiene afirmaciones explícitas o implícitas sobre el hecho, el derecho o la calidad de la cosa
litigada…”. La jurisprudencia señala que “(….) La carga de la prueba no supone ningún derecho
del adversario sino un imperativo del propio interés de cada litigante; es una circunstancia de
riesgo que consiste en que quien no prueba de los hechos que debe probar, pierde el pleito.
Puede quitarse esa carga de encima, probando, es decir, acreditando la verdad de los hechos
que la ley le señala (….)”. (Gaceta Judicial. Año. CIV. Serie XVII. No. 13. Pág. 4165. Quito, 8 de
septiembre de 2003). El maestro Eduardo J. Couture, sobre la prueba, señala: “Carga de la
prueba quiere decir, en primer término, en su sentido estrictamente procesal, conducta
impuesta a uno o ambos litigantes, para que acredite la verdad de los hechos enunciados por
ellos” (Fundamentos del Derecho Procesal Civil 4ª. Edición 5ª. Reimpresión, 2014, p.198). En
igual sentido el inciso segundo del artículo 164 del cuerpo procesal ya señalado, establece que
la prueba debe ser apreciada en conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica. TERCERO.-
El artículo 347 del Código Orgánico General de Procesos, respecto a los títulos ejecutivo indica:
“…Son títulos ejecutivos siempre que contengan obligaciones de dar o hacer: 1. Declaración de
parte hecha con juramento ante una o un juzgador competente. 2. Copia y la compulsa
auténticas de las escrituras públicas. 3. Documentos privados legalmente reconocidos o
reconocidos por decisión judicial. 4. Letras de cambio. 5. Pagarés a la orden. 6. Testamentos. 7.
Transacción extrajudicial. 8. Los demás a los que otras leyes otorguen el carácter de títulos
ejecutivos” (las negrillas y subrayado son del suscrito); de su parte el artículo 348 del mismo
cuerpo legal, respecto a la procedencia del procedimiento ejecutivo, es indispensab le que la
obligación contenida en el título sea clara, pura, determinada y actualmente exigible,
considerándose además líquida o liquidable mediante operación aritmética, aquello cuando la
obligación sea la de dar una suma de dinero. Al respecto, Claras: Que no tenga que ser sujeto de
interpretación. Puras: Que no estén sujetas a condiciones ni restricción alguna, y que la
obligación haya nacido de manera natural, no forzada. Determinadas: Que exprese de manera
exacta que es lo que se debe, o pueda determinarse. Actualmente exigible, que se encuentre en
su estado de exigirse el pago de la obligación. Líquidas: Significa que debe ser tangible, valorable,
apreciable en numerario, por lo general dinero. Respecto al contrato de mutuo préstamo o de
consumo, el artículo 2099 del Código Civil, señala que este es un contrato mediante el cual una
de las partes entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles, con cargo de restituir otras
tantas del mismo género y calidad, respecto a las cosas fungibles el artículo 593 del mismo
cuerpo legal determina que las especies monetarias, en cuanto perecen para el que las emplea
como tales, son cosas fungibles. De su lado el artículo 1454 del Código Civil, respecto al contrato
indica: “…Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar,
hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas personas”; de su lado, el
artículo 1455 ibídem, indica que el contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para
con otra, que no contrae obligación alguna; y bilateral, cuando las partes contratantes se obligan
recíprocamente. El artículo 1461 del Código Civil, expone: “Para que una persona se obligue a
otra por un acto o declaración de voluntad es necesario: Que sea legalmente capaz; Que
consienta en dicho acto o declaración, y su consentimiento no adolezca de vicio; Que recaiga
sobre un objeto lícito; y, Que tenga una causa lícita. La capacidad legal de una persona consiste
en poderse obligar por sí misma, y sin el ministerio o la autorización de otra”, en cuanto a los
efectos de las obligaciones el mismo cuerpo legal en su artículo 1561, refiere que todo contrato
legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su
consentimiento mutuo o por causas legales. CUARTO.- El título en que se fundamenta esta
acción es un Contrato de Mutuo, en tal virtud es conveniente recordar algunos conceptos
jurídicos que tienen vinculación con el caso. El hombre para satisfacer sus necesidades
personales ha tenido que establecer relaciones con los otros hombres y, en virtud de ellas, viene
intercambiando bienes y servicios; relación en la que adquiere especial importancia el aspecto
patrimonial. Por patrimonio se entiende el conjunto de relaciones jurídicas, activ as y pasivas,
pertenecientes a una persona que tengan una utilidad económica y sean susceptibles de
estimación pecuniaria. La regulación por parte del derecho de estas relaciones implica el
reconocimiento de derechos individuales cuyo contenido es eminente mente pecuniario, en
forma directa o indirecta. Los derechos que resultan de esta clase de relaciones suelen
clasificarse en dos grandes grupos: Derechos reales y Derechos personales, a los que se agregan,
por parte de algunos autores, los derechos ambulatorios u obligaciones propter rem y ob rem.
Derechos reales, según el artículo 595 del Código Civil que recoge la teoría clásica, son los que
tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona. Impone, pues, una relación directa
e inmediata de poder o señorío entre un sujeto de derecho y una cosa. Los derechos personales
o créditos, según el artículo 615, son los que pueden reclamarse sólo de ciertas personas que,
por un hecho suyo o la disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas, como el
que tiene el prestamista sobre el deudor, por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por
alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales. Implican una relación de persona
a persona. Los derechos personales llevan aparejada, como lógica consecuencia el de la noción
recíproca de obligación, definida por los tratadistas como el vínculo jurídico en virtud del cual el
deudor está constreñido respecto del acreedor, y bajo el control estatal, a adoptar una
determinada conducta: Aquella precisamente que corresponde a la esperada por el titular del
derecho personal. Es decir, que a la mentada facultad corresponde un deber jurídico por el
denominado sujeto pasivo. Fluye, entonces, el concepto de obligación como correlativo al
derecho personal. Los elementos de la obligación son: 1) Sujeto activo, llamando acreedor,
quien es el beneficiario de la obligación, y el que puede exigir su cumplimiento; el deudor es el
sujeto pasivo de la obligación, que queda sometido a la necesidad jurídica de ot orgar la
prestación, y de no hacerlo así, a la responsabilidad derivada de su incumplimiento; 2) El objeto,
que está constituido por la prestación a cargo del deudor. Es el elemento objetivo de la
obligación, es lo que se debe, la conducta que se exige al deudor, y que puede consistir, según
la definición dada por el artículo 1454 del Código Civil, en dar alguna cosa, hacer algo o
abstenerse de un hecho; 3) Vínculo de derecho: En cuanto a la naturaleza del vínculo que une al
deudor y al acreedor existen varias doctrinas, la una que lo considera como una relación entre
personas, la otra como una relación objetiva entre patrimonios, en la cual las personas son tan
solo puntos de referencia, y la posición intermedia que lo concibe como una ligación de
patrimonios a través de las personas de sus titulares; 4) Causa eficiente o fuente del vínculo
jurídico. Según el artículo 1483 del Código Civil, no puede haber obligación sin causa real y lícita;
pero no es necesario expresarla. La pura liberalidad o beneficencia es causa suficiente. Se
entiende por causa el motivo que induce al acto o contrato, y por causa ilícita la prohibida por
la ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público. Así, la promesa de dar algo en
pago de una deuda que no existe, carece de causa, y la promesa de dar algo en recompensa de
un delito o de un hecho inmoral, tiene una causa ilícita. En los contratos sinalagmáticos la
obligación de una de las partes tiene por causa la consideración del compromiso tomado por la
otra, si una de las partes se obliga es porque contempla la contraprestación de que va a
convertirse en deudor la otra. En los contratos consensuales unilaterales, si el deudor se obliga
es porque ha recibido ya una contraprestación (contratos reales) o porque espera obtenerla sin
dar nada a cambio (contrato gratuito); en las mismas convenciones en que uno solo parece
obligado, como en el préstamo de dinero, la obligación del que toma prestado ha sido precedida,
por parte del otro de lo que debe dar, para formar la convenci ón. Así, la obligación que se forma
en esta suerte de convención, a favor de uno de los contratantes, tiene siempre su causa en la
parte de la otra. La obligación sería nula si en verdad fuera sin causa. En el contrato de préstamo,
la causa de la obligación del prestatario de restituir la cosa prestada es la entrega que se le hizo
a él de esa cosa. Las fuentes de las obligaciones están enumeradas por el artículo 1453 del
Código Civil y, entre ellas, los contratos o convenciones. Según la definición del artículo 1455, el
contrato es el acto por el cual una parte se obliga con otra para dar, hacer o no hacer alguna
cosa. Cada parte puede ser una o varias personas. En cuanto a su perfección los contratos se
clasifican en: 1 .- Reales, cuando para que sean perfectos es necesaria la tradición de la cosa a
que se refiere; 2.- Solemne, cuando está sujeto a la observancia de ciertas formalidades
especiales de manera que sin ellas no surte efecto civil, tal como sucede, por ejemplo, con la
compraventa de inmuebles que tiene que celebrarse ante Notario por escritura pública; y, 3.-
Consensual, cuando se perfecciona con el solo consentimiento; un contrato real típico es el de
mutuo o préstamo de consumo, definido por el artículo 2099 del Código Civil como el contrato
en que una de las partes entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles, con cargo de
restituir otras tantas de un mismo género y calidad. Este contrato no se perfecciona, como dice
el artículo 2100 del Código Civil, sino por la tradición, y la tradición transfiere el dominio. Un
contrato típico consensual es el de apertura de una cuenta corriente, que suele anteceder a
ciertas operaciones bancarias. De acuerdo con el autor Sergio Rodríguez Azuero este contrato
tiene las siguientes características: 'Entendemos por contrato de apertura de crédito el acuerdo
según el cual el banco (acreditante) se compromete con su cliente (acreditado) a concederle
crédito de dinero o de firma, directamente a él o a un tercero que le indique, dentro de ciertos
límites cuantitativos y mediante el pago por el acreditado de una remuneración. De la definición
formulada podemos concluir que el objeto propio del contrato, su razón de ser para ambas
partes, pero en forma específica para el cliente, es contar con una disponibilidad, esto es, con la
posibilidad de obtener crédito de dinero o de firma dentro de cierto tiempo si el contrato se ha
celebrado a plazo, o de forma indefinida, si esta es la modalidad adoptada en el acuerdo.
Característica que permite diferenciarlo del mutuo y que tiene una enorme importancia en la
práctica pues tienden a satisfacer necesidades eventuales y futuras, no actuales. El contrato se
conoce también, desde el punto de vista operativo, como el establecimiento de una línea de
crédito, es decir, de un máximo hasta el cual y dentro de las condiciones contractuales, puede
disponer el cliente de la institución...'. (Contratos Bancarios, Biblioteca Felaban, Colombia, 1997,
Págs. 367 a 369). Es deber indicar que el contrato de mutuo consistente en dinero prestado,
obliga a devolver tal cantidad de dinero que ha sido entregado, en el plazo e intereses
convenidos al tenor de los Arts. 2102, 2108 y 2109 del Código Civil, en consecuencia, por la
autonomía de la voluntad de los contratantes, que han acordado plazo para el cumplimiento de
la obligación, ésta se torna exigible simplemente en la fecha del vencimiento, para mayor
abundamiento cito el precedente jurisprudencial sobre el PRESTAMO DE MUTUO “Por legítimo
convenio entre acreedor y deudor, éste se constituyó en mutuario de una suma de dinero, hecho
por el cual debieron desatenderse los antecedentes (causa de la obligación) y considerarse
exclusivamente el mutuo y la obligación ejecutiva que de él se deriva, la que no aparece
dependiente de ninguna condición y cuyo plazo estuvo vencido al tiempo de la ejecución. Gaceta
Judicial. Año XXXI. Serie V. Nro. 86. Pág. 2036.(Quito, 25 de Septiembre de 1933)”; por lo tanto
los juicios ejecutivos basados en el contrato de mutuo es obvio que se tratan de juicios de
condena o ejecución en el cual el derecho del actor está declarado en el contrato de mutuo al
que la ley de la una vehemente presunción de autenticidad, consiste en un documento
probatorio de derecho. Así también lo define el tratadista Guillermo Cabanellas de Torres en su
obra: “Diccionario Jurídico elemental” 20 a. ed.- Buenos Aires, en la pag. 94, sobre contrato de
mutuo nos proporciona Contrato de Mutuo. “Expresa el Art. 2.240 del Cod. Civ. Arg. Que: “Habrá
mutuo o empréstito de consunmo cuando una parte entregue a la otra una cantidad de cosas
que esta última está autorizada a consumir, devolviéndole en el tiempo convenido igual cantidad
de cosas de la misma especie y calidad”. Para mayor abundamiento cito la definición que sobre
título ejecutivo nos da el Tratadista Guillermo Cabanellas de Torres en su obra: “Diccionario
Jurídico elemental” 20 a. ed.- Buenos Aires, en la pág. 367, Titulo ejecutivo: “Denominase así al
documento que por sí solo basta para obtener en el juicio correspondiente la ejecución de una
obligación”. Cito también al tratadista Emilio Velasco Celleri, quien en su obra Teoría y Práctica
del Juicio Ejecutivo, pág. 19, conceptualiza al Título Ejecutivo, de la siguiente forma: “Son
instrumentos a los que la ley les reviste de una vehemente presunción de autenticidad,
presunción que solamente puede ser destruida mediante la prueba que debe rendir el que
impugna en juicio, una letra de cambio o un pagare a la orden, por la vía de falsedad; y por esta
razón la ley enumera los títulos ejecutivos y determina las condiciones que deben reunir para
que sean considerados como tales”. Ante aquello, siendo que ambas partes anunciaron y
produjeron en el momento procesal oportuno, como prueba a su favor, el contrato de mutuo o
préstamo base de la presente acción, se ha podido determinar que el mismo por expreso
mandato legal del numeral 3 del artículo 347 del Código Orgánico General de Procesos, es
reconocido como título ejecutivo poseyendo su respectivo reconocimiento de firma y rúbrica
ante la Notaria Novena del cantón Portoviejo, lo que se corrobora a fojas 2 y 2vlta; en igual
sentido se ha podido determinar los requisitos de procedencia expuestos en el artículo 348
ibídem, tales como: Pureza, determinación, y exigibilidad, considerándose de plazo vencido, en
mérito de clausula tercera del referido contrato que establece o confiere la facultad a la entidad
financiera acreedora cuando los obligados no hayan cumplido con el pago de un dividendo o su
fracción, lo que guarda relación con los documentos que también fueron actuados como prueba
por la parte accionante y que obran del proceso a fojas 5 y 6; en igual sentido la demandada
señora NARCIZA DE JESÚS CONTERON BANDA, al momento de rendir su declaración de parte de
manera expresa y a viva voz, reconoció la obligación contraída y los valores que adeuda a la
entidad accionante, aquello considerándose que el artículo 187 del COGEP, sobre la declaración
de parte establece: “Declaración de parte es el testimonio acerca de los hechos controvertidos,
el derecho discutido o la existencia de un derecho rendido por una de las partes”. Sin perjuicio
de lo expuesto, la Doctrina y la Jurisprudencia, dentro de los cuales tenemos a Caravantes, en
su obra “Tratado Histórico, Crítico y Filosófico de los Procedimientos Judiciales”, Tomo III, pág.
257, establece: “Por oposición y a diferencia de los procesos de conocimiento, el proceso
ejecutivo no se dirige a declarar derechos dudosos o controvertidos, si no a llevar a efecto los
que se hayan reconocido en actos o en títulos de tal fuerza que determine que el derecho del
actor es legítimo y está suficientemente probado para que sea atendido”. QUINTO. -Principios
Constitucionales y del debido proceso.- Por mandato Constitucional y legal los jueces y juezas al
resolver, debemos considerar que en estos procesos en todas sus instancias, etapas y diligencias
este presente el principio dispositivo, tal como lo señala la Constitución de la Republica en su
Art.- 168 en concordancia con lo preceptuado en el Art.- 19 del Código Orgánico de la Función
Judicial “Todo proceso judicial se promueve por iniciativa de la parte legitimada Las juezas y
jueces resolverán de conformidad con lo fijado por las partes como objeto del proceso y en
mérito de las pruebas pedidas, ordenadas y actuadas de conformidad con la ley.” Lo que precisa
al juzgador a apreciar las pruebas conforme a las reglas de la sana crítica, tal como lo señala el
Art. 164 del Código Orgánico General de Procesos, que no es otra cosa que “una combinación
de los criterios lógicos y de las máximas de experiencia que debe utilizar el Juez para apreciar la
prueba”, como la definiera Font Serra en su libro El Dictamen de Peritos y el Reconocimiento
Judicial en el Proceso Civil Probatorio. Además, la decisión debe sostenerse en los principios de
motivación de las sentencias que como lo ha sostenido la Corte Constitucional del Ecuador en
Sentencia 002-09-SAN-CC de 2 de abril de 2009, representa un elemento fundamental dentro
de todo acto que emane de la administración pública, es así que constituye el elemento en
donde se relacionan las razones de hecho y de derecho que le dan origen, sustento y validez al
acto. En primer lugar que el juicio ejecutivo solo tiene razón de ser cuando la demanda se
sustenta en un título ejecutivo, de allí el axioma “nulla executio sine título”, vale decir, que no
puede haber ejecución sin título; de modo que la acción ejecutiva solo es procedente si se funda
en un título al que la Ley le ha otorgado la calidad de ejecutivo. Por la naturaleza del juicio
ejecutivo, la ley le ha asignado un procedimiento breve, y las razones que ameritan este
procedimiento, no son en relación a la cuantía o al fondo de la ejecución, sino más bien a la
calidad en que se funda la ejecución. Por tanto, el título ejecutivo constituye requisito esencial
“ad solemnitaten” para la procedencia de la acción ejecutiva, ya que contiene un elemento
productor de certezas, pues se presume legítimo y viene también a constituir la prueba plena
del derecho “ad probationem” que afirma tener el ejecutante. En el juicio ejecutivo no se trata
de decidir sobre derechos dudosos o controvertidos, se trata más bien de llevarse a ejecución
derechos claros, ciertos y determinados; consecuentemente, el conocimiento del Juez en esta
clase de juicios se reduce en un principio a examinar el título ejecutivo, a examinar su apariencia,
a ver si está asistido de todos los requisitos de fondo y de forma para merecer la tutela
privilegiada propia de la vía ejecutiva. En consecuencia de aquello, siendo que la parte
accionante con las pruebas aportadas y actuadas cumplió con justificar lo afirmado en la
demanda, tal como se encuentra señalado en los fallos de la ex Corte Suprema de Justicia, entre
ellos, en la G.J. XIV. No. 15, pp. 3537-8 31- VIII -87. Misma que su parte pertinente refiere: … “La
doctrina de la prueba establece que corresponde al actor establecer los fundamentos de su
demanda, cuando en el libelo se han expuesto los hechos afirmativamente y que han sido
negados por el reo. Pero así mismo, corresponde al demandado probar su negativa, si contiene
afirmación explícita e implícita, sobre el hecho, el derecho o la calidad de la cosa litigada”, y
considerando que el tratadista Emilio Velasco Celleri, quien en su obra Teoría y Práctica del Juicio
Ejecutivo, pág. 19, conceptualiza al Título Ejecutivo, de la siguiente forma: “Son instrumentos a
los que la ley les reviste de una vehemente presunción de autenticidad, presunción que
solamente puede ser destruida mediante la prueba que debe rendir el que impugna en juicio,
una letra de cambio o un pagare a la orden, por la vía de falsedad; y por esta razón la ley enumera
los títulos ejecutivos y determina las condiciones que deben reunir para que sean considerados
como tales”; a este juzgador le correspondió en este proceso brindar a las partes el derecho
pleno de acceso a la justicia y a la tutela judicial efectiva expuesto en el artículo 75 de la
Constitución de la República del Ecuador, y en consideración del último derecho aludido se
indica: SEXTO.- LA DECISIÓN QUE SE PRONUNCIA SOBRE EL FONDO DEL ASUNTO.- Por todo lo
expuesto, habiendo sido apreciada la prueba en conjunto de acuerdo con las reglas de la sana
crítica conforme lo exige el Art. 164 del Código Orgánico General de Procesos, y habiéndose
cumplido con las garantías básicas del derecho al debido proceso expuesto en el artículo 76 de
la Constitución de la República del Ecuador, en armonía con el artículo art. 82 ibídem y art. 25
del Código Orgánico de Función Judicial, que contempla el derecho a la Seguridad Jurídica q ue
se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas,
claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes, sin entrar en más análisis el
suscrito Juez de la Unidad de lo Civil del cantón Portoviejo “ADMIN ISTRANDO JUSTICIA EN
NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCION Y
LAS LEYES DE LA REPUBLICA”, aceptando el libelo inicial de demanda presentada por la señorita
abogada KAREN SOFIA CABRERA PITA, en su calidad de Procuradora Judicial del señor
economista WALTER OSWALDO ANDRADE CASTRO, quien a su vez posee la calidad de Gerente
General y Representante Legal del BANCO COMERCIAL DE MANABÍ S.A.; dispone que los
ciudadanos CONTERON BANDA NARCIZA DE JESÚS y GAVILANES CONTERON DAVID V INICIO, en
calidad de demandados paguen de manera inmediata a la parte accionante el capital adeudado
que asciende a la suma TREINTA Y SIETE MIL QUINIENTOS OCHENTA Y OCHO 41/100 DÓLARES
AMERICANOS ($37.588,41), además se la condena al pago del interés legal y de mora en la forma
requerida en la demanda, y que no podrán ser superiores al máximo permitido por la ley,
observando además la respectiva regulación del Banco Central del Ecuador, sobre este punto.
LA PROCEDENCIA O NO DEL PAGO DE INDEMNIZACIONES, INTERESES Y COSTAS. Con costas, se
regulan en la cantidad de USD $2035.61 (DOS MIL CERO TREINTA Y CINCO 61/100 DÓLARES
AMERICANOS) los honorarios de la abogada patrocinadora de la parte accionante. Se deja
constancia que en la presente causa se ha dado cumpli miento a lo dispuesto en los artículos 76,
167, 168 y 169 de la actual Constitución de la República del Ecuador. CÚMPLASE Y
NOTIFÍQUESE.-

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