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Unidad 3: Introducción al Metabolismo

Tarea 5: Metabolismo y enzimas

Grupo 151030_4

Presentado por:
Isaura Pérez Chamorro
Código: 1102884651

Presentado a:
Diana Carolina Parra
Tutor Bioquímica

Universidad Nacional Abierta y a Distancia - UNAD


Programa Administración en salud
Bioquímica

Diciembre/11/2021
• Argumentar porque durante la primera mitad del embarazo se aumenta la
Glucogenolisis y se inhibe la neo glucogénesis hepática.

Glucogenolisis: es la ruta metabólica por la que se obtiene glucosa a partir del glucógeno
que se almacena a nivel hepático. La segunda fuente importante de almacenamiento de
glucosa es el glucógeno del músculo esquelético, pero este no está disponible para otros
tejidos, debido a que el músculo carece de la enzima glucosa-6-fosfatasa.

Neo glucogénesis hepática: Es una vía metabólica que permite la síntesis de glucosa a partir
de sustratos que no son carbohidratos (azúcares), por ejemplo, piruvato, lactato y algunos
aminoácidos. Su función es prevenir la hipoglucemia

En el embarazo normal, las concentraciones de glucosa sanguínea materna son mantenidas a


niveles normales o ligeramente subnormales durante el estado de ayuno aunque los niveles
postprandiales tienen gran variación, y la liberación de insulina en respuesta a la glucosa oral
se incrementa en el Embarazo tardío. Además en el embarazo avanzado, la producción
hepática de glucosa mediante gluconeogénesis se incrementa, permaneciendo la glucosa
materna y fetal en equilibrio, en este estado avanzado, además existe aporte extra de glucosa
por incremento en la utilización de los lípidos.

Este equilibrio en la regulación de la glucosa es fundamental para la salud materno-fetal


durante todos los trimestres de gestación. Primeramente, durante el embarazo los niveles de
glucosa en sangre en ayunas disminuyen, esto parcialmente se debe a los efectos de dilución
a medida que se incrementa el volumen de sangre de la madre y éstos se mantienen constantes
en el segundo trimestre y se reducen aún más durante el tercer trimestre. El aumento de la
utilización de glucosa por parte de la unidad fetoplacentaria durante el embarazo, eliminando
la glucosa de la circulación materna, también contribuye a la disminución de los niveles de
glicemia en ayuna. Durante este período de aumento de la utilización de glucosa por la unidad
fetoplacentaria, la sensibilidad a la insulina materna disminuye. Para compensar estos
cambios, tanto la gluconeogénesis hepática materna como los niveles de ácidos grasos
aumentan.

Los niveles de glucemia en ayuna durante la gestación son más bajos, mientras que los
niveles postprandiales se elevan con respecto al estado pre grávido, lo que se puede deber a
la disminución de la función de la insulina y a un deterioro de la utilización de la glucosa
postprandial por parte de la madre25. Otros factores contribuyentes pueden incluir una
secreción alterada de insulina mediada por las células β pancreáticas y una desregulación en
la gluconeogénesis hepática.

Junto con los cambios en la sensibilidad a la insulina y la respuesta posterior de las células β
pancreáticas, la gluconeogénesis hepática contribuye a la homeostasis de la glucosa durante
el embarazo. Durante la gestación, las tasas de gluconeogénesis hepática aumentan en
mujeres con y sin DMG. El aumento en la gluconeogénesis, a pesar de los niveles más altos
de insulina, refleja una disminución en la sensibilidad a la insulina en el tercer trimestre. Por
lo tanto, durante la última etapa de la gestación en el contexto del aumento de los niveles de
insulina circulante y la disminución de la sensibilidad a la insulina, la gluconeogénesis
hepática aumenta como un mecanismo para mantener la euglucemia frente a una mayor
utilización de glucosa fetal.
• Justificar porque se considera que los cambios en la primera fase del embarazo
favorecen el anabolismo materno, mientras que en la segunda mitad de la gestación
predomina el catabolismo materno y el anabolismo fetal?

Durante la gestación tienen lugar adaptaciones metabólicas maternas para aumentar la


sensibilidad a la insulina y mantener un adecuado nivel de glucosa para transferirse al feto.
Tanto el sobrepeso como la obesidad durante el embarazo pueden generar el desarrollo de
diabetes gestacional y futuros problemas metabólicos tanto en la madre como en la
descendencia.

La gestación tiene lugar desde la implantación del cigoto en el útero hasta el momento del
parto. Desde el punto de vista metabólico, durante la gestación existen dos etapas bien
diferenciadas: 1) en los dos primeros tercios, predomina una fase denominada anabólica, en
la que la gestante aumenta su peso corporal debido a una lipogénesis activa que permite el
acúmulo de tejido adiposo; y 2) en el último tercio, el metabolismo materno se invierte y
entra en una fase denominada catabólica, en la que tiene lugar la movilización de la reservas
maternas a través de la placenta para asegurar el correcto crecimiento del feto (1). Es
importante destacar que durante estas dos fases existen variaciones en las hormonas
gestacionales y placentarias, que tienen efecto en la concentración y la sensibilidad a la
insulina para dar lugar a unos niveles de glucosa maternos adecuados. Esta glucosa será
proporcionada al feto a través de la placenta durante la gestación para el adecuado embarazo
a término. Por tanto, durante el embarazo, la madre presenta una mayor acumulación de tejido
adiposo, además de presentar hiperinsulinemia y resistencia a la insulina.

El embarazo es considerado un estado diabeto génico debido a la hiperinsulinemia.


Comenzar un embarazo con sobrepeso u obesidad origina un aumento de la resistencia a
insulina, lo que ocasiona un agotamiento de la capacidad de las células-βeta pancreáticas de
secretar la cantidad de insulina requerida por el embarazo, dando lugar a un aumento de
glucosa periférica. Ante esta situación, se produce una llegada masiva de nutrientes de la
madre al feto, dando lugar a un aumento excesivo del tamaño fetal, así como a alteraciones
metabólicas, cardiovasculares y malformaciones en el neonato e incluso llegar a su muerte
prematura. Otro problema durante la gestación con obesidad es que el propio tejido adiposo
comienza a liberar una mayor cantidad de ácidos grasos a la circulación sanguínea por las
posibles alteraciones en la expresión del receptor PPARγ que se mencionaban. Por ello, un
control de peso antes del embarazo y el correcto diagnóstico y tratamiento de la resistencia a
insulina y de la DMG durante el embarazo es fundamental tanto para la madre como para el
feto, y así evitar problemas metabólicos en edad adulta de esos recién nacidos.

Figura. Adaptaciones metabólicas durante el último tercio de la gestación y las


complicaciones asociadas a la obesidad.
• Indicar la hiperfagia durante el embarazo que causa en la gestante, explicando cada
causa de manera detallada.

La hiperfagia aparece cuando se desarrolla el hábito de comer demasiado y de manera


incontrolada.

Así, en la hiperfagia (también denominada polifagia) aparece un aumento excesivo del


apetito, que se suma a ingestas descontroladas de alimento. Suele producirse sin causa
aparente, ya que muchas veces tienen que ver con temas médicos u hormonales, más allá de
los psicológicos.

Las personas que padecen hiperfagia son incapaces de diferenciar cuándo sienten apetito real
y cuándo sienten ansiedad, y por ello comen exceso en ambas situaciones. Los ciclos de
alimentación descontrolada en las personas con hiperfagia pueden variar mucho de una
persona a otra, y encontramos ciclos persistentes de apetito, y ciclos de más o menos apetito
(que van variando).

En cualquier caso, es evidente que la alimentación y la gestación están muy ligadas en el


curso de un embarazo normal. Desde el comienzo del embarazo, la mujer demanda
abundancia de alimentos. Este hecho se denomina hiperfagia y suele durar los dos primeros
tercios de la gestación, (a veces en las primeras semanas y debido probablemente a la
sensación de malestar, la ingesta disminuye), con lo que se inicia el proceso de acumulación
de reservas energéticas. Es muy importante que la reserva de energía se lleve a cabo de una
forma nutricionalmente adecuada para compensar las necesidades madre-hijo, y así evitar
situaciones que puedan alterar el normal desarrollo de un embarazo. Y de que esto sea así, se
ocupan las diferentes adaptaciones metabólicas y fisiológicas propias de la gestación.

Durante el embarazo normal la glucosa y los nutrientes son suministrados al feto de una
manera bien regulada. La transferencia de glucosa al feto se realiza por difusión facilitada,
determinada por el gradiente materno fetal de la misma; el nivel de glucemia fetal suele ser
10 a 20 miligramos menor que el materno; la transferencia excesiva de glucosa altera la
embriogénesis.
Durante el primer y segundo trimestre de la gestación, la hiperfagia materna estimula el
aumento de peso, el depósito de grasa, y el incremento en Índice de masa magra. Además se
produce un incremento marcado en los niveles de leptina e insulina sérica. La sensibilidad de
los tejidos a la insulina es normal o se encuentra aumentada y debido al consumo de glucosa
por la placenta y al crecimiento fetal, la madre se encuentra predispuesta a la hipoglucemia
del ayuno.

Durante el tercer trimestre del embarazo, la sensibilidad de los tejidos maternos a la insulina
disminuye; la utilización de glucosa por los tejidos maternos es menor, a pesar del aumento
marcado de la producción de insulina y de la secreción de insulina estimulada por la glucosa.
La resistencia a la insulina promueve entonces la lipolisis y la cetonemia del ayuno, así como
la hiperglucemia postprandial, con lo cual una hay una mayor oferta de nutrientes al feto. El
transporte placentario de nutrientes estimula la elevación de la insulina fetal, lo que promueve
el crecimiento del feto con incremento del acúmulo de tejido graso y el aumento de las
reservas de glucógeno hepático.

Se ha propuesto que la leptina, una hormona poli peptídica, producida por los adipocitos y
relacionada inicialmente con la saciedad y el metabolismo energético, podría jugar un papel
importante en el riesgo de desarrollar el síndrome pre eclampsia-eclampsia, alteraciones de
la tolerancia a los carbohidratos durante el embarazo y restricción del crecimiento
intrauterino, Desde su descripción, la leptina ha sido relacionada con el metabolismo de las
grasas y el peso corporal, se ha demostrado su relación directa con el índice de masa corporal
• Explicar cuáles son las consecuencias que se pueden presentar en maternas con
hiperglucemia.

Se calcula que 1 de cada 6 nacimientos con vida ocurren en mujeres con algún tipo de
hiperglucemia en el embarazo; con este escenario, la lista de complicaciones que pueden
surgir es abrumadora, incluidas: hipertensión, nacimiento de un niño muerto, parto
prematuro, bebés pequeños o grandes para su edad gestacional, labor de parto obstruida,
hemorragia posparto, infecciones, lesiones durante el parto, anomalías congénitas y muertes
de los recién nacidos debido a problemas respiratorios, entre otras.

La hiperglucemia es una de las afecciones médicas más comunes durante el embarazo. La


Federación Internacional de Diabetes (International Diabetes Federation, IDF) estima que 21
000 000 de nacimientos con vida, o 1 de 6 (el 16,8 %) ocurrirán en mujeres con algún tipo
de hiperglucemia en el embarazo, de las cuales el 2,5 % pueden deberse a diabetes manifiesta
en el embarazo. El 14,3 % restante (uno de cada siete embarazos) se debe a la diabetes
mellitus gestacional, una afección que se desarrolla debido a los cambios hormonales del
embarazo y se limita a la duración de este.

La hiperglucemia en el embarazo aumenta significativamente el riesgo de complicaciones en


el embarazo: hipertensión, nacimiento de un niño muerto, parto prematuro, bebés pequeños
o grandes para su edad gestacional, labor de parto obstruida, hemorragia posparto,
infecciones, lesiones durante el parto, anomalías congénitas y muertes de los recién nacidos
debido a problemas respiratorios, entre otras. Sin atención preventiva, casi la mitad de las
mujeres con diabetes mellitus gestacional desarrolla diabetes tipo 2 y una parte significativa
desarrollará una enfermedad cardiovascular prematura en el transcurso de los diez años
posteriores al parto. Los niños nacidos de mujeres con hiperglucemia en el embarazo tienen
un alto riesgo de convertirse en obesos más adelante y tener diabetes tipo 2 tempranamente;
de este modo, la hiperglucemia en el embarazo perpetúa el riesgo de diabetes en la siguiente
generación.

Se debe tener en cuenta la tendencia a la hiperglucemia post-pradial fisiológica del embarazo,


o estado de tolerancia a la glucosa, pero ante todo, debemos recordar que los factores de
riesgo para la presentación de un espectro de intolerancia a la glucosa, el cual puede aparecer
posterior a la segunda mitad de la gestación, con implicaciones patológicas, dependen de la
edad materna, la historia familiar de diabetes, los factores Étnicos, y la obesidad; sin que
hasta el momento se cuente con una prueba estándar a nivel internacional para su diagnóstico.

La hiperglucemia materna produce hiperglucemia fetal, generando hiperplasia pancreática


del feto, lo que conlleva a hiperinsulinemia fetal con estímulo anormal del crecimiento fetal
y consecuencias tales como macrosomía, organomegalia , eritropoyesis incrementada, y
disminución de la producción de surfactante, todo ello pudiendo originar a su vez, parto
vaginal traumático, cardiomiopatía hipertrófica con hipertrofia septal y hepatomegalia,
hipoglucemia neonatal, policiteia neonatal y enfermedad de la membrana hialina
respectivamente.
Referencias
Declaración mundial de la FIGO sobre la hiperglucemia en el embarazo. (15 de Octubre de 2018).
Declaración mundial de la FIGO sobre la hiperglucemia en el embarazo. Obtenido de
https://www.figo.org/es/Declaraci%C3%B3n-mundial-de-la-FIGO-sobre-la-hiperglucemia-
en-el-embarazo

Medina, G. (2017). Adaptaciones metabólicas maternas durante la gestación: el problema del


sobrepeso y la obesidad. Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, 1-2.

Osorio, J. (1999). Embarazo y metabolismo de las proteinas. Investigaciones Originales, 1-3.

Osorio, J. (2003). EMBARAZO Y METABOLISMO DE LOS CARBOHIDRATOS. REVISTA COLOMBIANA


DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA, 1-10.

Rodas, W., Mawyin, A., Gomez, J., & etc. (2018). Diabetes gestacional: fisiopatología, diagnóstico,
tratamiento y nuevas perspectivas. Sociedad Venezolana de Farmacologia Clinica y
Terapeutica, 218-226.

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