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La Vía Férrea
1. LA VIA FERREA
La vía del ferrocarril, sobre la que circula un material pesado provisto de llantas rígidas,
debe constituir un conjunto que presente una cierta elasticidad, para que absorba, al menos
en parte, la desnivelación o el obstáculo aislado, sin lo cual y cuando aquel tuviera escasos
milímetros de altura (por ejemplo el plano de una rueda), el peso de los ejes fuertemente
cargados a gran velocidad provocaría enormes solicitaciones sobre la vía.
La continuidad debe lograrse no sólo desde el punto de vista estático, sino también
desde el dinámico. Para ello resulta necesario que la elasticidad de la vía sea
aproximadamente la misma en todos los puntos, y que la figura de ella permanezca continua
al paso de las cargas, así por ejemplo, una discontinuidad en sentido vertical, puede dar
lugar a que la aceleración instantánea de un eje montado alcance valores muy elevados (del
orden de 10g, siendo 10 relación del peso que sustenta un eje respecto a su propio peso).
1.2.1. Calaje
Las ruedas de los vehículos ferroviarios forman cuerpo con sus ejes y giran con éstos,
en vez de hacerlo alrededor de los mismos. Esta particularidad ofrece mayor solidez, ya que
un eje montado de una sola pieza es menos susceptible de dislocación que un eje de ruedas
libres.
actuar como diferencial en las curvas y completar en guiado de los ejes en la alineación
recta.
La conicidad de las llantas tiende a enderezar un eje ayudando al guiado del material
rodante pero no lo garantiza por la limitada anchura de las llantas (unos 140 mm.), por lo
que la seguridad es proporcionada por las pestañas.
En consecuencia el guiado del vehículo sobre la vía se asegura gracias a las pestañas
que son un resalte o saliente de las llantas continuo en su periferia (de unos 30 mm de
altura y otros tantos de espesor).
2. TROCHA
La trocha es la distancia medida entre las caras interiores o activas de las cabezas de
los rieles de uno y otro lado de la vía. Se mide en un plano situado a 15 mm por debajo del
plano de rodadura. También se denomina a la trocha ancho de vía.
Este valor es el mínimo en alineación recta, en curvas de radio reducido, para favorecer la
inscripción de los vehículos, se da un sobreancho en función del radio de la curva.
El ancho de vía internacional (trocha media) adoptado por la mayoría de los países y
que constituye más del 62 % de las líneas del mundo, tiene un valor de 1.435 mm.
En las curvas de radio reducido se aumenta la separación de los rieles con el llamado
sobreancho.
En nuestro país los valores de sobreancho que deben usarse para las trochas 1676 – 1435 –
1000, son:
R > 250 m ------------------------- S = 0 mm
a) Tolerancia de vía nueva: son las tolerancias prescriptas para la construcción de vía nueva
(+ 3 mm y – 2 mm).
c) Tolerancias de servicio: son los valores dentro de los cuales pueden variar los parámetros
geométricos de la vía durante el servicio (+ 6 mm; -3 mm).
Corredor de trocha: es la banda de tolerancia entre unos límites, superior e inferior, a definir
en cada caso.
Los rieles se colocan respecto a la vertical inclinados hacia el interior de la vía, con el
objeto de resistir mejor las acciones a las que está sometido, generalmente a 1:20, excepto
en los aparatos de dilatación para velocidades elevadas donde posee 1:40 y en los desvíos
en los que generalmente carece de inclinación.
En los ferrocarriles ingleses y en nuestro país se utiliza una inclinación de 1:40.
• Las placas de asiento del riel han de tener la inclinación adecuada en sus superficies
de terminación.
4. ENTREVÍA
En alineación recta, para trocha ancha la entrevía mínima adoptada es de 4.200 mm,
pudiendo llegar a 4.500 mm.
5. GÁLIBO
Son los gálibos cinemáticos del material rodante y límite de instalaciones fijas que
rigen en cualquier línea de la misma trocha en el ámbito de intercambio de dos o más
países.
Es el gálibo el cual no pueden trasponer las instalaciones fijas, cualesquiera sean los
desgastes, desplazamientos o deformaciones elásticas o no, de la vía en sus eventuales
movimientos relativos respecto de las vías.
Es el gálibo fuera del cual deben ubicarse o construirse las instalaciones fijas.
En el caso en que la vía sufra un desplazamiento lateral (elástico o no), por efecto de la
circulación del vehículo o debido a desgastes, las instalaciones fijas pueden en sus
eventuales movimientos, relativos respecto de las vías, trasponer este gálibo hasta el gálibo
límite de instalaciones fijas.
Cada elemento del material móvil y de la superestructura de vía debe ser estudiado
con el fin de suprimir los choques y golpes entre ambos, tendiendo a reducir la amplitud y la
frecuencia de las oscilaciones inevitables en la circulación de los trenes.
Se denominan así aquellas que son definidas conjuntamente por cotas de la vía y el
vehículo (juego de vía) o que su existencia en la primera es exigencia del segundo
(sobreancho de vía).
Consiste en un huelgo que se deja entre la pestaña y el carril para que no rocen
continuamente, con el consiguiente desgaste que ello originaría (y como sería bajo presión,
existiría ruido y podría descarrilar el vehículo). Se define como la diferencia que existe en
alineación recta entre la separación de los planos interiores de los carriles y entre los bordes
exteriores de las pestañas, medida ésta a 10 mm bajo el plano de rodadura (aunque se
conserve con el mismo valor en las curvas, en las mismas no se podría medir porque en
ellas, además del juego de vía, está el sobreancho).
Si dicho juego fuera muy grande, el movimiento senoidal del eje puede dar lugar a una
marcha inestable y peligrosa como consecuencia del excesivo ángulo de ataque de la rueda
sobre el riel.
9 mm < jv < 15 mm
6.1.2. Sobreancho
Con el fin de dar bases tan exactas como sea posible a los estudios comparativos que
conciernen, tanto a la conservación como a las renovaciones de vía, se ha adoptado la
clasificación de las líneas en 9 grupos realizada por la Sub-Comisión de Mantenimiento de la
U.I.C.
Este tráfico ficticio diario, Tf2 se deduce de la expresión: Tf2 = S.Tf1 , que designa un
tonelaje ficticio con la expresión:
T f1 = T v + K m . T m + K t . T t
Siendo:
Km = Coeficiente de valor 1,15, salvo para las vías que soportan un tráfico preponderante de
ejes de 20 toneladas en que toma el valor de 1,30.
S = 1,10 para líneas cuyo tráfico de viajeros se realiza en trenes de velocidad igual o
inferior a 120 km/h.
S = 1,20 para líneas cuyo tráfico de viajeros se realiza en trenes de velocidad mayor de
120 Km/h e igual o inferior a 140 km/h.
S = 1,25 para líneas cuyo tráfico de viajeros se realiza en trenes de velocidad superior a
140 km/h.
En el caso de líneas o sectores de líneas con dos o más vías, el grupo de la línea será
el de la vía clasificada en el grupo más elevado.
1. PLATAFORMA
Plataforma es la parte más profunda de la vía y es aquella que debe soportar en último
término todos los esfuerzos producidos por la marcha del tren. En una primera aproximación
se pueden clasificar en naturales, preparadas y las artificiales, que son aquellas constituidas
sobre una obra preparada para recibirla.
La plataforma tiene una pendiente transversal, que puede ser a dos aguas o en un solo
sentido, hacia los dispositivos longitudinales de saneamiento en zonas de desmonte o hacia
el exterior de la plataforma en zonas de terraplén.
La pendiente transversal mínima es del orden del 4%, mientras que en zonas de fuertes
peraltes puede resultar necesario prever una pendiente transversal única que puede llegar
hasta el 8%.
2. CAPAS DE ASIENTO
Cabe destacar que el buen comportamiento de una vía férrea en cuanto a su rigidez,
estabilidad y drenaje, depende en gran parte de la naturaleza y del espesor de las capas de
asiento.
En aquellas zonas en las que la plataforma es arcillosa y no está protegida por una
sub-base adecuada, se produce una rápida contaminación del balasto por el ascenso de
material fino, apareciendo las superficies de asiento de las traviesas húmedas,
especialmente bajo las juntas.
La sub-base, tanto mono o multicapa, está formada por materiales granulares (arenas
o gravas) apoyadas en ocasiones sobre láminas estancas de materiales plásticos
(geomembranas) y en otras sobre una capa de fieltro anticontaminante (geotextiles).
La sub-base tiene por objeto mejorar el reparto de las cargas transmitidas por el
material rodante, de forma que las solicitaciones que llegan a la parte superior de la
plataforma estén limitadas a valores admisibles, en función de la capacidad portante del
suelo y a su vez proteger a la plataforma contra los efectos del hielo en zonas de intenso
frío.
3. SUELOS DE SOPORTE:
QS0 Suelos inadecuados o de difícil mejora para la correcta ejecución de las capas
de asiento (suelos orgánicos, solubles, arcillas expansivas, etc.).
Estos suelos deben sustituirse o tratarse con ligantes (suelo cemento, suelo cal).
QS1 Suelos malos (del 40 al 15% de finos, rocas muy evolutivas, margas, etc.)
QS2 Suelos regulares (menos del 15% de finos y rocas de dureza media)
QS3 Suelos buenos (% de finos y rocas duras)
En la siguiente tabla, extraída de la ficha UIC 719 R puede observarse una descripción
detallada de las características que permiten clasificar geotécnicamente un suelo en una de
estas cuatro categorías.
4. TERRAPLÉN
Se ejecutan para mejorar los alineamientos o el gradiente del trazado de vía a fin de
permitir mayores velocidades de circulación o más altas cargas. En la mayoría de las
circunstancias por cuestiones económicas se construyen con los materiales de préstamos
de suelo disponibles más cercanos a su emplazamiento, salvo que contengan un alto
porcentaje de materia orgánica.
Los taludes de un terraplén deben ser estables y su gradiente es del orden de 1,5 h : 1
v para materiales granulares; para suelos cohesivos varían entre 2 h:1 v en terraplenes
elevados de hasta 3 metros de altura.
CAPÍTULO 3. BALASTO
1. DEFINICIÓN
2. CARACTERÍSTICAS
Los materiales empleados como balasto en las vías férreas clásicas deben poseer
determinadas características, las cuales se refieren básicamente a su:
Procedencia:
Granulometría:
Para que el bateo mecanizado sea efectivo se necesita que las dimensiones del
balasto se encuadren entre unos límites máximos y mínimos establecidos en base a la
experiencia, limitándose de este modo el tamaño superior a 60 mm. y el inferior a 30 mm.,
integrada dentro del tipo que se denomina grava gruesa.
El tamaño máximo del balasto está condicionado por el hecho de facilitar el apoyo de
la cara inferior del durmiente y el tamaño mínimo en función de proporcionar una adecuada
resistencia transversal de la vía.
La elasticidad del balasto aumenta con el espesor de la capa, pero disminuye con el
tiempo y la contaminación.
Resistencia al choque:
Para verificar esta resistencia se ensaya una muestra con una solución de sulfato de
magnesio que produce en la roca una cristalización aumentando su volumen de modo
similar al efecto producido por una helada. Este análisis permite detectar la presencia de
piedras de elevada absorción, susceptibles de sufrir daño por acción del hielo-deshielo.
Ensayo Deval:
DS (o DH) = 2800
M
LA = 100 m
5000
La dureza global exigida al balasto a utilizar en una vía, varía en función del tipo de
durmiente utilizado y del tráfico que soporta la misma.
4. PERFIL DE BALASTO
El espesor mínimo del balasto medido en la vertical del carril del hilo bajo, varía en
función de la intensidad del tráfico y del tipo de traviesa según el siguiente cuadro:
Grupo UIC de
La Línea
1,2 o 3 4,5,6 o7 con 7 sin pasajeros,
pasajeros 8ó9
Tipo de traviesa
Madera 20 cm 15 cm 10 cm
Hormigón 25 cm 20 cm 15 cm
En las vías de alta velocidad, superiores a los 200 Km./h, el espesor mínimo de balasto
bajo el durmiente es de 30 cm.
La resistencia lateral de la vía a los esfuerzos ejercidos por los ejes se debe
principalmente al rozamiento de la cara inferior de la traviesa con el balasto. Los perfiles
deben proporcionar una banquina de 80 a 90 cm de ancho, lo que posibilita unos topes de
25 a 35 cm. En vías con carril continuo soldado se debe aumentar la resistencia lateral de la
vía cargando las cabezas de las traviesas con una cierta altura de balasto (10 cm).
En Argentina las exigencias para el balasto grado A están dadas por la Norma F.A.
7040 de Agosto de 1975.
La misma define al balasto como el material que se coloca sobre la superficie de apoyo
a los efectos de la sustentación, elasticidad y drenaje de la vía y repartición uniforme de la
carga de los vehículos.
Especifica que el balasto deberá estar constituido por piedra partida proveniente del
triturado de rocas metamórficas de origen generalmente cuarcítico y sus elementos deben
presentar forma prismática o piramidal, con aristas vivas.
Requisitos especiales:
• Granulometría.
• Contenido de lajas.
• Resistencia al desgaste.
• Resistencia al ataque con sulfato de sodio.
6. SUBBALASTO
Se denomina así a una capa de áridos de exigencias técnicas menores que el balasto,
que se coloca entre el balasto y la plataforma para proteger esta última.
CAPITULO 4. DURMIENTES
1. CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONES
El peso por eje actúa sobre el riel transmitiéndole tensiones altas que son recibidas por
el durmiente y transmitidas por este en forma atenuada a la capa de balasto que posee
reducida capacidad portante y por último la plataforma recibe, atenuadas por el balasto, las
tensiones que deben ser compatibles con su capacidad resistente y deformacional.
• Servir de apoyo a los rieles que constituyen la vía, fijando y asegurando su posición
en lo referente a la cota de posición de sus cabezas, mantener la separación entre
ellas y su inclinación.
• Recibir las cargas verticales y horizontales transmitidas por los rieles y repartirlas
sobre el balasto a través de su superficie de apoyo.
• Mantener el aislamiento eléctrico entre los dos rieles cuando la línea está dotada de
circuitos de señalización.
Para cumplir estas funciones los factores a considerar en un durmiente son sus
dimensiones, peso, la elasticidad que le confiere a la vía y las características aislantes de la
misma.
2. CLASIFICACIÓN
Los durmientes se pueden clasificar de acuerdo al material con que están constituidos
y en base a su forma y características externas.
Madera.
Acero.
Fundición.
Hormigón armado.
Hormigón tensado.
Materiales sintéticos.
Por su forma:
Semidurmientes o dados sueltos situados debajo de los rieles sin ningún elemento
de unión transversal entre ellos.
Durmientes de dos rótulas, compuestas de tres bloques entre los que se colocan
elementos de material elástico que desempeñan el papel de rótulas. Los bloques se
relacionan entre sí por una armadura de acero tensada que los atraviesa
longitudinalmente.
Durmientes monobloque
Por su función:
3. DURMIENTE DE MADERA
Los durmientes de madera tuvieron y tienen aún una gran aceptación debido,
principalmente a sus excelentes propiedades, entre las que se cuentan: elevada elasticidad,
resistencia a compresión, la posibilidad de utilización con carriles de cualquier ancho de
patín, facilidad de conservación y reparación, adecuado aislamiento eléctrico, buena
resistencia al deslizamiento sobre el balasto, peso relativamente reducido lo que facilita su
manejo y abarata el transporte, admite pequeñas deformaciones por flexión en su punto
medio sin partirse y ante la circunstancia de un descarrilamiento no llega en general a
romperse sino que se hace una entalladura, etc.
Las maderas más empleadas en Europa son el roble, haya, pino, abeto, abedul,
eucalipto y maderas tropicales provenientes de África como la Akoga.
En nuestro país, la principal madera utilizada es el quebracho colorado, el guayacán, el
curupay, y el urunday, con alto contenido de tanino que impide la putrefacción de la madera
por ataques de hongos, esporas y termitas.
Toda madera con contenido de tanino se trabaja y se coloca en la vía sin ninguna
clase de tratamiento previo.
• La solución preservativa de CCA deberá estar compuesta por productos cuya pureza
esta por encima del 95 %, de base anhidra.
Las diversas formas de sección están en líneas generales normalizadas por la UIC.,
exigiendo que la cara inferior sea totalmente plana, las laterales sensiblemente
perpendiculares a ella y la superior con zonas planas horizontales en el lugar adecuado que
permitan apoyar los rieles o efectuar la cajuela.
La longitud del durmiente depende más del aspecto técnico que económico, los
estudios efectuados han puesto de manifiesto que la longitud tiene influencia en el
comportamiento deformacional: si el durmiente es corto se produce un apoyo deficiente de
sus extremos (efecto de cabalgadura) y puede llegar a partirse, por el contrario si es largo la
deformación es de signo contrario.
Colocación en la vía:
Los defectos más comunes que pueden presentar los durmientes de madera son:
Rajadura: separación de la fibra de la madera que se extiende en la dirección del eje del
durmiente y afecta su espesor.
Grietas: separación de las fibras de la madera que no alcanza a afectar dos caras de una
pieza aserrada o dos puntos opuestos de la superficie de una madera de sección
transversal aproximadamente circular.
Acañonado: hueco que se produce en la cabeza del durmiente por pudrición de la médula.
Pudrición: descomposición de la madera producida por la acción de hongos xilófagos
acompañada de un proceso de degradación de sus características físicas,
químicas y mecánicas.
Fractura: ruptura de la fibra de la madera por esfuerzos de compresión o de flexión
excesivos.
Acebolladura: separación entre anillos de crecimiento extendida a lo largo de la fibra.
Sámago o albura: capa de color generalmente claro situada entre el duramen y la corteza.
Contiene células vivas y materiales de reserva del árbol.
Agujeros: Es el defecto que se manifiesta como una abertura de sección aproximadamente
circular, originada especialmente por el desprendimiento de un nudo. No se
admiten agujeros en la zona de asiento del riel si su diámetro y/o profundidad es
mayor de 3 cm.. Se admite una cierta cantidad de agujeros fuera de dicha zona
dependiendo de la categoría del durmiente.
Alabeo: Deformación que puede experimentar un durmiente de madera por la curvatura de
su eje longitudinal, transversal ó ambos. Como casos particulares del alabeo, se
tienen:
a) Abarquillado (acanaladura): Alabeo en dirección transversal a las fibras. No se admite
abarquillado, combado o revirado en ninguna categoría de
durmientes
b) Combado ó arqueadura. Alabeo de las caras en la dirección de las fibras.
c) Curvatura lateral simple: Alabeo de los cantos en el sentido de las fibras. En ningún caso
se admite curvatura lateral en durmientes de cambio o puentes.
d) Curvatura lateral doble: Alabeo de los cantos en el sentido de las fibras en forma de S.
Los durmientes deberán almacenarse en pilas que permitan el secado natural de los
mismos. Cada pila estará integrada por durmientes de un mismo tipo (comunes, de cambio,
de puente, etc.) y las pilas estarán apartadas entre si y de cualquier obstáculo fijo, por lo
menos en 1,50 metros. No se permite el estibado en fila india, es decir sin espacio entre los
mismos, a los costados y en altura.
Los durmientes al estibarse tienen que tener pendiente a un lado del apoyo y en la fila
superior la inclinación debe invertirse.
El área utilizada para el depósito de los durmientes deberá estar limpia, drenada y
capaz de resistir el peso de los mismos, sin sufrir asentamientos ni descensos diferenciales.
En el almacenamiento, las camadas o pilas de durmientes deberán reunir los requisitos
mínimos de drenaje y aireación que permita asegurar el secado uniforme de los mismos.
4. DURMIENTE METÁLICO
Los durmientes metálicos tienen la forma de un cajón invertido y son cerradas en sus
extremos, disposición para que el balasto fuertemente comprimido por bateo, constituya un
núcleo compacto que aumente la estabilidad y se oponga a su desplazamiento transversal.
Su peso está en el orden de los 50 a 80 Kg. Las características físicas del acero para
durmientes son: resistencia a la tracción entre 37 y 52 Kg./mm2 y un alargamiento en rotura
superior al 25%.
Inicialmente el riel se fijaba mediante grapas que se apoyan sobre el borde del patín y
que se sujetan con tuercas atornilladas en pernos. Debido a la aparición de fisuras y el
desgarramiento de los agujeros de los durmientes, por el esfuerzo de corte ejercido por el
riel sobre los tornillos o pernos, fue evolucionando la forma de fijar el riel al durmiente
llegando a soldarse placas de asiento y en ellas anclar fijaciones elásticas para la fijación del
riel.
DURMIENTE METÁLICO EN V
5. DURMIENTE DE HORMIGÓN
Los materiales primarios que componen los durmientes son el hormigón y el acero de
su armadura.
El hormigón utilizado está constituido por cemento de alta calidad y por áridos silíceos
lavados de resistencia elevada y tamaño uniforme y en general relativamente fino, cuyo
tamaño máximo con frecuencia no supera los 20 mm. Resulta necesario el estudio de la
reacción álcali-árido en función de los agregados y el cemento a emplear en la elaboración
del hormigón, y en particular los correspondientes a los exámenes petrográficos (Norma
IRAM Nº 1649) y Método de la barra de mortero (Norma IRAM Nº 1637) tanto para los
agregados gruesos como para los finos, en virtud de la posibilidad de utilización de áridos
que puedan reaccionar con los óxidos alcalinos contenidos en el cemento, lo cual provoca
expansiones que se traducen en fisuramiento para el caso de estructuras que pueden estar
en contacto con el agua y/o la humedad como es el caso del durmiente de vía.
Para los durmientes simplemente armados la calidad del acero es inferior con límite
elástico del orden de los 30-60 kg/mm2 en barras corrugadas de 8 a 16 mm de diámetro.
Los durmientes de hormigón pueden ser monobloque, de dos rotulas, de dos bloques e
incluso de apoyos independientes.
En la actualidad los durmientes monobloque son los más extendidas dentro de los de
hormigón y se ha comprobado por la experiencia existente que la forma más conveniente es
la de sección trapecial en el centro, variando hacia los extremos de forma progresiva y
continua.
5.2. Ensayos
apoyo del riel. En todos los casos se somete a una carga puntual en la zona donde se desea
ensayar, el valor de la carga se va incrementando gradualmente hasta un cierto valor final,
el cual dependerá de las exigencias de diseño del durmiente, observándose con la ayuda de
un lente de aumento la posible aparición de fisuras.
Consiste en el montaje sobre línea de tramos de vía armados con los durmientes en
estudio por los que se hace circular un tráfico intenso comprobándose de forma práctica la
aptitud del durmiente ante las solicitaciones impuestas por el servicio.
CAPÍTULO 5. RIELES
MATERIAL
Composición química
Los elementos químicos que aparecen son el hierro, carbono, silicio, así como azufre,
fósforo, arsénico y otros minerales e impurezas; en algunos casos resulta necesario contar
con manganeso, cromo y otros componentes, que posibilitan mejorar el acero y aparecen en
aquellos destinados a la fabricación de rieles con mayor resistencia al desgaste.
La influencia de los elementos químicos citados sobre las características físicas del
acero de los rieles son las siguientes:
Silicio: mejora la calidad del acero, debido a su afinidad por el oxígeno colabora en la
eliminación de gases durante la elaboración del mismo y facilita la laminación del riel.
También aumenta la dureza y la resistencia al desgaste.
Azufre: confiere fragilidad al acero y torna propicias las roturas, pero resulta
imposible su eliminación total.
Textura
Forma / perfil
Tipo de rieles
Actualmente se emplea el riel de patín plano o Vignole que consta de tres partes:
cabeza, alma y patín, debiendo existir equilibrio térmico entre la cabeza y el patín del riel a
efectos de evitar deformaciones en el proceso de enfriamiento luego de la laminación y a fin
de evitar igualmente tensiones residuales elevadas después de la soldadura de rieles.
Cabeza: es la parte del riel destinada a entrar en contacto con las llantas del material
móvil, siendo el área de contacto del orden de 1 cm2. Su anchura debe ser suficiente
para mantener un efecto de reparto de cargas en las zonas donde se producen las
tensiones por el contacto riel-llanta y que deben transferirse a la masa metálica de la
propia cabeza, permitir radios de acuerdo adecuados con el alma y la cabeza del riel, y
por último mantener un margen suficiente para el desgaste lateral en curvas de radio
reducido.
La inclinación de las caras laterales de la cabeza del riel debe ser tal que en
circulación recta no se establezca contacto entre la pestaña de la rueda y la cara
interior de los rieles.
Alma: debe transmitir las solicitaciones exteriores desde la cabeza al patín del riel, el
espesor debe ser suficiente para resistir los esfuerzos cortantes que ha de soportar el
riel y las altas solicitaciones que se originan en las proximidades de los agujeros de las
eclisas. El espesor del alma debe tener en cuenta también el efecto de la corrosión,
por ello suele adoptarse el valor de 15 a 17 mm. Actúa como una pieza empotrada en
el patín, por lo que el alma tiene un mayor espesor que el citado en su unión con el
patín.
Análogo espesor se da a la unión alma-cabeza por el gran número de roturas
producidas en esa zona, en consecuencia las caras laterales del alma son superficies
cóncavas coincidiendo su mínimo espesor en el eje neutro.
Longitud
Se encuentra en principio limitada por la necesidad de dejar entre dos rieles consecutivos
una junta de dilatación con el objeto de evitar el posible pandeo de la vía por aumento de los
esfuerzos longitudinales bajo la acción de la temperatura.
Peso
Es la característica esencial, que proporciona una idea sobre el tipo y potencialidad del riel.
Se expresa en kilogramos por metro lineal. El peso está estrechamente ligado a la carga por
eje, velocidad de circulación y densidad de tráfico de las líneas.
Q= a (1+ T) (1+0,012 V) P
siendo:
V: velocidad de circulación (Km./h)
P: carga por eje
a: tipo de vehículo más desfavorable
1,20 vagones
1,13 locomotoras
Fabricación
Se fabrica por uno cualquiera de los siguientes procedimientos: Thomas, Bessemer, Martín-
Siemens básico, eléctrico o Linz-Donawitz.
Estos procedimientos son los que caracterizan el proceso de conversión de arrabio obtenido
en el alto horno en acero de unas características bien definidas. Los procesos más
modernos son: el eléctrico y el Linz-Donawitz o de soplado con oxígeno, que, junto con el
procedimiento Martín-Siemens, son los únicos empleados en la producción de acero para
rieles resistentes al desgaste.
Laminación:
Para obtener la pieza final es preciso partir de ciertas porciones de acero y por medio de su
paso entre rodillos, dispuestos adecuadamente y con la forma conveniente, obtener la
sección del riel. Para el proceso de laminación hoy en día se parte en general de blooms
obtenidos por el procedimiento de la colada continua.
Defectos:
Rechupe.
Segregación central.
Segregación inversa.
Inclusiones sólidas.
Inclusiones gaseosas.
Fisuras transversales.
Defectos de laminación:
Ondulaciones del borde del patín por falta de material.
Rebabas del patín por exceso de material.
Pliegues debidos a un exceso de material aplastado sobre el perfil normal.
Ensayos:
Ensayos mecánicos:
Los más usados son los de tracción, choque, resiliencia y dureza. Dan un índice de las
características resistentes del acero.
Los primeros sirven para comprobar la composición química del material y los segundos
para descubrir el origen de los defectos si los hubiese.
Los principales deterioros de los rieles debidos a la circulación, son las roturas frágiles
producidas por los planos de rueda especialmente a bajas temperaturas y los
desgarramientos originados por los patinajes.
Los rieles se encuentran sometidos a la agresión del medio ambiente y son objeto de
corrosión. En vías subterráneas situadas en zonas húmedas se puede producir corrosión en
el conjunto del perfil y en particular en el contacto del patín con el durmiente y en las
uniones del alma con el hongo o con el patín producto de la presencia de tensiones
residuales.
Identificación
Los rieles son dotados durante el proceso de fabricación de una serie de marcas, de
las cuales algunas están en relieve y otras punzonadas, que dan datos sobre el tipo de
perfil, procedimiento y fecha de fabricación, nombre del fabricante, etc.
Las letras A, B, ...... Z, que identifiquen el riel de cabeza, el siguiente y así sucesivamente,
utilizando siempre la letra Z para el riel de pie.
Desgastes
Entre las principales causas que dan lugar al desgaste de los rieles tenemos:
El trazado de la vía.
La estructura de vía y su grado de conservación.
El Peso y la velocidad de los trenes.
Las presiones en el sentido vertical y horizontal de la llanta sobre el riel y la
carga total soportada.
En el desgaste de los rieles debe hacerse notar que su evolución con el tiempo
presenta velocidades muy diferentes, siendo grande al principio llegando el perfil a una
forma de equilibrio, de evolución mucho más lenta.
En las curvas de radio reducido aparece generalmente un desgaste lateral por lo que
se utilizan rieles de mayor dureza (o con el hongo tratado térmicamente) y/o se engrasa
moderadamente la vía mediante la instalación de engrasadores especiales.
En vías rectas o en vías con radios grandes, el desgaste vertical del riel se sitúa entre
0,7 y 1 mm por cada 100 millones de toneladas. El desgaste vertical admisible en un carril
UIC 60 en vías principales es de 14 mm y en vías secundarias se admite un desgaste
vertical de hasta unos 22 mm. El desgaste es diferente en el hilo interior que en el hilo
exterior de una curva; mientras que en el hilo interior se observa únicamente un desgaste
vertical, el hilo exterior muestra sobre todo desgastes laterales. Los esfuerzos de fricción
que aparecen producen una abrasión en el canto de rodadura.
Desgaste medio: no presenta diferente aspecto entre las crestas y los senos: Se
caracteriza por desniveles de la superficie más o menos acentuados. La longitud de
onda varía entre 8 y 30 centímetros.
Desgaste largo: longitud de onda superior a los 60 centímetros y puede alcanzar hasta
2,00 metros, es decir algo superior a la distancia entre los dos durmientes. Por encima
de este valor, el defecto se considera debido a la nivelación.
El desgaste ondulatorio de onda corta afecta a uno o a otro hilo de la vía en forma
indiferente e incluso a ambos al mismo tiempo. El desgaste de onda media aparece
generalmente en las curvas de radio inferiores a los 500 metros y en el hilo bajo.
Estos desgastes originan variaciones de la carga dinámica de las ruedas cuando existe
resonancia entre la frecuencia de excitación y la frecuencia propia del sistema riel-vía.
Los desgastes ondulatorios y en particular los de corta longitud de onda, degradan los
elementos constitutivos de la vía y producen ruidos que resultan molestos en zonas
urbanas.
Ante la imposibilidad de evitar este tipo de desgaste en los rieles, se amola la vía
mediante equipos o trenes especiales equipados con amoladoras en número variable en
función de la naturaleza e importancia de la red ferroviaria a atender.
Las amoladoras son rotativas alrededor de un eje que puede bascular en un plano
transversal perpendicular al riel y permiten reconstruir un perfil de riel equivalente al perfil
original.
RIELES MICROALEADOS:
Históricamente se emplearon aceros aleados con dureza Brinell superior a 320 HBW y
resistencia a la tracción del orden de 1100 Mpa, consiguiéndose estas propiedades
mediante el empleo de altos niveles de manganeso, cromo y molibdeno. Estos aceros
suelen poseer altos valores de tensiones residuales y presentan el riesgo de contener
estructuras frágiles (bainíticas y martensíticas) cuya resistencia al desgaste es menor que la
de la perlita.
Por último se han desarrollado rieles de acero microaleado totalmente perlítico, cuyas
propiedades mecánicas (resistencia a la tracción, límite elástico, dureza, resistencia al
desgaste, y comportamiento a la fatiga) son más altas que las de los rieles fabricados con
acero de composición química similar. Su dureza mayor de 320 HBW se obtiene con el
empleo de pequeñas cantidades de elementos microaleantes (niobio y vanadio) y una
reducida aportación de cromo (máximo 0,300%).
Control no destructivo
Cualquier discontinuidad en las superficies de separación entre acero y aire como la que se
produce en las fisuras internas, refleja estas ondas y la deficiencia se detecta por la
aparición de ecos.
NORMATIVA ACTUAL
ENGRASADORES DE RIELES
Son elementos que se ubican en las curvas de radio reducido, que son accionadas por
las propias circulaciones que engrasan las caras internas de los rieles, reduciendo el
rozamiento riel – pestaña y por consiguiente el desgaste. Existen también engrasadores de
pestaña.
JUNTAS DE RIELES
La función de las eclisas es unir los extremos de dos rieles consecutivos de forma tal
que sus ejes longitudinales coincidan y quede inmovilizada su posición tanto en el plano
horizontal como en el vertical. Las eclisas se proyectan de tal forma que las dos de cada
junta aporten prácticamente el mismo momento de inercia que la sección del riel. Las eclisas
se fijan entre sí y a los rieles mediante bulones con tuercas y la constancia de su apretado
se obtiene mediante arandelas elásticas.
En las instalaciones de señalización los hilos del riel son utilizados frecuentemente
para la conducción de la corriente de señales. En consecuencia las juntas de los rieles
deben posibilitar el paso de la corriente dentro de los límites establecidos por los circuitos de
vía. La continuidad necesaria en las juntas se obtiene con ayuda de alambres soldados a los
extremos de los rieles denominados ligas de continuidad.
Suspendidas: se coloca la interrupción de los rieles entre dos durmientes de forma tal
que el punto de junta propiamente dicho carezca de apoyo efectivo sobre los
durmientes.
Las juntas suspendidas son elásticas y el desgaste de los extremos de los rieles
resulta inferior al de otros tipos de juntas; su principal inconveniente radica en que
como consecuencia de la gran flexión de los extremos de los rieles las eclisas trabajan
también a flexión en condiciones exigentes.
Apoyadas: el apoyo de la parte interrumpida de los rieles se produce sobre uno o dos
durmientes que le sirven de soporte lo cual proporciona una mayor resistencia a los
desplazamientos transversales y verticales de la junta, pero le confieren un carácter
rígido y dificultan los trabajos de bateo bajo los durmientes de la misma.
Juntas a escuadra: con esta disposición se persigue que ambos hilos de riel tengan las
juntas en un mismo plano perpendicular al eje de la vía, circunstancia que produce un
bache en ésta cada cierta distancia regular, en función de la longitud de los rieles
pudiendo acentuar el movimiento de galope del vehículo ferroviario ocasionando
choques y sacudidas.
Según los tráficos, una vía constituída por rieles cortos con juntas es 50 al 70% más
costosa que la vía soldada.
Juntas aislantes
En los límites de los circuitos de vía se construyen juntas especiales con el objeto de
impedir el paso de la corriente eléctrica.
Están constituidas de forma tal que se interponen diversos elementos de fibra aislante entre
todas las superficies metálicas de una junta que puedan estar en contacto. Estas piezas
aislantes consisten en placas en los planos de contacto de las eclisas, cilindros en los
agujeros para los bulones y arandelas para proteger las tuercas y la cabeza de los bulones.
Origen y filosofía
Se denomina Riel Largo Soldado (RLS) a un riel de longitud suficiente para que al
menos uno de sus puntos se mantenga fijo cualquiera que sea la temperatura a que esté
sometido.
La utilización del RLS evita la mayor parte de los inconvenientes originados por las
juntas eclisadas, suponiendo una reducción sustancial en los gastos de conservación de vía,
aún a costa de una mayor inversión inicial.
Cuando la vía se estabilizó, es decir cuando sus resistencias tanto longitudinal como
transversal del balasto alcanzaron un valor suficiente, lo que se supone ocurre después de
que hayan circulado unas 100.000 toneladas, se procede a efectuar la denominada
liberación de tensiones del RLS. Con el empleo del tren de estabilización dinámica de la vía
o con el compactado de la banqueta de balasto se acelera el proceso.
En el caso de rotura de un riel resulta factible colocar un tramo de riel nuevo sin afectar
el equilibrio de las barras. Para ello la longitud de la sección de riel nuevo debe ser
exactamente equivalente a la sustituida, a la temperatura en que se efectúa el reemplazo. El
contacto entre los rieles se restablece calentando los extremos adyacentes teniendo en
cuenta en la operación el espesor de la soldadura aluminotermica.
SOLDADURA DE RIELES
Se define la soldabilidad del acero como su aptitud para conservar sus características
iniciales en las partes afectadas por la operación de soldadura. Las alteraciones más
nocivas se manifiestan por la aparición de estructuras templadas frágiles en las capas
metálicas adyacentes a la zona fundida durante la soldadura.
Soldadura eléctrica
Una vez puestos en contacto y presionados los extremos de los rieles a soldar, se
calientan mediante una corriente eléctrica, produciendo el avance y retroceso de los rieles
varias veces. Los contactos entre las piezas son cortos durante los cuales se calientan por
efecto Joule; logrado poniendo en contacto bajo presión los extremos de los rieles por los
que se hace circular una corriente eléctrica de bajo voltaje y muy alta intensidad,
aproximadamente 5 voltios y 35.000 amperes.
a las del acero. Durante este proceso se produce un ligero acortamiento de los rieles y se
forma un pequeño cordón alrededor de la junta de soldadura.
Para efectuar este tipo de soldadura se pueden utilizar tanto equipamiento fijo
(soldadura en taller) ó móviles (soldadura en vía con cabezales de soldadura móviles).
La aportación de metal entre los dos extremos de los rieles que se tratan de soldar
puede efectuarse por el procedimiento de aluminotermia o por soldadura al arco eléctrico.
alcanzando los 3.000 ºC pero requiere de 800 a 1000 ºC para iniciarse prosiguiendo luego
rápidamente hasta la total combinación del aluminio con el oxígeno, que se alcanza al cabo
de 15 a 25 segundos.
Para efectuar una soldadura de este tipo se prepara un molde de arena refractaria y un
aglomerante especial que reproduce la forma exterior del riel en dos mitades, que se coloca
rodeando ambos lados de los extremos de los rieles, regulándose la correcta disposición y
separación entre los dos rieles (denominada cala) que se trata de unir. Por medio de una
regla graduada en cuña se mide la separación de los rieles y se procede al reglaje de los
carriles en sentido longitudinal utilizando para ello una regla metálica de un metro de
longitud como mínimo debiendo verificarse la alineación lo más rigurosamente posible. Los
moldes pueden ser prefabricados con sus machos de obturación preparados, y son fijados a
los rieles con ayuda de una prensa aprieta-moldes que permite colocar y apretar los dos
semimoldes uno frente a otro.
El reglaje de los rieles en el plano vertical debe efectuarse con una ligera elevación de
los extremos a soldar, ésta elevación resulta necesaria para compensar la disminución
debida a la contracción de la soldadura, evitándose con dicha precaución.
Si los perfiles de los rieles a soldar son diferentes, o presentan desgastes distintos, la
alineación en los planos horizontal y vertical debe realizarse en correspondencia con las
superficies de rodamiento del hongo del riel, superior y lateral lado interior de la trocha o
cara activa del riel. Ambos rieles podrán soldarse cuando se verifiquen las siguientes
condiciones:
La relación entre las áreas menor y mayor de las secciones rectas de los rieles
debe estar comprendida entre 0,8 y 1,0.
Se limpian y secan los dos extremos de los rieles a soldar, condición indispensable en
cualquier soldadura. Con el objeto de evitar un choque térmico demasiado brusco se efectúa
un precalentamiento de los extremos de los rieles que se van a soldar hasta el rojo cereza
claro (aproximadamente 850 a 950 ºC), este precalentamiento se efectúa mediante un
quemador de nafta y aire, de aire y propano o de oxígeno y propano, que proyecta una llama
sobre el molde.
Se dispone de un crisol que debe estar perfectamente seco y no debe contener polvo
ni elementos extraños, el cual se llena de la mezcla aluminotermica o carga y se inserta el
destape automático (DDA) en el orificio de salida del crisol. Una vez que ésta se enciende
sobre el molde y que finaliza la reacción, rebosa el crisol llenando el metal líquido el molde.
El corindón que se produce durante la reacción queda en la parte superior del molde y se
elimina una vez efectuado el desmoldeo.
La cantidad de calor que aporta el metal líquido (aproximadamente 2000 ºC) por una
parte basta para fundir los dos extremos de los rieles, y por otra, asegura un enfriamiento
suficientemente lento para evitar la formación de estructuras de templado.
Ensayos de comprobación
Se efectúa sobre la superficie de rodadura del hongo del riel, en el centro de la unión
soldada sobre el eje transversal al riel y a 10, 20, 40 y 200 mm a cada lado del centro
en la dirección longitudinal del riel. La dureza hallada en el centro de la soldadura y en
cada uno de los puntos situados a 10, 20 y 40 mm del centro de la unión soldada no
deberá ser menor ni exceder en más de 30 unidades Brinell la dureza determinada en
el riel a 200 mm del citado centro.
Se podrán practicar otros ensayos adicionales a las soldaduras como por ejemplo
ultrasonido y radiografías.
CAPÍTULO 6. FIJACIONES
Mantener el apriete vertical sobre el patín del riel evitando que se pierda el contacto
entre éste y el durmiente.
Características:
El esfuerzo de apriete del riel sobre el durmiente debe ser tal que el esfuerzo de
rozamiento entre ambos supere a la resistencia al deslizamiento, en dirección
longitudinal a la vía, del durmiente sobre el balasto. Puede fijarse como valor mínimo
del apriete 700 kg por cada elemento de fijación.
Constar del menor número posible de elementos de peso mínimo, lo que facilitará su
fabricación, montaje y conservación. El apriete y aflojado de las fijaciones debe poder
realizarse con medios mecánicos de alto rendimiento, resultando esto necesario en
las operaciones de liberación de tensiones de los rieles largo soldados a efectos de
reducir al máximo los períodos de corte de vía.
Tener una gran duración. Y el control de apriete debe ser sencillo de efectuar y sin
desmontar la fijación. En el caso de deterioro de alguno de sus componentes, debe
ser factible la sustitución del mismo con facilidad.
Clasificación:
Fijaciones elásticas: son aquellas en las que la transmisión de los esfuerzos entre
el riel y el durmiente se realiza por intermedio de elementos o conjuntos de
elementos elásticos cuya misión puede ser de sujeción del riel al durmiente, de
sujeción del riel a la placa o silleta y de sujeción de la placa o silleta al durmiente.
Las fijaciones elásticas pueden a su vez ser simple o doblemente elásticas.
Como ejemplos tenemos los clavos elásticos, sujeciones de lámina y de clips
elásticos.
Placa intermedia de asiento: es una almohadilla o placa no metálica situada entre el carril
y placa de asiento o entre el carril y la traviesa.
Su función es aminorar los efectos dinámicos del carril hacia la traviesa mediante la
amortiguación de los impactos en el sentido vertical y de las cargas y vibraciones inducidas
por el paso de las circulaciones ferroviarias. Contribuye así a la elasticidad vertical de la vía
conjuntamente con el balasto. Además, contribuye al aislamiento eléctrico entre los carriles y
a impedir el desplazamiento longitudinal del carril e, incluso, soportar los esfuerzos de
aceleración y frenado transmitidos por el tren.
Deben mantener sus características durante la vida útil de la vía, a pesar de las condiciones
atmosféricas (rayos UVA y ozono), de la temperatura ambiente, de la calidad de vía y de los
aceites minerales que puedan caer. Los materiales utilizados deberán tener una buena
resistencia a la abrasión, debido a los esfuerzos de rozamiento inducidos por el apriete
estático de la sujeción y los esfuerzos longitudinales que va a tener que soportar (de
acuerdo con variaciones atmosféricas de temperatura y esfuerzos de aceleración y frenado
– rampas y pendientes).
Ensayos:
Los ensayos más representativos que se realizan a una fijación o sistema de fijación
son:
Esta norma contiene los ensayos genéricos que se deben realizar a la sujeción que va a
trabajar en la superestructura de vía sobre balasto, aplicable a cualquier tipo de durmiente
sobre la que vaya a estar colocada.
Además se incluyen los ensayos que se deben hacer para analizar el comportamiento de los
elementos de sujeción independientemente, es decir, ensayos sobre el elemento de muelle,
sobre el elemento de anclaje y sobre los elementos de apoyo.
1: cupón de riel
2: fijación y placa de asiento
3: sensor de desplazamiento
4: durmiente, 5: soporte y restricción del durmiente
Clavo o escarpía:
Consiste en un clavo de sección cuadrada con punta biselada que se hinca en el durmiente
de madera y cuya cabeza se prolonga hacia un lado para quedar sobre el patín del riel,
estando dotado de una pequeña uña que permite su extracción.
Tirafondo:
Es una sujeción rígida directa para durmientes de madera, siendo la más utilizada en la
historia del ferrocarril.
Un tirafondo consta de una cabeza amplia que sujeta verticalmente al riel, provista en su
parte superior de una zona de forma cúbica que posibilita efectuar el apriete. El espárrago
es roscado de forma de posibilitar su atornillado en las perforaciones del durmiente. La
rosca se “clava” en las fibras de la madera obteniéndose el apriete de la fijación y su
resistencia al arranque.
Mantiene satisfactoriamente la trocha y absorbe adecuadamente los esfuerzos
transversales. Es un sistema sencillo, económico y de fácil colocación.
Su principal defecto es que no acompaña los movimientos verticales del riel al paso del
material rodante por tratarse de una fijación rígida. Ello origina un golpeteo permanente
sobre la cabeza del tirafondo y como consecuencia de los impactos el desapriete del
tirafondo y el deterioro de los agujeros pudiendo dar lugar al pandeo de los rieles,
especialmente cuando se trata de riel largo soldado, al no encontrarse compensados los
esfuerzos originados por variaciones térmicas ante la disminución del rozamiento por
pérdida del apriete al durmiente.
Clavos elásticos:
Fijación RN:
El esfuerzo de apriete es ejercido por la pestaña de la grapa sobre el patín del riel. El apriete
nominal es de 1100 Kg., siendo este proceso sumamente delicado dado que puede resultar
fácilmente sobreapretada con lo que el acero trabaja en zona plástica reduciéndose el
esfuerzo de apriete. Si el apretado resultara insuficiente se produce una disminución de la
fuerza de apriete.
Fijación RN
Fijación P2:
Fijación J2:
Este tipo de fijación también fue desarrollada en España, buscando solucionar los
inconvenientes que presentaba la sujeción P2. Está constituida básicamente por las mismas
piezas que la P2, logrando mejorar fundamentalmente el diseño de las piezas aislantes
interior y exterior, constituidas en poliamida reforzada con 35 % de fibra de vidrio.
Fijación NABLA:
La composición de esta sujeción consta de dos grapas aislantes de poliamida que cumplen
las funciones de aislamiento y transmisión de esfuerzos y de dos láminas elásticas de acero
que proporcionan el esfuerzo vertical elástico de apriete. Las láminas de acero tienen doble
curvatura y planta trapezoidal, lo cual posibilita un gran recorrido elástico, disminuyendo
además los esfuerzos que deben soportar las grapas de material sintético.
El apriete nominal de una fijación Nabla es de 1100 Kg. con un recorrido elástico de 5 mm y
una frecuencia propia de vibración de 2700 Hz, por lo que su comportamiento a la fatiga
resulta muy bueno.
La placa de asiento es de caucho presentando buenas características de amortiguación de
las vibraciones que se producen.
Fijación VOSSLOH:
Este sistema es aplicable tanto a durmientes de hormigón como de madera, existiendo dos
versiones distintas:
Otra indirecta con placa nervada de acero denominada SKL 12 y aplicable tanto a
hormigón como a madera.
Planta y alzado de una sujeción elástica tipo Vossloh de las empleadas en las líneas españolas
Montaje en Fábrica
Entre otras ventajas, los sistemas de sujeción Vossloh, pueden transportarse premontada
desde la fábrica hasta la obra. Debido a esto en las fábricas de durmientes es fundamental
evitar retrasos en la entrega de los elementos de sujeción, siendo muy importante disponer
de unos almacenes mínimos tanto en dichas fabricas como en las de los componentes.
Montaje en Vía
Una vez nivelada la traviesa en su posición correcta, se sitúan los carriles sobre las placas
de asiento. Entonces de afloja el tirafondo para poder girar el clip hasta su posición de
montaje posicionado sobre el patín. A continuación se vuelve a apretar el tirafondo hasta
que el bucle central del clip hace tope con el apoyo torico de la placa acodada. El apriete
teórico sobre el patín del carril deberá ser de unos 1100 kp.
Fijaciones PANDROL:
Pandrol Gauge-Lock
Es un clip concebido para durmientes de madera dura que no requieren placa de asiento, si
fuera necesario dar inclinación a los rieles se debe cajear la parte superior del durmiente con
la pendiente correspondiente a lo largo de una zona capaz de incluir el riel y los dos clips de
fijación del riel. Puede emplearse en durmientes de madera blanda con la colocación de una
placa de asiento bajo el patín del riel.
La pata central del clip, que se extiende verticalmente hacia abajo, se coloca dentro de un
orificio taladrado en el durmiente al borde del riel, se introduce un tirafondo a través del arco
trasero del clip y se aprieta.
Fases de colocación
Pandrol “e”
El apriete de la fijación se obtiene por la deformación del clip elástico impuesta en su apoyo
sobre el patín del riel por la posición del elemento de anclaje o “shoulder” el cual forma parte
del durmiente de hormigón o de la placa de asiento metálica en el caso de durmientes de
madera.
El soporte del clip está conformado en una placa de asiento metálica cuyos soportes son
preensamblados en el proceso de fabricación del durmiente.
Este tipo de sujeción, por sus excelentes características con respecto al mantenimiento de la
fuerza de apriete, del ancho de vía y del aislamiento eléctrico, son muy aptas para ser
utilizadas en líneas de alta velocidad o de elevadas cargas por eje.
ANTIDESLIZANTES:
En una vía se originan desplazamientos longitudinales de los rieles con relación a los
durmientes como consecuencia de la acción de esfuerzos longitudinales creados por la
acción del material rodante y por las variaciones de temperatura que se originan.
Estos desplazamientos longitudinales provocan el desajuste de la estructura de vía y
originan la necesidad de realizar trabajos complementarios para recomponer la separación
entre durmientes, el escuadrado de los mismos, y el ajuste y regulación de las luces de
junta.
ANCLAS DE VIA
El ancla de vía tipo “U” para rieles se ajusta fuertemente al patín del riel y apoya
lateralmente contra el durmiente. El esfuerzo de cierre del ancla en el patín del riel
(2.100 Kg.) se opone al corrimiento del riel en relación a los durmientes.
El ancla está constituída por una planchuela de acero elástico curvada en forma de U,
dos encastres efectuados en el espesor de la planchuela en el interior y en la parte
superior de los brazos contienen las caras laterales del patín.
La cantidad mínima de anclas a colocar tanto en vía única como en vía doble se indica
en el cuadro siguiente:
El número de anclas por longitud de riel puede ser aumentado en función de las
condiciones locales del corrimiento provocado por acciones de aceleración,
frenado, acciones dinámicas de las ruedas sobre los rieles en las juntas,
gradiente, etc.
PLACAS ESPECIALES