Está en la página 1de 3

Entender los sensores de oxígeno

Los sistemas de control de motor computarizados de hoy en día destacan por la variedad de
entradas por sensores para regular el funcionamiento del motor, las emisiones y otras
funciones importantes. Los sensores deben abastecer de información exacta o habría
problemas de conducción, consumo de combustible exagerado o fallos en las emisiones.

Uno de los sensores principales del sistema es el sensor de oxígeno. A menudo nos referimos a
él como el sensor O2 porque O2 es la fórmula química del oxígeno (los átomos de oxígeno
siempre viajan en pareja y nunca solos).

El primer sensor de oxígeno se puso en 1976 en un Volvo 240. Los vehículos de California los
pusieron en 1980 cuando la normativa de emisiones del estado incluyó emisiones inferiores.
Las cosas han evolucionado tanto que algunos equipos van ahora equipados con múltiples
sensores de O2, hasta cuatro.

El sensor O2 está montado en el colector de salida para vigilar cuando oxígeno no consumido
hay en los gases a la salida del motor. La vigilancia de los nieles de oxígeno en los gases es un
método de tener controlada la mezcla de combustible. Indica al ordenador si la mezcla quema
enriquecía (poco oxígeno) o empobrecida (exceso de oxígeno).

La riqueza o pobreza relativa de la mezcla puede ser afectada por muchos factores, incluyendo
la temperatura del aire, la temperatura del refrigerante del motor, la presión barométrica, la
posición de la mariposa y la carga de aire en motor. Hay otros sensores que vigilan estos
factores, pero el sensor O2 es el principal observador de lo que está pasando en la mezcla. En
consecuencia, cualquier problema en este sensor puede descuadrar al sistema
completamente.

Ciclos

El ordenador usa la entrada del sensor de oxígeno para regular la mezcla de combustible, lo
que se llama "ciclo de control de realimentación". El ordenador saca sus conclusiones
basándose en el sensor O2 y responde cambiando la mezcla de combustible. Esto produce un
cambio en las lecturas del sensor O2, al que se llama operación de "ciclo cerrado" ya que el
ordenador usa la entrada del sensor para regular la mezcla. El resultado es un constante ahora-
tú-ahora-yo de rico a pobre que permite al catalizador operar en una eficiencia punta mientras
se mantiene una mezcla media que está ajustada para minimizar las emisiones. Es una
configuración compleja, pero funciona

Cuando no se recibe señal del sensor O2, que es el caso de un motor en en arranque (o un fallo
en el sensor O2), el ordenador fija una mezcla enriquecida que no cambia. Esto se llama
operación "ciclo abierto" porque no se usa ninguna entrada del sensor O2 para regular la
mezcla.

Si el motor falla al intentar un ciclo cerrado o cuando el sensor O2 alcanza la temperatura de


funcionamiento, o entra en ciclo cerrado debido a la pérdida de señal del sensor O2, el motor
quemará de forma enriquecida generando un aumento en el consumo de combustible y en las
emisiones.
Cómo funciona

El sensor O2 funciona como un generador en miniatura y produce su propio voltaje cuando se


calienta. Dentro de la cubierta al final del sensor que entra en el colector de escape hay una
pieza cerámica de circonio. Esta pieza está cubierta en su exterior por una capa porosa de
platino. Dentro de la pieza hay dos filamentos de planito que sirven como electrodos o
contactos.

El exterior de la pieza está expuesto a los gases caliente en la salida mientras que el interior del
sensor está ventilado internamente a través del cuerpo del sensor a la atmósfera exterior. Los
antiguos sensores de oxígeno tenían un pequeño agujero en el cuerpo para que el aire entrara
al sensor, pero los más actuales "respiran" mediante sus conectores de cableado y no tienen
agujero de respiración. Es duro de creer, pero el pequeño espacio entre el aislamiento y el
cable provee de espacio suficiente para que el aire entre al sensor. Ventilar el sensor por los
cables en vez de con un agujero reduce el riesgo de suciedad o de contaminación por humedad
que podría hacer el sensor fallar desde su interior.

La diferencia en los niveles de oxígeno entre la salida de gases y el aire exterior que hay dentro
del sensor causa que el voltaje fluya por la pieza cerámica. A mayor diferencia más lectura de
voltaje.

Un sensor de oxígeno generará por regla general hasta 0.9 voltios cuando la mezcla de
combustible es rica y hay oxígeno sin quemar en los gases de escape. Si es pobre el voltaje de
salida del sensor caerá a los 0.1 voltios. Si la mezcla aire/combustible está equilibrada en el
punto de 14.7 a 1, el sensor leerá unos 4.5 voltios.

Cuando el ordenador recibe una señal de enriquecido (voltaje alto) del sensor O2,
empobrecerá la mezcla para reducir la lectura del sensor. Si la señal es de empobrecido
(voltaje bajo) el ordenador invierte y hace la mezcla más rica. Este balanceo constante de la
mezcla sucede a diferentes velocidades dependiendo del sistema de combustible. La transición
es más lenta en motores con carburadores retroalimentados, típicamente una vez por segundo
a 2500 rpm. Los motores con inyección por mariposa son más rápidos (2 a 3 veces por segundo
a 2500rpm), mientras que los motores con inyección multipuerto son los más rápidos (5 a 7
veces por segundo a 2500 rpm).

El sensor de oxígeno debe estar caliente antes de empezar a general una señal de voltaje, así
que muchos sensores de oxígeno tienen un pequeño elemento calentador interior que les
ayuda a alcanzar la temperatura de operatividad más rápidamente. El elemento calentador
también previene el enfriamiento del sensor en un lapso prolongado, que causaría que el
sistema volviera a un ciclo abierto.

Los sensores calentados O2 se usan principalmente en vehículos nuevos y tienen 3 0 4 cables.


Los antiguos sensores O2 con un solo cable no tienen calentadores. Al sustituir un sensor O2
hay que asegurarse que el del mismo tipo que el original (con o sin calentador).
El nuevo papel de los sensores O2 con eOBD

Ahora se usa un segundo sensor de oxígeno después del catalizador para vigilar la eficiencia
del catalizador. En motores V6 o V8 con escape dual esto significa hasta 4 sensores de O2 (uno
para cada banco de cilindros y uno después de cada catalizador).

El sistema eOBD está diseñado para vigilar el funcionamiento del escape del motor. Esto
incluye mantener el ojo en cualquier cosa que pueda causar un aumento de la emisión. El
sistema eOBD compara las lecturas de los niveles de oxígeno de los sensores O2 antes y
después del catalizador para ver si el catalizador reduce la polución en la salida. Si ve pocos
cambios o ninguno en las lecturas del nivel de oxígeno indica que el catalizador no está
funcionando como debería, hecho que activaría la luz MIL.

Diagnosis del sensor

Los sensores O2 están suficientemente protegidos considerando el entorno en el que tienen


que funcionar. Pero los sensores O2 tienen que ser sustituidos eventualmente.

El funcionamiento del sensor O2 tiene a reducirse con el tiempo y la acumulación de


contaminantes, cosa que reduce gradualmente su habilidad de producir un voltaje. Este tipo
de deterioro puede ser causado por una variedad de sustancias que logran entrar tales como
silicona, sulfuros, ceniza de aceite e incluso algunos aditivos del combustible. El sensor
también puede quedar dañado por factores ambientales tales como el agua y elementos de la
carretera tales como los salinos, aceite y suciedad.

Con el envejecimiento y deterioro del sensor, el tiempo que necesita para reaccionar a los
cambios de la mezcla desciende, lo que causa que las emisiones suban. Esto sucede porque el
balanceo de la mezcla se enlentece y reduce la eficiencia del catalizador. El efecto se nota más
en motores con inyección multipuerto (MFI) antes que en carburación electrónica ya que la
cantidad de combustible cambia más rápidamente en las aplicaciones MFI.

Si el sensor deja de funcionar el resultado es una mezcla rica y fija. Por defecto en la mayoría
de aplicaciones de combustible inyectado el rango medio se alcanza tras 3 minutos. Esto causa
un salto enorme en el consumo de combustible y en las emisiones. Y si el catalizador se
sobrecalienta debido a una mezcla rica podría quedar dañado.

La única forma de saber si el sensor O2 está funcionando es inspeccionarlo regularmente. Por


eso algunos vehículos tienen una luz para recordar el mantenimiento del sensor. El mejor
momento de comprobar los sensores es con el cambio de las bujías.

También podría gustarte