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En Francia, como en toda Europa, se había mantenido durante muchos siglos el feudalismo,
lo que producía una profunda desigualdad económica, social y cultural.
► ILUSTRACIÓN Y REVOLUCIÓN
La Revolución se inició con medidas radicales, pero en sí mas esperanzadoras.
Se exigió una nueva constitución politica para Francia.
Se rompieron las diferencias entre los, burgueses y plebeyos.
El pueblo llano fue la nacíón y se definió como el soberano.
Muchos bienes de la lglesia fueron puestos al servicio de ese pueblo llano.
Los bienes de lanobleza tenían que legitimarse por su productividad, por el beneficio que
producían y así podían venderse y comprarse.
Muchos fueron confiscados y cambiaron de manos.
Se afirmó el derecho del hombre a la igualdad, educación, a la propiedad, a la cultura.
Nadie podía dudar de que se trataba de una causa noble.
Como dijo Kant los hombres no quisieron ser solo felices, sino ser y dignamente
felices. (imagen arriba el tercer estado en Francia, los humilde, llamados Sans Culotte, por
que no usaban calzoncillos)
El caos social y político determinó el dogmatismo de los adores, inclinados a tomar
decisiones drásticas y radicales sin pestañear.
Esa violenta situación, llena de riesgos e inseguridad, reclamaba una forma de vida
parecida a la de los viejos fanáticos religiosos.
La Ilustración no había querido esta situación , pero tampoco pudo impedirla.
Con la Revolución emergió lo imprevisible , lo impredecible de a historia, lo
que ninguna teoría podia anticipar ni dominar en su concreción
Sin embargo, ese hecho cambió la realidad social e histórica de Europa.
Por primera vez, las masas sociales tuvieron acceso a la acción política y la determinaron.
Se alteró tanto a vida europea y mundial que el movimiento de la Ilustración se vio
obligado a transformarse profundamente.
La Revolución creó poderes nuevos, los Estados contemporáneos, que no se dejaron influir
por las consignas ilustradas en su totalidad.
El siglo XIX produjo los primeros intentos de esa transformación de la Ilustración bajo el
nuevo contexto de la sociedad de masas y del Estado moderno.
El derecho a la libertad de expresión y pensamiento en la democracia
La libertad de expresión es un derecho universal que todas las personas pueden ejercer. El derecho a
la libertad de opinión y de expresión, incluye el de mantener una opinión sin interferencias y a
buscar, recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio de difusión sin limitación
de fronteras, ya sea oralmente, por escrito, o a través de las nuevas tecnologías de la información, tal
como lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 19.1, según el
cual éste no puede estar sujeto a censura previa, sino a responsabilidades ulteriores expresamente
fijadas por la ley.
Hilado a lo anterior, posteriormente expresó en su Sentencia TC/0716/17 que: “El principal bien
jurídico protegido por el derecho a la libertad de expresión e información es la existencia de una
opinión pública, lo cual constituye un elemento necesario para el correcto funcionamiento de la
democracia. Otros valores o bienes jurídicos que también protege este derecho son: la búsqueda de
la verdad y la necesidad de comunicarse con otros seres humanos, lo cual trasciende a lo
meramente político”.
En efecto, el pleno ejercicio del derecho a expresar las ideas propias y opiniones, a circular la
información disponible y la posibilidad de deliberar de manera abierta y desinhibida sobre los
asuntos que nos conciernen a todos, es condición indispensable para la consolidación, el
funcionamiento y la preservación de la democracia.
La libertad de expresión y pensamiento es una herramienta clave para el ejercicio de los demás
derechos fundamentales. Se trata de un mecanismo esencial para el ejercicio del derecho a la
participación, a la libertad religiosa, a la educación y, por supuesto, a la igualdad, entendida como el
derecho al goce de ciertos derechos sociales básicos.