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- Historia de la psicología deportiva e inteligencia emocional

La Psicología del deporte tiene sus primeros antecedentes a comienzos del siglo XX, en
la ex Unión Soviética, Alemania y Estados Unidos.

En Europa, posterior al término de la primera guerra mundial, algunos “institutos de


educación física introdujeron cursos de psicología del deporte en el curriculum de los
futuros profesionales de la actividad física” (Pérez, Cruz y Roca, 1995). En esa época se
destaca el trabajo de tres psicólogos pertenecientes a los institutos de educación física de
Leipzig y Berlín, R.W. Schulte, N. Sippel y F. Giese, quienes en el periodo comprendido
entre los años 1921 y 1928, aportaron con estudios y publicaciones sobre la psicología de
la actividad física y el deporte, enfatizando en aspectos filosóficos, experimentales y
aplicados. Asimismo, en la Universidad de Leipzig, previo a la segunda guerra mundial se
destacan las investigaciones de Otto Klemm sobre el aprendizaje motor.

En la Ex URSS, la creación del Instituto Central de Investigación Científica para el Estudio


de de la Educación Física en el año 1930, fue un hecho de vital importancia para el
posterior desarrollo de la psicología del deporte. Los temas de investigación que se
abordaban en esa época apuntaban a las motivaciones e intereses de los atletas, el
concepto de poder mental del deportista (conformado por los factores de valor,
determinación, tenacidad, resistencia y autodiscplina) y las tensiones de los atletas
previas a la competición. Estos trabajos permitirían que, paulatinamente, se fuera
concretando el campo de estudio de la psicología del deporte como disciplina autónoma
en la Unión Soviética antes que en otros países.

En Estados Unidos se considera como pionero a C. Griffith, quien fundó el primer


Laboratorio de Psicología del Deporte en la Universidad de Illinois (Athletic Research
Laboratory), siendo el director hasta el año 1932. Este laboratorio tuvo dos áreas
fundamentales de investigación, una dedicada al estudio de la investigación fisiológica y la
otra al área psicológica, realizando diversas investigaciones experimentales, tales como:
estudios de tiempos de reacción, habilidades motrices, aprendizaje deportivo, entre otras.
Sin embargo, en Estados Unidos con el inicio de la segunda guerra mundial, las
investigaciones sobre el aprendizaje de destrezas motrices presentaron un fuerte impulso,
pero tuvieron que adaptarse a las necesidades de las fuerzas armadas para la selección y
entrenamiento de pilotos de guerra, considerando fundamentalmente las habilidades
perceptivo – motrices e intelectuales.

Luego del inicio de la segunda guerra mundial, se destacan los aportes de los
investigadores y padres de la psicología del deporte soviético, Alexander Rudik y Peter
Puni, quienes realizaron investigaciones psicológicas, enfocadas a la preparación del
deportista para la competición. Por lo tanto, en el periodo comprendido entre los años
1945 y 1957, es cuando la psicología del deporte en la Unión Soviética surge como una
disciplina de estudio, a pesar de los trabajos precedentes.

Una vez finalizada la segunda guerra mundial, en los años 50’ los psicólogos del deporte
de Estados Unidos no habían iniciado trabajos de asesoramiento a entrenadores ni de
preparación de deportistas para instancias competitivas, al contrario de lo que estaba
sucediendo en la Unión Soviética y en los demás países de Europa del este. No obstante,
el libro “Psichology of Coaching” publicado en 1951 por el psicólogo John Lawther, fue el
“único trabajo de la década de los cincuenta que intentó tender un puente entre la
investigación y el trabajo aplicado con los técnicos del deporte. Esta obra despertó el
interés de los entrenadores por aprender algo más sobre temas relacionados con la
motivación deportiva, la cohesión del equipo o las relaciones interpersonales”. (Pérez,
Cruz y Roca, 1995).

En los años sesenta, dos psicólogos clínicos estadounidenses, Bruce Ogilvie y Thomas
Tutko, trabajaron de manera directa con deportistas, utilizando test y escalas de
evaluación para investigar los rasgos de personalidad de los deportistas de alta
competición: nadadores olímpicos, jugadores de béisbol y fútbol americano de equipos
universitarios y profesionales.

Por otra parte, en España los primeros aportes a la psicología del deporte, provenían de
profesionales que trabajaban en áreas próximas a la psicología, José María Cagigal, el
psiquiatra Josep Ferrer-Hombravella y el pedagogo Josep Roig Ibáñez, quien pertenecía
al Centro de Medicina Deportiva de Barcelona. Posteriormente, en este mismo centro,
Roig Ibáñez fundó el primer Laboratorio de Psicología del Deporte del Estado Español, a
mediados de la década del sesenta; diagnosticando aptitudes deportivas, evaluaciones
experimentales de tiempos de reacción, percepción, concentración y vigilancia.

Cabe destacar que a nivel mundial, la psicología del deporte se institucionaliza


formalmente luego de un suceso histórico para la psicología, esto fue gracias al “Primer
Congreso Mundial de Psicología del Deporte”, celebrado en Roma el año 1965, en el cual
participaron diversos profesionales vinculados a las ciencias del deporte, tales como;
psicólogos, psiquiatras, médicos deportivos, técnicos deportivos y profesores de
Educación Física. Luego de este evento, se funda la “Sociedad Internacional de
Psicología del Deporte” (S.I.P.D.), favoreciendo la organización sistemática cada cuatro
años de congresos mundiales.

Es importante mencionar que en los años setenta se publicaron las dos teorías que han
generado mayores estudios experimentales sobre el aprendizaje motor: la teoría del
“circuito cerrado” (closed- loop) de Adams (1971) y la teoría del “esquema” de Schmidt
(1975).
Se puede señalar que en la década de los setenta “el campo del aprendizaje motor,
influenciado por los nuevos enfoques cognitivos, evolucionó desde experimentos
orientados a la tarea, que analizaban los efectos de determinadas variables sobre la
ejecución de una tarea motriz, a experimentos orientados al proceso, que se centraban
básicamente, en el estudio de los acontecimientos mentales o neutrales subyacentes que
producen el movimiento. Estos cambios dieron lugar a una serie de investigaciones sobre
tareas motrices simples, interesantes de confirmar o refutar algunas de las hipótesis
generadas por las citadas teorías de Adams o Schmidt, pero poco relevantes para el
aprendizaje de destrezas deportivas”. (Pérez, Cruz y Roca, 1995).

En los años ochenta, surgen nuevos desarrollos teóricos y metodológicos, producto que
en la década anterior, “los psicólogos de los años setenta estaban mayormente
interesados en estudiar y evaluar la personalidad de los atletas y en solucionar problemas
de índole psicopatológicos desde un enfoque clínico”. (Pérez, Cruz y Roca, 1995). Por lo
tanto, en la década de los ochenta se produce una mayor valoración a las primeras
definiciones de psicología del deporte y un replanteamiento de los aspectos técnicos,
metodológicos y aplicados, generándose un nivel más amplio de reflexión en los ámbitos
de investigación e intervención psicológica por parte de los profesionales que trabajaban
en la psicología del deporte.

Actualmente, la psicología del deporte se posiciona como un área relevante dentro de la


psicología y de las ciencias del deporte, interviniendo en diversos niveles, tales como,
evaluación, diagnóstico, planificación, gestión deportiva, asesoramiento psicológico;
generando conocimiento a través de la formación académica e investigaciones teóricas y
aplicadas.

Nitsch (1986), plantea que “la psicología del deporte analiza las bases y efectos psíquicos
de las acciones deportivas, considerando por un lado un análisis de procesos psíquicos
básicos (cognición, motivación y emocionales) y, por otro lado, la realización de tareas
prácticas de diagnóstico y de intervención”. Además, enfatiza que “la función de la
psicología del deporte consiste en la descripción, explicación y en el pronóstico de las
acciones deportivas, con el fin de desarrollar y aplicar programas, científicamente
fundamentados, de intervención tomando en consideración los principios éticos”.

Por su parte, Tamorri, S. (2004) afirma que la psicología del deporte es una “disciplina
que se ocupa principalmente de la difusión y la divulgación de los descubrimientos de la
psicología en beneficio de los investigadores, deportistas y técnicos deportivos, con el fin
de alcanzar un conocimiento cada vez más profundo de los mecanismos, cognitivos o no,
que constituyen la base del rendimiento”.
En la actualidad, la Asociación de Psicólogos Americanos (APA), define a la Psicología
del Deporte “como el estudio científico de los factores psicológicos que están asociados
con la participación y el rendimiento en el deporte, el ejercicio y otros tipos de actividad
física.” (Larrumbe, 1999).

Historia de la inteligencia emociona


Todo comenzó hace unos 2.000 años cuando Platón escribió: “Todo aprendizaje tiene una
base emocional”. Desde entonces, científicos, educadores y filósofos han trabajado
incansablemente para probar o refutar la importancia de los sentimientos.
Desafortunadamente, durante gran parte de esos dos milenios, el pensamiento común
estuvo más en línea con: “Las emociones nos entorpecen el camino. Nos impiden tomar
buenas decisiones y nos impiden concentrarnos.” En las últimas tres décadas, cada vez
más numerosas las investigaciones que están demostrando exactamente lo contrario.

Definición e Historia de la Inteligencia Emocional


En la década de 1950, Abraham Maslow escribió acerca de cómo las personas podría
mejorar sus fortalezas emocionales, físicas, espirituales y mentales. Su obra inspiró el
llamado movimiento “Potencial Humano”, que podría ser considerado la mayor
celebración del humanismo desde el Renacimiento. En los años 70 y 80 esto condujo al
desarrollo de muchas nuevas ciencias enfocadas en la capacidad humana. Se estaban
realizando investigaciones serias para definir tanto las emociones como la inteligencia.
Uno de estos investigadores fue Peter Salovey, ahora Preboste y profesor de la
Universidad de Yale. Salovey dice que en las últimas décadas, las creencias acerca de
las emociones y la inteligencia han cambiado –  la inteligencia era antes pensada en
términos de perfección, pero ya  se estaba reconociendo que hay algo más en la vida. Es
decir, en vez de que la emoción fuera considerada una perdición, como alguna vez lo fue,
ya estaba siendo reconocida como algo de un valor sustancial. 
¿Prima el Corazón sobre la Cabeza, o la Cabeza sobre el Corazón?
Hay un debate en curso sobre los orígenes de “EQ”, pero el consenso es que se origina a
partir de la publicación seminal de un artículo llamado “Inteligencia Emocional” por Peter
Salovey y John “Jack” Mayer en el año 1990. El artículo definió “EQ como una inteligencia
capaz de ser sometida al escrutinio científico.” Salovey y Mayer son ambos coautores del
concepto, aunque cuentan que el articulo se presento con el apellido de Salovey en
primer lugar, debido a que Mayer perdió en un lanzamiento de moneda, cara o cruz. La
dupla ha publicado desde entonces numerosos artículos, y su definición de EQ ha
evolucionado con el tiempo:
“La inteligencia emocional es la capacidad de percibir emociones; para acceder y generar
emociones para ayudar al pensamiento; comprender las emociones y el conocimiento
emocional; y regular reflexivamente las emociones para promover el crecimiento
emocional e intelectual “.
En otras palabras, se trata de cuatro partes:
1.Percibir y sentir las emociones,
2. Utilizar las emociones para asistir al pensamiento,
3. Entender las emociones, 
4. Gerenciar las emociones.
Tal como escribe David Caruso:
“Es muy importante entender que la inteligencia emocional no es lo contrario de la
inteligencia, no es el triunfo del corazón sobre la cabeza – es la intersección única de
ambos

Daniel Goleman: Un Modelo para Enseñar Inteligencia Emocional


Daniel Goleman se basó en la investigación de Salovey y Mayer, así como varios otros
investigadores importantes , completar su libro más vendido, Inteligencia Emocional.
Además de las investigaciones, Goleman documentó las mejores prácticas en educación
en el campo y en particular prestó especial atención a dos programas escolares, “Self-
Science” de Six Seconds y el programa de Desarrollo Social de las Escuelas de New
Haven. También habló con muchos científicos  e investigadores tradicionales y vio de que
manera este  trabajo estaba conectado con lo que estaba ocurriendo  en las escuelas y
organizaciones de vanguardia. (Aquí incluimos una  entrevista con Goleman donde él
relata los orígenes de este proyecto.)
En 1997, el equipo de Six Seconds buscó tomar esas mejores prácticas y crear un marco
para la enseñanza y la practica sistemática de las habilidades de inteligencia emocional o
EQ, como se le conoce de manera abreviada. Six Seconds va más allá de la definición
científica, captando el valor práctico de conceptos que valen la pena enseñar y aprender.
En el año 1997,  Six Seconds compone su propia definición de inteligencia emocional: “La
capacidad de crear resultados óptimos en tus relaciones contigo mismo y con los demás”.
¿De qué Manera Presentamos la Inteligencia Emocional como un Conocimiento
“Practico”?
Six Seconds además desarrolló un modelo que captura esas prácticas en tres áreas:
“Conócete a ti mismo”, “Elígete a ti mismo” y “Entrégate a ti mismo”, con ocho habilidades
específicas. El enfoque de Six Seconds refleja la visión de David Caruso: El objetivo es
integrar el pensamiento y el sentimiento para vivir más eficazmente.
El Modelo de los Seis Segundos se centra en la acción – dentro de los tres pasos de
acción, o “actividades”, hay ocho competencias asimilables. Estas son medidos por las
evaluaciones de inteligencia emocional que ha desarrollado Six Seconds, y existen una
amplia base de evidencia de que estas habilidades se incrementan y mejoran a partir de
capacitaciones y entrenamientos específicos.  (White Paper: EQ Increase).
1. Sintonízate, obtén los datos. Esto se llama “Conocerte a ti mismo”.
2. Haz una pausa y reflexiona para responder (en lugar de reaccionar). Esto se llama
“Elegirte a ti mismo”.
3. Da el paso adelante con propósito y con compasión. Esto es “Entregarte a ti
mismo”.
Presentamos en Modelo de Six Seconds y la explicación acerca de las competencias del
Modelo en detalle..
¿Se Crean Sentimientos a Partir de los Pensamientos?
Aunque que los diversos modelos de inteligencia emocional estructuran el concepto de
manera diferente, todos se ocupan de la integración de la emoción, la razón y la acción.
Sin embargo ya teoría formulada antes de la creación del término “EQ” sugiere que la
emoción es un subproducto del pensamiento, por lo tanto  los modelos EQ indican que la
emoción es significativa para sí misma. Para ilustrar este concepto,  Six Seconds emplea
un triángulo para mostrar que los pensamientos, sentimientos y acciones están
igualmente entrelazados.

Otro destacado investigador cuyo trabajo inspiró a Goleman y al equipo de Six


Seconds fue Antonio Damasio. En El Error de Descartes  Damasio describe cómo
funcionan las emociones en el cerebro creando el sentido de identidad de la personas
y guiandolas en la toma de decisiones racionales. Damasco continúa discutiendo este
trabajo en El sentimiento de lo que Sucede, otra de sus obras donde se sostiene que
nuestro sentido de ser consciente se origina en las emociones.
La Neurociencia de las Emociones
Las contribuciones de Damasio proporcionan una fuerte evidencia de que sería
artificial separar pensamiento y sentimiento. Otros investigadores van aún más lejos.
Candace Pert, neurobióloga líder, quien escribió Moléculas de Emoción, fue jefe de la
sección de Química Cerebral de los NIH de 1982 a 1988, y luego catedrática  de la
Escuela de Medicina Johns Hopkins. Antes de su prematuro fallecimiento, Pert estaba
trabajando en cómo aplicar sus revolucionarios hallazgos a una nueva cura para el
cáncer.
La perspectiva de Pert es que el “pensar” ocurre en el cerebro y el cuerpo. Todo tipo
de “información” se procesa en todo el cuerpo: ideas, sentimientos e incluso impulsos
espirituales. Mientras que el cerebro tiene la mayor capacidad de procesamiento, no
es necesariamente quien conduce enteramente el proceso. La afirmación de Pert
queda ciertamente muy lejos de la idea de que el cerebro “racional” es el centro de la
esencia humana. (Este es un enlace a la entrevista con la Dr. Pert sobre la
neurociencia de la emoción)
 
¿Puedes Medir tu Inteligencia Emocional?
Mientras que algunos investigadores se han centrado en definir las habilidades de la
inteligencia emocional, otros se han enfocado en efectos. Actualmente existen muchos
estudios de casos contundentes que muestran los beneficios del desarrollo de la
inteligencia emocional.
Reuven Bar-On se ha interesado por las competencias no cognitivas desde mediados
de los años ochenta. Desarrolló una prueba que mide el auto-reporte de estas
competencias, una prueba que fue re-calificada por su editor como EQ-i. La definición
de Bar-On es: “La inteligencia emocional es un conjunto de capacidades,
competencias y habilidades no cognitivas que influyen en la habilidad de tener éxito en
afrontar las demandas y presiones ambientales”. De nuevo similar al enfoque de Six
Seconds, Bar-On se centra en la resultados del mundo real.
El Dr. Bar-On explica cómo su trabajo es similar y diferente al de Salovey / Mayer:
“Ambos estamos asumiendo un esquema cognitivo e intentando demostrar
empíricamente que este concepto no es personalidad. Se relacionan principalmente
con un conjunto específico de habilidades emocionales y un potencial para el
comportamiento (inteligencia emocional), mientras que me estoy centrando en el
funcionamiento emocional y social o comportamiento (comportamiento emocional y
socialmente inteligente) “.
Otra definición útil viene de Q-Metrics, los creadores del mapa EQ. Ellos nos dicen:
“La inteligencia emocional es la capacidad de sentir, comprender y aplicar
efectivamente el poder y la perspicacia de las emociones como fuente de energía,
información, confianza, creatividad e influencia humanas”. Una idea clave de este
modelo es que tener una capacidad o habilidad no es suficiente para crear resultados
en el mundo real.
La directora ejecutiva de Q-Metrics, Esther Orioli, explica: “Conozco a muchos
directores ejecutivos que tienen la habilidad de empatizar o dar apoyo positivo. Ellos
no lo hacen. Por qué no? Porque ellos simplemente no lo consideran importante.
“Orioli señala que cuando los líderes ven de  ciertas conductas crean resultados más
positivos, ellos son capaces de cambiar sus valores. “Los valores nos dictan cómo
empleamos nuestro tiempo y recursos. Si enseñamos las habilidades de la gente de
una manera abstracta, sin relacionarlas con su sistema de valores y creencias, no hay
ningún beneficio real “, concluye Orioli.
Una de las herramientas de medición más actuales es la Evaluación SEI de
Inteligencia Emocional de Six Seconds, SEI; la misma que fue  diseñada  pensando en
el desarrollo de las habilidades.  Centrada en ocho competencias asimilables dentro
de un modelo simple y claro, el SEI provee retroalimentación perspicaz y muchas
sugerencias para el  desarrollo de EQ. El propósito es ayudar a las personas a
mejorar la forma en que utilizan las habilidades de EQ en su liderazgo y su vidas vida.
Actual Progreso de la Ciencia en Materia de Emociones
Aunque han transcurrido más de 25 años desde que Salovey y Mayer publicaron su
innovadora investigación original acerca de la inteligencia emocional, todavía se
podría decir que este es un concepto reciente en términos científicos. La ciencia de la
“inteligencia” se desarrolló activamente a partir de 1900, y más de 115 años después,
todavía estamos definiendo la inteligencia básica. Así que sin duda el campo de la
inteligencia emocional continuará desarrollándose.
Bar-On nos dice que la clave es refinar la investigación de desarrollo, efectos y
evaluación. Él predice que también veremos: “Una conexión más clara entre la IE, el
desempeño individual / grupal y la productividad grupal / organizacional. Como
resultado de esta actividad, tendremos una visión mucho más precisa y empírica de lo
que este concepto representa es – es decir de lo que puede y no puede hacer. “
El Dr. Salovey ofrece una conclusión similar: “Estoy de acuerdo con el Dr. Bar-On.
Creo que en la próxima década veremos más investigaciones enfocadas en
habilidades emocionales y competencias capaces de predecir – y anticipar resultados
positivos, en casa con la familia, en la escuela y en el trabajo. El verdadero desafío es
demostrar que la inteligencia emocional tiene una importancia vital y más
transcendente que otros conceptos psicológicos que se han discutido durante décadas
como la personalidad y el coeficiente intelectual. Creo que la inteligencia emocional
promete mucho.”

ACTIVIDAD
1.- ¿Qué es la Psicología Deportiva?
2.- ¿Por qué la gente contacta con un psicólogo deportivo profesional?
3.- ¿Qué importancia tiene el entrenamiento mental?

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