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El objetivo fundamental del sistema de producción de Toyota (SPT) según Taiichi Ohno, es
acortar permanentemente el tiempo que transcurre desde el recibo del pedido por parte del
cliente, hasta que se cobra la factura correspondiente.
Evidentemente esto conlleva al análisis detallado y profundo de cada una de las acciones que
ejecutamos, para eliminar o -en el peor de los casos- reducir todas aquellas que alargan los
procesos, no agregan valor y generan un costo adicional innecesario.
Una de las herramientas de las cuales el SPT echa mano para cumplir sus objetivos, es la
relacionada con el cambio rápido de herramentales, o más conocida por sus siglas en inglés
como SMED (Single Minute Exchange of Die).
Cuando empleamos máquinas de control numérico, pensamos que, una vez optimizados los
programas de mecanizado, poco podemos hacer para acortar los tiempos. Es aquí donde
debemos enfocarnos en el SMED.
Desde luego, el cambio de las herramientas para el mecanizado en la mayoría de ellas es
realizado con un cambiador automatizado.
El enfoque no debe ser en las herramientas, sino más bien, en el proceso que se lleva a cabo
cada vez que terminamos el mecanizado de una pieza y ajustamos la siguiente en la máquina.
Es precisamente aquí donde perdemos mucho tiempo en fijar y centrar la nueva pieza para
llevarla al cero máquina y poder iniciar el nuevo ciclo de mecanizado automatizado.
Principios fundamentales del SMED
Según los expertos japoneses, si cronometramos el tiempo requerido desde que terminamos
la última pieza del lote A y podemos iniciar el mecanizado de la primera pieza del lote B,
podríamos distinguir entre cuatro grupos de tiempos fundamentales:
1. Preparaciones, ajustes post proceso, comprobación de materiales, herramientas,
maquinaria, accesorios y limpieza.
2. Remover físicamente la pieza anterior y presentar la siguiente pieza a mecanizar.
3. Soltar o “liberar” la pieza anterior y fijar la nueva pieza (en la mayoría de los casos a
través del empleo de tornillos o chucks mecánicos que requieren una llave con giro),
centrar la pieza sobre la máquina para encontrar el punto “0,0,0” (al cual hará referencia
el software del CNC para dirigir y controlar todos los recorridos de corte) y fijación de
otros parámetros.
4. Hacer muestras iniciales para garantizar que efectivamente la pieza está “bien
centrada” y que la rutina de corte dará los resultados esperados.
Según Shigeo Shingo, del total del tiempo requerido desde la salida de la última pieza buena
del lote anterior, al inicio del mecanizado de la primera pieza del lote siguiente, el paso uno
consume 30 % del tiempo total del cambio; el paso dos, 5 %; el paso tres, 15 %, y el paso
cuatro, el restante 50%.
Por desgracia, solo el paso dos es indispensables y los otros tres solo agregan costos; por lo
tanto, la reflexión obligada sería: ¿cómo puedo hacer para eliminar o, en el peor de los casos,
reducir los pasos uno, tres y cuatro?
Este es precisamente el punto de partida de la aplicación del SMED como herramienta
fundamental del sistema de producción de Toyota.
Cómo implementar SMED en máquinas CNC
Muchas veces consideramos este trabajo como un “mal necesario” y lo ejecutamos con
molestia y desagrado. El problema se acrecienta cuando los lotes de producción se reducen, e
incluso llegamos a la conclusión de que cada pieza es “diferente” de alguna manera a la
anterior, lo que consume más tiempo en la fijación y centrado de la pieza a mecanizar. La
reflexión aquí sería: ¿cómo puedo hacer para reducir al máximo el tiempo perdido para fijar y
centrar la siguiente pieza a mecanizar, tratando de llegar incluso a eliminar casi totalmente el
tiempo de cambio?
El SMED nos presenta dos alternativas:
1. Dispositivo de fijación (conocido en el medio como fixture) universal, para una familia
de productos.