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Rechazan amparo habitacional ante orden de desalojo dictada por juez nacional

La justicia de la Ciudad de Buenos Aires resolvió rechazar in limine el planteo efectuado por una familia
que reclamaba que el Gobierno porteño brinde un lugar para habitar o subsidio habitacional, y se
suspenda, hasta tanto el alojamiento del grupo familiar esté garantizado, el cumplimiento de una orden de
desalojo dictada por la justicia nacional en el marco de un conflicto entre privados por la ocupación de un
inmueble. “Los amparistas pretenden suspender un desalojo decidido en una causa judicial que resulta
ajena al suscripto. Ello no puede interpretarse más que como una interferencia indebida en el ejercicio de
las facultades del magistrado que conoce en la desocupación del inmueble en cuestión”, resalta la
sentencia.
El titular del juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 18, Marcelo López Alfonsín, resolvió
el pasado 26 de febrero rechazar in limine la acción de amparo interpuesta por un grupo familiar formado
por personas de tercera edad, adultos y niños, con el objeto que se ordene  “suspender el desalojo
ordenado” por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 61 de la Capital Federal, “hasta
tanto el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires garantice” alojamiento en condiciones dignas ,
preservándose la integridad familiar (un lugar cercano al sector de la actual vivienda a fin de no perjudicar
el derecho al trabajo y el derecho a la educación de los niños y niñas alojados en el inmueble en conflicto).
Si bien los amparistas manifestaron que la solicitud del dictado de una medida cautelar “no se alza contra
la orden judicial de desalojo sino que pretenden que se les garantice provisoriamente un lugar donde poder
habitar”, el magistrado rechazó el planteo centrando sus argumentos en que se solicita suspender lo
dispuesto por otro juez.
En su resolución, López Alfonsín analizó la procedencia de la solicitud de amparo realizada por los actores
y señaló que el artículo 5 de la ley nº 2145 que regula la acción de amparo en la Ciudad de Buenos Aires,
“prescribe que el juez puede rechazar la acción por auto fundado, sin necesidad de sustanciación alguna,
cuando resulte manifiesto que ésta no cumple con los requisitos de admisibilidad de la acción”.  “El rechazo
in límine debe reservarse para situaciones que excedan a todas luces el marco procesal elegido”, destacó.
Analizando el planteo efectuado, el juez sostuvo que “los amparistas pretenden suspender un desalojo
decidido en una causa judicial que resulta ajena al suscripto, en la que se han presentado y han ejercido su
derecho de defensa y que ha sido iniciada hace más de dos años”. “ Ello no puede interpretarse más que
como una interferencia indebida en el ejercicio de las facultades del magistrado que conoce en la
desocupación del inmueble en cuestión”, subrayó López Alfonsín.
Continuando con el mismo criterio, resalto que “según una reiterada doctrina jurisprudencial se ha
sostenido que, en el caso de instituto cautelar, no puede interferirse el cumplimiento de otros
pronunciamientos judiciales, ni suspenderse el trámite de procesos distintos sustanciados ante otro
tribunal”, y que con la suspensión de la liberación de la vivienda se pretende “que dos órganos
jurisdiccionales decidan en forma superpuesta y simultáneamente respecto a un desalojo” dictado en el
marco de un conflicto entre privados por la ocupación de un inmueble.
“Por ende, la  intromisión que se pretende de este magistrado en desmedro de las facultades de otro par,
revestiría de gravedad para la armonía constitucional y el orden público. Ello es así, pues lo que en síntesis
requieren los actores para la eventual satisfacción de su pretensión de fondo, sería nada menos que
ordene suspender la decisión de otro juez en el marco de un expediente en el que el suscripto carece de
competencia”, remarcó.
Entre los fundamentos para el rechazo in limine, el juez señaló “consideraciones genéricas y confusas de la
demanda”, y la existencia de “una insuficiencia estructural absoluta respecto a la invocación del acto u
omisión lesiva del GCBA que se busca proteger por la vía del amparo”, por lo que “no se configuran los
presupuestos básicos de admisibilidad de la acción de amparo” siendo “clara y manifiesta la falta de
configuración de los recaudos constitucionales que hacen a su procedencia”.
Tras cuestionar el estilo del amparo interpuesto, mencionando “consideraciones no solo extrajurídicas sino
ajenas, desvinculadas a la causa e impropias del estilo forense y de una asistencia letrada con apego a los
deberes del profesional respecto a la administración de justicia”, López Alfonsín concluyó -citando a
Augusto Morello- que es necesario “‘poner al amparo en su quicio’ para no bastardear tan noble garantía
constitucional, cuando en una presentación judicial con patrocinio letrado ni siquiera se identifica el acto u
omisión lesiva que se pretende atacar”.
 

Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil Sala J


Autos: F. de M, E.F. c/ U.C.A y otro
Fecha: 09/12/2010
Sumario: Iniciado un juicio de desalojo, la demandada madre de dos hijos menores de edad y cuyo padre
ha fallecido contesta la demanda en nombre de ella y representación de los niños, se corre vista al
Ministerio Pupilar quien solicito un plazo de espera para restituir el inmueble y solicita la suspensión de la
orden de desalojo, el juez de primera instancia hace lugar a tal petición, apelado que fuere, la Cámara
revoca por considerar que previo a concretar el lanzamiento se ha dado intervención a la Defensora de
Menores e Incapaces de primera instancia, se otorgó un plazo prudencial para que la funcionaria disponga
las medidas que estime conducentes en orden a la protección de los derechos de sus representados.
La actuación del Ministerio Pupilar en autos se encuentra ajustada a las precisiones del Informe Anual
2008 del Ministerio Público de la Defensa de la República Argentina, que expone la labor llevada a cabo
durante dicho período por todas las áreas de la institución conforme lo establecido por el artículo 32 de la
Ley Orgánica del Ministerio Público, la Sra. Defensora General de la Nación, Dra. Stella Maris Martínez,
explicitó los fundamentos que llevaron al dictado de la Resolución DGN Nº 1119/08 (25 de julio de 2008)
por la que las Defensorías ante los Tribunales Orales en lo Criminal intervienen en representación de las
personas menores de edad en causas penales por usurpación.
Deviene ajustado a derecho poner en conocimiento de la Defensoría de Menores e Incapaces la existencia
de un juicio de desalojo en el que podrían verse afectados los derechos de niños y adolescentes al tomarse
conocimiento de tal circunstancia y establecer un plazo para compeler al desahucio, a fin de facilitar la
labor del Ministerio Público en orden a verificar la necesidad de recurrir al auxilio de un programa de apoyo
y efectuar las gestiones necesarias ante la autoridad administrativa. Para así decidirlo hemos ameritado
que el artículo 3º, ap.2º de la Convención sobre los Derechos del Niño establece: "2. Los Estados Partes
se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar,
teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él
ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas".

Buenos Aires, diciembre 9 de 2010.


Y Vistos: Y Considerando:
I. Disconforme con lo decidido a fs.98, en tanto la Sra. Juez de grado, a instancia del Ministerio Pupilar
suspende el curso de los plazos procesales en estos obrados hasta tanto tome intervención la Asesoría
General Tutelar del Ministerio Público del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se alza
la actora a fs. 99, interponiendo recurso de apelación en subsidio. Rechazado éste último, previa
sustanciación con la Sra. Defensora de Menores de la primera instancia, se concede la apelación
subsidiaria.
II. De las constancias de autos resulta que corrido que fuera el traslado de la demanda al emplazado, se
presenta a fs.34/34 vta. la Sra. Irma Yolanda Cejas, quien acredita el deceso del locatario demandado y
contesta demanda en su calidad de ocupante del inmueble motivo de autos y en representación de sus dos
hijos menores de edad, A. V. y F. G. U.
Con tal motivo, se dio vista de las actuaciones a la Sra. Defensores de Menores e Incapaces, quien a fs.
42, a más de asumir la representación de los referidos menores, solicita que se le prevea la posibilidad de
otorgar a la representante legal de los menores un tiempo prudencial de espera para restituir la posesión
del inmueble objeto del desalojo, ello, hasta tanto se obtenga algún tipo de respuesta con relación a las
medidas gestionadas por dicha funcionaria o por la Sra. Cejas.
Asimismo, obra a fs. 47/52 constancia de la gestión del trámite promovido por el Consejo de los Derechos
de Niñas, Niños y Adolescentes del G.C.B.A. y su giro al Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos
Aires. A fs. 60, se advierte que, en uso de las facultades que la ley adjetiva le tiene reservadas, la "a quo"
convoca a las partes a audiencia. A fs. 62/68 la Sra. Defensora agrega informe del Programa de Atención
de Familias en Situación de Calle, dependiente de la Dirección General de Atención del G.C.B.A., el que da
cuenta de que la Sra. Cejas es beneficiaria de dicho programa y se encuentra percibiendo regularmente el
subsidio establecido en el Decreto 680/06 del G.C.B.A., modificado por Decreto 960/08. A fs. 77 la
demandada manifiesta que, a raíz de un ofrecimiento familiar, podría desocupar el inmueble el 30 de julio
de este año. A fs. 82, el 5 de mayo próximo pasado, se lleva a cabo la audiencia convocada por el Juzgado
interviniente, concurriendo la demandada sin asistencia letrada, por lo que resulta imposible acordar la
restitución del bien de autos. A fs. 85 la actora, con fecha 5 de julio, presta conformidad con la fecha de
desocupación y entrega del inmueble indicada por la demandada a fs. 77. Pasada la fecha propuesta por la
demandada, a fs. 87 la actora solicita que se decrete su lanzamiento y, corrida vista de ello a la Sra.
Defensora de Menores, esta informa a fs. 90 que el 24 de agosto, fecha en que suscribe su dictamen, ha
remitido oficio a la Asesoría General Tutelar –Ministerio Público– del Poder Judicial de la C.A.B.A. a
efectos de poner a dicha dependencia en conocimiento del estado del presente proceso y a fin de que
adopten las medidas pertinentes en resguardo de los intereses que le asisten a su representado; a fs. 92
se acompaña la constancia que da cuenta de dicho diligenciamiento.
Llegados a este punto, frente al nuevo pedido de lanzamiento formulado por la actora a fs. 95, a instancia
de la Sra. Defensora de Menores, se dicta la resolución impugnada, suspendiendo la "a quo" plazos
procesales en estos obrados hasta tanto tome intervención la Asesoría General Tutelar del Ministerio
Público del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
III. En cuanto concierne a la cuestión traída a conocimiento, no deviene ocioso destacar que la actuación
del Ministerio Pupilar en autos se encuentra ajustada a las precisiones del Informe Anual 2008 del
Ministerio Público de la Defensa de la República Argentina, que expone la labor llevada a cabo durante
dicho período por todas las áreas de la institución conforme lo establecido por el artículo 32 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, la Sra. Defensora General de la Nación, Dra. Stella Maris Martínez,
explicitó los fundamentos que llevaron al dictado de la Resolución DGN Nº 1119/08 (25 de julio de 2008)
por la que las Defensorías ante los Tribunales Orales en lo Criminal intervienen en representación de las
personas menores de edad en causas penales por usurpación.
En igual sentido, la resolución dispuso la intervención del Ministerio Público de la Defensa, en cumplimiento
de lo dispuesto en el artículo 59 del Código Civil, en expedientes de desalojo cuando existan personas
menores de edad habitando el inmueble en litigio. Respecto de esta última disposición, concerniente a la
justicia civil, expuso textualmente: "También la resolución se refirió a una cuestión sumamente discutida en
el ámbito civil relativa a si correspondía o no la intervención del Defensor de Menores e Incapaces en
causas de desalojos en caso de existir menores de edad habitando el inmueble en litigio, y se decidió que
corresponde la intervención de este Ministerio Público de la Defensa en representación de los menores de
edad en cumplimiento de lo dispuesto en el art. 59 del Código Civil".
Concretamente se dispuso en dicha Resolución DGN Nº 1119/08: "I. Instruir a los Sres. Defensores
Públicos de Menores e Incapaces en lo Civil, Comercial y del Trabajo para que tomen intervención en los
procesos de desalojo en los que se vean afectados los derechos de los menores de edad a fin de adoptar
las medidas necesarias que tengan por objeto la protección integral de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes reconocidos en nuestro ordenamiento jurídico nacional e instrumentos internacionales de
Derechos Humanos en los que el Estado es parte, de conformidad con los considerandos de la presente".
IV. Ahora bien, esta Sala discrepa con el alcance que cabe asignar a tal intervención en procesos en los
que, como en el presente, las personas menores de edad no son parte en la causa, pero cuyo interés en el
resultado del pleito es indiscutible, por cuanto al habitar el inmueble a desalojarse podrían, eventualmente,
verse privados de vivienda.
Es que en oportunidad de conocer cuestiones análogas y entendimos que no es menester la intervención
de la Defensoría de Menores e Incapaces desde el inicio de la causa, por cuando quienes serían sus
representados no han celebrado el contrato de locación, no revisten el carácter de actores ni de
demandados; y hemos concluido que la función que pueden y deben desempeñar los representantes del
Ministerio Pupilar en este tipo de causa se endereza a verificar que los niños y adolescentes no se vean
privados de su derecho a una vivienda la que, obviamente, debe serles proporcionada, en primer término,
por sus padres y demás obligados alimentarios y, ante la imposibilidad de éstos de garantizarles tal
derecho, recurrir a las autoridades administrativas competentes (esta Sala, expte. n°35.602/2009, "Lattuga,
Rosa Nilda c/ Zaracho, Carlos Roque y otros s/Desalojo por falta de pago", del 24/08/2010).
Por ello, sostuvimos en dicha oportunidad que corresponde poner en conocimiento del Ministerio Público
Pupilar, a los fines antes señalados, la sentencia que ordena el desalojo de un inmueble en el que habitan
personas menores de edad, sin dar curso a la ejecución de lo allí decidido hasta tanto no se haya cumplido
el plazo que al efecto deberá establecerse, a fin de que se adopten las medidas que se estimen oportunas
para garantizar la tutela y defensa de los derechos de los niños a contar con una vivienda acorde a sus
necesidades.
De modo pues, que deviene ajustado a derecho poner en conocimiento de la Defensoría de Menores e
Incapaces la existencia de un juicio de desalojo en el que podrían verse afectados los derechos de niños y
adolescentes al tomarse conocimiento de tal circunstancia y establecer un plazo para compeler al
desahucio, a fin de facilitar la labor del Ministerio Público en orden a verificar la necesidad de recurrir al
auxilio de un programa de apoyo y efectuar las gestiones necesarias ante la autoridad administrativa.
Para así decidirlo hemos ameritado que el artículo 3º, ap.2º de la Convención sobre los Derechos del Niño
establece: "2. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean
necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras
personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y
administrativas adecuadas".
En la misma línea, que siempre mantiene a lo largo de todo el texto de dicha Convención la intervención
del Estado en la protección de los derechos con carácter subsidiario, específicamente el art. 27 se refiere al
tema de la vivienda, y establece: "2. A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la
responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las
condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño. 3. Los Estados Partes, de acuerdo
con las condiciones nacionales y con arreglo a sus medios, adoptarán medidas apropiadas para ayudar a
los padres y a otras personas responsables por el niño a dar efectividad a este derecho y, en caso
necesario, proporcionarán asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la
nutrición, el vestuario y la vivienda".
V. Advertimos, entonces, que a tenor de lo apuntado en el considerando II, lo señalado precedentemente
ha sido acabadamente cumplido en el "sub lite", pues previo a concretar el lanzamiento se ha dado
intervención a la Defensora de Menores e Incapaces de primera instancia, se otorgó un plazo prudencial
para que la funcionaria disponga las medidas que estime conducentes en orden a la protección de los
derechos de sus representados.
De tal forma y sin desmedro del estado procesal de la causa –donde no se ha homologado acuerdo
transaccional alguno, ni dictado pronunciamiento definitivo– , deben atenderse las quejas levantadas por la
locadora apelante; máxime, de tenerse en cuenta que ya se ha comunicado el caso de autos a la Asesoría
Tutelar del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires.
En mérito a lo considerado y oído que fuera el Ministerio Pupilar, el Tribunal resuelve: Revocar la
resolución apelada y, en consecuencia, disponer que se reanuden los plazos procesales en la presente
causa.
La Dra. Zulema Wilde no suscribe la presente por hallarse en uso de licencia (art. 109 R.J.N).
Regístrese y devuélvase a la instancia de grado. — Beatriz Alicia Verón. — Marta del Rosario Mattera.

Excmo. Tribunal:
I
A fs. 92 V.E. corre nueva vista de las presentes actuaciones a fin de que me expida sobre el recurso de
apelación deducido y sustanciado en autos, en orden a haberse dado cumplimiento con lo requerido a fs.
85/86. Allí mediante Dictamen Nº 25/11 solicité la remisión de los autos caratulados: “P., M. c/ E. G. A. s/
Desalojo (Sumario) (Anticipado), Expte. Nº 25.854/05, en trámite por ante el Juzgado en lo Civil, Comercial
y de Minería Nº 3 y “P. M. c/ E. G. A. s/ Queja”, Expte. Nº 15617-264-10 y Expte. Nº 228-025-06, en trámite
por ante la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, ambos de la IIIa. Circunscripción Judicial, los
que han sido agregados por cuerda al presente.
Es menester dejar debidamente expresado que el thema decidendum sobre el que V.E. debe conocer y
resolver en esta instancia no involucra- ciertamente- el acierto o el error de las determinaciones
jurisdiccionales adoptadas en las actuaciones que tengo ante mi vista y reseñaré a continuación. Claro
resulta que la propia existencia de procesos jurisdiccionales, en tanto vías aptas y expeditas para resolver
los pretensos derechos, constituye un valladar para el progreso de acciones de estas características.
No obstante, he entendido necesario ingresar en el análisis y compulsa de lo allí obrado, atendiendo al
objeto de la acción de amparo, los fundamentos del Tribunal sentenciante y los agravios que se expresaran
para dar andamiaje al recurso.

ANÁLISIS DEL EXPTE. “P. M. B c/ E. G. A. s/ Desalojo (sumario). Expte. Nº 25.854-05

De las principales constancias de las actuaciones surge que:


A fs. 5/6 M. B. P. demanda a G.A.E. por desalojo-condena de futuro por ante el Juzgado Civil, Comercial y
de Minería Nº 3 de la IIIa. C. J. a cargo del Dr. Carlos M. Cuellar.
Sustanciadas las actuaciones, se dicta sentencia a fs. 211/217, haciéndose lugar a la excepción de falta de
legitimación activa -que oportunamente se dedujera- rechazando en consecuencia la demanda.
Para ello tuvo en consideración el sentenciante que: “En efecto: cotejando los elocuentes términos de la
prueba informativa (técnicamente instrumental) rendida por el IPPV (cf. actuaciones “DIRECCIÓN DE
ACCIÓN SOCIAL s/ SITUACIÓN IRREGULAR REF. EDIF. 2 P.P. DPTO. “E” – PLAN: 30 VIV. LOCALIDAD
S.C. DE BARILOCHE ADJUD. S.-H., F.”, Expte. Nº 66.930 DEL 17-8-04, reservado en Secretaría) resulta
evidente que la Sra. P. en rigor de verdad carece justamente de la condición de revista esencial para
demandar como lo hiciera, pues ya no tiene un derecho personal a exigir la entrega del inmueble que
ilegalmente locara al Sr. E., con lo cual, además, la situación jurídica del demandado -cualquiera que
fuese- pasó a ser irrelevante; es que antes que meritar si el Sr. E. es o no un intruso interesa establecer la
legitimación activa de la Sra. P., desde que el derecho de ésta a exigir la restitución del bien es prioritario
(en términos temporales y jurídicos) a la obligación de aquél a cumplirla” (el resaltado corresponde a la
sentencia).
La Sra. P. apela la sentencia a fs. 221, expresando agravios a fs. 250/257, los que son contestados a fs.
259/263.
La Cámara de Apelaciones, a fs. 266/273, dicta sentencia haciendo lugar al recurso y, en consecuencia,
deja sin efecto el pronunciamiento recurrido, haciendo lugar a la demanda de desalojo de la vivienda objeto
del contrato de locación, dentro del plazo de 10 (diez) días de quedar firme el decisorio, en los términos en
que quedara trabada la litis.
Basó su decisorio -sustancialmente- en que la legitimación activa de la actora, -es decir, la fuente de su
derecho a requerir el cumplimiento del contrato de locación y, en especial, el desalojo del bien locado al
vencimiento del plazo pactado- es únicamente el contrato de locación adjuntado a la causa, que no ha sido
desconocido, y lo dispuesto por el art. 1609 del Cód. Civil. A lo que se agrega el expreso reconocimiento
del contrato, de quien era locadora y del plazo del vencimiento; resultando irrelevante e inconducente para
la resolución del pleito, si la actora mantiene o no su carácter de tenedora precaria de la vivienda que le
habría adjudicado el IPPV.
Declara el Fallo que: “En la relación actora/demandado -que es la que aquí cabe analizar, toda vez que el
IPPV resulta ser un tercero que ni siquiera fue citado como tal al juicio- lo que cabe examinar es si existió
un contrato de locación y si el mismo se encuentra vencido”.
Contra el decisorio referenciado interpone el Sr. G. E. (fs. 278/297) recurso de casación argumentando que
la misma es arbitraria por falta de fundamentación.
Corrido que le fuera el traslado a la contraria -como así también de la certificación expedida por el IPPV de
que la vivienda de marras es habitada por los Srs. G. E. y G. F. y se encuentra en trámite de adjudicación
desde el 14 de noviembre de 2008-, la actora lo contesta a fs. 303/309 afirmando que la medida del mismo
es la “arbitrariedad y valoración de la prueba” efectuada por la Cámara de Apelaciones, siendo éste el
agravio a resolverse en aquélla instancia, de dónde debe declarárselo inadmisible. También sostiene que
el recurso no excede el monto mínimo establecido en el art. 285 párrafo 1º del CPCC y fundamenta el
rechazo sosteniendo que han votado dos integrantes de la Cámara, absteniéndose el tercero. Reiterando
que la relación de ambas partes con el IPPV en nada afecta el vínculo contractual nacido del contrato de
locación y la obligación de devolver de E. Cita los arts. 1197, 499 del C.C.
A fs. 311/312 la Excma. Cámara declara formalmente inadmisible el recurso de casación en orden a que:
“se observa que el monto del presente no supera el exigido por el art. 285 del CPCC en función de lo
dispuesto por la Acordada 07/2007 del Superior Tribunal de Justicia. Ordenando a fs. 315 que se
transfieran los fondos depositados en autos a la cuenta nº 900001672 de Casa Central Viedma y
“Oportunamente vuelvan a la instancia de origen a sus efectos”.
A fs. 320 se tienen los autos por devueltos, de lo que se notifica la actora a fs. 322 “Renunciando a
cualquier tipo de recurso contra la misma, solicitando en su consecuencia que la misma quede firme y
consentida”. La sentencia es notificada a G. E. en fecha 2 de octubre de 2009, según consta en la cédula
obrante a fs. 321 vta. Ese mismo día P. inicia ejecución de sentencia de desalojo. El 29.10.09 el Juez Dr.
Marcelo Cuellar ordena librar mandamiento de posesión a favor de la Sra. M. P. y desahucio de los
demandados conjuntamente con las restantes personas y/o cosas que de cualquiera de ellos dependieren .
Decreta que: “El mandamiento ordenado será suscripto por el Secretario y diligenciado por el Oficial de
Justicia con facultades para requerir el auxilio de la fuerza pública, los servicios de un cerrajero y allanar
domicilio (art. 214 del Código Procesal); asimismo ante el fracaso del mandamiento se librará uno nuevo
sin necesidad de petición previa, con la única condición de que el anterior se agregue al expediente”.
A fs. 336/341, el Dr. Fernando Valenzuela invocando gestión procesal, por el Sr. G. E., interpone excepción
de falta de legitimación activa-inhabilidad de título (art. 347 inc. 3º CPCC y 506 inc. 3º CPCC). Funda la
misma reiterando que la actora resultó desadjudicada de la vivienda, habiendo sido -con posterioridad-
designado el Sr. E. adjudicatario de la misma.
El Dr. Cuellar, Juez de la. Instancia, decreta que: “No habiéndose dado trámite de ejecución de sentencia a
estos autos, que no resulta procedente dicho procedimiento atento el tipo de proceso (conf criterio
sostenido en autos Arrimar c/ Kerbagarat) y encontrándose firme a la fecha el auto que ordena el
desahucio (fs. 324), a lo solicitado no ha lugar”.
Contra dicho proveído, el Dr. Valenzuela invocando gestión procesal a favor del Sr. E., interpone recurso
de reposición y apelación en subsidio.
A fs. 346/347, el citado profesional acompaña constancia otorgada, en fecha 23.11.09, por la Delegación
Bariloche del IPPV, mediante la cual se designa cuidadores provisorios del inmueble a los Srs. E. G. A. y F.
G. A. hasta tanto se adjudique de forma definitiva. En tanto, a fs. 349/350, acompaña copia de boleta de
IPPV a abonar, a nombre del Sr. E.
A fs. 351 y vta., el Sr. P. solicita la continuación de ejecución de sentencia y habilitación de feria; petición
que le es denegada por el Juez de feria Dr. Jorge Serra.
Reanudada la feria, el 1.2.04 (fs. 353), el actor peticiona se resuelvan las presentaciones dilatorias del
demandado, invocando la teoría del abuso del derecho.
A fs. 356/359 vta. luce resolución del Dr. Cuellar dada en orden a la revocatoria con apelación en subsidio
planteada por el demandado (fs. 343/344) y el pedido ejecutorio hecho por la actora (fs. 351 y 353).
En su extenso y fundado decisorio el Sr. Juez de la Instancia declara que: “Por las siguientes razones
conjuntas e intrínsecamente relevantes corresponde rechazar tanto la revocatoria como la apelación en
subsidio planteada, desglosar las presentaciones posteriores al planteo de la revocatoria (fs. 346/7 y
349/350) y devolverlas a su presentante”.
Tales razones, en esencia son: “A) El recurso resulta claramente extemporáneo ya que el decreto que
ordenara el mandamiento de desalojo, que precisamente constituye en este caso la ejecución de la
sentencia, se encuentra largamente firme y consentido tal como ya se indicara (fs. 342)”. “B) Porque por lo
mismo la sentencia dictada por la Cámara del fuero, que revocara la del Juzgado, se encuentra al presente
firme, consentida y ejecutoriada, como directa e inmediata consecuencia de la indmisibilidad formal de la
vía casatoria también decidida por dicho Tribunal (fs. 311) y la omisión de la recurrente de excutir la vía de
queja ante el STJ y por ende alcanzada por el efecto de la cosa juzgada formal y material ”. “C) Porque a
los fines de la ejecución de una sentencia de desalojo existe una norma específica que prevé de manera
directa el lanzamiento sin más trámite (art. 686 CPCC) o sea sin necesidad de recurrir a otro nuevo
proceso y menos -como pretende el recurrente- para reeditar cuestiones ya propuestas y resueltas, lo cual
además atentaría contra la misma naturaleza jurídica intrínsecamente expeditiva y por tanto acotada del
desalojo”. “D) Porque la materia del proceso de desalojo está dada por la obligación exigible de restituir
que recae sobre el ocupante y/o intruso quedando toda otra discusión reservada para otra instancia,
aunque cuando el demandado es desalojado no puede pretender en juicio ordinario la revisión de la
sentencia dictada en el desalojo sin perjuicio de reclamar la indemnización pertinente según principios
comunes”. “E) Porque el tipo de proceso por el cual tramitaron las presentes actuaciones es de suficiente
amplitud de debate y prueba careciendo entonces de todo sentido iniciar otro, como sería el monitorio,
cuando la sentencia resulta autoejecutable”. “F) Porque ante tales condiciones de revista fáctico-jurídicas,
es decir como directa e inmediata consecuencia del debate anterior sobre la relación sustancial no se
precisa el dictado de una nueva sentencia judicial que mande cumplir aquella sino simplemente que ésta
se efectivice sin otro trámite ni recurso, pues el derecho definitivamente reconocido adquirió ya rango de
cosa juzgada formal y materia y a su vez están sobradamente determinadas las personas del acreedor y
del deudor y desde luego el objeto”. “G) Porque lo que aquí y ahora resulta determinante, es decir la
modalidad y/o forma de cumplimiento del desalojo (arg. Arts. 513 y 686 CPCC), contiene una orden de
prestación (al decir de Calamandrei no se condena simplemente sino que siempre se alude a una
continuación en el complemento de pena) de forma que teniendo en cuenta el significado preciso de
ejecución como integración o complemento del proceso iniciado, la eficacia ejecutiva es precisamente la
que opera respecto a la prosecución del proceso. El efecto preclusivo de la imperatividad presupone -en
materia civil- la innecesariedad de un nuevo juicio sobre el mismo punto, pues la falta de certeza ha sido ya
por completo eliminada. Por elementales razones de seguridad jurídica, a las que me permito aditar las de
celeridad y economía procesales, con el primer juicio se agota, si está consentida la decisión, la tutela
jurídica (cosa Juzgada)”. “H) Porque si se debiera proceder según el trámite de ejecución de sentencias
(obligatorio para otros casos distintos de éste) podría muy bien cohonestarse un doble supuesto disvalioso,
consistente en un inútil exceso ritual manifiesto y en un abuso de derecho fulminado legalmente (art. 1071
Código Civil)”. “I) Porque ante tales condiciones de revista fáctico-jurídicas hasta resultaría de aplicación el
conocido principio de indisponibilidad de las formas y/o tipos procesales vinculado con el orden público,
conforme al cual el condenado a desalojar un inmueble no puede pretender que se le inicie una ejecución
de sentencia y menos para intentar reeditar ex novo cuestiones ya juzgadas cuando la ley dispone el
lanzamiento a pedido de parte como consecuencia directa, necesaria e inmediata, de la ejecutoriedad de la
sentencia”. “J) Porque la actora ya cuenta con un derecho adquirido a volver a detentar la tenencia del
inmueble comodado en su momento al demandado, quien terminó usándolo contra la expresa voluntad de
aquélla”. K) Porque es deber de los Jueces velar porque la causa tramite con la mayor celeridad y
economía procesal posible, máxime cuando ya el condenado hubo ejercido con creces su derecho
defensista”. “L) Porque con el dictado de la sentencia concluye irremisiblemente la instancia; e inclusive
aún antes de tal acto procesal esencial y dirimente del proceso, es decir con el llamamiento de autos al
efecto, queda sellada cualquier actividad probatoria”. “LL) Porque tanto los hechos nuevos como los
sobrevivientes reconocen explícitos y claros límites procesales como son, en el primer caso, la audiencia
preliminar, y, en el segundo, el dictado de la sentencia; cualquier hipótesis contraria conllevaría instaurar
una trayectoria procesal infinita que significaría la defunción de la seguridad jurídica”. “M) Porque ninguna
prueba documental es susceptible de ser agregada a posteriori ya de la sentencia, cuando está concluida
la instancia y se hubo incluso ordenado el pertinente mandamiento de desahucio”. “N) Porque la
providencia en crisis es consecuencia directa, inmediata y necesaria, de la ejecutoriedad adquirida por la
sentencia que ordena que el recurrente desocupe ya sin atenuante ninguno el inmueble , que sigue
ocupando hace largo rato sin derecho alguno”. “Ñ) Porque no existe posibilidad ninguna de adecuar o
modalizar la sentencia (art. 511 CPCC) ya que, de un lado, ni hubo pedimento de parte, y además, de otro,
por supuesto que no se puede modificar con ello la sentencia y toda adecuación debe inscribirse en el
marco y alcances de la misma pues lo que se pretende es la simplificación de los caminos adjetivos para
su cumplimiento y no para su violación; por lo cual la adecuación permite arbitrar los medios para hacer
efectiva la sentencia en su letra y espíritu cuando lo único que se trata es asegurar el medio de cumplirla,
respetando el principio de congruencia y sin proceder a la revisión del fallo (Colombo, C. “Código Procesal
Civil y comercial”, Tº III, p. 796)”. “O) Y porque finalmente la apelación subsidiaria se muestra igualmente
improcedente no sólo por todas las razones precedentemente meritadas sino por otra concurrentes como
ser: ya la orden de lanzamiento se hubo retrasado más de lo debido; si por vía principista resultan
inapelables para el ejecutado todas las resoluciones que se dicten durante el trámite de ejecución de
sentencia ello es así máxime en este caso, analogía situacional mediante, en el cual el recurrente hubo
intentado un improcedente recurso in extremis de la litis cuando ya resulta vedada cualquier actividad
jurisdiccional distinta del desahucio; la concesión de la apelación a esta altura del proceso afectaría de
manera irreparable el principio de la seguridad jurídica y el derecho de propiedad de la actora; y a todo
evento el recurrente cuenta, en cualquier caso, con la vía final de la queja por ante la Cámara local”.
Resulta insoslayable destacar que se aprecia nítidamente el pormenorizado y profundo tratamiento que el
Juez de 1ª. Instancia le diera a la cuestión sub exámine en el referido decisorio. Del mismo, surge palmario
que el Sr. E. interpone excepciones que resultan improcedentes en la etapa de ejecución de sentencia,
acompañando a posteriori documentación expedida por el IPPV de la cual surgiría su actual condición
(administrativa) de cuidadora provisoria del inmueble.
Así lo resuelve, ordenando que, una vez firme la presente se cumpla con el desglose, ordenando “ estese al
mandamiento ordenado”.
Continuando con el iter de las actuaciones que analizo, a fs. 365, consta certificación de la Actuaria
haciendo constar que en fecha 10-3-10 se inició recurso de queja por ante la Cámara de Apelaciones.
A fs. 370 la actora pide que se autorice a su letrada patrocinante -Dra. Pontoriero- al retiro y
diligenciamiento del oficio dirigido al IPPV. A fs. 371 se ordena hacer entrega del oficio a la Dra. Pontoriero,
el que es retirado en fecha 9.4.2010 por la citada profesional según consta a fs. 371 vta.
En tanto, a fs. 372/374 vta. obra presentación de la Sra. P. requiriendo se deje sin efecto la providencia que
dispone observar los mandamientos de desalojo, ordenándose la firma del mismo. Relata que en función
del inicio del incidente de queja por apelación denegada por el demandado: “P. M. B. c/ E. G. A. s/ desalojo
s/ queja” (Expte. nº 15617-264-10) se observan los dos mandamientos que a la firma ha dejado la
presentante. Argumenta que el art. 283 del CPCC dispone que mientras la Cámara no conceda la
apelación, no se suspenderá el curso del proceso”. Agrega que la sentencia se encuentra firme
correspondiendo que el curso del trámite de ejecución de sentencia continúe sin más dilaciones, sin
suspender el proceso principal.
Seguidamente, a fs. 375, luce nota suscripta por la Sra. Jefa de Despacho el 12.4.2010, mediante la cual
deja constancia que ha suscripto la nota de observación de mandamiento obrante a fs. 368 vta. de fecha
31-3-10 y que se omitió colocar sello aclaratorio. Se observó -señala- conforme instrucciones y criterio del
Tribunal en casos análogos y a la nota de fs. 365.
Con fecha 16.4.2010 (fs.376/378) el Sr. Juez de 1ª. Instancia, Dr. Carlos Cuellar resuelve la presentación
de la Sra. P. a la que me referí previamente. Declara que “Importando la presentación en despacho una
virtual revocatoria contra la observación del mandamiento de desalojo aguárdese la resolución de la queja
de acuerdo con la interpretación del S.T.J. en el caso “Abrameto” (S.I. 128 del 03/08/2000, Sala Laboral).
Contra tal resolución la Sra. P. interpone revocatoria y apelación en subsidio (fs. 379/383 vta.).
A fs. 386, el Sr. Juez Cuellar rechaza la misma por resultar improcedente la revocatoria de revocatoria y
toda vez que ya el Juzgado, principio “iura novit curia” mediante, hubo resuelto la anterior presentación en
tal sentido. En tanto, concede la apelación.
La Cámara de Apelaciones, a fs. 393/396, Resuelve: “1) rechazar el recurso de fs. 379/383, con costas en
el orden causado, atento las particularidades del caso”, y “2) En virtud de lo que aquí se resuelve, declarar
abstracta la queja que corre por cuerda a los presentes”. Funda su decisorio en lo resuelto en un caso
similar: “Pilcomán c/ Agüero s/ desalojo”, donde la Cámara se expidiera suspendiendo la efectivización de
la orden de desalojo. Transcribe el voto fundante del Dr. Camperi en dichos autos.
Dijo allí el Sr. Camarista: “En tal orden de ideas, si bien contamos con un pronunciamiento de primera
instancia que resultara confirmado al desestimarse la apelación de la accionada, por lo cual podríamos
admitir la presencia de la “cosa juzgada” (SIC), no por ello ha de dejar de computarse que nos
encontramos en presencia de un inmueble de características particulares, pues responde a un plan de
viviendas que construye y adjudica el Estado bajo condiciones que taxativamente impone, reservándose un
amplio margen de discrecionalidad para su gobierno y administración. En tal orden de ideas, si el
organismo encargado del manejo de tales inmuebles (I.P.P.V.) nos hace saber que la propiedad hubo
resultado desadjudicada a la accionante que reclamara el desalojo y se encuentra en trámite de
adjudicación a quien resultara sujeto pasivo del reclamo restitutivo, es evidente que existe una situación
novedosa que debe necesariamente ser objeto de ponderación y valoración por aquellos llamados a decidir
(art. Art. 163 inc. 6º “in fine” CPCC)”. Continúa diciendo que “en el caso se dan las condiciones para el
dictado de una medida como la dispuesta “es decir, la suspensión de la efectivización de la orden de
desalojo, visualizando al efecto toda esta cuestión con la mirada propia de las medidas cautelares, es
decir, ponderando la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora, creo que debe ratificarse el criterio
expresado en la providencia referida, el que, correctamente desde mi punto de vista, hubo rescatado el fin
social de la vivienda de la naturaleza de la que nos ocupa, por sobre las negociaciones entre particulares
reguladas por el derecho privado que deben ceder ante aquel matiz de derecho público que acertadamente
se destaca”.
Seguidamente en el Decisorio que describo se señala: “En el caso dado, considero que los argumentos
expuestos en el fallo referenciado, resultan de aplicación a los presentes. Ello así, toda vez que conforme
surge del Acta de tenencia precaria celebrada entre el IPPV y los aquí accionados, obrante a fs. 44/46;
resolución nº 623/10 (fs. 47/48 del expediente nro. 15617-264-10 que corre por cuerda, la actora ha
resultado desadjudicada del inmueble de marras, otorgándose correlativamente la tenencia precaria del
mismo a los Sres. G. E. y G. F.. Esta circunstancia, o hecho sobreviniente que altera la situación inicial, en
virtud de lo dispuesto por el art. 163 inc. 6º del rito, debe ser considerada por el tribunal, en virtud de los
principios de economía y celeridad procesal, a los fines de evitar la promoción de nuevos juicios”.
ANÁLISIS DEL EXPTE. “P. M. c/ E. G. s/ DESALOJO s/ QUEJA”. Expte. Nº 15617-264-10

Fernando Valenzuela, invocando gestión a favor del Sr. E., luego ratificada, interpone recurso de queja
contra el recurso de apelación que le fuera denegado. Tal apelación lo fue contra la providencia de fecha
30.11.09, en la cual el Sr. Juez de 1ª. Instancia decreta que: “No habiéndose dado trámite de ejecución de
sentencia a estos autos, que no resulta procedente dicho procedimiento atento el tipo de proceso y
encontrándose firme a la fecha el auto que ordena de desahucio (fs. 324), a lo solicitado por improcedente
no ha lugar”. Al fundar, reedita el mismo planteo y argumentaciones vertidas en el transcurso del proceso.
A fs. 44/78 vta. La Sra. M. P. contesta traslado solicitando se rechace el recurso de queja interpuesto
argumentando, en líneas generales, las mismas razones que fueran debatidas a lo largo de este proceso.
Agrega que el recurso fue interpuesto al solo efecto dilatorio y que el mismo no tiene efecto suspensivo.
Que el IPPV ha hecho caso omiso a la orden que le fuera suministrada por el a quo. Que el demandado ha
acreditado A ÚLTIMO MOMENTO la supuesta readjudicación de la vivienda a su favor, no teniendo prurito
en aceptar tácitamente que ha actuado con MALA FE. Asimismo destaca la situación de discapacidad de
su marido Fernando S. H. (acompaña copia a fs. 54).
Finalmente, a fs. 84/87 luce Resolución de la Excma. Cámara a la que me refiriera al compulsar el Expte.
Nº 25854-05.
Resulta insoslayable, también, referirme -por su inescindible conexidad- a la Resolución de Cámara que
rechaza el recurso de apelación que fuera promovido contra la medida del Juez que decidiera estar a la
resolución de la queja para la ejecución de la sentencia en autos y por la cual declara abstracta la queja,
decidiendo suspender la efectivización de la orden de desalojo, aún admitiendo la presencia de la “cosa
juzgada”.
Para así decidir -como reseñé supra- la Cámara se limita a sostener (amén de transcribir otra sentencia
dictada en un caso similar) lo siguiente: “Ello así, toda vez que conforme surge del Acta de tenencia
precaria celebrada entre el IPPV y los aquí accionados, obrante a fs. 44/46; resolución nro. 623/10, (fs.
47/48) del expediente nro. 15617-264-10 que corre por cuerda, la actora ha resultado desadjudicada del
inmueble de marras, otorgándose correlativamente la tenencia precaria del mismo a los Sres. G. E. y G.
F.”.
En tal sentido debo reiterar que el Acta de tenencia precaria a la que refiere el sentenciante, tiene fecha:
19.5.2010, en tanto que la Resolución Nº 623/10 de desadjudicación (ambas suscriptas por el IPPV) a la
que le atribuye -como a la anterior- categoría de “hecho sobreviniente que altera la situación inicial, en
virtud de lo dispuesto por el art. 163 inc. 6º del rito” (sic) es de fecha: 13.5.2010.
Esto es que, ambos instrumentos son posteriores a la sentencia del Juez de 1era.Instancia ordenando el
desahucio y disponiendo se oficie al IPPV para “que se abstenga de avanzar administrativamente en una
cuestión ya judicializada”, que gozaba de autoridad de cosa juzgada.
Resulta determinante señalar que la Cámara que dicta el decisorio en la queja referenciada, es la misma
que hizo lugar a la demanda de desalojo con fundamento en que la relación que se ventila es contractual
del derecho civil y que “En la relación actora/demandado -que es la que aquí cabe analizar, toda vez que el
IPPV resulta ser un tercero que ni siquiera fue citado como tal al juicio- lo que cabe examinar es si existió
un contrato de locación y si el mismo se encuentra vencido”. A lo que agrega: “Pretender -como lo pretende
el demandado- ampararse en una cuestión suscitada entre la actora y el IPPV que, como dijimos, no es
parte de este pleito, resultaría echar mano de un recurso indebido, toda vez que el demandado no ingresó
a la vivienda en cuestión teniendo en mira la precariedad o no de la adjudicación del IPPV”. “El demandado
sólo está en condiciones de alegar y, en su caso, acreditar, alguna causal de excusación del desalojo
nacida del contrato y no otra; causal que, por otra parte, no hubo alegado ni menos aún probado”.
Por otra parte y, en rigor de verdad, del análisis del Expte. Nº 25854-05 debo concluir que, el Resolutorio
de Cámara obrante a fs. 311/312, donde se declara formalmente inadmisible el recurso de casación
interpuesto por E. contra la sentencia del mismo órgano que decide: “HACER LUGAR al recurso de fs. 221
y, en consecuencia, dejando sin efecto el pronunciamiento recurrido, hacer lugar a la demanda de desalojo
de la vivienda objeto del contrato de locación…”; quedó firme y consentido. El referido Sr. E. fue notificado
en fecha 20.8.2009, según consta en el diligenciamiento de la cédula glosada a fs. 314 vta.
Adviértase que el demandado interpone fuera de todo contexto temporal-procesal, excepción de falta de
legitimación activa e inhabilidad de título con fecha 17.11.2009 (fs.336/341), petición que le es rechazada
por improcedente.
En efecto, como lo sostuviera el Juez de 1era.Instancia (fs. 356 vta., Expte. 25854-05) “Si la sentencia que
declarara inadmisible el recurso de casación agraviaba al demandado éste debió a todo evento interponer
la pertinente queja, y no consentir una resolución que lo condena a desalojar para recién ahora, “in
extremis” y de manera extemporánea, pretender revertir la decisión reeditando -para peor- argumentos que
ya fueron pluralmente juzgados y desestimados”.

EL RECURSO
Los accionantes M. B. P. y F. S. H. con gestión ratificada y patrocinio de la Dra. María Cecilia Pontoriero,
interponen recurso de apelación contra la sentencia dictada por la Cámara de Apelaciones Civil y
Comercial de la IIIa. Circunscripción Judicial con asiento en la ciudad de San Carlos de Bariloche, que
rechaza la acción de amparo.
Dicha acción fue incoada contra el IPPV (Instituto de Planificación y Promoción de la Vivienda de la
Provincia de Río Negro) a fin de que se le ordene readjudicar la vivienda sita en la calle Fagnano 784
Edificio 2 Depto. E, NC 19-2E-187-10ª-010 a los amparistas. En el mismo marco impetraron medida
cautelar innovativa, a fin de que el Juez o Tribunal del amparo ordene en forma urgente al IPPV dejar sin
efecto la readjudicación de dicha unidad habitacional, que fuera realizada en favor de G. A. E. y G. A. F.,
bajo el Acta de Tenencia precaria, según Resolución Nº 623/2010 de fecha 13.5.2010.
La petición de los amparista se basa en los siguientes hechos: Con fecha 1 de diciembre de 1988 fueron
designados adjudicatarios del inmueble de marras por el IPPV (Acta de Tenencia precaria suscripta por el
Ing. Miguel Machado, a la sazón Presidente del Directorio).
Con posterioridad y en virtud de haber sido autorizados verbalmente -conforme lo testifican el Sr. Carlos
Iván Medina, vecino asistente a la llamada reunión de “Consorcio” realizada entre los años 1995 y 1997, en
la que estuvieron presentes la Sra. Sara Lorenzo (Delegada del IPPV), la Sra. Teresa Villar (Asistente
Social del IPPV), el Sr. Florencio Eduardo Yancamil (Presidente del Consejo de Administración del Barrio)-
dieron en locación la vivienda. (fs. 84 y vta. Expte. 25854-05 compulsado).
Asimismo, la Sra. Delegada del IPPV, Sara Lorenzo declaró ante el Juez afirmando que fue ella misma
quien los autorizó a alquilar diciendo textualmente: “(…) ella me consulta en ese momento si lo puede
alquilar, yo la autorizo a que lo alquile (…)”. (testimonio obrante a fs. 183 del Expte. 25854-05 compulsado).
Sostienen los accionantes que todos los testigos fueron contestes en afirmar que estaban autorizados para
alquilar y que, además, no eran los únicos propietarios del IPPV que alquilaban. De hecho -dicen- en la
actualidad existen otros propietarios que alquilan desde hace mucho tiempo. Cita el caso del dueño del
Depto. 1 “H”.
Relatan que durante el transcurso de la locación los Srs. E. y F. (nuevos adjudicatarios) concurrieron al
IPPV y exhibieron los contratos de locación con el fin de perjudicarlos y que en fecha 25.4.2005 mediante
Resolución 506/05 el IPPV les desadjudica la vivienda. Que recurrieron la misma hasta agotar la vía
administrativa para luego proseguir con la instancia judicial por ante la Cámara Civil de San Carlos de
Bariloche, organismo que la declara “caduca”, operando la prescripción de la acción en virtud de la
imposibilidad de citar a la Sra. Sara Lorenzo, testigo que declarara mucho tiempo después -en los términos
citados supra- en el juicio de desalojo “P.M. B. c/ E. G. A. s/ Desalojo (sumario) (anticipado)” (Expte. Nº
25.854/05) que tramita por ante el Juzgado Civil, Comercial, Minería y Sucesiones Nº 3, de la IIIa. C. J., a
cargo del Dr. Carlos Marcelo Cuellar, actuaciones donde testificaron los testigos reseñados
precedentemente y que fueron requeridos y verificados por la suscripta.
Que la referida readjudicación por parte del IPPV se produce, conociendo el referido Organismo, la
existencia del litigio entre los amparistas y el Sr. E., encontrándose el mismo en la etapa de ejecución de
sentencia con orden de desahucio, como así también de la Resolución mediante la cual se le ordenara:
“Abstenerse de avanzar administrativamente en una cuestión ya judicializada respecto del inmueble sito en
calle Fagnano 784, Edificio E 2, Piso 1º, Depto “E” ”.
Agregan que son personas mayores, P. jubilada y S. discapacitado, en tanto que F. y E. son personas
jóvenes y activas con buena posición económica (ambos trabajan), quienes han pasado de ser inquilinos a
propietarios, adeudando al IPPV sólo la suma de $16.000.- la que una vez abonada les otorgará la
propiedad definitiva de la vivienda, habiéndoseles computados las cuotas como los gastos de escritura que
ellos abonaron, a su favor.

EL DECISORIO APELADO
En el fallo en análisis, la Cámara declaró que: “tal como lo anticiparan en el auto interlocutorio de fs. 61/62,
mediante el cual plantearan su apartamiento, con fecha 20 de septiembre de 2010, ese tribunal hubo
dispuesto, confirmando la decisión del juzgado de primera instancia, la suspensión del desalojo que por
sentencia se le hubiera reconocido a los aquí accionantes”, seguidamente sostienen que “ el presente
amparo no puede recibir otra respuesta que no sea la desestimatoria, desde que, partiendo de aquella
decisión no se alcanza a visualizar con la nitidez exigida, el abuso de la administración o su ostensible
apartamiento de la ley, únicas hipótesis que tornarían viable el recurso extraordinario del amparo.
Agrega que “toda la cuestión que los amparistas proponen -readjudicación de la vivienda- puede obtenerse
por las vías procesales pertinentes, sin necesidad de recurrir al amparo y que la desestimación de su
excusación hubo privado a los amparistas de la opinión de magistrados que no tuvieran participación
alguna en la problemática, obligándolos a expedirse en una temática que ya hubo ocupado su atención y
sobre la cual adoptan una puntual tesitura”.

DE LOS AGRAVIOS
Se agravian los apelantes expresando que:
- La sentencia yerra en el todo, resultando totalmente arbitraria y contraria a derecho.
- Es arbitraria la sentencia en cuanto a que su rechazo tuvo como único fundamento la invocación de haber
resuelto el recurso de queja interpuesto por E. ordenando la suspensión del desalojo. Desalojo que
contaba con sentencia firme y orden de desahucio.
- Avala y consiente el incumplimiento de una orden judicial dictada por el Juez a cargo del Juzgado Nº 3
dirigida a un Organismo administrativo.
- Declara que existen otras vías para la obtención del objeto pretendido por los amparistas.
- La misma Cámara que dicta el Fallo apelado es la que ordenó la suspensión del desalojo cuya sentencia
se encontraba firme, avalando la presentación extemporánea de documentación obtenida en el marco de
una prohibición judicial.

II
Ingresando al análisis y ponderación de los agravios esgrimidos, debo comenzar señalando que el
presente proceso de amparo -como así también el de desalojo agregado por cuerda- se encuentran
atravesados por un sinnúmero de anomalías en su desarrollo.
La Cámara, en su calidad de Tribunal del amparo, dicta la sentencia -ahora apelada- y de la motivación del
resolutorio, surge una abierta declaración de parcialidad. Nótese que dicho Tribunal argumenta que “la
desestimación de su excusación hubo privado a los amparistas de la opinión de magistrados que no
tuvieran participación alguna en la problemática, obligándolos a expedirse en una temática que ya hubo
ocupado su atención y sobre la cual adoptan una puntual tesitura”.
Esa previa intervención en los autos cuya reseña efectué inicialmente, permite establecer que es el mismo
Tribunal que se aboca y rechaza el amparo, el que ha dictado sendas resoluciones, a mi juicio,
contradictorias, puesto que en un primer análisis esa Alzada sostiene que la cuestión a resolver se ciñe al
contrato de locación y que el IPPV no ha sido siquiera citado como tercero; para luego expresar que el
IPPV como órgano de la Administración decide con la cuota de discrecionalidad que le está dada adjudicar
la vivienda al locatario, por lo que el actor ha perdido la condición de locador con derecho a exigir el
desahucio. Todo ello en un trámite procesal que -repito- no habrá de ser materia de este decisorio de V.E.,
pero que es hartamente demostrativo de la existencia de un Tribunal que no se encontraba en condición y
aptitud de garantizar imparcialidad a la hora de ponderar la procedencia de la acción de amparo.
Tanto ello es así, que a más de declararlo en sus consideraciones, imprimió al trámite un derrotero y
destino final que evidencia la ratificación de sus propias determinaciones en la litis precedente. No otorgó
sustanciación alguna, como tampoco ingresó en la ponderación de la naturaleza jurídica de la acción
interpuesta, ni sus recaudos de procedibilidad, mucho menos escrutó el objeto del pedimento. Ello así en
razón de que, como Tribunal de Alzada, otorgó entidad de nuevo hecho a la actividad del IPPV, calificando
su determinación dentro de la discrecionalidad propia del acto administrativo.
El Tribunal a quo, soslayó el previo requerimiento del informe a la autoridad, tal la manda exigida por el art.
43 de la Carta Magna provincial. Y tal omisión es correlato de su parcialidad.
A esta altura entiendo necesario remarcar que, con independencia de la tramitación de la litis trabada entre
las partes y su resultado, que tal como antes adelantara no habrá de ser materia de la decisión de V.E.; lo
que los amparistas reclaman es un pronunciamiento contra ese órgano del Estado (IPPV) que de modo
ilegítimo y arbitrario habría restringido sus derechos, avanzando sobre los mismos para otorgarlos a otros.
La acción de amparo -aún estructurada sobre la base de un proceso sumarísimo- no ha desatendido su
bilateralidad. La Constitución, tanto local como Nacional, ha conferido tal condición al informe
circunstanciado y previo. En el trámite de la acción de amparo debe asegurarse la bilatelaridad, tanto en su
estadio primario como en las alternativas recursivas. Ello siempre, claro está, que el Juez o Tribunal del
amparo no decida rechazar “in límine” la acción instaurada. Determinación que no aparece en los
fundamentos del decisorio apelado. Advierta V.E. que el a quo no sustancia, pero tampoco rechaza in
límine litis, sino que se pronuncia sobre el fondo de la cuestión remitiéndose a lo ya decidido en el proceso
prenotado y en base a ese conocimiento y a sus propias determinaciones, expresa y afirma que no se
alcanza a visualizar con la nitidez exigida, el abuso de la administración o su ostensible apartamiento de la
ley, únicas hipótesis que tornarían viable el recurso extraordinario del amparo.
V.E. ha señalado que: “No obstante la particular fisonomía procesal del amparo y la informalidad ritual que
la invade en punto a su bilateralidad, ello no obsta a considerar que la ley que establece la susceptibilidad
de apelación de sentencias que lo resuelven es de aplicación no sólo en interés del actor amparista, sino
también de quien se vea afectado por la decisión adoptada por el juez del amparo”. (Prov. de R. N. s/
Queja en: Lértora S. s/ Amparo”, entre otras.
También dijo: “En la acción de amparo la bilateralidad está garantizada con el previo informe requerido a la
autoridad o particular que suprimió, restringió o amenazó libertades” (Rosso Ara A. y otra s/ Amparo s/
Apelación”, se. 80/00). “Siempre en el amparo debe asegurarse la bilateralidad previa y un régimen
recursivo suficiente para lograr el equilibrio entre los derechos constitucionales en pugna: derecho a una
tutela jurisdiccional temprana y oportuna versus garantía del debido proceso” (Boulín Alejandro, Revista de
Der. Procesal, citado en “Alde Silvia s/ Amparo s/ Apelación”, se 116/00).
Augusto Mario Morello señala que “La sumariedad extrema del procedimiento del amparo no puede privar
de audiencia, del debido proceso, de un mínimo de oportunidad defensiva a quien se atribuye la lesión
constitucional”. (“El proceso de amparo es bilateral” publicado en “Jus” Nº 1).
En el sublite la ausencia de sustanciación y la omisión de requerir informe, supliéndolo con las propias
consideraciones del Juez del amparo, evidentemente han beneficiado al organismo o autoridad contra la
cual se instaurara la acción. De manera tal que, la vulneración del debido proceso no surgirá de esa parte
no oída ni convocada. Lo cual no implica que no merezca tratamiento y consiguiente saneamiento, toda
vez que se está ante una cuestión de orden público. Resaltando que dicha ausencia de debido tratamiento,
conforme la manda constitucional, deviene como lógico correlato de la admitida parcialidad del Tribunal
sentenciante.
Debe puntualizarse que los accionantes al momento de presentar la acción de amparo lo hicieron ante otro
Magistrado, ejerciendo- tal como la Constitución lo prescribe, la posibilidad de hacerlo ante el Juez letrado
inmediato, sin distinción de fueros ni instancias.
Los distintos avatares del trámite de radicación de la acción, que se advierten al correr de la lectura del
expediente han provocado la intervención de un Tribunal que -liminarmente- sostuvo que no estaba en
condiciones de entender y decidir con imparcialidad.
Por consiguiente, en el caso, se han compendiado dos situaciones irregulares que conspiran contra la
garantía de la tutela judicial efectiva.
Por un lado, el Juez letrado inmediato ya no es el que ha elegido el amparista y por el otro el Tribunal en el
que finalmente recayó la acción, abiertamente adelantó (en su excusación) y luego ratificó en su sentencia,
que no podía ser imparcial.
Continuando con el análisis de los agravios debo referirme a la absoluta prescindencia de ponderación por
parte de los sentenciantes respecto de la cuestión que aparece como nudo gordiano y eje del thema
decidendum, esto es, la existencia de una orden impartida por un Juez de la Provincia al IPPV para que se
abstenga de avanzar administrativamente en una gestión ya judicializada respecto del inmueble objeto de
la presente acción. Tal mandato judicial fue dictado en fecha 3.3.2010 y notificada al citado Organismo
provincial en fecha 8.3.2010, mediante Carta Documento, cuya copia debidamente autenticada luce
glosada a fs. 6/7 vta.
De la compulsa efectuada al expte. nº 25854-05 oportunamente requerido constato el original de la
Resolución referida, la cual obra a fs. 356/359 vta.; como así también de la Carta documento dirigida al
IPPV la cual luce a fs. 366 y vuelta de los mentados autos. También a fs. 362/363 vta. luce la Carta
Documento librada al Sr. Germán E., transcribiendo íntegramente la sentencia.
En la referida Resolución del Juez Carlos Marcelo Cuellar, notificada al citado organismo provincial -como
dijera supra- se aprecia nítidamente el pormenorizado y profundo tratamiento que le diera a la cuestión. Del
mismo surge palmario que el Sr. E. interpone excepciones que resultan totalmente improcedentes en la
etapa de ejecución de sentencia, acompañando a posteriori documentación expedida por el IPPV de la cual
surgiría su actual condición (administrativa) de cuidadora provisoria del inmueble.
Destaca el Juez: “Es más, todo indicaría que el demandado, pese a estar sujeto a esta instancia judicial,
hubo motorizado motu propio de consuno el ámbito administrativo. Ya se meritó que el IPPV no es parte en
estas actuaciones, ni como demandado ni como tercero…; dejando no obstante sentada la lógica
preeminencia de la jurisdicción judicial sobre la administrativa, a fin de evitar posibles supuestos de
strepitus fori”. Agrega en su extensa como fundada Resolución que “la actora ya cuenta con un derecho
adquirido a volver a detentar la tenencia del inmueble comodado en su momento al demandado, quien
terminó usándolo contra la expresa voluntad de aquélla”.
Reitero que declara el Juez, luego de ordenar oficiar al IPPV que se abstenga de avanzar
administrativamente en una cuestión ya judicializada, como señalé supra, que “ello constituye una medida
ordenatoria prudente y razonable, teniendo en cuenta el disvalioso contexto extrajudicial generado
exclusivamente por el condenado, quien motorizó la sede administrativa a espaldas de este juicio…Y
porque, en fin, se apunta a evitar que el condenado pueda de alguna manera prevalerse de la política de
los hechos consumados que tanto daño a hecho al estado de derecho por presuponer un claro supuesto de
disnomia” (la expresión disnomia refiere al desorden civil y la ilegalidad).
Dije que la Resolución citada, fue notificada al IPPV, a más del oficio ordenado por el Juzgado, en fecha
8.3.2010 (fs. 6), en tanto la Resolución del IPPV de “Readjudicación” a E. y F., Nº 623/10, es de fecha
13.5.2010 y la firma del “Acta de tenencia precaria” suscripta entre el IPPV y E. y F. lleva fecha de
19.5.2010. Lo cual he podido constatar fehacientemente de la compulsa del Expte. Nº 15617-264-10,
requerido también por la suscripta, a fs. 44/48.
Esto es, luego de la orden judicial impartida y notificada de que se abstuviera de avanzar
administrativamente en la cuestión, pese a la intimación que se le formulara de retirar “las autorizaciones
precarias ILEGÍTIMAMENTE concedidas al demandado E., -las que fueron otorgadas conociendo
acabadamente la situación de hecho y de derecho de dicho inmueble-, bajo apercibimiento de efectuar las
denuncias penales correspondientes y a accionar en contra de los funcionarios que actuaron
irregularmente, fuera del marco del regular cumplimiento de las obligaciones a su cargo”.
Tengo para mí Excelentísimo Tribunal, que en el presente caso no es posible rechazar la acción de amparo
como lo ha hecho el a quo. No solamente por el grave vicio evidenciado y que ya fuera explicitado en este
dictamen (ausencia de la mayor de las virtudes en las que se asienta el valor Justicia, esto es la
imparcialidad del juzgador), con más la omisión de recabar informe a la autoridad que -conforme lo
exponen los amparistas habría restringido ilegítimamente derechos de rango constitucional- dando así
cumplimiento a la manda constitucional, con el carácter sumarísimo que la acción requiere; pero siempre
encaminados a establecer si se está o no ante un accionar que de manera ilegítima o arbitraria provoca la
negación de una garantía o vulnera el ejercicio de un derecho.
Sino también y de modo paralelo porque del pormenorizado análisis de lo obrado en el proceso cuya vista
solicitara, y del frustrado intento de revertir las determinaciones administrativas; pueden extraerse distintas
conclusiones.
Puede V.E. estimar que en el presente caso, ante la existencia de vías aptas y expeditas, no se configuran
los recaudos para dar andamiaje y sustento a esta especial y excepcionalísima vía.
Pero también, sin revertir las decisiones jurisdiccionales (me refiero a las decisiones adoptadas en el
Expte. Nº 25.854-05), pues el amparo no está dirigido a ello; puede inferirse que -aún recorriendo las vías
aptas y expeditas para defender sus derechos- los amparistas han sufrido la vulneración de los mismos,
merced a una actividad del Estado respecto de la cual no se han solicitado explicaciones para ponderarla
con la debida atención y de la que podría surgir de modo palmario que se afectaron garantías
constitucionales, soslayando indelegables deberes del Estado, entre ellas el derecho a una vivienda digna,
la protección de los ciudadanos que transitan la tercera edad, como también el plus protectivo e integral de
los discapacitados.
Como lo sostuve en autos “Domínguez” (Dict. 113/10) “es forzoso precisar que el amparo -en cualquiera de
sus modalidades- es un remedio excepcional, urgentísimo, encaminado a superar una lesión insuperable
por todo otro medio previsto en la legislación, con un daño para el recurrente de carácter presente o de
inminencia innegable. Toda esta excepcionalidad propia de los amparos, que la jurisprudencia de ese
S.T.J. y de tribunales de todo el país se ha encargado de tipificar de modo claro y preciso, se condice en el
presente caso. Pues bien, en el sub júdice, se advierte con claridad, una vulneración manifiesta y grave de
los principios de racionalidad, justicia, igualdad y proporcionalidad, que ameritan con carácter de excepción
la procedencia de la acción impetrada…”.
En este mismo sentido V.E. ha sostenido que “Siempre que aparezca de modo claro y manifiesto la
ilegitimidad de una restricción, cualquiera sea ella, a alguno de los derechos esenciales de la persona, así
como el daño grave e irreparable que se causaría remitiendo el examen de la cuestión a los
procedimientos ordinarios, administrativos o judiciales, corresponderá que los jueces restablezcan de
inmediato el derecho restringido por la rápida vía del recurso de amparo (Cf. CS., 11-06-81, Blengio, Aroldo
c. Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Buenos Aires, El Derecho en Disco Láser- (C) 1998,
Albremática SA. ) .(Se. 567/02 "F. P., A. y Otros -Padres Escuela Especial Nro. 4 de Cipolletti-
s/MANDAMUS" (14-08-02); 635/02 "D., Z. B. y Otros s/MANDAMUS” de fecha 31-10-02).

III
En función de lo expuesto, soy de opinión de que V.E. debe hacer prevalecer el acceso a Justicia y
garantizar la tutela judicial efectiva de la que son acreedores los accionantes, teniendo especialmente en
consideración que se trata de ciudadanos rionegrinos que transitan la tercera edad, con la gravitación
especial de una discapacidad, que fueran titulares de una vivienda proporcionada por el Estado, de la cual
hoy no gozan, en desmedro de la garantía de acceso a la vivienda digna.
Para ello y teniendo en cuenta que la sentencia apelada ha sido dictada por un Tribunal que no reúne la
calidad de Juez Imparcial, siendo así portadora de un vicio nulificante insanable, que descalifica la obra
jurisdiccional y conlleva la ausencia de impartición de justicia en el caso; atendiendo -a su vez- que la
nulidad y reenvío para subsanar la ausencia de Juez Imparcial, también obstaría al real acceso a justicia y
a la tutela efectiva; habida cuenta que la vía de apelación coloca a V.E. como Juez del amparo elegido y
consentido por los amparistas; soy de la opinión y así lo propongo, que debe V.E.:
1) Declarar de oficio la nulidad de la sentencia apelada, en orden a las consideraciones precedentemente
expuestas.
2) Requerir informe al IPPV respecto de las circunstancias que motivaran el acto de desadjudicación de la
unidad habitacional sita en calle Fagnano 784, Edificio E 2, Piso 1º, Depto “E”, cuya tenencia precaria
correspondía a M. B. P. y F. S. H., acompañando las actuaciones y constancias que sirvieran como
antecedentes del acto que lleva nº 623/10 de registración de ese organismo; como todo otro que se
referencie en la titularidad de la tenencia precaria y eventual derecho de dominio respecto de esa Unidad
habitacional.
3) Anoticiar al Sr. Gobernador de la Provincia y al Sr. Fiscal de Estado, a los fines de su intervención en
autos.
4) Fecho, se me confiera nueva vista a los fines de dictaminar sobre el fondo de la cuestión.
Es mi dictamen.
Viedma, de agosto de 2011

Dra. Liliana Laura Piccinini


Procuradora General

DICTAMEN Nº /11

13/05/2015 CIUDAD DE BUENOS AIRES


Suspenden el desalojo de un edificio de Boedo habitado por 37 familias
La Justicia nacional frenó el desalojo del edificio de Pavón 4127 habitado por las familias desde hace unos
25 años, quienes se habían movilizado más temprano en reclamo de "una vivienda digna".
El titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N°46, Fernando Christello, resolvió
suspender el desalojo previsto para el próximo 20 de mayo luego de que la Sala H de la Cámara Civil
aceptara la apelación presentada por los vecinos.
La resolución suspende la medida de manera provisoria, y las familias comunicaron que seguirán
insistiendo en la necesidad de que el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) adopte una postura activa
para resolver el problema.
Los vecinos, que estuvieron a punto de ser desalojados el pasado 18 de marzo, se habían manifestado hoy
frente al Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC) para exigir "una vivienda digna" a la
que puedan mudarse las 37 familias que allí habitan desde hace 25 años, y habían anunciado una vigilia
para resistir el desalojo que estaba previsto para el próximo miércoles.
La única propuesta recibida hasta el momento son créditos hipotecarios para sólo siete de las 37 familias.
"Estamos a la deriva, como el primer día, y otra vez con fecha de desalojo, que ahora dicen que no tiene
marcha atrás. El 18 de marzo estuvimos con un pie adentro y otro afuera, pero se frenó para formar una
mesa de negociación que no sirvió para nada", dijo a Télam Luis Roldán, delegado de los vecinos.
Roldán explicó que la única propuesta recibida hasta el momento son créditos hipotecarios para sólo siete
de las 37 familias, mientras que el resto tendría que conformarse con un subsidio en dos cuotas únicas de
1.800 pesos o postularse para el programa "Alquilar se puede", para inquilinos.
El delegado aseguró que los ocupantes del inmueble están dispuestos a irse "desde el primer momento",
pero para hacerlo necesitan "un crédito hipotecario para poder pagar" su vivienda "a 30, 40 o 50 años",
porque no quieren que les "regalen nada".
Los vecinos estuvieron acompañados por referentes de la agrupación Seamos Libres y de la
Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).
"El caso, donde hay menores, situaciones familiares complejas, personas con discapacidad y hasta un niño
enfermo de cáncer; requiere de una solución habitacional urgente", afirmó el legislador Pablo Ferreyra.
El diputado tildó de "escandaloso" el hecho de que se le ofrezca un crédito a sólo siete familias, y
consideró inadecuado, por "absolutamente cosmético", el ofrecimiento de incorporar estas familias al
programa "Alquilar se puede", al tiempo que reclamó que el IVC tome parte activa en las negociaciones
para la resolución de este conflicto.
Entre los 70 menores que viven en el edificio de Pavón 4127 se encuentran los cinco hijos de Carola
Dorrego, uno de los cuales, Tobías, de seis años, está peleando contra un cáncer de testículos.
"Ellos preguntan, se angustian, van mal al colegio. Todo el tiempo están preguntando a dónde vamos a ir
porque saben que no tenemos otro lugar a donde ir", sostuvo la mujer.
Hace poco menos de un mes, los vecinos evitaron el desalojo ordenado por el titular del Juzgado Nacional
de Primera Instancia en lo Civil N° 46, a cargo de Fernando Christello Christello, en el marco de una causa
iniciada por la empresa propietaria, Pavón Plaza S.A., que quiere construir allí un emprendimiento
inmobiliario

En la causa caratulada “R., A. N. C/L., R. R. y otros s/desalojo por vencimiento de contrato“, la Defensora
de Menores e Incapaces interpuso un recurso de apelación contra la sentencia de grado que dispuso
el desalojo de una mujer de un departamento que habita con su hija de capacidades restringidas. Por tal
motivo, la recurrente se agravia por considerar que dicho fallo dejaría en la calle a su representada y su
familia, afectando derechos de raigambre constitucional como lo es la vivienda familiar.
Los integrantes del Tribunal destacaron que “en resguardo de los hijos –en este caso, mayor de edad pero
con su capacidad restringida-, su progenitor tiene garantizado y reglado su acceso tanto a las vías
administrativas como a las jurisdiccionales que estime pertinentes para reclamar lo que considera su
derecho y procurar allí su protección para concretar su adecuado resguardo y efectividad”.
“Sin duda ninguna de las normas supranacionales invocadas por la representante promiscua se ve
trasgredida por la decisión en crisis y está en manos de aquel que ejerce la  patria potestad proveer
vivienda a sus hijos o poner en marcha el ejercicio de su poder de acción”, explicaron los jueces.
En tales términos, “queda claro al Ministerio Público de la Defensa –conforme el planteo que se enuncia-
que la tutela al acceso a la vivienda de su representada no ha de ser satisfecha por la parte actora en estos
obrados, sino, eventualmente, por aquel que tiene a su cargo la gestión de los cometidos estatales en el
diseño de las políticas concernientes al sector, de manera que no es posible atender al reproche en
análisis si no es con desmedro de las garantías que a otros habitantes confiere el Art. 17° de la
Constitución Nacional”.
Los magistrados sostuvieron que “en la causa se encuentra interviniendo desde octubre de 2015 la
Defensoría Pública de Menores e Incapaces, y que al efecto de brindar asistencia al  problema habitacional
de la familia emplazada se ha ordenado el libramiento de oficios a la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y
Vivienda de la Nación, al Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires, a la Subsecretaría de
Fortalecimiento Familiar y Comunitario del GCBA, al Programa de Asistencias a Familias en situación de
calles del Ministerio del Desarrollo Social del GCBA y por último, también a la Asesoría General Tutelar, sin
que los interesados llevarán adelante tales medidas, ni cumplieran con lo requerido a fs. 52, último párrafo;
deberá previamente cumplirse con dichas medidas previo al lanzamiento a fin de determinar asimismo la
situación concreta en que se encuentra la hija de la demandada”.
Por todo ello, resolvieron suspender el desalojo hasta tanto cumplan con las medidas pendientes, sin
costas de alzada atento al carácter de la intervención del Ministerio apelante (art. 68 y ccdtes. del CPCC).

Revocan una orden de desalojo firme porque sobrevino un hecho que impedía ejecutarla
Camaristas concluyeron que las circunstancias sobrevinientes no pueden ser soslayadas por los jueces ni
siquiera en la etapa de ejecución de la sentencia
La Cámara 5º de Apelaciones en lo Civil y Comercial de la ciudad de Córdoba revocó una orden de
desalojo dictada por el Juzgado de 41º Nominación del mismo fuero, que se encontraba firme, porque
ocurrió un hecho sobreviniente: el Ministerio de Desarrollo Social dejó sin efecto la adjudicación y tenencia
precaria de la vivienda social a quien demandaba el desalojo y resolvió que, por el contrario, le fuera
adjudicado el dominio sobre la propiedad a quien era demandada en la causa.
La cuestión llegó a la Cámara como consecuencia del recurso de apelación (articulado en subsidio de uno
de reposición) formulado por la Asesora Letrada Civil del 10º turno, Eloísa Sacco, en representación de la
parte demandada, contra la resolución del juez. Este había dispuesto seguir adelante con el lanzamiento,
pese a que la Asesora esgrimía que, como consecuencia de un acto administrativo sobreviniente, no podía
desalojarse a quien ahora era adjudicataria del inmueble en cuestión.
Los camaristas Rafael Aranda, Joaquín Ferrer y Claudia Zalazar argumentaron que los hechos nuevos
sobrevinientes “no pueden ser soslayados en ninguna etapa del proceso” y “es obligación del magistrado
valorarlos y tenerlos en cuenta en el momento de resolver cualquier cuestión que se suscite en el pleito”.
En pos de consolidar el principio de “verdad real” y por razones de economía procesal, este deber no
puede ser omitido “ni siquiera en la etapa de ejecución de la sentencia”, en la medida en que la que se
hayan producido hechos que “graviten de modo notable en la ejecutabilidad” de la resolución.
Los vocales también expresaron que tampoco se violenta la garantía de la cosa juzgada, cuando se revisa
la “actual ejecutividad de una sentencia si existen hechos posteriores y no controvertidos que impiden su
ejecución”. “Si el marco fáctico que determinara el dictado de la sentencia ha cambiado de modo
tangencial, no es posible despachar una ejecución por el solo hecho de que haya pasado en autoridad de
cosa juzgada; está claro que, en estos casos puntuales, aquello sería consagrar una manifiesta injusticia
por la sola razón de respetar el rito mismo”, enfatizaron.
Como consecuencia, los camaristas concluyeron: “no cabe duda de que este caso contiene
particularísimas circunstancias, en la medida en que existe una cuestión novedosa (desajudicación de la
actora respecto del inmueble objeto del pleito y su adjudicación a la demandada con orden de escriturarlo a
su favor), lo cual necesariamente debió ser considerado por aquellos llamados a decidir”.
La Cámara insistió en que, a pesar de no estar previsto en la legislación procesal –en relación con los
juicios de desalojo- “un trámite de ejecución que habilite el contradictorio (como sí ocurre en otros tipos de
juicios –artículos 808 y subsiguientes del Código Procesal Civil y Comercial de Córdoba), evaluar el hecho
sobreviniente en el que la demandada ha basado su impugnación deviene insoslayable”. No se menoscaba
el derecho de defensa.
Asimismo, el tribunal ponderó que no se había vulnerado el derecho de defensa de la parte demandante.
Esto, en la medida en que esta última conocía lo dispuesto por el Ministerio de Desarrollo Social y “nada ha
dicho acerca de su dictado, ni sobre la desajudicación producida”, ni “tampoco consta que la haya
impugnado ante el organismo administrativo ni ante el tribunal a quo”.
En definitiva, la Cámara valoró que “resulta evidente que, ante esta nueva situación fáctica y legal,
materializar el desahucio ordenado implicaría plasmar un verdadero despojo judicial al privar a la
demandada -por vía jurisdiccional- de un inmueble que le ha sido asignado por el organismo estatal”. “Y
más aún si se lo entregáramos a una persona que, si bien en el momento de alquilarlo contaba con un
derecho sobre el predio, en la actualidad carece de toda legitimación para tenerlo o poseerlo”, añadió.  
La causa tuvo como origen la locación de una vivienda social y la posterior promoción de un juicio de
desalojo, en el marco del cual la parte actora obtuvo una sentencia favorable, pero recién en segunda
instancia, porque el Juzgado de 41º Nominación, originariamente, rechazó la demanda por considerar que
el debate sobre la posesión que se había planteado entre las partes excedía los límites de un proceso de
desalojo. La parte actora recurrió la resolución y, al obtener un fallo favorable al desalojo ante la Cámara,
pidió la ejecución de la sentencia en el juzgado de origen. No obstante, en sede administrativa, se dispuso
dejar sin efecto la adjudicación de la vivienda (a favor de la parte demandante) y se ordenó que fuera
entregado a la demandada, que habita el bien y que fue calificada como beneficiaria de políticas públicas
habitacionales. A partir de esto, la Asesora Letrada recurrió la ejecución de la sentencia de desalojo, lo que
ahora fue ratificado por la Cámara.
Causa: “Araujo Albrecht, Alejandra Cristina C/Quino, Rita Elizabeth y Otro - Desalojo por vencimiento de
término”. 
Fecha: 17 de octubre de 2014.

JNCiv Nro 1 - CASTRONUOVO DE SANTANDREA S.A. C/ TACCARI CARLOS ALBERTO S/ EJECUCIÓN


DE ALQUILERES - 09/06/2014

En el marco de un proceso de desalojo correspondiente a una vivienda adquirida en remate judicial y como
consecuencia de una serie de diligencias previas, audiencias y acuerdos celebrados, el Magistrado a cargo
dispone una serie de medidas tendientes a la concreción de un plan integral que permita dar solución
definitiva al problema habitacional de los demandados.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
1.- El 23/9/2005 el Sr. Alberto José Librandi compró en subasta, en las condiciones informadas en el edicto
de fs. 550, el inmueble ubicado en la calle Ministro Brin Nº 1251/53/57, de esta Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, ocupado por quince familias y en mal estado de conservación.
Con fecha 31/5/2007 se le otorgó la posesión, intimando a los ocupantes a restituir la tenencia bajo
apercibimiento de desahucio y a fs. 704 (29/8/2007) se ordenó el lanzamiento.
La causa estuvo paralizada desde el 8/5/2008 hasta el 27/5/2009 (v. fs. 753).
2.- A fs. 760, en razón de lo requerido en las directivas de la Res. DGN 1119/2008 del 25/7/08 del
Ministerio Público de la Nación, se ordenó un mandamiento de constatación, destinado a verificar si el lugar
era habitado por niños.
A fs. 761 el Sr. Librandi denunció que el inmueble se encontraba habitado por varias familias y que había
menores.
De la diligencia de fs. 792/819 resulta que al día 15/10/2009 en el inmueble habitaban 22 menores, con sus
familias y una persona enferma que no se podía trasladar.
En razón de ello, el 22/10/2009 (v. fs. 820/vta.), al verificar que en este proceso existía diversidad de
sujetos con derecho a una tutela judicial efectiva (art. 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos,
8 y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos): por un lado, el adquirente en remate que, en
ejercicio de su derecho de propiedad (arts. 14, 17 y concordantes de la Constitución Nacional), pretende la
entrega del bien libre de ocupantes y por otro, las personas que residen en el inmueble, cuyo derecho a la
vivienda adecuada se vería afectado en caso de quedar en situación de calle (arts. 25 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos; art. 11 del Pacto de Derechos Económicos y Sociales, entre otros) —
entre quienes se encontraban numerosos niños, quienes en nuestro sistema jurídico gozan de especial
protección constitucional e infraconstitucional, según las reglas establecidas en la Convención sobre
Derechos del Niño, incorporada a nuestra legislación con el máximo rango normativo y conforme las
disposiciones del Código Civil y de la Ley 26.061 y son acreedores frente al Estado de la concreción de
medidas de acción positiva destinadas a procurar igualdad estructural en orden a su situación jurídica (art.
75 inc. 23 de la CN)—, ordené librar oficio al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, haciéndole
saber que debía arbitrar las medidas necesarias para censar a los niños mencionados y para determinar si
sus grupos familiares podrían ser incluidos en algún plan social del GCBA, para asegurar la protección
integral y la contención de los menores y su grupo familiar conviviente (arts. 31, 39, 40, 41 y cc de la
Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y 32, 34, 35 y 37 de la Ley 26061).
La Sra. Defensora de Menores tomó intervención a fs. 823 asumiendo la representación de los menores
mencionados en la diligencia de fs. 817/819 y el Sr. Jefe de Gobierno tomó conocimiento de aquélla
decisión con fecha 16/11/2009.
3.- A fs. 832, con fecha 20/11/2009, el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes del GCBA
informó que el pedido había sido remitido a la Subsecretaría de Fortalecimiento
Familiar y Comunitario y al Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires.
A fs. 834, el comprador en subasta solicitó el lanzamiento de los ocupantes del inmueble, de lo que se dio
vista a la Sra. Defensora de Menores, quien a fs. 836 pidió que se le requiera a los organismos del GCBA
una respuesta concreta.
Ante ello, a fs. 844, el GCBA informó nuevamente que el pedido fue remitido a la Subsecretaría de
Fortalecimiento Familiar y Comunitario, -Dirección General de Atención Inmediata-, y al Instituto de la
Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (v. fs. 852).
4.- Con fecha 23/4/2010 (v. 846/859) —reiterado el 16/6/2010, conf. fs. 872/876— el Contador Gustavo
Andrés Gillo, Gerente de Créditos del IVC, informó que a la fecha de la asunción de la nueva gestión, se
encontraba agotada la cartera de unidades de viviendas libres y en condiciones técnica-administrativas
para ser adjudicadas. Además, señaló que las distintas operatorias que fueron oportunamente
programadas y ejecutadas por la antigua Comisión Municipal de la Vivienda (FONAVI – TPyC) se
encontraban agotadas en su totalidad, dado que han servido para paliar parte de la problemática
habitacional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por último, indicó que una vez que se modificara tal
situación, atendería de inmediato el requerimiento formulado, en procura de una adecuada solución
habitacional. No obstante ello, concluyó el informe, los progenitores de los menores debían concurrir
personalmente a Carabelas 258 de lunes a viernes de 9:30 a 14 horas a fin de ser asesorados acerca de la
operatoria de la Ley 341 (créditos hipotecarios) en procura de una adecuada solución habitacional.
5.- A fs. 860 el Sr. Librandi solicitó nuevos oficios, ordenándose a fs. 861 oficio reiteratorio a la
Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario.
A fs. 881/87, (el 13/8/2010) el IVC informó que a la fecha se encontraba agotada la cartera de unidades de
viviendas libres y en condiciones técnico administrativas para ser adjudicadas, pero que se podía optar por
completar un formulario (que adjuntó) de adjudicación de vivienda para una registración en base de datos
pertinente, la que se debía presentar en el Departamento Administración de Registros, ello en el marco de
la Ley 341.
6.- A fs. 890, el Sr. Librandi solicitó que se ordene el lanzamiento, ante lo cual a fs. 892, (1/10/2010) la Sra.
Defensora de Menores pidió que previamente se realizara una nueva constatación, la que fue agregada a
fs. 917, a fin de determinar la cantidad de personas, menores y mayores, que habitaban el inmueble.
A fs. 893/907 (14/9/2010) y a fs. 902/915 (29/10/2010) la Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y
Comunitario del Ministerio de Desarrollo Social del GCBA acompañó lo actuado por la Dirección General
de Atención Inmediata, informando que el programa “Atención para familias en situación de calle” había
tomado intervención con relación al desalojo de la calle Ministro Brin y había efectuado un relevamiento de
los ocupantes del inmueble (fs. 904), contabilizando 15 familias que fueron asesoradas respecto de los
alcances de los decretos 690-GCBA-06 y 960-GCBA-08.
Ante el resultado del mandamiento de constatación de fs. 917/948, a fs. 953 la Defensora de Menores pidió
que su contenido fuera puesto en conocimiento de la Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y
Comunitario del GCBA, para que informara acerca de las diligencias realizadas. Además, acompañó una
comunicación de la Defensoría General de la Nación, en la que se establecía que en caso de lanzamiento,
debía informarse al Asesor Tutelar la fecha y hora en que se realizaría la diligencia (SGPI/UC/0298/10).
Dicho requerimiento no tuvo respuesta alguna de la Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y
Comunitario (v. fs. 991 del 28/2/2011); por lo que a fs. 998 (13/6/2011) intimé al Director General de
Atención Inmediata, Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario del Ministerio de Desarrollo
Social del GCBA, para que dentro del plazo de diez días, informara concretamente respecto de las
medidas adoptadas para brindar una protección integral y de contención, y una adecuada respuesta a la
problemática habitacional de los menores y sus familias, de conformidad con las “Reglas de Brasilia sobre
acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad” incorporadas mediante Ac. 5/2009
CSJN, Res. Procuración General de la Nación 58/2009 (arts, 1, 2, 7 de la sec. 2 del cap I), ello bajo
apercibimiento de aplicar una multa de $100 diarios por cada día de demora y de considerarlo incurso en el
delito de desobediencia.
Vencido dicho plazo sin respuesta alguna, a fs. 1002 (15/7/2011) impuse la multa al Director General de
Atención Inmediata, Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario del Ministerio de Desarrollo
Social del GCBA, a partir del 5 de julio de 2011 y hasta tanto se diera cumplimiento con lo dispuesto a fs.
999 y di intervención a la Justicia Penal para que investigue la probable comisión de un delito de acción
pública (v. fs. 1008). Además, intimé al Sr. Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para que de
cumplimiento a lo dispuesto a fs. 999 bajo apercibimiento de incurrir en el delito de desobediencia (art. 239
del CP). La causa lleva el Nro 80.111 y tramitó ante el Juzgado Correccional N 9 Sec 65 (v. fs. 1018)
7.- A fs. 1011/1012 se agregó un relevamiento del inmueble, de fecha 30 de septiembre de 2011, efectuado
por el Programa “Buenos Aires Presente” del GCBA.
Ante el incumplimiento de las intimaciones efectuadas para que se brindara protección integral y de
contención de los menores y su grupo familiar conviviente, a fs. 1018 (1/12/2011) establecí que si bien los
particulares no podían soslayar el respeto de los derechos fundamentales de las personas —en el caso, el
adquirente en remate había otorgado un plazo razonable para que los grupos familiares dejaran el
inmueble, dando muestras desde entonces de su voluntad de colaborar en una solución que evitara dejar
en situación de calle a los habitantes del lugar— el obligado directo en materia de Derechos Humanos era
el Estado, y no el particular, quien se vería perjudicado ante la falta de restitución de la tenencia vencido el
plazo de intimación otorgado oportunamente, con mayor costo social en términos de conflictividad.
En esa oportunidad dije que la vivienda tiene para las personas una valor que excede lo patrimonial, se
trata de un espacio de intimidad, de protección, de desarrollo personal, de construcción de proyectos y
afianzamiento de vínculos familiares, de disfrute, de trabajo y reflexión, etc. Esa concepción pervive entre
nosotros de modo consistente desde la sanción de la Constitución que, por ello, estableció en el art. 18 la
inviolabilidad del domicilio y de los papeles privados.
También dije que el art. 14 bis de la CN reconoce a la familia “lato sensu” como sujeto a proteger y no cabe
efectuar discriminación alguna en orden a la existencia o no de matrimonio en el vínculo de quienes reúnen
sus voluntades para constituir una unión familiar.
Además señalé que el de acceso a una vivienda adecuada es un derecho humano reconocido en la
normativa internacional de los derechos humanos como elemento integrante del derecho a un nivel de vida
razonable (art. 25 primer párrafo de la Declaración Universal de Derechos Humanos).
Recordé que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales reconoce “el derecho
de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda
adecuadas, y a una mejora continua de las condiciones de existencia” (art. 11) y el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales emitió dos OG directamente vinculadas con el tema de vivienda (OG 4)
y desalojos forzosos (OG 7) así como también a tratar la igualdad de derechos del hombre y la mujer al
disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales (OG 16).
Dije que, conforme lo ha definido el primer Relator Especial de Naciones Unidas sobre la Vivienda
Adecuada como Elemento Integrante del Derecho a un Nivel de Vida Adecuado y sobre el Derecho a la no
Discriminación, “el derecho humano a una vivienda adecuada es el derecho de toda mujer, hombre, joven y
niño a tener y mantener un hogar y una comunidad seguros en que puedan vivir en paz y con dignidad” y
que, aun cuando la adecuación viene determinada en parte por factores sociales, económicos, culturales,
climáticos, ecológicos y de otra índole, el Comité considera que es posible identificar algunos aspectos de
ese derecho que deben ser tenidos en cuenta a estos efectos en cualquier contexto determinado, entre los
que figuran: a) seguridad jurídica en la tenencia b) disponibilidad de servicios, materiales, facilidades e
infraestructura c) gastos soportables d) habitabilidad e) accesibilidad f) lugar y g) adecuación cultural.
Señalé que el PIDESC establece para el Estado la obligación de adoptar medidas de aplicación de los
derechos en él consagrados “hasta el máximo de los recursos de que disponga, para lograr
progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en particular la adopción de medidas
legislativas, la plena efectividad de los derechos … reconocidos” (art. 2.1) y que en la OG 7 se determinó
que los desalojos no deben tener como resultado dejar sin hogar a las personas o exponerlas a otras
violaciones de los derechos humanos, por lo que si los afectados no pueden proporcionársela, el Estado
debe disponer medidas adecuadas hasta el máximo de los recursos disponibles (punto 16).
También dije que la implementación efectiva de los derechos sociales en el orden interno da nacimiento a
obligaciones positivas, pues para su satisfacción se exige el diseño de políticas concretas (cfr. Abramovich-
Courtis “Los Derechos Sociales como Derechos Exigibles”, Trotta, Madrid, 2002, ps. 19 a 28) y exige del
Estado la creación de la infraestructura necesaria para ello, por medios de su elección, que deben ser
apropiados, en el sentido de producir resultados coherentes con el pleno cumplimiento (punto 5 OG 9).
Señalé asimismo que en el proceso se le había dado intervención temprana a los organismos del GCBA
para que arbitraran las medidas necesarias para censar a los niños y determinar la forma de dar cobertura
a sus derechos constitucionales, sin que brindaran una respuesta eficiente en términos de cumplimiento de
sus obligaciones. Y que tal solución no puede estar supeditada al momento de encontrarse los ocupantes
efectivamente en situación de calle, sino que deben actuar preventivamente, teniendo en cuenta que no es
fácil acceder a la locación de inmuebles dado que siempre se requieren garantías que no pueden otorgar,
pero sí incluyendo a los grupos familiares en algún plan de asignación de viviendas que aquéllos pudieran
costear.
Por ello, intimé en forma personal a la Sra. Ministra de Desarrollo Social del GCBA para que en 72 horas
informara lo actuado y las soluciones habitacionales propuestas a las familias, ello dado el tiempo
transcurrido desde que se dio intervención a la repartición administrativa a su cargo.
Asimismo, ordené notificar lo resuelto al Procurador General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y al
Secretario de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
A fs. 1029 el GCBA apeló la resolución, planteo desestimado a fs. 1030.
8.- A fs. 1031/1042 (22/12/11) el Dr. Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga, Director General de Asuntos
Institucionales de la Procuración General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, presentó un informe de
todo lo actuado, con un relevamiento de las familias y las soluciones habitacionales propuestas, detallando
los programas posibles para la inclusión de los ocupantes. De ese informe surge que una de las ocupantes,
la Sra. Norma Saracho, fue incluida en el programa “Atención para familias en Situación de calle” en
cumplimiento de una medida cautelar dictada en los autos “Saracho Norma Beatriz y otros c/GCBA
s/Amparo (art. 14 CCABA)” Exp n° 37113/0, por la que se le pagaría una cuota de $1.500 mensuales.
A fs. 1047 (8/2/12) la Sra. Defensora de Menores pidió la fijación de una audiencia con los ocupantes.
A fs. 1052/1067 obra un informe de la Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario y, a fs.
1101, la producida por la Dirección General de Atención Inmediata, dependiente de aquel organismo.
9.- A partir del día 24/02/2012 (ver fs. 1102) se celebraron una serie de audiencias, tendientes a construir
una solución consensuada entre los ocupantes, el propietario del inmueble y los organismos dependientes
del GCBA encargados de otorgar una solución a la problemática habitacional planteada en autos, marco
procedimental al que luego se incorporó la Comisión Nacional de Tierra para el Hábitat Social, “Padre
Carlos Mugica” dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, del Estado Nacional (fs. 1251).
En la audiencia celebrada el día 07/03/2012 (fs. 1109) estuvieron presentes: por el Ministerio de Desarrollo
Social, el Dr. Avila Herrera; por la Procuración General del GCBA, la Dra. Cento Docatto; por el Consejo de
los Derechos del Niño, la Dra. Matabacas, y también participó la Sra. Defensora de Menores, Dra. Ana M.
González de Verrastro. En dicha oportunidad el representante del Ministerio de Desarrollo Social señaló
que sólo contaban con recursos para atender la emergencia, dado que las respuestas habitacionales
definitivas las brinda el IVC (Ley 341); enumeró los recursos que poseen para atender la emergencia
transitoria (subsidios, traslado a hogares, acompañamiento en la búsqueda de vivienda, capacitación en
oficios, programas alimentarios, entre otros). Se comprometió a acompañar propuestas para la situación de
cada grupo familiar teniendo en cuenta los datos que resultan del relevamiento efectuado por el GCBA. La
Defensora de Menores, por su parte, reiteró que la propuesta no brindaba una solución habitacional
definitiva tal como la exigida por la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.
10.- A fs. 1111/1116 (19/3/12) se agregó el informe presentado por el Ministerio de Desarrollo Social, y la
Sra. Defensora de Menores, a fs. 1118, pidió la fijación de una nueva audiencia, con las familias
mencionadas en el informe.
A fs. 1128 (14/12/12) se requirió al Ministerio de Desarrollo Social del GCBA, Dirección General de
Atención Inmediata de la Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario, un nuevo relevamiento
de los habitantes de Ministro Brin, el que fue acompañado a fs. 1157/1162 (24/5/13) y fs. 1172/87.
A fs. 1188/1190 (16/8/13), dispuse una serie de medidas tendientes a efectivizar el desalojo sin dejar de
garantizar adecuadamente los derechos de las personas que residen en el inmueble (entre los que se
hallaban niños y discapacitados), consistentes en:
a) Intimar al Ministerio de Desarrollo Social del GCBA a acompañar en autos las propuestas con las que
cuenta el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en materia de atención inmediata y a largo plazo, con
relación a cada una de las familias que residen en el inmueble, —de modo que los niños y los
discapacitados no se vieran expuestos a una situación de calle y los chicos pudieran concluir con el año
escolar en el establecimiento al que cada uno concurría—, ello teniendo en cuenta el relevamiento
efectuado a fs. 1157/1162 y 1181/1187.
b) Disponer, conforme lo dispuesto por la Res. DGN 1119/08 y a los fines de garantizar a los menores y
discapacitados y su grupo familiar el acceso pleno a la jurisdicción, la defensa en juicio, el debido proceso,
el acceso a la vivienda digna y la operatividad de la Convención sobre Derechos del Niño en orden a dar la
oportunidad al niño de ser oído ante cualquier situación que lo afecte, dispuse dar intervención a los
órganos respectivos a esos efectos (cfr. CSJN E. 213. XLVI, Recurso de Hecho, “Escobar, Si1vina y otros
si inf. arto 181, inc. 10 CP” y arts. 18 y 14 bis de la Constitución Nacional; arts. 3 y 12.2 de la Convención
de los Derechos del Niño; arts. 8 y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos; art. 11 del
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; Observaciones Generales n° 4 y 7 del
Comité), dar intervención a la Asesoría Tutelar del GCBA que correspondiera por orden de turno, para que
colaborara en la coordinación de las tareas asignadas a la Defensoría de Menores Nº 1.
c) Ordenar, toda vez que a fs. 1183 se informó que el inmueble no contaba con las condiciones básicas de
higiene y sanitarias, derivada tal circunstancia de la carencia de mantenimiento estructural del lugar,
agravado ello por la contaminación generada por el vertido de basura y la presencia de roedores en un
inmueble lindero, dar intervención a la Dirección General de Guardia de Auxilio, dependiente de la
Subsecretaría de Emergencias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para que adoptara las medidas
de seguridad adecuadas que estimara necesarias.
d) Por último, decidí dar intervención a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, ello en la
inteligencia que constituye su misión “la defensa, protección y promoción de los derechos humanos y
demás derechos e intereses individuales, colectivos y difusos”.
A fs. 1203 (2/9/13) tomó intervención la Asesora Tutelar, Mabel López Oliva, quien manifestó que requirió
al Equipo Común de Intervención Extrajurisdiccional del Ministerio Público Tutelar la realización de un
informe socio ambiental de cada una de las familias que habitaban el inmueble de Ministro Brin.
11.- A fs. 1205 (30/8/13) se presentaron Ramona Emilia López, Claudia Yunovich y Horacio Mendoza,
ocupantes del inmueble, con el patrocinio de la Dra. Paula Csikos, solicitando que se intimara nuevamente
al GCBA a tomar intervención en la problemática planteada, arbitrando los medios para dar una solución a
la situación de emergencia habitacional.
12.- A fs. 1220/1233 el Director General D.G. de Atención Inmediata del GCBA, puso a disposición los
recursos del Programa Atención para Familias en Situación de Calle (Decreto 690-GCABA-06 y sus
modificatorios) consistentes en el otorgamiento de un subsidio económico con fines exclusivamente
habitacionales de hasta $18.000 para ser percibido en cuotas de hasta $1.800 de acuerdo a la composición
del grupo familiar. Para el caso de grupos familiares que cuenten con una propuesta de “salida estable” a la
situación de emergencia habitacional, prevén analizar la cuestión por los profesionales de la Dirección para
darle curso, dado que el Programa cuenta con un monto de hasta $10.800 por grupo familiar.
Asimismo, hizo un detalle de otros recursos habitacionales con los que cuenta la Dirección General para
paliar la emergencia habitacional. También se acompañó un relevamiento de los grupos familiares con las
propuestas para cada uno de ellos, efectuado el día 4 de septiembre de 2013, por el Programa Buenos
Aires Presente.
A fs. 1251/1252 (6/9/13) se presentó el Presidente de la Comisión Nacional de Tierras para el Habitat
Social “Padre Carlos Mugica” de la Jefatura de Gabinete de Ministros, quien solicitó la suspensión de
cualquier medida de desalojo, dado que el inmueble se encontraba ocupado por 14 familias, conformadas
por varios menores. Manifestó que ese organismo estaba abocado a encontrar una solución al conflicto,
por lo que solicitó la fijación de una audiencia con intervención de todas las partes.
A fs. 1261/1272 tomó intervención la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
informando que en la actuación N° 4583/13 se había dictado la Resolución N° 1990/13 por la que se había
resuelto: 1) recomendar al Subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario del GCBA que adopte
las medidas conducentes a fin de “a) poner a cargo de la administración la búsqueda de las viviendas para
las familias, que cumplimenten con todos los componentes que delimitan e integran el contenido del
derecho a una vivienda adecuada en los términos del bloque de legalidad y convencionalidad vigente; b)
incorporar a estos grupos familiares al Programa Ciudadanía Porteña. Con Todo Derecho, a fin de tutelar
adecuadamente su derecho a la alimentación; c) brindar a estas familias una asistencia de carácter
integral, a cuyo fin deberá articular acciones entre las distintas reparticiones del Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires que resulten competentes y priorizar el otorgamiento de los recursos
necesarios para restituir los derechos vulnerados y lograr la superación del estado de necesidad en
el que las familias se encuentran. 2) Recomendar a la Directora General de Niñez y Adolescencia Lic.
María Pilar Molina y a la Presidenta del Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Doctora Yael Silvana Bendel, que dispongan los medios necesarios a
fin de tomar la debida intervención a efectos de tutelar los derechos fundamentales de las niñas y niños
que integran las familias que habitan en el inmueble sito en la calle Ministro Brin 1251/53/57 y restituir los
que en la actualidad se encuentran vulnerados….”
13.- En la audiencia celebrada el 18/09/2013 (fs. 1277), comparecieron el adquirente en remate,
representantes del Ministerio de Desarrollo Social del GCBA; del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños
y Adolescentes; de la Asesoría Tutelar; el Arq. Guillermo Marzioni y el Dr. Ricardo Sassón, por la Comisión
Nacional de Tierras para el Habitat Social Padre Carlos Mugica; la Sra. Defensora de Menores y algunos
ocupantes del inmueble. En esa audiencia expliqué que el desalojo debía ser cumplido de la mejor manera
posible, y que para ello había convocado a todos los sujetos que debían otorgar una respuesta habitacional
a los sujetos con vulnerabilidad social que ocupaban el inmueble, evitando soluciones extremas. El
Ministerio de Desarrollo Social del GCBA reiteró que no brinda respuestas definitivas sino transitorias a la
cuestión habitacional y que aquéllas las proporciona el IVC (Ley 341) mediante el otorgamiento de créditos
hipotecarios a veinte años y que también podría darlas la Dirección General de Bienes. El representante
del Estado Nacional explicó que podrían hacer propuestas para encontrar una solución habitacional
permanente, incluso tienen la posibilidad de comprar tierras mediante un plan con el gobierno local, o el
propietario. Advertí en esa oportunidad que el inmueble no se encontraba en condiciones de habitabilidad,
conforme el informe del Defensor del Pueblo y que resultaba necesario citar al IVC y a la Dirección General
de Bienes –—con un listado de bienes de herencias vacantes— para establecer si podían otorgar
respuestas habitacionales definitivas, como así también al Sr. Jefe de Gobierno para que indicara quién era
el funcionario, con jerarquía y competencia para tomar decisiones y coordinar las soluciones habitacionales
con las distintas reparticiones del GCBA, que podría participar de las audiencias; ello toda vez que las
distintas áreas del gobierno de la Ciudad, aparentemente, actuaban por separado y sin coordinación entre
sí. Por su parte, el adquirente se comprometió a acompañar tasaciones del inmueble a los fines de intentar
un acuerdo con relación a la propuesta realizada por la Comisión de Tierras.
14.- A fs. 1290/1307 (18/9/13) la Dirección General Guardia de Auxilio y Emergencias del GCBA presentó
el informe técnico efectuado en virtud de la inspección realizada en el inmueble.
A fs. 1318/1373 el Subsecretario Fortalecimiento Familiar y Comunitario del GCBA, —en respuesta al
compromiso asumido en la audiencia del 18 de septiembre—, informó que los días 27 y 30 de septiembre
habían convocado a los ocupantes para actualizar los informes sociales efectuados, ofreciéndoles los
recursos sociales en forma particularizada a cada grupo familiar según su situación socio económica; dijo,
también, que los ocupantes fueron derivados al IVC para que se les informara sobre los requisitos
necesarios para obtener un crédito individual conforme los lineamientos de la Ley 341 y adjuntó un informe
elaborado por la Dirección General de Administración de Bienes.
A la audiencia del 04/10/2013 (fs. 1410) comparecieron, además de los indicados en la audiencia anterior y
de los vecinos, el representante de la Dirección General de Administración de Bienes; el Sr. Procurador
General de la Procuración Gral. De la Ciudad de Buenos Aires, Dr. Julio Marcelo Conte Grand y su letrado
patrocinante Dr. Francisco Siffredi y el Dr. Gonzalo Estivariz Barilati, por el IVC. El Sr. Procurador me hizo
saber en esa ocasión que comparecía como la persona designada para poder coordinar las respuestas de
las distintas áreas del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que podían llegar a estar involucradas en
una eventual solución habitacional en el caso.
Conforme las tasaciones acompañadas por el adquirente en remate, y los subsidios ofrecidos por el
Ministerio de Desarrollo Social de $18.000 por cada grupo familiar, en 10 cuotas —18 grupos familiares,
$310.000 como solución transitoria—, se evaluó la posibilidad de que los ocupantes refaccionaran el
inmueble. El representante de la Comisión de Tierras propuso que, si el IVC ponía en funcionamiento la ley
341, ese organismo nacional podría colaborar con la constitución de una cooperativa, aportar en la
subdivisión, planos y escritura gratuita o aportar dinero para la compra del inmueble, lo cual implicaría
obtener una tasación fiscal y un valor del bien, mediante el Tribunal de Tasaciones y luego prever que el
dinero se incluya en el presupuesto del año siguiente, lo cual demoraría dos años o aportar una suma de
dinero para refaccionar el inmueble. Por su parte, el Sr. Procurador dijo que, por instrucción del Jefe de
Gobierno, y a fin de coordinar las distintas áreas del GCBA involucradas, hizo un relevamiento con el
Ministerio de Desarrollo Social, ajustó el censo realizado, la cantidad de familias, su perfil, sus ingresos y
detectó los casos críticos. Señaló que el Ministerio de Desarrollo Social tiene la posibilidad de otorgar el
subsidio previsto en el Decreto 690 y que no existe disponibilidad de bienes en el GCBA. En cuanto al
sistema de la Ley 341, señaló que el IVC había evaluado la situación crediticia de cada uno de los
ocupantes, para determinar quiénes están en situaciones de acceder al crédito, por lo que estarían en
condiciones de aportar la posibilidad de acceso al crédito con algunas familias, además del previsto en el
decreto 690. El Sr. Procurador manifiesta que tienen el régimen de excepción del decreto 690, que se
puede otorgar en corto plazo, y el esquema del IVC por vía de excepción, que pueden ingresar familias,
después de la evaluación del riesgo crediticio. Aclaró que el otorgamiento de una suma en exceso del
monto previsto en el decreto 690, en una tercera excepción, es para casos de extrema vulnerabilidad y de
incapacidad severa. Señaló que no iban a intermediar en ningún mecanismo de construcción propuesto por
el Estado Nacional. La letrada patrocinante de los ocupantes preguntó si había un programa de vivienda
transitoria, a la espera de la refacción y el Procurador del GCBA contestó que el sistema existe pero
actualmente no tiene viviendas disponibles. También dijo que ninguno de los bienes de dominio del GCBA
está disponible, conforme la lista de inmuebles fiscales que acompañó, dado que están afectados por
diversas cuestiones. El representante del IVC manifestó que existen créditos individuales, otorgados en
función del nivel de vulnerabilidad y al preguntarle cómo funciona el sistema dijo que la persona que se
presenta en el organismo debe acreditar su situación de vulnerabilidad y buscar la propiedad y el IVC
otorga el crédito y la hipoteca y asume los costos de escrituración. Por su parte, el comprador estableció en
$800.000 el precio de venta de la propiedad.
En esa oportunidad dije a los asistentes que resultaba necesario construir una respuesta acorde a las
responsabilidades que tiene el GCBA y el Gobierno Nacional frente a los tratados de derechos humanos,
en una forma no impuesta por el Poder Judicial sino con la participación de todos los organismos
involucrados, para mejorar la eficiencia de respuesta que se da a la comunidad, evitando las
consecuencias disvaliosas de un lanzamiento, ya ordenado en autos. Señalé que no podía imponer
políticas sociales al GCBA ni al Estado Nacional, dado que es una cuestión de conveniencia que deberán
evaluar cada uno de los entes. También dije que el desalojo se realizaría, sin demoras excesivas, por lo
que pedí a los representantes del GCBA y el Estado Nacional que extremen las diligencias para obtener las
respuestas consensuadas antes planteadas. Asimismo, pedí al Procurador que evaluara como posibilidad
que los ocupantes constituyeran una cooperativa y se les aportara una suma de dinero para adquirir una
propiedad. Además, les pedí a los ocupantes que buscaran un terreno en la zona que pudiera ser
adquirido, para trabajar en la compra de otro terreno que no fuera el del Sr. Librandi, y así poder cumplir
con las disposiciones que establecen los tratados y documentos internacionales en materia de
accesibilidad y seguridad, y colaborar con la búsqueda de una solución habitacional permanente.
15.- A fs. 1418 (4/10/2013) se agregó el informe obtenido vía internet por Secretaría, del Registro de la
Propiedad Inmueble, respecto del bien objeto de autos.
A fs. 1432 (9/10/2013) la representante de los ocupantes informó sobre los posibles inmuebles que podrían
servir para dar solución habitacional, tras lo que, por Secretaría de este juzgado, se obtuvieron los informes
de titularidad registral (v. fs. 1434 y 1448/1473) así como los domicilios de los propietarios e información
sobre si existían juicios vinculados a los mismos (v. fs. 1474, 1448, 1491, 1496, 1507).
Por la búsqueda realizada vía internet por Secretaría de los programas existentes en el GCBA para la
adquisición o refacción de viviendas en el barrio de la Boca (que se agregaron a fs. 1435/7), se le requirió
al IVC, a fs. 1439, que informara si existía la posibilidad de incluir al inmueble de autos en el proceso de
adquisición de la vivienda por parte de dicho organismo, ello de conformidad con las pautas establecidas
en el “Programa Rehabilitación de Habitat del barrio de La Boca” así como la factibilidad de inclusión de las
familias que lo ocupan en los programas “Vivienda Colectiva con Ahorro Previo” y “Autogestión para el
Desarrollo del Hábitat Popular”.
A fs. 1521 (30/10/2013) el Dr. Estivariz Barilati, por el IVC, contestó que no resultaba posible la inclusión
del inmueble objeto de autos en el “Programa Rehabilitación de Habitat del Barrio de La Boca”, dado que
tenía su origen en la Resolución 114/SS/00 y sólo resulta aplicable a los inmuebles de propiedad del
Instituto y quedó cerrado con 251 familias, mediante un censo homologado en el proceso “Ayala Fernando
c/ GCBA s/ amparo” (Exp 42311/0), en trámite ante la Justicia Contenciosoadministrativa de la Ciudad y
que tampoco era posible su incorporación en el programa denominado “Vivienda Colectiva con Ahorro
Previo” dado que se destina a Cooperativas regularmente inscriptas, las que deben presentar para su
evaluación inmuebles susceptibles de realización por obras civiles para la construcción de viviendas y a la
fecha existen 415 sociedades inscriptas con prioridad esperando la adquisición de nuevos terrenos.
Respecto del programa “Autogestión para el Desarrollo del Hábitat Popular” explicó que el mismo se
desarrolló durante los años 2006, 2007 y 2008, y luego cambió la denominación por “Programa de
Autogestión para la Vivienda”, el cual se encuentra totalmente saturado.
16.- A fs. 1441 (17/10/13) los ocupantes informaron sobre los inmuebles, relevados en el barrio y zonas
cercanas, que podrían ser de utilidad para dar una solución definitiva. Manifestaron que se pusieron en
contacto con distintas inmobiliarias para averiguar por posibles terrenos o propiedades a la venta, pero que
los montos pretendidos excedían los recursos económicos de los que disponían, conformados entre el
monto otorgado por el GCBA como subsidio habitacional, el crédito otorgado por el IVC a cada familia y lo
que cada familia pudiese llegar a aportar. Señalaron que también estaba la alternativa de comprarle al
propietario el inmueble en el que vivían.
A fs. 1530 (31/10/13) la letrada patrocinante de los ocupantes manifestó que los vecinos se habían estado
asesorando respecto de la posible constitución de una cooperativa para unir esfuerzos a fin de lograr una
solución habitacional, comprando el inmueble objeto de autos u otro alternativo.
A fs. 1544/1546 (31/10/2013) y por un requerimiento concreto que efectué sobre la posibilidad de
ocupación del inmueble de propiedad del GCBA sito en Pedro de Mendoza 1101/43, el Ministerio de
Desarrollo Económico, Dirección General Administración de Bienes del GCBA, acompañó un relevamiento
ocupacional y edilicio del bien, que dio cuenta de su ocupación por terceros.
17.- A la audiencia celebrada el 04/11/2013 (fs. 1549) comparecieron todos quienes estuvieron presentes
en la convocatoria anterior, incluidos varios vecinos, y se evaluó con los representantes del Estado
Nacional y el GCBA alternativas para la solución habitacional de los ocupantes del inmueble, dado que
conforme la verificación efectuada por el Tribunal, ninguno de los bienes informados por los ocupantes se
encontraba en condiciones jurídicas viables para ser adquiridos. El propietario concedió otro plazo, hasta el
mes de marzo de 2014, manteniendo el valor de $800.000, en tanto se mantuvieran las condiciones de
mercado.
Señalé a los habitantes del bien que en ese lapso debían realizar importantes esfuerzos para constituir la
cooperativa, avanzar en el hallazgo de una vivienda y obtener los créditos necesarios para adquirir una
propiedad.
Asimismo, el Sr. Procurador General de la Ciudad manifestó que, luego de analizar la situación de las
familias que ocupan el inmueble, se había determinado preliminarmente cuáles son los casos que pueden
acceder a los sistemas financiamiento del IVC de conformidad con la normativa vigente, mediante el
procedimiento de la ley 341. También que se encontraban disponibles los importes, en carácter de
subsidio, previstos en el decreto 690 que correspondan en cada caso. Estimó que concluirían con estos
procedimientos en el primer trimestre de 2014. Por su parte, la Comisión de Tierras se comprometió a
realizar las mejoras necesarias en el inmueble para hacerlo habitable y seguro, a la suscripción de las
escrituras en forma gratuita y a acompañar al grupo social para la concreción de la cooperativa y los
trámites que ello implicara. Se dejó constancia que la tasación fiscal del inmueble alcanzaba la suma de
$636.000. Los ocupantes se comprometieron a concluir los trámites de conformación de la cooperativa.
18.- A fs. 1552/1553 (4/11/2013) y 1586/96 (3/12/2013) los ocupantes acompañaron las constancias de
inicio de los trámites de conformación de la cooperativa, denominada “Cooperativa Crecer en Ministro Brin”
e informaron que ya habían efectuado el curso de capacitación requerido por el INAES.
El 13 de diciembre de 2013 (v. fs. 1623), ordené librar oficio al INAES para que dispusiera las medidas
necesarias para la aprobación de la Cooperativa formada por los ocupantes, lo que reiteré el día 14 de
febrero de 2014, solicitando que se diera preferente despacho a la resolución del pedido de aprobación de
la cooperativa (v. fs. 1642), en razón de tratarse de un trámite coadyuvante para la búsqueda de una
situación habitacional permanente en el caso.
A fs. 1711/1713vta. (21/3/2014) obra la resolución del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía
Social por la que se aprobó el estatuto y se autorizó a funcionar como cooperativa a la “Cooperativa de
Vivienda Crecer en Ministro Brin Limitada”.
A fs. 1600/1619 se agregó un informe de la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social Padre
Carlos Mugica, con la situación familiar por hogar.
19.- El día 11/12/2013 realicé una inspección ocular del inmueble (fs. 1622), donde pude comprobar tanto
el estado deficitario de la vivienda como la voluntad de la mayoría de los vecinos de comprometerse con la
construcción de una solución habitacional. También escuché a quienes manifestaron su intención de dejar
el inmueble. En la ocasión, arquitectos de la Facultad de Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos
Aires explicaron los lineamientos del plan de reforma del inmueble con fondos no reembolsables, que
habrán de ser provistos por el Plan de Tierras del Gobierno Nacional.
20.- A fs. 1649/1653 (7/3/2014) el GCBA acompañó un informe del IVC, con la descripción de las tareas
desarrolladas, e informó que la persona que había resultado adjudicataria para el otorgamiento del crédito
previsto por la Ley 341 era la Sra. Verónica Carrizo, por un monto de $ 406.364, pudiendo acceder con ello
a un inmueble con precio de hasta $ 507.000; También podría resultar beneficiada la Sra. Ramona López,
con un préstamo de $ 346.364.
A fs. 1669/1688 (21/3/2014) se agregó el Informe Socio Ambiental elaborado por la Comisión Nacional de
Tierras para el Habitat Social (Programa Padre Carlos Múgica).
A fs. 1693/1706 (21/3/2014) se agregó el presupuesto y el plan de refacciones a realizar en el inmueble,
elaborado por arquitectos de la FADU.
21.- A la audiencia convocada para el día 25/03/2014 (v. fs. 1711), no compareció ninguna autoridad del
GCBA, pero sí los arquitectos de la FADU y el licenciado que elaboró el informe socio ambiental, junto con
el letrado del Plan de Tierras. La letrada patrocinante de los ocupantes manifestó que la Sra. Ramona
López había suscripto la documentación para el otorgamiento del préstamo ante el IVC, restando definir el
otorgamiento del crédito al Sr Mendoza. Además, informó que los ocupantes habían concurrido a la
comisión de Tierras para tramitar el otorgamiento del subsidio para realizar las reformas en el inmueble. La
incomparecencia de las autoridades del GCBA impuso la fijación de una nueva audiencia a los fines de
construir una solución habitacional viable para las familias que residen en el inmueble. Asimismo, dispuse
que el IVC evaluara la situación crediticia del Sr. Mendoza.
A fs. 1722 (3/4/14) la Defensora de Menores solicitó que se diera intervención al Ministro de Ambiente y
Espacio Público del GCBA, para que tomara las medidas necesarias para limpiar el terreno lindero al
inmueble, dado su elevado estado de contaminación, lo que ordené.
22.- En la audiencia del día 4 de abril de 2014 (v. fs. 1733), los representantes del GCBA explicaron que la
incomparecencia a la audiencia anterior se debió a que se transmitieron en forma errónea el horario de
celebración.
Indicaron que se concretó con el IVC la conclusión de los trámites necesarios para que se le otorgara el
préstamo al Sr Mendoza, lo que permitía ampliar la base de sustentación económica para la compra del
inmueble por los vecinos.
El representante del Ministerio de Desarrollo Social manifestó que para las familias que se retiren del
inmueble que no formen parte de la Cooperativa el subsidio a otorgar es de $10.800 en 10 cuotas de
$1.800.
En dicha oportunidad pregunté si el GCBA verifica las condiciones de habitabilidad de los lugares a donde
se traslada el ocupante utilizando el subsidio otorgado por el GCBA, contestando que se hacen informes
luego de que se traslada la persona a otra vivienda, para verificar si reúne las condiciones de habitabilidad.
Además aclaró que no recibirán el subsidio las personas que reciban el préstamo hipotecario del IVC. Le
pregunté al representante del IVC por qué no otorgaban préstamos a cooperativas, y me contestó que sí lo
otorgaban, pero que el presupuesto para ello está agotado y existen otras cooperativas a la espera de que
se lo otorguen. Le requerí que en el plazo de diez días presente un informe de cómo se otorgaron los
créditos a cooperativas en los últimos tres años, indicando las partidas presupuestarias correspondientes a
cada ejercicio, montos asignados, nivel de ejecución de la partida presupuestaria y eventualmente, dando
cuenta de los actos administrativos que hubieran autorizado la traslación de la asignación de créditos de un
ejercicio fiscal a otro, lo cual no fue cumplido. Además, debería informar si se encuentran en condiciones
de otorgar escrituras gratuitas, tal como fue ofrecido por el Estado Nacional.
Asimismo, le pedí al Ministerio de Desarrollo Social que informara la fecha de otorgamiento del subsidio
para las familias que no contaban con el préstamo del IVC.
La Procuración General del GCBA manifestó que para el otorgamiento del crédito resultaba necesario que
el bien se encuentre tasado por el Banco Ciudad, para determinar si puede ser objeto del préstamo, para lo
cual requerí que ese trámite se realizara a la mayor brevedad posible. En cuanto al título de propiedad, que
debía ser tenido a la vista para la tasación, ordené que se expidieran las copias certificadas de los
instrumentos obrantes en autos.
Se acordó que el inmueble se escriture a favor de las familias que conforman la cooperativa.
Solicité al representante del IVC que mediante correo electrónico informara los requisitos faltantes, para
facilitar la conclusión de los trámites de otorgamiento de los préstamos hipotecarios, y encontrar una
solución definitiva de vivienda a los ocupantes.
A fs. 1768/1773vta. (22/4/2014) el Banco de la Ciudad de Buenos Aires informó que había realizado la
tasación del inmueble acompañada en los términos de la Ley 341 CABA, por intermedio de tasadores de
inmuebles de la Gerencia de Operaciones del banco.
A fs 1776 obra el informe del IVC respecto de la situación de los créditos preadjudicados (Sra. Verónica
Carrizo, Sra. Emilia Ramona López y Horacio Alcides Mendoza).
23.- En la audiencia del día 28/04/2014 (v. fs. 1778/1779) a la cual comparecieron representantes del
GCBA, no ya el Sr. Procurador General, y del Estado Nacional, se estableció que el monto en calidad de
préstamo hipotecario otorgado alcanzaría la suma de $ 706.364, y el subsidio (decreto 690) para las 13
familias que no obtuvieron el préstamo hipotecario arrojaría la cantidad total de $ 136.500, aceptando el Sr.
Librandi como monto total de venta de la propiedad la suma de $ 846.000 por el plazo de sesenta días
hábiles, a contar desde ese día. El IVC se comprometió a concluir en ese lapso los trámites necesarios
para la escrituración del bien a favor de los ocupantes que conforman la cooperativa, consistentes en la
verificación técnica mediante un arquitecto, la obtención de informes de inhibiciones de los adquirentes, así
como el de dominio del inmueble. Además, el representante de la Procuración se comprometió a analizar la
posibilidad de que se exima de costos registrales y de transferencia del dominio. El representante del
Estado Nacional pidió que en la verificación técnica se tenga en cuenta que se trata de un inmueble a
refaccionar, tal como surge del plan de mejora edilicia elaborado por profesionales de la FADU.
24.- A fs. 1787/1803 (15/5/2014) el representante del IVC (Dr. Lagorio) acompañó el informe técnico
efectuado por la arquitecta del IVC, del cual resulta que el inmueble resultaría inhabitable y no podría ser
considerado apto para el otorgamiento del préstamo hipotecario.
25.- En la audiencia celebrada el día 27/05/2014 (fs. 1818), se planteó el problema del informe técnico del
IVC y las alternativas que existirían para solucionarlo. El representante del IVC aceptó que se realizaran las
mejoras necesarias y una nueva verificación para culminar el trámite. Señaló que para el otorgamiento del
préstamo la vivienda debe ser habitable y existe una responsabilidad frente a ello si se autorizara en este
estado.
En esa oportunidad señalé que lamentaba que el IVC hubiera dispuesto la inspección por un arquitecto una
vez que se había alcanzado un acuerdo con los restantes sujetos intervinientes y no hubiera dado cuenta
de ello en las primeras audiencias en las que estuvieron presentes. Además destaqué que siempre se
requirió que en las audiencias comparecieran representantes del GCBA con facultades para tomar
decisiones, y que si los pasos a seguir son los indicados por el IVC, los debió haber informado
tempranamente, para tomar las medidas necesarias para subsanarlo.
El representante de la Procuración señaló que no era responsabilidad del IVC verificar previamente el
estado del inmueble objeto del préstamo, sino que debía intervenir cuando lo otorga y el representante del
IVC destacó que desde que comenzó a participar en el proceso dio respuesta inmediata a todos los
requerimientos.
Por su parte, el arquitecto de la Comisión de Tierras destacó que el informe de la arquitecta del IVC no era
novedoso, sino que el estado del inmueble fue lo que dio motivo al proyecto de refacción presentado en
autos y que era necesario que el bien se encontrara a nombre de los ocupantes para otorgar el subsidio
para la reforma, pues tiene una finalidad social. Además, señaló que el propietario no autorizó la
realización de refacciones antes de concretar la venta.
La Defensora de Menores preguntó al representante del IVC si era posible adelantar el préstamo
hipotecario con el compromiso de que se realizaran las mejoras en un tiempo concreto, con el acuerdo del
Estado Nacional de otorgar el subsidio para refaccionar, aquél contestó que el estado de la vivienda era
alarmante y complejo, y que era necesario establecer que los vecinos aceptarían dejar por partes o
sectores el inmueble y que el Estado Nacional se comprometiera a realizar un plan de obras, dando el
subsidio, con plazos y controles por etapas.
Le pregunté al representante del IVC si, de haber un compromiso de inicio de obra dentro de los sesenta
días, estaría en condiciones de otorgar el préstamo, y contestó que tienen un procedimiento administrativo
que cumplir, pero que podría estar acordado el préstamo si existiera un plan de trabajo de refacción
acordado. En cuanto a la escrituración, señaló que no existe óbice para que pueda ser realizado en forma
gratuita por la Nación, y que se comprometía a obtener los informes de inhibiciones de los adquirentes. En
dicha oportunidad fijé una nueva audiencia para que los arquitectos establecieran las refacciones que se
debían realizar en el inmueble, de acuerdo a lo expuesto por los asistentes en la audiencia, y el plan de
trabajo a seguir, indicando los plazos más breves posibles en los que podrían disponerse de los fondos,
tanto por parte del IVC, como de la Comisión Nacional de Tierras.
26.- A fs. 1825 (28/5/14) dispuse la citación de las personas que no conformaron la Cooperativa de
Vivienda Crecer en Ministro Brin Limitada, Norma Beatriz Saracho, Verónica Carrizo y Mercedes Miranda a
una audiencia, a fin de colaborar en la elaboración de una solución habitacional.
27.- A la audiencia del 02/06/2014 (v. fs. 1895) compareció la arquitecta del IVC que elaboró el informe
técnico, Arq. Viviana Liptak, quien explicó los problemas que presenta el inmueble, produciéndose un
debate con el arquitecto de la FADU —quien acompañó un Proyecto de Recuperación Edilicia y Plan de
Obras, Cooperativa de Vivienda Crecer en Ministro Brin—, como así también con los representantes de la
Comisión de Tierras, luego de lo cual se propuso realizar un nuevo plan de trabajos, incluyendo algunas de
las objeciones planteadas, con la posibilidad de que transitoriamente los ocupantes de la parte de atrás del
inmueble se trasladaran a otro lugar mientras se realicen las refacciones, que deberían ser de mayor
envergadura en ese sector.
El representante del Estado Nacional señaló que podría aumentarse el monto del subsidio para brindar una
mejor calidad de vida de los ocupantes, si así lo requirieran las modificaciones que habría que realizar.
El representante de la Procuración del GCBA refirió que la arquitecta del IVC expresó una opinión, pero
que era necesario que intervenga el organismo competente (DGROC) para aprobar los planos y la obra y
que en el momento en que se planteó la posibilidad de obtener un crédito del IVC no se conocía con detalle
las condiciones de habitabilidad del inmueble. Pregunté por qué no se informó antes acerca de tal
necesidad dado que especialmente había requerido que indicara si quedaban trámites pendientes, a lo cual
contestó el representante del IVC que era necesario confrontar los informes de la arquitecta del IVC y los
de la FADU y que había cuestiones no contempladas que ponían en riesgo la vida de las personas que
residen en el inmueble, por lo que si avanza el trámite lo harían incurrir en negligencia y en una falta de
cuidado de su parte. Luego pregunté a la arquitecta del IVC qué considera necesario refaccionar para
convertir el inmueble en habitable, indicando una lista de tareas, y luego requerí al arquitecto de la FUBA
que indique si aquéllas fueron contempladas en su plan de obra, solicitando que reformulen para una
próxima audiencia el proyecto de plan de obra de forma tal que resulte viable para el IVC.
La Defensora de Menores preguntó al representante del IVC si existía alguna posibilidad de otorgamiento
del crédito hipotecario sin que el inmueble esté en condiciones de habitabilidad según el criterio de ese
organismo, a lo cual contestó que solamente con orden judicial.
Señaló que si el plan de obras se adecua a las objeciones planteadas por la arquitecta, es aprobado por la
DGFOC y DGROC, los ocupantes prestan conformidad y se lo exime de responsabilidad al IVC, estarían
en condiciones de otorgar el préstamo.
Allí señalé que no era razonable, si la voluntad era alcanzar un acuerdo, la actitud puesta de manifiesto a lo
largo de las audiencias, de agregar a cuenta gotas requisitos y organismos que debieran intervenir, cuando
más de una vez solicité claramente que se explicitaran los requerimientos con tiempo y no cuando la
eventual solución conciliada corre contra reloj, por lo establecido en audiencias previas. Por ello convoqué
a una nueva audiencia, solicitando a todos los involucrados que evalúen si es necesaria la participación de
alguna otra área del GCBA a fin de poder concretar una solución al caso, y al representante de la
Procuración del GCBA que, de considerar ello así, concurra a la audiencia con algún representante del
área respectiva.
28.- Tras la audiencia, a fs. 1901, en atención a la situación de alto riesgo expuesta por la arquitecta del
IVC, que exigía una actuación preventiva, dispuse que la Subsecretaría de Emergencia del GCBA,
Dirección General de Guardia de Auxilio, en el plazo de 24 horas, se constituyera en el inmueble para
apuntalar la estructura edilicia y colocar barandas en las escaleras y matafuegos según la normativa
vigente —puntos vinculados con lo objetado por la arquitecta del IVC—.
Asimismo, solicité al Ministerio de Desarrollo Social que personal idóneo para asesorar en los términos de
la resolución 1554 MDSGC/08. Art- 3°, inc. “b, concurra a las audiencias fijadas el día 9 de junio a las
09.00 y 11.00 horas con los ocupantes que no conforman la cooperativa. Además, hice saber a la
Procuración Gral del GCBA que a la audiencia del 6 de junio, debía acompañar una actualización del
listado de bienes de herencias vacantes obrante a fs. 1328/1363 e indicar cuáles estarían disponibles para
ser ocupados por personas socialmente vulnerables.
También dispuse citar a la audiencia al Subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario del GCBA,
para que informara respecto de lo comunicado por el Defensor del Pueblo mediante resolución N°
1190/2013, en la que se le indicaba la realización de diversas tareas.
29.- A fs. 1928 (4/6/2014), a pedido de los vecinos, ocupantes del inmueble, ordené citar al Responsable
del Instituto de la Vivienda, a la audiencia fijada para el pasado viernes 6 de junio de 2014, a fin de
posibilitar el desarrollo de un trabajo efectivo en procura de buscar una solución habitacional.
A fs. 1930/1936, obra el informe de lo actuado por la Guardia de Auxilio del GCBA, remitido por correo
electrónico, redactado el 04/06/2014, del que surge que la del inmueble es una estructura de muy antigua
data, básicamente hecha de madera y cubiertas de chapa acanalada, inspeccionado e intervenido muchas
veces por la Guardia de Auxilio, en el cual se han construido varios puntalamientos con puntales y vigas
vinculantes conformando un sistema estructural provisorio y suplementario en el sector del frente; su
estado actual de conservación es altamente precario, en especial en las escaleras, las que en diversas
partes como los limones se encuentran en estado de degradación que hace dificultoso reponer peldaños
faltantes.
Se aclaró allí expresamente que “Por el momento, no hay peligro inmediato de derrumbe y no se requiere
apuntalamiento, no obstante, se asistirá con alguna acción reparatoria”, en carácter de emergencia, “…
instando a encarar de inmediato acciones de reconstrucción para eliminar riesgos a los ocupantes”.
Se aclaró, asimismo, que en el lugar se cocina con gas en garrafas y se percibió olor a gas, siendo ese un
factor de peligro.
El estado de la vivienda fue calificado como ruinoso generalizado y se recomendó contar con la supervisión
de un profesional matriculado.
30.- En la audiencia celebrada el día 06 de junio de 2014, el arquitecto de la FADU presentó un nuevo plan
de obra, teniendo en cuenta las objeciones planteadas en la audiencia anterior, con un cronograma de
inicio en la primera semana de agosto, y conclusión el día 28 de noviembre de 2014; en él, se pautó la
demolición y construcción de partes del inmueble y la instalación de un sistema hidráulico para la extinción
de incendios, más allá de la colocación de matafuegos pautada por la profesional del IVC como necesaria.
El representante de la Comisión de Tierras manifestó que los fondos necesarios para realizar la obra
podían ser aportados por el organismo, y que se ha dado curso al expediente, transfiriéndose
oportunamente las sumas a la cooperativa para que contrate los trabajos, y al profesional que dirigirá la
obra, con la supervisión de la Comisión de Tierras.
El Dr. Estivariz Barilati, del IVC, informó que los préstamos a los vecinos que calificaban para obtenerlo se
encontraba acordado, y que una vez acreditadas las condiciones de habitabilidad y ejecutadas las obras se
entregarían los fondos.
La Defensora de Menores señaló que el planteo efectuado importaba volver a etapas ya superadas en las
sucesivas audiencias celebradas.
Cuando le pregunté al Dr. Estivariz Barilati cuál era la solución habitacional que proponía el GCBA para
que las familias que ocupan el inmueble tuvieran una vivienda digna, contestó que era el subsidio del
decreto 690 y el préstamo hipotecario previsto en la ley 341. Señaló que si el Estado Nacional asumía el
compromiso de garantizar la seguridad de las familias y de todos los habitantes del inmueble durante el
tiempo que duren los trabajos a iniciarse en el mes de agosto, con el previo traslado de los ocupantes, se
exonerara de responsabilidad al IVC y se homologara judicialmente el acuerdo, otorgarían el préstamo
hipotecario.
El Estado Nacional manifestó que solamente podía asumir la responsabilidad de controlar la obra, que
estaría a cargo de un director que tendría responsabilidad por su ejecución.
31.- A fs. 1997 —en acta siguiente a la audiencia, por su solicitud, motivada en la urgencia que presenta el
caso por los tiempos que insumirían los trámites a concretar—, dictaminó la Sra. Defensora de Menores;
solicitó que se resuelva la cuestión planteada, teniendo en cuenta que las nuevas propuestas formuladas
por los arquitectos de la FADU darían respuesta a la compleja situación habitacional que atraviesan los
ocupantes del inmueble. Pidió que se ordene al IVC que libere los fondos ya aprobados, que el Ministerio
de Desarrollo Social entregue los subsidios comprometidos y que la Dirección de Tierras otorgue el
subsidio para el inicio inmediato de las obras, comprometiendo a todos los operadores en la ejecución del
acuerdo.
32.- La reseña efectuada en los puntos anteriores tiene por finalidad facilitar la evaluación del caso a todos
quienes tengan o puedan tener que intervenir en la causa. Da cuenta de la evolución habida en la
búsqueda de una solución que garantice los derechos constitucionales de los involucrados y del rol que le
cupo a cada uno de los sectores intervinientes.
El obligado directo en materia de derechos humanos es el Estado, aun cuando ellos deben ser también
respetados en las relaciones entre particulares, lo que genera a menudo tensiones que deben ser resueltas
por el sistema de justicia, porque no siempre los presupuestos públicos prevén o ejecutan adecuadamente
las partidas necesarias para dar satisfacción a la demanda social en la materia.
A ello se suma que buena parte de los operadores jurídicos argentinos consideran que las normas de los
tratados resultan programáticas y no operativas o dan por satisfechas las exigencias constitucionales con
la verificación de la existencia de políticas públicas ineficientes para dar satisfacción razonable y adecuada
a estos derechos, lo que dista de satisfacer los derechos constitucionales involucrados, en los términos de
aplicación de los tratados.
33.- Al pronunciarse en el caso “Q. C., S. Y. c/Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/amparo”
(Q.64.XLVI, del 24 de abril de 2012, Fallos 335: 452.), la Corte Suprema de Justicia de la Nación enunció el
criterio de efectivización jurídica de los derechos sociales plasmados en los tratados internacionales de
derechos humanos incorporados a la Constitución Nacional y, en particular, los alcances del derecho a una
vivienda digna, con criterio que puede considerarse establecido como precedente, en razón de la remisión
luego hecha a esa decisión en el caso “A.R.E.M. c. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/amparo”, del
11 de diciembre de 2012 (A.294.XLVII, La Ley 2013-A, 417 (bajo esa carátula, el tribunal sentenció en
varios procesos acumulados: F. 59.XLVII, “F., R. L. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo”;
F.243.XLVI1; “F., R. V. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ recurso de inconstitucionalidad'; F.
244. XLVI 1, “F., R. V. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo”; G.29.XLVII. 'G., R. N. cl
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y otros si amparo'; G.28.XLVI1. 'G., R. N. c/ Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires y otros si amparo'; N.69.XLVI1. 'Nicoli, Juan Carlos cl Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires si amparo'”).
En los considerandos 10ª a 12º del voto mayoritario —los jueces Argibay y Petracchi enunciaron votos
concurrentes—, se conceptualizaron los derechos sociales constitucionales y lo relativo a su exigibilidad,
estableciendo que: a) No son meras declaraciones sino normas jurídicas operativas con vocación de
efectividad, aspecto con relación al cual la mayoría recordó que “garantizar” significa mucho más que
abstenerse de adoptar medidas que pudieran tener repercusiones negativas; b) esa operatividad tiene un
carácter derivado, en la medida en que se consagran obligaciones de hacer a cargo del Estado y c) están
sujetos al control de razonabilidad por parte del Poder Judicial, según el principio que “manda desarrollar
las libertades y derechos individuales hasta el nivel más alto compatible con su igual distribución entre
todos los sujetos que conviven en una sociedad dada, así como introducir desigualdades excepcionales
con la finalidad de maximizar la porción que corresponde al grupo de los menos favorecidos”
34.- Como ya lo señalé en distintos tramos de este proceso, el derecho a una vivienda adecuada es un
derecho humano reconocido en la normativa internacional de los derechos humanos como elemento
integrante del derecho a un nivel de vida adecuado.
Una de las primeras referencias a este derecho es la del párrafo 1 del artículo 25 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
generalmente considerado como el instrumento central para la protección del derecho a una vivienda
adecuada reconoce “el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso
alimentación, vestido y vivienda adecuadas, y a una mejora continua de las condiciones de existencia” (art.
11) y el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales —órgano encargado de la interpretación
originaria de las disposiciones del Pacto— dictó hasta ahora dos Observaciones Generales, O.G. 4 y O.G.
7 —referida al tema de los desalojos forzosos—, aunque ha sido también objeto de tratamiento en otras,
como la dedicada a tratar “La igualdad de derechos del hombre y la mujer al disfrute de los derechos
económicos, sociales y culturales” (O.G. 16).
En el ámbito de Naciones Unidas, el primer Relator Especial sobre la Vivienda Adecuada como Elemento
Integrante del Derecho a un Nivel de Vida Adecuado y sobre el Derecho a la no Discriminación, estableció
que “el derecho humano a una vivienda adecuada es el derecho de toda mujer, hombre, joven y niño a
tener y mantener un hogar y una comunidad seguros en que puedan vivir en paz y con dignidad”; definición
que se encuentra en consonancia con los elementos fundamentales del derecho a una vivienda adecuada
tal como se define en la Observación General No. 4 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de las Naciones Unidas. Aun cuando la adecuación viene determinada por factores sociales,
económicos, culturales, climáticos, ecológicos y de otra índole, el Comité consideró que es posible
identificar algunos aspectos de ese derecho que deben ser tenidos en cuenta a estos efectos en cualquier
contexto determinado; entre los que figuran: a) seguridad jurídica de la tenencia; b) disponibilidad de
servicios, materiales, facilidades e infraestructura; c) gastos soportables; d) habitabilidad; e) accesibilidad;
f) lugar, y g) adecuación cultural (puede consultarse el texto en el sitio Web oficial del Alto Comisionado
para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, http://www.ohchr.org).
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) establece para el Estado
la obligación de adoptar medidas de aplicación de los derechos en él consagrados “…hasta el máximo de
los recursos de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en
particular la adopción de medidas legislativas, la plena efectividad de los derechos…reconocidos” (art.
2.1.).
En vinculación con el tema, la Observación General Nº 7 determinó que los desalojos no deben tener como
resultado dejar sin hogar a las personas o exponerlas a otras violaciones de los derechos humanos; si los
afectados no pueden proporcionársela, el Estado debe disponer medidas adecuadas hasta el máximo de
los recursos disponibles (punto 16).
Esa referencia de la norma constitucional determina que, ante la constatación de un supuesto de
vulnerabilidad en el que no aparece adecuadamente satisfecho el derecho, la asignación presupuestaria y
las políticas que la determinan y son determinadas por ella, pasen a integrar el universo de cuestiones
justiciables.
35.- Los distintos componentes del sistema federal argentino deben desarrollar políticas concretas en
materia habitacional; pero, aun cuando la obligación primaria recae en las provincias y en la Ciudad
Autónoma, ello no libera al Estado federal de responsabilidad en la materia; pues así lo dispone
expresamente, para el ámbito regional, el artículo 28 de la Convención Americana de Derechos Humanos
y, a nivel global, el artículo 29 de la Convención de Viena Derecho de los Tratados, establecida en el
ámbito de Naciones Unidas.
36.- Es claro, y debía serlo para cualquier persona que evaluara con un mínimo de interés y de seriedad
las constancias de la causa, que el inmueble que actualmente habitan los vecinos de Ministro Brin no es
habitable.
En las conclusiones del informe socio ambiental producido por la Comisión Nacional de Tierras para el
Hábitat Social se indicó el caso del inmueble de autos presenta: “…Actores de varias clases, cada uno
inamovible en su posición, un depósito de residuos sólidos en el lote contiguo, a cielo abierto y sin control,
cloacas y desagües pluviales deteriorados, aguas grises estancadas y expuestas, contenidos en una
construcción tambaleante en la cual conviven 40 personas agrupadas en 15 familias, de las cuales el 20%
de ellos no sobrepasan los 9 años de edad son en resumidas cuentas las variables y las circunstancias que
rodean a este caso tan especial…”.
Frente a tal situación no podría, en Justicia, adoptarse una solución prescindente de la suerte de esos
grupos familiares que habitan en el barrio de la Boca desde hace generaciones, imponiéndoles una
solución que, como dice la expresión popular, es “pan para hoy y hambre para mañana”, dada la limitación
temporal de los subsidios ofrecidos por el gobierno local.
Por otra parte, estos vecinos viven en condiciones deficitarias y riesgosas desde hace tiempo; pero ha sido
a través del trámite de esta causa que esas circunstancias han alcanzado algún grado de visibilidad para el
Estado, pues bien podría haber ocurrido un desastre antes de ahora, sin que ningún funcionario del
gobierno local hubiera movido un dedo por mejorar las condiciones edilicias que ahora invocan como
fundamento para la no concreción del esfuerzo que se vino realizando durante los últimos meses y de la
que los organismos de la administración local tenían conocimiento cabal por lo menos desde septiembre de
2011, cuando se efectuó el relevamiento del inmueble por el Programa Buenos Aires Presente (fs.
1011/1012).
Si hay un riesgo asociado con lo que ocurre en el inmueble de Ministro Brin, está en gran medida ligado,
pues, a la dejadez burocrática evidenciada por el gobierno metropolitano en este tema; pues es claro que
hace tiempo que la administración de la Ciudad tiene conocimiento del estado del inmueble y nada ha
hecho por mejorar la situación de quienes allí habitan, limitándose a invocar la cuestión para deconstruir los
avances que se fueron logrando en el proceso, tras haber participado de la puesta en marcha del esfuerzo
desplegado por los vecinos, el propietario, y todos quienes participamos y participaron de buena fe en la
iniciativa desplegada en este proceso.
37.- Los vecinos de Ministro Brin son personas que padecen; la vivienda en la que se asienta su hogar
presenta graves deficiencias, se encuentran, pues, en situación de vulnerabilidad social evidente. Lo se
porque, además de leer los informes agregados desde hace tiempo al proceso, estuve allí, junto con la
Secretaria del Juzgado, la Sra. Defensora de Menores, los representantes de la Comisión Nacional de
Tierras para el Hábitat Social y los arquitectos del equipo de la FADU; con ostensible ausencia de los
representantes de las distintas áreas del gobierno de la Ciudad que participan del trámite del proceso.
Si quienes intervienen en autos por la Procuración y el IVC no conocían el estado del inmueble, tal
ignorancia les es exclusivamente atribuible, pues en autos había información suficiente y bien pudieron
haber compartido aquélla inspección ocular, aunque eligieron no hacerlo.
Tal situación determina que las posteriores invocaciones en orden al desconocimiento de la situación del
bien por parte de los representantes del IVC no pueda ser atendida, por aplicación del principio según el
cual no cabe en derecho escuchar al que invoca su propia torpeza y mucho más cuando de ello se deriva
una actuación que contraría los principios de lealtad, probidad y buena fe que deben regir en el trámite del
proceso.
38.- Tanto en la inspección ocular que realicé como en las audiencias a las que concurrieron los vecinos,
encontré en ellos a personas dispuestas a realizar un esfuerzo por mejorar su situación actual, hombres y
mujeres que sufren pobreza, quienes se han organizado jurídicamente bajo la forma de una Cooperativa de
Vivienda, recibiendo capacitación para poder encarar una solución que los hará artífices de la construcción
de las soluciones a los problemas acuciantes que los aquejan, en una forma digna, socialmente valiosa.
Se trata de gente de trabajo, cuyos hijos concurren a escuelas de la zona, quienes atienden cuestiones de
salud en una salita próxima al inmueble, cuya médica concurrió el día de la visita para expresarme que
desde que había tenido inicio el proceso de evaluación de la posibilidad de compra del inmueble por los
propios vecinos ella había notado un notorio cambio en el estado de ánimo de ellos, en sentido positivo, de
recuperación de la esperanza frente a un panorama que se avecinaba como negro. Concretamente, me
dijo que habían recuperado la autoestima.
Debo señalar que la visita realizada fue emocionante, tanto para mí como para quienes me acompañaron.
En ella encontré a personas dignas, dispuestas a asumir responsabilidades si se les daba una oportunidad;
algo a lo que no están acostumbrados. Y volví del lugar con un nudo en la garganta, esperando poder dar
una respuesta constitucional adecuada a quienes, por años de desprotección efectiva, tienen más razones
para desconfiar de los poderes del Estado que para creer en él.
38.- El sistema constitucional argentino es claramente inclusivo, en un grado mayor que el de muchos otros
del mundo y los jueces debemos trabajar por dar plena vigencia a las normas constitucionales.
En el caso, más allá de poner fin al trámite del proceso, la solución que se ha venido intentando construir a
partir de la audiencia del 18 de septiembre de 2013 (fs. 1277), permitiría avanzar en términos de inclusión,
superando el conflicto inmediato con una construcción social valiosa como es la de los vecinos gestionando
una solución que los lleva a la condición de propietarios del bien que habitan desde hace tanto tiempo,
integrados a la comunidad en la que viven, en el barrio y lugar en el que varios de ellos nacieron, como me
lo expresaron al visitarlos.
No puedo dejar de señalar que, como juez, me ilusioné seriamente con la posibilidad de una solución de la
que participaran los representantes de la Ciudad y de la Nación, por sobre cualquier diferencia entre ellos
en términos políticos. Por un tiempo creí estar ante gestos de madurez, de construcción de soluciones
complejas, conciliadas entre actores institucionales diversos; pero en la audiencia del pasado viernes
advertí, a partir de la postura regresiva de la Procuración de la Ciudad, que interpuso una apelación con
vocación objetivamente dilatoria y obstruccionista, y del IVC —que volvió las cosas al punto de partida,
soslayando el tiempo y el esfuerzo de mucho— que se había tratado sólo de un espejismo. Y lo lamento.
39.- Es la Ciudad, como entidad estadual directamente responsable del respeto y garantía de los derechos
humanos de naturaleza social en esta jurisdicción, la que debe afrontar de modo principal la solución del
problema habitacional de estos vecinos.
Sus representantes no han ofrecido más alternativa que la de los créditos hipotecarios del IVC, que podrían
dar solución a la situación de algunos de ellos —algo que tampoco puede tenerse por cierto— o los
subsidios temporales reiteradamente mencionados en el proceso; vía por la que no es posible que estas
personas alcancen una solución habitacional adecuada, permanente.
No puede soslayarse el gesto solidario encarado por los vecinos que calificaron para los préstamos del
IVC, quienes, en lugar de optar por una solución individual, decidieron participar del esfuerzo común con
sus vecinos. Sin ese aporte el proyecto que encararon no hubiera tenido posibilidades de progresar.
Frente al requerimiento de tal solución habitacional, los representantes del gobierno local —en particular lo
hizo el Dr. Siffredi, quien concurrió por la Procuración a la audiencia del día 02/06/2014 (fs. 1895) y
también el Dr. Estivariz Barilati, por el IVC (fs. 1521)— invocaron un argumento pretendidamente
igualitario, como sería el que el otorgamiento de cualquier suma para la solución del caso, en situaciones
no ajustadas plenamente a la legislación metropolitana en la materia, afectaría los derechos de otros
pretensores a tales ayudas; olvidando que el principio que opera en un caso de esta naturaleza es el
igualitario estructural y no el igualitario formal.
La negativa formal que ahora se enuncia —tras haber indicado los representantes de distintas áreas de la
administración local que podrían soslayar requerimientos formales en pos de una solución efectiva a un
problema como el de autos—, parte de una visión errónea del problema, porque de lo que se trata en
casos de vulnerabilidad social grave, como la del caso, es de disponer medidas de acción positiva o
afirmativa, las que, claro está, no siempre han de soportar un test de razonabilidad desde una concepción
clásica del principio de igualdad; pero es necesario comprende que no aspiran a ello. Por el contrario, se
establecen con plena conciencia de la necesidad de trabajar sobre las asimetrías estructurales, para
aproximarse a cierto estado deseable de igualdad efectiva de oportunidades.
Se trabaja con situaciones en las que la desigualdad es consecuencia de circunstancias estructurales
sobre las que hay que actuar para evitar la perpetuación de situaciones de inferioridad.
Tras la reforma constitucional de 1994, el reconocimiento constitucional de las acciones afirmativas vino a
confirmar que la concepción de la igualdad con sentido estructural debe complementar la idea de igualdad
como no discriminación y esa versión combinada guiar nuestra interpretación del artículo 16 de la
Constitución Nacional y la resolución de los casos en los que esa igualdad se encuentra vulnerada por
actos u omisiones del Estado o de los particulares. Hoy la Constitución no se limita a establecer lo que el
Estado no puede hacer, sino que nos indica lo que debe hacer. Las acciones positivas son una institución a
favor de la igualdad como ideal social, no sólo como forma de tratar a los individuos (conf. Grossman,
Lucas Sebastián, “La igualdad estructural de oportunidades en la Constitución Argentina”, en “El Derecho a
la Igualdad. Aportes para un constitucionalismo igualitario”, V.V.A.A., Marcelo Alegre y Roberto Gargarella,
coordinadores. Lexis Nexis. Buenos Aires, 2007, págs199 a 226).
El carácter socioestructural de una desventaja es relevante tanto para definir la extensión de la obligación
social, de paliarla como para entender el tipo de remedios necesarios para hacerlo. Si la sociedad tiene
una mayor responsabilidad frente a aquellas desventajas que pueden atribuirse más directamente a su
estructura, esto quiere decir que los remedios deben enfocarse específicamente en tal estructura. El
remedio debe ajustarse a la fuente de desigualdad, enervando los factores que afectan en forma desigual
la capacidad de competir de los integrantes del grupo (conf. Grossman, Lucas Sebastián, “La igualdad
estructural de oportunidades en la Constitución Argentina”, op. cit.).
Y frente al argumento de la inelasticidad del presupuesto, cabe señalar que la Ciudad no demostró que
mediara agotamiento de partidas, ni cumplió con el requerimiento que le formulé para que aportara
información sobre su ejecución, necesaria para evaluar la afectación hasta el máximo de los recursos
disponibles, en los términos del PIDESC. Tales omisiones permiten presumir que no existe problema
alguno de ejecución presupuestaria vinculado con la solución de este caso, lo que es consistente con lo
afirmado en las audiencias en cuanto a que los créditos hipotecarios acordados se encontraban
financieramente disponibles y que los vecinos que no calificaban para ellos podían percibir íntegramente
los subsidios en un solo pago y no en cuotas.
Si ello no bastara, cabe recordar que, tal como lo estableció la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
el caso “Rubén Badín” (Fallos 318:2002, considerando 9º, año 1995) “...las carencias presupuestarias,
aunque dignas de tener en cuenta, no pueden justificar transgresiones. Privilegiarlas sería tanto como
subvertir el Estado de Derecho y dejar de cumplir los principios de la Constitución y los convenios
internacionales que comprometen a la Nación frente a la comunidad jurídica internacional, receptados en el
texto actual de aquélla (art. 5, inc. 2° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos)”, criterio
luego reiterado en el caso “Verbitsky, Horacio s/habeas corpus”, Fallos 328:1147 (2005), considerando
28°).
En razón de lo expuesto, calificada doctrina en materia de derecho financiero sostiene que el criterio a
aplicar en el diseño de normas presupuestarias debe ajustarse al “principio financiero sustantivo de
razonabilidad”, según el cual la actividad financiera pública debe ser un medio adecuado para asegurar el
ejercicio habitual de los derechos fundamentales (conf. Corti, Horacio G. “Derecho Constitucional
Presupuestario”, Lexis Nexis. Buenos Aires, 2007, pág. 697).
Es claro que el Estado, nacional, provincial o de la Ciudad, deben desarrollar políticas realistas que
procuren progresos efectivos en materia de satisfacción de los derechos fundamentales.
Hace ya tiempo que la Corte exige que quien invoca una limitación presupuestaria o el desequilibrio
financiero generado por la norma que se cuestiona, muestre sus cuentas, exponga los números concretos
(conf. H. 90. XXXIV., 13 de marzo de 2001, “Hospital Británico de Buenos Aires c/ Estado Nacional
(Ministerio de Salud y Acción Social)”, considerandos 4º y 5º.).
Y en el caso de Fallos 335:452 dijo claramente que: “Aunque se demuestre que los recursos disponibles
son insuficientes, sigue en pie la obligación del Estado Parte de velar por el disfrute más amplio posible de
los derechos económicos, sociales y culturales, habida cuenta de las circunstancias reinantes ... los
Estados Partes tienen el deber de proteger a los miembros o grupos más desfavorecidos y marginados de
la sociedad aun en momentos de limitaciones graves de recursos, adoptando programas específicos de un
costo relativamente bajo (punto 4 de la Evaluación de la obligación de adoptar medidas hasta el máximo de
los recursos que disponga de conformidad con un protocolo facultativo del Pacto: Declaración del Comité
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, E/C. 12/2007/1).
El argumento de la utilización de los máximos recursos disponibles parece subordinado a un análisis
integral por parte de la Ciudad de la asignación de sus recursos presupuestarios, que no podrá
prescindir de la obligación primera que surge de los tratados a los que se comprometió la Argentina, que es
dar plena efectividad a los derechos reconocidos en sus textos (Fallos 335:452, considerando 14º).
40.- La Ciudad ha contado en autos con amplias posibilidades de intervención, defensa y formulación de
propuestas y alternativas.
Si bien no fue parte en el proceso principal, sí lo ha sido en el de ejecución de la condena a desalojar
derivada del otorgamiento de la posesión al adquirente en remate, en los términos del artículo 589 del
CPCCN.
Es un deber de los jueces procurar tomar decisiones preservando el valor “justicia” mediante un
procedimiento eficiente que permita el "efectivo reconocimiento de los derechos". Se trata de una de las
facetas de la eficacia, cual es que en la medida de lo posible y con el debido respeto a los límites técnicos
del proceso civil se logre que los derechos prometidos por las leyes de fondo se hagan realidad por medio
y con motivo de un debate judicial (Peyrano, Jorge “La seguridad jurídica y el efectivo reconocimiento de
derechos: valores de la escala axiológica del proceso civil”, RDCO 1998 379), respetando el principio de
igualdad y bilateralidad de los sujetos involucrados, teniendo en cuenta su mayor o menor grado de
vulnerabilidad. La realización del valor “eficiencia” sólo reclama que ambas partes hayan tenido la
oportunidad de ser oídas por el tribunal y de defenderse antes de que sus derechos resulten judicialmente
dirimidos. En este caso, tanto el GCBA como el Estado Nacional a través de sus entes han tenido la debida
oportunidad de ser escuchados y muestra de ello han sido las audiencias llevadas a cabo en este proceso,
en las cuales han manifestado sus propuestas frente al problema habitacional que presentan los ocupantes
del inmueble. No obsta a lo expuesto la circunstancia de que aquéllos no hayan sido “partes” en el proceso
principal, dado que han sido convocados en la etapa de ejecución para el cumplimiento de un deber legal,
que emana de la propia Constitución y los Tratados Internacionales antes citado, y que como juez no debo
desatender, dado que garantizar el acceso a una vivienda adecuada y evitar las consecuencias disvaliosas
de un desalojo compulsivo, son deberes impuestos al Estado por los tratados internacionales de derechos
humanos incorporados por nuestra Constitución Nacional (cfr. art. 14 bis referido al acceso a una vivienda
digna, la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 25) y, en particular, el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que no sólo asegura un nivel de vida adecuado, sino la
mejora continua en las condiciones de vida familiares (art. 11.1)
41.- De tal modo, la situación que se plantea en el caso es la siguiente: el gobierno local, tras haber
participado de un proceso de construcción de una solución atípica, en la que se comprometieron los
vecinos que crearon una cooperativa de vivienda y el Estado Nacional —todo ello, también, con gran
esfuerzo y compromiso del personal del juzgado a mi cargo, que desarrolló ingente actividad oficiosa—,
descubre que el inmueble objeto del proceso es una vivienda deficitaria en términos de habitabilidad, ello
pese a que tal situación venía siendo objeto de tratamiento e información en la causa.
Tal situación llevó a que los representantes del IVC retrocedieran en los términos en los que se había
avanzado en la elaboración de una solución y focalizaran su argumentación en su preocupación personal
por una pretensión de liberación de responsabilidad, improcedente desde el punto de vista jurídico.
Sin los fondos aportados por el IVC la solución perseguida no es factible y ellos corresponden a créditos ya
aprobados a favor de algunos de los vecinos.
Como quedó claro en las audiencias, desde el gobierno de la Ciudad no se propuso una solución
alternativa eficaz a la anunciada por el Dr. Estivariz Barilati en la última de las audiencias celebradas,
solución que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ya juzgó como inadmisible al pronunciarse en el
caso de Fallos 335:452, ya citado, por considerar insuficiente la solución prevista en el Decreto 690/06,
invocado por la ciudad en autos, o en programas que sólo aportan soluciones transitorias.
42.- Los derechos fundamentales que consagran obligaciones de hacer a cargo del Estado con
operatividad derivada, están sujetos al control de razonabilidad por parte del Poder Judicial. Que ello
significa que, sin perjuicio de las decisiones políticas discrecionales, los poderes deben atender a las
garantías mínimas indispensables para que una persona sea considerada como tal en situaciones de
extrema vulnerabilidad (Fallos 335:452, considerando 17º) y en el caso, la Ciudad no propuso satisfacer las
garantías mínimas que hacen al respeto de la dignidad de los habitantes del inmueble de Ministro Brin, en
términos de una vivienda adecuada, de una solución estable.
Si no se concreta la solución en la que se ha venido trabajando con esfuerzo, la alternativa para la mayoría
de los vecinos es, tarde o temprano, la calle. Frente a ello, y siguiendo los lineamientos establecidos por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso citado en el párrafo anterior, correspondería ordenar a
la Ciudad que colabore con las familias que habitan el inmueble en la búsqueda de soluciones
habitacionales adecuadas, entregando los fondos de los créditos hipotecarios a sus adjudicatarios y
pagando a los demás subsidios habitacionales por montos razonables y por todo el tiempo que transcurra
hasta que cada uno de los grupos familiares pueda alcanzar una solución habitacional definitiva.
Pero en el caso concreto existe una alternativa en la que se venía trabajando que adoptaré como solución,
pues es mucho más justa, eficiente y superadora, dado que permite: a) integrar a los vecinos afectados en
la solución de su problema habitacional, en un proceso que servirá incluso para la educación, en términos
de construcción de esfuerzo conjunto y trabajo en equipo, de los niños que habitan en el lugar, y que les
dará la oportunidad de ejercer con dignidad su autonomía personal; b) permitir a esos vecinos continuar
habitando en el barrio en el que muchos de ellos se han criado y en el que se encuentran las instituciones
educativas y sanitarias a las que asisten; c) aplicar de modo más eficiente y racional los recursos con los
que los vecinos de la Ciudad sostienen al gobierno local; pues con fondos destinados a una solución
transitoria, como los correspondientes al Decreto 690/06, se alcanza una solución definitiva para un
número importante de familias de la zona; d) integrar a la solución al gobierno nacional —encargado de la
financiación de las reformas y del otorgamiento de la escritura traslativa del dominio— y a un equipo de
trabajo de la Universidad de Buenos Aires, pública, con lo que se construye en términos de esfuerzo
institucional asociado entre la Nación y uno de los gobiernos locales que participa del sistema federal, en
una dinámica acorde con las previsiones del artículo 28 del Pacto de San José de Costa Rica y normas
concordantes; e) posibilitar la mejora edilicia de un inmueble en estado ruinoso, con continuidad para sus
habitantes, por medio de un proyecto que supera en algunos aspectos —como el relativo al
esquema de combate de incendios— los requerimientos enunciados como necesarios por la arquitecta del
IVC que lo inspeccionó; f) concluir el trámite de ejecución en estos obrados con una solución que satisface
los distintos derechos constitucionales de los particulares involucrados; en el marco de actuaciones en las
que se trabajó intensamente, con inmediación judicial.
La contribución de la Nación a la solución del caso deberá comprender el seguimiento de las obras, para
asegurar que ellas se desarrollen no sólo en forma adecuada desde el punto de vista del manejo de los
recursos públicos, sino con seguridad para los habitantes del inmueble.
Tengo en especial consideración para decidir como lo hago que la Comisión Nacional de Tierras para el
Hábitat Social “Padre Carlos Múgica”, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación,
cuenta con Unidad de Auditoría Interna y control de la Sindicatura General de la Nación, en los términos
del artículo 100 y concordantes de la ley Nº 24.156, lo que conlleva la fiscalización futura de la asignación
presupuestaria a realizar.
43.- Los medios de prensa han dado cuenta en los últimos tiempos de diversos incendios en conventillos
de La Boca, algunos de ellos calificados como “intencionales”
(ver: http://www.infobae.com/2014/02/10/1542707-se-incendio-un-conventillo-el-... http://www.pagina12.co
m.ar/diario/ultimas/20-239548-2014-02-10.html; http://www.diariopopular.com.ar/notas/171939-la-boca-
murieron-dos-chicos..., entre muchos otros).
Como puede que, por lo que surge de esas informaciones, exista algún interés contrapuesto a la
subsistencia en la zona de inmuebles con las características del de autos, dispondré dos medidas
destinadas a procurar dar alguna cobertura de seguridad en la materia: 1) requerir a los Bomberos
Voluntarios de La Boca que tengan a bien concurrir al inmueble a fin de aleccionar a los vecinos
sobre medidas de seguridad a observar para evitar incendios, así como en el manejo básico de
matafuegos y 2) ordenar a la Prefectura Naval Argentina, fuerza de seguridad de la franja ribereña, que sus
efectivos en la zona se presenten en el domicilio de Ministro Brin 1251/1257, establezcan un vínculo
profesional con los vecinos, e incorporen al inmueble en su esquema de vigilancia preventiva, a fin de
evitar el eventual accionar de terceros contra la propiedad y, con ello, el riesgo para quienes la habitan.
Estas medidas deberán cumplirse en forma inmediata.
Por lo expuesto, en razón del principio de razonabilidad que debe regir la interpretación en la materia, y de
conformidad a lo dictaminado por la Sra. Defensora Pública de Menores: RESUELVO: I.- Ordenar al
Presidente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, Sr. Emilio Basavilbaso, que, dentro del plazo de cinco
días y bajo apercibimiento de ejecución, deposite las sumas correspondientes a los créditos acordados por
la suma de setecientos seis mil trescientos sesenta y cuatro pesos ($ 706.364) a Horacio Alcides Mendoza
y Ramona Emilia López en una cuenta a nombre de estos autos y orden del tribunal, que sus
representantes deberán abrir a tal efecto en la Sucursal Tribunales del Banco de la Nación Argentina; II.-
Ordenar a la Sra. Ministra de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Lic. Carolina
Stanley, que dentro del plazo de cinco días y bajo apercibimiento de ejecución, deposite la suma de ciento
treinta y seis mil cincuenta pesos ($136.050), correspondiente a los subsidios de los que resultan
acreedores Lorena Celina Adorno, Claudia Patricia Iunovich, Ema Barrio, Gabriel Alejandro Reinoso,
Osvaldo Héctor Vargas, Rubén Ernesto Sal, Romina Soledad Iunovich, Cinthia Isabel Vergara, Maximiliano
Rolando Hernán Ortiz, Flora Alicia Vivanco, Carlos Alberto García, Luciano Martín Vivanco Berrocal y
Daniela Yaqueline Iunovich, en los términos del Decreto 690/06; III.- Dar intervención a la Escribanía
General de la Nación, a los efectos del otorgamiento de la escritura traslativa del dominio del bien de autos
en favor de los vecinos que integran la cooperativa, sin costos para ellos, en razón de tratarse de una
solución habitacional alcanzada con intervención de la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social,
dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación; IV.- Ordenar al Sr.
Presidente de la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social “Padre Carlos Mugica”, Arq. Rubén
Pascolini, que disponga las medidas presupuestarias y administrativas necesarias para que el día 4 de
agosto de 2014 se de inicio a la ejecución del plan de refacciones y obras propuesto por el equipo de
arquitectos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA, de acuerdo a lo pautado en la audiencia
del día 06 de junio de 2014, ello bajo apercibimiento de ejecución; V.- Hacer saber a los vecinos del
inmueble de Ministro Brin N° 1251/1257, que de aquí en adelante y hasta que concluyan las obras,
deberán extremar las medidas de seguridad que resulten necesarias para preservar la integridad física de
los habitantes del lugar, desocupando los distintos sectores del inmueble en las fechas que indique la
dirección de obra, según lo por ellos convenido en las últimas audiencias de las que participaron en autos;
VI.- Poner en cabeza del Director de Obra, cuyos datos deberán ser denunciados en autos con antelación
de al menos cinco días al inicio de las labores, la responsabilidad inherente a la adopción de las medidas
de seguridad que se requieran para evitar riesgos a los vecinos que habitan el inmueble; VII.- Hacer saber
al Gobierno de la Ciudad que deberá dar pronto y preferente despacho a los trámites vinculados con el
avance de la obra, prestando toda la colaboración posible para que las respuestas se produzcan en el
menor tiempo que sea factible; VIII.- Ordenar al Gobierno de la Ciudad que, en forma inmediata, adopte
medidas de aplicación de las disposiciones de la ley N° 25.916 con relación al baldío adyacente al
inmueble de Ministro Brin N° 1251/1257, procediendo a su limpieza, de ser ello pertinente; IX.- Solicitar al
cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Boca que, a modo de colaboración, tenga a bien concurrir al
inmueble de Ministro Brin N° 1251/1257, en horario acordado con los vecinos, a fin de proporcionarles
información y consejos acerca de los recaudos de seguridad que deben observar para evitar incendios, así
como entrenamiento básico en el empleo de extintores tipo matafuegos; X.- Ordenar a la Prefectura Naval
Argentina que sus efectivos en la zona se presenten en el domicilio de Ministro Brin 1251/1257,
establezcan un vínculo profesional con los vecinos, e incorporen al inmueble en su esquema de vigilancia
preventiva, a fin de neutralizar el eventual accionar de terceros contra la propiedad y, con ello, el riesgo
para quienes la habitan; XI.- Ordenar que se notifique por cédula que se librará por Secretaría y se
diligenciará en el día: 1) al Sr. adquirente en remate, al domicilio constituido; 2) a las señoras y señores
vecinos habitantes del inmueble de la calle Ministro Brin 1251/1257, a través de su letrada, Dra. Paula
Csikos; 3) al Sr. Procurador General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 4) al Sr. Presidente del
Instituto de la Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 5) a la Sra. Ministra de Desarrollo Social
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 6) a la Sra. Presidente del Consejo de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires; 7) a la Sra. Asesora Tutelar N° 1, del Ministerio Público de la
Ciudad de Buenos Aires; 8) al Sr. Presidente de la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social
“Padre Carlos Mugica”; 9) a la “Cooperativa Crecer en Ministro Brin” y 10) al Sr. Jefe de Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires; XI.- Disponer el libramiento, por Secretaría, de oficios a: 1) la
Escribanía General de la Nación; 2) los Bomberos Voluntarios de La Boca y 3) el Sr. Jefe de la Prefectura
Naval Argentina; XII.- Remitir las actuaciones a la Sra. Defensora Pública de Menores e Incapaces, a fin
que se notifique de lo decidido en su público despacho.
Gustavo Caramelo, Juez

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