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Las revoluciones liberales de 1820, 1830 y 1848. Oleadas revolucionarias de 1820, 1830, y 1848.
Movimientos populares acabaron con el absolutismo y el Antiguo Régimen e instauraron sistemas
parlamentarios con igualdad ante la ley y sin privilegios estamentales.
Una revolución liberal es una revolución, cuya motivación está inspirada en conseguir mayores
libertades. Se sucedieron principalmente en Europa, durante el siglo XIX. Las revoluciones liberales
son las revoluciones que se sucedieron al comienzo de la Edad Contemporánea, es decir, a lo largo
del siglo XIX.
En América Latina, las revoluciones liberales tuvieron un impacto aún mayor. La independencia de
las colonias españolas y portuguesas dio lugar a la creación de nuevos estados, que adoptaron el
liberalismo como sistema político. Las revoluciones liberales en América Latina promovieron la
modernización de los nuevos estados, la igualdad de derechos y la participación política de los
ciudadanos.
Las revoluciones liberales fueron un proceso complejo y lleno de contradicciones. Por un lado,
promovieron la libertad y la igualdad, pero por otro lado, también llevaron a la exclusión de
algunas minorías, como las mujeres y los trabajadores. Además, las revoluciones liberales no
siempre fueron pacíficas, y muchas de ellas tuvieron como resultado la violencia y la muerte.
A pesar de sus contradicciones, las revoluciones liberales fueron un hito importante en la historia
mundial. Supusieron el fin de una era y el comienzo de una nueva, en la que los individuos tenían
más derechos y libertades.
SOBERANÍA NACIONAL: La voluntad del país no reside en el rey, sino que es del conjunto
de la nación de quien emana la voluntad del Estado. La autoridad del territorio recae en el
pueblo, aunque la gente no realiza un ejercicio directo de la misma, sino que delega dicho
poder en sus representantes.
AMPLIACIÓN DE DERECHOS Y LIBERTADES: En el afán de la búsqueda de libertad e igualdad
los revolucionarios llegaron a conseguir algunos derechos y libertades como:
La Revolución de 1830.
En este movimiento jugaron un papel muy destacado las sociedades secretas. Los masones era el
grupo más importante, aunque también existieron otros como los carbonarios italianos o los
decembristas rusos. Estás sociedades formadas por comerciantes, estudiantes, intelectuales y
profesionales liberales, se consideraban herederas de la ilustración y de la Revolución Francesa y
preconizaban la insurrección contra el absolutismo. Tenían influencia fundamentalmente en las
ciudades y confiaban en que el pueblo se incorporaría al levantamiento una vez iniciado. Esta
estrategia caracterizó la oleada revolucionaria que se produjo entre 1820 y 1824.Una segunda
oleada se produjo entre 1829 y 1839.Esta vez, la intervención popular favoreció la derrota del
poder aristocrático en Europa occidental. A finales de 1830 el absolutismo fue desapareciendo de
Europa occidental y se impuso un liberalismo moderado.
Bélgica
Polonia
Italia
Alemania
Reino Unido
España
La revolución de 1848
La revolución de 1848 es más radical y extensa que las que se produjeron en años anteriores.
Además de los anteriores pensamientos liberalistas y nacionalistas, aparecen otros nuevos como la
democracia y el socialismo.
La crisis económica: La crisis económica de 1845-1847, causada por una serie de malas cosechas,
esto provocó un descontento generalizado entre las clases populares, que estaban cansadas de la
pobreza y la desigualdad.
La revolución se extendió rápidamente por otros países europeos, como Alemania, Austria,
Hungría, Italia y Polonia. En Alemania, los revolucionarios consiguieron la formación de una
Asamblea Nacional que redactó una constitución federal. En Austria, el emperador Fernando I se
vio obligado a conceder una constitución y a convocar un parlamento. En Hungría, los
revolucionarios proclamaron la independencia de Austria y eligieron como rey a Luis Kossuth. En
Italia, los revolucionarios conquistaron Roma y proclamaron la República Romana.
La revolución de 1848 fue un fracaso en el sentido que no consiguió acabar con el absolutismo en
Europa. Sin embargo, tuvo un impacto importante en la historia del continente, ya que supuso un
avance hacia la democracia, el liberalismo y el nacionalismo.
Las diversas revoluciones de 1848 fueron un episodio más de las demandas de mayores libertades
y derechos de los ciudadanos que, en su base, eran las mismas demandas que llevaron a la
revolución francesa y que no han dejado de forjar revoluciones de un signo u otro a lo largo de
estos últimos siglos, aunque ese año fue especialmente virulento en tal aspecto, como una suerte
de “sarampión”.
La finalización en muchos países del proceso de revolución industrial dio como resultado el
nacimiento de la clase obrera, además de profundas transformaciones con las que la sociedad
debía lidiar.
Si bien algunas de estas revoluciones fueron aplastadas por las autoridades y acabaron fracasando,
su fracaso no fue absoluto.
Esto es debido a que mostraron las debilidades de los antiguos regímenes absolutistas, y la
voluntad del pueblo de obtener mejores condiciones y mayor libertad. Los cambios que originarían
a la larga serían importantes y duraderos, y podríamos decir que el actual concepto del estado del
bienestar les debe su existencia.
Pero cada una de estas revoluciones en cada uno de los lugares en los que ocurrieron merecen un
análisis por separado, puesto que la casuística difiere ligeramente, aunque se inspiran unas a otras.