Se conoce como la Guerra Civil Española o también la Guerra de España a un
conflicto bélico que tuvo lugar en dicho país entre el 17 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939. Enfrentó al gobierno legítimamente constituido de la Segunda República Española, contra diversas facciones del ejército español insurrecto. La Guerra Civil Española fue un episodio complejo de la historia española, en el que se opusieron modelos muy distintos de país, de gobierno y de cultura nacional: conservadores versus liberales, dictadura militar versus democracia, fascismo versus comunismo y anarquismo, cultura católica versus ateísmo, y también una intensa lucha de clases. La violencia por parte de ambas partes cobró numerosas vidas mientras duró el enfrentamiento. Sin embargo, cuando el mismo terminó con la victoria del bando insurgente, se sostuvo un clima de odio recíproco. Los militares insurrectos estaban dirigidos por el General Francisco Franco, quien tras vencer en la batalla se convirtió en caudillo y dictador de España hasta su muerte en 1975. Bajo su gobierno se produjo una atroz cacería de todo aquello que resultara sospechoso de militancia izquierdista o valores supuestamente anti cristianos. Ocurrida como preludio a la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española representó uno de los eventos bélicos más trágicos de la historia europea de la primera mitad del siglo XX. En ella se perdieron alrededor de 500.000 vidas y se sometió al país a un régimen feroz y conservador que duró 36 años.
Antecedentes de la Guerra Civil Española
En las elecciones de 1931 se proclamó la Segunda República Española. A principios del siglo XX, España emergía de una desastrosa dictadura monárquica que culminó con la dimisión de Alfonso XIII. En las elecciones de 1931 fueron elegidos los partidos de izquierda y se proclamó la Segunda República Española. Este gobierno aprobó, durante su primer bienio, una nueva Constitución y emprendió una serie de reformas sociales y económicas. Los sectores privilegiados, al ver tocados sus intereses, iniciaron una resistencia al gobierno republicano. Organizaron, aunque sin éxito, un golpe de Estado en 1932. Por paradójico que parezca, del segmento más radical de la izquierda política también hubo levantamientos contra la República. Esto se debe a que la consideraban una prolongación del orden burgués, y contraria por lo tanto a sus deseos de Revolución social y política. Esta inestabilidad condujo a nuevas elecciones en 1933, las primeras en que votaron mujeres en España, y en las que fue electa una coalición derechista republicana, sin intenciones monárquicas.
Anarquistas y comunistas emprendieron en 1934 la Revolución de octubre. Se
trató de una serie de huelgas socialistas en contra del gobierno electo. Estas protestas contribuyeron al miedo de los sectores conservadores a sufrir un destino semejante al de la Unión Soviética. Este temor se había propagado rápidamente por Europa luego de la Revolución Rusa y fue uno de los factores que utilizó el fascismo para legitimar su ideología y sus prácticas violentas.
Causas de la Guerra Civil Española
Las causas del conflicto pueden resumirse en: El tenso clima de polarización política y debilitamiento de la democracia por la violencia política proveniente de sectores conservadores y ultrarrevolucionarios. La victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936, inaugurando un gobierno que alejó del poder a militares antirrepublicanos y que pretendió retomar el camino de reformas que ya había iniciado. La conspiración militar y golpe de Estado de julio de 1936, en que 70% de las fuerzas armadas se alzaron contra el gobierno republicano. Grupos enfrentados El bando sublevado se organizaba en torno al alto mando militar. Se enfrentaron dos facciones irreconciliablemente opuestas: El bando republicano. Compuesto por los sectores fieles al gobierno constitucional, encabezados por el Frente Popular: una coalición de partidos republicanos sumados al Partido Socialista Obrero Español y a sectores anarquistas, sindicalistas y un pequeño movimiento comunista. El campesinado, el proletariado y los movimientos autonómicos vascos y catalanes estuvieron de este lado. El bando sublevado. El autodenominado “bando nacional” se organizaba en torno al alto mando militar, que componía la Junta de Defensa Nacional y estaba presidida por el Generalísimo Francisco Franco, nombrado Jefe de Estado de la España insurrecta. Esta facción se componía de los movimientos políticos conservadores como la Falange Española, la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), entre otros, y contaron con el apoyo de la Iglesia Católica y de las élites empresariales.
Consecuencias de la Guerra Civil Española
Las principales consecuencias del conflicto fueron: La instauración del franquismo, una dictadura militar, nacionalista y católica bajo el mando de Franco, que persiguió y torturó a sus oponentes durante décadas. La pérdida de miles de vidas, entre bajas militares de ambos bandos y ejecuciones sumarias en las retaguardias de ambos lados. Entre las muertes más célebres del bando fascista se cuentan las de artistas e intelectuales como Federico García Lorca. El exilio de miles de españoles que huyeron del conflicto o de la dictadura que siguió. La destrucción y devastación de España, que le impidió participar en la Segunda Guerra Mundial y devolver así los favores recibidos a sus aliados nazis y fascistas.